Edición 955

Págs. 8-9

Vea también

Pág. 2

Editorial - “Reciban el Espíritu Santo” (Jn 21, 22).

Pág. 7

María, modelo de virtudes para imitar.

Pág. 11

Jesús el Cristo: Asciende al cielo y está sentado a la derecha del padre.

Pág. 13

Mensaje del Santo Padre Francisco para la 58º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

“Reciban el Espíritu Santo”

(Jn 21, 22)

Avanzamos en este Tiempo Pascual con Jesucristo Resucitado al centro de nuestra vida y preparándonos para recibir el don del Espíritu Santo, el próximo domingo en la Solemnidad de Pentecostés, cuando los apóstoles reunidos recibieron esa gracia que viene de lo alto. El Espíritu Santo abre el camino de la Iglesia dándole vitalidad y fortaleza para ir en salida misionera al anuncio gozoso del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Así lo expresa Aparecida cuando afirma: “A partir de Pentecostés, la Iglesia experimenta de inmediato fecundas irrupciones del Espíritu, vitalidad divina que se expresa en diversos dones, carismas y variados oficios que edifican la Iglesia y sirven a la evangelización” (Documento de Aparecida 150).

En el proceso de evangelización de nuestra Diócesis estamos comprometidos con la salida misionera, siguiendo el mandato del Señor “Vayan y hagan discípulos de todos los pueblos y bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a poner por obra todo lo que les he mandado” (Mt 28, 19-20), con la certeza que el Espíritu Santo está con nosotros porque es el alma de la Iglesia, tal como lo enseña san Pablo VI: “Gracias al apoyo del Espíritu Santo, la Iglesia crece. Él es el alma de esta Iglesia. Él es quien explica a los fieles el sentido profundo de las enseñanzas de

Jesús y su misterio. Él es quien, hoy igual que en los comienzos de la Iglesia actúa en cada evan gelizador que se deja poseer y conducir por Él, y pone en los labios las palabras que por sí solo no podría hallar, predisponiendo también el alma del que escucha para hacerla abierta y acogedora de la Buena Nueva y del reino anunciado” (Evangeli Nuntiandi 75).

Con esta certeza en tendemos que la obra evangelizadora no es nuestra, somos ins trumentos dóciles del Señor, elegidos por Él para la ma ravillosa tarea de la evangelización, que recibimos el don del Espíritu Santo, quien pondrá en nuestros labios las palabras adecuadas, que lleven a muchos al encuentro con Jesucristo Resucitado, sin pretender obtener resultados para nuestro beneficio y vanagloria personal, porque es ese mismo Espíritu quien ayuda a quien escucha el anuncio para que abra su corazón y acoja la Buena noticia del Evangelio. Así lo ratifica san Pablo VI cuando enseña: “No habrá nunca evangelización posible sin la acción del Espíritu Santo” (EN 75).

que estamos llamados a transmitir por todas partes. Aparecida nos ha hecho conscientes del impulso misionero que nos da el Espíritu Santo “El Espíritu en la Iglesia forja misioneros decididos y valientes como Pedro y Pablo, señala los lugares que deben ser evangelizados y elige a quienes deben hacerlo” (DA 150), basta estar atentos para escuchar su voz y saber discernir lo que nos pide en cada momento de nues, para anunciar la Palabra de Dios en cada uno de los ambientes donde vivimos y nos

Con todo esto tomamos conciencia que las palabras de Jesús “reciban el Espíritu Santo” (Jn 21, 22), nos invitan a acoger en nuestro corazón todos los dones del Espíritu, que no se pueden quedar enterrados en el ámbito individual, sino que tienen que estar al servicio de la comunidad, para la tarea misionera para la que estamos convocados todos los bautizados y es el Espíritu Santo quien nos anima y fortalece para esta misión en comunión con toda la Iglesia. Así nos lo ha enseñado Aparecida: “En el pueblo de Dios, la comunión y la misión están profundamente unidos entre sí. La comunión es misionera y la misión es para la comunión” (DA 163).

“El Espíritu Santo abre el camino de la Iglesia dándole vitalidad y fortaleza para ir en salida misionera al anuncio gozoso del Evangelio”.

En la misión evangelizadora nuestra condición es la de elegidos por el Señor y llamados y enviados por la Iglesia para esta tarea. De nuestra parte entregamos a Jesucristo toda nuestra vida, como la ofrenda que tenemos para que nos haga instrumentos del Evangelio

Presidente

Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta

Director

Pbro. Diego Eduardo Fonseca Pineda

En nuestra Diócesis estamos en estado permanente de misión, que se hace realidad en cada una de las parroquias, con los misioneros que han sido enviados en la asamblea diocesana del pasado mes de noviembre, para ir a las periferias físicas y existenciales de cada parroquia a convocar a los que no conocen a Jesús y darles la buena noticia del Reino de Dios. “Todos los miembros de la comunidad parroquial son responsables de la evangelización de los hombres y mujeres en cada ambiente. El Espíritu Santo, que actúa en Jesucristo, es también enviado a todos en cuanto miembros de la comunidad, porque su acción no se limita al ámbito individual, sino que abre siempre a las comunidades a la tarea misionera, así como ocurrió en Pentecostés” (DA 171).

Tel.: 607 572 4601 - Cel.: 321 473 8952

En el desarrollo de nuestro proceso de evangelización estamos haciendo profesión de fe con el Apóstol Pedro diciendo: “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29) y esto es posible vivirlo desde el corazón si estamos iluminados por el Espíritu Santo, que nos ayuda a vivir en comunión, unidos a Jesucristo resucitado que fortalece nuestra fe. Preparémonos para la Solemnidad de Pentecostés con la disposición de los apóstoles y la Santísima Virgen María, cuando estaban a la espera de esta gracia especial y abramos nuestro corazón al encuentro con Jesucristo, para ir en salida misionera a comunicar por todas partes su mensaje de salvación.

En unión de oraciones, reciban mi bendición.

Diseño y diagramación

Harold Antonio Castellanos Mojica

Fotografía CCDC / Internet

Equipo de Redacción

C.S. Laura Alejandra Tapia Hernández

Diác. Héctor Gabriel García Torres

Sem. Hernán Lizcano Sanabria

Impresión Vanguardia Liberal

Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta

San José de Cúcuta, mayo 12 de 2024

Encuentro de monaguillos de la Diócesis de Cúcuta

Durante la mañana del sábado 27 de abril, los niños, adolescentes y jóvenes que ofrecen su servicio en el altar, en las distintas comunidades de fe de la Diócesis de Cúcuta, se reunieron a partir de las 8:00 a.m. en la parroquia Nuestra Señora del Carmen (Carmelitas) para vivir un encuentro con la pastoral litúrgica, vocacional y juvenil; en el que se les invitó a ser conscientes de la importancia de servir a Dios de la mejor manera posible.

Acción misionera del Banco de Alimentos en el mes de abril

Durante las horas de la mañana del sábado 27 de abril, la Fundación Banco de Alimentos de la Diócesis de Cúcuta, en su acción misionera del mes de abril, acompañó al Centro de Bienestar del Adulto Mayor del Municipio y de la parroquia de San Cayetano. Fue un espacio de oración, integración comunitaria y compartir; en donde se contó con el apoyo de Corprodinco y el Ejército Nacional.

