María se puso en camino
(Lc 1, 39)
que lo que ha prometido el Señor se cumplirá, siendo la discípula predilecta del Señor y además misionera en la comunicación de Jesús a toda la humanidad.
Durante este mes de mayo en las comunidades parroquiales y en las familias hemos venerado de manera especial a la Santísima Virgen María, quien con su amor maternal nos enseña a escuchar como discípulos la Palabra del Señor y a ponerla por obra. “La máxima realización de la existencia cristiana como un vivir trinitario de hijo en el Hijo, nos es dada en la Virgen María quien por su fe (Cf Lc 1, 45) y obediencia a la voluntad de Dios (Cf Lc 1, 38), así como por su constante meditación de la Palabra y de las acciones de Jesús, es la discípula más perfecta del Señor. Interlocutora del Padre en su proyecto de enviar su Verbo al mundo para la salvación humana, María, con su fe, se hace colaboradora en el renacimiento espiritual de los discípulos” (Documento de Aparecida 266).
La obediencia de María al plan divino, es el fruto maduro de su fe profunda, que se manifiesta en el acto de entrega a la voluntad de Dios que pronunció desde el mismo momento en que el arcángel Gabriel le anuncia que iba a ser la madre del Salvador, respondiendo con palabras que expresan la fe y entrega fiel al querer divino: “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38), afirmando con ello la actitud de fe de María y que Isabel reconoce y lo exclama con entusiasmo en la frase: “¡Dichosa tú que has creído!” (Lc 1, 45), alabándola porque Ella ha creído
La fe de María no se queda guardada de manera egoísta en su corazón, Ella de inmediato se pone en camino, para ir en actitud caritativa a servir a su prima santa Isabel, convirtiéndose de esa manera en la gran misionera. “María se puso en camino y fue de prisa a la montaña, a una ciudad de Judá. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Y cuando Isabel oyó el saludo de María, el niño saltó en su seno. Entonces Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó a grandes voces: bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre” (Lc 1, 39-42).
María se puso en camino, es la actitud del misionero que lleva la gran noticia y quiere transmitirla a otros, “María es la gran misionera, continuadora de la misión de su Hijo y formadora de misioneros” (DA 269). Todos hemos recibido la gracia de Dios en el Bautismo, que nos ha hecho discípulos misioneros del Señor. Discípulo es el que aprende, quien con corazón dispuesto recibe la Palabra de Dios y la pone por obra. Misionero es el que enseña, es decir aquel que teniendo a Jesucristo en el corazón no puede quedarse con Él, sino que siente un ímpetu interior, un llamado de Dios a comunicarlo por todas partes; así lo expresa el Papa Francisco cuando afirma: “En todos los bautizados, desde el primero hasta el último, actúa la fuerza santificadora del Espíritu que impulsa a evangelizar” (Evangelii Gaudium 119).
ción y con su salida misionera, forma en nosotros los evangelizadores del presente, un corazón misionero, dispuesto a ir por todas partes a anunciar el mensaje, la palabra y la persona de Nuestro Señor Jesucristo, que es el compromiso de todos los bautizados, como nos lo ha recordado con frecuencia el Papa Francisco en su magisterio: “En virtud del Bautismo recibido, cada miembro del pueblo de Dios se ha convertido en discípulo misionero (Cf Mt 28, 19). Cada uno de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador” (EG 120), que tiene la misión de transmitir a Jesucristo después de tenerlo en su corazón.
“La obediencia de María al plan divino, es el fruto maduro de su fe profunda, que se manifiesta en el acto de entrega a la voluntad de Dios”.
Renovamos nuestra actitud de oración como María con sus discípulos, para que podamos recibir del Espíritu Santo la fuerza y el fervor misionero para ponernos en camino. Sabemos que “con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo, y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la Iglesia Evangelizadora y sin Ella no terminamos de comprender el espíritu de la nueva evangelización” (EG 284). María que conservaba y meditaba todo en su corazón, nos enseña el primado de la escucha y la contemplación de la Palabra en la vida de cada discípulo misionero, para ser como ella, transmisores de la fe que tenemos como un don muy especial en nuestro corazón y que no podemos enterrarlo, sino que se hace necesario comunicarlo en salida misionera, por todos los confines de nuestra Diócesis y parroquias.
la peregrinación de la fe como madre de Cristo y luego de los discípulos, aún en medio de las incertidumbres y también la cruz. Ella estuvo al pie de la Cruz, con dolor, pero con esperanza y de allí brotó el espíritu misionero para estar siempre en camino y comunicarnos a nosotros, ese fervor por anunciar a Jesucristo.
Nos ponemos bajo su protección y amparo y la custodia del Glorioso Patriarca san José, para que alcancemos de Nuestro Señor Jesucristo, la gracia del fervor misionero que nos ponga en salida para anunciar su Evangelio, después de hacer con el Apóstol Pedro pro fesión de fe dicien do: “Tú eres el Cris to” (Mc 8, 29), para salir a comunicar esa fe vivida con toda in tensidad y fervor.
En unión de oraciones, reciban mi bendición.
Siempre le hemos dado a María el título de Estrella de la Evangeliza-
Presidente
Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta
Director
Pbro. Diego Eduardo Fonseca Pineda
María que ha vivido por entero toda
Diseño y diagramación
Harold Antonio Castellanos Mojica Fotografía
Tel.: 607 572 4601 - Cel.: 321 473 8952
Fieles bautizados de Cúcuta peregrinaron al santuario de Fátima
El la madrugada del pasado lunes 13 de mayo, se congregaron como familia diocesana desde el atrio de la parroquia San Antonio de Padua (Cúcuta) gran cantidad de fieles bautizados que peregrinando juntos hacia el monumento de Fátima, rezaron el Santo Rosario pidiendo a la Santísima Virgen María su intercesión para sus familias, intenciones y necesidades; de manera que siempre la compañía de la Madre de Dios esté en su caminar. Seguidamente, el Obispo de la Diócesis de Cúcuta, Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, presidió la celebración eucarística, acompañado por varios sacerdotes de las parroquias aledañas al santuario de Fátima.
Los movimientos juveniles participan del Ciclo Rosario en el mes mariano
En la noche del pasado viernes 17 de mayo, los jóvenes de algunos movimientos juveniles de las parroquias de Cúcuta, se dieron cita en el parque Simón Bolívar, en la Avenida Gran Colombia, para cumplir con la invitación que les hizo la pastoral juvenil diocesana para el “Ciclo Rosario juvenil”. Más de cien jóvenes se reunieron, algunos en bicicleta y otros a pie, para peregrinar hacia la Basílica Menor Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, ubicada en el barrio san Luis. Una vez llegados al templo Mons. José Libardo presidió la consagración de los jóvenes a la Virgen María.
Los proclamadores de la Palabra inician su formación
La comisión diocesana de pastoral litúrgica de la Iglesia Particular de Cúcuta, se reunió en las instalaciones del Asilo Andresen con los proclamadores de la Palabra de Dios de las diferentes parroquias. El presbítero Rafael Darío Aparicio Rubio, integrante de esta comisión, fue el encargado de dar inicio al primero, de tres encuentros, que se tienen programados con el fin de insistir en la dimensión bíblica de la proclamación, la dimensión litúrgicopastoral y la importancia de la dimensión espiritual de los proclamadores.
+ JOSÉ LIBARDO GARCÉS MONSALVE OBISPO DE LA DIÓCESIS DE CÚCUTA
Realiza los siguientes nombramientos para servicios pastorales de la Diócesis de Cúcuta, con el fin de continuar con la renovación de las comunidades parroquiales y la implementación del PEIP. Cada sacerdote desde su carisma y don recibido, contribuye en la santificación del pueblo de Dios, a través de la acción misionera, catequética y pastoral.
