ISSN 1909-650X
Diego Andrés Sánchez
Facultad de Comunicación Social - Periodismo UPB - Medellín, marzo de 2011, No. 27
Investigar también El último ascensor de manivela está es informar: en la calle Junín Donadío pág. 7 pág. 4
Pólizas de muerte Censura en los seguros de en la web vida pág. 11 pág. 8-9
Nuevos directivos de la Escuela de Ciencias Sociales
Desde el 17 de enero, la Escuela de Ciencias Sociales tiene nuevos directivos. Érika Jaillier Castrillón, decana de la Escuela; y Juan Fernando Muñoz, director de la Facultad de Comunicación Social – Periodismo.
Érika Jaillier Castrillón “Yo soy más académica que administrativa…” “Usted suena para tres cosas: por una lado, liderar la coordinación del doctorado en ciencias sociales, ser directora de la Facultad y también ser decana de la Escuela. ¿Usted qué dice?”, fue la pregunta que Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, le hizo a la nueva decana de la Escuela de Ciencias Sociales. “Yo soy más académica que administrativa, pero si yo le puedo colaborar a la Universidad en algo, cuente conmigo”, afirmó Érika, quien antepone su labor de docente al nuevo cargo, pero no lo rechaza, pues como dice ella, la decanatura no es sólo firmar papeles, sino que también posee unos aspectos que se pueden abordar desde lo académico y lo investigativo. Y a esa elección se le suman las palabras que le ofreció Monseñor Luis Fernando: “Usted tiene talento humano, el resto uno lo va a aprendiendo en el cargo”. Érika Jaillier Castrillón es Comunicadora Social- Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana y tiene un Doctorado en Ciencias de la Información y la Comunicación de la Universidad Stendhal, Grenoble- en Francia. Además, es docente e investigadora, y durante los quince años de labor educativa ha realizado veinte publicaciones y escrito cinco libros. El nombramiento se dio después de la deliberación del Consejo Directivo de la universidad al ser una de las seleccionadas como candidatas dentro de la comunidad académica. Érika presentó un proyecto ante los directivos universitarios, diseñado para continuar con el crecimiento y estabilidad de la Escuela. La decisión la tomó en compañía de su familia. “Yo acepté porque en el fondo también hay un compromiso académico, se vienen unos cambios muy interesantes”. La afirmación de Erika hace referencia a la transformación curricular que se dará en toda la Universidad para adecuarla a las nuevas exigencias y a los proyectos que tiene trazados. La nueva decana tiene en la mira lograr unos objetivos claves: la internacionalización de la facultad, fortalecer las segundas lenguas a los estudiantes, revisar los convenios existentes y las necesidades requeridas en el ámbito exterior para que éstos se puedan llevar realmente a la práctica y de igual forma trabajar el tema de la interdisciplinariedad y la unión con otras escuelas. “Si hay que hacer algo es construir a partir de los retos que tiene ya la escuela que dejó la anterior decana, Esperanza Hidalgo, y lo que presenté fue un planteamiento de gestión con unos logros posibles y unas acciones estratégicas de trabajo”, cuenta Érika. Por otro lado, Érika, amante de la literatura y del cine de corte histórico, libros infantiles y el francés, le apuesta a la idea de sacar un doctorado de ciencias sociales en la Universidad, un proyecto que viene alimentándose desde el año anterior. “Es que las Apasionada al el rock en español, ciencias sociales están también en música celta, las artes plásticas y los problemas y en el cómo puedan adicta a comprar libros. Natalia Botero
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Carolina Campuzano Baena karo_k911@hotmail.com
Laura Julieth Mendoza Arroyave lauris2444@hotmail.com trabajarse y buscarles salida de manera interdisciplinaria, por eso el proyecto es muy viable”, cuenta la nueva decana quien aspira también a crear un centro de estudios sociales y humanos y abrir otros programas de pregrado como literatura e historia. “Eso es seguir pensando lo académico desde otro nivel, como oportunidad y desafío”. El rótulo de “decana” es sólo el del cargo, dice Erika, quien se siente extraña cuando la llaman “decana”, y entre risas añade: “Yo estoy cumpliendo esa función pero no soy eso; soy profesora, soy comunicadora y en principio, soy Érika: yo quiero que el cargo solo sea eso, un cargo”.
Juan Fernando Muñoz Uribe “Nuestra facultad una casa de formación” “Mi reacción fue primero de sorpresa porque jamás pensé que el Rector, Monseñor Luis Fernando Rodríguez, fijara los ojos en mí para proponerme la dirección de la facultad, uno nunca imagina que le hagan ese tipo de propuestas y se siente felicidad porque yo siempre he querido mucho la universidad que me formó,” comenta Juan Fernando Muñoz Uribe, nuevo director del programa de pregrado de Comunicación Social – Periodismo, quien cree que llega a una facultad muy fortalecida y acreditada de alta calidad. Juan Fernando, docente desde el Juan Fernando Muñoz Uribe disfruta de lo simple, como caminar hacia la año 1994 y corrector idiomático universidad cada mañana. apasionado, considera que desde el programa de pregrado hay retos que son experiencias que trazan el saber del día a día y muchos nuevos objetivos: “Yo creo que el recorrido que uno tiene con la Universidad y la Facultad, permiten tener una mirada de proyección de lo que se puede hacer en un cargo como este, donde se debe tener responsabilidad y amor por el plantel”. El nuevo director, comunicador social y periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana y docente por más de 18 años, asegura: “Uno no llega de cero, uno tiene ya unas ideas que le taladraron o se imaginó como estudiante”. Ahora el asumir la dirección lo ponen en el camino de establecer retos que espera cumplir contando con el apoyo del trabajo en equipo y del estamento que representa la Universidad Pontificia Bolivariana. Dentro de las metas que se ha trazado Juan Fernando para dejar huella en su paso por la dirección, como él anhela, están el mantenimiento de la renovación de la calidad, el mejoramiento de los procesos y los docentes, el crecimiento académico, la apertura de nuevos espacios de práctica para los estudiantes y la consolidación de las iniciativas en investigación. También, en el ámbito externo a la Universidad, planea el desarrollo de alianzas estratégicas con otras universidades y el afianzamiento de las políticas de internacionalización de la Facultad de Comunicación Social- Periodismo; objetivos pensados para contribuir al perfeccionamiento de la Facultad. “Cuando cumplimos 45 años como Facultad de Comunicación volvemos al pasado, pero no con la nostalgia de que todo tiempo pasado fue mejor, sino que miramos qué tan importante fue lo que se hizo, y establecemos retos con las próximas generaciones y con las anteriores que nos abrieron el camino para ser cada vez mejores y en esto estamos”.
Editorial
Periodismo
para el siglo XXI y controversia. La mayor parte de la edición o la emisión son dedicadas a las últimas sobre chismes de gente con cierto nivel de reconocimiento, mientras el país y la sociedad hacen aguas en medio de problemáticas que deberían ser mostradas para encontrarles soluciones. Otro reto, relacionado con el anterior, será el establecimiento de reales agendas informativas. Los medios hasta ahora, ante la presión tácita o explícita de los intereses económicos o políticos, se han vuelto dependientes de las fuentes oficiales, lo que a su vez los ha vuelto predecibles a la hora del cubrimiento y la entrega de la información. El establecimiento de una real agenda, de acuerdo con debates internos sobre hechos de trascendencia permitirá hacer seguimiento y profundizar en los asuntos de importancia. El periodismo en general, y el periodista en particular, también deben de repensarse en cuanto al sitio que históricamente han ocupado u ocupan. Ser periodista tenía cierto cuño, cierta importancia social. Más allá de discusiones sobre tarjetas profesionales o derechos de nuestro oficio, el periodista se ganó un espacio debido a la forma cómo se presentaba ante sus audiencias. Nuestro Periodismo fue una labor de gente “ilustrada” en el siglo XIX, de intelectuales y de gentes deseosa de participar en la toma de decisiones. Y para ello, se preocupaban porque su lenguaje, su forma de entregar la información, marcara una diferencia con el resto de la gente. Contrario a cierto periodismo –como la radio musical y juvenil de las mañanas- donde se cae en lo banal, en lo vulgar, en lo grotesco. No hay respeto y con la disculpa del gusto de las audiencias se denigra de nuestra profesión. No se trata pues de una segmentación de clases desde los medios, o de restringir el ingreso de ciertas personas a
los medios, pero en tanto el periodismo también tiene la tarea de formar, debe procurarse algún esfuerzo por entregar información con cierta profundidad y de la mejor forma posible. En estas épocas, donde la gente no lee, el periodismo puede ayudar a formar a las generaciones, al menos en el uso de nuestro idioma. Por llamarlo de alguna forma, necesitamos de un “Periodismo culto”. Esa forma de decirlo, de entregar la información de la mejor manera lleva también a otro gran reto: el rescate de los géneros narrativos. Desde hace tiempo los medios perdieron la batalla por la inmediatez, y cada vez, en especial la prensa escrita, la pierde más ante otras posibilidades. Entonces un nuevo reto será capturar a los receptores con buenas historias, que atrapen, que cautiven. Que marquen diferencia. Los medios tienen la responsabilidad, o por menos el deber, de ayudar a construir memoria de lo que hemos sido: pero no únicamente en un afán nostálgico o de mero recuento, sino ayudando a mirar el pasado de manera crítica y construyendo un diálogo entre esos hechos pasados y los presentes como una forma de hacer futuro. Sería un trabajo con grandes beneficios: hablando de un pasado y de sus múltiples voces y protagonistas, los medios ayudarían a cerrar una cantidad de ‘agujeros negros’ que abundan en nuestra historia Colombiana. Y en medio de tantos retos y cuando el periodismo tantea a veces por caminos oscuros, cabe reiterar la frase de nuestro maestro Tomás Eloy Martínez, quien condensa lo esencial del oficio: “El periodismo no es un circo para exhibirse, sino un instrumento para pensar, crear y ayudar al hombre en su eterno combate por una vía más digna y menos injusta”.