VI Encuentro vocacional

En la tarde del sábado 4 de mayo, se reunieron a partir de las 2:00 p.m. en el Seminario Mayor Diocesano san José, los jóvenes que realizan su proceso de discernimiento vocacional. En el encuentro se trabajó sobre las cuatro dimensiones formativas del candidato al ministerio sacerdotal, que son: dimensión humana, espiritual, académica y pastoral. En cada una de estas dimensiones de aquel, que decide responder al llamado de Dios, debe crecer con el paso de los años, para poner al servicio de las comunidades parroquiales su carisma.

Ofrezcamos de manera constante nuestra oración por los jóvenes que realizan este proceso vocacional, para que respondan fielmente al llamado de Dios.

A las 10:00 a.m. monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, celebró con los monaguillos la Sagrada Eucaristía en la que enfatizó sobre la “capacidad de escucha que se debe tener para oír la voz de Dios que nos llega de muchas maneras y la mejor forma es a través de la vida de gracia, lejos del pecado. Así se escucha más fácilmente a Dios”.

Retiros kerigmáticos con los agentes de pastoral de la vicaría san José

La comisión de espiritualidad del PEIP continúa con los retiros kerigmáticos que se están realizando a los agentes de pastoral de las parroquias de nuestra Iglesia Particular de Cúcuta.

Durante los días 26, 27 y 28 de abril, más de 60 personas que pertenecen a la vicaría san José, llegaron hasta la Casa de Retiros ‘El Tabor’, en el municipio de Chinácota, para vivir esta experiencia de encuentro con Jesucristo.

Ministros extraordinarios de la comunión reciben formación permanente

En la tarde del sábado 4 de mayo, se reunieron los ministros extraordinarios de la comunión en las vicarías de nuestra Diócesis de Cúcuta: san Pío X, en el salón de la parroquia del mismo nombre; la vicaría san José, en el auditorio de la parroquia san Antonio de Padua, y la vicaría san Luis en la Basílica Menor Nuestra Señora de Chiquinquirá. Los presbíteros que lideraron estos encuentros fueron: Clement Jaimes Sepúlveda, Richard Alexander Moreno Moreno y Rafael Darío Aparicio Rubio; quienes también presidieron la Sagrada Eucaristía

en cada comunidad de fe.

El momento formativo trató sobre las actitudes como herramientas claves para el acompañamiento a las personas vulnerables, revisando las actitudes cristianas que se deben tener al momento de visitar a los enfermos, a través de virtudes y cualidades que contribuyan a la esperanza en quienes, por la fragilidad, sufren el agobio de la enfermedad, de manera que encuentren consuelo con la presencia real de Jesús Eucaristía.

l pasado sábado 4 de mayo, monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, se reunió con los movimientos apostólicos y de espiritualidad: Lazos de Amor Mariano y la Legión de María en la parroquia san Francisco de Asís del barrio Ciudad Jardín.

Cristo

A partir de las 5:00 p.m., en el templo parroquial de esta comunidad, vivieron un momento de formación y proyección que dirigieron el presbítero Daniel Alejandro Bolívar Castaño, vicario de pastoral; el presbítero William Aguilar Vargas, vicario general; y el señor Obispo, quien también presidió la Eucaristía.

Colegio Pedagógico Nuevo Montessori (corrección de nombre)

Colegio San José de Cúcuta

Colegio Simón Bolívar (sede Hernando Acevedo)

Colegio Simón Bolívar (sede principal) Gimnasio

Colegio Cardenal Sancha

Colegio Carlos Ramírez París

Colegio Cooperativo San José de Peralta

Colegio Eustorgio Colmenares Baptista

Asamblea Bíblica

Juan el Bautista: el profeta que anuncia al Mesías

I. AMBIENTACIÓN

Es importante se ubique en el lugar central del encuentro el altar bíblico.

II. ANIMACIÓN

a. Saludo.

b. Invocación Trinitaria: en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

c. Signo: imagen de Juan el Bautista en el desierto, para colorear.

d. Dinámica: previamente se han preparado colores o marcadores de diferentes colores. Se pregunta a los asistentes: “digan quién es el personaje que aparece en el dibujo” y se solicita voluntarios que coloreen en la imagen los elementos que identifican a Juan el Bautista.

e. Repaso del encuentro anterior: al comienzo del Evangelio de Jesús, hablamos de san Marcos, quien fue discípulo de san Pablo y después de san Pedro, del que toma sus recuerdos y predicaciones para escribir su Evangelio (alrededor del año 70 d.c), dirigido a la comunidad de cristianos en Roma, provenientes en su mayoría del paganismo y quienes atravesaban en esos momentos por las grandes persecuciones del emperador Nerón. El de san Marcos es el Jesús de la Pasión: padeció, murió y, resucitó; insiste mucho en la perspectiva del sufrimiento y de la cruz, no un Jesús de triunfos humanos. Marcos quiere despertar en el lector, la misma profesión de fe que Pedro dirá (cf. Mc 8, 29).

III. TEMA DE ESTUDIO

Análisis de la realidad:

¿Cómo se puede describir a Juan el Bautista?

¿Cuál es la misión (en relación con Jesús), encomendada por el Señor a san Juan el Bautista?

Por las Sagradas Escrituras sabemos que Juan el Bautista, era el hijo de Zacarías, un sacerdote de la estirpe de Abías, e Isabel, “descendiente de Aarón” y prima de la Santísima Virgen María; “eran los dos justos ante Dios y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril” (Lc 1, 6-7). Estando Zacarías de servicio en el templo del Señor para quemar incienso, se le apareció el Arcángel Gabriel para anunciarle la concepción, nacimiento y misión de Juan (Lc 1, 13-17).

El bautismo predicado por Juan es signo de disposición a la conversión como fruto de la acción de Dios (don). El hecho de acercarse al bautismo de Juan suponía reconocer la propia condición de pecador, puesto que tal rito significaba precisamente eso: anunciaba, pues, el perdón de los pecados por la conversión del corazón, y facilitaba la remoción de los obstáculos de cada uno ante el

advenimiento del Reino (Lc 3,1014).

Juan enseña que mientras él bautiza o sumerge en agua, el Mesías bautizará o sumergirá en el Espíritu Santo, otorgando la vida de Dios y haciendo partícipe de su santidad.

La misión del discípulo es hoy como la de Juan: anunciar con voz clara y con una vida transparente que el Padre, por su Mesías, nos otorga su vida, nos hace sus hijos y nos regala la condición de hermanos al servicio de la humanidad.

IV. LECTIO DIVINA

Invocación al Espíritu Santo. Proclamación del texto: Mc 1, 1-8. Lectio divina:

LECTURA

La Palabra escuchada “Buscad leyendo”

¿Qué dice el texto?

LECTURA

Dar un tiempo suficiente para la lectura individual del texto. A continuación, se solicita cerrar sus Biblias y reconstruir entre todos, el pasaje del Evangelio, procurando hacerlo lo más fielmente y prestando atención a los detalles más significativos.

