Edición 939

Al conmemorar a San Pío X el 21 de agosto, la Iglesia celebra el día del catequista, que nos permite orar, agradecer y felicitar a tantos consagrados en el sacerdocio, la vida religiosa y los agentes de pastoral, quienes por años se han dedicado a esta noble misión de cumplir con el mandato misionero recibido en el bautismo, para anunciar a Jesucristo, fortaleciendo la fe, la esperanza y la caridad de muchos niños, jóvenes y adultos, que les son confiados para que les anuncien el Evangelio y que a su vez ellos también se conviertan en misioneros del Señor.

En todas las comunidades parroquiales existen muchos agentes de pastoral, que desde siempre se han dedicado a la catequesis. En la actualidad el Papa Francisco en su “Motu Proprio” Antiquum Ministerium, instituye el ministerio del catequista, dándole una dignidad especial a esta misión. El Papa Francisco afirma: “El Catequista está llamado en primer lugar a manifestar su competencia en el servicio pastoral de la transmisión de fe, que se desarrolla en diversas etapas: desde el primer anuncio que introduce al Kerygma, pasando por la enseñanza que hace tomar conciencia de la nueva vida en Cristo y prepara en particular a los sacramentos de iniciación cristiana, hasta la formación permanente que

La acción catequética para crecer en la fe

permite a cada bautizado estar siempre dispuesto a dar respuesta a todo el que les pida dar razón de su esperanza” (AM 6).

Con esta enseñanza del Papa queda claro que la catequesis no es un curso académico para un momento de la vida del creyente y mucho menos un requisito para recibir un sacramento. La acción catequética responde al Proceso Evangelizador de la Iglesia, que tiene su fase inicial en la acción misionera y que culmina con la acción pastoral, con cristianos comprometidos a seguir transmitiendo lo que han visto y oído acerca del Señor.

El Directorio General para la Catequesis del año 1997 deja claro cómo las tres etapas del Proceso Evangelizador están en total unidad y responden al fervor que deja en el corazón en anuncio de Jesucristo. De tal manera que este proceso “está estructurado en etapas o momentos esenciales: La acción misionera para los no creyentes y para los que viven en la indiferencia religiosa; la acción catequética para los que optan por el Evangelio y para los que necesitan completar o reestructurar su iniciación; y la acción pastoral para los fieles cristianos ya maduros, en el seno de la comunidad cristiana. Estos momentos no son etapas cerradas, ya que tratan de dar el alimento evangélico más adecuado al crecimiento espiritual de cada persona o de la misma comunidad” (DGC 49, Cfr DGC, 2020, 31 - 35).

Recibiendo esta enseñanza se hace

Presidente

énfasis en la acción catequética que es el tema que nos ocupa y que responde a la segunda etapa del Proceso Evangelizador de la Iglesia, que está prevista en la evangelización para “los que optan por el Evangelio y para los que necesitan completar o reestructurar su iniciación” (DGC 49), esto quiere decir un proceso de formación continuo que está al servicio de la profesión de fe. Quien encuentra a Jesucristo siente en su corazón un deseo intenso por conocerlo más íntimamente manifestando su cercanía y celo por el Evangelio, haciéndose su discípulo (Cfr DC, 2020, 34).

De tal manera que para quienes hacen la opción por Jesucristo y el Evangelio, se hace necesario profundizar sobre su persona y enseñanza, para formar un camino espiritual que provoque un cambio progresivo en la vida interior y en las costumbres (Cf AG 13) y que ayude a la configuración del creyente como un verdadero discípulo del Señor. Así lo expresa el Directorio para la Catequesis del 2020: “La acción catequística - iniciatoria está al servicio de la profesión de fe. Aquellos que ya han encontrado a Jesucristo sienten un creciente deseo de conocerlo más íntimamente, manifestando así una primera elección por el Evangelio” (DC 34).

En este sentido la Catequesis es una escuela de formación en la fe, que ayuda al creyente a transformar la vida en Cristo, en un proceso de auténtica conversión cristiana. Tenemos que volver a la

“catequesis orientada a formar personas que conozcan cada vez más a Jesucristo y su Evangelio de salvación liberadora, que vivan un encuentro profundo con Él y que elijan su estilo de vida y sus mismos sentimientos, comprometiéndose a llevar a cabo, en las situaciones históricas en las que viven, la misión de Cristo, es decir el anuncio del Reino de Dios” (DC, 2020, 75).

Como bautizados seguimos comprometidos en la Diócesis de Cúcuta con la iniciación cristiana de muchos bautizados para fortalecerlos en la fe, esperanza y caridad y hacerlos discípulos del Señor y misioneros en la Iglesia, para gloria de Dios y salvación nuestra y de nuestros hermanos.

Que la Santísima Virgen María y el Glorioso Patriarca San José, alcancen del Señor todas las gracias y bendiciones necesarias, para vivir la misión evangelizadora en nuestra Iglesia Particular en salida misionera, dejando resonar en el corazón la invitación: Caminemos juntos, como Iglesia Diocesana.

En unión de oraciones, reciban mi bendición.

“La catequesis no es un curso académico para un momento de la vida del creyente y mucho menos un requisito para recibir un sacramento”.

Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta Director Pbro. Diego Eduardo Fonseca Pineda

Equipo de Redacción C.S. Laura Alejandra Tapia Hernández Pbro. Jesús Alonso Rodríguez Veloza Seminarista Wilmer Cruz Rodriguez

Diseño y diagramación Harold Antonio Castellanos Mojica

Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta

Con estas palabras Monseñor José Libardo Garcés Monsalve describía el ministerio del diácono permanente Ramón Vidal Ortíz Díaz, quien el pasado 7 de agosto del 2023 fue llamado al encuentro con el Señor. Después de 40 años de servicio pastoral, siendo uno de los primeros diáconos permanentes en la Diócesis, estuvo

en varias comunidades parroquiales como: Nuestra Señora de Belén, Santa María Rosa Mística, Nuestra Señora de la Misericordia, Cristo Maestro y Santa Rita de Casia. Después de un tiempo de enfermedad, partió a la casa del Padre. Sus exequias se celebraron en la Catedral San José el 8 de agosto del presente año.

Bodas de plata sacerdotal del padre German Dallos

l pasado 8 de agosto el presbítero German Augusto Dallos García celebró 25 años de ordenación sacerdotal y de servicio a Dios y a los fieles bautizados de esta Iglesia Particular de Cúcuta suscitando la fe en medio de las comunidades que le han sido encomendadas y anunciando el Evangelio de Jesucristo. Nació el 14 de abril de 1968 en la ciudad de Cúcuta.

Vivió en las inmediaciones de la Loma de Bolívar, donde se formó en los colegios José María Carbonell y Antonio Nariño. Su inquietud vocacional se despertó en la parroquia Santísima

agosto, se destinaron ayudas para las parroquias: Santa Margarita de Youville y San Agustín, ubicadas en la ciudadela de Juan Atalaya; y las parroquias Nuestra Señora de la Paz en Los Patios; San Bartolomé en Bellavista (La Libertad); Nuestra Señora de Fátima y Cristo Rey ubicadas en el municipio de Villa del Rosario.

ETrinidad y en la parroquia San Antonio de Padua. Fue ordenado el 8 de agosto de 1998 y después de servicios pastorales en distintas parroquias de la Diócesis y una experiencia de misión en el extranjero, agradece al Señor por estos 25 años expresando: “Para mí es un momento de inmensa alegría celebrar las bodas de plata, porque el Señor siempre nos muestra su misericordia, a pesar de que vivimos en constante pecado. Por eso invito a los jóvenes a indagar en sus corazones sobre la vocación, si sienten el llamado hacia la vida religiosa háganlo con compromiso y una recta intención”.

¡Que el Señor continúe conservando su ministerio!

ayudas fueron recibidas también por las parroquias: Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma, San Alberto Hurtado, Nuestra Señora de la Esperanza, SanVicente de Paúl y Nuestra Señora de los Dolores donde las personas beneficiadas, fueron un total de 175.

