Edición 961

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Vea también

Pág. 2

Editorial - “El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús” (Santo Cura de Ars)

Págs. 8-9

Pág. 7

La Transfiguración y su relación con el Misterio Pascual: Muerte, Resurrección y Ascensión

Con el carisma de la predicación Pág. 10

Pág. 12

Jesucristo: dador del agua de vida eterna

E“El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús” (Santo Cura de Ars)

Señor Jesucristo para que pastores y fieles tengan el pan de la Palabra y de la Eucaristía que es el camino a la vida eterna.

l mes de agosto está marcado desde sus comienzos para hacer una reflexión en torno al sacerdocio ministerial, con motivo del recuerdo que hacemos del Santo Cura de Ars, patrono de los párrocos y de los sacerdotes. Un sacerdote en quien sus palabras, sus gestos, su estilo de vida, todo su ser, lleva el testimonio de Cristo al corazón de la Iglesia y a todo el pueblo de Dios.

San Juan María Vianney nació en una familia de campesinos profundamente cristiana, creció en un hogar donde reinaban la unidad y la caridad hacia el pobre, donde se vivía la fe, aún en medio de las dificultades por la oposición hacia la fe cristiana. En Francia llega el momento en que pasa la tormenta que obstaculizaba el anuncio del Evangelio y se pudo retomar la vida eclesial. Las cuatro décadas del ministerio del Santo Cura de Ars, fueron tiempos de nueva evangelización y de reconstrucción del corazón de muchas personas y familias que volvieron a Dios.

Con motivo de esta memoria que hacemos en este mes del Santo Cura de Ars, volvemos la mirada y la reflexión sobre el ministerio pastoral de los sacerdotes, teniendo en mente la llamada del Papa Francisco a una conversión pastoral: “Espero que todas las comunidades procuren poner los medios necesarios para avanzar en el camino de una conversión

pastoral y misionera, que no puede dejar las cosas como están. Ya no nos sirve una ‘simple administración’. Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un ‘estado permanente de misión’” (Evangelii Gaudium 25).

Hoy vivimos el ministerio sacerdotal en medio de dificultades y obstáculos, como los que afrontó el Santo Cura de Ars, quien supo atraer a muchos hacia Dios en la práctica constante del Sacramento de la confesión, que fue su método pastoral más eficaz, junto con una oración profundamente contemplativa por su pueblo y la Eucaristía celebrada cada día para recibir la fortaleza, para afrontar su tarea evangelizadora con alegría, en medio de las dificultades que afrontaba diariamente.

“El Santo Cura de Ars con su modo de atender a los fieles en confesión dejó plasmada la certeza del perdón de Dios sin límites para quien se acerca arrepentido”.

así nos lo enseña cuando afirma: “Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia. Aquel que nos invitó a perdonar setenta veces siete (Mt 18, 22) nos da ejemplo: Él perdona setenta veces siete. Nos vuelve a cargar sobre sus hombros una y otra vez. Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable” (EG 3).

Con el Sacramento de la Confesión que administró con constancia, anunció el Evangelio de la misericordia de manera nueva y renovada, recuperando en los fieles el deseo de acudir al Señor a pedir perdón cada vez que el pecado y el mal invaden la vida y el corazón de los creyentes. El Santo Cura de Ars con su modo de atender a los fieles en confesión dejó plasmada la certeza del perdón de Dios sin límites para quien se acerca arrepentido. El Papa Francisco

Presidente

Mons. José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta Director

Pbro. Diego Eduardo Fonseca Pineda

Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote ha instituido el sacerdocio ministerial para hacerse presente en la Eucaristía y alimentar al pueblo de Dios con su cuerpo y con su sangre y también para reconciliar a toda la humanidad con el Padre misericordioso, mediante el Sacramento de la Confesión. El Santo Cura de Ars, meditando sobre el ministerio sacerdotal nos dice que: “El sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”, es una frase que define lo esencial de la misión y santidad del sacerdote, que convertida en oración contemplativa nos invita a reconocer con gratitud a Dios el don tan grande que representan los sacerdotes, para la Iglesia y para las comunidades parroquiales, quienes recibiendo el llamado del Señor y dando una respuesta generosa a su plan de salvación, cada día repiten las palabras y los gestos de nuestro