MEDITACIÓN

MEDITACIÓN

La Palabra comprendida “Hallaréis meditando”

¿Qué me dice el texto?

Dar un espacio para la reflexión personal y el encuentro con Jesucristo y el mensaje que comunica; ¿Qué actitudes del Bautista puedo hacer mías?

CONTEMPLACIÓN

CONTEMPLACIÓN

“Os abrirán contemplando”

¿A qué acción o cambio me invita el Señor en este texto?

En un momento de silencio, dialogo con el Señor.

ORACIÓN

ORACIÓN

tra fragilidad para experimentar la misericordia del perdón del Señor.

Invitar a una persona a la asamblea bíblica de mayo.

Felicidades en su fiesta patronal

Participar en la formación bíblica diocesana (sábado 8:30 a.m. Seminario Menor).

Los medios de comunicación de la Diócesis de Cúcuta, se unen con alegría en la presentación de las comunidades parroquiales, anunciando las fiestas de su santo patrono. En esta oportunidad, felicitamos de manera especial a los bautizados que se congregan en las parroquias: Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora de Fátima (Villa del Rosario) y Santa María Mazzarello les animamos para que continúen creciendo en la fe y dinamismo pastoral, de la mano de sus párrocos.

“Llamad orando”

¿Qué le respondo a Dios, basado en el texto leído?

Se invita a compartir una oración de perdón, petición o acción de gracias suscitada por el texto.

COMPROMISO

Compartir con una persona, un mensaje invitando a la reflexión sobre la necesidad de reconocer nues-

DESPEDIDA

Oración para después de leer la Biblia.

Cántico a la Virgen.

Bendición final: en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

Fundación: Febrero 25 de 1979

Fiesta: 13 de mayo

Párroco: Víctor Manuel Lazzo Serrano

Ubicación: barrio Once de Noviembre - Los Patios

NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA, VILLA DEL ROSARIO

Fundación: noviembre 1 de 2022

Fiesta: 13 de mayo

Párroco: Jhainer Said Urbina García

Ubicación: Corregimiento de Juan Frío (Villa del Rosario)

SANTA MARÍA MAZZARELLO

Fundación: octubre 18 de 2006

Fiesta: 13 de mayo

Párroco: padres Salecianos

Ubicación: barrio Los Olivos

3. Jhainer Said Urbina García

Álvaro Iván Gómez Suárez

Diócesis de Cúcuta (CCDC) ofrece el servicio

María, modelo de virtudes para imitar

Por: Sem. Emerson Alexandro

Camargo Contreras, I de discipulado

La Virgen María siempre ha sido para los creyentes modelo de santidad, de virtudes y gracia. Siendo confiada una gran misión en la historia de la Salvación: ser la Madre del Salvador. Para efectuar esta encomienda “María fue dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante”1, lo que significa que le fueron concedidas gracia abundante y muchas virtudes. El bautizado como buen cristiano está llamado a imitar a María, ya que su primera vocación es el llamado a la santidad, a la cual se llega por medio de las virtudes y la gracia.

La virtud es en parte la práctica del bien en general, por tanto, se dice que un hombre lleva a cabo la virtud cuando hace el bien bajo todas las formas; también se puede practicar la virtud en una forma particular del bien y en este sentido, que es objetivo, se distinguen virtudes como: fe, esperanza y caridad, entre otras.

La palabra virtud, viene del latín virtus, que significa fuerza. Toda virtud es una fuerza, pero no toda fuerza es una virtud. Aquí se habla de las fuerzas espirituales que hacen al hombre capaz de realizar el bien. Se dice “fuerzas espirituales” porque “la virtud hace fuertes, no a los cuerpos, sino a las almas” 2 y para ser capaces de practicar estas virtudes primero se deben conocer; por eso, aquí se explicarán algunas virtudes de la Santísima Virgen María de las cuales no se habla habitualmente.

Candor: el candor nace de la pureza; su alimento es la inocencia; es una virtud angélica que aumenta, madura y se fortalece con el sacrificio. La virtud del candor está altamente unida a la sencillez y solo la posee un alma pura. María claramente gozó de esta virtud bajada del cielo y de una manera muy especial. En María brilló el

candor inmensamente, tanto que las miradas del Eterno Padre se complacían en aquella creatura toda perfecta salida de sus manos.

Inocencia: es una virtud que acerca el alma hacia su Dios, y a Dios hacia el alma purísima que la posee. Esta virtud consiste en la limpieza total del alma y “es el nido escogido del Espíritu Santo”3. El diablo odia esta virtud tanto como puede odiar su renegrido corazón, porque la inocencia en su máximo esplendor es María, la cual nunca, ni siquiera en lo más mínimo fue ensuciada.

“La virtud es en parte la práctica del bien en general, por tanto, se dice que un hombre lleva a cabo la virtud cuando hace el bien bajo todas las formas”.

gracias que puede tener un alma, porque conduce directamente al cielo. El alma que es recta, posee la paz del Espíritu Santo y es feliz. La Virgen María disfrutó de esta gran virtud y la manifestó en muchas ocasiones, en especial cuando dijo su “Sí” a la gran misión que el Señor le encomendó, inclinándose vigorosamente a lo perfecto.

da Dios, porque solo él la posee infinitamente, el hombre solo conoce una parte de ella. La gracia da vida a todas las virtudes, sin la gracia los actos del hombre no merecen, por más meritorios que sean.

Prudencia: es la virtud que dispone el espíritu a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios para realizarlo4. En palabras de Santo Tomás la prudencia “es la regla recta de la acción”, esta virtud debe acompañar todos los actos, ya que conduce las otras virtudes indicándoles regla y medida, pero tristemente es muy rara el alma que la posee. María fue prudente durante toda su vida, pero su prudencia resplandeció de una manera muy especial en la Anunciación. La joven virgen se turba ante las palabras del ángel y se pregunta qué significaría ese saludo; busca reflexionar y entender bien lo que le sucede en el presente; quiere investigar y deliberar. Dice san Pedro Crisólogo “reflexionar es propio de espíritus muy ponderados”. Así pues, debemos imitar a María también en esta virtud, ya que la prudencia es la sal de todas las virtudes.

Rectitud: es la inclinación vigorosa y continua a todo lo bueno, y más aún a lo perfecto, sin tender a ningún extremo, porque se apoya en la anteriormente conocida prudencia. Esta es como una brújula, que continuamente lleva a Dios, es también una gracia y no de las más simples, es de las más grandes

En la Anunciación el ángel Gabriel la saluda a María como “llena de gracia” y en efecto, debía estar poseída por la gracia de Dios para poder dar el establecimiento libre de su fe a este anuncio de su vocación. Y en este apartado, hablando de la gracia es importante saber que es también una virtud y más aún, la madre de todas las virtudes, porque sin la gracia no hay humildad, ni ninguna otra virtud. La gracia solo la

María recibió más gracia que ningún alma, por esto, es necesario que como cristianos imitemos a esta gran mujer, atesorada con cada virtud existente; para dejarnos llenar de la esencia de Dios, que es la gracia; para atraer las miradas del Eterno Padre y para llegar a hacernos almas propias de Cristo Resucitado, alcanzando el foco de todas las virtudes, que es la santidad, cumpliendo nuestra misión y nuestro fin último, que es: ¡llegar al cielo!