La bondad de Cristo continúa llegando a más comunidades de la Iglesia Par-

ticular de Cúcuta, con los frutos de la Mercatón 2023. Al iniciar el mes de

Cada uno de los párrocos de estas comunidades participan de las entregas, que en esta ocasión llegaron a ser alrededor de 210 mercados con alimentos de primera necesidad. Asimismo, estas

Las familias que pasan por situaciones difíciles valoran la generosidad de las quienes ayudan a través de campañas como Mercatón 2023, que concede alivio y esperanza en nombre de Nuestro Señor Jesucristo a quienes pasan necesidad.

Visita de la réplica de Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma

La réplica de Nuestra Señora de las Gracias de Torcoroma, desde el miércoles 9 de agosto recorrió los principales municipios de Norte de Santander. Partió desde Ocaña, pasando por Sardinata, El Zulia y finalizó su recorrido en Cúcuta, específicamente en la parroquia de este mismo nombre, en el barrio ubicado dentro de la ciudadela de La Libertad.

Para esta comunidad parroquial, la fiesta inició el pasado 30 de julio a través de una ciclo ruta mariana, un espacio bien recibido por la comunidad. Y desde el viernes 4 de agosto hasta el 12 de agosto se llevó a cabo la novena en

honor a esta advocación mariana, que finalizó el 13 de agosto con la celebración Eucarística presidida por Monseñor José Libardo Garcés Monsalve en el templo parroquial. De la misma manera el lunes el 14 de agosto Monseñor en el contexto de la visita pastoral, llegó a algunas instituciones educativas del sector como lo fueron: La escuela María Auxiliadora, el Instituto Pedagógico San José de Torcoroma y la Institución María Auxiliadora.

Llegó hasta los hogares de los enfermos de los sectores de: Alto Pamplonita, Torcoroma, San José, Señor de los Milagros y Sagrado corazón. Por últi-

mo, Monseñor Garcés celebró la eucaristía en honor al Señor de los Milagros para venga en ayuda de cada una de las

“Tuvo en este mundo la misión de proclamar el Evangelio de Cristo...”

Una esperanza para las familias necesitadas

personas de la comunidad en medio de las diversas situaciones de adversidad que experimentan.

Jornada de espiritualidad: La Iglesia es asunto de todos 1

I. AMBIENTACIÓN II. ANIMACIÓN

1. Saludo.

2. Bendición inicial: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

3. Signo: Una imagen de la Santísima Trinidad.

4. Oración para antes de leer la Biblia.

5. Canto bíblico: Lectura comunitaria de la Palabra.

prenda o contagie ese amor tuyo tan inmenso por la Sagrada Biblia, por estudiar, amar y practicar la Palabra de Dios. Bendice a todos los que en el mundo entero se dedican a dar a conocer y amar el Libro Santo”

III JORNADA DE ESPIRITUALIDAD

Lo que dice Pablo Casals a los músicos, vale también para nosotros los cristianos: “No toquen notas, hagan concierto”. La melodía nunca saldrá bien si todos los integrantes de la orquesta no tocan armónicamente la parte que les corresponde, así tampoco se puede formar una auténtica comunidad cristiana si todos sus miembros no ocupan su lugar y desempeñan la tarea o servicio que les es propio. El director solo hace la música; así tampoco la vida comunitaria de la Iglesia, y más concretamente una parroquia, no es exclusivamente “asuntos de sacerdotes u Obispos”, sino que es cosa de todos sus miembros.

La fe viviente consiste en encontrar a Jesucristo Resucitado, que me conoce, que me ama, que me llama y que me invita a seguirlo.

La verdad es, que: Todos estamos llamados por el bautistmo y por la confirmación a ser cristianos apóstoles, activos, anunciadores y testigos de la Buena Noticia de la salvación en Jesucristo.

En segundo lugar: El cristiano debe ser un testigo de la fe en Jesucristo. Testigo es aquél que ha visto. ¿Frecuenta suficientemente la lectura de la Palabra de Dios para poder decir que conoce a Jesucristo?

Lo que no se conoce no se puede amar…¿Conoce a Jesucristo de manera intelectual o como amigo (lo vives)? ¿Conoce a Jesucristo de manera fantasiosa (el milagrero) o lo conoce a través de la fe transmitida por la Iglesia?

Nota: El moderador debe dar información clara de las inquietudes que propicien las preguntas anteriores.

En tercer lugar: Es nuestra responsabilidad: Nuestras actitudes, comportamientos, palabras, juicios, nuestros silencios y nuestra formación son testimonios o contratestimonios. Pues la Iglesia somos todos, tal como nosotros servimos a la Iglesia (sin remilgos), porque la Iglesia somos todos. Sirvamos a la Iglesia con alegría y mostramos en cada parroquia el rostro de Cristo.

IV. LECTIO DIVINA

Objetivo: Fortalecer el sentido de pertenencia a la comunidad y a la Iglesia.

Para este encuentro haremos una jornada de espiritualidad, pues estamos en la vivencia de la Palabra y a medida que aprendemos con ella debemos orarla y mirar cómo se aplica en nuestra vida para fortalecer nuestra fe personal, interpersonal y comunitaria.

TODOS SOMOS RESPONSABLES EN LA IGLESIA Introducción Oración a San Jerónimo

Para que esta jornada sea provechosa para nuestras vidas oremos juntos a San Jerónimo: “Jerónimo bendito: pídele a Dios que a nosotros se

Es verdad: La Iglesia será viviente si ella se transforma en una verdadera comunidad de creyentes donde cada uno se sienta y quiera ser responsable.

En primer lugar: ¡Verdaderos creyentes!. No se trata de HACER algo más. Se trata de SER cristianos auténticos. Aquí no se trata de una creencia vaga en un “ser supremo”, “en algo que está sobre nosotros”. Tampoco se trata de llamarse “auténtico creyente” sencillamente porque se admite un catálogo de verdades que hay que creer, un credo sin duda, pero un credo que permanece cerebral y que no compromete en manera alguna en seguimiento de Jesucristo.

Recuerda lo que dice San Jerónimo: “Conocer las Escrituras es conocer a Jesucristo” ¿Lo conoce? ¿Qué ha hecho para decir que lo conoce? Si todavía existe duda en este conocimiento de Jesucristo contestemos las siguientes preguntas:

¿Participa atentamente en la Eucaristía?

¿Asiste o colabora con la formación bíblica de su parroquia?

¿Asiste o ayuda con los encuentros de las comunidades eclesiales misioneras? (los segundos martes de cada mes).

¿Asiste o presta algún servicio en la Asambleas Bíblicas? (los cuartos martes de cada mes).

¿Aparte de la parroquia se capacita en formación bíblica en algún lugar?

¿Pertenece al comité bíblico de su parroquia? o ¿Está dispuesto a hacer parte de él?

Nota: Se deben hacer tres grupos y a cada uno darle una cita: Hch 2, 42 - 47; Hch 4, 32 - 35 y Hch 5, 12 - 16

La Santísima Trinidad es nuestra meta o ideal de una verdadera comunidad cristiana. Hagamos esta lectio divina y saquemos el mayor provecho para nuestra comunidad y nosotros mismos.

LECTURA

LECTURA

La Palabra escuchada “Buscad leyendo” ¿Qué dice el texto?

¿De qué comunidad están hablando en este texto?

¿Qué frases le llaman la atención del texto?

¿Qué características específicas tenía esta comunidad?

¿Qué características puede percibir de la imagen de la Santísima Trinidad?

¿Cuál de las características anteriores le llama más la atención?

MEDITACIÓN

La Palabra comprendida “Hallaréis meditando”

¿Qué me dice el texto?

¿Qué características tiene nuestra comunidad parroquial?

¿Cuál de las características planteadas en el texto aplicaremos en nuestra comunidad?

¿Cómo relaciona el tema de la jornada espiritual con el texto?

¿De ahora en adelante, como miembro de esta comunidad parroquial a qué se compromete?