Caricatura
Se celebra en febrero el tradicional Día del Periodista, una fecha que más allá de las congratulaciones sobre nuestra labor, debe servirnos para analizar una vez más acerca del presente y del futuro profesional, especialmente debido a los avances tecnológicos, la mercantilización de la información y los cambios de paradigmas en cuanto a la concepción de este oficio, que han llevado o llevarán a replantearnos. Hasta hace unos años, ocurría un hecho novedoso, y el periodista –alguien preparado para tal asunto- se tomaba un tiempo para llegar a indagar, y al cabo de horas o de días, una comunidad se enteraba de lo ocurrido. Aparecían entonces ya los desarrollos de los hechos y posteriormente venían los análisis sesudos sobre el tema. Ya hoy, la labor de informar no es un privilegio exclusivo de los periodistas. Alguien con una cámara, un teléfono celular, puede transmitir sobre hechos que estén ocurriendo en el momento. El mundo, por ejemplo, asistió incluso a la estrellada del tercer avión sobre las Torres Gemelas porque antes de que éste colisionara contra el edificio, se evidenció y previó el hecho. El término inmediatez ya hace parte de la cotidianidad de los medios. Tanto en la transmisión simultánea de los hechos como también en la participación de las audiencias. Los adelantos tecnológicos han permitido que los receptores dejen de ser agentes pasivos y mediante su participación, vayan delineando la agenda o los intereses del día en muchos medios y espacios. Las redes sociales hasta hace una década desconocidas, ya tienen una presencia y una importancia inusitada en nuestra realidad. Redes que cada vez atrapan más adeptos y demuestran sus posibilidades. Las marchas de protesta de Túnez y de Egipto, regímenes autocráticos donde no precisamente la libertad de expresión ha sido habitante, evidencian el impacto de estos avances. Los medios de Comunicación, en tanto, se convierten en intermediarios de las discusiones. Pero esos adelantos tecnológicos no necesariamente han supuesto una mejora en la labor informativa. Con el riesgo de ser pesimistas, podríamos decir que al contrario, ha habido un decrecimiento en la calidad de la información entregada. Y más allá de seguir cuestionando, desde este medio proponemos algunos retos que se debe trazar el periodismo, de cara a estas nuevas realidades: Uno de los principales desafíos será la desfarandulización de la información. En su afán frenético, los medios poco a poco nos han ido acostumbrando a una transmisión de datos sin mucha profundidad, sin impacto social. Se han olvidado, en muchos casos, de entregar noticias que cumplan con el empeño del interés general, de informar sobre asuntos de trascendencia y que a su vez generen debate
Rector: Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez / Decana de la Escuela de Ciencias Sociales: Érika Jaillier Castrillón / Director Facultad de Comunicación Social-Periodismo: Juan Fernando Muñoz Uribe / Coordinadora Área de Periodismo: María del Socorro Correa Jaramillo / Director Contexto: Guillermo Zuluaga Ceballos /Jefe de Redacción: María Juliana Yepes Burgos / Periodistas: Laura Betancur Alarcón • Korina Melisa Daza Zapata • Laura Julieth Mendoza Arroyave • Andrés Felipe Salgado Céspedes • Laura Suárez Díaz • Juan David Villa Rodríguez • María Juliana Yepes Burgos • Ramón Maya Gualdrón • Elizabeth Ramírez Restrepo • Manuela Duque Carmona • Laura Villamil Barrera • Daniela Gallego Arbeláez • Natalia Botero Oliver / Foto portada: Diego Andrés Sánchez / Diseño y Diagramación: Ana Milena Gómez Correa, Editorial UPB / Impresión: El Mundo / Universidad Pontificia Bolivariana • Facultad de Comunicación Social-Periodismo • Dirección: Circular 1ª. 70-01 bloque 7 • Teléfono: 3544557 • Correo electrónico: pcontexto@gmail.com • ISSN 1909-650 X
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El periodista Alberto Donadío habla sobre su nuevo libro
“Investigar también es informar”
“En el periodismo hay que ser casi una monja de clausura y no meterse con nadie”
Abogado de profesión y periodista por vocación, Alberto Donadío no se detiene en la investigación de asuntos relacionados con los poderes y los poderosos en nuestro país. Recientemente estuvo en Medellín presentando su último libro: Qué cese al fuego; homenaje a Alfonso Reyes Echandía, que se suma a la lista de publicaciones como El jefe supremo, El montaje, Los farsantes y Colombia nazi. Durante su presencia en Medellín nos atendió. Durante las clases de Periodismo fui construyendo una imagen de un hombre riguroso, serio, distante, pero al abordarlo descubrí a alguien amable, sonriente, quien al cabo de los años le gusta incluso que lo presenten como abuelo. La conversa con este maestro y pionero del Periodismo Investigativo fue una nueva e interesante cátedra sobre nuestro oficio.
Guillermo Zuluaga
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Laura Suárez Díaz laurisud@gmail.com
¿Por qué un homenaje a Reyes Echandía? Porque no ha habido gente como él. Son muy poquitas las personas entre la historia de Colombia con esa trayectoria. Surgió de una familia numerosa y pobre, y después de haber sido ayudante de flota, profesor de inglés, cobrador de una agencia mientras estudiaba. Fue becado en Colombia y en Italia porque todas sus notas eran siempre las máximas, y llegó a ser magistrado. Además fue profesor de Derecho Penal y escribió libros sobre derecho penal, precisamente por eso fue reconocido y llegó a la Corte Suprema de Justicia. Con su muerte, Colombia perdió a una persona muy valiosa que salió del pueblo. Reyes Echandía tenía una conducta ejemplar, ya lo que existe es una feria de vanidades y de política.
¿Cuál fue el método de trabajo para recoger la información? Ya tenía material suficiente, porque en ese momento había pensado en hacer el libro con varios reportajes de compañeros de la universidad. En el libro no quise sacar más información personal porque su familia no estuvo de acuerdo, quedó como algo muy limitado, es más o menos el perfil por el que todos lo recuerdan, porque era un hombre muy modesto, estudioso y humilde. Lo importante en el proceso es uno, como investigador, ir poniéndole el valor relativo a las cosas. Uno es como un detective que quiere saber qué pasó para reconstruir unos hechos lo más objetivamente posible.
¿Qué efecto cree que va a lograr este libro? Me parece que ninguno. Es más una cosa nostálgica, de recordar a un magistrado distinto a los de ahora, que se dejan invitar, porque los magistrados como los directores de periódicos, si tienen amigos no pueden opinar. Hoy en día la mayoría debe favores, en cambio, un tipo como él, logró un título como reconocimiento a su inteligencia y dedicación, elementos fundamentales en un magistrado. Hoy en día, hasta la justicia se vende. Es un homenaje a la constancia de una persona honorable por la cual tenía una gran admiración.
Frente a esto, ¿cuál debe ser la relación de los medios y del periodismo con el poder en Colombia? La relación tiene que ser de total independencia: no pueden dormir en la misma cama y, sin embargo, se dejan invitar a la cama, ese es el problema que hay. Si uno empieza a tener trato, contacto y amistad y
“La investigación facilita la fiscalización en beneficio de la sociedad”
reuniones con la gente del gobierno, pues es muy difícil luego atacarlos. Si uno crea una relación social con el presidente y el ministro, si se habla y se conoce, hay soborno en el sentido de que si nos hemos visto tantas veces y nos hemos sentado a echar chismes y a conversar y hemos pasado bueno, entonces el otro se siente llamado a autorizar y a decir: - ayúdeme en esto o no me saqués lo otro. Entonces, usted tiene que ser casi una monja de clausura y no meterse con nadie. No ser amigo ni enemigo de las partes que permita la distancia necesaria que se requiere para juzgar.
Usted fue uno de los pioneros del periodismo investigativo en el país ¿Aún tiene sentido investigar en Colombia? La concepción de que la investigación es algo que debe ser parte integral del periodismo no está en los medios, y menos en radio y en televisión que son los que pueden llegar y llevar muchas denuncias existentes en un formato breve y contundente. La parte seria del periodismo debe guiar a la gente frente a lo que ocurre y que afecta a los ciudadanos, que afecta la honestidad del Estado, que afecta el presupuesto. La investigación facilita la fiscalización en beneficio de la sociedad y para eso hay que tener muchos pantalones y compromisos con nadie… No hay que hacer un periodismo suicida, pero a muchos medios les hace falta que se cuestionen y que investiguen.
¿Tiene futuro el periodismo investigativo en Colombia? Hay trabajos que hacen periodistas independientes por iniciativa propia muy valiosos. Periodistas con trayectoria que trabajan pese a que no tienen apoyo institucional. Por ejemplo: Germán Castro Caycedo, que hace sus columnas y trabajitos por ahí, pero que investiga y también escribe libros de investigación. Tendría mucho futuro en cuanto a potencial pero no tiene el apoyo que se requiere: hay muchos vicios que hacen que la prensa sea muy sosa, y para hacer periodismo investigativo primero hay que tener ganas de pelear y de generar controversia, de no limitarse al registro noticioso, sino más bien de tomar partido; eso, los medios no lo quieren hacer porque causa problemas, o sea, es más fácil no hacer olas que hacer olas, porque si uno hace olas crea enemigos y los enemigos se acuerdan del periodista de por vida.
