Edición 959

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DMaría, Madre de la Iglesia Evangelizadora

urante el mes de julio celebramos con alegría dos advocaciones de la Virgen muy queridas por todos: Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y Nuestra Señora del Carmen. En nuestra Diócesis de Cúcuta veneramos con fervor a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, la Kacika de Cúcuta, cuya réplica tenemos en la Basílica Menor. La devoción a la Virgen en todas sus advocaciones nos debe llevar a renovar el compromiso evangelizador en nuestra Iglesia Particular, que nos invita constantemente a hacer la voluntad de Dios desde las palabras que ella pronunció: “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu Palabra” (Lc 1, 38) y en las bodas de Caná: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5).

Hacer lo que el Señor nos dice, es cumplir cada día con la voluntad de Dios a ejemplo de María, tal como lo oramos varias veces al día en el Padre Nuestro: “Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo” (Mt 6, 10), en actitud de oración contemplativa, en una vida entera dedicada a la búsqueda de Dios. Así nos lo enseñó el Concilio Vaticano II: “La máxima realización de la existencia cristiana como un vivir trinitario de ‘hijos en el Hijo’ nos es dada en la Virgen María quien, por su fe (cf. Lc 1, 45) y obediencia a la voluntad de Dios (cf. Lc 1, 38), así como por su constante meditación

de la Palabra de Dios y de las acciones de Jesús (Lc 2, 19.51), es la discípula más perfecta del Señor” (Lumen Gentium 53).

María al ser la discípula más perfecta del Señor, también es la gran misionera, se pone en camino para visitar a su prima santa Isabel, en actitud de caridad que va al encuentro de quien la necesita y siempre nos señala a Nuestro Señor Jesucristo, pidiéndonos hacer lo que Él nos diga. En este momento de salida misionera en nuestra Diócesis, tenemos en María un modelo para ir en camino a transmitir la fe a los alejados. Así lo expresa el Papa Francisco cuando afirma: “Con el Espíritu Santo, en medio del pueblo siempre está María. Ella reunía a los discípulos para invocarlo (Hch 1, 14), y así hizo posible la explosión misionera que se produjo en Pentecostés. Ella es la Madre de la Iglesia evangelizadora y sin ella no terminamos de comprender el espíritu de la nueva evangelización” (Evangelii Gaudium 284).

es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida, abriendo los corazones a la fe con cariño materno. Como una verdadera madre, ella camina con nosotros, lucha con nosotros, y derrama incesantemente la cercanía del amor de Dios. A través de las distintas advocaciones marianas, ligadas generalmente a los santuarios, comparte las historias de cada pueblo que ha recibido el Evangelio y entra a formar parte de su identidad histórica” (EG 286).

“Hacer lo que el Señor nos dice, es cumplir cada día con la voluntad de Dios a ejemplo de María”.

En la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá veneramos a María que nos enseña a ser evangelizadores comprometidos con el anuncio del Reino de Dios.

No puede quedarse el amor a María, Madre de la Iglesia evangelizadora, en una simple devoción superficial. Nuestra peregrinación al santuario de la Virgen nos tiene que ayudar a mirar a Jesucristo en quien tenemos puesta nuestra fe.

continuo y unión íntima con el Señor y de entrega permanente a la Voluntad de Dios. El corazón de María siempre fue un santuario reservado solo a Dios, donde ninguna criatura humana le robó el corazón, reinando solo el amor y el fervor por la gloria de Dios y colaborando con la entrega de su vida a la salvación de toda la humanidad, en total unión con su Hijo Jesucristo. Así lo enseña el Catecismo de la Iglesia Católica: “Al pronunciar el Fiat de la Anunciación y al dar su consentimiento al misterio de la Encarnación, María colabora ya en toda la obra que debe llevar a cabo su Hijo. Ella es madre allí donde Él es Salvador y Cabeza del Cuerpo místico” (CIC 973).

Los convoco a poner la vida personal y familiar bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María y en todas las circunstancias de la vida, aún en los momentos de cruz, tengamos siempre presente el llamado de María: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5) y hagamos con el Apóstol Pedro profesión de fe diciendo: “Tú eres el Cristo” (Mc 8, 29).

María, Madre de la Iglesia evangelizadora nos convoca a seguir anunciando a Jesucristo en las periferias físicas y existenciales de nuestra Iglesia Particular. Estamos llamados a peregrinar en su fiesta a la Basílica Menor de nuestra Diócesis, para encontrar allí la fortaleza que nos da el Señor. Un santuario mariano tiene que ser fuente de evangelización, fuente del anuncio de Jesucristo, así lo expresa el Papa Francisco: “Ella

Presidente

Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta

El Papa Francisco nos lo enseña cuando afirma: “Es en los santuarios marianos, donde puede percibirse como María reúne a su alrededor a los hijos que peregrinan con mucho esfuerzo para mirarla y dejarse mirar por ella. Allí encuentran la fuerza de Dios para sobrellevar los sufrimientos y cansancios de la vida” (EG 286).

La Santísima Virgen María nos quiere cristianos semejantes a Ella en la vida de oración, de recogimiento interior, de contacto

Que el Glorioso Patriarca San José, unido a la Madre de la Iglesia evangelizadora, alcancen de Nuestro Señor Jesucristo muchas gracias y bendiciones para vivir el proceso evangelizador de nuestra Diócesis en salida misionera.

En unión de oraciones, reciban mi bendición.

Diseño y diagramación
Antonio Castellanos Mojica
Impresión Vanguardia Liberal
Por: Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta

Iniciaron las visitas pastorales en la vicaría rural

Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, inició en el mes de junio las visitas pastorales a la vicaría rural de esta Iglesia Particular, en los municipios de Villa Caro, Carmen de Nazareth (corregimiento), Lourdes y Gramalote.

Durante el recorrido compartió con los niños y jóvenes de las diferentes instituciones educativas; asimismo, visitó a las familias de las veredas aledañas a quienes di-

rigió un mensaje de esperanza y paz. En el casco urbano de cada población visitó a aquellas personas que experimentan la enfermedad y desde la Unción que les concedió, les animó a esperar en el Señor Jesús, la pronta recuperación.

Culminó cada encuentro con la celebración de la Sagrada Eucaristía y llevando los sacramentos del Bautismo y la Confirmación a los niños y jóvenes de estas comunidades parroquiales.

Se reunieron los delegados de la pastoral del adulto mayor

En la tarde del pasado sábado 22 de junio, se reunieron los delegados de la pastoral del adulto mayor de las vicarías de san Luis y san José. El encuentro se realizó en la parroquia san Pablo, ubicada en el municipio de

Culminó el campamento vocacional en la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá

En horas de la mañana, del viernes 28 de junio, culminó el campamento vocacional con la celebración de la Sagrada Eucaristía, en la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, ubicada en el barrio San Luis.

Allí se reunieron los 77 jóvenes de las Diócesis de Cúcuta y de Tibú, acompañados por el presbítero Yessid Fernando Rubio Rolón quien presidió la Santa Misa y les animó durante la homilía a seguir el ejemplo de la Virgen María y dar el “Sí” a la voluntad del Señor. También estuvieron

presentes los seminaristas: David Alexander Ochoa Vargas, Nelson Omar Peñaranda Balcacer, Sneyder Alexander Giraldo Sánchez, Carlos Stiven Pacheco Carrillo, Anderson Jesús Ramírez Palencia, Emerson Alexandro Camargo Contreras, Johan Camilo Bernal Paba y Christian Arley Santiago Orellanos; quienes a lo largo de la Semana Vocacional acompañaron a estos jóvenes, que realizaron su discernimiento a la vida sacerdotal.

Esta celebración culminó con la consagración de los jóvenes al amparo de la Santísima Virgen.

Continúan los frutos de la Mercatón 2024

LLos Patios y fue coordinado por los presbíteros Carlos Arturo Vega Blanco y Luis Armando Quintero Tarazona, delgados de este servicio pastoral de la Diócesis de Cúcuta.

a Fundación Banco de Alimentos continúa entregando los frutos de la XV Mercatón. El mes de junio finalizó con su cuarta entrega en la parroquia San Alberto Hurtado, en el barrio El Progreso e inició este mes de julio llevando la caridad de Cristo a las comunidades parroquiales de San Agustín, Nuestra Señora de la Esperanza, Nuestra Señora de los dolores y Santa Lucía.