Pbro. Daniel Alejandro Bolívar Castaño
Párroco del Espíritu Santo
Pbro. Jorge Andrés Suárez Flórez
Párroco de Santa Teresa de Calcuta
Pbro. Freddy Martín Celis Celis
Párroco de Señor de los Milagros
Pbro. Luis Eduardo Álvarez Díaz
Párroco de San Pedro Apóstol (La Parada)
Pbro. Saddy Arnaldo Oviedo Villamizar
Párroco de Todos los Santos
Pbro. Samuel Darío García Gómez
Párroco de San Alberto Hurtado
Pbro. Nelson Andrés García García
Párroco de Nuestra Señora de la Candelaria
Pbro. Eduard Reynel Támara Rojas
Párroco de Santa Rita de Casia
Pbro. Abimael Bacca Vargas
Párroco de Santa Marta
Pbro.Víctor Eduardo Saravia Castellanos
Párroco de San Ignacio de Loyola
Pbro. Manuel Jahir Jiménez Rivera
Párroco de Nuestra Señora de las Victorias
Pbro. Jesús Uriel Cristancho Torres
Párroco de Nuestra Señora de la Anunciación
Pbro. Pedro Andrés Daza Correa
Nuestra Señora de Chiquinquirá (El Zulia)
Pbro. Carlos Arturo Vega Blanco
Párroco de San Bartolomé
Pbro. Ender Gabriel Ruiz Villamarín
Párroco de Cristo Rey
Pbro. Jorge Enrique Higuera Guerrero
Párroco de Nuestra Señora de Lourdes (Cúcuta)
Pbro. William Ramón Santamaría Flórez
Párroco de Ave María
Pbro. Víctor Manuel Lazzo Serrano
Párroco de Inmaculada Concepción
Pbro. Humberto Nieto Meza
Párroco de Nuestra Señora de Fátima (Los Patios)
Pbro. Clement Jaimes Sepúlveda
Párroco de San Benito de Nursia
Pbro. José Abelino Rodríguez Valencia Párroco de San Gabriel Arcángel
Pbro. Héctor Gabriel García Torres Vicario Parroquial de San Rafael de Gramalote
Pbro. Rubén Alonso Peñaranda Pérez
Vicario Parroquial de San Martín de Sardinata
Pbro. Fabio Enrique Durán Pinto
Vicario Parroquial de la Basílica Menor
Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá
Pbro. Jesús Rafael Mendivelso Benítez Adscrito a la Parroquia Cristo Evangelizador
Pbro. Ernesto Melo Gélvez Capellán Cementerio La Esperanza
Pbro. Jesús Alberto Gómez Mejía Capellán Cementerio Los Olivos
Pbro. Ruber Carrero López Rector de la Capilla Nuestra Señora del Carmen
Pbro. Rito Antonio Botello Gallo Capellán del Asilo de Ancianos Rudesindo Soto y Confesor Catedral San José
Pbro. Yhon Pablo Canedo Archila Formador interno del Seminario Mayor Diocesano San José
Pbro. Nelson Andrés García García Decano en el Decanato Espíritu Santo
Diác. Jesús Fernando Fajardo Castellanos Diácono Auxiliar de la parroquia Nuestra Señora del Rosario
Diác. Elkin Jesús Ardila Boada Diácono Auxiliar de la parroquia Sagrada Familia
Pbro. Luis Francisco Vera Monsalve Asesor Cursillos de Cristiandad
Pbro. Antonio Caballero Peñaloza
Asesor de la Hermandad de Nazarenos
Pbro. Jaime Enrique Aparicio Rubio Adelantará estudios en Roma de Derecho Canónico
Pbro. Héctor David Molina Cárdenas Adelantará estudios en Roma en Teología Espiritual
RUTA DE ACCIÓN HACIA LA CULTURA DEL CUIDADO EN LA DIÓCESIS DE CÚCUTA
La comisión diocesana de protección de menores integra la pastoral del cuidado, donde se busca la idoneidad de las personas que trabajan y colaboran con la vida parroquial. Esta comisión realiza formación permanente dirigida a clérigos, religiosos, seminaristas y animadores de la evangelización; esto se organiza por decanatos y vicarías.
Periódicamente se evalúa la cultura del buen trato en la Diócesis de Cúcuta, para que los ambientes eclesiales donde haya presencia de niños, adolescentes, jóvenes y personas vulnerables, sean entornos seguros.
EVITAR SITUACIONES DE VIOLENCIA Y ABUSO EN AMBIENTES ECLESIALES
La casa cural es lugar de vivienda del párroco, vicario, diácono y/o seminarista.
• Ni familiares, ni trabajadores pueden vivir en ella.
COMISIÓN DIOCESANA INTEGRANTES OFICINA DEL BUEN TRATO DE PROTECCIÓN DE MENORES
• Ni jóvenes, ni menores de edad pueden hospedarse o permanecer en la casa cural.
• Los grupos parroquiales con menores de edad o personas vulnerables deben tener acompañamiento de los padres o adultos responsables.
• Evitar enviar a través de los medios digitales contenidos ambiguos o con insinuaciones que lesionen la dignidad de la persona.
• Los empleados o colaboradores de la parroquia no deben ser menores de edad.
• Los monaguillos y colaboradores de la liturgia que tienen acceso a la sacristía y que sean menores de edad deben estar acompañados de algunos padres de familia.
Rev. Padre Álvaro Iván Gómez Suarez, psicólogo.
Rev. Padre Luis Armando Quintero Tarazona, psicólogo.
Rev. Padre Diego Eduardo Fonseca Pineda, director del Centro de Comunicaciones diocesano.
Rita Cecilia Peinado Solano, abogada.
Gloria Inés Blanco Núñez, psiquiatra.
Edna Margarita Pérez Arévalo, psicóloga.
La oficina del buen trato está ubicada en las instalaciones de la curia diocesana (Av. 1 # 27-131 barrio San Rafael, Curia diocesana, tercer piso). Esta oficina se encarga de ejecutar acciones de prevención, así como de recibir informes o denuncias, y atender oportunamente a víctimas de abusos cometidos por miembros de la Iglesia. de familia. Linea
• Las confesiones de menores de edad deben realizarse en el templo o lugares abiertos.
• Generar ambientes seguros.
«Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados» (Mt 7, 12)
OFICINA
para la Cultura del Cuidado y el Buen Trato
Av. 1 - 27-131 barrio San Rafael Curia diocesana ofic. 3erpiso
Encuentro de las Comunidades Eclesiales Misioneras
LOGÍSTICA
Para el desarrollo de encuentro los invitamos a tener presente las siguientes indicaciones:
Invitar a los vecinos al encuentro.
Ambientar el lugar con el lema del mes de junio: Tú eres el Cristo, en ti confío.
Preparar un atril con la Palabra de Dios y al frente una vela.
Decorar un altar al Sagrado Corazón de Jesús.
Alistar hojas en forma de corazón y lapiceros.
Sacar copias con los cantos y oraciones del encuentro.
OBJETIVO
Los bautizados de la Diócesis de Cúcuta se reúnen en las distintas comunidades eclesiales misioneras y propician un encuentro con Jesucristo, en la experiencia comunitaria y en la Palabra de Dios y reflexionan sobre el lema del mes de junio: Tú eres el Cristo, en ti confío.
Padre; para llegar a ser hijos adoptivos suyos, contigo que eres su Hijo único y Señor nuestro; para ser regenerados en el Espíritu Santo. Te necesitamos, oh único y auténtico maestro de las verdades recónditas e indispensables de la vida, para conocer nuestro ser y nuestro destino, así como el camino para alcanzarlo.
Te necesitamos, oh Redentor nuestro, para descubrir nuestra miseria y remediarla; para tener el concepto del bien y del mal, y la esperanza de la santidad; para deplorar nuestros pecados y obtener el perdón. Te necesitamos, oh hermano primogénito del género humano, para volver a encontrar las razones verdaderas de la fraternidad entre los hombres, los fundamentos de la justicia, los tesoros de la caridad y el sumo bien de la paz.
personal con Cristo Crucificado y Resucitado.