“Se busca vivo o muerto” Ramón Arturo Maya Gualdrón ramon.maya@upb.edu.co
Fue un texto popularizado por el cine del Viejo Oeste norteamericano, impreso, con “letras viejas”, en carteles que se pegaban con un solo clavo en las paredes de madera de las cantinas, aquéllas de puertas batientes, que eran el centro de atracción de unos pueblos de calles polvorientas, por las que transitaban, y se batían, “pistoleros” de reflejos felinos, hombres de espíritu libre, que huían de gobiernos burocratizados, que insistían en llevar a la nación a una guerra civil. Esas bellas películas fueron muy populares en la ciudad de Medellín, en la década de los setenta, entre jóvenes y adultos, quienes las acompañaban con la lectura de unos libros de bolsillo que se pasaban de mano en mano, hasta quedar sucios y desgastados. Los más famosos eran los de Marcial Lafuente Estefanía, de Editorial Bruguera. Películas y libros trataban sobre melancólicos vaqueros, que a lomo de caballos inagotables, atravesaban regiones en las que, para sobrevivir, debían enfrentar a forajidos desalmados y a indios coleccionistas de “cabelleras”; también a serpientes de cascabel, lobos en manada y coyotes hambrientos; siempre bajo un sol canicular que secaba labios y garganta. Por esas películas nos familiarizamos con nombres como como Austin, Texas; Portland, Oregon y Tucson, Arizona. A comienzos de la segunda década del siglo XXI, más o menos ciento cincuenta años después de la época a la que se referían esas obras, en Tucson, Arizona, aún se dan tiroteos. En el mes de enero de 2011, un extraño individuo disparó e hirió a la congresista Gabrielle Giffords y mató a seis personas, incluida una niña de diez años. En ese Estado, además, hay un comisario, llamado Joe Arpaio, que con su fusil va por todas partes buscando y deteniendo, para encerrarlos, a inmigrantes indocumentados que vienen de la frontera con México, a quienes considera una amenaza para la grandiosidad política y económica de los Estados Unidos. Ese panorama de intolerancia se hace más oscuro por personajes como Sara Palin, ex candidata republicana a la
vicepresidencia, quien colocó en Internet un mapa en el que aparecían congresistas demócratas en la mirilla de un fusil e invitaba a que la gente los tumbara, para poner en su lugar a políticos republicanos. Esa región sigue en el ambiente del salvaje oeste. Quizás por eso allí mismo el presidente Barak Obama pronunció un discurso, el miércoles 12 de enero, en el que dijo que a pesar de que los norteamericanos no controlen el terrorismo mundial, sí pueden controlar la manera en la que se tratan. Esas bellas palabras le valieron una ovación, a su entrada al Congreso el día del tradicional discurso sobre el Estado de la Unión y un ascenso en la escala de aceptación de su pueblo, que no es otra cosa que gobernabilidad, que podemos entender como la capacidad de conseguir que la sociedad se empeñe en alcanzar los objetivos planteados por el gobierno. Según ese discurso, el proyecto de Obama es hacer del país una nación innovadora. “Innovación es: con mi tecnología, te aplastaré”, dice una universitaria que sabe de las invasiones del ejército norteamericano a Vietnam, Granada, Panamá, Irak y Afganistán, entre muchas otras. Pero la capacidad de innovación también puede servir, si los poderosos quieren, para ayudar al desarrollo de la sociedad; con ella se podría permitir a los niños disfrutar de su infancia y también que los jóvenes, en lugar de morir por centenares cada fin de semana, puedan estudiar en la universidad y así llegar algún día a colaborar, con su capacidad innovadora, al desarrollo. Entonces, innovación es lo que permite que cada uno tenga la oportunidad de formarse,
www.deathdogs.net/magformation2.JPG
en cualquier campo de las ciencias, naturales o del espíritu, de tal manera que pueda poner sus logros al servicio del bienestar social, bien sea desde el mundo industrial, comercial, financiero, social o estético. Con ese tipo de hombres las organizaciones no serán paquidermos dormidos, sino empresas dinámicas y productivas, en lo económico, político o social. Según las palabras de Obama, la forma en la que se debe lograr eso, la capacidad de innovación, es mediante buena educación. Por eso advirtió a los norteamericanos, en su discurso, que los chinos eran mejores en matemáticas y ciencias naturales y dijo que los Estados Unidos necesitan, para desarrollarse, contar con estudiantes que puedan superar la simple práctica de aprender de memoria integrales y sean capaces de explicar problemas y entender las comunicaciones. El momento culminante de su intervención fue cuando planteó a esos jóvenes que si querían hacer algo por el país, se hicieran profesores. El Presidente tiene razón, la manera de salir de épocas de sangre, asesinatos y guerras, es educando. Ojalá y esa bella retórica política se convierta en disposiciones gubernamentales que produzcan hechos reales. Si así ocurre, en muchos lugares del mundo las malas condiciones que hoy imperan, cambiarán. Son muy ricas las aventuras, como las de los vaqueros y los superhéroes, pero no es bueno que los señores poderosos, con armas reales, que se emplean para matar gente, busquen imponerse utilizándolas. Siempre es mejor que el respeto y la defensa de los derechos sean las actitudes que rijan la vida social. Eso se logrará con buena educación. Y para alcanzarla hay que utilizar parte de los inmensos recursos que hoy se destinan a la industria que produce guerras en el mundo. Lo único que hará posible vivir bien es la buena educación, no las armas. Y buena educación es esa que capacita para disfrutar las riqueza de la humanidad y la variedad de las culturas, esa que nos enseña que los hombres somos igualmente dignos y que nuestro deseo por vivir ha de ser atendido. La guerra favorece a unos pocos, perjudica a la mayoría y acaba con lo más sagrado, la vida. Los políticos nunca se quedarán escasos de ideas con las que justificar el movimiento de los ejércitos, las invasiones y las torturas, pero los resultados, para la sociedad, serán siempre los mismos, dolor y muerte. ¿Qué futuro tiene un gobernante que habla de educación y convivencia? En un mundo como el nuestro, en donde debería primar el diálogo y la democracia, aun funciona la ley del más fuerte y el más veloz. El plomo que escupen las armas de guerra es el que determina el rumbo de la vida de mucha gente, tanto en sociedades de Estado poderos, como los Estados Unidos, así como en otros en los que el Estado es más frágil, como Colombia. Supuestamente la justicia debería estar inspirada en el deseo de que todos seamos tratados bien, como seres humanos, pero, desafortunadamente, mantiene su vigencia la lapidaria expresión del salvaje oeste: “Se busca vivo o muerto”.
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1.700 millones de pesos costó la remodelación de la carrera 49
Junín en obra negra Elizabeth Ramírez Restrepo elir249@hotmail.com Este proyecto, cuya entrega estaba pactada para el 29 de diciembre, obedece a la necesidad de reemplazar las redes de más de 25 años de uso, y el reordenamiento del espacio público. Los trabajos del pasaje Junín, entre las calles Maracaibo y La playa, finalizan en el Parque Bolívar. Vendedores de flores, loteros, así como lustradores de zapatos ocupan el lugar. Ernesto Medina Rendón es uno de los tantos emboladores del pasaje que diariamente desempeñan su oficio a la sombra de las modernas casetas del espacio público. Oriundo de Manizales, mestizo, ojos oscuros, media estatura y voz gruesa, sobresalta al mencionar las continuas obras en la vía. “La lluvia en meses pasados y el hallazgo de varias tuberías que no se sabía estaban allí, no han dejado terminar ese trabajo. El alcalde Alonso Salazar ha venido a dar explicaciones. Él prometió entregar en pocos meses”. Los retrasos se deben a que los ingenieros no conocían la estructura y la profundidad de las tuberías. Se encontraron redes de energía de 13.200 voltios a más de 1,50 metros de profundidad, cuando deberían estar a 80 centímetros. Esto sumado, el fuerte invierno de septiembre, octubre y noviembre; y a la suspensión de obras por época de Navidad. Estella Alzate, administradora de la Repostería Astor, manifiesta su inconformidad por el atraso, pero a la vez, reconoce que Junín va a tener un cambio trascendental, en cuanto al ordenamiento y embellecimiento del lugar. Asunto que comparte el embolador Medina: “Ésta es una de las principales calles para el turismo Los gringos se sientan para que les brille los zapatos. Ellos mismos se ponen el valor, que para los de acá es de dos mil pesitos. Pero en dólares cualquier valor cuenta”, comenta al tiempo que una sonrisa se escapa de sus labios.
Innovación en la vía
Bancas Milano, jardineras y lámparas cubrirán los tramos que van desde la avenida La Playa hasta Maracaibo y entre la calle Caracas y Maracaibo. Una iniciativa municipal orientada a no entorpecer el significado del centro como espacio para ‘juniniar’, vulgarismo propio del Valle de Aburrá utilizado desde los años 40. El pasaje es un punto estratégico donde gente de todas partes pasan por allí a comprar flores frescas, brillarse los zapatos o simplemente leer el periódico en compañía de unos cuantos amigos. Tertulias a lado y lado del Parque Bolívar iluminan el ambiente de la Catedral Metropolitana de Medellín. Un lugar que por estos días embellece una de sus principales vías de acceso. Junín reemplaza módulos pares por 16 individuales ubicados en un mismo sentido de la vía con el ánimo de evitar las ventas estacionarias. Debidamente censados y con servicio de energía, acueducto y alcantarillado se dispusieron de manera que no dañen el acceso a los centros comerciales aledaños. Durante este proceso es fácil evidenciar cómo cada oficio es afectado. Vendedores de flores desplazados unas cuantas calle más, al igual que emboladores molestos por el polvo del pasaje. “El estar cerca del pasaje por estos días hace que los clientes se espanten. Para alguien no es viable embolarse los zapatos y luego pasar por Junín y ensuciarlos, cierto. Los clientes prefieren tomar calles alternativas. Ello conlleva a la disminución de ganancias”, comenta Medina. Pisos en adoquín seguidos de aceras de concreto gris dan como resultado la homogeneidad en vista de evitar posibles remiendos. Si se presenta algún daño a futuro por
4.427 Metros cuadrados de espacio público remodelados para garantizar la fluidez del tránsito de personas.
Uno de los objetivos del plan liderado por la Secretaría de Obras Públicas es eliminar la contaminación visual estableciendo uniformidad en los pisos e iluminación al pasaje peatonal. Ingeniero de la obra, José Hernández.
Guillermo Zuluaga
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El 20 de abril culminará la remodelación de las líneas de alcantarillado, electricidad y acueducto del Paseo Junín.
“Encontramos una red de 65 años que se especula fue la primera tubería metálica que le dio agua potable al centro de Medellín. Fue descubierta en tramos de tres metros y totalmente podrida”, agrega el ingeniero de la obra, José Hernández. parte de comerciantes y empresas del lugar, sencillamente se levanta el adoquín y se reemplaza. Personas invidentes, discapacitados y ancianos tienen a la mano el camino táctil tipo Milán. Se trata de unos cordones laterales en la franja central para la prevención de accidentes, mediante el fácil reconocimiento del camino. La calle pasa de tener dos niveles a uno sólo, con cunetas en sus extremos, para el bombeo del agua lluvia; también con la perspectiva de facilitar el tránsito humano. El proyecto obedece a los estándares de medio ambiente que aconsejan a la comunidad que cada planta cortada debe ser sustituida. En este caso, árboles úcaros que estaban reventando pisos y obstaculizaban la visibilidad norte-sur del paseo se talaron, y en su reemplazo, se sembraron 46 palmas zanconas. Otro de los aportes del proyecto liderado por la Secretaría de Obras Públicas de Medellín, es la localización geográfica de las redes que ya habían cumplido su vida útil. El registrarlas para su fácil ubicación en caso de daños futuros. “La gran ventaja de esta georeferencia es que ya los ingenieros al mirar el circuito sabrán con precisión las coordenadas de las futuras falencias en los sistemas de redes, evitando romper todo un tramo de la vía”, comenta Alejandro Arcila,
subsecretario operativo de Obras Públicas de Medellín. En los últimos años, las vías más representativas de Medellín tomaron un aspecto diferente. El Paseo Peatonal Carabobo, y ahora el Pasaje Junín, permiten que se reviva la identidad del centro de la ciudad. Calles que en momentos específicos transforman sus espacios en escenario de fiestas culturales, tales como La Feria del Libro y la Cultura en el Pasaje Urbano Carabobo, hoy hacen parte de los sitios de la ciudad que nunca duermen. Durante el día centros comerciales y tiendas abren sus puertas; y en la noche, bares de salsa y rock estallan su música y esplendor. El centro, un lugar vivo que pierde vigencia por ser considerado peligroso, gracias a la transformación de calles y establecimientos torna su imagen negativa. El no acceso de carros hace que espacios citadinos como éste formen parte del encuentro para la tertulia, al tiempo que permiten el disfrute de aromas y sensaciones provocadas por el cúmulo de gente que diariamente transita. Al caminar, catear en busca de lo bueno, bonito y barato ahora se le anexa una vía peatonal que reactivará las ventas tanto de los centros comerciales y tiendas como aproximadamente 14 vendedores ambulantes que transitan por allí.