Las entregas inician con un espa-

cio de oración y catequesis, dirigido por los presbíteros de cada parroquia. Posteriormente se entregan los mercados con alimentos de primera necesidad (aceite, arroz, panela, azúcar, harina, sal, enlatados, pasta).

La intención de estas ayudas es llevar un poco de la generosidad de muchos fieles bautizados a los hogares de los sectores vulnerables de la ciudad.

Cuarenta y ocho años de tradición: Aniversario de la Hermandad de Nazarenos

La Hermandad de Nazarenos se erige como una familia espiritual donde la fe, el amor y la devoción se entrelazan para enriquecer la vida de quienes la conforman. Su devoción y compromiso, inicia hacia el año 1976 en la parroquia San Antonio de Padua con 80 nazarenos, quienes al ver que, en la Catedral, que era la Iglesia madre, la sede del Obispo y no había nazarenos, les surgió la idea a 33 hermanos en el de buscar acogida con Monseñor Luis Alejandro Jaimes, párroco de la misma y con Monseñor Pedro Rubiano Sáenz, Obispo de ese tiempo, para que se les permitiera continuar con su apostolado y vivir la unión y la fraternidad entre sus miembros.

En este contexto, la Hermandad de Nazarenos se convierte en un refugio espiritual donde los creyentes encuentran apoyo y consuelo en su camino de fe; pero ¿cuál es su misión? Hoy en día, los nazarenos son agentes de pastoral, que prestan un servicio de evangelización dentro de las parroquias y la Diócesis, que se fundamenta en el llamado que Jesús Nazareno les hace para servir y buscar la vida eterna a través de la Iglesia a la que pertenecen, como lo vivencian por medio de procesiones, actos litúrgicos y obras de caridad, fortaleciendo su vínculo con el Señor.

Para todos no es fácil reconocer el llamado, algunos hacen una promesa porque presentan una dificultad con un familiar, algún hijo, una enfermedad o situación por la que están pasando. Sienten la necesidad de ofrecerle al Nazareno la promesa y se comprometen a buscar y a participar de manera activa como agentes de pastoral en esta hermandad; generalmente lo hacen en las parroquias donde viven.

Cada uno de ellos tiene valores como la solidaridad, el compañerismo y la devoción, los cuales

son piezas claves que caracterizan a la hermandad de nazarenos y los llevan a trascender las diferencias

individuales, creando lazos profundos de amistad y colaboración.

La vocación y el carisma de servicio del Nazareno es esencial y se ve reflejado desde el testimonio de vida familiar, parroquial y en la comunidad en la que participan.

Como ahora son agentes de pastoral, cambia la modalidad en la que realizan los actos de piedad, ya que antiguamente solo participaban en Semana Santa, donde usaban el hábito morado y apoyaban las procesiones, eucaristías, acompañaban a los sacerdotes para organizar las imágenes y los pasos; es decir, era una logística totalmente diferente a la que se ve hoy en día. Ahora ya trabajan de la mano de los párrocos y del Obispo durante todo el año.

Actualmente se encuentran nazarenos que están preparados en lecturas, que son ministros acólitos, y que se forman dentro de los diferentes servicios pastorales que ofrece la Diócesis. Asimismo, es importante destacar que la Asociación de Hermandades de Nazarenos, funciona desde hace más de 30 años y se reúnen todos los primeros domingos del mes en la Catedral San José, en este momento, bajo la dirección del vicario parroquial de la misma.

Tradicionalmente, se distinguen sus atuendos, por el color morado como la imagen viva de lo que fue la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Además, de que las vestiduras, también lo complementan, con el Cíngulo blanco, que es de fuerza y la capa blanca que simboliza la pureza.

El camino de los nazarenos implica compromiso para servir, desde la humildad a la Iglesia y a la comunidad. Es decir, como una sola familia al servicio de esta Iglesia Particular.

Asamblea Bíblica

I. AMBIENTACIÓN

Es importante que se ubique en el lugar central del encuentro el altar bíblico.

II. ANIMACIÓN

a. Saludo.

b. Invocación Trinitaria: en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

c. Signo: imagen de Jesús en la sinagoga.

d. Dinámica: previamente el moderador ha entregado a cada participante un papel pequeño que contiene una cita bíblica. En un primer momento, cada participante buscará el texto y lo leerá para sí mismo en silencio. Una vez todos han realizado este ejercicio, se invita a buscar un compañero, para leerse mutuamente el pasaje que le correspondió a cada uno (de ser posible, que repitan luego el ejercicio con otro compañero).

Esta acción de compartir el texto bíblico lleva a anunciar el Buena Nueva.

e. Repaso del encuentro anterior: el Bautismo de Jesús: el comienzo del anuncio del Reino, decíamos que el Padre, mediante su Hijo predilecto, constituido Mesías por la unción del Espíritu Santo (Hb 2, 36), viene a reconciliar a la humanidad consigo: ofrece su vida de Hijo para que nosotros, por la aceptación de fe y el bautismo, obtengamos esa misma condición de hijos. El Sacramento del Bautismo por ser la puerta de entrada a la vida de la gracia y a la comunión con Jesucristo y, nos hace partícipes de su misión como sacerdotes, profetas y reyes. El bautizado, incorporado al cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, debe reproducir en su vida las palabras, gestos y acciones de Jesús de Nazaret, para ser signo visible de la presencia de Jesucristo en el mundo.

Jesús anuncia el Reino de Dios

Análisis de la realidad:

¿Recuerda cómo inicia el Evan-

gelio según San Marcos?

¿Cuál es el mensaje de salvación (o palabra clave) que transmite la cita bíblica que le correspondió en la dinámica que se acaba de realizar?

Observando la imagen del signo ¿dónde se encuentra Jesús y qué cree que está haciendo?

El hablar sobre el anuncio y la proclamación de Jesús, el objeto y contenido de su predicación, lleva a la pregunta ¿qué o quién es el reino de Dios: un lugar, una persona, una esperanza, una realidad para los últimos tiempos? En el Evangelio según san Marcos, es presentado como una presencia silenciosa, un acontecer que transforma la historia para conducir al hombre todo entero al encuentro con Dios, que la Iglesia ya en época temprana identificaba con Jesús mismo (Mc 1, 1.14): La persona de Jesús es el Reino de Dios.

El anuncio de Jesús se encuentra enraizado ya en la predicación del Bautista: la Buena Noticia es un anuncio nuevo, pero al mismo tiempo se presiente en la historia del pueblo elegido que contiene el Antiguo Testamento. La Buena Noticia de Dios, que se realiza para los hombres de todos los tiempos, es la persona de Jesús.

Llegado el cumplimiento del tiempo, “Kairós”, en el momento oportuno se realiza la proximidad del Reino,

“se ha acercado”; entendida como un evento de permanencia, que se realiza precisamente en la persona de Jesús.

Este Reino de Dios se “acoge – se recibe” y su aceptación como don se convierte en posibilidad de entrada. Este Reino crece en el silencio, asumiendo sobre sí la dinámica de la semilla, que es al mismo tiempo la dinámica de la Palabra en la historia: el crecimiento y donación de frutos es la obra de Dios, que en su Buena Noticia ofrecida a los hombres (Jesús mismo) realiza la salvación de sus hijos. Es una cercanía del reino que crea permanencia.

La comunidad, de ayer y de hoy, que sufre sobre sí los embates propios de la historia es la primera en experimentar en su ser la alegría de la noticia liberadora del Evangelio. Jesús, como realización de las promesas de Dios, se convierte en la esperanza, que como “sonido de suave silencio” habita en lo cotidiano de los hombres para conducirlos a la vida.

IV. LECTIO DIVINA

a. Invocación al Espíritu Santo.

b. Proclamación del texto: Mc 1, 1415.

c. Lectio divina.

LECTURA

La Palabra escuchada “Buscad leyendo”

LECTURA

¿Qué dice el texto?

Dar un tiempo suficiente para la lectura individual del texto.

▪ ¿A dónde marcha Jesús? ¿después de qué suceso?

▪ ¿Qué hace allí?

▪ ¿Qué dice Jesús en relación con el tiempo y el Reino de Dios?

▪ Refiriéndose a la Buena Nueva, ¿a qué acciones invita?

