Edición 833

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Abril

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“Jesucristo es nuestra esperanza” (1 Tm 1, 1)

VALOR $ 1,200 DOMINGO 11 DE ABRIL DE 2021 | SAN JOSÉ DE CÚCUTA, NORTE DE SANTANDER, COLOMBIA | FUNDADO EN 1956

Pascua | Vialucis

Su Resurrección nos llena de gozo (Lc 24, 35-48)

Domingo de la

Divina Misericordia: la historia de una gran devoción Vea también Pág. 2

Editorial ¡Jesucristo ha resucitado! ¡Aleluya! Págs. 5 - 6 é, Patrono Jos d

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San José nos enseña a confiar en Dios y en sus designios

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Grupo Eclesial

Año de San José

Papa Francisco: ¡Feliz Pascua! Una feliz, santa y serena Pascua Diócesis de Cúcuta Periódico La Verdad Emisora Vox Dei Cúcuta

Comprometidos con la caridad de Jesucristo, la Diócesis de Cúcuta lleva ayudas a los afectados por el invierno Pág. 4

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Editorial

San José de Cúcuta, abril 11 de 2021

¡Jesucristo ha resucitado! ¡Aleluya!

Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Administrador Apostólico de la Diócesis de Cúcuta

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n la noche santa de la Pascua, la Palabra de Dios resonó en el sepulcro y liberó a Jesús de las garras de la muerte.“No tengan miedo; sé que buscan a Jesús, el crucificado. No está aquí, ha resucitado”(Mt 28, 6). Este anuncio contiene toda nuestra FE, toda nuestra ESPERANZA y toda la CARIDAD, que se tiene que hacer real en nuestra vida cristiana en este tiempo en que hemos venido asumiendo las consecuencias de esta pandemia; pero, que desde la alegría de los hijos de Dios, descubrimos la luz de la FE que da sentido a nuestra vida. Continuemos viviendo estos momentos de prueba con la valentía de ser testigos de Cristo y comunicando esta verdad a nuestros hermanos, sacándolos del sinsentido, del aburrimiento y la desesperanza. Llevemos a un mundo confundido e inquieto la maravillosa noticia que santa Teresita del Niño Jesús repetía: “¡Todo es gracia! Existe el perdón de los pecados, existe la absolución para el pecado del mundo. Cristo Resucitado es nuestra reconciliación, nuestra paz y nuestro futuro”. Jesucristo Resucitado es nuestro futuro, Él es la única esperanza que nos da paz en todos los momentos y circunstancias de la vida.

Dejemos a un lado nuestras amarguras, cia del Resucitado que está en nosotros, resentimientos y tristezas. Oremos por vamos a permanecer todo el tiempo al nuestros enemigos, perdonemos de co- pie de la Cruz, ese es nuestro lugar, ese razón a quien nos ha ofendido y pida- es el lugar del cristiano que se identifica mos perdón por las ofensas que hemos con Jesucristo. hecho a nuestros hermanos. Deseemos la santidad, porque he aquí, que Dios En la Muerte y Resurrección de Cristo hace nuevas todas las cosas. No tema- hemos sido rescatados del pecado, mos, no tengamos preocupación algu- del poder del demonio y de la muerte na, estamos en las manos de Dios. La eterna. La Pascua nos recuerda Eucaristía que vivimos con fervor, es nuestro nacimiento sobrenatural en el nuestro alimento, es la esperanza y la Bautismo, donde fuimos constituidos fortaleza que nos conforta en la tribu- hijos de Dios, y es figura y prenda de lación y una vez fortalecidos, queremos nuestra propia resurrección. Nos dice transmitir esa vida nueva con mucho san Pablo: Dios nos ha dado vida por entusiasmo a nuestros hermanos, a Cristo y nos ha resucitado con Él (Cfr. Ef 2, 6). nuestra familia, porque ¡Jesucristo ha resucitado! “Jesucristo La gran noticia de la Re¡Aleluya! Resucitado es surrección del Señor es nuestro futuro, el anuncio de la Iglesia al La vida del Resucitado Él es la única mundo, desde la mañana hace que nuestro corazón esté pleno de gra- esperanza que nos de Pascua, hasta el final da paz en todos de los tiempos. Jesucriscia y lleno de deseos de los momentos y to Resucitado, cambia el santidad. La voluntad de Dios es que seamos san- circunstancias de curso de la historia porque significa que la vida ha tos, recordando que la la vida”. vencido sobre la muerte, santidad es ante todo, la justicia sobre la iniquiuna gracia que procede de Dios. En la vida cristiana hemos dad, el amor sobre el odio, el bien sobre de intentar acoger la santidad y hacerla el mal, la alegría sobre el abatimiento, realidad en nuestra vida, mediante la la felicidad sobre el dolor y la bienavencaridad que es el camino preferente turanza sobre la maldición. Todo ello, para ser santos. El profundo deseo de porque Jesucristo Resucitado es nuestra Dios es que nos parezcamos a Él siendo esperanza, sobre todo en este tiempo de santos. La caridad es el amor, y la san- prueba, tormenta e incertidumbre que tidad una manifestación sublime de la hemos vivido en esta pandemia; pero, capacidad de amar, es la identificación con la Esperanza puesta en Él, que es nuestra fortaleza. con Jesucristo Resucitado. El caminar de hoy en adelante, afrontando los momentos de prueba, lo vamos a hacer como María al pie de la Cruz. Recordemos que toda la FE de la Iglesia quedó concentrada en el corazón de María al pie de la Cruz. Mientras todos los discípulos habían huido, en la noche de la Fe, Ella siguió creyendo en soledad y Jesús quiso que Juan estuviera también al pie de la Cruz. Lo más fácil en los momentos de prueba es huir de la realidad, pero por la graPresidente Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Administrador Apostólico Director Pbro. Diego Eduardo Fonseca Pineda

La esperanza en la resurrección debe ser fuente de consuelo, de paz y fortaleza ante las dificultades, ante el sufrimiento físico o moral, cuando surgen las contrariedades, los problemas familiares, cuando vivimos momentos de cruz. Un cristiano no puede vivir como aquel que ni cree, ni espera. Porque Jesucristo ha resucitado, nosotros creemos y esperamos en la vida eterna, en la que viviremos dichosos con Cristo y con todos los santos.

Equipo de Redacción C.S. Isabel Obando Sepúlveda Pbro. Samuel Alexis Arias Meza Pbro. Roberto Alfonso Garzón Guillén

Aspiremos a los bienes de arriba y no a los de la tierra, vivamos ya desde ahora el estilo de vida del cielo, el estilo de vida de los resucitados, es decir, una vida de piedad sincera, alimentada en la oración, en la escucha de la Palabra, en la recepción de los sacramentos, especialmente la confesión y la Eucaristía, y en la vivencia gozosa de la presencia de Dios. Una vida alejada del pecado, de los odios y rencores, del egoísmo y de la mentira; una vida pacífica, honrada, austera, sobria, fraterna, edificada sobre la justicia, la misericordia, el perdón, el espíritu de servicio y la generosidad; una vida, cimentada en la alegría y en el gozo de sabernos en las manos de nuestro Padre Dios. Procuremos llevar la alegría de la Resurrección a la familia, a nuestros lugares de trabajo, a la calle, a las relaciones sociales. El mundo está triste e inquieto y tiene necesidad, ante todo, de la paz y de la alegría que el Señor Resucitado nos ha dejado. ¡Cuántos han encontrado el camino que lleva a Dios en el testimonio sonriente de un buen cristiano! La alegría es una enorme ayuda en el apostolado, porque nos lleva a presentar el mensaje de Cristo de una forma amable y positiva, como hicieron los Apóstoles después de la Resurrección. Los invito a seguir en ambiente de oración, de alegría pascual y gozo por la Resurrección del Señor. Que la oración pascual nos ayude a seguir a Jesús Resucitado con un corazón abierto a su gracia y a dar frutos de fe, esperanza y caridad para con los más necesitados. Nos ponemos en las manos de Nuestro Señor Jesucristo, que es nuestra esperanza y bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María y del Glorioso patriarca san José, que nos protegen. En unión de oraciones, reciban mi bendición.

Diseño y diagramación Harold Antonio Castellanos Mojica Fotografía CCDC / Internet

Impresión Vanguardia Liberal


Vida Pastoral

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Cumpliendo con los protocolos, la Diócesis de Cúcuta vivió la Semana Mayor en este 2021

ún en medio de la pandemia de la COVID-19 en el mundo, este año 2021, sí se pudieron llevar a cabo las celebraciones propias de la Semana Santa con los templos abiertos y la presencia de los fieles bautizados. Todo esto, respetando los estrictos protocolos impartidos por el Gobierno Nacional y las indicaciones dadas por el Administrador Apostólico de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve. De esta manera, párrocos y feligreses se adaptaron a las nuevas condiciones, para que, con profundo fervor se celebrara el misterio central de la fe cristiana. Asimismo, cada parroquia hizo uso de las redes sociales, con el objetivo de llevar a toda su comunidad cada celebración, debido a que el aforo de los templos no puede superar el límite permitido, que es del 35%. Precisamente, la Diócesis de Cúcuta, a través de sus canales oficiales de comunicación, incluida la Emisora diocesana Vox Dei, transmitió durante toda la semana

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San José de Cúcuta, abril 11 de 2021

salvación y cómo una historia no se separa de la otra, ya que Dios “habló al pueblo a través de profetas y acontecimientos de la vida, donde se iba tejiendo su plan y voluntad”; en el Nuevo Testamento, “Dios quiere salvar y lo hace entregando a su propio Hijo”.