Un sacerdote al estilo de Jesús, a ejemplo del Santo Cura de Ars, animador de una comunidad parroquial es capaz de renovar y convertir una parroquia, en una comunidad de discípulos misioneros al servicio del Evangelio. Así lo expresa Aparecida cuando afirma: “La renovación de la parroquia exige actitudes nuevas en los párrocos y en los sacerdotes que están al servicio de ella. La primera exigencia es que el Párroco sea un auténtico discípulo de Jesucristo, porque sólo un sacerdote enamorado del Señor puede renovar una parroquia. Pero, al mismo tiempo, debe ser un ardoroso misionero que vive el constante anhelo de buscar a los alejados y no se contenta con la simple administración” (Documento de Aparecida 201).

Que la intercesión del Santo Cura de Ars, de la Santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca San José, alcancen del Señor muchas bendiciones y gracias que ayuden a todos los sacerdotes a vivir en fidelidad a Cristo y a la Iglesia y a todos los fieles, a seguir unidos en oración y colaboración con sus sacerdotes en las comunidades parroquiales, para que juntos podamos hacer profesión de fe, diciendo: Tú eres el Cristo, condúcenos al Padre y vayamos en salida misionera a iniciar nuevos cristianos y reiniciar a los que se han alejado, mediante el proceso evangelizador que nos invita al encuentro con Jesucristo.

En unión de oraciones, reciban mi bendición.

Diseño y diagramación Harold Antonio Castellanos Mojica Fotografía

Equipo de Redacción C.S. Laura Alejandra Tapia Hernández Sem. Hernán Lizcano Sanabria
Impresión Vanguardia Liberal
Por: Mons. José Libardo Garcés
Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta

Vida Pastoral

Celebración del aniversario del Banco Diocesano de Alimentos

La Fundación Banco de Alimentos de la Diócesis de Cúcuta celebró sus 22 años de servicio a esta región nortesantandereana. La celebración se llevó a cabo el pasado 27 de julio e inició con la Sagrada Eucaristía celebrada en la parroquia San Juan Bautista, ubicada en el barrio Guaimaral y que presidió Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta; además hicieron presencia sacerdotes, religiosas y demás asociaciones que se vinculan a este trabajo pastoral.

El prelado destacó en su homilía la trascendencia de la labor realizada por Monseñor Oscar Urbina Ortega, fundador de esta obra, que lleva permanentemente la caridad de Cristo a las personas vulnerables.

Asimismo, motivó a todos los fieles a reconocer la importancia de estar siempre alimentados no solo del pan material sino del Cuerpo

y la Sangre de Cristo, que nutren nuestra vida y nos ayuda a poder ver la vida con una perspectiva diferente, que da la capacidad de re-

solver los distintos conflictos desde la perspectiva del Crucificado.

Esta institución diocesana realiza de forma permanente un importante trabajo de caridad. Durante este segundo semestre, cada semana ha llevado la bondad de Cristo a más comunidades de esta Iglesia Particular, con los frutos de la Mercatón.

La pastoral de la salud de esta Iglesia Particular, realiza constantemente formación

La pastoral de la salud realiza nuevos talleres de formación

con las personas que ofrecen su tiempo para servir a los enfermos. A través de talleres de formación

En esta ocasión las comunidades parroquiales de: La Visitación de Nuestra Señora, Nuestra Señora de Lourdes, San Francisco Javier, Asunción de María y Sagrada Eucaristía; fueron beneficiadas con la caridad de Cristo, acto de amor y solidaridad para las personas que enfrentan momentos difíciles, aliviando sus necesidades.

en las instalaciones del Hospital Universitario Erasmo Meoz, se les provee herramientas para fortale-

cer en la fe y la esperanza a quienes sufren alguna enfermedad, y a las familias.