1.C.E.C.n 490 2. “De las virtudes y de los vicios” (Concepción Cabrera de Armida). 3. “De las virtudes y de los vicios” 4. (Concepción Cabrera de Armida). C.E.C.n. 1806

Por: Pbro. Rafael Aparicio Rubio, estudiante de Teologia Bíblica, Pontificia Universidad Gregoriana - Roma, formador interno del Seminario Mayor San José

El Espíritu Santo es el gran Don del Padre y del Hijo, vinculo de unidad y testigo de la verdad en medio de los hombres, capaz de devolver la armonía de la fe y dinamizar el ejercicio de la caridad en medio a la comunidad de los testigos que caminan en esperanza hacia el encuentro con su Señor.

Este cuadro general, de la obra de la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, nos ofrece un marco de reflexión que puede ser profundizada utilizando algunos textos bíblicos que son propuestos esencialmente con el fin de resaltar algunas cualidades del “testigo elocuente” que lleva adelante como viento potente

La alegría del Don que

los rumbos de la barca de la Iglesia.

Una palabra puede ser dicha en relación al tiempo de la Pascua: de acuerdo a la obra del Evangelista san Lucas, el Señor Jesús Resucitado abre las mentes de los discípulos para que comprendan las Escrituras, y los introduce a la explicación de su propia obra, la cual, aunque paradójica refleja el estilo propio del Padre. “está escrito que el Cristo debía padecer y resucitar de entre los muertos …”(Lc 24, 46) no es el determinismo de una tragedia fijada de antemano, sino el rostro dramático de la dificultad que la Palabra divina toma para abrirse espacio en medio a la historia y al corazón de los humanos. Con ese es “necesa-

rio divino” que nos coloca de frente al plan salvífico de Dios que no se cansa de recoger nuestra historia y reconducirla por la vía de la vida, sacándonos de nuestros atajos que conducen a la muerte.

“Es este el gran don de Pentecostés hombres y mujeres que abren sus bocas para decir la verdad, la verdad que salva”.

El Espíritu Santo que la comunidad de los discípulos recibe en el día de pentecostés “la fuerza de lo alto” que les dona la valentía propia del Evangelio que los hace estar firmes delante a las dificultades de la existencia, y los sostiene como fuerza “humilde y suave” en la predicación de la palabra de la vida.

Lo anterior nos permite señalar que la obra del Espíritu Santo está íntimamente relacionada a la obra salvífica del Hijo que debe ser anunciada a todas las naciones empezando desde Jerusalén (cf. Lc 24, 47). Esta visión desplegada por el evangelista se une a la predicación y enseñanza del apóstol san Pablo para el cual el Espíritu es el Don por excelencia.

Antes de pensar en los dones particulares deberíamos pensar en el Don que es el Espíritu Santo el cual exorciza las parálisis de nuestros corazones y echa afuera los cálculos insanos que llenan de temor y miedo al creyente. Pudiendo unir nuestras voces a la voz del apóstol y decir con fuerza al corazón desesperanzado del cristiano de nuestro tiempo: “y ustedes no han recibido un Espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, habéis recibido un Espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡abbá, Padre! El Espíritu mismo se une a nuestro espíritu para dar testimonio que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, también somos herederos…” (Rm 8, 15-17) este texto bellísimo ilustra tal vez uno de los grandes olvidos de nuestro tiempo, en los cuales es urgente redescubrir el rostro del Padre misericordioso y asumir con valentía la “construc-

ción artesanal” de la fraternidad. Porque no lo perdamos de vista, el Espíritu Santo crea vínculos, crea lazos de libertad, crea espacios de creatividad en el bien, es el aire potente que hace vibrar las cuerdas y articular la música de la palabra que sostiene el universo.

Volviendo al evangelista Lucas es importante descubrir que es a la comunidad de los discípulos más cercanos de Jesús a la cual se les confía la misión del testimonio: “Ustedes son testigos de estas cosas” (cf. Lc 24,48 – es inevitable que no resuenen aquí esas otras palabras del evangelista Juan: “todos conocerán que son mis discípulos en una cosa: en que se tienen amor los unos a los otros” cf. Jn 13,35).

Es precisamente en este contexto de “afrontar el ser testigos” -esto es mártires de la verdad- que el Resucitado los instruye en referencia al envío de la promesa del Padre: “Ahora voy a enviar sobre ustedes la Promesa de mi Padre. De momento permanezcan en la ciudad, hasta que sean revestidos de poder desde lo alto” (cf. Lc 24,49).

Por tanto, la alegría que atraviesa la Pascua como misterio de vida

Especial que es el Espíritu Santo

insospechada se acrecienta con el don del Espíritu Santo, que llega al corazón del creyente como brisa suave de la mañana despertándolo a la vida. Al igual que al momento de la creación el viento que se cernía sobre las aguas se cierne ahora sobre los discípulos de Cristo y los dinamiza para que vayan y den testimonio de la Palabra ofreciendo su propia palabra, el relato de sus propias vidas y las obras de Dios realizadas en ellas. Al don grande que es el Espíritu se corresponde el don del otro al interno de la comunidad. Podríamos decir, Dios se hace luz y nos dona su Espíritu para que nosotros podamos ver a la cara a nuestros hermanos y conducirlos a la vida.

Podremos descubrir que lo que aparecía en el prólogo del Evangelio según san Lucas: “Aquellos que desde el principio fueron testigos oculares -y- servidores de la Palabra” (cf. Lc 1, 1-4). Esconde detrás de esa conjunción (y) toda la sorpresa y la obra del Espíritu Santo en la vida de la Iglesia. Se podría traducir: fueron testigos oculares y llegaron a ser – se convirtieron en servidores de la palabra. Es este el gran don de Pentecostés hombres y mujeres que abren sus bocas para decir la verdad, la verdad que salva. Hombres y mujeres que abren sus corazones para amar, para dejarse amar. Esto es pentecostés ofrecer las primicias de las obras buenas, ofrecer la alegría de la presencia de los hijos en medio de un mundo que renuncia a la vida.

Continuado la reflexión notamos la puesta en relato del evento de Pentecostés en el libro de los Hechos de los Apóstoles, allí el gran prota-

gonista es la Palabra y junto a ella el don del Espíritu Santo que dona la palabra, es el impulso que introduce el dinamismo en la vida eclesial, es una fe que sorpresivamente se hace narración de lo ocurrido, lectura de la historia, comprensión del sentido.

Los textos que se proponen para reflexionar son: Hch 2, 1-13; Hch 10, 44-48; Hch 19, 5-6: son por decirlo de algún modo eventos de Pentecostés que ocurren al interno del relato de los Hechos, los tres coinciden en la toma de nota del Espíritu Santo que irrumpe en medio a la comunidad reunida. En un primer momento en el tradicional texto de Pentecostés, el Espíritu irrumpe sobre todos los que estaban reunidos, es un viento fuerte y tempestivo que aterriza como fuego ardiente sobre cada uno de ellos, bellísima imagen de este aliento vital que dona la vida de gracia a los creyentes.