Canto: el Espíritu de Dios está en este lugar.
ILUMINACIÓN BÍBLICA
Sal 33, 20-22
Nuestra alma espera en el Señor, Él es nuestro socorro y nuestro escudo; en el Señor se alegra nuestro corazón, y en su santo nombre confiamos. Sea tu amor, Señor, sobre nosotros, como está en ti nuestra esperanza. Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
fundamental: ¿qué fuerza impulsa el motor de la vida? Si profundizamos en esta reflexión, encontramos una respuesta contundente: el amor. Pero no cualquier tipo de amor, sino aquel que se manifiesta en su forma más pura y radical, incondicional y primero, es decir, aquel amor que se hace confianza.
Este amor no exige reciprocidad ni se agota con el paso del tiempo. Es el amor que anuncia el profeta Isaías (Is 54, 10 Is; 43, 4; Is 49, 15-16), el que describe el Apóstol san Pablo (Rm 5, 8; Ef 2, 4-5; 1 Cor 13, 4-7) y el que Dios nos revela en el Sagrado Corazón de Jesús.
Invocación
Trinitaria: en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Cantos: el amor del Señor es maravilloso…, viva la fe..., Jesús está pasando… etc.
Oración a Cristo:
(Esta oración se realizará al iniciar todos los encuentros del año).
Oh Cristo, único mediador nuestro: Te necesitamos para entrar en comunión con Dios
Te necesitamos, oh gran paciente de nuestros dolores, para conocer el significado del sufrimiento y para darle valor de expiación y de redención. Te necesitamos, oh vencedor de la muerte, para librarnos de la desesperación y de la negación, y para tener certezas que no fallen jamás. Te necesitamos, oh Cristo Señor, Dios con nosotros, para aprender el amor verdadero y caminar con el gozo y la fuerza de tu caridad a lo largo del camino de nuestra vida fatigosa, hasta el encuentro final contigo, amado, esperado, bendito por los siglos. Amén (San pablo Vl).
LEMA
DEL MES
Tú eres el Cristo, en ti confío.
(Repetir varias veces y preguntarle a la gente qué dice el lema).
Nuestra Iglesia Particular de Cúcuta durante todo este mes de junio profesará la fe en el Sagrado Corazón de Jesús y ratificará una fe que nace de la confianza absoluta en Dios, por el encuentro
(El moderador motiva a los participantes a responder los siguientes interrogantes).
¿De qué libro está tomado el texto?
¿Qué frase le llama la atención del texto leído?
¿Qué me dice el Señor con el texto que he escuchado?
¿Qué relación hay entre el lema del mes y el texto bíblico Salmo 33, 20-22?
Nombre algunas situaciones que el Señor quiera iluminar con esta Palabra que nos da hoy.
¿Quién quiere hacer una oración espontánea pidiendo al Señor que le ilumine?
Comentario para reflexionar en el encuentro:
En el vaivén de la existencia humana, surge una interrogante
Se trata de un amor divino que se hace real en la fragilidad de un niño, en la humildad de un hombre humillado y en la pasión de un fuego ardiente capaz de la Cruz. Este amor incondicional de Jesucristo abre sus brazos de par en par, invitándonos a caminar por el sendero de la vida. Es un corazón paciente y ardiente a la vez, que vence a la muerte, nos ofrece la esperanza de la resurrección y nos da la alegría del corazón.
Es un amor generoso que se manifiesta en acciones silenciosas, que busca incansablemente a cada uno de nosotros, esperando con anhelo nuestra respuesta y anhelando el encuentro. Por lo tanto, el amor en el que puedo confiar, el amor en el que puedo colocar la esperanza (Sal 33, 22).
Es el amor que triunfa en la Cruz, el amor que reside en el corazón de Jesús, el amor que nos impulsa y nos transforma, un amor hecho fuerza motriz que da sentido a confiar nuestra existencia en su divino corazón. Ese amor divino nos reúne en el encuentro de hoy y nos lleva a interrogarnos.
Al asumir el amor de Dios como la fuerza motriz fundamental de la existencia humana, ¿cómo podemos cultivar y experimentar este amor en nuestra vida diaria?
ORACIÓN FINAL
(Se pide a los asistentes llevar una hoja en figura de corazón y escribir en esa hoja la frase que más le llame la atención de la oración de santa Teresa).
Oración dedicada al Corazón de Jesús por santa Teresa de Lisieux, Doctora de la Iglesia y patrona de las misiones:
Me escuchaste, único amigo que amo, para robar mi corazón, haciéndote mortal,¡tú derramaste tu sangre, misterio supremo!...
Y aún vives para mí en el Altar.
Si no puedo ver el brillo de tu Rostro, para escuchar tu voz llena de dulzura, puedo, oh mi Dios, vivir por tu gracia, ¡puedo descansar en tu Sagrado Corazón!
Oh Corazón de Jesús, tesoro de ternura, eres mi felicidad, mi única esperanza, tú que supiste encantar mi tierna juventud, quédate conmigo hasta la última noche, Señor, sólo a Ti di mi vida.
Y todos mis deseos te son bien conocidos.
Está en tu bondad siempre infinita ¡Cómo quiero perderme, oh Corazón de Jesús!
¡Ay! Lo sé bien, todas nuestras justicias, no tienen valor ante tus ojos, para dar valor a mis sacrificios, quiero arrojarlos a tu Divino Corazón. No encontraste a tus ángeles
impecables ¡En medio del relámpago diste tu ley!...
En tu Sagrado Corazón, Jesús, me escondo ¡Yo no tiemblo, mi virtud eres Tú!...
Para poder contemplar tu gloria, tienes que, lo sé, pasar por el fuego y elijo para mi purgatorio ¡Tu amor ardiente, oh Corazón de mi Dios!
Mi alma exiliada dejando esta vida, quisiera hacer un acto de puro amor y luego volar al Cielo su patria, entrad en vuestro Corazón sin rodeos.
Padrenuestro y Ave maría.
Repetir tres veces repetir: Sagrado Corazón de Jesús, en voz confío.
COMPROMISO
Participar del próximo encuentro, apoyar la acción pastoral de la parroquia.
El Señor nos bendiga, nos guarde y lleve a la vida eterna. Amén.
Canto final a la Virgen María.
Felicidades en su fiesta patronal
Los medios de comunicación de la Diócesis de Cúcuta, se unen con alegría en la presentación de las comunidades parroquiales, anunciando las fiestas de su santo patrono. En esta oportunidad, felicitamos de manera especial a los bautizados que se congregan en las parroquias: San Isidro Labrador, Espíritu Santo, Cristo Sacerdote, Santa Rita de Casia, María Auxiliadora, Santísima Trinidad, Visitación de Nuestra Señora les animamos para que continúen creciendo en la fe y dinamismo pastoral, de la mano de sus párrocos.
DEL 15 AL 31 DE MAYO DE 2024
SAN ISIDRO LABRADOR
Fundación: marzo 15 de 2001
Fiesta: 15 de mayo
Párroco: Ramón Elías Rojas Gutiérrez Ubicación: barrio Toledo Plata
ESPÍRITU SANTO
Fundación: febrero 2 de 1974
Fiesta: Pentecotés
Párroco: Ruber Carrero López
Ubicación:
CRISTO SACERDOTE
Fundación: diciembre 8 de 1992
Fiesta: 23 de mayo
Párroco: Wilson Jenry Gelves Berbesí
Ubicación: barrio Aeropuerto
MARÍA AUXILIADORA
Fundación: enero 31 de 1973
Fiesta: 24 de mayo
Párroco: John Ernesto Beltrán García
Ubicación: Barrio Popular
SANTA RITA DE CASIA
Fundación: mayo 2 de 2005
22 de mayo
SANTÍSIMA TRINIDAD
VISITACIÓN
El Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta (CCDC) ofrece el servicio de Trámite de Partidas en Colombia para:
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Vida Pastoral
Sl 33, 20-22
Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús Semana de la Familia
de su propiedad. Y cada familia como Iglesia doméstica, reconoce que sin Él nada se puede hacer, Él es el fundamento de unidad de cada comunidad cristiana.
viviendo un
el cual se nos pide, en una profunda de fe y de esperanza”.