CONTEMPLACIÓN

Felicidades en su fiesta patronal

Los medios de comunicación de la Diócesis de Cúcuta, se unen con alegría en la presentación de las comunidades parroquiales, anunciando las fiestas de su san to patrono. En esta oportunidad, felicitamos de manera especial a los bautizados que se congregan en las parroquias: San Cayetano, Cuasi-parroquia San Emigdio, Santa Clara de Asís, Nuestra Señora de las Victorias, La Victoria (Sardinata), Asunción de María, Nuestra Señora de Torcoroma y San Alberto Hurtado. Les animamos para que continúen creciendo en la fe y dinamismo pastoral, de la mano de sus párrocos.

SANTA CLARA DE ASÍS

Fundación: Noviembre 22, 2020

Fiesta: 11 de Agosto

Párroco: Juan Carlos León Abril

Ubicación: Bellavista en Pinar del Rio, Los Patios

(SARDINATA)

Fundación: Agosto 27, 1990

Fiesta patronal: 15 de agosto

Párroco: Víctor Eduardo Saravia

Castellanos

Ubicación: Corregimiento La Victoria

sentantes (uno para cada parte de la Lectio) para que compartan lo trabajado en la Lectio Divina.

Fundación: Diciembre 8, 1992

Fiesta: 15 de agosto

Párroco: Jaime Antonio Blanco Collantes

Ubicación: Barrio Niña Ceci

NUESTRA SEÑORA DE TORCOROMA

Fundación: Junio 29, 1985

Fiesta patronal: 16 de agosto

Párroco: Helí Peñaranda Celis

Ubicación: Urbanización Torcoroma

CUASI-PARROQUIA

SAN EMIGDIO

Fiesta: 09 de agosto

Cuasipárroco: Iván Gustavo Urbina Rodríguez

Ubicación: Corregimiento de san Pedro

SAN ALBERTO HURTADO

Fundación: Noviembre 22, 2020

Fiesta: 18 de agosto

Párroco: Saddy Arnaldo Oviedo Villamizar

Ubicación: Barrio El Progreso

“Llamad orando”

¿Qué le respondo a Dios basado en el texto leído?

Realice una oración espontánea de petición o de acción de gracias con referencia a texto.

¿A qué acción o cambio me invita el texto?

Participar de la formación Bíblica parroquial o diocesana. Traer Biblia, cuaderno y lapicero a cada encuentro.

Continuar con esta formación bíblica escuchando el programa ENCUENTRO CON LA PALABRA todos los sábados de 4:00 a 5:00 p.m. por la Emisora Vox Dei.

COMPROMISO

Oración para después de leer la Biblia.

Canto a la Virgen María.

COMPROMISO SOCIALIZACIÓN

De cada grupo se sacan tres repre-

Saludo final: En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

TRABAJAMOS POR LA EXCELENCIA

DISEÑAMOS TRANQUILIDAD Y BIENESTAR

Aniversario de ordenación sacerdotal 16. Carlos Arturo Vega Blanco

1. Esta jornada de espiritualidad fue adoptada del libro Vivir con Cristo. Tema # 22. p. 242- 247. Verbo Divino.

“Él es nuestra paz”

2, 14)

DEL 3 AL 9 DE SEPTIEMBRE

emana Paz

Introducción

POR LA

La paz no solo es un anhelo y un deseo, sino que es también un compromiso de todos, que independiente de la condición de vida y la posición que tengamos en la sociedad, debemos aportar en construir este noble ideal de la paz.

Ya lo decía el Papa Juan XXIII en su Encíclica Pacem in Terris “El don divino de la paz debe fundarse en la verdad, la justicia, la caridad y la libertad”. Y es que precisamente estos valores de verdad, justicia, caridad y libertad son pilares fundamentales en la construcción de la paz, por lo cual todos estamos involucrados e íntimamente ligados.

La Semana por la Paz 2023, es una oportunidad que nos ofrece la Iglesia para reflexionar, pero también para fortalecer nuestro compromiso de paz. Bajo el lema “caminemos juntos, Él es nuestra paz” celebraremos del 3 al 10 de septiembre la Semana por la Paz en toda nuestra Diócesis de Cúcuta. Queremos promover este deseo de paz logrando que todos comprendamos que no se puede hacer la paz aisladamente ni desde la indiferencia. Que para vivir en paz nos necesitamos todos pues como ha enseñado el Papa Francisco “Todos vamos en la misma barca”. Caminar juntos, es contar contigo, con el vecino, el amigo, el hermano, el trabajador, el vendedor ambulante, la ama de casa, el estudiante, los campesinos, los médicos, el taxista, el señor de la tienda, etc. Nos necesitamos todos porque todos somos importantes.

1 LUNES 4 DE SEPTIEMBRE

Tema: El Perdón

1. Acogida

Con los mismos sentimientos de Cristo, nos reunimos en esta oportunidad para vivir esta Semana por la Paz como nos dice el Papa Francisco, generemos la cultura del encuentro que ofrecemos por la reconciliación de nuestro pueblo. Cristo es nuestra paz y nos otorga

este don como fruto de su acción en esta vida. Abramos el corazón y dejemos que sea sembrado en nosotros la semilla del amor para que seamos constructores y artesanos de la paz.

Signo: Saludémonos con un abrazo del perdón.

2. Oración

Padre, me declaro culpable, pido clemencia, perdón por mis pecados. Me acerco a ti con absoluta confianza porque sé que tú prefieres la penitencia a la muerte del pecador (cfr. Ez 33,11).

“Cuando confesamos nuestros pecados, Dios, fiel y justo, nos los perdona” (1 Jn 1,9).

Miro al horizonte: veo tus brazos abiertos y un corazón de Padre queriendo atraerme con lazos de un amor infinito. Padre, perdóname, quiero recibir el abrazo eterno. “Perdonen y se les perdonará” (Lc 6,36).

Que seamos benévolos con quienes nos han hecho daño, con quienes nos han ofendido, nos han traicionado y nos odian, pues de otro modo no mereceremos que lo seas Tú con nosotros.

Padre, envía tu Espíritu de amor y perdona mis pecados purifícame, sáname, restáurame, renuévame con la Sangre Redentora de tu Hijo.

Gloria del Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

3. Iluminación Bíblica

Permitamos que la Palabra de Dios nos hable, nos guie y nos instruya en el perdón.

Texto bíblico: Ef 1, 3 - 14. (Buscar en la Sagrada Escritura).

Reflexión: Por (Mons. Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá y primado de Colombia).

El perdón es superior al rencor y es superior a la venganza, el perdón es superior al odio, el perdón es un don de Dios, es un regalo que tenemos en nuestro corazón. En la sociedad, en el mundo, el perdón viene de Dios, el perdón no es humano, el primero que da el paso para perdonar es el mismo Dios.

Jesús es interrogado por Pedro: maestro si mi hermano me ofende cuántas veces tengo que perdonarlo y Él mismo adelanta la respuesta, hasta siete veces y ya Pedro estaba avanzando bastante, estaba diciendo siete veces y el Señor

(Ef

le responde: no, Pedro, mucho más, es necesario perdonar infinitamente como perdona el Padre celestial, hasta setenta veces siete.

Gran desafío para usted, para mí, para el mundo, para la sociedad. Ser capaces del perdón, pero el ser humano es capaz del perdón cuando se siente perdonado, cuando ha recibido el perdón.

Si usted ha sentido la experiencia del perdón, si usted ha sentido la frescura de volver a empezar porque Dios lo ha perdonado, porque usted se ha confesado, porque es maravilloso y es poderoso el Sacramento de la Reconciliación, usted sabe que ese perdón se convierte en un perdón misionero, en un perdón que debe llegar allá al ambiente donde usted trabaja, supera las relaciones de odio, de venganza, de destrucción. Ser capaz del perdón porque usted ha recibido el perdón es la mejor forma de agradecer el perdón que Dios nos da, ese perdón que Dios Padre nos dio en la Cruz de Jesucristo. Si usted es capaz de vivir la fraternidad en el perdón, es capaz de transformar la sociedad. En el mundo no todos pensamos igual, tampoco en su familia, ni siquiera en su lugar de trabajo, pero si usted es capaz de perdonar está sanando desde dentro su vida, su familia y está sanando a la humanidad.