Habitados, llenos, colmados del Espíritu realizan como signo externo el hablar en diversas lenguas, lo que posibilita que los provenientes de diversos pueblos puedan comprender el mensaje. Vital el criterio que nos ofrece el autor de los Hechos de los Apóstoles cuando nos dice que el auténtico don del Espíritu Santo, no fractura la comunicación, sino que la instaura; no crea la élite o la secta sino la apertura de la promesa, no crea el monólogo interior sino el diálogo con el hermano, no la falsa paz, sino el desvelar las intenciones del corazón, no la presunción de la ciencia sino la caridad que edifica.

de Pentecostés se repite en casa del centurión Cornelio (cf. Hch 10) y allí, aunque si todos estaban atónitos de ver que el don del Espíritu había sido dado también a los gentiles y los oían hablar en lenguas y alabar a Dios. El testigo eclesial Pedro es capaz de leer en tal acción la obra de Dios por su pueblo.

“El Espíritu Santo que la comunidad de los discípulos recibe en el día de pentecostés “la fuerza de lo alto” que les dona la valentía propia del Evangelio”

Podremos sintetizar diciendo: el Espíritu aparece totalmente al servicio de la palabra, y se visibiliza a través de los “testigos del resucitado” Quien se abre al don de la fe ha recibido el Espíritu y es este Espíritu que lo hace testigo de Cristo, esto es: capaz de hablar de Él con una palabra hecha vida.

pues el Espíritu del Señor reposa sobre Jesús, su Mesías y este a su vez lo entrega sobre los suyos. Y tal don es desborde ilimitado de generosidad y gratuidad sobre todo mortal. Podríamos a su vez detenernos en cada uno de los dones, pero hemos preferido acentuar cuan vital es redescubrir la alegría del Don que es el Espíritu Santo.

Desde allí, este Espíritu que se abre camino en el corazón de los testigos genera en las gentes un sentimiento de perplejidad, y de estupefacción: ¿Cómo es posible que los oigamos proclamar en nuestras lenguas las maravillas de Dios? (cf. Hch 2, 11 -13). Pero la promesa no queda solo para el pueblo de Israel, tal evento

Solo ahora sería posible desplegar una lectura del modo como los textos del nuevo testamento recogen las profecías de la antigua alianza, para hacernos descubrir cómo a través del don del Espíritu Santo se realizan las promesas anunciadas para el tiempo mesiánico.

Tomarían ahora todo su valor textos como Isaías 11, 2-9; Joel 3, 1-5:

Terminaría acentuando un último detalle y aquí nos movemos al mundo del evangelista san Juan, si con el evangelista Lucas asistíamos de algún modo al proceso de la palabra en la historia de la cual nosotros estamos llamados a ser testigos y recibimos la fuerza y franqueza del Espíritu para estar firmes. En Juan, el Espíritu aparece, como el otro Abogado, el Paráclito, el que es capaz de consolar y sacar de la tristeza y lo hace enseñando todo y recordando todo (cf. Jn 14, 26). El Espíritu por tanto no introduce una nueva revelación, sino que nos conduce una y otra vez a Cristo, es la “memoria de la Iglesia”. Queriendo que el recuerdo de Pentecostés nos haga continuar clamando el don del Espíritu Santo para nuestras vidas, único capaz de devolvernos la alegría de la fe, la firmeza en la caridad y la consolación en la esperanza.

¿Y la formación a lo largo y ancho de toda la vida?

Por: : Andrés Alejandro Vargas Rubio, Coordinador de Programa de Comunicación Social a Distancia. Corporación Universitaria Minuto de Dios UNIMINUTO Rectoría Caribe. Centro Regional Barranquilla.

“Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva que nos inspire un nuevo modo de pensar y nos incite a descubrir quienes somos en una sociedad que se quiera más a sí misma...” Gabriel García Márquez.

Es común escuchar de muchas personas que nunca dejamos de aprender y que aprendemos de todo y de todos. Sin embargo, parece que es una suerte de azar, que, por las circunstancias de la vida, nos lleva a aceptar una versión de la verdad que no habíamos considerado. Pero ¿dónde queda la intención y el deseo por estudiar por el placer de conocer, reflexionar, pensar, saber y conocer cómo han pensado otros? No me refiero a lo que ocurre en la educación formal, aunque también la incluye, sino a la disposición por relacionarse con el conocimiento.

Recientemente, en las universidades, existe la preocupación que los graduados de pregrado y posgrado regresen cada cierto tiempo a sus aulas para que puedan actualizarse en las últimas tendencias de sus áreas de conocimiento, o incluso, que los adultos mayores, cansados de sus profesiones u oficios, puedan regresar a la “U” a aprender otras cosas. Se piensa en diferentes estrategias, alternativas y metodologías con las que puedan seducirlos y convencerlos, invirtiendo tiempo y recursos durante cada año para lograrlo. Para ello, sus unidades de Educación Continua han pasado a abanderar el proyecto de “educación/formación a lo largo de toda la vida”, dejando de lado los fríos y rígidos portafolios de seminarios, talleres y diplomados hechos “a la medida

de sus creadores”, y pasando a una formación a la medida de quienes quieren seguir formándose; además, la creatividad los ha llevado a conectarse con el mundo digital, ofreciendo insignias, certificaciones, lazos y demás elementos de resaltar para los perfiles en las diferentes redes laborales. No son pocas las plataformas que ofrecen contenidos educativos de excelente calidad, con procesos de curaduría muy precisos y rigurosos para garantizar esas habilidades en quienes se inscriben en sus cursos; incluso, aquellas habilidades del mundo del trabajo, han ido permeando poco a poco a las instituciones que habían desdeñado de ellas, relegándolas al banquillo de los acusados.

Aprendemos a lo largo de la vida en términos cronológicos, pero también a lo ancho en términos de existencia. El tiempo Cronos y

el tiempo Kairós. A lo largo, son los profesores, los maestros, esos que nos acompañan, los que anticipan nuestros pensamientos en los gestos que hacemos de sorpresa o desagrado son los que toman nuestra mano para caminar juntos.

Es una forma muy particular de relación con el otro; sin embargo, a lo ancho, encontramos los exámenes, las circunstancias de la vida que ponen a prueba el carácter, la templanza, nuestra dimensión ética, toda nuestra condición humana.

Lo bueno de todo esto, es que nos permite crecer y no creernos producto terminado; lo malo, los maestros no están. Para eso nos prepararon, para caminar solos en unos tramos y en otras ocasiones, tomando las manos de otros y anticipando su gesto, tal como hicieron con nosotros.

Es urgente como sociedad que aprendamos que nuestra vida se forja a lo largo de nuestras edades, pero también a lo ancho en nuestras diferentes dimensiones como seres humanos. Esa conciencia es fundamental para dejar de pensar en títulos y concentrarnos en el sentido y las fuentes que lo generan en cada uno de nosotros, que tanta falta hace. Si le hubiéramos prestado más atención a nuestros profesores, escuchando lo que estaba detrás de la explicación técnica, lo habríamos aprendido.