La esperanza, efectivamente, nace del amor, y se funda en el amor que brota del corazón de Jesús, traspasado en la cruz. Por nuestro bautismo nos unimos entrañablemente al misterio del amor, a la vida de gracia por medio de la acción del Espíritu Santo, que se renueva constantemente, en el misterio de su Iglesia. Es el Espíritu Santo quien con su presencia constante durante el caminar de la Iglesia en la historia, mantiene encendida el fuego que no se apaga; el deseo profundo de una esperanza que se funde la certeza de que nada y nadie podrá separarnos del amor de Dios.
Confío en ti es el clamor en la esperanza que no cede a las dificultades porque se fundamenta en la fe y se nutre en la caridad.
dos a él. Cuya primera consagración se dio en el año 1902 como súplica por el fin de la guerra de los 1000 días que estalló hacia 1899. Después de 3 años de guerra sangrienta y destructiva la situación del país se empeoraba día a día y amenazaba con convertirse en una verdadera catástrofe nacional. Es así como el 22 de junio de 1902, la República de Colombia fue consagrada al Sagrado Corazón de Jesús y se colocó la primera piedra del templo del Voto Nacional, 5 meses después se firma el tratado de Wisconsin que puso fin a la guerra iniciando un periodo de paz y armonía nacional.
En el marco de esta celebración recordamos la necesidad de elevar nuestra oración al Sagrado Corazón por la paz de nuestra patria y la armonía de nuestros hogares. Nuestra fe en Dios, nos hace descubrir que cada cristiano está llamado a vivir una nueva relación con Dios como Padre, consigo mismo como hijo, y con el otro como hermano.
angustia, el sinsentido, el desaliento y la duda, parecen tener espacios muy centrales en el corazón de todos. Hoy enfrentamos grandes desafíos para nuestra vida cristiana y es pregración de nuestras familias al Sagrado Corazón, se convierte al inicio del mes en una luz de esperanza para nuestra Iglesia diocesana. Somos familia de Dios, nación, santa, pueblo
El mes de junio es conocido como el mes del Sagrado Corazón, una devoción grabada en la profundidad del corazón de los colombianos, consagra-
Vivir una vida de fe en el fortalecimiento de nuestra vocación, es comprender esta nueva dinámica cristiana, que da fuerza y sentido a cada relación. “Nos hiciste señor para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti” .
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Santo Tomás de Aquino, uno de los teólogos más influyentes en la historia de la Iglesia Católica, ofrece una visión profunda y sistemática de la Eucaristía, especialmente en el contexto de la fiesta del Corpus Christi. Esta celebración, instituida formalmente en 1264 por el Papa Urbano IV mediante la bula Transiturus De Hoc Mundo, tiene un significado central en la teología eucarística del Aquinate. La comprensión de santo Tomás sobre este sacramento se manifiesta no solo en sus escritos teológicos, sino también en su vida de oración y devoción, la cual bebió de la misericordiosa Orden de Predicadores, gracias al proyecto ideado unas décadas atrás por santo Domingo de Guzmán y el acompañamiento de su gran maestro san Alberto Magno.
PERFILES DE UN HOMBRE SANTO
CorpusChristi:
el legado eucarístico Tomás de Aquino
para él como para toda la familia dominicana, la obediencia es fundamental en la configuración con el mensaje y testimonio de Jesucristo: “Es la perfección de la vida religiosa, por la que el hombre se somete al hombre por Dios, como Dios obedeció al hombre en favor del hombre” (p. 74).
Deum: “Oh, Cristo, tú eres el rey de la gloria, tú el hijo y Palabra del Padre…”, reflejando su profunda veneración por el misterio eucarístico. Este acto de adoración personal se complementaba con la intensidad emocional que experimentaba durante la misa, llegando a derramar lágrimas de devoción y gratitud.
sino que vivió profundamente este misterio como un verdadero místico. Siguiendo la biografía escrita por fray Vicente Forcada Comins, O.P. en 1993, Tomás de Aquino tenía unas características de vida que lo hicieron un hombre de indudable santidad y rectitud.
Su dimensión humana se expresaba en su alma emotiva, equilibrada y serena. No podía resistir llorar de alegría al reconocer al Señor realmente presente en la celebración de la misa. Su equilibrio y serenidad eran evidentes, incluso en debates académicos intensos o ante la muerte de un ser querido, mostrando un control admirable de sus emociones. De amplísima memoria, trato dulce, agradable y apacible, era corto en palabras ociosas, excelente escritor y gran contemplador de la realidad.
Su humildad es notable. A pesar de sus capacidades y conocimientos, rehusaba la vanagloria, optando por la renuncia a cualquier promoción en dignidades eclesiásticas. Tanto
Su pobreza y desprendimiento nacían de su humildad y de la virtud de valorar el tiempo. Consideraba que el tiempo era su única riqueza, por lo que evitaba conversaciones inútiles. Su pobreza se reflejaba también en su hábito remendado y en su sobria comida y bebida. Oraba al Señor pidiendo la capacidad de agradarlo solo a Él, y deseaba que nada temporal corrompiera su vida o ablandara su fortaleza. Su compasión por los pobres era profunda, compartiendo su ropa y posesiones con ellos.
La oración de fray Tomás era constante, un diálogo continuo con Dios, en permanente comunión íntima. Su contemplación se extendía a sus estudios y escritos, todo girando en torno a Dios. Antes de escribir o enseñar, recurría a la oración, intensificándola ante dudas o materias difíciles. Su saber no era solo fruto de su ingenio, sino también de la gracia de Dios y de su intensa vida de oración.
Gran predicador de lenguaje sencillo, transmitía sus palabras con una claridad y serenidad que llegaban al fondo de quienes lo escuchaban. Durante una Semana Santa en Roma, predicó en la Basílica de San Pedro sobre la Pasión del Señor, conmoviendo al pueblo hasta las lágrimas, y luego, sobre la Resurrección, llenándolos de alegría desbordante.
Durante la elevación de la hostia, recitaba la segunda parte del Te
Iluminado por el Espíritu Santo, fray Tomás ofrece un análisis exhaustivo del sacramento de la Eucaristía en varios de sus escritos (Comentario a las Sentencias de Pedro Lombardo, Suma Contra Gentiles, el Oficio del Corpus Christi) destacando el despliegue doctrinal desarrollado en las cuestiones 73-83 de la Tertia Pars de la Suma Teológica.
LA TEOLOGÍA EUCARÍSTICA EN SANTO TOMÁS
1. La vida de la gracia: Tomás señala que Cristo, presente en la Eucaristía, confiere vida espiritual a los creyentes. Citando a San Cirilo, afirma: “El Verbo vivificante de Dios, uniéndose a su propia carne, la hizo vivificante. Pues convenía que se uniese de algún modo a nuestros cuerpos por su carne sagrada y su sangre preciosa, que recibimos en el pan y en el vino como bendición vivificante”. Aquí, Tomás subraya que la Eucaristía no es solo un signo eficaz de la gracia, sino una realidad vivificante y encarnada que transforma al creyente y lo conduce por el camino de la santidad.
eucarístico de santo
Aquino
2. Rememoración de la Pasión: la Eucaristía representa la Pasión de Cristo y sus efectos redentores. San Juan Crisóstomo, citado por Tomás, describe cómo el cáliz eucarístico es como beber del mismo costado de Cristo, lo que subraya la conexión íntima entre el sacrificio de la cruz y el sacramento del altar (Mt. 26, 28).