En la calle Junín funciona
El último ascensor de manivela
Laura Betancur Alarcón laurabeta.alarcon@gmail.com
En la década del cincuenta, cien años después de la invención del elevador moderno, éste llegó a Colombia. En esa época, en
Desde las siete y media de la mañana empieza el “sube y baja” de Martha, una mujer de cuarenta años que antes de salir de su casa en el barrio Zamora siempre organiza su pelo con una diadema blanca. Antes de llegar al San Fernando fue mensajera y trabajadora en casas de familia. Nunca imaginó que pasaría los días de arriba abajo sin subir ni una sola escalera.
15 segundos “Jovencito, venga yo lo llevo pa’ que descanse los pies”, le dice Martha a un adulto mayor que va para el cuarto piso a una de las treinta cooperativas y consultorios del edificio. “¿No me cobra peaje?” - le responde en tono de burla. Ambos se ríen. El viejo entra al cascarón metálico, con él se montan un mensajero y la “doctora” encartada con algunas bolsas de manila. Martha sabe que llegó de la Alpujarra sin preguntarle. Ella ya conoce la rutina de los trabajadores y visitantes habituales del ascensor marca Otis con capacidad para seis personas. Y ellos la de ella. Saben que cuando está triste se apoya de las paredes grises para secarse las lágrimas o cuando está feliz los saluda con una sonrisa. El ascensor es un lapso alegre en las tardes aburridoras de papeleo y burocracia. Sentada en la silla metálica con espaldar de cuero negro, ella acerca su mano a la manivela oxidada situada al lado derecho del ascensor. Al girarla hacia la derecha, asciende. A la izquierda, desciende. Martha cubrió la palanca con una tira de caucho para hacer más cómodo el deslizamiento. Así siempre la pueda tomar del mango. Ese es un secreto. En el cubo de cuatro metros cuadrados prima el gris, a excepción de los colores que crea la luz reflejada en el espejo central. Cierra la puerta de metal y luego corre la cortinilla del mismo material, que debe cerrar herméticamente si no quiere que el ascensor se detenga y
Europa y Estados Unidos ya había pocos ascensoristas, pero aquí iniciaba el oficio. Todavía hoy en Medellín se pueden encontrar operarios de ascensor.
cause pánico. Los ascensores viejos producen claustrofobia en los pasajeros.
Cultura Rafael Uribe Uribe y el Hotel Nutibara. Todos estos ya han sido reemplazados.
Al bajar la manivela, con el ruido del motor y un ligero movimiento, inicia el ascenso. Mientras los pasajeros hablan sobre el clima, el tráfico o el trabajo, Martha fija su mirada en los números pintados en la pared, que le indican cuándo debe parar. La pericia es reconocer el punto exacto cuando debe subir la manivela para frenar el ascensor justo en el portón de cada piso. A veces no logra acertar y el ascensor queda más abajo del borde. Los pasajeros deben fijarse para no caer. “Es como en el cuarto, que por defecto de construcción siempre queda más abajo y algunos viejitos se han caído”, cuenta.
En los últimos años, las administraciones han renovado el sistema mecánico de los ascensores, manteniendo la apariencia antigua en el exterior e interior del cascarón. Así, los ascensoristas pasan a oficios varios o son despedidos y las conversaciones triviales y tranquilas de veinte segundos se pierden con el afán cotidiano de los pasajeros.
Son sólo quince segundos de ascenso y para descender aplica la misma lógica y tiempo, sólo que bajando se acentúa el vacío en los vientres de los pasajeros y alguno comenta: “Esto como está de viejo, cae muy duro”. Desde afuera el ascensor se ve como un pesado portón metálico que en el lado derecho tiene un botón de plástico, similar a una brújula, por el que desfilan lentamente los números del uno al cuatro, a medida que sube.
Cuando se acercan las seis de la tarde en el reloj de la portería y por el zaguán entra la luz amarilla quemada de las lámparas de Junín, Martha Arboleda sabe que sus recorridos terminan. No tiene la cuenta exacta de cuántos hace en un día. Quizás, más de mil. Toma el bus para su casa y algunas veces piensa que su oficio es patrimonio, pero que aún no está en vía de extinción.
Por ser sólo cuatro pisos, Alicia García, trabajadora del edificio, cree que no justifica tener un ascensor moderno. Además, según Juan Fernando Rivera, presidente de la Otis en Medellín, renovar el ascensor del San Fernando sería más costoso que comprar uno nuevo, porque tendría que modificarse la mayoría de sus partes.
85 años El ascensor del San Fernando fue uno de los primeros en instalarse en la ciudad. Aunque la empresa no guarda los registros de compra e instalación, se estima que hace 85 años se puso en la edificación junto con otros ubicados en el Palacio de
Diego Andrés Sánchez
Tal vez porque sólo lleva quince meses trabajando como ascensorista, Martha Arboleda cree que su oficio no está en extinción. Tal vez porque con su trabajo responde por sus dos hijos, aspira a jubilarse operando el último ascensor manual que funciona en la ciudad. Su oficina, su “cascarón”- como se le dice a las cabinas en el argot mecánico- se localiza en el edificio San Fernando, ubicado sobre la carrera Junín, a una cuadra de la Avenida Primero de Mayo. La edificación, que hace unas décadas era la sede de la fábrica textil Everfit, hoy es de cuatro pisos, anodina y grisácea en comparación con el vecindario: los elegantes edificios Fabricato y Coltejer, emblemas de la industria del siglo pasado.
Cada vez que Martha gira la manivela, en el último piso del edificio, un añejo sistema de correas e impulsos eléctricos hace que el elevador suba o baje.
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En esta época prima el lucro sobre la vida, opinan investigadores
Pólizas de muerte Manuela Duque Carmona manuduque1991@gmail.com
En sociedades como la nuestra donde el
Luego de terminar la conversación telefónica con su hermana, Nora Quintero salió de su casa y apurada tomó el bus que la llevaría hasta el Barrio Prado, donde había acordado encontrarse con María para comprar unas telas. Era un 31 de octubre y las calles del centro de Medellín estaban atiborradas de personas, de automóviles y de buses que producían un bullicio molesto que se incrementaba a cada minuto. Nora caminó ansiosa mientras esquivaba niños disfrazados que iban de un lugar a otro en busca de dulces y regalos. En una esquina poco transitada, Nora logró ver a su hermana quien la esperaba con mirada distraída. Se acercó a ella, la saludó y enseguida le pidió que la esperara unos segundos porque tenía que recoger algo en otro almacén. Nora se alejó dos cuadras y se encontró con un joven a quien le hizo un gesto y le señaló a su hermana María y continuó caminando en dirección contraria. El joven caminó hacia María y minutos después, ella se encontraba de camino a la Clínica Soma, luchando por su vida. El caso de María Quintero, se sabría después, es uno de muchos que dan cuenta de las modalidades delictivas para el enriquecimiento ilícito que se
presentan a nivel nacional, con las cuales las personas cometen fraude para cobrar cuantiosas sumas de dinero a las empresas aseguradoras. El fraude en seguros de vida se comete en Colombia desde su creación. Dicha modalidad delictiva consiste principalmente en que la persona interesada en cobrar el dinero, convence a un familiar o conocido de la compra de un seguro de vida en el cual lo hace único beneficiario, para luego ocasionar la muerte del asegurado y cobrar pólizas que pueden alcanzar cifras de hasta 1.000 millones de pesos. También se han registrado casos en los que una mujer enamora a un hombre, le dice que está embarazada, lo induce a firmar documentos para asegurar la vida de ella y la de su supuesto hijo y luego ocasiona su muerte. Con los seguros de salud se presentan fraudes cuando los asegurados mienten acerca de alguna enfermedad preexistente. También se reportan casos de personas que se mutilan partes de su cuerpo para luego cobrar los seguros adquiridos. Estos delitos con seguros se presentan en diferentes modalidades. Según la INIF (Instituto Nacional de Investigación y prevención al Fraude), que agremia a las aseguradoras, los casos más frecuentes se presentan con seguros de automóviles. Las personas aseguran vehículos y luego ocasionan su pérdida total mediante un accidente simulado o un auto-robo. Además, los seguros obligatorios de tránsito, SOAT, se han convertido en la caja menor de muchas personas quienes convierten cualquier accidente en un accidente de tránsito para cubrir los costos.
Diego Andrés Sánchez
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En la fiscalía se presentaban, antes del 2006, casos de fraudes continuamente. Los cambios realizados en la ley este año, generaron disminución de esta problemática.
Según las aseguradoras, a nivel empresarial, se han conocido casos en los cuales los propietarios, en una condición de iliquidez, deciden prenderle fuego a sus instalaciones aseguradas para cobrar pólizas millonarias. Estos hechos son difíciles de comprobar y las compañías de seguros deben pagar las pólizas y esperar largos procesos judiciales, en los cuales, luego de varios años, generalmente los fallos son desfavorables a ellas. Se han conocido también simulaciones de robo, ocurridos supuestamente durante el transporte de mercancías, para cobro de seguros.
delito hace parte de nuestra cotidianidad, comprar una póliza para asegurar la vida puede conducir por un camino pronto y seguro hacia la muerte. Engañada por su hermana Aquel viernes 31 de octubre, María vio a su hermana alejarse hasta perderla de vista. Eran las 5:30 y la tarde estaba fría. María esperaba tranquila a Nora, cuando de repente un joven que vio venir hacia ella, se le abalanzó. Ella sintió un punzón en el estómago que le produjo un gran dolor. María comenzó a gritar -¡Auxilio, auxilio. Cójanlo, me chuzó! Al tiempo, el joven acobardado, intentó escapar, esquivando a las personas que trataban de agarrarlo. Tuvo la mala suerte de que unos policías que se encontraban haciendo el patrullaje de rutina por el sector, escucharon a las personas que pedían auxilio y persiguieron al joven que corría desesperado y lograron inmovilizarlo. Como consta en el Expediente 00032, de noviembre 7 de 2008, cuando lo detuvieron y le preguntaron por lo sucedido, él respondió de manera espontánea y fría que lo había hecho porque cuando era pequeño la víctima le hizo mucho daño. Luego -según el Expediente citado- los policías buscaron el objeto que metros atrás él había tirado al suelo y encontraron una jeringa con la aguja partida. Cuando preguntaron por su contenido él les respondió que tenía cianuro, luego lo remitieron a la URI, Unidad de Reacción Inmediata. Mientras esto ocurría con el joven, María fue transferida de la Clínica SOMA a la Clínica Universitaria Pontificia Bolivariana. A las seis de la tarde, pocos minutos después del incidente, una de las hijas de María recibe una llamada de la hija de Nora. -Susana, acabo de recibir una llamada en donde me dicen que su mamá está muerta, ¿es verdad? -¿Y usted cómo se enteró?La hija de Nora respondió que su mamá llegó a la casa preguntando por ella y que sospechaba que estaba muerta.