Nuestra Señora de Lourdes (Cúcuta)
Asunción de Maria Parroquia Sagrada Eucaristía
Parroquia San Francisco Javier
Visitación de Nuestra Señora

Encuentro de coordinadores de EPAP

En la mañana del pasado sábado 27 de julio, se reunieron los coordinadores del EPAP (Equipo Parroquial de Animación Pastoral) a partir de las 8:00 hasta las 10:00 a.m. en el auditorio de la parroquia Cristo Resucitado, ubicado en el barrio Niza. El encuentro contó con la presencia, de los presbíteros Jairo Alfonso Navarro

Melo, Gabriel Peña Arciniegas y los seminaristas.

Este espacio formativo se centró en el tema de la misión de la Iglesia, que se manifiesta a través del servicio, a la manera de Jesucristo. Los coordinadores fueron invitados a vivir con alegría esta vocación.

Clausura de la semana del adulto mayor

Con la celebración de la Sagrada Eucaristía, el sábado 27 de julio, en horas de la mañana, se dio clausura a la semana dedicada al adulto mayor.

La celebración fue presidida por Monseñor José Libardo Garcés Monsalve, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, en la que recordó la memoria obligatoria de San Joaquín y Santa Ana, resaltando la gran labor de los adultos ma-

momento de compartir a través de expresiones culturales preparados por las diferentes vicarías y liderado por el presbítero Luis

Armando Quintero Tarazona, quien es el delegado diocesano para esta pastoral.

yores, pues son signo de sabiduría para la sociedad; además les motivó especialmente a estar al pendiente de la catequesis de sus nietos, ya que ellos con amor pueden incentivar en los niños y jóvenes la motivación para prepararse a través de la catequesis parroquial y así, recibir los sacramentos.

Al finalizar la celebración todos los adultos mayores vivieron un

Asamblea Bíblica

I. AMBIENTACIÓN

Es importante se ubique en el lugar central del encuentro el altar bíblico.

II. ANIMACIÓN

a. Saludo.

b.Invocación Trinitaria: en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

c. Signo: imagen del sembrador.

d.Dinámica: el moderador invita a los participantes a compartir con la asamblea refranes o dichos que se sepan, dando una breve explicación de este. Al finalizar, se concluye: los refranes son un lenguaje simbólico usado para expresar enseñanzas.

e. Repaso del encuentro anterior. En nuestro anterior encuentro:

Jesús anuncia el Reino de Dios, reflexionamos que el Reino de Dios es la persona de Jesús. Este Reino de Dios se “acoge – se recibe” como don, crece en el silencio, asumiendo sobre sí la dinámica de la semilla, que es al mismo tiempo la dinámica de la Palabra en la historia: el crecimiento y donación de frutos es la obra de Dios, que en su Buena Noticia ofrecida a los hombres (Jesús mismo) realiza la salvación de sus hijos. Jesús, como realización de las promesas de Dios, se convierte en la esperanza, que como “sonido de suave silencio” habita en lo cotidiano de los hombres para conducirlos a la vida.

III. TEMA DE ESTUDIO

Análisis de la realidad:

¿Qué es una parábola?

¿Por qué Jesús utilizó parábolas?

¿Qué parábolas conoce o ha escuchado?