A los maestros y maestras que trabajan por esa formación en nuestros estudiantes, un cálido abrazo de felicitación por esa labor de educar y formar.

Cristología

Jesús el Cristo: Asciende al cielo y está sentado a la derecha del padre

Por: Pbro. Juan Carlos Ballesteros Celis, párroco de Santa Clara de Asís y miembro de la pastoral de catequesis.

En esta nueva catequesis cristológica, Jesús el Cristo, nos lleva ahora a dirigir nuestra mirada hacia los bienes del cielo, que es justamente la patria definitiva en la que estamos llamados a permanecer, como bien lo expresa san Pablo: “Si han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Aspiren a las cosas de arriba, no a las de la tierra” (Col 3, 1-2).

1. ¿En qué consiste la afirmación de que Jesús subió a los cielos?

“Con esto el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios” (Mc 16, 19). Este dato bíblico recogido en el credo, representa el instante mismo de la “entrada irreversible de su humanidad en la gloria divina, simbolizada por la nube y por el cielo, donde Él se sienta para siempre a la derecha de Dios” (CIC n° 659). La Ascensión de Jesucristo marca la entrada definitiva de la humanidad de Jesús en el dominio celeste de Dios de donde ha de volver (cf. Hch 1, 11).

Para poder afirmar lo anterior hay que tener en cuenta que, desde su resurrección hasta ese momento de su Ascensión al cielo, la gloria del Resucitado queda velada, bajo los rasgos de una humanidad ordinaria, como bien lo expresan sus mismas palabras, en el diálogo con María Magdalena: “Todavía…no he subido al Padre. Vete a donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios” (Jn 20, 17).

Solo el que “salió del Padre” puede “volver al Padre” pues “nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre” (Jn 3, 13).

2. ¿Significa la Ascensión una ausencia definitiva de Jesús en el mundo?

San Mateo termina su Evangelio con la promesa que hace Jesús a sus discípulos, justo antes de su Ascensión: “He aquí que yo estoy con ustedes, todos los días, hasta el final de los tiempos” (Mt 28, 20). Pareciera un mensaje contradictorio, si de acuerdo a los demás evangelios, Jesús después de hablarles fue elevado al cielo.

La Ascensión, para los discípulos no significa un abandono de Jesús, que se esfumó en un cielo inaccesible y lejano, sino que quedan convencidos de que se trata de la entrada de Jesús glorificado en el misterio de Dios y por tanto de una presencia nueva de Jesús, cerca de todos y en todo lugar. Jesús “no se ha marchado, sino que en virtud del mismo poder de Dios, ahora está presente junto a nosotros y por nosotros…Está presente al lado de todos y todos lo pueden invocar en todo lugar y a lo largo de la historia” (Benedicto XVI, Jesús el Cristo. T 2, pp 325 ss).

espacio” (Tomo 2, pp. 328-329).

“El Catecismo nos enseña que sentarse a la derecha del Padre significa la inauguración del reino del Mesías”.

El Catecismo nos enseña que sentarse a la derecha del Padre significa la inauguración del reino del Mesías, cumpliéndose la visión del profeta Daniel respecto del Hijo del hombre: “A él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron. Su imperio es un imperio eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás” (Dn 7, 14). A partir de este momento, los apóstoles se convirtieron en los testigos del Reino que no tendrá fin (CIC n° 664).

4. Llamados por Jesús a la casa del Padre

a seguirle, pues solo Él es el camino que conduce al Padre.

Por el bautismo, nuestra vida está escondida con Cristo (Cf. Col 3, 3) estamos “allá arriba” junto a Cristo a la derecha del Padre. Es el “ya” ofrecido como don, pero todavía no, y eso simboliza la imagen de la “nube” que oculta a Jesús en ese momento (Cf. Hch 1, 9) pues implica para el creyente, aprender a “elevarse” hacia esa nueva vida eterna, mediante un caminar junto con Cristo, entendiendo que si nos adentramos en la esencia de nuestra existencia cristiana que es el amor, entonces tocamos al Resucitado. Tomar la cruz y seguirle (Mt 16, 24) es decir un caminar junto con el crucificado, es nuestro subir para tocarlo.

5. ¡Maranathá! Ven Señor Jesús

3. ¿Qué entender por “está sentado a la derecha del Padre”?

El Papa Benedicto XVI en su libro “Jesús de Nazareth” afirma que el trono de Dios “no se trata de un lugar cósmico lejano, en que Dios habría erigido su trono y en él habría dado un puesto también a Jesús. Dios es el presupuesto y el fundamento de toda dimensión espacial existente, pero no forma parte de ella, sino que es su creador… el Jesús que se despide, entra en la comunión de vida y poder con el Dios viviente, en la situación de superioridad de Dios sobre todo

Por sí sola, la humanidad no tiene acceso a la casa del Padre, a la vida y felicidad en Dios. Solo Cristo ha podido abrir este acceso al hombre. De manera precisa lo indica Él mismo a sus discípulos cuando les dice:“Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí”(Jn 12, 32) y posteriormente afirma: “nadie va al Padre sino por mi” ( Jn 14, 6). Jesús introducido plenamente en la gloria de su divinidad, nos ha precedido como nuestra cabeza, para que podamos seguirlo posteriormente en la gloria de su Reinado e intercediendo por nosotros: “Pueda salvar perfectamente a los que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para interceder en su favor” (Hb 7, 25). Su Ascensión se configura como una invitación formal a los creyentes

Jesús se va bendiciendo: “Mientras los bendecía se separó de ellos subiendo al cielo” (Lc 24, 51) y permanece en la bendición. Sus manos quedan extendidas sobre el mundo, como un techo que nos protege, pero son al mismo tiempo un gesto de apertura que desgarra el mundo, para que el cielo penetre en él y llegue a ser en él una presencia. Esta es la razón permanente de la alegría cristiana, a imitación de la alegría de los apóstoles después de la Ascensión.

Por eso en medio de la tribulación del mal que nos asedia, le imploramos ¡Maranathá! ¡Ven Señor Jesús! Acoge nuestra vida en la presencia de tu poder bondadoso.

El padre Luis Variara, considerado leproso

Por: Hna. Martha Gutiérrez C. Hija de los Sagrados Corazones

La estadía del padre Variara como director del Oratorio en Bogotá, parecía estable. Los superiores estaban contentos, las relaciones con las autoridades eclesiásticas eran excelentes, así como con las comunidades religiosas, especialmente con los Jesuitas, y con sus mismos hermanos del Colegio León XIII. Además, era el Capellán de las Hijas de María Auxiliadora (Salesianas).

En cuanto a las hermanas hijas de los Sagrados Corazones, por él fundadas; no obstante sentir su ausencia, había posibilidad de encuentro, de breves visitas y períodos de descanso para el padre Luis; incluso las hermanas sanas, pudieron salir y llegar a la capital con confianza, había facilidad en la comunicación, en el intercambio de correspondencia y de encomiendas. El mismo padre Variara, aunque extrañaba Agua de Dios, se le veía contento y entusiasta.