Mons. José L. Garcés Monsalve, en la Vigilia Pascual bendice el fuego en el atrio de la Catedral San José de Cúcuta

una programación especial, llena de oración y reflexión. Se destaca entre otras, la transmisión de las siete visitas al Santísimo Sacramento, tradicional momento de la Semana Santa, que, en esta ocasión se organizó de manera virtual, compartiendo con los fieles bautizados las siete visitas a diferentes templos parroquiales de esta Iglesia Particular, en vivo y en directo. Un trabajo del cual se hizo responsable el Centro de Comunicaciones diocesano, para llevar a todos los hogares una experiencia única con gran devoción.

gilia Pascual, presidida por Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, se celebró desde la Catedral San José, donde el señor Obispo explicó cómo en el Antiguo Testamento se relata la historia de la

Monseñor hace un llamado para comprender que Dios siempre ha sido fiel, aunque muchas veces el hombre le es infiel, y aun así por su gracia, “hemos merecido al Redentor del mundo, que viene a levantarnos del abismo del mal, del rechazo que hemos tenido con Dios en nuestra vida cotidiana”, expresó el Administrador Apostólico en su homilía.

El Sábado Santo, la solemne Vi-

Parroquia San Martín de Porres

Monseñor José Libardo Garcés establece nuevas parroquias para la Diócesis de Cúcuta

l saliente Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, en el ejercicio de su ministerio episcopal y pastoral dejó proyectado la creación de nuevas parroquias en esta Iglesia Particular, con la intención de dar a conocer a Jesucristo a las personas. Al asumir Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, como Administrador Apostólico de Cúcuta, revisó los decretos expedidos por Monseñor Víctor Manuel e inició el proceso para darles cumplimiento, por lo que se reunió con las comunidades de Santa Clara

tura jurídica y pastoral, un templo y su feligresía, para que así, continúen con la celebración de los sacramentos y la organización que esto requiere.

Parroquia Santa Clara de Asís

de Asís (donde nombró como párroco al padre Carlos Simón Pabón), San Benito de Nursia y San Alberto Hurtado, ubicadas entre otros, en sectores del Anillo Vial Occidental de Cúcuta, con el obje-

tivo de conocer el trabajo pastoral que allí adelantan, revisar las condiciones de vida de los sacerdotes y hacer efectivo el mandato para que se erijan como parroquias. Se debe tener en orden toda la estruc-

A la luz de las enseñanzas del Papa Francisco, Monseñor José Libardo asume la misión de la nueva evangelización en la Diócesis de Cúcuta, llevando el Evangelio a las periferias, para que todos puedan tener una vida de gracia y llegue a estas poblaciones el Evangelio de una manera más organizada a través del Proceso Evangelizador de la Iglesia Particular (P.E.I.P.).


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Vida Pastoral

San José de Cúcuta, abril 11 de 2021

Comprometidos con la caridad de Jesucristo, la Diócesis de Cúcuta lleva ayudas a los afectados por el invierno

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a Diócesis de Cúcuta, a través de la Corporación de Servicio Pastoral Social (COSPAS), dirigida por el padre Abimael Bacca Vargas, junto con el apoyo del Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana y Catholic Relief Services (CRS) -que es una agencia católica internacional humanitaria, fundada en Estados Unidos-, continúa ayudando a las familias más vulnerables, afectadas por el invierno. Las familias damnificadas del barrio 20 de julio en Villa del Rosario y del Anillo Vial Occidental de Cúcuta, ubicadas en los barrios 23 de Enero, Manuela Beltrán y Nuevo Horizonte; los habitantes de los asentamientos humanos de Los Canarios, La Isla, La Playita; y la comunidad de los conjuntos residenciales Los Arrayanes y Rincón del Rodeo; previamente caracterizados por los párrocos y agentes de pastoral de estas zonas, fueron los beneficiarios de bultos de mercados, litros de agua potable tratada, kits de higiene personal, vajillas y utensilios de cocina, y kits purificadores de agua. Ayudas que se entregaron el pasado martes 6 de abril, con el acompañamiento del Administrador Apostólico de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve. Precisamente, Monseñor le expresó a cada una de las familias que “aunque se pierdan las cosas materiales, lo cual duele, si tenemos a Dios en el corazón, no quedamos solos, no estamos desamparados”. Y es que “la presencia del Resucitado nos acompaña, hoy vengo a traerles a Jesucristo, que es nuestra esperanza (…) Nos acompaña y nos levanta a través de la caridad de los creyentes católicos”. Gracias a los

benefactores que contribuyen con las obras de esta Iglesia Particular, COSPAS no solamente realiza una entrega material, sino “les deja la presencia de Dios con ustedes y sus familias… queremos que habite Jesucristo en cada hogar”.

COSPAS realiza un trabajo mancomunado por toda la comunidad El sacerdote Carlos Arturo Flórez Gómez, párroco de Nuestra Señora de la Candelaria y subdirector de COSPAS, resaltó que las entregas de ayudas a las familias más necesitadas ha sido un trabajo mancomunado con la Iglesia tanto nacional como internacional, junto a otras organizaciones que constantemente cooperan con los proyectos de Pastoral Social. Así mismo las comunidades han sido receptivas con la ayuda de la Iglesia, la cual “siempre ha estado cercana en los momentos de alegría y dificultad, independientemente si las personas son cristianas católicas o no, la Iglesia siempre ha estado pendiente de las comunidades, porque es para todos los necesitados”, afirmó el presbítero y expresó su alegría por ayudar a los más vulnerables: “me da mucha alegría compartir y espero que entre todos, podamos seguir aportando un granito de arena, para ir construyendo cada día en nuestras comunidades más sufridas y necesitadas”.

Parroquia Visitación de Nuestra Señora

Conjunto cerrado Los Arrayanes

del barrio Manuela Beltrán, relató que la presencia de la Diócesis de Cúcuta ha estado con su comunidad desde que empezó a formarse como asentamiento humano y hoy es un barrio legalmente constituido con todos los servicios básicos domiciliarios. Para Hernández, el acompañamiento de la Pastoral Social en todo el proceso de crecer como comunidad, “ha sido incondicional”. Manifiesta que el desarrollo de proyectos como Integración Local, les ayudó a alcanzar la meta de legalización del barrio, entre otros proyectos con los cuales han sido beneficiados. Hoy día, Juan Gabriel, quien inició como beneficiario de la caridad de la Diócesis de Cúcuta, ya hace parte del equipo de trabajo de COSPAS, donde cumple con tareas en pro de su comunidad.

La Iglesia que acompaña en la construcción de sueños Juan Gabriel Hernández Sánchez, presidente de la Junta de Acción Comunal

Parroquia Cristo Camino

Apoyo constante al migrante En la parroquia Cristo Camino, ubicada en el barrio Nuevo Horizonte, pertenecen a su comunidad un gran número de población migrante venezolana, los cuales han sido acogidos por diferentes proyectos de la Pastoral Social de la Diócesis de Cúcuta. Una de las beneficiarias es Belkys Mendoza, mujer y madre venezolana que llegó a Cúcuta en el año 2018 y gracias a COSPAS ha estado vinculada en el trabajo con los niños y la consolidación de la paz en las comunidades. En este día 6 de abril, durante la entrega de ayudas manifestó su agradecimiento, porque “verdaderamente con las lluvias desde el año pasado muchas familias quedaron sin nada y todo este tiempo han sido bendecidos con la solidaridad de la Iglesia y la Pastoral Social. Hoy reciben estos kits, que son bendiciones que manda Dios”, aseguró Belkys.

“Hoy viene el Señor a buscarlos a ustedes y quiere encontrarlos, nos ha reunido en este templo y es la presencia de Jesús Resucitado que viene y quiere encontrarse con cada uno de nosotros”. Monseñor José Libardo Garcés Monsalve


Grupo Eclesial

San José de Cúcuta, abril 11 de 2021

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Su Resurrección nos llena de gozo Para tener presente...

Reflexión

1. Llevar el cirio que se bendijo el día de la Pascua.

¿Qué dice el texto? ¿Qué me dice el texto? ¿Qué le digo a Dios después de haber reflexionado con este texto bíblico?

2. Biblia.

Jesús viene como paráclito, con palabras de paz, a los temerosos y dudosos discípulos. Su mundo ha dado vuelta. Estaban aterrorizados, cuando se les confrontaba con la presencia viva de aquel que sabían que estaba muerto. Jesús usó muchos medios para fortalecer la frágil fe de ellos. Él les mostró sus heridas, comió con ellos. ¿Qué formas usa conmigo?