El perdón es el secreto del futuro, si hay perdón hay futuro, si no hay perdón la venganza se encargará de destruirnos y el odio acabará con nuestro camino de vida.

4. Coloquémonos en camino:

Para caminar juntos es necesario reconciliarnos y así vivir la unidad como cristianos, para ello te proponemos el siguiente itinerario:

a. Haz una lista de las personas que no puedes perdonar.

b. Escribe tus sentimientos hacia esas personas (si recuerdas la tristeza y el dolor escríbelo).

c. Busca los motivos por los cuales esas personas actuaron asi contra ti: Cuando termines, evita juzgar como erróneos. Ten en mente esto: Los seres humanos cometemos errores con frecuencia.

d. Escribe aquello que quieras agradecerles a esas personas: La persona a la que estás intentando perdonar, es parte de tu círculo cercano. Piensa en lo que has compartido con ella e intenta escribir todo aquello por lo que puedas sentirte agradecido (a).

e. Utiliza las fuerzas de las palabras: Cuando llegues a este paso, es momento de hacer una declaración: “Para mi propia libertad, felicidad y calma, perdono a…” (Si es posible, repítelo en voz alta).

f. Escribe aquello que quieres perdonar: Aquí cuanto más escriba, mejor.

g. Declaras que perdonas: No importa si después de haber realizado los 7 pasos todavía persiste el sentimiento de “no puedo perdonar”. Repite “te perdono” nombrando a la persona y recordando su cara. Si es posible repítelo durante 2 días consecutivos.

6. Compromiso misionero:

Te invitamos para que saques un espacio de su tiempo y pienses con quién deberías vivir la experiencia del perdón.

7. Oración por la paz de San Francisco de Asís.

Señor, haz de mí un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón. Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. Que allá donde hay error, yo ponga la verdad. Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.

Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza. Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz. Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. Maestro, que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar, ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar.

Porque es dándose como se recibe, es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo, es perdonando, como se es perdonado, es muriendo como se resucita a la vida eterna.

Amén.

2 MARTES 5 DE SEPTIEMBRE

Tema: Reconciliados con nosotros mismos

1. Acogida

(Se da la bienvenida a cada uno de los participantes).

Llegamos hoy a nuestro segundo encuentro, les damos una cordial bienvenida. Dejemos que la Palabra de Dios y el compartir fraterno entre todos nos ayuden a seguir profundizando en el don precioso de la paz.

Momento de Reconciliación y paz (Se hace un momento de perdón iluminados por la oración).

Hagamos oración:

Querido Señor Jesús, por tu sacrificio en la cruz, tú venciste el pecado y la muerte; te pido que perdones todos mis pecados, especialmente por aquellos que han permitido cualquier forma de enfermedad o dolencia entre en mi cuerpo y dañe mi salud. Por ello te pido que envíes el don de convicción del Espíritu Santo y que resplandezca la luz de la verdad en los rincones más profundos de mi alma, para que yo pueda hacer un acto completo de contrición ante ti ahora.

Perdóname por fallarte y no amarte con todo mi corazón; por no amar a mi prójimo como a mí mismo y por no respetar el templo de tu Espíritu Santo. Rodéame de tu luz y penetra en las profundidades de mi ser con tu amor. Gracias por perdonarme mi Señor, recibo de tu perdón y me comprometo a servirte, y caminar en la verdad y la justicia. Amén.

5. Se invita a varias personas (2 o 3) para que compartan sus experiencias en torno al perdón.

2. Él es nuestra paz

(Momento bíblico que ilumina el tema del encuentro. Se propone una breve Lectio Divina, para escuchar la voz de Dios).

Texto bíblico: Lc 15, 11-32. (Buscar en la Sagrada Escritura).

Meditación: El Evangelio del hijo pródigo que acabamos de escuchar nos da un testimonio maravilloso de la misericordia de Dios Padre. La primera parte de la parábola muestra la conducta pecadora y penitente del hijo menor. Hay que ver qué fuertes fueron sus pecados contra el Padre.

Por la pretensión de recibir su parte de la fortuna paternal, rompe sus relaciones filiales con el padre. Al hijo pródigo le falta así totalmente el amor y la obediencia a su padre. Y después emigra con su parte de la fortuna paterna y la malgasta hasta el último centavo. Bajo el peso de esta culpa, hay que ver la actitud del padre: El padre no deja que el hijo haga todo el camino, sino que sale a su encuentro. Tampoco le deja terminar su acusación, ni le reprocha nada, sino lo besa como signo de perdón.

En el padre de esta parábola, Cristo quiere mostramos la imagen de Dios Padre. Y esta actitud del Padre celestial se puede comprender sólo desde su amor paternal. Porque sabemos que todo el actuar de Dios es motivado y conducido por amor y mediante amor. Porque lo más profundo del amor paternal de Dios es su misericordia. Él ama a sus hijos no tanto por sus méritos, sino porque es Padre. Él no quiere más que amar a sus hijos sin límites. Un verdadero padre no abandona, cuando uno de los suyos está en la miseria. Al contrario, entonces lo ama con preferencia, porque sabe que necesita del padre, sobre todo en esa situación difícil.

Para que Dios pueda actuar, Él exige de nosotros una condición, tal como lo hizo el hijo en la parábola: Que conozcamos y reconozcamos en humildad nuestra culpa; que nos arrepintamos de nuestros pecados y faltas; que confiemos en la misericordia de Dios; que volvamos a la casa del Padre. Es la misma actitud que el Sacramento de la Confesión pide de nosotros. Volvamos, por eso, filialmente hacia ese Padre tan bueno, entreguémonos sin reservas a Él.

3.

Coloquémonos en camino

(Desarrollo pedagógico del tema).

1. Al frente de la imagen escribe 5 cosas de las que te arrepientes y debes pedirle perdón a Dios.

2. Escribe el propósito que harás para salir de esos pecados o situaciones por las que estás arrepentido.

4. ¿Dónde está tu

paz?

(Momento para realizar aportes y trabajo grupal).

Es el momento para que compartamos nuestras experiencias. En grupos de dos van a dialogar sobre la necesidad de reconciliarse y compartirán alguna situación de la que se arrepienten y en la que no quisieran volver a estar.

5. Momento misionero (compromiso que cada uno debe asumir y la tarea que nos deja el encuentro).

En tu hogar, en el trabajo, en tu comunidad, etc. Hablaras con los que te rodean de la necesidad de estar en paz con uno mismo y cómo se hace necesario reconocer las fallas para enmendar los errores y corregirlos.

6. Oración por la paz.

Oración por la Paz en Colombia

Padre, Tú eres un océano de paz y nos regalas por medio de tu Hijo Jesucristo y por la acción del Espíritu Santo este don, y lo siembras en nuestro corazón por medio de la conversión y la reconciliación.

Tú nos confías la paz a nuestra responsabilidad, convirtiéndonos en artesanos de la paz, para construirla con “pasión, paciencia, experiencia y tesón”. Tú quieres que nuestras familias sean escuelas de paz donde te escuchemos, acojamos y te sigamos mejor y, así germinen palabras y gestos de perdón, escucha, diálogo, ternura, amor y reconciliación. Que los niños y jóvenes se conviertan en protagonistas de un futuro de paz.

Acoge en tu casa a quienes murieron víctimas de la guerra fratricida, mueve el corazón de los actores violentos para que vuelvan a Ti y sean también ellos constructores comprometidos de la paz. Fortalece a las víctimas en su dignidad y otórgales valentía para ofrecer el perdón.

Que María Reina de la paz, nos ayude a desarmar el corazón, a vivir la justicia, el perdón, la reconciliación y la paz, para que nazca en Colombia la civilización del amor.

Amén.

3 MIÉRCOLES 6 DE SEPTIEMBRE

Tema: Perdonar al prójimo

1. Acogida

(Se da la bienvenida a cada uno de los participantes).