Todos los casos de fraudes no son investigados, las aseguradoras filtran los casos y sólo investigan los más sospechosos.
Más tarde llegaron hasta la Clínica donde estuvieron pendientes de la evolución de su madre frente al tratamiento para contrarrestar la intoxicación sufrida por cianuro. Estando allá, tuvieron tiempo de recordar la llamada de su prima y consideraron muy extraño que su tía Nora supiera algo sobre su madre, pues nunca habían tenido una relación cercana. Desde ese momento, su intuición femenina las llevó a hurgar más a fondo sobre el asunto y se descubriría que detrás del intento de homicidio de su madre estuvo relacionada su propia familia.
Todo por ambición En Colombia, estos delitos ocurren sin importar el estrato ni la clase social. De acuerdo con investigadores sociales esta situación refleja el afán de las personas por conseguir dinero de forma fácil. “En esta época prima el valor lucro sobre valores como la familia: ya no nos interesa pensar en que es mi hermano o son mis padres y se antepone el dinero”, explica el sociólogo y profesor universitario Javier Ignacio Muñoz, para quien el asunto puede resumirse en la pérdida de la ética. Frente a estas problemáticas, las aseguradoras colombianas como Liberty Seguros, Suramericana, Seguros Bolívar y Mapfre, en 2005 tomaron como medida intercambiar mayor información sobre los clientes para así reducir la recurrencia de fraudes los cuales representan una pérdida para las aseguradoras del 0.5% de la suma total pagada en un año, en el caso de Suramericana.
En Colombia, estos delitos ocurren sin importar el estrato ni la clase social. De acuerdo con investigadores sociales esta situación refleja el afán de las personas por conseguir dinero de forma fácil.
Por ello, para prevenir tantos incidentes, se hace un estudio de riesgo antes de asegurar a la persona en el que se mide “el grado de moralidad” del mismo. Para analizar esto las empresas aseguradoras manejan un sistema de información que empieza con un análisis realizado entre la empresa de seguros y el cliente. Este primer filtro permite identificar conductas extrañas. La Fiscalía, por su parte, dice no tener registro de los homicidios que se comenten con el fin de cobrar un seguro de vida, lo que hace imposible conocer exactamente cuántos hechos de este tipo se presentan en el país. Patricia Palacio, Fiscal de la unidad de vida, explica que la investigación comienza cuando se identifica un suceso como homicidio por muerte violenta, si coincide con la tenencia de un seguro, los mismos familiares son los encargados de entregar esa información a la Fiscalía. Es aquí cuando la Fiscalía consulta con la empresa aseguradora acerca del beneficiario.
Más sorpresas María sobrevivió al ataque y decidió, por sugerencia de sus hijas, solicitar una investigación en la Fiscalía contra su hermana. Jorge Andrés Jaramillo aceptó cargos por intento de homicidio y dos meses y medio
después, el 23 de febrero de 2009, fue condenado por intento de homicidio a 80 meses de cárcel. Las investigaciones continuaron y dentro de los hallazgos se hizo evidente que Nora Quintero, además de un seguro de vida, le pagaba dos a su hermana: una póliza con Suramericana de Seguros que le representaría la suma de 108 millones de pesos en caso de su muerte y otra a través de Seguros de Vida del Estado S.A que tenía un valor de 70 millones de pesos en el cual la única beneficiaria también era ella.
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Cinco meses después del incidente, el 9 de marzo de 2009, Nora, sin otra alternativa, aceptó haber pagado tres millones de pesos a Jorge Jaramillo para que atentara contra la vida de su hermana. Con los cargos de homicidio agravado, según los artículos del Código Penal, 103 por el primer grado de consanguinidad que tenía con la víctima y 104 porque se cometió el delito con ánimo de lucro, se le impuso una condena de 396 meses en prisión, condena que luego se redujo a 132 meses, el equivalente a once años y cuatro meses, porque ella admitió de manera libre ser culpable de los cargos que se le imputaban. Prevenir fraudes, se convierte en una odisea debido a que las aseguradoras no tienen restricciones, ni estudios previos a la hora de nombrar a un tercer beneficiario de la póliza de vida de la persona asegurada. En el caso de María Quintero, ella fue a las aseguradoras con la idea de que le regalaban los seguros. En ese entonces firmó, segura. Desconocía las verdaderas intenciones de su hermana, quien la llevaba a firmar su sentencia de muerte. En la actualidad la Fiscalía investiga además, la muerte de José Fabián Rodríguez López, esposo de Nora, a quién también, ¡vaya sorpresa! tenía asegurado y por quien recibió 86 millones de pesos luego de su fallecimiento.
Diego Andrés Sánchez
Diego Andrés Sánchez
En esta compañía pagaron en el año 2010 cifras cercanas a los 500 mil millones de pesos en siniestros cubiertos por Seguros de Vida y Salud. Andrés Felipe Ochoa, vicepresidente de riesgos de esta empresa, dice que “a pesar de los intentos por reducir estos delitos, es muy complicado encontrar las pistas ya que no todos los casos son investigados”. Además, “las aseguradoras parten de un principio fundamental en los contratos, y es el principio de la buena fe. Se asume que las personas van a obrar de una manera correcta”.
“El fraude en las aseguradoras no es la gran problemática, ya que nosotros identificamos el problema y ese margen de pérdida lo cubren los clientes en el pago mensual de los seguros”. Asegura Andrés Felipe Ochoa, vicepresidente de Riesgos Suramericana.
Conciencia ciudadana para la conservación de la memoria histórica
Patrimonio: el pasado vivo A pesar de los esfuerzos para la preservación del patrimonio cultural e histórico de Medellín por parte de la Administración Municipal, según el urbanista Luis Fernando Arbeláez, todavía le falta conciencia a los ciudadanos para lograr cambios significativos en este tema. Laura Villamil Barrera lauramar90@gmail.com otros sitios de la ciudad. Esto generó un tránsito continuo de gente por la zona, un incremento del ruido y posteriormente, un cambio en el valor del suelo, que pasó de ser residencial a comercial.
En la ciudad existen programas para la conservación de la memoria histórica promovidos por la Alcaldía de Medellín. El Plan Especial de Protección del Patrimonio Cultural Inmueble, dentro del cual se ha declarado a un gran número de sitios como patrimonio arquitectónico, es uno de ellos.
“Se empezaron a vender las casas con precio de vivienda e inmediatamente comenzó la presión sobre planeación para cambiar los usos del suelo. Esto fue en los 90, cuando se le dio el nombre de zona rosa”, explica Arbeláez, quien posee una de las últimas propiedades que conservan la arquitectura inicial.
Los edificios Vásquez y Carré y la Estación del Ferrocarril de Antioquia, son ejemplos de conservación del patrimonio de la ciudad. Además, existen otros lugares significativos para nuestra cultura que están lejos de ser declarados como parte de la memoria colectiva de Medellín, debido al desconocimiento de su valor patrimonial. Luis Fernando Arbeláez, urbanista de la ciudad, explica que “hay lugares que sin estar en la lista de bienes históricos del municipio y de la nación, están ahí, esperando a que el suelo adquiera un valor tal que haga provechosa su destrucción para construir otra edificación con mayor rentabilidad”.
Laura Suárez Díaz
Los cambios sociales generan transformaciones constantes representadas en el espacio físico. Sin embargo, es primordial mantener lugares que cuenten historias alrededor de mitos o verdades, porque fortalecen la identidad cultural de los ciudadanos.
Según la ley 1185 de 2008, “el patrimonio cultural de la nación está constituido por todos los bienes y valores culturales que son expresión de la nacionalidad colombiana”.
Central Hipotecario (BCH), que comenzó un proyecto de construcción de vivienda para clase media teniendo como centro el Parque Lleras (nombre en honor a un gerente del banco).
El Lleras que conserva su memoria Una muestra de transformación del espacio en la ciudad es el Parque Lleras, sitio recurrente entre los ciudadanos que construyó su historia antes de convertirse en la “zona rosa”. En sus inicios, el aislamiento y la residencia de familias prestantes de la ciudad le dieron reconocimiento a este lugar.
Laura Suárez Díaz
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En los años 40 el sitio fue adquirido por el liquidado Banco
El patrimonio lo constituyen los bienes muebles e inmuebles, la memoria documental y los lugares naturales y paisajísticos.
La arquitectura de las viviendas construidas fue bogotana, representada en los techos inclinados, los jardines, las aceras amplias y la arborización. Con el tiempo, las vías de acceso como la Carrera 34, permitieron comunicar la urbanización con
Si se recorre el Parque Lleras a la luz del día, es evidente la presencia de algunas construcciones (años 40) que alojan oficinas o bodegas y que en las noches son reconocidos establecimientos abiertos al público.
Para generar conciencia Álvaro Sierra Jones, director de la Fundación Ferrocarril de Antioquia, institución que trabaja por la preservación del patrimonio arquitectónico de la ciudad, asegura que “es fundamental la conservación de la memoria histórica del municipio, porque señala acontecimientos del pasado que fueron importantes para las antiguas generaciones y que fortalecieron nuestra cultura”. Es importante que la sociedad reconozca como suyos los espacios de la ciudad y la memoria que éstos encierran, aspectos que se logran a través del tiempo mediante las tradiciones, la educación y las acciones efectivas de los gobiernos para generar conciencia y promover la identidad de los ciudadanos. Del mismo modo, los medios de comunicación cumplen un papel importante para narrar los hitos del pasado y motivar a la reflexión acerca de la trascendencia de nuestra cultura.