3. Alimento espiritual: san Ambrosio, citado por Santo Tomás, explica que: “Este pan es el de la vida eterna, que sostiene la substancia de nuestra alma”. Así pues, para el Aquinate la Eucaristía es dada como comida y bebida, sustentando y fortaleciendo la vida espiritual del creyente que deleita y repara al alma.
4. Unidad y caridad: finalmente, Tomás destaca que las especies eucarísticas (el pan y el vino) representan la unidad de la Iglesia. San Agustín, citado por Tomás, dice:
“Nuestro Señor ha puesto su cuerpo y sangre en estas cosas que, de múltiples que ellas son, se reducen a una sola”. Esta unidad simboliza la comunión de los fieles y refuerza el vínculo de la caridad entre ellos. (Oficio del Corpus Christi).
Ahora bien, uno de los legados más duraderos de santo Tomás es la composición del Oficio del Corpus Christi. El Papa Urbano IV, reconociendo la necesidad de una fiesta que celebre exclusivamente la Eucaristía fuera del contexto de la Semana Santa, encargó al Aquinate la creación de dicho oficio litúrgico. Este encargo fue una respuesta a la devoción creciente hacia la Eucaristía en el norte de Europa, especialmente en Bélgica, impulsada por figuras como santa Juliana de Mont Cornillon.
El oficio compuesto por santo Tomás es notable tanto por su profundidad teológica como por su belleza poética. Incluye himnos como el Pange Lingua, el Tantum Ergo (que en realidad es la segunda parte del Pange Lingua) el Sacris Solemniis y el Lauda Sion Salvatorem, que son cantados durante la adoración eucarística y las procesiones del Corpus Christi. Estos himnos no solo capturan la esencia del misterio eucarístico, sino que combinan una profunda experiencia mística cristiana junto a una sólida base teológica.
En el Sacris Solemniis, por ejemplo, Tomás canta la maravilla de la transubstanciación, donde el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo: “El pan de los ángeles se convierte en pan de los hombres. ¡Oh cosa maravillosa!”. Mientras que en el Lauda Sion Salvatorem, el Aquinate ratifica la actualización del memorial en cada misa al consagrar las especies eucarísticas: “Instruidos por sus sagradas enseñanzas, consagramos el pan y el vino para la salvación”. Estos himnos, junto con toda la liturgia del mismo oficio, han tenido un impacto profundo y duradero en la piedad y la liturgia católica.
Por otra parte, en su sermón con motivo de la primera institución de la fiesta del Corpus Christi en 1264, Santo Tomás articula claramente la necesidad y la importancia de esta celebración. Allí describe los “inmensos beneficios de la largueza divina” y cómo la Eucaristía, como el más precioso y admirable convite, transforma a los fieles. “¡Oh precioso y admirable convite, saludable y todo lleno de suavidad!”, exclama, subrayando la singularidad de recibir a Cristo mismo en la Eucaristía, en lugar de los sacrificios de la antigua ley.
“Iluminado por el Espíritu Santo, fray Tomás ofrece un análisis exhaustivo del sacramento de la Eucaristía en varios de sus escritos”.
Tomás también destaca en su sermón la dimensión comunitaria y eclesial de la Eucaristía. La celebración del Corpus Christi, instituida el jueves después de la octava de Pentecostés, busca subrayar la unidad de los fieles en la fe y la gratitud hacia Dios por este don supremo. Urbano IV, al instituir esta fiesta, promovió una celebración más espléndida y solemne del misterio eucarístico, con indulgencias y gracias espirituales para aquellos que participarán en las celebraciones litúrgicas.
CONCLUSIÓN
Santo Tomás de Aquino, con su profunda comprensión teológica y su ardiente devoción, ofrece una visión completa y rica de la Eucaristía y su fiesta particular en la solemnidad de Corpus Christi a partir de 1264 (hace 760 años). Sus escritos teológicos, especialmente en la Suma Teológica, sus himnos litúrgicos que toda lengua canta frente a la presencia sacramentada del Verbo hecho pan y su vida de devoción ferviente al misterio del Verbo encarnado, nos brindan una guía invaluable para comprender y celebrar este misterio central de la fe cristiana.
La Eucaristía, como nos enseña Tomás, es no solo un memorial de la Pasión de Cristo, sino una fuente continua de gracia y unidad para la Iglesia. En la fiesta del Corpus Christi, seguimos celebrando con alegría y gratitud este don inefable, siguiendo las huellas del mayor teólogo y ferviente cantor de Cristo eucarístico, tal como lo exaltó San Juan Pablo II y quienes sus hermanos en hábito recuerdan de manera especial desde el año pasado hasta el 2026 celebrando el triple jubileo de la canonización, muerte y nacimiento del Doctor Angélico.
Por: Pbro. Álvaro Antonio Gutiérrez Buitrago, párroco de Sagrado Corazón de Jesús
Apuertas del mes de junio, la Iglesia Universal y sin duda la Iglesia en Colombia se prepara para conmemorar una de las fiestas más bellas del misterio de Cristo, su Sagrado Corazón.
La Diócesis de Cúcuta, por supuesto, también celebra con especial devoción esta fiesta, renovando su consagración al Sagrado Corazón, en la que, “al amor del Creador responda el amor de la creatura y seguido a esto, tributando actos de reparación”, como dice el Papa Pio XI en su encíclica Miserentissimus Redemptor n. 5.
Y es que celebrar el Corazón Divino de Cristo, es adorar el mismo Amor de Jesús por la humanidad, que alcanza su máxima realización en el acontecimiento de su Pasión y Muerte en la Cruz, donde su corazón traspasado, por la lanza del soldado, emana sangre y agua, convirtiéndose así, en manantial de Gracia Sacramental y de Misericordia, que permea y da carácter a su Iglesia. En este sentido ya los santos Padres de la Iglesia, han abordado y manifestado su devoción al Sagrado Corazón de Jesús; al sacrifico de Cristo en la Cruz que se conmemora y actualiza en la Eucaristía cada día, se une profunda y sentidamente el culto al Corazón de Jesús, y es que, en la Eucaristía como Sacramento que ha emanado de su Corazón traspasado por la lanza, el mismo Corazón de Cristo se encuentra vivo.
Sin embargo, es en las revelaciones del Señor a Santa Margarita María de Alacoque, religiosa francesa de la Orden de la Visitación de Santa María, que tienen lugar entre los años 1673 y 1675, en Paray-le-Monial, Francia; que la devoción comienza a conocerse y celebrarse. La santa, recibe el encargo del mismo Señor Jesús de celebrar el Misterio de su Sacratísimo Corazón, permitiéndole ver, expuesto en su pecho, el Divino Corazón, rodeado en flamas ardientes, llagado, coronado con espinas y acompañado de una cruz que sale de su interior. Jesús, señalando su propio corazón con el dedo, le dice: “He aquí el corazón que tanto ha amado a los hombres y en cambio recibe ingratitud y olvido. Tú debes procurar desagraviarme”.
Junio, mes del Sacratísimo Corazón Ardiente de Cristo
Parroquia Sagrado Corazón de Jesús
Entendiéndose así la devoción al Sagrado Corazón de Jesús como forma de desagravio.
En repetidas oportunidades, el Señor le pidió a la santa que se celebre una fiesta dedicada a su Sagrado Corazón. Dicha celebración debería realizarse el viernes de la semana siguiente a la Fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo (Corpus Christi). También le reveló las siguientes promesas a quienes se hicieran devotos de su Sagrado Corazón: 1. A las almas consagradas a mi Corazón les daré las gracias necesarias para su estado. 2. Daré la paz a las familias. 3. Las consolaré en todas sus aflicciones 4. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte. 5. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas. 6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el
océano infinito de la misericordia. 7. Las almas tibias se harán fervorosas. 8. Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección. 9. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada. 10. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos. 11. Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él. 12. A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.