La parábola es la forma escogida por Jesús para revelar los misterios del «Reino de Dios» y a su Padre, el «Dios del Reino». La parábola es un relato breve de un suceso imaginario, pero posible, inspirado en situaciones cotidianas, que desafía al lector a descubrir su aplicación y a tomar una decisión respecto a Jesús, a su enseñanza y a su comunidad2

Jesús acerca el Reino de Dios por medio de parábolas

Uso de imágenes y metáforas: las parábolas se ajustan a la mentalidad semítica, al modo de ser y de pensar de los judíos. Jesús emplea los hechos de la vida ordinaria de sus oyentes para hablar de su mensaje y hasta su forma de ser. Aunque hay algunas enigmáticas que debió explicar, a veces a todos, otras solo a sus discípulos.

Misterio y desafío: Cristo no inventó la parábola, ya eran usadas en el A.T., pero es significativo que Él sea el único que las utilice en el N.T. Es interesante observar cuándo comenzó a utilizar esta metodología (Mc 4, 2.33), efectiva para revelar u ocultar la verdad (Mc 4, 9-12.34).

La invitación a la fe: al finalizar las parábolas Jesús busca que los oyentes crean en el Reino de Dios y adquieran un compromiso de fe acorde con sus principios.

“Las parábolas son indudablemente el corazón de la predicación de Jesús” (Jesús de Nazaret, Benedicto XVI). “Las parábolas representan la interpretación que Nuestro Señor hizo de su propio ministerio” (C.H Dodd).

Lo importante en la parábola es su sentido literal o directo, el mensaje que Jesús nos quiere comunicar. Para entender la parábola hay que escuchar a Jesús entrando en

su casa (conocerlo y acogerlo); de modo contrario, la parábola se queda infecunda, porque se vuelve enigmática3

El Evangelio según San Marcos contiene once parábolas, de las cuales dos son únicas:

Parábola del crecimiento de la semilla (Mc 4, 26-29): compara el Reino de Dios con una semilla que brota y crece. El rol del campesino se minimiza deliberadamente; el énfasis se encuentra en la forma en que el inexplicable poder de Dios produce el crecimiento del Reino. Sin embargo, el campesino “se levanta, de noche y de día” para cultivar el campo (v. 26) y mete la hoz (v. 29) para recoger la cosecha. El milagro de Dios se les concede a aquellos que hacen el trabajo que se les encarga.

Parábola de la segunda venida (Mc 13, 32-37): ilustra la necesidad de que los discípulos de Jesús esperen su segunda venida. El Reino de Dios es como un amo que se va a un país lejano y les da a sus siervos el trabajo de hacer crecer y mantener la casa para su futuro regreso.

Ambas parábolas dan por sentado que los discípulos de Jesús son trabajadores diligentes, sea cual sea su ocupación.

Marcos nos informa de la nueva pedagogía que ha adoptado Jesús: aunque mediante parábolas anuncie el Reino a todos, estas solo las explica a quien lo sigue y se hace parte de la nueva familia de Dios. Hay que escuchar al Mesías e Hijo de Dios como discípulo para creer y entrar en el Reino de Dios que las parábolas contienen. De modo contrario, uno se queda afuera.4

IV. LECTIO DIVINA

a. Invocación al Espíritu Santo. b. Proclamación del texto: Mc 4, 1-9.

c. Lectio divina.

LECTURA

La Palabra escuchada “Buscad leyendo”

LECTURA

¿Qué dice el texto?

Dar un tiempo suficiente para la lectura individual del texto.

¿Cómo inicia el relato? ¿Por qué tuvo que subirse Jesús a la barca?

¿Qué es lo primero que pide Jesús cuando empieza su enseñanza?

¿En qué terrenos cae la semilla?

¿Qué ocurre con ella en cada uno?

¿Cómo finaliza Jesús su enseñanza?

MEDITACIÓN

MEDITACIÓN

Dar un espacio para la reflexión personal y el encuentro con Jesucristo y el mensaje que comunica. Al escuchar la Palabra de Dios ¿cuál terreno soy? ¿cuál es mi fruto?

CONTEMPLACIÓN

CONTEMPLACIÓN

ORACIÓN

ORACIÓN

cuentro.

Invitar a una persona a la Semana Bíblica del mes de septiembre.