3. Una imagen o afiche de Jesús Resucitado. Introducción: La Resurrección es un gloriosísimo misterio y debe ser para toda alma amante de Jesús motivo de inefable alegría. Ver a Jesús triunfante de la muerte y del pecado; verle coronado por su Eterno Padre con corona de infinita grandeza y de gloria imperecedera; es un motivo de inefable alegría para los corazones cristianos. Pasada la tempestad, llega para Jesús el día de la felicidad eterna.

El Papa Francisco en una homilía de este pasaje dice: “Nosotros somos temerosos de la alegría, y Jesús con su Resurrección nos brinda la alegría; la alegría de ser cristianos; la alegría de seguirlo de cerca; la alegría de tomar el camino de las Bienaventuranzas; la alegría de estar con Él. El Papa describe el temor a la alegría como “la enfermedad de los cristianos”.

Oración Inicial: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Canto: Este gozo no va pasar. Todos repiten esta oración:

Oración universal

Dios de poder y gloria, por tu santa voluntad resucitaste a Jesús de la muerte para que podamos compartir su vida eternamente.

Guía: Apoyados en Cristo Resucitado, fundamento de nuestra fe para dirigirnos al Padre, presentemos nuestra oración. R/. Señor Resucitado, escucha nuestra oración.

Al regocijarnos y darte gracias por tu gran bondad y misericordia, ayúdanos a acercarnos a los que no creen todavía en la verdad del Evangelio. Llénanos de tu compasión, para que con corazones amorosos podamos servir por amor a Ti, a los débiles y necesitados. Fortalece la fe de nuestras familias, de modo que podamos crecer juntos en amor. Que tu alegría crezca en nosotros día a día. Amén. (Llenos del Gozo por la Resurrección del Señor rezamos el

himno de Gloria) Interrogantes para reflexionar. (Se puede dar un momento para interiorizar las preguntas y luego compartir las respuestas) * ¿Qué situaciones del mundo actual nos roban la alegría? * ¿Qué realidades nos roban el gozo en nuestra comunidad parroquial?

Para que toda la Iglesia sea portadora, con sus obras y su doctrina, de la verdad de Cristo resucitado. R/. Roguemos al Señor. * ¿Qué estoy dispuesto a hacer para devolver el gozo y la alegría cristiana a mi vida personal, familiar y eclesial? Canto: /Aleluya, aleluya/ el Señor Resucitó.

Para que los gobernantes de las naciones sepan orientarlas por caminos de paz y de justicia, buscando siempre lo que conduce verdaderamente al bien común de los hombres. R/. Roguemos al Señor.

Iluminación Bíblica: Buscar en la Sagrada Escritura el texto bíblico (Evangelio de san Lucas 24, 35-48)

Para que el misterio de Cristo Muerto y Resucitado ilumine y transforme nuestro mundo angustiado por el odio, la duda y la


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muerte. R/. Roguemos al Señor. Para que los enfermos víctimas de la pandemia, los agentes sanitarios, los que han perdido a sus seres queridos y cuantos sufren sientan la ayuda y el consuelo del Espíritu de Jesús Resucitado. R/. Roguemos al Señor. Para que Dios Padre acoja en su seno de Amor a las personas que han perdido la vida a causa de la pandemia. R/. Roguemos al Señor.

Para que todos los aquí reunidos vivamos la realidad de la Pascua, renovados por la gracia del Señor resucitado, y llevemos a todos nuestros hermanos el amor y la paz. R/. Roguemos al Señor. Los presentes pueden añadir intenciones personales. Guía: Te glorificamos y te pedimos que tu gracia renueve nuestras vidas, las sumerja en tu misterio y un día disfrutemos en

Campaña 2021 de Comunicación

cristiana

de Bienes

plenitud de tu resurrección. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén Todos: Padre Nuestro Oración: “Contigo María, nos regocijamos por Cristo Resucitado, luz “que ilumina a todo hombre que viene a este mundo”; Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Como tú, Madre, queremos llenarnos de tu Hijo para tener vida plena y abundante y siempre de-

Nuestra Señora de la Anunciación Fundación: Diciembre 31, 2006 Fiesta Patronal: 25 de Marzo Párroco: Salomón Jaimes Ureña Barrio: Montevideo I, Villa del Rosario

Todos: Ave María y Gloria Canto: Porque Cristo nuestro hermano ha resucitado, María Alégrate. El Señor nos bendiga en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Finalización Invitamos a los párrocos, instituciones y demás organizaciones a llevar las alcancías y los recursos obtenidos durante la Cuaresma, a las instalaciones de la curia diocesana (Avenida 1 # 27-131 Barrio San Rafael, San José de Cúcuta).

¡Gracias por su contribución y ayudarnos de Cristo a más de a llevar la caridad 5.000 familias!

Felicidades en su fiesta patronal

cir con profunda fe “Señor mío y Dios mío”. Amén.

1 al 15 de abril 6: Jesús Alonso Ibarra Montejo 14: German Augusto Dallos García

Los medios de comunicación de la Diócesis de Cúcuta, se unen con alegría en la presentación de las comunidades parroquiales, anunciando las fiestas de su santo patrono. En esta oportunidad, felicitamos de manera especial a los bautizados que se congregan en las parroquias: Nuestra Señora de la Anunciación, San José Catedral, Cristo Resucitado. Les animamos para que continúen creciendo en la fe y dinamismo pastoral, de la mano de sus párrocos.

San José Catedral

Fundación: Marzo 9, 1734 Fiesta Patronal: 19 de Marzo Párroco: Jesús Esteban Osorio Solano Barrio: Centro

TRABAJAMOS POR LA EXCELENCIA DISEÑAMOS TRANQUILIDAD Y BIENESTAR

Cristo Resucitado

Fundación: Enero 1, 1999 Fiesta Patronal: Domingo de Resurrección Párroco: Fabián Staper Carvajal Barrio: Urbanización Niza


Vida Pastoral

San José de Cúcuta, abril 11 de 2021

“Jesucristo es nuestra esperanza” (1 Tm 1, 1)

Su Resurrección nos llena de gozo

(Lucas 24, 35-48)

“Entremos a la Pascua recorriendo este camino que vivieron los discípulos del Señor, que los llevó a ser testigos de Resurrección”.

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n el corazón de los creyentes en Jesucristo, la celebración de la Pascua es el tiempo más esperado en el año; porque en ella, surge una alegría única, que es gozo, plenitud, que es extasiarse en la existencia en Dios. No es una alegría efímera, ni exterior, que se puede confundir con algarabía.

Toda la vida cristiana es una escuela de redescubrimiento de la experiencia pascual. Cada día, particularmente cada domingo y especialmente el tiempo de Pascua, son una oportunidad de vivir la “efusión de gozo pascual”, de desbordarse de alegría porque “Cristo nuestra Pascua ha sido inmolado”, “porque Él quitó, el pecado del mundo, destruyó la

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Pascua | Vialucis

Por: Pbro. Freddy Antonio Ochoa Villamizar, Vicario de Pastoral de la Diócesis de Cúcuta

Los relatos pascuales nos conducen al centro de la fe cristiana: la Resurrección de Jesucristo y la experiencia de encuentro con Jesús. El Señor que vive es quien le abre el horizonte de la existencia a quien lo encuentra.

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muerte y restauró la vida”. Así como en Galilea el Señor Jesús, nos llamó a la fe y a la conversión, y en la Cuaresma que pasó, recorrimos con firmeza este camino, ahora, entremos a la Pascua recorriendo este camino que vivieron los discípulos del Señor, que los llevó a ser testigos de Resurrección. Que a los discípulos misioneros de Jesús de este tiempo nada nos quite la alegría de la resurrección.

Que la crisis que vive la humanidad, los problemas familiares, la crisis social, la crisis económica, todos los males que nos puedan acechar, no sean mayores que nuestra fe en Jesucristo resucitado, nuestra esperanza. Que por el contrario, tengamos la convicción profunda que estas sombras de muerte Cristo las venció y con Él nos abramos al misterio de la resurrección y la vida. Si la cuaresma nos permitió escuchar con devoción la Palabra de

Dios, con mayor razón en la Pascua; si la oración nos fortaleció el camino cuaresmal, que ella nos mantenga la alegría pascual; si la caridad nos abrió al hermano, que la Pascua nos impulse a dar más de lo que podemos pensar. Que esta zona de frontera se llene de gozo en el Señor por el testimonio sincero y creíble de los fieles creyentes en Cristo. Que nosotros y todos, digan: ¡he visto y sigo viendo al Señor! Que cada celebración de la fe, cada encuentro pastoral, cada acción evangelizadora, manifiesten y alienten la alegría de la Pascua, que como la llama viva del Cirio Pascual ilumine la mente y el corazón de los que están desalentados, extraviados, marginados e indiferentes. Que se sienta en la ciudad, en los pueblos y veredas que Cristo Resucitó, porque su alegría está a flor de piel en todos los creyentes. Que como los caminantes de Emaús, en la vida, en la Palabra, en la Eucaristía, en la vida en comunidad encontremos al Señor Resucitado y su alegría permanezca siempre en nosotros.