En Cúcuta, la comunidad de los barrios Colsag, Sayago y La Riviera; y en ellos fieles de toda la ciudad, celebran 70 años de historia entorno a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, ya que desde el de 11 de febre-
Calle 9 # 10E-11, La Riviera, Cúcuta, Norte de Santander
ro de 1954, el excelentísimo Monseñor Norberto Forero y García, Administrador Apostólico en ese momento de Nueva Pamplona a la que pertenecía el obispado de Cúcuta, erige “la nueva parroquia con el título del Sagrado Corazón de Jesús y bajo el patrocinio de la Santísima Virgen María bajo la advocación de su Gloriosa Asunción.” Así reza el decreto 424 de creación de la nueva parroquia.
Con ocasión de esta fiesta, arraigada también en el corazón de los colombianos desde la consagración del País al Sagrado Corazón de Jesús después de la “Guerra de los mil días”, la comunidad del Sagrado Corazón en Cúcuta prepara esta celebración con una serie de eventos y momentos significativos en los que, también, las distintas entidades de justica y autoridades militares, como de salud y de comercio que se hallan dentro de la jurisdicción parroquial se han venido haciendo partícipes.
El 1 de Junio como apertura del mes del Sagrado Corazón, desde la 2:30 p.m., se celebrará un Congreso con entrada libre en las instalaciones del Templo Parroquial, que reflexionará el misterio del Divino Amor del Corazón de Cristo; en él, también se inaugurará una exposición fotográfica que mostrará aspectos de la vida religiosa de las primeras familias que fundaron el barrio Colsag, construido por la Colombian Petroleum Company (Colpet) y la South American Gulf Oil Company (Sagoc) actual Ecopetrol. El Congreso finalizará con la Eucaristía que presidirá Monseñor José Libardo, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, a las 5:00 pm.
El viernes 7 de junio, día de la solemne fiesta en honor al Sagrado Corazón de Jesús, en la Parroquia se celebrarán las Eucaristías de 7:00 a.m., 12:00 m. y 5:00 p.m. La Eucaristía de 12:00 m. será presidida por Monseñor José Libardo, haciendo la entronización de la Renovación de la Imagen del Sagrado Corazón de Jesús con ocasión de los 70 años de vida parroquial. Ese mismo día habrá procesión y caravana con la imagen del Sagrado Corazón, concierto de música sacra en las horas de la tarde y en la noche un espectáculo de fuegos pirotécnicos.
Jesús Eucaristía: Pan de vida eterna
Por: Pbro. Juan Carlos Ballesteros Celis, párroco de Santa Clara de Asís y miembro de la pastoral de catequesis
“El pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo” (Jn 6, 33).
Estando a las puertas de la solemnidad del “Corpus Christi” abordamos la imagen de Jesús como el Pan de vida, que de manera esplendorosa se nos muestra y se nos da en la Eucaristía, sacramento que comunica vida eterna.
“El Sacramento memorial de su pasión, nos asegura que el culmen de nuestra vida está en la participación en la vida trinitaria”.
El capítulo 6 del Evangelio de san Juan, relata el milagro de la multiplicación de los panes que realiza Jesús, alimentando a cinco mil hombres más las mujeres y niños, a partir de cinco panes y dos peces que un joven presenta. Ante la multitud, Jesús expresa claramente: «Es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da la vida al mundo» (Jn 6, 32-33).
Para interpretar esta imagen del “Pan de vida” S.S. Benedicto XVI en su Libro “Jesús de Nazareth” nos presenta una asimilación progresiva del don que Dios nos ha hecho en su Hijo, partiendo del valor de la Ley dada por Dios a su pueblo a través de Moisés y que ahora en Jesús, esa Ley se ha hecho persona y al encontrarnos con la persona de Jesús, nos alimentamos del Dios vivo y comemos realmente el Pan del cielo (p. 316).
De hecho, Dios se hace “pan” para nosotros en la encarnación de esa Palabra de vida que es Jesús y llega a identificarse él mismo, la propia carne y la propia sangre, con ese pan: «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne, para la vida del mundo» (Jn 6, 51). Jesús se manifiesta, así como el Pan de vida, que el Padre eterno da a los hombres. (Sacramentum Caritatis 7).
2.
La Eucaristía es el memorial de la Pascua de Cristo, la actualización y la ofrenda sacramental de su único sacrificio, en la liturgia de la Iglesia que es su Cuerpo. Cuando la Iglesia celebra la Eucaristía, hace memoria de la Pascua de Cristo y esta se hace presente: el sacrificio que Cristo ofreció de una vez para siempre en la cruz, permanece siempre actual (CIC n° 1364) de manera que el sacrificio consumado por Jesús en la cruz y el sacrificio de la Eucaristía, son un único sacrificio, pues la víctima es una y la misma: Cristo, que se perpe- túa a lo largo de los siglos, como Él mismo lo ordenó en la última cena: “hagan esto en memoria mía” (Lc 22, 19).
En la Eucaristía, Jesús no da “algo”, sino a sí mismo; ofrece su cuerpo y derrama su sangre, como el verdadero maná que la humanidad espera, el verdadero “pan del cielo” En la Eucaristía, están “contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero” (Concilio de Trento, DS 1651). En el pan y en el vino, bajo cuya apariencia Cristo se nos entrega en la cena pascual, nos llega toda la vida divina y se comparte con nosotros en la forma del Sacramento, y de esta manera Dios Uno y Trino se une plenamente a nuestra humanidad
(comunión).
Esa presencia sacramental, es la que se sigue haciendo manifestando cada día en la Iglesia, a través del ministerio que ejercen sus sacerdotes. Solo el sacerdote válidamente ordenado con el sacramento del Órden Sacerdotal y en comunión eclesial con el Papa, está capacitado para que, en persona de Jesús, presida el rito de la Eucaristía y obre el milagro de la transubstanciación (convertir el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo Jesús).
3. Jesús Pan de vida eterna, seguridad de la gloria futura
El hombre ha sido creado para la felicidad eterna y verdadera, que sólo el amor de Dios puede dar. Pero nuestra libertad herida se perdería si no fuera posible experimentar, ya desde ahora, algo del cumplimiento futuro. Aun siendo todavía como «extranjeros y forasteros» (1 P 2,11) en este mundo, participamos ya por la fe, de la plenitud de la vida resucitada, de manera concreta en la celebración Eucarística, en la que el mismo Cristo, vencedor del pecado y de la muerte, se nos presenta como meta última a alcanzar.
Vivir la Eucaristía en una apertura sincera del corazón elevado a Dios, significa vivir una experiencia anticipada del cielo. Esto porque primeramente la Iglesia terrena se une a
la Iglesia celestial en un único acto de adoración y alabanza a Dios y segundo, porque en la Eucaristía, Jesús se hace para nosotros alimento que comunica la vida divina e inserta en la vida divina, de modo que la comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo se manifiesta como semilla de vida eterna y potencia de resurrección: «El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día» (Jn 6, 54).
El don de sí mismo que Jesús hace en el Sacramento memorial de su pasión, nos asegura que el culmen de nuestra vida está en la participación en la vida trinitaria, que en él se nos ofrece de manera definitiva y eficaz (SC, 94).
La Iglesia sabe que, ya ahora, el Señor viene en su Eucaristía y que está ahí en medio de nosotros. Sin embargo, esta presencia está velada. Por eso celebramos la Eucaristía expectantes, mientras esperamos la gloriosa venida de Nuestro Salvador Jesucristo pidiendo entrar “[en tu Reino], donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria; allí enjugarás las lágrimas de nuestros ojos, porque, al contemplarte como Tú eres, Dios nuestro, seremos para siempre semejantes a ti y cantaremos eternamente tus alabanzas, por Cristo, Señor Nuestro” (Plegaria Eucarística III).