Hermanos: “Cristo es nuestra paz”, solo Él puede sanar nuestras heridas y restaurar nuestras relaciones con los demás, solo Cristo obra una paz interior que se hace tangible en una paz que acontece en la convivencia con quienes nos rodean. Dispongámonos en este tercer día, para

que, meditando en la importancia del perdón como fuente de reconciliación y de paz, podamos comprender el valor de perdonar a quienes nos han hecho daño o con quienes hemos tenido alguna diferencia que nos ha alejado.

2. Momento de Reconciliación y paz

(Se hace un momento de perdón iluminados por la oración).

Oración de santa Faustina para tener un corazón misericordioso

“Oh Señor, deseo transformarme en tu misericordia y ser un vivo reflejo de ti. Que este supremo atributo de Dios, es decir su insondable misericordia, pase a través de mi corazón al prójimo. Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla.

Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos. Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás critique a mi prójimo, sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos.

Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargar sobre mí las tareas más difíciles y más penosas. Ayúdame, oh Señor, a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo.

Oh Jesús, deseo vivir el momento actual, vivir como si este día fuera el último de mi vida: aprovechar con celo cada momento para la mayor gloria de Dios, disfrutar de cada circunstancia de modo que el alma saque provecho. Mirar todo desde el punto de vista de que, sin la voluntad de Dios, no sucede nada. Oh Dios de misericordia infinita, abraza al mundo entero y derrámate sobre nosotros a través del piadoso Corazón de Jesús. Amén”.

3. Él es nuestra paz

(Momento Bíblico que ilumina el tema del encuentro. Se propone una breve Lectio Divina, para escuchar la voz de Dios).

Texto bíblico: Mt 18, 21 - 35. (Buscar en la Sagrada Escritura).

Meditación: Dios nos muestra su amor perdonándonos nuestros pecados, deu- das infinitas que tenemos con Él. Nos ofrece su misericordia para que también nosotros podamos ser misericordiosos con los demás. El perdón es una característica del amor perfecto de Dios a los hombres. Pero Él necesita de nosotros para que su misericordia llegue a la gente. Quiere que nosotros seamos instrumentos de su perdón. Quiere mostrarles a los hombres su perdón a través de nosotros. Cuando nos invita a amar como Él mismo nos ama, también se refiere al perdón. El perdón es la perfección de la caridad.

Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar? Con esta respuesta Jesús no nos dice que perdonar sea fácil, sino que es un requisito absolutamente indispensable para nuestra vida. Podríamos decir que es un mandamiento, porque nos dice ¡perdona! De otra forma el corazón se encuentra como una ciudad asediada por el enemigo, la caridad rodeada por el odio y el progreso espiritual sumergido en un pozo profundo.

Nuestro corazón debe ser un castillo donde sólo reine Dios. Él es amor, como dice san Juan en su primera epístola, y como tal aborrece el odio. Si, por el contrario, permitimos entrar al odio en nuestro corazón, Cristo abandonará el sitio

que estaba ocupando dentro de nosotros porque no puede ser amigo de quien odia. Por este motivo debemos trabajar en amar en lugar de odiar, comprender en lugar de pensar mal, perdonar en lugar de buscar la venganza.

Odiando, matamos nuestra alma. El deseo de venganza significa que se quiere superar al otro en hacer el mal y esto en vez de sanar la situación la empeora. Pidamos a Cristo la gracia de contar con un corazón como el suyo que sepa amar y perdonar a pesar de las grandes o pequeñas dificultades de la vida.

4. Coloquémonos en camino (Desarrollo pedagógico del tema).

Hagamos este ejercicio práctico para que tengamos el valor y la fuerza de perdonar:

1. Escribe en una hoja de papel el nombre de la persona que quieres perdonar y escribe lo que sucedió con ella.

2. En otra hoja escribe todos los aspectos positivos que consideres que te dejó esa persona. Recuerda que sí existen, sólo debes dejar a un lado tu rencor y buscar dentro de tus pensamientos.

3. Analiza ambos aspectos, los negativos y los positivos y descubre si realmente valió la pena que lo negativo te afectara.

4. A modo de meditación escribe y luego repite:

“Yo (tu nombre) comprendo la situación que tú y yo pasamos, la cual hizo que nos alejáramos, pero entiendo que todo sucede por una razón y esto me dejó un gran aprendizaje que agradezco.

Dejo ir todas las emociones negativas que siento hacia ti y te perdono. Entiendo que no estabas en el mejor momento y por eso sucedieron, así las cosas, pero te agradezco todo lo que me enseñaste. Gracias, te dejo ir y permito que mi corazón se abra para no guardar rencores hacia ti. Te perdono, gracias, te quiero y dejo ir mis sentimientos negativos hacia ti…”

Visualiza que estás con esa persona y que ella te escucha con atención y sonríe ante lo que le dices. Si gustas puedes cerrar los ojos para que te concentres más.

Para cerrar, ahora invierte los papeles y visualiza que la persona hace lo mismo contigo.

Puedes quemar las hojas de papel a modo de liberación o también puedes guardarlas para recordarte constantemente el ejercicio. Tú decides.

5. ¿Dónde está tu paz?

(Momento para realizar aportes y trabajo grupal).

Se motiva para que dos o tres personas den el testimonio de su experiencia de haber perdonado y de sentirse reconciliado con el prójimo.

6. Momento misionero

Haremos el siguiente propósito: Hoy perdonaré de todo corazón a aquella persona que no he sabido perdonar o a quien hoy me pueda dar un disgusto.

7. Oración por la paz de San Juan Pablo II

Oh, Dios, Creador del universo, que extiendes tu preocupación paternal sobre cada criatura y que guías los eventos de la historia a la meta de la salvación; nosotros reconocemos tu amor paternal que a pesar de la resistencia de la humanidad y, en un mundo dividido por la disputa y la discordia, Tú nos haces preparar para la reconciliación. Renueva en nosotros las maravillas de tu misericordia; envía tu Espíritu sobre nosotros, para que él pueda obrar en la intimidad de nuestros corazones; para que los enemigos puedan empezar a dialogar; para que los adversarios puedan estrecharse las manos; y para que las personas puedan encontrar entre sí la armonía. Para que todos puedan comprometerse en la búsqueda sincera por la verdadera paz; para que se eliminen todas las disputas, para que la caridad supere el odio, para que el perdón venza el deseo de venganza.

Amén.

4 JUEVES 7 DE SEPTIEMBRE

Tema: Seamos custodios de la Creación

1. Acogida

(Se da la bienvenida a cada uno de los participantes).

La Semana por la Paz, es una oportunidad que nos brinda nuestra Iglesia Católica, para profundizar en la importancia de trabajar juntos, unidos como un solo pueblo por la construcción de este don tan necesario como lo es la paz. Todos tenemos una gran responsabilidad y algo que aportar. Nadie puede sentirse indiferente o desentendido, porque la verdadera paz se hace entre todos y también con esta casa común, es decir, con el medio ambiente.

2. Momento de Reconciliación y paz

(Se hace un momento de perdón iluminados por la oración).

Semana por la Paz

Oración por nuestra tierra (del Papa Francisco en la Encíclica «Laudato Si´»).

Dios omnipotente, que estás presente en todo el universo y en la más pequeña de tus criaturas, Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe, derrama en nosotros la fuerza de tu amor para que cuidemos la vida y la belleza.

Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas sin dañar a nadie.

Dios de los pobres, ayúdanos a rescatar a los abandonados y olvidados de esta tierra que tanto valen a tus ojos.

Sana nuestras vidas, para que seamos protectores del mundo y no depredadores, para que sembremos hermosura y no contaminación y destrucción. Toca los corazones de los que buscan sólo beneficios a costa de los pobres y de la tierra.

Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa, a contemplar admirados, a reconocer que estamos profundamente unidos con todas las criaturas en nuestro camino hacia tu luz infinita.

Gracias porque estás con nosotros todos los días.

Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha por la justicia, el amor y la paz. Amén.