China es el país que más restringe los usos de Internet
La red y la censura La censura se define, según la Real Academia de la Lengua como “Dictamen y juicio que se hace o da acerca de una obra o escrito. Intervención que ejerce el censor gubernativo”. Pues bien, el censor gubernamental ejerce la restricción en Internet por medio de leyes de prohibición, bloqueo de sitios Web, ciberpolicías, una gran Firewall (sistema de seguridad que previene contra accesos no autorizados a una red, o servicios de archivos privados), baja velocidad para navegar e incluso restringiendo el uso mismo de Internet en un país. Esto sucede justo en el momento en que Internet está tomando fuerza y se está volviendo cada vez un importante medio masivo de comunicación, con seguidores de todas las edades, gremios, clases y religiones. Según OpenNet Initiative, una organización dedicada a analizar la filtración en Internet, existen cuatro tipos de censura: la política, que evita la transmisión de ideas por parte de disidentes, opositores o defensores; la censura que se relaciona con la seguridad nacional para imposibilitar la visita a sitios webs de grupos insurgentes; la censura social que se relaciona con sitios que tengan que ver con homosexualidad o derechos de las mujeres; y las herramientas de Internet como el correo electrónico. Internet es un infinito entorno de información, en el que los cibernautas se sienten libres y seguros, además, otorga al usuario el poder de aprender cuanto y cuando quiera, sobre lo que quiera. El concepto de Internet promueve una fantasía en el mundo real, basta sólo con pensar en el acceso a la información y la libertad de palabra que se da en línea, el intercambio cultural y la disponibilidad de medios; todo llena a la gente de una falsa sensación de suficiencia que se esfuma con un simple apagón.
En el mundo hay más de mil millones internautas. De ellos aproximadamente 120 millones están encarcelados en países como China, Birmania, Egipto, Irán, Siria y Vietnam. El Bloqueo de Internet el pasado 27 de enero en Egipto, restituido nuevamente el 2 de febrero, no fue la primera manifestación bajo el gobierno depuesto de Hosni Mubarak, respecto a la censura en Internet. En el país se ejerce control a bloggeros que atenten contra las políticas de Gobierno, los cuales pueden ser cerrados o bloqueados. DDurante los disturbios en Egipto, el gobierno Chino estuvo censurando sitios webs, incluidos blogs, que informaran sobre las manifestaciones y noticias sobre el tema. La bloggera Yoani Sánchez, residente en Cuba, publicó en su portal de Twitter el 11 de febrero: “Tienen razón los censores en temerle a redes sociales, ahora mismo yo estoy aquí sin acceso a Internet y sin embargo enterándome”.
Desde hace diez años la censura en Internet se ha convertido en una forma de control de los gobernantes sobre sus gobernados. El 10 diciembre de 2010, Hugo Chávez Frías, presidente de Venezuela, presentó una ley para prohibir el uso de redes sociales para controlar posibles mensajes de opositores o de venezolanos que no estén de acuerdo con sus políticas.
Daniela Gallego Arbeláez
Daniela Gallego Arbeláez danielagallegoarbelaez@gmail.com
Se piensa que censurar Internet es negar el derecho a la información y a la libertad.
Esto se convierte en un problema para gobiernos con modelos de producción basados en grandes volúmenes de obreros, o con arraigadas creencias religiosas cerradas al contacto intercultural. La libertad, como es concebida en Occidente, puede tratarse de una utopía para el resto del mundo. Por otro lado, la censura en la Web se hace necesaria para controlar y castigar prácticas ilegales que atenten contra los derechos humanos, como la pornografía infantil o violencia contra prisioneros de guerra; estos tipos de censura son recomendados por la ONU para todos los países en los cuales se tiene acceso a la red. El problema radica en que cada país quiera ejercer su propia censura y comience a afectar la privacidad de las personas, invadiendo su correo electrónico, o incluso limitando el aprendizaje sobre su historia y la Humanidad como sucede en China, en donde las palabras democracia y derechos humanos no aparecen, o la búsqueda de imágenes de la “masacre en la Plaza Tiananmen” ofrecen como resultado fotografías de la arquitectura de la Plaza, entre otras. En otros países como Irán, Corea del Norte y Birmania está prohibido el uso de redes sociales como Facebook, Twitter y Google Buzz; el acceso a Google Maps, Youtube y blogs como Blogger. Ser bloguero en un país como Irán puede resultar bastante peligroso si se expresa alguna opinión en contra del islam y del régimen teocrático. El 23 de septiembre de 2010, la fiscalía iraní solicitó la pena de muerte para el bloguero Hussein Derakshan, acusado de insultar al islam y colaborar con propaganda para grupos antirrevolucionarios. En otros países como Turkmenistán y Cuba la conexión a la Red es prácticamente nula; en Turkmenistán está prohibido su uso para casi
toda la población, mientras que Cuba cuenta, según un estudio de Reporteros sin Fronteras del año 2006, con menos de dos usuarios por cada cien habitantes, quienes deben visitar sitios públicos como cafés Internet, vigilados por el gobierno para poder navegar en la Red. El caso colombiano es diferente al de estos países, según Mauricio Jaramillo Marín, editor de la revista Enter.co “en Colombia no existe censura en Internet, pues los editores de sitios web pueden publicar prácticamente toda clase de contenidos –excepto pornografía infantil y otros temas fuera de la ley–, y los usuarios de Internet pueden acceder a toda clase de contenidos, con las excepciones anteriores”. Sin embargo, afirma Jaramillo Marín, grupos al margen de la ley como las Farc no pueden tener su sitio web alojado en Colombia pues están vigilados por las autoridades. No obstante, de una forma u otra, los internautas se pueden convertir en veedores, sin necesidad de tener un censor gubernamental para controlar Internet y esto no sólo sucede en Colombia, así lo afirma Beatriz Marín, quien asegura que en el país no hay censura pero sí se observa frecuentemente a los usuarios de Internet, en las redes sociales y blogs. Las personas no creen que la censura sea un asunto muy serio, y esto se debe a que las voces de los censurados están siendo apagadas. Así, Internet no es una fuente completa de información, al contener sólo las voces de los afortunados que tienen un acceso libre a la Red. La accesibilidad a internet de una nación, puede ser una buena medida del nivel de apertura de sus políticas respecto a la unificación del mundo y al establecimiento de una cultura global basada en la igualdad de oportunidades y al equilibrio de poderes.
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Trabas en permisos ambientales
La legislación: una patada para la investigación Korina Melisa Daza Zapata koridaza@hotmail.com
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extinción, dado que aquí el concepto es que para preservar no hay que tocar, como explica la investigadora Páez.
Permisos en comunidades negras e indígenas Las zonas donde se ubican comunidades negras o indígenas son de difícil acceso para la investigación. Por un lado, conseguir el permiso es casi imposible, y el costo puede llevarse toda la financiación del proyecto. Como afirma Páez, también directora del Grupo de Investigación en Herpetología de Universidad de Antioquia, para gestionar el permiso deben realizarse reuniones con personas de la comunidad, el Departamento y de la entidad encargada de la administración del recurso en el área. La investigadora afirma que en ese proceso puede irse gran parte del recurso, por decir algo, 20 millones de pesos. Hay que pagar hospedaje, comida, trasporte y a esto se le suma “el pedazo” para los veedores de la investigación, a quienes poco les importa el impacto. Existen otros casos en los que, a pesar de la investigación, se desaprovechan nuestros recursos naturales. Cuenta Carlos Eduardo Giraldo, investigador en sistemática molecular que “en al grupo de Ofidismo, de la Universidad de Antioquia, se le negó un permiso para el estudio de serpientes en una comunidad afro. Tiempo después se descubrió que uno de sus miembros traficaba la especie a Brasil”. Giraldo se indigna también al preguntarse: “¿Cómo es posible que yo no pueda investigar mariposas, pero se matan toros por ser una actividad cultural?”.
El juego de la adivinanza En la mayoría de los casos, si se consigue el permiso no se logra el número necesario de especies.
Agencias de noticias Universidad Nacional-Sede Medellín.
La Tierra, hoy, experimenta una tasa de extinción 10 mil veces más acelerada de lo normal. En la cuenca del río Magdalena, en menos de 40 años, se ha perdido el 80 por ciento de los bosques. Frente a este panorama, la biodiversidad perece y muy pocos hacen algo por estudiarla. ¿Qué pasa? Según Luis Alfonso Lezcano, miembro del Comité de ética animal de la Universidad Nacional, son muchos los proyectos académicos entorpecidos por los trámites para la consecución de permisos en la colecta de especies. Los más complicados son los que atañen al material genético y a la intervención en comunidades afro e indígenas. Aunque los investigadores tienen un plan de trabajo, luego de financiada la investigación la demora en los permisos, o incluso la negación de los mismos, implica pérdidas de dinero, tiempo, recursos y conocimiento. Comenta Lezcano que hay permisos que se pueden demorar hasta 1.465 días. Como afirma la doctora en Ecología y Evolución, Vivian Páez: “No conozco ningún investigador que no se haya visto afectado de manera negativa por esta legislación leguleya”. Los inconvenientes van desde falta de claridad en los trámites hasta prohibir la investigación de una especie en peligro de
El problema en la investigación de la biodiversidad no es la falta de dinero, el conflicto armado, o el pequeño grupo de investigadores, sino una legislación cerrada. Colombia, con su exuberancia genética, es un hueco negro en el conocimiento.
Debe existir una legislación para las investigaciones académicas y otra, para los fines comerciales.
Según Gonzalo Abril Ramírez, director del grupo en Paleoecología de la Nacional, “las preguntas en los formularios son absurdas. Si pretende investigar las especies en cierta zona, le preguntan por el número de especies con las que va a trabajar. Es información que uno no la tiene”. En este punto inicia el proceso de las adivinaciones. En el que si se adivina menos, se acuchilla la investigación. Aunque los investigadores ponen números menores para tramitar el permiso, esto luego repercute en las publicaciones. En muchas veces, el tamaño de la muestra resulta ser tan pequeño que no es relevante para la comunidad científica y va perdiéndose rigor en la Academia. “El problema de estas adivinaciones es la ignorancia. La ley no está al servicio de la
investigación, sino la investigación al servicio de la ley”, afirma Páez.