MEDITACIÓN

MEDITACIÓN

La Palabra comprendida “Hallaréis meditando”

¿Qué me dice el texto?

Dar un espacio para la reflexión personal y el encuentro con Jesucristo

y el mensaje que comunica. ¿Cuál es mi respuesta al anuncio de Jesús?

¿acojo la Buena Nueva en mi historia, la anuncio en mi familia y en mi comunidad?

CONTEMPLACIÓN

CONTEMPLACIÓN

ORACIÓN

ORACIÓN

correspondió en la dinámica de este encuentro.

Invitar a una persona a la asamblea bíblica de agosto.

Asamblea Bíblica

DESPEDIDA

a. Oración para después de leer la Biblia.

b. Cántico a la Virgen: Madre del silencio.

“Llamad orando”

c. Bendición final: en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Citas bíblicas para entregar a los participantes

¿Qué le respondo a Dios, basado en el texto leído?

“Os abrirán contemplando”

¿A qué acción o cambio me invita el Señor en este texto?

En un momento de silencio dialogo con el Señor.

Se invita a compartir una oración de perdón, petición o acción de gracias suscitada por el texto.

COMPROMISO

Compartir (en las redes sociales, en una llamada, o una nota escrita) el contenido de la cita bíblica que me

Participar en la formación bíblica diocesana (Inicia nuevo grupo el sábado 3 de agosto 8:30 a.m. Seminario Menor). Hch 14, 22 Mc 10, 15

15, 50 Mc 4, 11

14, 17

18, 29 Mc 1, 14-15

Felicidades en su fiesta patronal

FELIZ

CUMPLEAÑOS

Los medios de comunicación de la Diócesis de Cúcuta, se unen con alegría en la presentación de las comunidades parroquiales, anunciando las fiestas de su santo patrono. En esta oportunidad, felicitamos de manera especial a los bautizados que se congregan en las parroquias: San Juan Bautista, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, San Pablo, San Pedro Apóstol (La Parada), San Pedro Apóstol (Villa caro) y Santos Apóstoles, a quienes les animamos para que continúen creciendo en la fe y el dinamismo pastoral, de la mano de sus párrocos.

SAN JUAN BAUTISTA

Fundación: 26 de mayo de 1966

Fiesta: 24 de junio - Nacimiento de San Juan Bautista

Párroco: José Giovanny Nieto Cano

Ubicación: barrio Guaimaral

NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO

SOCORRO

Fundación: Septiembre 19 de 1944

Fiesta: 27 de junio

Párroco: Álvaro Iván Gómez

Suárez

Ubicación: barrio El Contento

SAN PABLO

Fundación: febrero 18 de 1975

Fiesta: 29 de junio

Párroco: Jesús Omar Osma

Aldana

Ubicación: Los Patios

El Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta (CCDC) ofrece el servicio de Trámite de Partidas en Colombia para:

SAN PEDRO APÓSTOL (LA PARADA)

Fundación: febrero 2 de 1974

Fiesta: 29 de junio

Párroco: Luis Eduardo Álvarez Díaz

Ubicación: La Parada

SAN PEDRO

APÓSTOL (VILLA CARO)

Fundación: agosto 27 de 1990 Fiesta: 29 de junio

Párroco: Fabián Pacheco Llanes Ubicación: frente al parque principal

SANTOS APÓSTOLES

Fundación: febrero 2 de 2987

Fiesta: 29 de junio

Párroco: Wilson David Alba García

Ubicación: barrio Chapinero

José del Carmen Chaustre Buitrago
José Manuel Díaz Oicatá
12. Rafael Humberto Cárdenas
Victor Manuel Lazzo Serrano 5. Rubén Darío Mendoza Tarazona
2. Rafael Humberto Cárdenas Leal
4. Samuel Alexis Arias Meza
11. Richard Alexander Moreno Moreno
12. Wilson David Alba García 13. José Francisco Omaña Pereira
15. Víctor Manuel Lazzo Serrano
6. Benedicto Vaca Cáceres

Testigos de la tradición viva de la Iglesia

I. ¿Quiénes son los padres de la Iglesia?

El término “padre” hace referencia a quien en unión con una mujer engendra uno o más hijos, coopera en la generación de la vida. No obstante, en la antigüedad tenía otro sentido, se le llamaba “padre” al maestro porque los alumnos eran considerados sus hijos, espiritualmente engendrados, enseñados y acompañados en el crecimiento. San Pablo es un testimonio de este segundo significado cuando llama a los Gálatas “hijitos míos” 1 , o le dice a Tito y a Timoteo “verdadero hijo2 ”. Ahora bien, en palabras del actual magisterio eclesial los Padres de la Iglesia: “se llaman con toda razón aquellos santos que, con la fuerza de la fe, con la profundidad y riqueza de sus enseñanzas, la engendraron y formaron en el transcurso de los primeros siglos. Son de verdad “Padres” de la Iglesia, porque la Iglesia, a través del Evangelio, recibió de ellos la vida. Y son también sus constructores, ya que por ellos —sobre el único fundamento puesto por los Apóstoles, es decir, sobre Cristo— fue edificada la Iglesia de Dios en sus estructuras primordiales3 ”

II. ¿Características de los padres de la Iglesia?

Estos testigos antiguos de la Tradición eclesial reúnen las siguientes cuatro características4 :

1. Rectitud de doctrina: aunque en la antigüedad no estaba todavía constituido el Magisterio de la Iglesia para distinguir entre ortodoxia y heterodoxia, no obstante, existían dos principios básicos: la Sagrada Escritura como Regula veritatis -Regla de la verdad- y la Tradición Apostólica como Regula fidei -Regla de fe-. La rectitud de doctrina la manifestaron en la interpretación de la Sagrada Escritura bajo la autoridad y la enseñanza de los apóstoles.

2. Santidad de vida: en los primeros siglos, el testimonio cristiano era probado por dos criterios: el martirio y la piedad. Los Padres de la Iglesia vivieron entre las persecuciones y el amor a la Sagrada Escritura, oraron, memorizaron, respetaron, escudriñaron y se alimentaron de la Palabra de Dios escrita para afrontar las tribulaciones. Incluso, ayudaron a conformar el Canon del Nuevo Testamento.

3. Antigüedad: comprende los ocho primeros siglos del cristianismo, para Oriente

san Juan Damasceno (+749) es el último “padre” de la Iglesia y para Occidente san Veda el Venerable (+735).

4. Aprobación eclesiástica: es la Iglesia quien con la asistencia del Espíritu Santo determina cuál testigo de la tradición es llamado Padre de la Iglesia, por ejemplo, Bonifacio VIII declaró a san Jerónimo, san Ambrosio, san Agustín y san Gregorio Magno como los grandes “padres” de la Iglesia de Occidente. Igualmente, san Atanasio, san Basilio el Grande, Gregorio de Nacianceno y san Juan Crisóstomo fueron nombrados como los grandes “padres” de Oriente.

III. ¿Importancia de los padres de la Iglesia?

La instrucción sobre el estudio de los “padres” de la Iglesia en la formación sacerdotal5 manifiesta de forma completa la relevancia de la Patrística que retomaremos resumidamente en este artículo:

1. Testigos privilegiados de la Tradición: los “padres” de la Iglesia fueron los autores y protagonistas para constituir la tradición eclesial, por ejemplo, establecieron todo el canon de la Biblia, compusieron los símbolos de la fe, argumentaron contra las herejías esclareciendo las verdades de fe y creando la teología, pusieron los cimientos de la disciplina canónica, las primeras formas de la liturgia, las primeras exégesis sobre la Sagrada Escritura enfocadas a una práctica pastoral y las primeras catequesis cristianas. Incluso, para que una verdad de fe sea declarada y para la interpretación de la Escritura se requiere el consentimiento unánime de los “padres” de la Iglesia. De hecho, la enseñanza de los Padres garantiza la identidad católica para renovar la Iglesia durante la celebración de los Concilios.

cristiano, discernieron los valores y los limites ocultos de las culturas antiguas, se sirvieron de los conceptos y de los lenguajes de los diversos pueblos para inculturar el Evangelio. En tercer lugar, defendieron la fe y ayudaron a especificar las verdades cristianas por medio de homilías, celebraciones litúrgicas y pastorales, manteniendo la fidelidad al fundamento a la Sagrada Escritura, pero al mismo tiempo abiertos a las nuevas circunstancias contemporáneas. Y cuarto, en su misión teológica y pastoral permanecieron en la experiencia religiosa del misterio divino para evitar los extremos del racionalismo y del fideísmo.

mentos y su disciplina sobre los lapsos; o la fuente de temas litúrgicos en la obra de san Hipólito de Roma.