3. Él es nuestra paz

(Momento bíblico que ilumina el tema del encuentro. Se propone una breve Lectio Divina, para escuchar la voz de Dios).

“Cuidar el mundo que nos rodea y contiene es cuidarnos a nosotros mismos. Pero necesitamos constituirnos en un ‘nosotros’ que habita la casa común”. Fratelli Tutti N° 17. (Papa Francisco).

Los dramáticos efectos del cambio climático, siguen en aumento, causados por terremotos, tsunamis, ciclones tropicales e inundaciones, así como, el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, continúan aumentando y hoy son un 50% superior al nivel de 1990. Además, el calentamiento global está provocando cambios duraderos en el sistema climático, cuyas consecuencias pueden ser irreversibles si no se toman medidas urgentes ahora.

La situación actual a la que hemos llegado de degrado ambiental está conectada con el degrado humano, ético y social. Cada día corroboramos que el sistema económico actual es insostenible, lo cual nos lleva a reflexionar: Cómo producimos, cómo consumimos, la visión a corto plazo, la explotación de los pobres, la indiferencia hacia ellos, el aumento de las desigualdades y la dependencia de las fuentes de energía nocivas. (mensaje del Papa Francisco a la ONU- 2019).

Se hace urgente abordar una civilización en favor del bien común, pensarnos en una verdadera ecología integral, para combatir la pobreza, devolver la dignidad a los excluidos y, al mismo tiempo, conservar y proteger la Casa Común. Todos tenemos un papel que jugar para afrontar los efectos del cambio climático que nos invita a pensar sobre:

¿Cómo son nuestros patrones de producción y consumo?, ¿Cómo contribuimos a la equidad y la igualdad en nuestras comunidades?, ¿Cómo logramos que nuestros territorios sean catalizadores de bienestar social, ambiental y económico en estos tiempos? La respuesta - solución está en cada uno de nosotros, a través del compromiso en todos los niveles para transformar nuestros hábitos y formas de actuar.

Texto bíblico: Gn 1, 28 - 31. (Buscar en la Sagrada Escritura).

(compromiso que cada uno debe asumir y la tarea que nos deja el encuentro).

4. Coloquémonos en camino (Desarrollo pedagógico del tema).

En pequeños grupos leerán estas diez frases del Papa Francisco en carta encíclica Laudato Si, y sacarán dos conclusiones de cómo llevar a la práctica lo que nos dice el Santo Padre.

1. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes.

2. Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf.Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura.

3. Los aportes de los Papas recogen la reflexión de innumerables científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales que enriquecieron el pensamiento de la Iglesia sobre estas cuestiones. Pero no podemos ignorar que, también fuera de la Iglesia Católica, otras Iglesias y Comunidades cristianas – como también otras religiones – han desarrollado una amplia preocupación y una valiosa reflexión sobre estos temas que nos preocupan a todos.

4. Creo que San Francisco de Asís es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad. Es el santo patrono de todos los que estudian y trabajan en torno a la ecología, amado también por muchos que no son cristianos.

5. El desafío urgente de proteger nuestra Casa Común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar.

6. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra Casa Común.

7. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos.

8. Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos.

9. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva.

10. Todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus iniciativas y sus capacidades.

5. ¿Dónde está tu paz?

(Momento para realizar aportes y trabajo grupal).

Luego se hará la socialización de lo compartido en los grupos.

6. Momento misionero (compromiso que cada uno debe asumir y la tarea que nos deja el encuentro).

Como compromiso de este día te invitamos para que tengas un gesto de amor con el medio ambiente, que puede ser: Sembrar un árbol, hacer una campaña de aseo, aprender sobre el manejo y disposición de las basuras para ponerlo en práctica en casa, hacer el propósito de ahorrar agua en sus casas, etc.

7. Oración por la Paz.

Oración del Papa Francisco por la paz

Señor Jesús, adoramos tu cruz, que nos libra del pecado, origen de toda división y de todo mal; anunciamos tu resurrección, que rescata al hombre de la esclavitud del fracaso y de la muerte; esperamos tu venida gloriosa, que realiza el cumplimiento de tu reino de justicia, de gozo y de paz.

Señor Jesús, por tu gloriosa pasión, vence la dureza de los corazones, prisioneros del odio y del egoísmo; por el poder de tu resurrección, arranca de su condición a las víctimas de la injusticia y de la opresión; por la fidelidad de tu venida, confunde a la cultura de la muerte y haz brillar el triunfo de la vida.

Señor Jesús, une a tu cruz los sufrimientos de tantas víctimas inocentes: los niños, los ancianos, los cristianos perseguidos; envuelve con la luz de la Pascua a quienes se encuentran profundamente heridos:

las personas abusadas, despojadas de su libertad y dignidad; haz experimentar la estabilidad de tu reino a quienes viven en la incertidumbre:

Los exiliados, los refugiados y quienes han perdido el gusto por la vida. Señor Jesús, extiende la sombra de tu cruz sobre los pueblos en guerra: que aprendan el camino de la reconciliación, del diálogo y del perdón; haz experimentar el gozo de tu resurrección a los pueblos desfallecidos por las bombas:

Arranca de la devastación a Irak y Siria; reúne bajo la dulzura de tu realeza a tus hijos dispersos: Sostén a los cristianos de la diáspora y concédeles la unidad de la fe y del amor.

Virgen María, reina de la paz, tú que estuviste al pie de la cruz, alcánzanos de tu Hijo el perdón de nuestros pecados; tú que nunca dudaste de la victoria de la resurrección, sostén nuestra fe y nuestra esperanza; tú que has sido constituida reina en la gloria, enséñanos la majestad del servicio y la gloria del amor.

Amén.

DIOCESANA

Iglesia diocesana de Cúcuta, bendecid al Señor

Celebracion de la Fiesta Diocesana en las Comunidades Eclesiales Misioneras

futuro más humano y cristiano, en comunión de vida y amor con los hermanos.

Canto: Demos gracias al Señor demos gracias, demos gracias al Señor.

Lector: De la misma manera, agradecemos el proceso evangelizador de nuestra Iglesia Particular, oportunidad y método para llegar a todos. En este vemos la inspiración del Espíritu para estos tiempos nuevos que nos ha tocado vivir. Él nos muestra que es necesario hacer una relectura de la misma historia para hacer una iluminación de la realidad, desde la Palabra y la vivencia sacramental. Porque solo en el encuentro con Jesucristo, el hombre logra penetrar lo más íntimo de su ser, para transformarlo y ser discípulo misionero.

Canto: Demos gracias al Señor demos gracias, demos gracias al Señor.

PRESENTACIÓN DEL LEMA

Caminemos juntos, como Iglesia Diocesana: En este mes de agosto celebramos el aniversario número 67 de la creación de nuestra Diócesis de Cúcuta, por esto nos llenamos de gozo y de gratitud porque este ha sido un caminar juntos de obispos, sacerdotes, y fieles laicos; por eso nos sentimos orgullosos de pertenecer a una Iglesia viva y dinámica. No estamos solos, el Señor ha estado y estará con nosotros todos los días hasta el fin del mundo y la mejor manera de dar testimonio de Iglesia es caminando juntos.

ILUMINACIÓN BÍBLICA

Hch 2,44-47

PRIMER MOMENTO

Canto: A edificar la Iglesia del Señor.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN INICIAL (Uno de los participantes lee y los demás se unen cantando).

Oración en el proceso de renovación diocesana, hacia la Iglesia que todos queremos ser. Es así que, de la mano de Jesucristo, eje central de nuestra historia, nos lanzamos hacia el futuro para seguir creciendo y madurando en la fe. De tal manera, que todas las acciones pastorales hagan aparecer el rostro amoroso del Padre en la persona predilecta de su Hijo

Canto: Demos gracias al Señor demos gracias, demos gracias al Señor.

Lector: La “Diócesis de Cúcuta, red de comunidades, evangelizadas y evangelizadoras”, exulta de gozo y alegría al sentir que Dios la ha acompañado en su historia, tras su peregrinación por más de sesenta años en tierras nortesantandereanas. Es por eso que, reconoce que la presencia del Dios vivo, la guía y la orienta por senderos de nuevos aires,

Canto: Demos gracias al Señor demos gracias, demos gracias al Señor.