¿Entre dos males, el menor? Según Víctor Manuel Vélez, jefe del Grupo Fauna Silvestre del Área Metropolitana, la legislación ha cambiado a partir de los retos que imponen los cambios en el medio, desde las problemáticas ambientales, el hurto y la explotación de la biodiversidad. Un ejemplo, es el caso de la rana dorada, Phyllobates Terribilis, un animal altamente venenoso y endógeno del Pacífico colombiano. Hace algunos años, Estados Unidos sintetizó su veneno y por cada gramo de sustancia cobra alrededor de 29 millones de dólares. Ante este panorama, cabe preguntarse si la rigidez de la ley ha contribuido para que no se explote más la biodiversidad, o por el contrario sólo ha impedido la investigación. Es más difícil para un investigador enfrentarse solo ante este tipo de trámites que para una gran empresa. Estos últimos poseen todo un bufete de abogados con contactos y conocedores de todos los intríngulis para conseguir los permisos. En cambio, el especialista en biodiversidad no. Cuenta la investigadora Páez que hace algún tiempo se hizo un proyecto en la Amazonía con tortugas. Para los fines de la investigación se requería el permiso en Brasil, Perú, Ecuador y, por supuesto, Colombia. En cada uno de los países el trámite se demoró alrededor de una semana; en nuestro país, se demoró tres años y sólo se permitió el estudio de una de las 30 especies que se habían evaluado. “En ese momento uno se quiere poner a llorar. Se perdieron datos de una calidad excelente para Colombia y sólo se pudo publicar el 10 por ciento de la investigación, pero esa es la legislación de nuestro país”. La investigadora plantea que, a pesar de que sí se ha ayudado, el hurto y la explotación del material no se han detenido. Considera que debe haber una legislación para fines académicos y otra, para los fines comerciales como el tema de las patentes.
Capacidad de crear y transformar la historia
sí
“A los jóvenes nos gusta la política” La mayor responsabilidad del Consejo Municipal de Juventud (CMJ), elegido en noviembre de 2010, es abrir espacios de participación para los jóvenes de Medellín ante entidades públicas y privadas con el fin de socializar sus propuestas, diseñar programas de desarrollo y consolidar una verdadera cultura política. Una nueva historia para la juventud es la que espera escribir el nuevo CMJ de la ciudad en los próximos tres años. Son 19 los representantes que desde este órgano consultor trabajarán para que las voces de los jóvenes sean escuchadas; para que se continúe fortaleciendo este sector de la población mediante la realización de planes y programas en pro del desarrollo. Con la Constitución Política de 1991 se crearon mecanismos como el Consejo, para garantizar la participación juvenil en los municipios, departamentos y en todo el país. En Medellín se elige desde 1995 y, sin embargo, aún no hay un verdadero posicionamiento de este órgano que actúa, planea, promueve y apoya procesos juveniles. Así lo afirma Rodrigo Chaverra Agudelo, consejero de la Zona 5 (El Poblado): “Los procesos adelantados por el CMJ hasta ahora no han tenido el impacto que la comunidad joven necesita. Los jóvenes no esperan nada porque ni siquiera lo conocen”. Laura Rendón Posada, consejera por los corregimientos, dice que si no hay avances en la solución a problemáticas de la juventud, se debe replantear lo que se está haciendo. “Somos un órgano consultor y queremos que la Administración Municipal nos tenga en cuenta antes de tomar decisiones porque nosotros estamos más cercanos a la realidad de los jóvenes. El objetivo es evidenciar las necesidades y fallas para que se puedan solucionar”, explica. Frente a la relación con la Alcaldía de Medellín, hubo diversos cambios para este nuevo CMJ con el fin de mejorar los procesos de interlocución, evitar irregularidades pasadas y hacer más organizada la gestión. Entre estos, la Subsecretaría de Metrojuventud se encargará del acompañamiento técnico, logístico y político que, según lo estipula la Ley 375 de 1997, o Ley de Juventud, se le debe dar a los consejeros. La Corporación Región fue el organismo que asesoró al CMJ pasado (2007 - 2010), pero debido a las tensiones que se dieron con los consejeros no se renovó el convenio. “Hubo momentos en los que no se compartieron los énfasis y los objetivos. Desde la Alcaldía se trató de mediar para llegar a acuerdos, pero ciertos cambios en el plan de trabajo del anterior Consejo hicieron que se replantearan varios puntos del convenio, lo que trajo dificultades. Ahora todo es más directo, por lo que se optimizan recursos y hay más cercanía”, dice Diana Muñoz Sepúlveda, consultora de Metrojuventud. Otra novedad es que se restringió la participación de los candidatos a nombre de un partido político y, por tanto, aspiraron como independientes o con el apoyo de organizaciones juveniles. “Yo no permitiría que en el CMJ se tomaran banderas de partidos. Las oportunidades que hay que darles a los jóvenes están lejos de cualquier ideología. Sus necesidades son evidentes y en eso nos tenemos que concentrar”, opina Rodrigo Chaverra. En algunos consejos anteriores, el CMJ se convirtió “en trampolín” para quienes aspiraban a otros cargos políticos, motivo por el que terminaban dejando sus puestos. La Corte Constitucional emitió una sentencia en 2008 en la que considera al CMJ como un órgano de carácter social más allá de otros intereses y expectativas. Sus integrantes, por ende, deben comprometerse con su labor y cumplir con las funciones en el periodo de tiempo para el que fueron elegidos.
Barreras por derrumbar Para las pasadas elecciones hubo 74 candidatos, de los que fueron elegidos 19. Un total de 25.419 jóvenes estaban habilitados para votar y, en total,
Andrés Felipe Salgado Céspedes and_fel05@hotmail.com
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www.isabelcastano.com. Cortesía: Medellín Digital.
Uno de los proyectos del CMJ es el fortalecimiento de la Red de Personeros y Representantes estudiantiles mediante la capacitación en democracia y gobierno escolar de estos líderes de las instituciones educativas de Medellín.
sufragaron 7.035, lo que equivale a que sólo un 28% participó activamente. Esta situación se dio, según Danilo Quintero Jaramillo, consejero de la Zona 2, por la costumbre de los jóvenes de no llevar consigo la tarjeta de identidad y dificultades técnicas al momento en que se realizaron las votaciones, por ejemplo: la demora para abrir las mesas de votación en los 184 puntos habilitados. No obstante, es la inexistencia de una cultura política en la juventud la que finalmente no la lleva a participar. Si no hay movilización el grupo poblacional no podrá ser considerado realmente un actor de desarrollo en cuanto no se manifiesta y no reconoce sus derechos y deberes. Frente a esto, Quintero Jaramillo afirma que “los jóvenes somos muy críticos y siempre estamos proponiendo. Nos interesamos por las causas de los demás y luchamos por lo que necesitamos. Quienes integramos el CMJ debemos ser ejemplo y motivar a los demás a entrar a la política; demostrar que no todo es corrupción, que son hechos, retos y propuestas”. Además, agrega que hay estigmatización en muchos sectores de la sociedad hacia la juventud y el CMJ por problemáticas de los consejos anteriores. Según la consultora Diana Muñoz, éstas son históricas y se han repetido. Algunas de ellas son: abandono del cargo por desconocimiento (“Creen que van a hacer leyes”), conseguir empleo (la labor del CMJ no es remunerada), conflictos personales, entre otras. Al final, expresa Muñoz, de los 19 consejeros quedan sólo entre cuatro y siete, por lo que muchos procesos no trascienden. También ha ocurrido que las relaciones entre la Administración y el CMJ se rompan, como ocurrió con el Consejo 2003 2006, en el que cuatro consejeros falsificaron sus notas de la universidad para que no les quitaran unas becas. Los retos del nuevo CMJ, entonces, son diversos y, desde su posesión, han trabajado para que los proyectos se pusieran en marcha desde el comienzo de 2011. Entre las propuestas están la realización de asambleas barriales y zonales para recolectar las iniciativas de los jóvenes, la ubicación de aproximadamente 200 buzones de sugerencias en instituciones educativas, casas de la cultura y otros sitios, la inauguración de una sede propia en Los Colores, la reforma al reglamento interno (que sancionará a los consejeros por inasistencia a las reuniones) y la renovación del sitio electrónico. Igualmente, se continuará con el proyecto de crear un índice de desarrollo juvenil, se participará en la construcción del nuevo Plan de Desarrollo y en la discusión en torno a la Ley Estatutaria de Ciudadanía Juvenil, que de ser aprobada reemplazaría la Ley de Juventud de 1997. Aparte de esto, el objetivo principal de este CMJ es impulsar la creación de la Secretaría de la Juventud, de manera que los temas que le conciernen a la población se dejen de tratar de manera transversal a todas las dependencias de la Alcaldía y se asigne un mayor presupuesto. Rodrigo Chaverra afirma que la articulación de estos procesos permitirá que tengan un mayor impacto en la juventud y se pueda cultivar una ciudadanía crítica y consciente.
Para conocer quiénes son los CMJ y profundizar en el tema visita los sitios: www.medellincultura.gov.co/medellinjoven • www.cmjrural.blogspot.com • www.cmjmedellin.org.
15 perras lazarillo marchan las calles de Medellín
Don Albeiro ve con los ojos de Angeliz Diego Andrés Sánchez
Juan David Villa Juanda0812@yahoo.es
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Don Albeiro Correa trajo a Medellín la primera perra Lazarillo. Totalmente ciego a causa de una bala que le cruzó de sien a sien, hoy camina esta ciudad difícil como si nada. “Yo espero morir ciego, sonriente y valeroso” Jorge Luis Borges
El más orgulloso de sus tres orgullos es su perra Angeliz. Una labradora negra, maciza y de andar recto como cadete. No se distrae Angeliz cuando lleva a su amo por las aceras de Medellín porque sabe, y esto se nota en la rigidez inocultable de su canina figura, que la vida de él, Albeiro Correa, depende de ella. El segundo orgullo de don Albeiro son seis recortes de prensa debidamente enmarcados que adornan la sala de su casa. Aparece sonriente, no muy natural, acompañado de Toña La Negra, su anterior perra ya fallecida. Y el tercero, y del que más habla con el pecho colmado y sus ojos de pasta color miel bien abiertos tras sus gafas oscuras, ser el primer “hombre” en traer una perra lazarillo a esta ciudad no apta para invidentes: su ya finada y mencionada Toña La Negra.