“Los “padres” de la Iglesia fueron los autores y protagonistas para constituir la tradición eclesial”.

3. Riqueza cultural, espiritual y teológica: los “padres” recibieron una increíble formación de la cultura griega y romana que utilizaron al servicio de la Evangelización, espiritualmente su teología es profunda, alimenta la mente y llega al corazón, se preocuparon por la oración diaria – familiar, el ayuno, la celebración dominical, las fiestas litúrgicas, la veneración de la Virgen María, las vigilias, los ágapes. Por este motivo, expresan un fervor misionero, la práctica de las obras de misericordia, la limosna, el cuidado de los más vulnerables, la educación de los hijos, el respeto a la vida, la responsabilidad de las autoridades estatales y el sacrifico del martirio.

IV. ¿Cuáles son los padres de la Iglesia más destacados?

2. Método teológico: por una parte, los “padres” tuvieron como recurso siempre la Sagrada Escritura y el sentido de la Tradición, aunque las limitaciones por la falta de la ciencia filológica, histórica, antropología-cultural en comparación a la exégesis moderna no se puede negar y una parte de su trabajo puede considerarse transitoria, sin embargo, continúan siendo maestros por la forma religiosa en que interpretan y el respeto con que consideran la Sagrada Escritura, no se consideran los dueños sino los servidores. En segundo lugar, en medio de las propuestas de las diferentes corrientes ideológicas de aquella época, mantuvieron lo auténticamente

Un testimonio relevante es san Clemente Romano y su ejercicio del primado romano después de la muerte de san Pedro en la epístola a los Corintios; también por ejemplo, san Ignacio de Antioquía, su deseo de unión con Cristo y de vida en Él y su amor a la Eucaristía como fármaco de inmortalidad; o la doctrina de la encarnación y de la muerte del Señor en la carta a los filipenses de san Policarpo contra la herejía docetista; igualmente a san Justino y el uso de los conocimientos filosóficos para explicar la fe, el logos de la verdad total (Hijo de Dios e igual a Dios y nos redimió), el paralelismo del Cristo-Adán y María-Eva, y el culto de los ángeles; por otra parte, encontramos la importancia de la Escritura y la Tradición, primado de Roma, unidad entre el antiguo y el Nuevo Testamento, la recapitulación en Cristo de toda la creación, María como nueva Eva, el rol de la Iglesia y de los sacramentos para la salvación en su lucha contra la herejía gnóstica de san Ireneo de Lyon; o el aporte de san Cipriano que la Iglesia es el único camino posible de salvación, la doctrina sobre los sacra-

Así mismo, otro importante Padre de la Iglesia es san Atanasio con su claridad en la terminología teológica sobre la divinidad del Verbo, la unidad personal de Cristo, la necesidad moral de la redención, la divinidad del Espíritu Santo y procedencia del Padre y del Hijo en su defensa incansable contra los arrianos; o la teología Trinitaria y Cristológica de los Padres Capadocios (san Basilio, san Gregorio de Nisa y san Gregorio Nacianceno); o las grandes catequesis de San Cirilo de Jerusalén enseñando la divinidad del Verbo y el Espíritu Santo y sobre los sacramentos; o el tratado sobre el sacerdocio y la doctrina social de la Iglesia de san Juan Crisóstomo; la fijación del método teológico, el avance cristológico respecto al modo de unión de las naturalezas en la persona de Cristo y la profundización de la maternidad divina de María en san Cirilo de Alejandría; o san León Magno y su doctrina sobre la doble naturaleza de Cristo en la unidad de persona; o la enseñanza Trinitaria de san Hilario de Poitiers; o las obras morales, la clarificación en las relaciones entre estado e Iglesia, la creación de la liturgia ambrosiano de san Ambrosio de Milán; o las traducciones, comentarios exegéticos de la Sagrada Escritura y la determinación del canon bíblico de san Jerónimo; o la asimilación y síntesis del pensamiento cristiano de la antigüedad, el establecimiento de los fundamentos de la especulación cristiana latina, el desarrollo de todos los temas, especialmente la doctrina Trinitaria, pecado original, la gracia, la predestinación, la vida cristiana y sacramental de san Agustín; o san Gregorio Magno y su teología moral y caridad pastoral, y san Juan Damasceno y su teología dogmática en la defensa contra la iconoclastia.

Si ahora queremos sintetizar la importancia de los “padres” de la Iglesia, parafraseamos a san John Henry Newman para concluir que los “padres” de la Iglesia tienen relevancia en cuanto que son testigos y autores que testimonian la doctrina universalmente admitida en la Iglesia, son informadores honrados de las verdades de fe que la Iglesia cree desde siempre y en todas partes6

1 Ga 4, 19 también el apóstol Juan en 1Jn 2, 1. 2 Tit 1, 4; 1Ti 1,2.

3 JUAN PABLO II, Carta Apost. Patres Ecclesiae, 2 ene. 1980: A.A.S. 72 (1980), p. 5.

4 Hernández Ibáñez, J., A., Patrología didáctica, ed. Verbo Divino, pág., 19s.

5 Instrucción sobre el estudio de los Padres de la Iglesia en la formación sacerdotal, 17 – 43.

6 Newman, J. H., Discussions and Arguments II, citado en Quasten, J., Patrología I, pág. 11s.

“Kacika de Cúcuta” Ayer como hoy,

Por: Pbro. José Elver Rojas Herrera, Rector de la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y vicario ecónomo de la Diócesis de Cúcuta.

Ayer: hacia el año 1578 el conflicto entre los nativos de esta zona de frontera y los españoles era muy intenso. Como en toda guerra, el dolor, el desastre, la muerte y la incertidumbre se apoderaron de las familias indígenas que, con rabia e impotencia no sabían a quién acudir, si a las autoridades locales o a los dioses de sus antepasados con el fin de que sus ruegos fueran escuchados.

Hoy: algo parecido sucede hoy en la vida de las familias cucuteñas. Ellas, también con miedo e incertidumbre, ven como se pierde la lucha contra la drogadicción, el narcotráfico, la delincuencia común, la inseguridad que campea a toda hora en los barrios y calles de la ciudad de Cúcuta. Al menos los indígenas sabían que la guerra era contra los españoles, pero en el caso nuestro no sabemos quién es el enemigo; bien puede estar en el techo de una casa, armado en la esquina de una calle o ejerciendo en cualquier servicio público para el cual ha sido elegido.

Ayer: conocedores los indígenas del milagro de la renovación de la virgen de Chiquinquirá, piden al colonizador español Rodrigo de la Parada, que en el año 1587 se dirigía a Tunja, traerles una copia del cuadro de la virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Los indios reciben la copia del cuadro

como un signo de paz e inmediatamente lo introducen en el templo y le dan el título honorífico de La Kacika.

Hoy: ¿A quién le pedimos nos traiga la imagen celestial que nos devuelva la confianza, la seguridad, la reconciliación y la paz entre los cucuteños? Ya no es Rodrigo de la Parada quien se dirige a Tunja. Entonces, ¿a quién acudir? el pueblo considera que a través del ejercicio popular con el que elige cada cuatro años a sus gobernantes, llegará el mandatario que responda a las necesidades de las comunidades, especialmente de los campesinos que sufren el desplazamiento forzoso por las luchas continuas entre grupos subversivos que, para ser tenidos en cuenta en un proceso de paz, se presentan cada vez más violentos y castigan con toda su fuerza y sin piedad a los más pobres e indefensos.

Es la Iglesia, desde su acción pastoral, la encargada de acercar la imagen de Jesús y de la Santísima Virgen al corazón de los bautizados para devolverles la fe y la esperanza. Una Iglesia en salida misionera que lleva en su estandarte la imagen de María Santísima, Estrella de la Evangelización. Ahora la Iglesia diocesana con el Obispo, sacerdotes y demás agentes de pastoral promueven en las comunidades el amor a Dios, a la Santísima Virgen y el amor al prójimo.