Lector: En consecuencia, desbordamos de alegría y reconocemos las maravillas de Dios, e igualmente agradecemos su gracia y su poder para con nosotros. Pues, al hacer memoria del pasado, hacemos fuerza en la vivencia del presente y anhelamos construir el

Lector: En consecuencia, haremos que nuestras familias, grupos eclesiales, sectores, parroquias y Diócesis, se renueven a la luz del Evangelio. Todos: “Bendito el Señor, alabado, glorioso y ensalzado por los siglos”. Conscientes de que la gracia de Dios acompaña nuestro caminar y que seguimos siendo enviados para que con el poder de Cristo enfrentemos nuevos retos y desafíos, somos enviados a vivir la Fiesta Diocesana en las estructuras pastorales para que su eficacia alcance a todos. En consecuencia, haremos que nuestras familias, grupos eclesiales, sectores, parroquias y Diócesis, se renueven a la luz del Evangelio.

Canto: Demos gracias al Señor demos gracias, demos gracias al Señor.

Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones. El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales. Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; vendían sus posesiones y sus bienes y repartían el precio entre todos, según la necesidad de cada uno. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu, partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo. El Señor agregaba cada día a la comunidad a los que se habían de salvar. Palabra de Dios.

REFLEXIÓN: (El moderador organiza los participantes en grupos y a cada grupo le entrega un papel con el texto bíblico para que todos lo reflexionen y después de un tiempo prudente se hace un ejercicio de escucha a cada respuesta).

SEGUNDO MOMENTO

(El moderador organiza un cuestionario con distintas preguntas que hagan referencia a la vida, diocesana, parroquial y del PEIP de una manera didáctica las hace al participante ya sea en grupo o individualmente y a la persona o grupo que más respuestas positivas tenga le da un premio esto permitirá a los fieles conocer más las realidades de nuestra Iglesia Particular).

TERCER MOMENTO

(El moderador busca la manera de organizar un compartir o refrigerio la idea es que cada uno de los participantes lleve algo y lo ponga en común para el deleite de todos).

Por: Pbro.

La identidad y la vocación del catequista

El catequista es un cristiano que recibe un llamado particular de Dios, aceptado en la fe, ese llamado lo capacita para el servicio de la transmisión de la fe y para la tarea de iniciar en la vida cristiana. Las causas inmediatas para que un catequista sea llamado a servir a la Palabra de Dios son muy variadas, pero todas son mediaciones que Dios, a través de la Iglesia, usa para llamar a su servicio.

Para este llamado, el catequista participa de la misión de Jesús que conduce a sus discípulos a la relación filial con el Padre. Sin embargo, el verdadero protagonista de toda auténtica catequesis es el Espíritu Santo que, mediante la profunda unión nacida del catequista con Jesucristo, hace que los esfuerzos humanos sean efectivos en la actividad de la catequesis. Dicha actividad tiene lugar dentro de la Iglesia: El catequista es testigo de su Tradición viva y mediadora que facilita la inserción de los nuevos discípulos de Cristo en el cuerpo eclesial.

En virtud de la fe y de la unción bautismal, en colaboración con el Magisterio de Cristo y como servidor de la acción del Espíritu Santo, el catequista es:

a. Testigo de la fe y custodio de la memoria de Dios; al experimentar la bondad y la verdad del Evangelio en su encuentro con la persona de Jesús, el catequista guarda, nutre y da testimonio de la nueva vida que se deriva de Él y se convierte en un signo para los demás. La fe contiene la memoria de la historia de Dios con las personas. Custodiar esta memoria, despertarla en los demás y ponerla al servicio del anuncio es la vocación específica del catequista. El testimonio de la vida es necesario para la credibilidad de la misión. Reconociendo sus debilidades ante la misericordia de Dios, el catequista nunca deja de ser el signo de la esperanza para sus hermanos.

b. Maestro y mistagogo que in-

El perfil del catequista

e. Velar para que los catequistas estén debidamente preparados para su tarea, de tal manera que conozcan totalmente la doctrina de la Iglesia y aprendan técnica y prácticamente las leyes sicológicas y las disciplinas pedagógicas.

f. Revisar cuidadosamente la calidad de los textos y las herramientas para la catequesis.

El presbítero en la catequesis

troduce al misterio de Dios, revelado en la Pascua de Cristo; como ícono de Jesús maestro, el catequista tiene la doble tarea de transmitir el contenido de la fe y conducir al misterio de la fe misma. El catequista está llamado a comunicar la verdad sobre el hombre y sobre su vocación suprema, abriendo al conocimiento de Cristo y, al mismo tiempo, introduciendo en las diversas dimensiones de la vida cristiana, enseñando los misterios de la salvación contenidos en el depósito de la fe y celebrados en la liturgia de la Iglesia.

c. Acompañante y educador de los que le confió la Iglesia; el catequista es experto en el arte del acompañamiento, tiene habilidades educativas, sabe escuchar y entrar en las dinámicas de la maduración humana, se hace compañero de viaje con paciencia y con sentido de gradualidad, con docilidad a la acción del Espíritu, en un proceso de formación, ayuda a los hermanos a madurar en la vida cristiana y a caminar hacia Dios.

El catequista, experto en humanidad, conoce las alegrías y las esperanzas del hombre, sus tristezas y angustias (Cf. GS 1) y sabe cómo relacionarlas con el Evangelio de Jesús. El Obispo es el primer predicador del Evangelio con la palabra y el testimo-

nio de vida y, como principal responsable de la catequesis de la Diócesis, tiene la función principal, junto con la predicación, de promover la catequesis y preparar sus diversas formas necesarias para los fieles siguiendo los principios y directrices emitidas por la Sede Apostólica. El Obispo, además de la valiosa colaboración de las oficinas diocesanas, puede contar con la ayuda de expertos en teología, en catequética y en ciencias humanas, así como de centros de formación e investigación en el campo de la catequesis. La preocupación del Obispo por la actividad de la catequesis lo invita a:

a. Cuidar por la catequesis que directamente tiene que ver con la transmisión del Evangelio y con la custodia del depósito de la fe.

b. Asegurar la inculturación de la fe en el territorio dando prioridad a una catequesis eficaz.

c. Elaborar un proyecto global de catequesis que esté al servicio de las necesidades del pueblo de Dios y en armonía con los planes pastorales diocesanos y las directrices de la Conferencia Episcopal.

d. Suscitar y sostener una auténtica pasión por la catequesis, una pasión que se encarne en una organización adecuada y efectiva, que ponga en acción las personas, los medios, las herramientas y también los recursos necesarios.

El presbítero, como primer colaborador del Obispo y por su mandato, como educador en la fe, tiene la responsabilidad de animar, coordinar y dirigir la actividad catequística de la comunidad que se le ha confiado. La referencia al magisterio del obispo en el único presbiterio diocesano y la obediencia a las orientaciones que cada pastor y las Conferencias episcopales emanan en materia de catequesis para el bien de los fieles, son para el sacerdote elementos que ha de valorar en la acción catequística. Los sacerdotes pues, disciernen y promueven la vocación y el servicio de los catequistas.

Los laicos catequistas

Los laicos a través de su inserción en el mundo ofrecen un valioso servicio a la evangelización: Su propia manera de vivir como discípulos de Cristo es una forma de proclamación del Evangelio. Comparten todas las formas de compromiso con otras personas, impregnando las realidades temporales con el Espíritu del Evangelio: la evangelización realizada por ellos «adquiere una nota específica y una peculiar eficacia por el hecho de que se realiza dentro de las comunes condiciones de la vida en el mundo» (LG 35). Los laicos, que dan testimonio del Evangelio en diferentes contextos, tienen la oportunidad de interpretar los hechos de la vida de una manera creyente, de hablar de Cristo y de los valores cristianos, de dar razones de sus elecciones. Esta catequesis, por así decirlo, espontánea y ocasional, es de gran importancia porque está relacionada inmediatamente con el testimonio de la vida.