Pero el detonante fue, el surgimiento de un brote que afectó la piel del buen sacerdote, lo que hizo suscitar sospechas, por lo que algunos comenzaron a evitarlo y a correr rumores de que posiblemente estaba contagiado de lepra. Por su parte el padre Luis se mostraba sereno y confiado, aún más, ni siquiera sospechaba lo que otros creían. Avisado por los mismos Salesianos, el padre Antonio Aime, superior en Colombia, que hasta el momento veía conseguido su objetivo de destacar al

padre Variara como educador, sintió una gran pena ante la posible sospecha, pero no quiso comunicarle directamente la situación que además podía traerle inconvenientes entre las personas frecuentadas por el padre Variara en Bogotá, así que le sugirió tomar unos días de descanso en Agua de Dios, comunicando previamente la situación al padre José Mármo, para entonces, director en Agua de Dios.

La noticia causó gran pena a la comunidad salesiana, pero especialmente a las hijas de los Sagrados Corazones, avisadas por la madre Ana María, a quien le fue confiada la misión de comunicarle al padre Luis, su posible enfermedad. La comunidad se organizó de manera que hubiera oración permanente ante el Santísimo, por las intenciones y salud del padre Luis; por mandato del padre Aime, se dispuso de un cuarto para el padre Variara en

había conocido la historia de muchos enfermos, conocía los síntomas y en realidad, él no padecía la lepra.

El padre Marmo, director de la obra salesiana en Agua de Dios y amigo del padre Variara debió confirmar la orden de no regresar a Bogotá. Todos veían esta decisión como una injusticia, tanto más que el mismo padre Variara, manifestaba no sentir en su cuerpo ningún síntoma que pudiera ser señal de lepra. Pero el superior insistió y el buen religioso obedeció.

el Asilo, entre los niños enfermos, separándolo de la comunidad salesiana, para “evitar el posible contagio” a los otros Salesianos.

Todos estaban expectantes ante el momento en que el padre Luis recibiera la noticia, y esto ocurrió el día de la fiesta de san Pedro y san Pablo, al medio día, mientras las hermanas estaban en la adoración ante el Santísimo. La madre Ana María, lo esperó a la entrada y le manifestó que deseaba comunicarle algo. El padre accedió a escucharla, mientras recorrían los corredores de la casa. La madre, hablaba de todo, de las hermanas, los niños, los enfermos, los salesianos, en fin... No había nada concreto.

El padre Variara se extrañaba por ese comportamiento poco habitual, pero la escuchaba atento. La madre oraba interiormente, como ella misma lo relata: “casi conteniendo la respiración por el inmenso temor y haciendo de cada palpitación del corazón una oración, me atreví a decirle lo que me habían mandado comunicarle: ‘padre, tienen fuertes sospechas de que su merced está leproso, y el padre superior quiere que no vuelva por ahora a Bogotá hasta no comprobarse plenamente si está o no enfermo de lepra’”

La respuesta del padre Variara fue sorprendente. Mientras todos habían recibido la noticia con preocupación, con pena, con dolor, él había respondido con una carcajada, que resonó en el pasillo. Con ello manifestaba con toda seguridad que no era verdad. Él

En aquellos momentos difíciles, en un acto de abandono, escribió: “... he ofrecido a Nuestro Señor aceptar completamente todo lo que él permita que me suceda. Vine al Lazareto sin sospechar la noticia que aquí me esperaba, y precisamente en este día debería regresarme a Bogotá. Todo podía imaginarme menos que me consideraran enfermo de lepra [...] al comunicarme que no puedo volver a la capital, he sentido una angustia profundísima, aunque estoy dispuesto a aceptar todo lo que Dios quiera enviarme; sin embargo, la pobre naturaleza insiste en rechazar esta dura realidad. Yo no observo en mi cuerpo ninguna señal que indique que estoy leproso, pero no me opongo a encerrarme en este lugar y a no acercarme a las personas sanas, para no infundirles terror, como normalmente sucede a los enfermos. Yo le he ofrecido todo al Sagrado Corazón, y aunque sufro muchísimo, le digo: Señor, aquí corte y hiera, con tal de que en la otra vida me conceda la gracia de la eterna felicidad en el cielo”

El padre Luis se sometió a los rigurosos y mortificantes exámenes médicos en Agua de Dios, menos uno, que requería tomar una dosis de Yoduro. La mayoría de los médicos no eran de este parecer, viéndolo innecesario y el padre director, le aconsejó no hacerlo porque era dañoso para su salud, como posteriormente fue comprobado por la ciencia médica. Esta negación disgustó al médico director del Lazareto, que al presentar los resultados escribió: “hasta ahora no consta que esté leproso”. Aun dejando esa leve duda, todos celebraron con el padre Variara que no era Leproso.

Algunos elementos usados para exámenes o desinfección (actual Museo de la Lepra).

Elementos de ortopedia en el actual museo de la Lepra en Agua de Dios.

Mensaje del Santo Padre Francisco para la 58º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales

Inteligencia artificial y sabiduría del corazón para una comunicación plenamente humana

El Papa Francisco para la 58° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, ha publicado su tradicional mensaje, en el que tiene la intención de destacar la importancia de la comunicación auténtica y significativa en un mundo caracterizado por rápidos avances tecnológicos y una amplia difusión de información a través de diversos medios, promoviendo el uso ético y responsable de estos medios, así como la importancia de utilizarlos a modo herramientas para construir puentes entre las personas.

En su mensaje el Sumo Pontífice aborda tres temáticas importantes: ‘Comenzando desde el corazón’, ‘oportunidad y peligro’ y, por último, ‘crecer en humanidad’.

En el primer tema, se expone el riesgo que se corre con los avances tecnológicos y lo poco que se trabaja en el crecimiento espiritual y en lo humano. Mostrando la sabiduría como una virtud que permite entrelazar el todo y las partes, las decisiones y sus consecuencias, las capacidades y las fragilidades, el pasado y el futuro, el yo y el nosotros. Si se omite este punto, la vida deja de tener sentido y las personas pasan a convertirse en máquinas que trabajan bajo ciertos códigos y solo se encargan de cumplir una función.

“La información no puede separarse de la relación de vivencia, ya que esto posibilita formar de manera íntegra al periodista”.

En el segundo aspecto, se abre la posibilidad de comprender las diferencias en el término inteligencia artificial (IA) y el uso que se le da a la palabra “inteligencia”. Ya que las máquinas están diseñadas para almacenar gran cantidad de datos,

los cuales dan a conocer información de épocas muy antiguas, pero son las personas, quienes se encargan de hacerla humana a través de las vivencias. El ejemplo de ello, se manifiesta en el último punto del mensaje que habla sobre el ejercicio que realizan los periodistas y el reto que tienen en la sociedad al cuestionarse el avance teórico y el modo práctico de los nuevos instrumentos de comunicación “artificiales”

El avance tecnológico no debe ser un salto al abismo comercial, sino que también debe permitir aso-

ciar a las distintas visiones e ideas existentes en la sociedad.