Ayer: en 1660 las aguas del Río Pamplonita desbordadas por una fuerte ola invernal, entraron al templo y arrastraron río abajo el lien-

zo de la Kacika. Sin tregua alguna los indígenas emprendieron su búsqueda y lo encontraron entre juncos donde se une el río Táchira con el Pamplonita. Los indígenas interpretaron este hecho como un milagro de la Virgen no sólo por encontrarlo en la unión de los dos pueblos en conflicto, sino que el lienzo no había sufrido daño alguno y con gozo lo condujeron al lugar donde continuará cubriendo con su Santísimo manto al pueblo panchero.

“Conocedores los indígenas del milagro de la renovación de la virgen de Chiquinquirá, piden al colonizador español Rodrigo de la Parada, que en el año 1587 se dirigía a Tunja, traerles una copia del cuadro de la virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá”.

de agua así mi alma te busca a Ti, Dios mío” Así lo entendieron los indígenas quienes, con la fe y la esperanza puesta en Dios, salieron a buscar a la Kacika, desafiando las caudalosas aguas del río Pamplonita.

Hoy: el Salmo 42 nos dice: “Como busca la sierva torrentes

Las aguas caudalosas que pretenden arrastrar río abajo la presencia de Jesucristo y de su Santísima Madre son la injusticia, la violencia y la corrupción que entran en nuestros hogares buscando ahogar los principios y valores cristianos, presentes en las familias que han puesto su confianza en el Señor y en el amor maternal

escuchad nuestros clamores

de la Kacika. Por tal motivo, el pueblo panchero desde sus ancestros hasta hoy no va a permitir que nada ni nadie les vuelva a arrebatar la presencia y compañía de la Santísima Virgen.

Ayer: en 1875 el terremoto de Cúcuta sepultó entre escombros el cuadro de la Santísima Virgen. Todo era caos y confusión. Sin embargo, entre las ruinas del templo, emerge el lienzo intacto de nuestra Kacika. Incluso los fieles sobrevivientes la llamaron “La Kacika terremotiada de Cúcuta”.

Hoy: otra prueba y un acontecimiento más para que los fieles de la Kacika pudieran comprender que el amor de una madre por sus hijos no tiene límites. Ella continúa ahora en una hermosa Basílica, construida por los pancheros y que está en un proceso de res-

tauración y embellecimiento, para que los peregrinos en un lugar digno y hermoso puedan encontrarse con la Santísima Virgen todas las veces que quieran.

En la pintura del lienzo la Virgen, el Niño, San Antonio y San Andrés, lucen de un modo sencillo y piadoso. La mirada de la Virgen se fija no en el niño que tiene en sus brazos sino en quien va a visitarle. Si los ojos son las ventanas del alma, entonces miremos a los ojos a esta madre llena de ternura y contemplemos su rostro donde se refleja la compasión y la misericordia de su Hijo Jesucristo quien siempre nos dice: “vengan a mí los que estén cansados y afligidos, y Yo los aliviaré” (Mt.11, 28).

Ayer: el 12 de octubre de 1991 los ladrones irrumpieron de noche en el templo y por robarle la corona

a la Kacika estropearon el lienzo con algunos cortes en su parte superior que dejan el rastro de la delincuencia común. El dolor volvió a apoderarse de los pancheros, quienes afanosamente se dieron en la tarea de buscarla. A pesar de que la búsqueda resultó infructuosa, no fue así el tomar la decisión de regalarle entre todos, una nueva corona a la Santísima Virgen María que obligó al año siguiente la visita del señor Nuncio Apostólico Paolo Romeo a visitar a la Kacika y coronarla por segunda vez ante centenares de sacerdotes, obispos y una co munidad que, con sus palmas y cantos, expresaba la inmensa ale gría de ver a su Santísima Madre luciendo la corona como reina de Cúcuta.

“En 1660 las aguas del Río Pamplonita desbordadas por una fuerte ola invernal, entraron al templo y arrastraron río abajo el lienzo de la Kacika”.

lo acepta como su hermano. Quien se deja consentir del demonio, aprende a odiar y en sus hermanos solo ve al adversario que se debe destruir.

Ayer y Hoy: sí, ayer como hoy, en la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, María, Madre de Dios y Madre nuestra, no cesa de recibir al peregrino para consolarlo,

Hoy: la delincuencia, el ladro nismo y diversas expresiones de hurto, azota sin misericordia a los cucuteños con un nuevo agravan te: ahora se mata para robar. El celular, los zapatos, la cadena, la bicicleta tienen dentro de la jerar quía de valores de los delincuen tes, un nivel muy superior sobre la vida de las víctimas. Lo más grave es que mientras los grupos de in teligencia, creados para defender y cuidar a los colombianos des conocen el paradero de las cosas robadas, la persona más humilde de un barrio sabe con exactitud dónde encontrarlas y quiénes las compran a los ladrones.

Otro factor que fortalece esta práctica delincuencial es que algunos padres de familia cons cientes que sus hijos no traba jan en nada, no se asombran ni les cuestiona que lleguen a casa con cosas muy finas y caras.

Padres e hijos, volvamos al mandamiento del amor. Quien se deja amar de Dios aprende a amar al prójimo y

mar sobre él la misericordia de su Hijo Jesucristo. Pues, los milagros obrados en quien con fe se acerca tes bien, es hora de unir nuestras voces y al levantar la mirada hacia la

ta, exclamemos juntos: Oh Madre Clemente y Pía, escuchad nuestros

Interior del templo de la Basílica Menor de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá (Cúcuta, Norte de Santander)

Jesús: Palabra Eterna del Padre

Jesucristo es la Palabra encarnada que revela la gloria de Dios en el mundo. Es esta la línea clave a desarrollar en la presente catequesis, con el ánimo de motivarles a acercarse al conocimiento de las Sagradas escrituras, pues como lo afirmaba san Jerónimo: “Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”. De ahí la importancia de vivir en contacto y en diálogo orante con la Palabra de Dios, que se encuentra plasmada por escrito en la Sagrada Biblia.

1. En el principio existía la Palabra (Preexistencia)

“Al principio existía la Palabra y la Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios” (Jn 1, 1). Con estas palabras se abre el Evangelio de san Juan, poniendo de manifiesto la eternidad del Hijo y afirmándose la prexistencia de Jesús, es decir su existencia antes de que el mundo fuera, tal como se afirma en el credo niceno constantinopolitano: “Creo en un solo señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho”.

El relato de la creación, presentada por el libro del Génesis en el capítulo 1, en cinco oportunidades indica “dijo Dios” y día tras día de esa semana, se fue dando origen a todo cuento existe. Ese “dijo Dios” lo explica justamente el Evangelio de san Juan cuando afirma: “Todo fue hecho por ella (la Palabra) y sin ella no se hizo nada de cuanto existe” (Jn 1, 3).

2. Plenitud de la Revelación de Jesucristo

La declaración Dominus Iesus (n° 5) promulgada en el año 2000, por la congregación para la Doctrina de la Fe, afirma:

“Debe ser firmemente creída la afirmación de que en el misterio de Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado… se da la revelación de la Plenitud de la verdad divina: “Nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar” (Mt 11, 27). “A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único que está en el seno del Padre, él lo ha revelado” (Jn 1, 18); “Porque en él reside toda la plenitud de la Divinidad corporalmente” (Col 2, 9-10).

Además de resaltar el hacer de Jesús como Palabra del Padre, en la creación, es imprescindible resaltar la relación de intimidad perfecta entre el Padre y el Hijo, en cuanto a la profunda relación entre Dios y Jesús presen- tada por Él mismo, en el texto de san Mateo 11, 27. En este texto se pone de manifiesto que solo el Padre comprende por completo al Hijo con un conocimiento amoroso y además que solo Jesús, visible como hombre en ese momento, es igual al Padre que le conoce plena y totalmente. Son Palabras reveladas por el Hijo de Dios, que permiten dirigir la mirada a las profundidades del misterio de Dios de una manera excepcional.

visto y oído” (Jn 3, 31).

Lo único que busca Jesús es escuchar al Padre para manifestar su rostro y su Palabra y por ello solo Él es la revelación personificada de Dios.

3. En Cristo culmina la revelación

“Lo que Dios tenia para decir a la humanidad, ya lo ha dicho a través de su Hijo, quien goza de una primacía sobre todas las cosas”.