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Especial

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Domingo de la Divina Misericord Por: Pbro. Javier Alexis Agudelo Avendaño, sacerdote diocesano

“v

ayan, y aprendan lo que significa misericordia quiero y no sacrificio, porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (Mt 9, 13).

¿Quién era sor Faustina? Santa Faustina de Kowalska es conocida en el mundo como el apóstol de la Misericordia. Nació como la tercera hija de diez hermanos de una familia campesina de la aldea de Glogowiec. Su nombre de pila era Helena y desde pequeña se destacó por su amor a la oración, su piedad, su laboriosidad y su obediencia, también por una sensibilidad ante la pobreza. Su tiempo escolar no duró más de tres años, ya que desde muy joven tuvo que irse a trabajar para sostenerse ella y ayudar a su familia. Desde los siete años de edad sintió el deseo de irse de religiosa, pero sus padres no le dieron el permiso para entrar en el convento. Frente a la actitud de sus padres intentó apagar la llama de Dios en su interior. Sin embargo, apresurada por la figura de Cristo sufriente y la palabra de reproche en su interior que le decía: “¿hasta cuándo me harás sufrir, hasta cuándo me engañarás?” (Diario 9), buscó la forma de ser aceptada en un convento. Después de varios intentos, finalmente pudo entrar a la Congregación de las hermanas de la Divina Misericordia en Varsovia. En su diario dijo estas palabras:

“me pareció que entré en la vida del paraíso. De mi corazón solo brotó una oración, la de acción de gracias” (Diario 17).

tiene su profundo sentido teológico e indica una estrecha relación entre el Misterio Pascual de redención y el misterio de la Divina Misericordia. Esta relación se ve subrayada aún más por la novena de coronillas a la Divina Misericordia La imagen de la Divina que antecede la fiesta y que empieza el Misericordia y su devoción el Viernes Santo. La fiesta no es solamente un día de adoración especial de Dios segundo domingo de Pascua en el misterio de la misericordia, sino el tiempo en que Dios colma de gracias El 22 de febrero de 1931 estando sor a todas las personas. “Deseo – dijo el Faustina en su celda del convento de Señor Jesús – que la fiesta de la misePlock, mientras ella escribía en su dia- ricordia sea un refugio y amparo para rio tuvo una visión. La visión fue la todas las almas y, especialmente, para siguiente: “vi al Señor con una túnica los pobres pecadores (Diario, 699). Las blanca. Con una mano levantada para almas mueren a pesar de mí amarga bendecir y la otra mano toca su pecho. Pasión. Les ofrezco la última tabla de De la abertura del manto en el pecho sa- salvación, es decir, la fiesta de mí milían dos rayos: uno rojo y sericordia. Si no adoran otro pálido (…) después mí misericordia morirán de un momento Jesús “Leamos el salmo para siempre” (Diario, 50 como una me dijo: pinta la imagen 965). oración de según el modelo que vez, y firma Jesús en tí confío preparación a la El 30 de abril del 2000 el (Diario 47). Quiero que gran fiesta de la papa San Juan Pablo II esta imagen (…) sea bencanonizó a Santa Faustina Divina decida con solemnidad el y, durante la ceremonia, Misericordia”. primer domingo después declaró que cada segundo de Pascua de Resurrecdomingo de Pascua se ceción. Ese domingo debe ser la fiesta de lebraría en toda la Iglesia el Domingo la Divina Misericordia (Diario 49). de la Divina Misericordia. En la Carta Encíclica Dives In Misericordia escribe El contenido de la imagen se relacio- el Papa san Juan Pablo II: “Siguiendo na muy estrechamente con la liturgia las enseñanzas del Concilio Vaticano II de ese domingo. Ese día la Iglesia lee y en correspondencia con las necesidael Evangelio según san Juan sobre la des particulares de los tiempos en que aparición de Cristo resucitado en el Ce- vivimos, he dedicado la Encíclica Renáculo y la institución del sacramento demptor Hominis a la verdad sobre el de la penitencia (Jn 20, 19-29). Así, hombre, verdad que nos es revelada en la imagen presenta al Salvador Cristo, en toda su plenitud y profundiresucitado que trae la paz a la dad. Una exigencia de no menor imporhumanidad por medio del per- tancia, en estos tiempos críticos y nada dón de los pecados, a precio de fáciles, me impulsa a descubrir una vez su Pasión y muerte en la cruz. más en el mismo Cristo el rostro del PaLos rayos son la sangre y el Agua dre, que es «misericordioso» y Dios de que brotan del Corazón traspasa- todo consuelo” (2 Cor 1, 3). Efectivado por la lanza y las señales de los mente, en la Constitución Gaudium et clavos, evocan los acontecimientos Spes leemos: “Cristo, el nuevo Adán..., del Viernes Santo (Jn 19, 17-18; manifiesta plenamente el hombre al 33-37). Así pues, la imagen de Jesús propio hombre y le descubre la sublimiMisericordioso une en sí estos dos dad de su vocación (GS 22)” (DM 1). actos evangélicos que hablan con la mayor claridad del amor de San Juan Pablo II murió el 2 de abril de Dios al hombre. 2005, la noche previa al Domingo de la Divina Misericordia de aquel año, FiesLa elección del primer ta de la Misericordia que él instituyó sidomingo después de guiendo el pedido de Jesucristo a través la Pascua de Resu- de santa Faustina. rrección para la Fiesta de la Misericordia,

La misericordia de Dios en el Antiguo Testamento El desarrollo de la misericordia de Dios tiene un amplio y rico recorrido histórico que nos va permitir su compresión y su revelación en Cristo. Dice el Papa san Juan Pablo II en su Carta Encíclica Dives In Misericordia: “Dios al revelar sus obras y enseñanzas se estaba dirigiendo a hombres, que no sólo conocían el concepto de misericordia, sino que, además en cuanto pueblo de Dios de la Antigua Alianza, habían sacado de su historia plurisecular una experiencia peculiar de la misericordia de Dios. Esta experiencia era social y comunitaria, como también individual e interior” (DM, 4). Israel fue el pueblo de la Alianza con Dios, alianza que ellos rompieron en muchas ocasiones. Cuando el pueblo adquiría


Especial

San José de Cúcuta, abril 11 de 2021

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dia: la historia de una gran devoción Mac 4, 24; Ex 3, 7 ss; Is 63, 9).

La misericordia de Dios en el Nuevo Testamento Ya en los umbrales del Nuevo Testamento resuena en el evangelio de san Lucas una correspondencia singular entre dos términos referentes a la misericordia divina, en los que se refleja intensamente toda la tradición veterotestamentaria.

conciencia de su infidelidad se acudía a la Misericordia de Dios (Num. 21, 4-9; Jue 3, 7-9; 1 Re 8, 22-53; Miq.7, 18-20; Is 1, 18; 51, 4-16.; Bar 2, 11-3, 8; Neh. 9). En la gran mayoría de la predicación de los profetas, la misericordia significa una potencia especial del amor, que prevalece sobre el pecado y la infidelidad del pueblo elegido. En este amplio contexto social, la misericordia aparece como elemento correlativo de la experiencia interior de las personas en particular, que versan en estado de culpa o padecen toda clase de sufrimientos y desventuras. Tanto el mal físico, como el mal moral o el pecado hacen qué los hijos e hijas de Israel se dirijan al Señor recurriendo a su misericordia. Así lo hace David, con la conciencia de la gravedad de su culpa (Cfr. 2 Sam 11, 12, 24, 10; Est 4, 17 ss; Neh 9, 30-32; Tob 3, 2-3. 1112; 8, 16-17; 1

crificio del Gólgota y el misterio de la Eucaristía; el agua, según la rica simbología del evangelista san Juan, alude al bautismo y al don del Espíritu Santo (cfr. Jn 3, 5; 4, 14). A través del misterio de este Corazón herido, no cesa de difundirse también entre los hombres y las mujeres de nuestra época el flujo restaurador del amor misericordioso de Dios. Quien aspira a la felicidad auténtica y duradera, sólo en él puede encontrar su secreto.