Concluye el mensaje con la idea que la información no puede separarse de la relación de vivencia, ya que esto posibilita formar de manera íntegra al periodista y lo hace comprender en situaciones que a veces pueden ser complejas.

El mensaje del Papa Francisco contribuye en ese aumento de la responsabilidad de la profesión y cada ser humano desarrolle la capacidad crítica, sin olvidar que las herramientas tecnológicas (IA) son solo un respaldo que se debe aprender a manejar.

Ver mensaje completo en:

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La Ascensión: vayan al mundo entero y anuncien el Evangelio

Por: Sem. Jordan Mauricio Flórez Arciniegas, II de discipulado

Queridos niños, la Ascensión del Señor Jesús es un hecho que nos tiene que llenar de alegría como hijos de Dios; Jesús sube a la derecha del Padre, pero sin antes dar instrucciones a sus discípulos después de vivir la pasión, muerte, y Resurección se glorifica en el Padre; todo esto movido por el Santo Espíritu Divino. Le indica a los suyos, que deben ir a todo el mundo y anunciar la Palabra del Señor, así como debemos hacerlo nosotros con nuestra familia y amigos.

Queridos niños debemos ser discípulos del Señor y anunciar su Palabra. La Ascensión del Señor nos enseña que Cristo vive eternamente y vuelve al seno del Padre, quien siempre está con nosotros y nos guía en cada una de nuestras acciones.

COMPROMISO:

- Enseñar a mis amigos o familia mi cita bíblica favorita.

- Dialoga con tu catequista: ¿Qué dicen las lecturas del día?

TAREA:

Ascensión del Señor - Mc 16, 15 20

De todos los discípulos que rodean la grilla hay 4 que son iguales ¿Cuáles son? coloréalos.

- Busco en la Sagrada Escritura (Biblia): Hch (1, 1-11) con ayuda de mis padres. Luego la leo y comparto su enseñanza. Luego escribimos las consonantes que faltan en la grilla de acuerdo al número de referencia. Se leerá un mensaje

<Las historias de PEPIto>

Ciclo B

Tú eres el Cristo, participemos en la liturgia

Por: Sem. Luis Francisco Salazar Cucaita, estudiante de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma)

III

Domingo de la Ascensión del Señor (Mc 16, 15-20)

La fiesta de la Ascensión nos hace contemplar el regreso de Cristo Resucitado a la comunión trinitaria. El Hijo, después de haber cumplido la obra encomendada por el Padre, asciende al cielo trayendo consigo su humanidad transfigurada por la resurrección y la nuestra todavía en camino hacia la plenitud.

Junto a esta revelación, la celebración de este domingo nos recuerda la exigente misión que el Resucitado encomendó a sus discípulos, incluidos

nosotros. Después de la Ascensión, el rostro de Cristo debe hacerse presente en el rostro de la Iglesia misionera: “Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio a toda criatura” (Mc 16, 15). El Señor nos llama a ser transcripción visible de su presencia en el mundo, narradores creíbles de un encuentro que cambió nuestras vidas. El Resucitado nos llama a salir de nuestros confines para dar testimonio con la vida y con la palabra de que no es lo mismo vivir con Él o sin Él.

Domingo de Pentecostés (Jn 15, 26-27; 16, 12-15)

En el Evangelio de la Solemnidad de la Ascensión escuchamos una promesa de Jesús: hablarán en nuevos idiomas. Quizás este concepto no estaba muy claro y nos hizo pensar en muchas cosas, sobre todo prodigiosas. La solemnidad de Pentecostés cumple esa promesa y los apóstoles inmediatamente hablan nuevos idiomas. Es un lenguaje que llega a todos, que renueva a todos, que es comprensible para todos, este el verdadero hablar en lenguas, que quien lo escucha lo comprende. Porque el lenguaje de Dios es siempre uno, amor y misericordia.

A menudo escuchamos a la gente decir que ya no nos entendemos. Esta afirmación genera distanciamiento entre las parejas, marca el fin de una amistad, marca el fin de las relaciones

en una comunidad cristiana, motiva el abandono de una consagración religiosa. No entendernos más equivale a dejar de hablar un idioma común. Cuando nos enamoramos vivimos el principio opuesto: nos entendemos muy bien, incluso con solo mirarnos. Aquí el nuevo lenguaje del Espíritu no es un simple traductor simultáneo, similar al que se dispara en los auriculares de los participantes en una conferencia o asamblea internacional; pero es el lenguaje del amor, la armonía y la benevolencia mutua.

En el Hijo somos hechos hijos, confiamos al Espíritu nuestras lenguas separadas para que él cree una común y comunitaria. Con el don del Espíritu, desaparece la excusa de que ya no nos entendemos.

SOPA DE LETRAS:

“EL TRECE DE MAYO“

En la sopa de letras podrás encontrar palabras de la siguiente canción:

I

El trece de mayo la Virgen María, bajó de los cielos a Cova de Iría. Ave, Ave, Ave María (Bis).

II Vestida de blanco radiante cual sol, sobre una encina la Virgen se vio. Ave, Ave, Ave María (Bis).

A los tres niñitos a quien les habló, Lucía, Jacinta y Francisco Marto. A los pastorcitos la Madre de Dios descubre el misterio de su corazón. Ave, Ave, Ave María (Bis).

IV

Haced penitencia, haced oración, por los pecadores la Virgen pidió. El Santo Rosario constante rezad, y la paz al mundo el Señor dará. Ave, Ave, Ave María (Bis).

V

La Virgen bendita les pide guardar, secretos que al Papa debían contar. Y como una prueba de toda verdad, el sol se estremece y todos creerán. Ave, Ave, Ave María (Bis).

• Pastorcitos

• Bendita

• Cielos

• Madre

• Dios

• Iría

• Penitencia

• Rosario

• Virgen

• Papa

• Francisco

• Creerán

• Verdad

• Cova

• Paz

• Pecadores

• Corazón

• Santo

• Mayo

• Sol

• Estremece

• Oración

• Ave

• Constante

• Jacinta

• Secretos

• Lucía

• Descubre

• Vestida

• María

• Marto

• Misterio

• Niñitos

• Reina

• Radiante

• Prueba

• Trece

• Rezad

COMUNICACIONES

SOCIALES

JORNADA MUNDIAL 12 de mayo de 2024 DE LAS

para ayudar a los pobres”

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“Corresponde al hombre decidir si se convierte en alimento de algoritmos o en cambio si alimenta su corazón con la libertad”. Papa Francisco.

Arroz, azúcar, panela, granos, aceite, enlatados, chocolate, café, pastas, harinas, sal, elementos de aseo, etc.

También puedes apoyar con tu ofrenda económica en la cuenta de ahorros

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310 543 4166

Día del Maestro

Señor: te damos gracias por los maestros que trabajan en la gran obra de misericordia de enseñar al que no sabe y ayudarle a formar su mente y su conciencia.

Bendice el amor con que ejercen su labor e infúndeles Tu prudencia y caridad para que sepan corregir… Amén.

15/05/2024