La misión del Hijo es revelar, dar a conocer, el Reino de Dios, pues solo a Él el Padre le ha encomendado esta obra y puede comunicarla a quien desee, resaltando el hecho que sigue siendo siempre la Palabra y la obra del Padre. Lo que Jesús dice de Dios e incluso de sí mismo, es como un obsequio que viene al hombre de las profundidades de Dios.

En relación a Juan 1, 18, Jesús afirma la invisibilidad plena de Dios, mostrándose a si mismo como aquel que ha podido revelar al Padre porque solo Él como Hijo, ha vivido siempre en el “seno del Padre” que es la imagen típica del amor y la intimidad perfecta: “Quien viene de arriba está por encima de todos. El atestigua lo que ha

Vale la pena tomar las palabras de la Constitución Dogmática Dei Verbum (n°4), sobre la revelación divina, promulgada en el Concilio Vaticano II, que sintetizan magistralmente el itinerario de la revelación de Dios a la humanidad: después que Dios habló muchas veces y de muchas maneras por los Profetas, “últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo” (Hb 1, 1-2). Pues envió a su Hijo, es decir, al Verbo Eterno, que ilumina a todos los hombres, para que viviera entre ellos y les manifestara los secretos de Dios; Jesucristo, pues, el Verbo hecho carne, “hombre enviado, a los hombres”, “habla palabras de Dios” y lleva a cabo la obra de la salvación que el Padre le confió.

Por tanto, Jesucristo -es ver al Padrecon su total presencia y manifestación personal, con palabras y obras, señales y milagros, y, sobre todo, con su muerte y resurrección gloriosa de entre los muertos; finalmente, con el envío del Espíritu de verdad, completa la revelación y confirma con el testimonio divino que vive en Dios con nosotros para librarnos de las ti-

La economía cristiana, por tanto, como alianza nueva y definitiva, nunca cesará, y no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo (cf. 1 Tim 6, 14; Tit 2, 13).

Lo que Dios tenia para decir a la humanidad, ya lo ha dicho a través de su Hijo, quien goza de una primacía sobre todas las cosas. Fue beneplácito de Dios, en su bondad y sabiduría, revelarse a sí mismo y hacer conocer el misterio de su voluntad (Cf. Ef 1,9) y por Cristo su Hijo, en el Espíritu Santo, tenemos acceso al Padre y participamos de la naturaleza divina. En Jesús su Hijo, nos habló como a amigos (Jn 15, 14-15) y trata con nosotros para invitarnos a la comunión con Él y recibirnos en ella. Solo Cristo es a la vez mediador y plenitud de la revelación.

“Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales en Cristo… dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según el benévolo designio que en Él se propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por cabeza” (Ef 1, 3. 9-10).

nieblas del pecado y de la muerte y resucitarnos a la vida eterna.

¿Por qué existe el sufrimiento y el mal en el mundo?

Cuantas personas frente a un mal o sufrimiento de enfermedad terminal se han preguntado “¿por qué permite Dios tanto dolor?” Esta y otras dudas han resonado en los corazones de los creyentes durante siglos. Solo una fe bien formada y sólida permite encontrar respuestas profundas a estos interrogantes. Las siguientes líneas van a ser decisivas en las respuestas que podamos tener ante situaciones donde el mal y el sufrimiento han sido determinantes.

El problema del mal y el sufrimiento ha sido una constante preocupación para la humanidad a lo largo de la historia. Este es un tema complejo que puede abordarse desde múltiples ángulos: filosófico, cultural, bíblico, teológico y práctico. A continuación, este artículo pretende hacer un acercamiento desde estas dimensiones y cómo un católico debe enfrentar el mal y el sufrimiento desde la fe en Dios a través de Jesucristo.

1. Perspectiva filosófica

Desde un punto de vista filosófico teísta y ateo, el mal se ha entendido tradicionalmente de dos maneras: mal moral y mal natural. El mal moral se refiere a los actos deliberados de los seres humanos que resultan en daño o sufrimiento. Este tipo de mal es el resultado de las decisiones libres y conscientes de los individuos; mientras que el mal natural incluye desastres naturales, enfermedades y otras calamidades que no son producto directo de la acción humana. Este tipo de mal se plantea como un desafío para aquellos que creen en un Dios omnipotente y benevolente.

Quienes dicen ser ateos utilizan el mal como una razón para decir que no existe un ser divino, por su ausencia para proteger y ayudar a quienes sufren sus consecuencias.

San Agustín de Hipona, uno de los filósofos cristianos más influyentes en el tema del mal, argumentó que el mal no es una sustancia o entidad, sino una privación del bien (“privatio boni”).

Una perspectiva católica

Santo Tomás de Aquino también abordó el problema del mal desde una perspectiva teológica y filosófica. En su obra “Suma Teológica”, afirmó que el mal es una deficiencia o carencia en las cosas buenas creadas por Dios. Mantuvo que, aunque Dios permite el mal, lo hace para sacar un bien mayor del mismo.

Por otra parte, otros reconocidos por su ateísmo, también abordaron esta problemática. Friedrich Nietzsche criticó duramente la religión y la moralidad cristiana, viendo el mal como una construcción social utilizada para controlar y reprimir a las personas. Propuso la superación de las categorías tradicionales de bien y mal mediante la afirmación de la vida y la creación de nuevos valores. Jean-Paul Sartre afirmó que el mal es una consecuencia de la libertad radical del ser humano, y cada individuo es responsable de dar sentido a su vida a través de sus elecciones.

El Papa Benedicto XVI, también conocido como Joseph Ratzinger, abordó el problema del mal desde una perspectiva teológica y filosófica. En sus escritos, enfatizó la necesidad de confiar en la providencia divina y la redención a través de Cristo, mientras reconoce el misterio del mal en el contexto de la libertad humana y el amor de Dios.

2. Perspectiva cultural

En muchas culturas antiguas, los desastres naturales y las enfermedades se veían como castigos divinos por los pecados cometidos por individuos o comunidades. En el contexto cristiano, aunque existe un reconocimiento de

que el pecado puede traer sufrimiento, la fe pone un fuerte énfasis en la misericordia y el amor redentor de Dios.

Para los católicos, la comprensión del mal se enmarca en la fe en un Dios amoroso que, aunque permite el mal, también ofrece redención y esperanza a través de Jesucristo.

3. Perspectiva bíblica

La Biblia ofrece varias perspectivas sobre el mal y el sufrimiento. En el Antiguo Testamento, encontramos el libro de Job, que aborda el problema del sufrimiento del justo. Job es un hombre recto que sufre tremendamente sin causa aparente, y la respuesta divina subraya la soberanía y el misterio de Dios, sugiriendo que los seres humanos no siempre pueden comprender los caminos divinos.

Job es un recordatorio de que, aunque el sufrimiento es un misterio, la fe en la providencia y el amor de Dios puede sostenernos en medio de las pruebas más severas. En este libro bíblico, Elifaz, Bildad y Zofar, los amigos de Job, representan una teología retributiva, que sostiene que el sufrimiento es consecuencia del pecado. Después de ellos aparece Elihú, un joven que le ofrece una perspectiva diferente. Sugiere que el sufrimiento puede ser una forma de disciplina divina y un medio para purificar y enseñar al justo. Esta perspectiva desde la fe ayuda a que el cristiano le dé un sentido positivo al sufrimiento y por lo tanto al mal.

En el Nuevo Testamento, el sufrimiento se encuentra en el centro del mensaje cristiano a través de la pasión y muerte de Jesucristo. Jesús, el Hijo de

Dios, sufrió y murió en la cruz, un acto que redime a la humanidad del pecado y abre el camino a la vida eterna. San Pablo, en sus epístolas, habla del sufrimiento como una participación en los padecimientos de Cristo (Colosenses 1, 24) y una forma de crecer en santidad y dependencia de Dios.

En cuanto a la problemática del mal, se presenta una relación con el demonio. En la Sagrada Escritura, desde el engaño en el Jardín del Edén hasta la derrota final en el Apocalipsis, se presenta al demonio como el instigador del mal, trabajando contra los propósitos divinos.

4. Perspectiva teológica

Teológicamente, la existencia del mal y el sufrimiento se entiende dentro del contexto del libre albedrío y el amor de Dios. Dios creó a los seres humanos con la capacidad de elegir libremente, lo que implica la posibilidad de escoger el mal. Sin embargo, el amor de Dios es tan grande que Él respeta esta libertad, incluso cuando resulta en sufrimiento.