Jesús Alonso Rodríguez Veloza, Vicario parroquial de San Antonio de Padua - Cúcuta. Colaborador CCDC.

Tomado del Directorio para la Catequesis, 23 de marzo de 2020, Capítulo III. Descargue material para la celebración de la fiesta del catequista en http://diocesisdecucuta.com/diocesis2/

El Obispo es el primer catequista

“El catequista participa de la misión de Jesús que conduce a sus discípulos a la relación filial con el Padre”.

Papa San Pío X, patrono de los catequistas

La misión del cristiano en el mundo

Por: Sem. Johan Camilo Bernal Paba

Sabían que los cristianos tenemos una misión muy especial que Jesús nos dejó ¿ ?

Pues si, el Señor en el Evangelio de san Juan nos deja un mandamiento muy especial “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros.” (Jn 13, 34). Por eso es importante que seamos todos capaces de aceptar las dificultades o aquello que no nos gusta de la otra persona.

Imaginemos queridos niños un mundo donde no existan pe-

leas, donde la guerra no exista. Pues aunque suene un lugar imposible, ¿Qué tal si empezamos con lo más pequeño? Con nuestra propia vida.

Quisiera proponerles un reto: Tratemos durante estas dos semanas no pelear con nuestros familiares, ni con nuestros amigos, ni con nuestros compañeros de la escuela. Prácticamente ejecutar esa misión que el Señor nos dejó, amar a los otros.

Ya pepito aceptó el reto, ahora nosotros juntos debemos comprometernos a amar a nuestro hermano.

La Liturgia de las Horas preparación para la Eucaristía

“La celebración eucarística halla una preparación magnífica en la Liturgia de las Horas, ya que esta suscita y acrecienta muy bien las disposiciones que son necesarias para celebrar la Eucaristía, como la fe, la esperanza, la caridad, la devoción y el espíritu de sacrificio” (OGLH 12).

Podemos decir, por tanto, que la Liturgia de las Horas es plegaria e iniciación a la plegaria. Tiene también un fin pedagógico y educativo. Es por esto, que haría bien si al menos en las grandes solemnidades o días de precepto, se invitara a los files a la oración litúrgica antes de la Eucaristía. Laudes antes de la Eucaristía de la mañana o vísperas en el caso de la celebración de la tarde.

Los salmos cuando se rezan con la intención del salmista y como preparación para el gran Banquete del Señor, llevan al cristiano al encuentro con Jesús presente y vivificante, alma y corazón de los mismos textos bíblicos.

Meditemos:

¿Qué inspiración nos da este episodio de la relación entre la mujer cananea y Jesús en nuestra vida cotidiana, en la familia, en el trabajo, en nuestro servicio?

La liturgia nos ofrece celebraciones y momentos “fuertes” a lo largo del año: ¿Cuánto sabemos valorar y alegrarnos por ello?

Caminemos juntos,

participemos en la liturgia

Dios viene a nosotros, pero no siempre vamos a su encuentro. Se manifiesta de muchas maneras diferentes, pero no siempre es reconocido y acogido por su pueblo. A veces, sin embargo, es recibido en lugares y formas sorprendentes. En el Evangelio de este domingo vemos a Jesús partiendo hacia un lugar inesperado: La región entre Tiro y Sidón, habitada por paganos. Su llegada

no pasa desapercibida: va a su encuentro una mujer cananea, que no pertenecía al pueblo elegido; esta mujer implora la misericordia de Jesús, clama que la ayude y, sobre todo, no se rinde.

Domingo XX del del Tiempo Ordinario (Mt 15,21-28)

Mujer, ¡grande es tu fe!

La mujer de las migajas, la pagana cananea, sorprende y convierte a Jesús: Lo hace pasar de maestro de Israel a pastor de todos los dolores del mundo. La primera de sus tres palabras es una oración, la más evangélica, un grito: Kyrie eleyson, ten piedad, Señor, de mí y de mi hija. Y Jesús ni siquiera le dice una palabra.

Pero la madre no se rinde, se une al grupo y repite su dolor. Hasta que provoca una respuesta que puede parecer brusca: He venido por los de Israel, y no por ti. Frágil pero indomable, no se rinde; como toda verdadera madre piensa en su

hijita, y de su corazón brota la segunda oración: “¡Señor, ayúdame!

Y Jesús le responde con dureza: No les quitas el pan a tus hijos para echárselo a los perros. Y aquí está la inteligencia de las madres, la fantasía de su amor: Es verdad, Señor, pero los perritos comen las migajas que caen de la mesa de sus amos. ¡Haz una migaja de milagro, para nosotros, los perritos del mundo! Es el punto de inflexión de la historia. Suavemente, la mujer confiesa que está allí buscando solo migajas, solo sobras, pan perdido. Poderosamente, la madre cree con todo su ser, que para el Dios de Jesús no hay niños, ni hombres, ni perros. Pero sólo

hambre y criaturas que saciar; que el Dios de Jesús está más atento al dolor de sus hijos que a su fe, que prefiere su felicidad a la fidelidad. Jesús está como golpeado por ella, se conmueve: ¡Mujer, grande es tu fe! La que no va al templo, la que no lee las escrituras, la que ora a los ídolos cananeos, ella es proclamada una mujer de gran fe.

Todavía hoy es así, hay mucha fe en la tierra, dentro y fuera de las Iglesias, porque es grande el número de madres en el mundo que no conocen al creador, pero saben que Dios tiene un corazón de madre, y que misteriosamente han capturado y conservado un fragmento de él.

Domingo XXI del Tiempo Ordinario, (Mt 16,13-20)

Tú eres Pedro y sobre esta roca edificaré mi Iglesia

Cada año con un evangelista diferente la liturgia vuelve a hacer la hermosa pregunta de Jesús, ¿quién decís que soy yo? Comienza con un «pero», un adversario, casi en contra de lo que dice la gente, porque no se cree de oídas, ni por tradición ni para alinearse con la mayoría.

Jesús no necesita la respuesta de los doce, y menos la nuestra para saber si es mejor que los demás profetas, sino saber si estamos enamorados, si le hemos abierto el corazón. Nuestro corazón puede ser la cuna o la tumba de Dios. La respuesta de Pedro tiene dos mo-

mentos: Tú eres el Mesías, eres la mano de Dios, su caricia, su proyecto de libertad. Luego añade: Tú eres el hijo del Dios viviente. El que mantiene viva la vida, el milagro que la hace florecer, fuente de donde brota la vida poderosa, inagotable e ilimitada.

Bienaventurado eres, Simón Pedro, bienaventurados también nosotros si guardamos y manifestamos su confesión de fe: “Tu eres el hijo del Dios vivo”.

Lo que atarás, lo que desatarás... No se trata del poder de absolver o excomulgar a las personas, sino de la revelación de que en nosotros el cielo y la tierra se abrazan. Jesús no vino a establecer otros pode-

res, sino que invirtió el sistema de poder, en uno de servicio. No trae un poder, sino una posibilidad: convertirse en una presencia transfiguradora, incluso en las experiencias más escandalosas, más impuras, más alteradas del hombre. Haciendo cosas que sólo Dios sabe hacer: Perdonar a los enemigos, transfigurar el dolor, identificarse con los demás, vivir una vida hecha donación, gestos que llevan dentro la eternidad. Un poder transfigurador que trae a Dios al mundo, y el mundo a Dios, que puede hacer de cada uno de nosotros una pequeña piedra sobre la cual construir una porción del mundo nuevo.

Por: Seminarista Luis Francisco Salazar Cucaita, estudiante de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma).

FIESTA DIOCESANA 2023

Iglesia diocesana de Cúcuta, bendecid al Señor

Fiesta Diocesana en las comunidades eclesiales misioneras o sectores - 22 de agosto

Fiesta Diocesana con los animadores de la evangelización en las parroquias.

Expoparroquia - 24 de agosto

Fiesta Diocesana en los decanatos - 25 de agosto

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