No me dejé bajar Ciudad dura ésta. Don Albeiro dice, soltando uno que otro madrazo de indignación, que a la berraca ha enseñado a muchos, buseros, gerentes, vigilantes y agentes de policía los más de ellos, que las perras lazarillos no son mascotas, son ojos de invidente, y que pueden entrar con su amo a todas partes. Una vez en la puerta de un hospital me dijeron que dejara la perra en el parqueadero y yo les respondí que si era que les parecía que la perra era un hijueputa carro. La gente no sabe qué es una perra lazarillo. La mayoría de sus anécdotas en esta ciudad ciega tienen como personaje principal a un conductor de bus. Muchos no paraban, o si paraban me decían que no podían llevar perros y arrancaban. Pero yo me subía y me les enfrentaba. Pero nunca me bajé de un bus ni me dejé sacar de ninguna parte, ni me devolví de ningún lugar. En cada alegato con busero, gerente, vigilante o agente de policía, don Albeiro sacaba su carné que lo acredita como dueño de una perra lazarillo bien entrenada. Pero ni así porque muchas veces me tocaba llamar al Comandante de Policía de Medellín, él enviaba una patrulla y sólo así me dejaban entrar con mi perra.
Pasaje José Félix de Restrepo, Sabaneta. Después de misa los sabaneteños recorren el pasaje en busca de un grasoso bocadillo.
Don Albeiro es el enlace entre la Fundación Vishnú del Cyprés y quien necesite un perro lazarillo en Medellín. Puede llamarlo al 3417169.
Su lucha de algo ha servido. Hoy en la ciudad 15 invidentes andan libres con su perra lazarillo. Que siempre debe ser perra, aclara, porque el perro, el macho, no es de fiar: o busca la perra que se le cruce o ataca a los perros que se le atreviesen. Las perras lazarillos son entrenadas en Bogotá por Juan Carlos Guerrero en la Fundación Vishnú del Cyprés después de cumplir un año de vida, y se jubilan a los nueve porque eso de ser perra lazarillo es una labor muy estresante para esos animales. Vishnú del Cyprés las entrega al invidente prácticamente gratis. Una de ellas cuesta unos 60 millones de pesos.
El más feliz de los hombres Albeiro Correa Montoya nació en Salgar, departamento de Antioquia, cincuenta y tantos años ha. Casado y hoy en vía de divorcio, padre de universitaria, hombre del campo –de cafetales y bestias-, ahora comerciante. No más veinte meses después de su matrimonio una bala le entró por una sien y le salió por la otra. Luchó hasta donde pudo, hasta que su vida se le hizo añicos cuando su esposa y su hija lo dejaron en la más terrible de las soledades, y se dio a pensar en cómo matarse. Cuando Toña La Negra le prestó sus ojos, don Albeiro agarró los pedacitos de su vida destruida y se construyó otra mucho más feliz. Hoy soy el hombre más rico aunque ya no tengo plata… y el más feliz de Colombia. Es feliz porque es libre. Porque puede andar con Angeliz por la ciudad como si viera. Ella le guía siempre por el lado menos pedregoso de la acera, le indica los escalones de tal suerte que
don Albeiro levanta el pie justo lo necesario, sin tanteos ni titubeos, para colocarlo sobre el rellano. Es como si viera… y es que ve: ve con los ojos de Angeliz. No se queda un solo día en su casa. Sale a andar y a montar en bus. Pide a algún buen vidente que le pare uno, el conductor de turno abre la puerta de atrás y don Albeiro se sienta en la última silla con Angeliz recostada sobre el suelo mirando al frente. Siempre al frente mira Angeliz, don Albeiro la agarra de un asa que a su vez va amarrada al arnés que le cubre el pecho a la lazarillo. Angeliz sabe siempre a dónde llegar. Conoce el camino, conoce los caminos. Gira en la esquina en la que tiene que girar, se detiene justo en el borde del andén para que don Albeiro levante su mano derecha avisando a los conductores que tengan cuidado y mengüen su marcha en tanto él cruza con su diestra arriba, va indiferente a los perros que a su paso ladran y a los ruidos fuertes y a quienes la saludan admirados. Va enhiesta siempre, pasos firmes y lomo duro. De su cuidado depende la vida de don Albeiro y ella bien lo sabe. Cuando don Albeiro va asido al codo izquierdo de algún conocido, con su mano izquierda agarrando el asa, la lazarillo entiende que la seguridad de su amo no es responsabilidad suya y afloja su andar. Sigue caminado en línea recta pero con el lomo distendido y los pasos algo más improvisados, no tan finos. No marcha, solo camina. Don Albeiro desea compartir su felicidad. Quiero dedicarme a ayudar a los invidentes de esta ciudad. Quien necesite una perra lazarillo puede llamarme y yo le hago el puente con la fundación Vishnú del Cyprés. Mira de frente don Albeiro para recordar una última anécdota: cuando tumbaron las torres gemelas me enteré de que un perro lazarillo había salvado a un invidente que se había quedado en un piso alto. Lo guió por las escalas. Desde ahí empecé a buscar una para encontrar la libertad que hoy tengo. Es lo que quiero compartir.
Del 4 al 15 de abril se realizará en Medellín el Encuentro Iberoamericano de Medios labSurlab
Medellín será un laboratorio para el desarrollo social
En Colombia los laboratorios vivientes se conciben como colectivos con intereses en tecnología y arte con miras al desarrollo social.
“Es una palabreja extraña y enredada”, expresa Fernando Castro, coordinador del ciclo de conferencias de software libre en la Corporación Otraparte, respecto al término livinglab, al cual prefiere referirse en su versión traducida “laboratorio viviente”. Se trata de un concepto de investigación, desarrollo e innovación que tiene su origen en el MIT con el Profesor William Mitchel en Estados Unidos, donde un grupo de personas o actores de una sociedad se reúnen para construir propuestas de manera co-creativa que contribuyan a su entorno, con la ayuda de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). En Colombia, estas iniciativas aún se encuentran en su fase exploratoria, ya que muy pocos combinan los conocimientos tecnológicos e informáticos con los de desarrollo social. En Latinoamérica, este tipo de laboratorios se construyen entre grupos y colectivos que tienen interés en contribuir de manera activa a una serie de transformaciones y cambios sociales a través de la tecnología y el trabajo en red.
AntenaMutante
Según Alejandro Duque, organizador del Encuentro Iberoamericano de medios labSurlab en Medellín, este certamen que se realizará en abril
AntenaMutante ha realizado tres proyectos principales desde el 2007: la lucha libre en América Latina, el plantón por la defensa de la oposición política y del pensamiento crítico, y las traxmisiones de las movilizaciones para la libertad de los presos políticos de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra (ACVC). Este tipo de grupos, autodenominados independientes, utilizan herramientas de software libre de derechos que les permite materializar sus proyectos en la red y conectarse con otros laboratorios en el mundo. Entre las aplicaciones más utilizadas dentro de los laboratorios están los geomapas, streaming, redes sociales alternativas y wikis.
Antesala
Todos los días aumenta el número de miembros en la red social alternativa N-1 para opinar y contribuir a la organización del labSurlab Medellín.
labsurlab
María Juliana Yepes Burgos mariajulianayb@gmail.com
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Para mayor información ingrese al sitio Web http://labsurlab.
Warlab es una propuesta de AntenaMutante que se dedica a georreferenciar las diferentes tipos de bases militares que existen y se están construyendo en el mundo.
“será un espacio para cuestionar tanto el determinismo tecnológico como las ilusiones que provienen de su opuesto, el determinismo social”. Además, agrega que labSurlab es una puesta en común de métodos, prácticas, políticas e intereses, que pretende delinear posibles redes de colaboración y maneras de intervención dentro de un territorio, en este caso Suramérica.
Laboratorios vivientes en colombia En el encuentro participarán por Colombia el Medialab Universidad de Caldas, Unloquer, HiperBarrrio, Platohedro y AntenaMutante, entre otros. Los dos últimos reconocidos en Bogotá y Medellín por organizar y colaborar con proyectos audiovisuales, musicales y artísticos en los que se destaca el Antimili Sonoro y HagalaU, además de los diferentes trabajos realizados con los indígenas y con comunidades específicas de algunos barrios de ambas ciudades.
Las aplicaciones más utilizadas dentro de los laboratorios están los geomapas, Streaming, redes sociales alternativas y wikis.
“La idea de AntenaMutante es conectar la calle con Internet”, afirma Jorge William Agudelo, creador y gestor de este colectivo, que entiende los dos espacios, uno real y el otro virtual, como plazas públicas de comunicación, conflicto e intercambio de experiencias.
El pasado lunes 7 de co.cc/ o a la red social https://n-1.cc/pg/groups/22816/ febrero se realizó en el labsurlab/ Museo de Arte Moderno un conversatorio como preámbulo de lo que se verá en labSurlab en abril. André Jean Marc Loechel (Francia) y Laura García Vitoria (España), dos expertos en livinglabs, territorios digitales y cofundadores de la Fundación País del conocimiento presentaron al público sus experiencias sobre este tipo de conceptos en Europa. A manera de mesa redonda conversaron con los diferentes miembros del público, la mayoría investigadores y gestores sociales interesados por la tecnología. La condición que dio el Museo de Arte Moderno para realizar el Encuentro en sus instalaciones fue la de trabajar con las comunidades locales a partir de la experiencia de cada colectivo. “No queríamos que el encuentro fuera un espacio donde un montón de expertos extranjeros nos mostraran sus resultados y nosotros nos quedáramos simplemente escuchándolos”, dijo Juliana Restrepo, directora del MAMM. La programación para este evento aún está en construcción pero ya se definió que habrá un seminario de labs, mesas redondas y grupos de trabajo en torno al tema de la tecnología y la creación colaborativa. “Lograr acción y representación”, así resume Alejandro Duque el objetivo de labSurlab, un espacio para que aquellos que quieren proponer soluciones alternativas a los problemas sociales que enfrentan las ciudades en un mundo inundado de tendencias digitales.
“La idea es conectar la calle con Internet”, Jorge William Agudelo.
Colombia, tierra de pocos y donde muchos habitan Natalia Botero natalia.botero@correo.upb.edu.co
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Se considera que el número de desterrados se acerca a 3,2 y 4,2 millones de personas, por culpa del conflicto armado. Esto quiere decir que Colombia es el segundo país con mayor número de desterrados después de Sudán. Para tratar esta problemática se está hablando nuevamente de la Ley de Tierras, que comprende la restitución de dos millones de hectáreas para las víctimas de la violencia. Es un gran reto para las nuevas políticas agrarias que esto se cumpla de manera justa. Que las nuevas reformas no se conviertan en pretextos de nuevas “reformas agrarias”, las cuales terminarían tergiversando el objetivo real de devolver las tierras a los desterrados.
La aplicación de la ley es importante porque da inicio a un proceso de retorno, recuperación del campo, de una mayor diversidad en los cultivos, y sobre todo, una apropiación por lo que se les negó a las víctimas tantos años.