El Catecismo de la Iglesia Católica afirma que Dios no es el autor del mal, pero permite su existencia para sacar de él un bien mayor (CIC 311).

5. Perspectiva cristiana para enfrentar el mal y el sufrimiento desde la fe

Enfrentar el mal y el sufrimiento es una realidad inevitable de nuestra existencia humana. Sin embargo, como católicos, estamos llamados a ver más allá del dolor y la injusticia, y a encontrar sentido y propósito desde la fe en Dios a través de Jesucristo. Recordemos que nuestro Señor, en su infinita sabiduría y amor, permite el mal no para condenarnos, sino para ofrecernos la oportunidad de crecer en santidad y dependencia de Él. Por eso, al enfrentar el mal y el sufrimiento en nuestra vida diaria, debemos recordar que estamos participando en una batalla espiritual contra el maligno y que, con fe en Cristo, podemos encontrar fortaleza, esperanza y redención para enfrentar y vencer el mal y el sufrimiento desde la perspectiva cristiana.

Iglesia Nacional

Cónclave del Episcopado Colombiano: Eligiendo líderes y discerniendo el futuro

Desde el pasado 1 al 5 de julio, los obispos de Colombia se reunieron en Bogotá para la CXVII Asamblea Plenaria, un encuentro crucial para la Iglesia colombiana.

En esta asamblea electiva, los prelados escogieron a: monseñor Francisco Javier Múnera Correa, arzobispo de Cartagena, como presidente; monse- ñor Gabriel Ángel Villa Vahos, arzobispo de Tunja, como vicepresidente; y a monseñor Germán Medina Acosta, recién nombrado obispo de la Diócesis de Engativá, como secretario general; quienes guiarán la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) durante el trienio 2024-2027.

La principal tarea de la asamblea tras elegir a la mesa directiva de la CEC, fue definir las comisiones episcopales

y sus presidentes, incluyendo a los sacerdotes, religiosas y laicos que con-

formarán el Secretariado Permanente del Episcopado Colombiano (SPEC). Setenta y ocho obispos, incluyendo administradores diocesanos y obispos eméritos, participaron en este encuentro.

La asamblea concluyó con la definición de estrategias para que la Iglesia colombiana responda de manera efectiva a los desafíos actuales de la realidad social y eclesial desde cada una de las regiones; priorizando el bien común y atendiendo a las realidades concretas.

La clausura de la asamblea coincidió con el XIII Congreso Nacional Misionero, conmemorando el centenario del primer encuentro misionero en Colombia. Este congreso, se extendió

La apertura se dio el pasado lunes 1 de julio y estuvo marcada por una Eucaristía presidida por el vicepresidente saliente de la CEC, monseñor Omar Alberto Sánchez Cubillos, quien enfatizó la importancia de la oración y la unidad para discernir el camino a seguir.

El cardenal Luis José Rueda Aparicio, instó a sus hermanos obispos a ser líderes ejemplares, viviendo la austeridad, animando la misión, sirviendo con compasión y afrontando las dificultades con fortaleza.

La CXVII Asamblea Plenaria y el XIII Congreso Nacional Misionero son eventos cruciales para el futuro de la Iglesia colombiana. Los resultados de estos encuentros deben fortalecer la misión evangelizadora de la Iglesia y consolidarla como una fuerza de paz y transformación en el país.

Mensaje de los Obispos católicos al pueblo colombiano por una Colombia unida y en paz

Los Obispos católicos de Colombia, reunidos en la CXVII Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal de Colombia, han dirigido un mensaje al país, enfocado en la unidad y la paz. Inspirados por las enseñanzas de San Pablo, instan a la sociedad a transformar sus mentes para reconocer y actuar según la voluntad de Dios.

El documento destaca la preocupación por la violencia, la corrupción, la degradación ambiental, el debilitamiento de la familia y la educación, y la polarización política. Los obispos llaman a superar el individualismo y trabajar por una Colombia unida, protegiendo la dignidad humana, las instituciones democráticas y el medio ambiente.

A continuación, el texto íntegro del comunicado:

“Les ruego por la misericordia de Dios que no se acomoden al mundo presente, antes bien transfórmense mediante la renovación de su mente, de forma que puedan distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto” (San Pablo a los Romanos 12,1-2).

1. Los obispos católicos de Colombia nos hemos reunido en la 117a Asamblea Plenaria para elegir las nuevas directivas de la Conferencia Episcopal y para considerar y discernir la realidad nacional, con la esperanza de que todos ayudemos a hacer de nuestro país un lugar donde predomine la unidad y la reconciliación.

2. Los colombianos no podemos acostumbrarnos a las variadas formas de violencia que siguen marcando nuestro presente y generan un sentimiento creciente de inseguridad en la población, como está sucediendo en el Suroccidente del país y en otras regiones, situación que miramos con gran preocupación. No podemos acostumbrarnos a que el poder de las armas, de la ilegalidad, de la corrupción egoísta y del narcotráfico siga cobrando la vida de muchos compatriotas, especialmen-

te adolescentes y jóvenes, y destruya la rica biodiversidad de nuestras tierras y mares. Ante este panorama, “lo bueno, lo agradable y lo perfecto” consiste en reconocer la infinita dignidad de cada persona y el cuidado que le es debido; en proteger las instituciones legalmente constituidas que son la base de nuestra democracia; en hacer respetar nuestra casa común, tan rica de bienes materiales, ambientales, culturales y saberes ancestrales.

3. No podemos acostumbrarnos al debilitamiento de la institución familiar y de la obra educativa, lugares originarios donde se arraigan los valores y virtudes de una sociedad. Percibimos que nuestros niños y jóvenes están expuestos a muchos peligros y corren el riesgo de crecer sin orientación moral, tristes y sin esperanza. Aquí, “lo bueno, lo agradable y lo perfecto” es apoyar a las familias en su crecimiento espiritual, emocional y social, así como asegurar un modelo educativo capaz de promover los valores de la responsabilidad, el amor, la verdad, la solidaridad, la justicia y la equidad.

4. No podemos acostumbrarnos a la polarización política e ideológica

que impide al país avanzar y lo hunde en la incertidumbre. Si bien es cierto que estamos en una sociedad pluralista, también se ha de considerar que la defensa a ultranza de posiciones que no aceptan la confrontación, ajenas a un proyecto común de país, en nada ayuda a la consecución de la paz. Ante esta tentación, en cambio, “lo bueno, lo agradable y lo

perfecto” es reconocer con humildad la diversidad de pensamientos y visiones, y la rica posibilidad que ofrece el diálogo sincero y profundo. A pesar de las diferencias es posible estrechar lazos de amistad social, generar una auténtica cultura del encuentro, mirar más allá de intereses particulares o grupales y entrever el mayor bien para todos, confiando, además, en que los liderazgos en favor del bien común son posibles.

5. Estas urgencias que señalamos suponen, como lo indica el Apóstol, una “renovación de la mente” que incluye superar la lógica del individualismo y la búsqueda egoísta de bienes particulares, que sólo produce inequidad y exclusión, y dificulta el trabajo por una Colombia unida y en paz. En este propósito de renovación, como Iglesia, queremos escu-

char a todos y dialogar con franqueza. Queremos fortalecer los vínculos con las realidades e instituciones de la sociedad que se esfuerzan por promover el desarrollo integral de la persona, especialmente de los que tienen menos y sufren mayor marginación. Queremos contribuir a la búsqueda de caminos de crecimiento para nuestra nación. Seguiremos, con la fuerza de la fe, ofreciendo misericordia y proponiendo la buena noticia de Jesucristo, seguros de que en Él ninguna esperanza queda defraudada. Convencidos de que toda persona es un potencial de esperanza, invitamos a cada compatriota para que contribuya, con sus dones, en la construcción de un mejor país.

6. Nuestra Asamblea se concluye con la celebración del XIII Congreso Nacional Misionero, evento en el que recordamos a tantos hombres y mujeres que en nuestra tierra han entregado sus vidas por la causa del Evangelio. Renovaremos nuestro compromiso de contribuir al bien de Colombia siendo testigos de la fe y pregoneros de la gracia del buen Dios por todos los rincones de nuestro territorio y más allá de nuestras fronteras.

Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, patrona de nuestra nación, nos acompañe a todos en este instante vital de nuestra Patria.

+ Francisco Javier Múnera Correa, IMC Arzobispo de Cartagena, Presidente de la Conferencia Episcopal

+ Gabriel Ángel Villa Vahos, Arzobispo de Tunja, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal

+ Germán Medina Acosta, Obispo Electo de Engativá, Secretario General de la Conferencia Episcopal

Bogotá, D.C., 04 de julio de 2024, COM-AP-CXVII

La oración, diálogo constante con Dios

Queridos niños, la oración es vivir en unidad con Dios; es como si estuviéramos hablando con nuestro mejor amigo, es la mejor cura para ponerle al corazón, es como el cristiano entrega su vida a Dios, vivir en el amor, en fraternidad. Amados niños les invito cada día a vivir en oración, pero ¿cómo lo podemos hacer? Dando gracias a Dios por el día que nos da, pidiéndole perdón, hablando con Él, contándole nuestras cosas, todo lo que nos pasa a diario.

La oración fortalece nuestro camino hacia la santidad, nos une en el amor de Dios que nos permite ir construyendo el Reino de Dios, pero ¿cómo lo hacemos? El Reino de Dios se construye con la oración y con buenas obras aquí en la tierra, como ya habíamos hablado en temas anteriores, con las bienaventuranzas, con buenas obras, amando al prójimo, construyendo el bien, caminando en comunión, participación y misión.

La oración es un camino que todos debemos tomar, y nunca nos debemos olvidar de ella, porque nos conduce a Dios y como lo dice el Apóstol Pedro, en la historieta la oración nos lleva a la santidad.

La Eucaristía es la mayor fuente de oración, perdón y amor de Dios con todos los hombres y nosotros los niños.

COMPROMISO:

Fortalecer cada día mi oración, en la mañana al levantarme, al comer y en la noche al dormir.

TAREA:

Ángel de mi guarda mi dulce compañía, no me desampares, ni de noche, ni de día, hasta que me pongas en paz, con todos los santos y ángeles, Jesús, José y María.

No me dejes solito porque soy muy chiquito y me perdería, ángel de mi guarda hazme siempre compañía. Amén.

- Hora de la creatividad: pinta con tus colores preferidos.

- Tarea: busca la historia de Carlo Acutis.

Tú eres el Cristo, participemos en la liturgia

Domingo XIV del Tiempo Ordinario (Mc 6, 1-6)

Llegamos al decimocuarto domingo del Tiempo Ordinario y “Jesús viene” y causa escándalo, asombro, oposición, y es rechazado: estas son las actitudes de los habitantes de Nazaret hacia Jesús.

Luego de este escándalo causado por Jesús, la liturgia nos invita una vez más a meditar sobre la fe. Los vecinos del pueblo de Jesús están asombrados e incluso escandalizados por su persona y su misión. Lo conocen bien: creció entre ellos, lo ven desde niño, conocen a su familia. Saben que Jesús es carpintero, el hijo de María. Y este es precisamente el escándalo: la pretensión de Jesús, hombre entre los hombres, carpintero de provincia, de ser la transcripción histórica y carnal de la presencia del Eterno. Jesús y el Evangelio quieren subrayar la ruptura con aquellos que, según criterios racionales o banalmente “hu-

manos” (es decir, de sentido común), deberían haber alegrado y apoyado el crecimiento y la maduración del trabajo de su familiar y -de pronto - amigo de la infancia. En cambio, ocurre precisamente en los lugares de mayor confianza donde se liberan las paradojas del afecto. Porque en definitiva de esto se trata: ¡confundir fe con cariño!

En toda la historia de Marcos esto es lo único que causa el asombro de Jesús. El Maestro ha calmado tormentas, ahuyentado demonios, resucitando muertos, pero ante la incredulidad de sus paisanos del pueblo no puede hacer nada.

El Señor nos llama a renovar nuestra fe, a dejarnos sorprender por el misterio del amor eterno que se hizo carne y pasión, hombre entre los hombres, escándalo y belleza de la imaginación eterna del Padre.

Domingo XV del Tiempo Ordinario (Mc 6, 7-13)

El profeta es enviado por el Señor y muchas veces su mensaje no es aceptado y probado para que no se enorgullezca. El profeta no es bienvenido porque a veces se ve obligado a ser la voz incómoda de Dios como en el caso de Amós el profeta que la liturgia nos presenta este domingo. No es elegido por su conocimiento y su elocuencia. Amós es pastor, cultivador de sicómoros y, sin embargo, es elegido en esta misión para denunciar las injusticias que se perpetran contra el pueblo de Israel.

Si pensamos en la historia de la salvación, algunos eran tartamudos como Jeremías. El Señor utiliza pastores para anunciar el nacimiento, mientras que el mensaje de la Resurrección fue asumido por mujeres que no eran consideradas en la cultura de la época. Lo que Pablo nos dijo es realmente cierto: “Cuando soy débil soy fuerte”. Este

domingo el apóstol de los gentiles nos ofrece la identidad de Jesús precisamente para anunciar con claridad.

Pablo destaca, por un lado, la preexistencia y el hecho de que toda la creación tiende hacia Él. Las primeras herejías se difunden en aquellas comunidades. El apóstol Pablo nos ofrece preciosas indicaciones para resaltar claramente la figura de Jesús, unido al Padre. De él aprendemos que quien anuncia nunca debe diluir la Palabra, sino tener claro el fundamento.

Entonces todos los discípulos tienen esta tarea. Lo dice el pasaje evangélico en los versículos finales donde se dice que los mismos discípulos instaban a la conversión, como camino de salvación y sin compromisos. Cada anuncio debe empujarnos a ello. San Marcos indica el estilo en el que se desarrolla la misión en este pasaje.

Por un lado, el evangelista recuerda la esencialidad que surge del hecho de que el discípulo es enviado por el mismo Jesús. Marcos destaca el hecho de que Jesús llama a sus seguidores ante todo a estar con él. De ahí deriva el estilo esencial, porque en la misión sólo Cristo debe bastar. Otro aspecto que se destaca es que la propuesta evangélica no se debe imponer, sino proponer.

SOPA DE LETRAS: “DIOS ES AMOR“

C R E A D O P A B L O O

A V E R A Z Y M U D L R M I D I C E S O S U I E

A G O C H O O R C S Y M

S I E B I B L I A C S I

P L A D I A S E L U M R

R A L E G R I A O A J P

I S N S E Ñ O R N R U A

M E O V O R C A N T A R

E H C A P I T U L O N A

R E P I T E U Q R O P H

A M A R T E Q U I E R O

• VERSÍCULO

• CAPÍTULO

• PRIMERA

• DÍA

• BÚSCALO

• ALEGRÍA

• VIGILAS

• BIBLIA

• QUIERO

• CUARTO

• CREADO

• PABLO

• AMARTE

• CANTAR

• VERAZ

• PRIMERO

• SEÑOR

• AMOR

• DIOS

• JUAN

• OCHO

• AMAS

Por: Sem. Luis Francisco Salazar Cucaita, estudiante de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma)
Elaborado por: Arcesio Santana Cortés - ARSACO

DÍA DE LA 214 años SEMANA DE LA JUVENTUD

Virgen Del CARMEN

16 DE JULIO DE 2024

Refugio de pecadores: Cuando se acaben los días de nuestro peregrinar, tú eres la puerta del Cielo, ábrela de par en par, y haz que estemos todos juntos en la Patria Celestial.

“Estamos llamados a orar sin cansarnos, sin fatigarnos, con esperanza y alegría expresemos nuestro amor por Colombia orando juntos en familia por nuestro país”.

Cardenal Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y primado de Colombia

DOMINGO 7 DE JULIO Eucaristía juvenil (parroquia Santa

LUNES 8 DE JULIO Encuentro parroquial.

MARTES 9 DE JULIO Misión juvenil parroquial.

MIÉRCOLES 10 DE JULIO Práctica de la caridad – Visita a los pobres.

JUEVES 11 DE JULIO Hora santa juvenil en las parroquias.

VIERNES 12 DE JULIO “Cúcuta juvenil”.

SÁBADO 13 DE JULIO Rosario juvenil parroquial.

María Rosa Mística).

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