La misericordia de Dios es un

He ahí a María que, entrando en casa de llamado a la conversión Zacarías, proclama con toda su alma la grandeza del Señor por su misericordia, de la que de generación en generación se El proyecto de una sociedad nueva, que hacen partícipes los homintenta construir el reino bres que viven en el temor de Dios, sólo es posible “La fiesta no es de Dios. Poco después, lograrla, si al perdón grasolamente un recordando la elección tuito de Dios se añade la de Israel, ella proclama día de adoración conversión del hombre. la misericordia, de la que especial de Dios Por eso, el resumen de se recuerda desde siempre en el misterio de las predicaciones de Jeel que la escogió a ella la misericordia, sús anuncian a la vez, la (cfr. Lc 1, 49-54). Suce- sino el tiempo en cercanía del Reino y la sivamente, al nacer Juan que Dios colma de llamada a la conversión: Bautista, en la misma casa gracias a todas las “el reino de Dios está su padre Zacarías, bendicerca; convertíos y creed personas”. ciendo al Dios de Israel, el evangelio” (cfr. Mc 1, glorifica la misericordia 14-15). Lo que Jesús busque ha concedido a nuestros padres y se ca es el nacimiento de un mundo nuevo, ha recordado de su santa alianza (cfr. Lc en el que sea posible el sueño de la justi1, 66-72). En las enseñanzas de Cristo cia y la fraternidad. Sólo unos hombres mismo, esta imagen heredada del Anti- nuevos, que estaban rotos por el pecaguo Testamento se simplifica y a la vez do, pero que Dios ha reconstruido por se profundiza. Esto se ve quizá con más dentro, son capaces de crear ese univerevidencia en la parábola del hijo pródi- so renovado que todo el mundo anhela. go (cfr. Lc 15, 11-32), donde la esen- Por un lado, es Dios el que transforma cia de la misericordia divina, aunque al hombre, le arranca el corazón de piela palabra misericordia no se encuentre dra y le infunde un corazón de carne; allí, es expresada de manera particular y límpida. A ello contribuye no sólo la terminología, como en los libros veterotestamentarios, sino la analogía que permite comprender más plenamente el misterio mismo de la misericordia en cuanto drama profundo, que se desarrolla entre el amor del padre y la prodigalidad y el pecado del hijo. El Corazón de Cristo, su Sagrado Corazón, ha dado todo a los hombres la redención, la salvación y la santificación. De ese Corazón rebosante de ternura, Santa Faustina Kowalska vio salir dos haces de luz que iluminaban el mundo. “Los dos rayos -como le dijo el mismo Jesús representan la sangre y el agua” (Diario, 132). La sangre evoca el sa-

eso es la gracia del perdón. Pero a esta oferta divina debe responder el hombre con su voluntad de conversión. Para que esta conversión sea posible, Jesús, enlazando su pensamiento con los grandes profetas de Israel, denuncia los pecados del pueblo. El llamado a la conversión es un llamado que se hace a lo largo de la Sagradas escrituras y que se sigue extendiendo a lo largo de toda la historia de la humanidad. Dice el Catecismo de la Iglesia Católica, que es la conciencia la que hace posible asumir la responsabilidad de los actos realizados (CIC, 1781), la conciencia del mal en el hombre lo hace testigo de la supremacía del bien. La Misericordia de Dios hace que se desborde su infinita bondad por el pecador que se considere que no tiene posibilidades ante el mismo Dios: “Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán” (cfr. Is 1,18). La Misericordia de Dios hace que seamos capaces como el hijo pródigo de levantar la mirada hacia el cielo y emprender nuestro camino hacia Dios (cfr. Lc 15); porque en su bondad, Dios se preocupa por el bien se sus hijos aunque quieran independizarse bajo una libertad absoluta que no existe: “No me complazco en la muerte del impío, sino en que el impío se aparte de su camino y viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos” (cfr. Ezq 33, 11). Leamos el salmo 50 como una oración de preparación a la gran fiesta de la Divina Misericordia.


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Nuestra Gente

Proyectos que se hacen realidad

Por: Hna. Martha Gutiérrez C., Consejera General para la Pastoral. Hijas de los Sagrados Corazones

a los niños que pronto acogerían en el Oratorio-Asilo “Miguel Unia”.

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Ambos proyectos tenían como fundador y padre al joven sacerdote que, no descansaba, iba y venía, oraba, celebraba, confesaba, organizaba, escuchaba, dirigía, aconsejaba, y el mismo consultaba con su superior. Se cuestionó incluso sobre el hábito religioso para la nueva comunidad y orientado por su director, vio la importancia con que la religiosa portara su hábito como signo de la radicalidad de su opción y testimonio de su amor a Cristo en la Consagración de sí misma al Señor. Finalmente se fijó la fecha para la fundación del oratorio y de la Congregación, sería el 7 de mayo de ese año 1905.

l regreso del padre Variara a Agua de Dios, suscitó nuevas emociones para los habitantes de Lazareto, había proyectos inconclusos que requerían la presencia del padre emprendedor que sabía encender los corazones y compartir sueños que se iban convirtiendo en realidad. Con la oración, el trabajo, la dedicación, la gestión y sobre todo, con el amor, ese amor con que solía hacer presente la misericordia de Dios junto a los enfermos a los que no solo consolaba, sino que invitaba a ser parte activa en sus proyectos, comprometiéndolos y convirtiéndolos en protagonistas de esa nueva historia que, convertiría la “ciudad del dolor” en “ciudad de la esperanza”. Los niños miraban con ilusión su nueva casa, pues sentían que el regreso del padre Variara, adelantaría los trabajos y pronto podrían gozar de un hogar, una escuela, un patio y hasta una capilla, toda para ellos. Las funciones de cine, las representaciones teatrales, los conciertos musicales en la Iglesia con los coros de los niños y jóvenes, las retretas en el parque con la banda de músicos enfermos, todas estas actividades volvieron a alegrar las noches y los días de la ciudad del dolor, era como si la vida regresara, y el entusiasmo devolviera la esperanza. La voz de Dios como suave susurro, invitaba, llamaba incesante al corazón de muchos jóvenes que buscaban consagrar a Dios su vida. Algunos encontraron respuesta en las asociaciones de laicos: La adoración eucarística, las hijas de María, la Asociación de San Vicente de Paúl, los Salesianos Cooperadores y la primera Asociación de Exalumnos Salesianos en Colombia. Algunos llegaron incluso a la ofrenda victimal al Sagrado Corazón de Jesús, propuesta por el Padre Luis Variara, tomando como ejemplo la experiencia del Salesiano Andrés Beltrami. Un ambiente de fe y un despertar de la población comprometida en la construcción de esa nueva realidad que se gestaba, paso a paso en la oración y en la fraterna relación entre enfermos

y sanos, niños y jóvenes, religiosos y La preparación para tal acontecimienlaicos, hombres y mujeres, margina- to debía ser una experiencia de fe, un dos por la enfermedad, pero vivos y sentir la voz de Dios y discernir cada participativos en la esperanza de ha- idea, cada paso, cada acción. De esta cer del Lazareto de Agua de Dios, una forma, se comenzaron los preparaticiudad nueva, un alegre, vos, primero en el intesereno y acogedor rinconrior de cada una, donde “Todas estas cito blanco que el Padre Dios habla de corazón a actividades Luis llevaría en su coracorazón. Luego, se dieron volvieron a zón hasta el fin de sus días encuentros para el acomalegrar las terrenos y que trataría de pañamiento espiritual, noches y los proyectar en futuras expemomentos de profunda días de la ciudad oración personal y comuriencias pastorales. nitaria, y allí estaba el padel dolor, era Mientras la población como si la vida dre Variara, junto a Oliva contribuía a la terminaSánchez y a cada una de regresara, y ción del edificio para los las jóvenes. niños, llegaban nuevas el entusiasmo devolviera la familias a la población, Se preparaba otro edificio, esperanza”. aumentaba el número de este no era material, era confesiones en las que espiritual. No participaba otras jóvenes manifestadirectamente la población, ban el anhelo de consagrarse a Dios en pues este proyecto se fundamentaba en la vida religiosa. Las hermanas de la la sencilla experiencia de un grupo de Presentación quisieron dar respuesta a jóvenes que dejándolo todo comenzaeste llamado de Dios, pero el gobier- ron por reunirse en unos sencillos ranno general de la Congregación, no lo chitos pajizos, que convirtieron en su considero posible. humilde convento. Allí se dedicaron a la oración, al conocimiento personal, En realidad, los designios de Dios al estudio del nuevo estilo de vida, y a eran otros, y mientras el joven sacer- la preparación necesaria para atender dote Luis Variara oraba y discernía la voluntad de Dios, el clamor de sus elegidas era cada vez mayor. Oliva, la primera en haber manifestado el don vocacional, fue pronto escogida por otras jóvenes, como su líder, su maestra, su confidente, y a ella acudían a confiarle sus ocultos ideales. El padre Variara continuaba acompañándolas en la confesión y decidió proponerles la Fundación de un Instituto Religioso: Las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús.

Mientras en el edificio Miguel Unia, que albergaría a los niños, se concluían los trabajos y adecuación de los lugares, para la escuela, el dormitorio, la capilla, el patio, las aulas de clase y los talleres. Las primeras jóvenes reunidas en los ranchitos, practicaban la música y el canto, entre alabanzas y rondas infantiles, mientras confeccionaban sus hábitos junto a la ropa de los niños y como solícitas madres adelantaban detalles para hacer más grata la vida del futuro oratorio. En las tardes, el padre Variara, pasaba unos minutos a ver los adelantos de sus trabajos y les dejaba un pensamiento de buenas noches, animándolas a mantenerse siempre alegres y entusiastas, y con el mismo amor con que Jesús recorrió el camino del calvario, también ellas cargarán la propia cruz de la enfermedad en sí mismas o en sus parientes y caminarán seguras en el amor del Señor.