Madre solo hay una. La madre de ayer, hoy, mañana y siempre será la madre incondicional, que estará presente en las diferentes etapas de la vida, de sus hijos.
Las madres modernas, han roto paradigmas, han demostrado que la maternidad no es un impedimento, para lograr los sueños; aprendieron a organizar el tiempo, para cumplir con las funciones que le corresponden en el trabajo, en el hogar, en la familia y en el rol como madres.
La figura materna es el faro que guía con amor y fortaleza inquebrantable; es la que teje los hilos que dan armonía, seguridad y afecto en el hogar; la maternidad es una responsabilidad. Una madre es el ser que da vida, nutre con su esencia, moldea el futuro con cada decisión y enseñanza. Ser madre conlleva sacrificios, entrega desinteresada, paciencia, capacidad para mantener la calma en los momentos de tormenta y brindar paz en medio de situaciones difíciles.
La madre es la maestra de la empatía, capaz de entender las necesidades de sus hijos, sus tristezas y las alegrías, incluso antes que sean expresadas.
Las multitareas del trabajo y del hogar, son la insignia de la madre moderna; la fortaleza de una madre va más allá de lo físico, debe tener una fortaleza mental y emocional que sostenga a toda la familia para no rendirse tan fácil ante las dificultades.
La madre que un día decidió trabajar, ser profesional y producir, asumió otro rol, el de mamá fuera del hogar; en donde los hijos quedan en casa bajo el cuidado de abuelos, tíos, hermanos, en ocasiones menores de edad o en caso de no tener el apoyo de la familia
El rol de la madre moderna
y vivir sola, son llevados a guardería o al cuidado de algún vecino.
La estructura familiar también cambió, las familias ahora no son extensas, se componen por los padres y un solo un hijo, máximo dos hijos; encontramos madres solteras y madres cabeza de hogar. La supervisión de los hijos, es complicada, y como muchos de los niños están con personas externas al núcleo familiar, los padres optan por vigilar su cuidado mediante dispositivos electrónicos como: celulares o cámaras de vigilancia; donde es posible observar el trato que da el cuidador o supervisar, que actividades hace el hijo, cuando la mamá, no está en casa.
o buscando un mejor futuro para sus hijos y esto es lo que nos ha llevado a un cambio en la dinámica familiar.
“La madre es la maestra de la empatía, capaz de entender las necesidades de sus hijos, sus tristezas y las alegrías, incluso antes que sean expresadas”.
Se habla entonces de que lo importante no es el tiempo que se le da al niño, sino la calidad de ese tiempo, muchas veces la madre trata de compensar, su ausencia, siendo demasiado complaciente con sus hijos y es ahí donde se corre el riesgo, de permitir que los hijos hagan lo que quieran, y llegar al punto de ser manipulados por ellos. Asimismo, se puede generar sobreprotección, sentimientos de culpa y permisividad. Recordemos que existe el maltrato por dar mucho y por no dar, de ahí la importancia de mantener el sano equilibrio.
los amigos, saber escuchar, orientar y también manejar las emociones (rabia, dolor, tristeza, culpa, etc.), que puedan generarse de parte y parte. La paciencia, el silencio, un abrazo, una mirada amorosa...juega en estos momentos, un papel importante como madre. Si no se sabe qué hacer, recordemos la actitud de María, la Madre de Dios, …. “María, por su parte guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón” (Lc 2, 19).
En esta celebración del día de la madre, sigamos siendo ejemplo para nuestros hijos, con la certeza que se puede cumplir el sueño de ser una mamá trabajadora, emprendedora, productiva y servicial; que también ama, cuida, lidera, comunica, organiza, desde su trabajo y su hogar; recordando las actitudes de María, quien acompañó siempre a su hijo, en silencio, sencillez, humildad y amor.
Ser mamá no es fácil en esta época, las madres modernas, pasan mucho tiempo fuera de casa, estudiando, trabajando, buscando el modo de subsistir
Nuestra programación
El manejo del tiempo libre entre padres e hijos, debe ser el momento de comunicarse, compartir experiencias, sobre el día a día del colegio, conocer
La Virgen María, dio cumplimiento a esa alianza entre Dios y la humanidad cuando dijo “Sí” y acogió confiadamente la Palabra de Dios.
El Sumo Pontífice ha convocado al Jubileo de la Esperanza 2025
El Papa Francisco presenta ‘Spes non confundit’, la bula de convocatoria para el jubileo de la esperanza que se va a realizar durante el año 2025, donde hace un llamado a favor de los reclusos, migrantes, enfermos, ancianos y los jóvenes atrapados en la droga y la corrupción. También anuncia la apertura de una Puerta Santa en las prisiones; solicita la condonación de la deuda de los países pobres, el aumento de la tasa de natalidad, la acogida de los migrantes y el respeto por la naturaleza.
El Papa invoca la esperanza como el regalo del Jubileo 2025 para un mundo afectado por la guerra, la muerte, la destrucción, el odio, el hambre, la «deuda ecológica» y la baja natalidad. La esperanza es el remedio que el Papa Francisco quiere aplicar a las heridas de una humanidad que enfrenta nuevos desafíos, con poblaciones oprimidas por la violencia y una creciente pobreza, a pesar de los recursos disponibles que se destinan principalmente a fines militares. Spes non confundit, «La esperanza no defrauda», es el título de la Bula de Convocatoria del Jubileo Ordinario de 2025, tomado de la Carta a los Romanos (5, 5).
La Bula incluye peticiones, propuestas (como amnistiar a los presos o establecer un Fondo Mundial para combatir el hambre con los fondos destinados a armamento), y llama a favor de diferentes grupos vulnerables, anunciando también las novedades del Año Santo, como la apertura de una Puerta Santa en una cárcel. El tema del jubileo será «Peregrinos de la esperanza», refiriéndose a los fieles que viajen a Roma o celebren en sus iglesias locales.
“La esperanza es el remedio que el Papa Francisco quiere aplicar a las heridas de una humanidad que enfrenta nuevos desafíos”.
El Papa mira tanto al pasado, recordando el Jubileo Extraordinario de la Misericordia en 2015, como al futuro, mencionando la celebración en 2033 de los dos mil años de la Redención y los 1700 años del primer Concilio de Nicea. El Jubileo Ordinario comenzará con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el 24 de diciembre de 2024, seguido por otras aperturas en diferentes basílicas, y concluirá el 6 de enero de 2026.
El Santo Padre insta a buscar la esperanza en los «indicios actuales»; sin embargo, “a todas las cosas positivas presentes en el mundo para evitar pensar que estamos dominados por el mal y la violencia” añade “El primer signo de esperanza debería ser la paz mundial, que actualmente se ve afectada por la tragedia de la guerra”. Por eso, expresa el «anhelo» de que el Jubileo 2025 contribuya a que
todos «recuperen la confianza necesaria (tanto en la Iglesia como en la sociedad) en las relaciones personales, en las relaciones internacionales, en la promoción de la dignidad humana y en el cuidado del medio ambiente»
Lectura teológica del logo
El Logo representa cuatro figuras estilizadas para indicar la humanidad que proviene de los cuatro puntos cardinales. Se abrazan, para indicar la solidaridad y fraternidad que debe unir a los pueblos. Se notará que el primero de la fila está aprehendido a la cruz. Es el signo no sólo de la fe que abraza, sino de la esperanza que nunca puede ser abandonada porque la necesitamos siempre y sobre todo en los momentos de mayor dificultad. Es útil observar las olas que están abajo y que están agitadas para indicar que la peregrinación de la vida no siempre se
mueve en aguas tranquilas. Frecuentemente las vicisitudes personales y los acontecimientos del mundo imponen con mayor intensidad el llamado a la esperanza. Por eso hay que destacar la parte inferior de la Cruz que se prolonga en forma de ancla, que se impone al movimiento de las olas. Como sabemos, el ancla se ha utilizado a menudo como metáfora de la esperanza. El ancla de la esperanza, de hecho, es el nombre que recibe en el lenguaje de los marinos el ancla de reserva, utilizada por las embarcaciones para realizar maniobras de emergencia para estabilizar la barca durante las tormentas. No se debe pasar desapercibido que la imagen muestra cómo el camino del peregrino no es un hecho individual, sino comunitario, con la impronta de un dinamismo creciente que tiende cada vez más hacia la Cruz. La Cruz no es estática, sino también dinámica, se inclina hacia la humanidad, sale a su encuentro y no la deja sola, ofreciéndole la certeza de la presencia y la seguridad de la esperanza. Finalmente, se ve en color verde, el Lema del Jubileo 2025, Peregrinos de la esperanza.