Especial

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San José nos enseña a confiar en Dios y en sus designios Por: Pbro. Juan Diego Giraldo Arsitizábal, PSS

tampoco los priva de su capacidad creativa.

unca se percibe en este hombre (san José) la frustración, sino sólo la confianza. Su silencio persistente no contempla quejas, sino gestos concretos de confianza” (Patris Corde 7). De hecho, la Providencia le confió una misión y él confío en la Providencia.

San José entendió que “la historia de salvación se cumple creyendo contra toda esperanza (Rm 4,18) a través de nuestras debilidades” (PC, 2). Creer no nos impide experimentar el miedo y a veces tocar la angustia. Más bien, nos introduce en la paradoja de la fuerza de Dios que se manifiesta en nuestra debilidad (Cfr. 2 Cor 12, 7-9). San José “nos enseña que, en medio de las tormentas de la vida, no debemos tener miedo de ceder a Dios el timón de nuestra barca” (PC, 2).

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La confianza es una actitud humana necesaria en las relaciones, en la percepción de sí mismo y en la manera como se asume la realidad con sus proyectos y desafíos. Se trata de dar crédito, credibilidad a alguien o a algo que me da apoyo porque genera bondad. Dios se manifiesta como bondad y misericordia (Sal 103), como amor que crea y elige un pueblo para amarlo (Lv 26, 12-16; Os 11, 1; Jer 30, 22; 31, 1). Confiar en Él significa fiarse de su palabra (Sal 119, 66; 129, 5) y discernir sobre el propio sentir (Gn 3, 17; Prov 3,5). Siendo el Señor de la creación, no teme ante las creaturas que pretenden hacer mal a los amados por Él (Sal 115, 3.15). Abraham, quien salió de su tierra en obediencia a la Palabra, expresa su confianza hasta estar dispuesto a sacrificar a su hijo, porque sabe que Dios es fiel y que su hijo es signo de la promesa, porque la promesa es Dios mismo (Gen 22, 8-14; Hb 11, 17). Así, “insensato es el hombre que confía en su propia parecer” (Prov 28, 26), pero “bendito el hombre que confía en el Señor” (Jr 17, 5.7). La confianza en Dios radica en el “quién es Él” y en el “cómo se ha manifestado a su pueblo”. Esta confianza permite avanzar en medio de las dificultades y vicisitudes porque la última palabra es el amor y la fidelidad de Dios (Gal 5, 10). Se confía en Él porque es Dios-Amor y se ha revelado como amor. Podríamos decir: Confío en ti, porque siendo el amor mismo, me has amado. El amor vence el miedo (Cfr. 1 Jn 2, 28). Y esta confianza se afianza en el designio de Dios, que estando en el origen de todo como amor, conduce la historia a la plenitud en el amor. No somos

“La Providencia le confió una misión y él confío en la Providencia”.

fruto de la casualidad, sino del amor, y este amor que está al inicio de todo es el amor que está al final de todo. Creemos que la última palabra, será la primera: el amor (Jr 31, 3). El designio de Dios es que en su hijo Jesucristo todos seamos amados, salvados, hechos hijos eternamente amados (Ef 1, 3-15). En Jesucristo se cumple definitivamente el designio de Dios, y para este proyecto Dios se sirvió de personas (Jn 3, 16). Así, “José era el hombre por medio del cual Dios se ocupó de los comienzos de la historia de la redención” (PC, 5). ¿Cómo esta confianza de san José ilumina nuestro camino de fe? La confianza de san José, como la nuestra, es un movimiento humano. De él, la aprendemos porque él “es tan cercano a nuestra condición humana” y en él encontramos “un intercesor, un apoyo y un guía en tiempo de dificultad” (PC, Intr.). Por su confianza en Dios, san José asu-

mió su misión “como esposo de María y padre de Jesús” (PC, 1). Supo renunciar a su propio sentir e incluso a lo que estaba previsto en la ley (Mt 1, 19.24); venció el miedo ante la amenaza de Herodes (Mt 2, 14) y supo enfrentar las vicisitudes del camino (Mt 2, 21-23); por su confianza en Dios, aceptó en silencio lo dicho por Simeón (Lc 2, 33-35); como Abraham estaba dispuesto a no oponerse al sacrificio de su hijo, pues por su entrega hasta la muerte se estaba determinando la salvación del mundo. San José nos enseña que la confianza no se equipara con la ingenuidad, sino que ésta nos concede un profundo realismo (Cfr. PC, 4) para identificar los retos y las dificultades del camino que vienen asumidos bajo la mirada amorosa de Dios que nos anima, fortalece y suscita en nosotros la creatividad que brota del amor. San José nos enseña a “transformar un problema en oportunidad, anteponiendo siempre la confianza en la Providencia” (PC, 5). Dios no abandona al azar a los que elige, pero

La vida cristiana entendida como obediencia encuentra en San José un paradigma, pues la obediencia es expresión de la confianza. “En cada circunstancia de su vida, José supo pronunciar su fiat” (PC 3). Es por su confianza en Dios que “él coopera en la plenitud de los tiempos” (PC 3). Por su confianza en Dios acoge el misterio del designio de Dios para la humanidad, sabe que decidirse por Dios no lo portará a “mal puerto”, y por eso entra en la voluntad de Dios, aunque no siempre la comprenda. La confianza en Dios le permite vencer el temor (Mt 1, 20). Con san José se desvela el sentido más profundo de la primera bienaventuranza, la de los pobres de espíritu (Mt 5, 3). Al ser llamado “castísimo” se “expresa lo contario de poseer”, “libre del afán de poseer” (Cfr. PC, 7), porque como pobre ha puesto su confianza en el Señor. El Señor, que es su verdadera riqueza, se constituye en el objeto de su confianza. San José “nunca se puso en el centro. Supo descentrarse” (Jesús y María en el centro de su vida) (PC, 7). Vamos hasta san José y con él aprendamos a confiar en Dios que se ha revelado como amor en su Hijo Jesucristo. Y libres de todo apego y de toda falsa seguridad, hagamos de Dios nuestra única riqueza para que sea Él y solo Él el objeto de nuestra confianza. ¡Confío en ti, porque siendo el amor mismo, me has amado!


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Iglesia Internacional

San José de Cúcuta, abril 11 de 2021

Papa Francisco: ¡Feliz Pascua! Una feliz, santa y serena Pascua

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l pasado 4 de abril, Domingo de Resurrección, el Papa Francisco presidió en la mañana en la Basílica de San Pedro, la Sagrada Eucaristía, seguidamente impartió la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo); es la bendición más solemne y solo la da el Sumo Pontífice.

y donde israelíes y palestinos vuelvan a encontrar la fuerza del diálogo para alcanzar una solución estable, que permita la convivencia de dos Estados en paz y prosperidad. En este día de fiesta, mi pensamiento se dirige también a Irak, que tuve la alegría de visitar el mes pasado, y que pido pueda continuar por el camino de pacificación que ha emprendido, para que se realice el sueño de Dios de una familia humana hospitalaria y acogedora para todos sus hijos.

Mensaje Urbi et Orbi del Santo Padre Francisco - Pascua 2021 Queridos hermanos y hermanas: ¡Feliz Pascua! Una feliz, santa y serena Pascua. Hoy resuena en cada lugar del mundo el anuncio de la Iglesia: “Jesús, el crucificado, ha resucitado, como había dicho. Aleluya”. El anuncio de la Pascua no muestra un espejismo, no revela una fórmula mágica ni indica una vía de escape frente a la difícil situación que estamos atravesando. La pandemia todavía está en pleno curso, la crisis social y económica es muy grave, especialmente para los más pobres; y a pesar de todo —y es escandaloso— los conflictos armados no cesan y los arsenales militares se refuerzan. Y este es el escándalo de hoy. Ante esto, o mejor, en medio a esta realidad compleja, el anuncio de Pascua recoge en pocas palabras un acontecimiento que da esperanza y no defrauda: “Jesús, el crucificado, ha resucitado”. No nos habla de ángeles o de fantasmas, sino de un hombre, un hombre de carne y hueso, con un rostro y un nombre: Jesús. El Evangelio atestigua que este Jesús, crucificado bajo el poder de Poncio Pilato por haber dicho que era el Cristo, el Hijo de Dios, al tercer día resucitó, según las Escrituras y como Él mismo había anunciado a sus discípulos. El Crucificado, no otro, es el que ha resucitado. Dios Padre resucitó a su Hijo Jesús porque cumplió plenamente su voluntad de salvación: asumió nuestra debilidad, nuestras dolencias, nuestra misma muerte; sufrió nuestros dolores, llevó el peso de nuestras iniquidades.

Por eso Dios Padre lo exaltó y ahora Jesucristo vive para siempre, y Él es el Señor. Los testigos señalan un detalle importante: Jesús resucitado lleva las llagas impresas en sus manos, en sus pies y en su costado. Estas heridas son el sello perpetuo de su amor por nosotros. Todo el que sufre una dura prueba, en el cuerpo y en el espíritu, puede encontrar refugio en estas llagas y recibir a través de ellas la gracia de la esperanza que no defrauda. Cristo resucitado es esperanza para todos los que aún sufren a causa de la pandemia, para los enfermos y para los que perdieron a un ser querido. Que el Señor dé consuelo y sostenga las fatigas de los médicos y enfermeros. Todas las personas, especialmente las más frágiles, precisan asistencia y tienen derecho a acceder a los tratamientos necesarios. Esto es aún más evidente en este momento en que todos estamos llamados a combatir la pandemia, y las vacunas son una herramienta esencial en esta lucha. Por lo tanto, en el espíritu de un “internacionalismo de las vacunas”, insto a toda la comunidad internacional a un compromiso común para superar los retrasos en su distribución y para promover su reparto, especialmente en los países más pobres. El Crucificado Resucitado es consuelo para quienes han perdido el trabajo o atraviesan serias dificultades económicas y carecen de una protección social adecuada. Que el Señor inspire la ac-

ción de las autoridades públicas para que todos, especialmente las familias más necesitadas, reciban la ayuda imprescindible para un sustento adecuado. Desgraciadamente, la pandemia ha aumentado dramáticamente el número de pobres y la desesperación de miles de personas. Jesús resucitado es esperanza también para tantos jóvenes que se han visto obligados a pasar largas temporadas sin asistir a la escuela o a la universidad, y sin poder compartir el tiempo con los amigos. Todos necesitamos experimentar relaciones humanas reales y no sólo virtuales, especialmente en la edad en que se forman el carácter y la personalidad. Lo hemos escuchado el pasado viernes en el Viacrucis de los niños. Que la luz del Señor resucitado sea fuente de renacimiento para los emigrantes que huyen de la guerra y la miseria. En sus rostros reconocemos el rostro desfigurado y sufriente del Señor que camina hacia el Calvario. Que no les falten signos concretos de solidaridad y fraternidad humana, garantía de la victoria de la vida sobre la muerte que celebramos en este día. Agradezco a los países que acogen con generosidad a las personas que sufren y que buscan refugio. La Resurrección nos remite naturalmente a Jerusalén; imploremos al Señor que le conceda paz y seguridad (cf. Sal 122), para que responda a la llamada a ser un lugar de encuentro donde todos puedan sentirse hermanos,

¡Todavía hay demasiadas guerras y demasiadas violencias en el mundo! Que el Señor, que es nuestra paz, nos ayude a vencer la mentalidad de la guerra. Hoy, 4 de abril, se celebra el Día Mundial contra las minas antipersona, artefactos arteros y horribles que matan o mutilan a muchos inocentes cada año e impiden «que los hombres caminen juntos por los senderos de la vida, sin temer las asechanzas de destrucción y muerte». ¡Cuánto mejor sería un mundo sin esos instrumentos de muerte! Queridos hermanos y hermanas: También este año, en diversos lugares, muchos cristianos han celebrado la Pascua con graves limitaciones y, en algunos casos, sin poder siquiera asistir a las celebraciones litúrgicas. Recemos para que estas restricciones, al igual que todas las restricciones a la libertad de culto y de religión en el mundo, sean eliminadas y que cada uno pueda rezar y alabar a Dios libremente. En medio de las numerosas dificultades que atravesamos, no olvidemos nunca que somos curados por las llagas de Cristo (cf. 1 P 2, 24). A la luz del Señor resucitado, nuestros sufrimientos se transfiguran. Donde había muerte ahora hay vida; donde había luto ahora hay consuelo. Al abrazar la Cruz, Jesús ha dado sentido a nuestros sufrimientos. Y ahora recemos para que los efectos beneficiosos de esta curación se extiendan a todo el mundo. ¡Feliz, santa y serena Pascua! FRANCISCO Basílica de San Pedro Domingo, 4 de abril de 2021


Especial

San José de Cúcuta, abril 11 de 2021

Pastoral Social de la Diócesis de Cúcuta: en el corazón de las comunidades de acogida de flujos migratorios mixtos Por: Andrés Dovale. Profesional en comunicaciones – Escuelas de Coexistencia y Participación Comunitaria. COSPAS - GIZ

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ediante el proyecto “Escuelas de coexistencia y participación comunitaria para la convivencia pacífica e integración comunitaria” apoyado por GIZ; COSPAS se incorpora en diez comunidades de Cúcuta, Villa del Rosario y Los Patios con un objetivo principal: contribuir al desarrollo de capacidades de las comunidades receptoras de flujos migratorios mixtos para favorecer la consolidación de procesos de convivencia, integración comunitaria y atención integral a los impactos psicosociales y jurídicos derivados de la migración. Este nuevo reto pastoral cuenta con líneas de trabajo específicas en formación integral desde el deporte y la promoción de la vida comunitaria, al tiempo que ofrece una cobertura amplia en el servicio de acompañamiento socio-jurídico, social humanista y de comunicación comunitaria. Cada una de ellas tiene relación directa al cumplimiento del mandato que nos da el Sumo Pontífice, para brindar nuestro servicio como agentes de pastoral social a las poblaciones más golpeadas por el fenómeno migratorio. Acoger “A cada ser humano que se ve obligado a dejar su patria en busca de un futuro mejor, el Señor lo confía al amor maternal de la Iglesia” 1. Bajo la anterior frase del Santo Padre, y desde la línea de comunicación comunitaria, las comunidades se encuentran con una Iglesia que acoge con el servicio pastoral de comunicaciones, en donde las personas pueden comunicarse vía telefónica y acortar las distancias con sus redes de apoyo y con sus familias, brindando así un mecanismo de comunicación a los flujos migratorios mixtos y a la población de acogida; reestableciendo el tejido emocional en cada persona : “tomando un nuevo impulso y mucho ánimo”, como lo manifiesta Vanessa Luque, migrante Venezolana residente del barrio Llanitos, del municipio de Los Patios, quien ha accedido a los servi-

cios del punto móvil de comunicación. Con esto también recordamos en palabras del Papa emérito, Benedicto XVI, cómo la familia es, en el contexto migratorio, «lugar y recurso de la cultura de la vida y principio de integración de valores»” 2. Así mismo, con este servicio, las personas pueden realizar cualquier tipo de trámite mediante el acceso a internet y a computadores, como herramientas que permiten potenciar la comunicación y la información efectiva. Proteger

do” Yuraima Taborda lo expresa. Esta y otras manifestaciones de afectaciones emocionales son las que a diario se identifican desde el acompañamiento social humanista y espiritual. Casos que requieren atención y por supuesto una guía, para reestructurar el tejido emocional de cada persona, el cual se ha visto afectado por el fenómeno migratorio. Promover

“Promover quiere decir esencialmente trabajar con “Este nuevo reto En la acción de proteger, el el fin de que, a todos los pastoral cuenta segundo verbo al que nos migrantes y refugiados, así con líneas de exhorta el Santo Padre, mecomo a las comunidades trabajo diante el proyecto Escuelas que los acogen, se les dé específicas en de Coexistencia de Pastoral la posibilidad de realizarse Social y GIZ, proyectamos formación integral como personas en todas las ser un puente que permite a desde el deporte y dimensiones que componen la comunidad acceder a con- la promoción de la la humanidad querida por diciones que la dignifiquen vida comunitaria”. el Creador” 4. Es así, como como ser humano e indudesde la estrategia Deportes cirla a ser «protagonistas de con Principios, se pretende su propio rescate»3 mediante el acompaña- educar para la vida a los niños, niñas, adomiento socio jurídico, el cual direcciona a lescentes y jóvenes desde la formación inlas comunidades hacia la institucionalidad, tegral usando como herramienta el deporte con el objetivo de que estas mismas iden- y la recreación, inculcando en ellos, valores tifiquen y adopten rutas de acceso a dere- como la disciplina, el respeto, la tolerancia, chos. la confianza, la empatía, el juego limpio y la justicia. “Nos sentimos con ganas de llorar, de salir corriendo, porque dejamos a todos los se- “Para mí es muy importante que los niños res queridos en Venezuela, pasando trabajo, practiquen deporte desde temprana edad, pasando hambre y eso nos afecta demasia- ya que esto, los estimula muchísimo a ellos

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a socializar, les ayuda a parte, a mantener el tiempo y la mente ocupada para no darle cabida a malas prácticas y van creciendo con disciplina”; manifiesta Viviana Gómez, madre de familia, la importancia de la práctica deportiva desde temprana edad. Integrar El cuarto verbo expresado por el Santo Padre también se vuelve eje de nuestro accionar, permitiéndonos reconocer que es en los espacios de integración en donde se trazan lazos de convivencia pacífica en las comunidades. Entendiendo que, “integrar, se pone en el plano de las oportunidades de enriquecimiento intercultural generadas por la presencia de los emigrantes y refugiados” 5. Por tanto, desde la línea de Promotores Comunitarios de Convivencia, se busca identificar y formar liderazgos al interior de las comunidades, fortalecer iniciativas y espacios de integración, y al mismo tiempo desalentar la xenofobia. Esto, también desde estrategias de comunicación y sensibilización con las cdds. “Cuando llegamos tuvimos bastante ayuda, pero otras personas nos recibieron mal”, de esta forma, Vanessa Luque evidencia la necesidad de acciones y generación de espacios que permitan la integración entre flujos migratorios mixtos y población de acogida para un mejor desarrollo de la permanencia en las nuevas comunidades. Visítanos en nuestra página www.pastoralsocialcucuta.org y entérate de toda nuestra acción pastoral y cómo acceder a todos los servicios que se disponen desde el proyecto ESCUELAS DE COEXISTENCIA Y PARTICIPACIÓN COMUNITARIA a tu comunidad. 1. Mensaje del Santo Padre Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018 [14 de enero de 2018] 2. Ibíd 3. Mensaje para la 106.ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2020 (13 mayo 2020): L’Osservatore Romano, ed. semanal en lengua española (22 mayo 2020), p. 5. 4. Mensaje del Santo Padre Francisco para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2018 [14 de enero de 2018] 5. Ibíd.