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El Tiempo de las enseñanzas
Por: Sem. Jordan Mauricio Flórez Arciniegas, II de discipuladoQueridos niños: el Tiempo Ordinario, es aquel tiempo donde vivimos lo común de nuestros días, pero hay algo muy especial, y es que vivimos con las enseñanzas e instrucciones que Jesús nos dejó antes de subir al Cielo. Es el tiempo donde Jesús nos invita cada día a ser sus discípulos, entregarnos a la Palabra de Dios y predicarla a familiares y amigos.
Claro niños, Jesús todavía camina con nosotros, pero Él nos deja unas instrucciones para vivir en fraternidad con Él: amar a los demás, los diez mandamientos, las bienaventuranzas, las parábolas y tantas enseñanzas bonitas que Jesús nos regala en su Buena nueva.
Tarea:
Ir a la Santa Misa del domingo y estar muy atento a las lecturas del día.
Compromiso:
¿Qué me enseñan esas lecturas? ¿Qué pienso cuando Jesús me dice que debemos vivir en unidad?
Para pintar:
Pintar las vestiduras del sacerdote de color verde y lo demás con su color favorito.
historias de PEPIto>
Tú eres el Cristo, participemos en la liturgia
Por: Sem. Luis Francisco Salazar Cucaita, estudiante de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma)
Solemnidad de la Santísima Trinidad (Mt 28, 16-20)
Podemos preguntarnos: “¿Quién es Dios? ¿Cómo es Dios?” Ese Dios que el corazón del hombre busca continuamente, aunque quizás en nuestro tiempo muchos permanezcan cerrados en sus propias experiencias humanas y terrenas, sumidos en el consumismo, serviles y sumergidos en una indiferencia religiosa que es una verdadera pobreza existencial. ¿Quién es Dios? Nadie ha visto jamás, Jesús nos lo reveló, nos lo dio a conocer... Dios es fuego de amor, es unidad de amor, es unidad de tres Personas que viven sólo de amor de manera total. Dios es el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo: la Trinidad gloriosa. Jesús nos reveló que Dios es el Padre; y habló muchas
veces del Padre, y muchas veces se dirigió al Padre. Jesús nos habló muchas veces del Espíritu Santo, nos lo prometió, nos lo envió del Padre... Dios es amor en sí mismo. Dios es amor por todas las criaturas, por todos sus hijos. Podemos entonces ponernos en contemplación de la Santísima Trinidad, en adoración, con nuestro pobre amor, ante este amor infinito.
La verdad de Dios es la verdad de la vida de cada individuo y de toda la humanidad. ¿Cómo somos imagen y semejanza de Dios? La unidad en cada uno, la unidad de la familia, la unidad de la comunidad cristiana, de la Iglesia es reflejo y gracia de la Trinidad.
Solemnidad del Cuerpo y Sangre santísimos de Cristo (Mc 14, 12-16.22-26)
La Eucaristía es fuente y cumbre de toda vida cristiana. Todos los sacramentos, así como todos los ministerios eclesiásticos y obras apostólicas, están íntimamente unidos a la sagrada Eucaristía y hacía ella son ordenadas. De hecho, todo el bien espiritual de la Iglesia está contenido en la santísima Eucaristía, es decir, Cristo mismo, nuestra Pascua. Estas sublimes palabras del Catecismo de la Iglesia Católica nos introducen de manera significativa en el corazón de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre del Señor.
El relato evangélico de san Marcos, que ilumina la contemplación de este Misterio, nos trae lo que sucedió en la Pascua en la que Jesús y los discípulos se reunieron en el cenáculo de Jerusalén. Sabiendo que su hora estaba cerca, en aquel banquete ritual, en el que se recordaba el paso de la esclavitud a la libertad, gracias a la sangre del cordero, quiso combinar nuevas palabras con gestos tradicionales, cambiando así su significado. Instituyó así el signo sacramental en el que se interpretaba su pasión y su muerte como el sacrificio que establece una alianza
eterna entre Dios y los hombres. Marcos, de hecho, relata estas palabras: estando todos reunidos Jesús dijo: «Tomad, esto es mi cuerpo». Cogiendo una copa, pronunció la acción de gracias, se la dio, y todos bebieron. Y les dijo: «Esta es mi sangre, sangre de la alianza, derramada por todos». En los sacrificios se inmolaba a la víctima y con la carne se preparaba una comida sagrada con la que se celebraba una nueva amistad o alianza.
El consumo de la víctima, sacralizada por el sacrificio, colocaba a la persona en comunión con Dios. En el contexto del banquete ritual pascual, mediante la asunción de los símbolos del pan y del vino, Jesús sustituye el antiguo sacrificio por la celebración del nuevo. Esta vez la víctima es Él mismo en quien se sella el pacto definitivo.
Al comer el Cuerpo y la Sangre de Cristo, el hombre asume a Dios mismo y a pesar de su miserable condición de pecador, se le hace digno de estar en su presencia para vivir de su propia vida.
SOPA DE LETRAS: “EUCARISTÍA“
En la siguiente sopa de letras podrás encontrar palabras de la siguiente canción: Eucaristía
I
Pan transformado en el Cuerpo de Cristo vino transformado en la Sangre del Señor.
Eucaristía milagro de amor, Eucaristía presencia del Señor. (2)
II
Cristo nos dice tomen y coman esto es mi cuerpo que ha sido entregado.
III
Cristo en persona nos viene a liberar de nuestro egoísmo y
la división fatal.
IV
¡Oh gran invento de Cristo sabio y bueno para alimentarnos con su Sangre y con su Cuerpo!
V
Este alimento renueva nuestras fuerzas para caminar a la gran liberación.
VI
Con este Pan tenemos vida eterna Cristo nos invita a la gran resurrección.
E N U E S T R O T S E C I D L Q
P A N R E T E A L I M E N T O U
V T A V E U N E R M T A E D A E I I L J E S U S I S I U A N L G
E V I B D A U L E C C M O O I O
N N M U I N A R N A R S T I B I
E I E E V G A E R O R S O S E S M I N N R R S I F E I N N I R M
O D T O A E S S P R C O I V A O
T E A A R T N J C O H C V I C T
E L R P I A M O R Ñ A S I D I N
S A N A R E N T R E G A D O O E
I T O T E N E M O S G R A N N V
D A S A B I O P R E U C O M A N
O F U E R Z A S A R T S E U N I
Y U C A M I N A R A R E B I L S
• Cristo
• Pan
• Cuerpo
• Vino
• Eucaristía
• Señor
• Entregado
• Sangre
• Sabio
• Fuerzas
• Coman
• Caminar
• Liberar
• Alimentarnos
• Resurrección
• Nuestro
• División
• Egoísmo
• Alimento
• Vida
Feliz día MAMÁ
26/5/2024
DÍA DEL CAMPESINO
2/6/2024
“Digamos juntos desde el corazón: ninguna familia sin vivienda, ningún campesino si tierra, ningún trabajador sin derechos y ninguna persona sin la dignidad que da el trabajo.”
Papa Francisco