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Infantil

San José de Cúcuta, abril 11 de 2021

“JESÚS VIVE EN MÍ Y VIVE EN TI” Por: Mg. Consuelo Morán

Hola queridos niños y jóvenes de nuestra ciudad, reciban un cordial saludo. Qué alegría saludarlos y decirles que JESUS ESTÁ VIVO, y prueba de ello fue la vivencia de la pre-pascua infantil realizada en nuestra Diócesis con la participación de los sacerdotes, seminaristas, catequistas, infancia misionera, juventud misionera, grupos juveniles e infantiles. para ver más imágenes, pueden ingresar a la página de Facebook de la Pastoral Infantil de la Diócesis de Cúcuta: www.facebook.com/PastoralInfantilDiocesisDeCucuta/

de la Abril 22 Día Tierra

¡Cuidemos nuestra Casa Común! El Papa Francisco escribió hace tiempo un documento, la Encíclica ‘Laudato si’ que trata sobre el cuidado de la Tierra, nuestra Casa Común. Es una invitación a reflexionar sobre los daños causados al planeta y a la humanidad. El Papa Francisco nos invita a tratar toda la Creación con ternura. ¡Cuidar la Tierra también es nuestra misión!

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Debemos de tener cuidado de no adueñarnos de la creación, sino de hacerla ir adelante, fieles a sus leyes. Esta es la primera respuesta al trabajo de Dios: trabajar para cuidar la Creación. Un cristiano que no cuida la Creación, que no la hace crecer, es un cristiano que no le importa ese trabajo de Dios para nosotros.

¡Hay que cuidar la Creación, hacerla crecer!


Liturgia Por: Sem. Víctor Julián Flórez Ortiz, estudiante Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, Roma

Domingo 2º de Pascua

San José de Cúcuta, abril 11 de 2021

Jesucristo es nuestra esperanza, participemos en la Liturgia

tado en los cielos. Nuestro Señor quería persuadir a sus discípulos de que lo que veían, verdaderamente eran huesos y carne. ¿Por qué quiso convencerme de esta verdad? Porque sabía, hasta qué punto es para mí un bien creerlo y cuánto tenía que perder si no creía en esto. Creed pues, también vosotros. (San Agustín, Sermón 238)

(San Juan 20,19-31) Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: «Paz a vosotros». Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo» (19-21). Hoy nos encontramos con este pasaje de San Juan en donde Jesús mostrándonos los signos de la Resurrección (enseñando las manos y el costado) nos regala su paz, una paz de alegría, una paz que quita los miedos, porque es la Paz de Cristo resucitado. Cristo ha vencido la muerte y el pecado y en su entrega de amor en la Cruz nos ha dado a todos la vida eterna.

Domingo 3º de Pascua - Ciclo B

(San Lucas 24,35-48)

Él se presentó en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero él les dijo: «¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo». Y, diciendo esto, los mostró las manos y los pies. (36-39) Cristo es verdaderamente el Verbo, el Hijo único igual al Padre, unido a un alma verdaderamente humana y con un cuerpo verdadero limpio de todo pecado. Este es el cuerpo que murió, este cuerpo el que resucitó, este cuerpo el que fue clavado a la cruz, este cuerpo el que fue depositado en la tumba, este cuerpo el que está sen-

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¿Qué es la Pascua? Amigos lectores del Periódico, seguramente ya han escuchado o escucharán hablar tantas veces de la Pascua o del tiempo pascual, pero ¿Qué es la Pascua? ¿Qué tiene que ver la Pascua con nuestra fe? Quisiera que iniciáramos nuestra reflexión con un pasaje del Apóstol San Pablo: “Si Cristo no hubiera resucitado, vana seria nuestra fe” (1Cor 15, 14). Tengamos en cuenta este pasaje porque este nos ayudará a entender qué es la Pascua y por qué es tan importante para los cristianos. La palabra Pascua se traduce del hebreo pesach; ‫ ָא ְח ּסַפ‬, y el griego πάσχα, pascha que significa paso. Pasar de un lugar a otro, de un estado a otro. Pero no se trata de cualquier paso, se trata del paso de un evento de esclavitud a la libertad como podemos leer en el libro del Éxodo (Ex 12-13). Por eso, el pueblo frente a la gran obra de Dios que los había librado con grandes prodigios de Egipto, celebraban cada año una fiesta para recordar lo bueno que es Dios, llamando a esta celebración fiesta de la Pascua (Ex 12, 14, 24-27). Los Evangelios nos relatan cómo Jesús celebra con sus discípulos la última cena en el contexto de la fiesta de la pascua (Mc 14, 22-25; Lc 22, 19-20; Mt 26, 2629), solo que esta vez, la carne y la sangre de la pascua no es la sangre de un cordero como ocurre en el Antiguo Testamento, esta vez es la carne y la sangre de Jesús mismo.

Felices Pascuas de Resurrección a todos. Bienvenidos a la página de Liturgia y a esta ca-

tequesis que hoy dedicamos a la Pascua.

La nueva Pascua y la gran Pascua que celebramos hoy es el paso de la muerte y de la esclavitud a la Vida Eterna, paso que ha venido ofrecido gratuitamente a todos en Cristo, en el gran sacrificio de su muerte en la Cruz. La gran prueba del paso pascual en donde ha sido derrotada la muerte es la resurrección de Cristo y, testigo de ella son sus manos y el costado traspasados por la lanza y los clavos, que dan testimonio de que verdaderamente ha resucitado. Frente a tal evento y teniendo encuentros con Jesús quien se les apareció durante los días antes de su ascensión al cielo, los discípulos creyeron en la gran

noticia y recibiendo el Espíritu Santo y la paz de Cristo, anunciaron a todas las gentes lo que habían visto y oído de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios. Este es el tiempo de la Pascua, el tiempo de la resurrección de nuestro Señor Jesucristo y, tiene gran importancia para nosotros cristianos, porque nos recuerda que hemos sido redimidos en la cruz y que, aunque el pecado es una realidad presente en nuestra vida, podemos vencerlo si optamos por vivir la vida de Dios, vivir como discípulos de Cristo.

Apuntes Misioneros El primer fruto de la Pascua es la paz de Cristo. Examinemos nuestros corazones y busquemos la paz, a veces es mejor tener un amigo y no tener siempre la razón. Hagamos que nuestra vida sea un ejemplo vivo de un auténtico hijo de Dios, discípulo de Jesús, de modo que los demás encuentren en nosotros coherencia de vida y conforto de ayuda. Vivamos estos cincuenta días de Pascua con gran alegría colocando todos nuestros dones y talentos al servicio de la evangelización y al trabajo pastoral de nuestras comunidades parroquiales.

Dinámica Para esta edición recortemos y coleccionemos la foto del gran San Agustín, un hombre que del paganismo pasó hacia una verdadera conversión porque dejó que Dios le hablara a su corazón. Les proponemos leer la biografía de San Agustín y ver de qué manera podemos seguir su ejemplo, para vivir auténticamente como cristianos.


Consagración a

San José Del 11 de abril al 13 de mayo de 2021

33al glorioso díaspatriarca de preparación para consagrarnos san José, padre de Jesús, esposo de la Virgen María y patrono de la Diócesis de Cúcuta

9:30 a.m. Recibamos la guía, protección y crezcamos en las virtudes que él encarnó para cumplir la voluntad de Dios

¡Ayudemos a las vocaciones! Invitamos a los fieles bautizados a contribuir con la formación de un futuro sacerdote de nuestra Iglesia Evangelizada y Evangelizadora. Cuando realice cualquier pago en un punto de Apuestas Cúcuta 75 J.J Pita & CÍA. S.A., puede pedir que sus vueltos sean donados al Seminario Mayor San José de Cúcuta.

¡Todos los aportes suman!

Otras formas de donar • Entregar una donación directamente en un punto de Apuestas Cúcuta 75 J.J Pita & CÍA. S.A., dirigida al Seminario Mayor de la Diócesis de Cúcuta. • Consignar en la cuenta de ahorros Bancolombia 82464484031 a nombre del Seminario Mayor San José de Cúcuta – Nit: 800121760

Información: 312 378 1889


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