“Llamad orando”

COMPROMISO

La Palabra comprendida “Hallaréis meditando”

¿Qué me dice el texto?

SANTIAGO APÓSTOL (SANTIAGO)

Fundación: 1 de enero de 1851

Fiesta: 25 de julio

Párroco: Luis Arnulfo Ibarra Sánchez

Ubicación: Frente al parque principal

SANTA MARTA

Fundación: 5 de enero de 2011

Fiesta: 29 de julio

Párroco: Abimael Bacca Vargas

Ubicación: barrio La Insula

¿Qué le respondo a Dios, basado en el texto leído?

“Os abrirán contemplando”

¿A qué acción o cambio me invita el Señor en este texto?

En un momento de silencio dialogo con el Señor.

Felicidades en su fiesta patronal

Los medios de comunicación de la Diócesis de Cúcuta, se unen con alegría en la presentación de las comunidades parroquiales, anunciando las fiestas de su santo patrono. En esta oportunidad, felicitamos de manera especial a los bautizados que se congregan en las parroquias: Santiago Apóstol (Santiago), Santa Ana, Santa Marta, San Ignacio de Loyola y San Juan María Vianney; a quienes les animamos para que continúen creciendo en la fe y el dinamismo pastoral, de la mano

SANTA ANA

Fundación: 16 de mayo de 1990

Fiesta: 26 de julio

Párroco: Omar Alonso Leal Flórez

Ubicación: vía antigua a San Antonio, Boconó

SAN IGNACIO DE LOYOLA

Fundación: 3 de marzo de 2005

Fiesta: 31 de julio

Párroco: Víctor Eduardo Saravia Castellanos

Ubicación: Urbanización colinas de Vista Hermosa, Villa del Rosario

Se invita a compartir una oración de perdón, petición o acción de gracias suscitada por el texto.

COMPROMISO

Compartir con tres amigos el texto bíblico y lo aprendido en este en-

a. Oración para después de leer la Biblia.

b. Cántico a la Virgen: Dijiste sí.

c. Bendición final: en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Participar en la formación bíblica diocesana (Inició nuevo grupo el sábado 3 de agosto 8:30 a.m. Seminario Menor) 1

DEL 1 AL 15 DE AGOSTO DE 2024

ANIVERSARIOS

2.

2.

SAN JUAN MARÍA VIANNEY

Fundación: 26 de mayo de 1966

Fiesta: 4 de agosto

Párroco: Jesús Alonso Ibarra Montejo

Ubicación: Bucarasica

José Vicente López Mogollón

Fabián Pacheco Llanes

Wilson Eduardo Montes Peñaloza

Carlos Eduardo Berbesí

El Centro de Comunicaciones de la Diócesis de Cúcuta (CCDC) ofrece el servicio de Trámite de Partidas en Colombia para:

2. Víctor Manuel Rojas Blanco 2. Wilson David Alba García 2. Jaime Enrique Aparicio Rubio

2. Ariel René Urbina Gélvez
Diácono Permanente Luis David Tarazona Fuentes
Eloy Jaimes Ureña 5. José David Caña Pérez
8. Carlos Arturo Vega Blanco
8. Jesús Alberto Gómez Mejía
Diego Eduardo Fonseca Pineda
Daniel Alejandro Bolívar Castaño
José Emín Mora Camargo
Saddy Arnaldo Oviedo Villamizar
Carlos Eduardo Escalante Escalante
Germán Augusto Dallos García
Comisión Diocesana de Pastoral Bíblica. Encuentro 6. Cartilla de Formación Bíblica. Año I: Evangelio según san Marcos
Biblia de la Iglesia en América, CELAM, p. 1617
1619

La Transfiguración es uno de los episodios fundamentales en la vida de Jesús, es uno de los textos bíblicos narrado en todos los evangelios sinópticos. El término “Transfiguración” proviene de la raíz latina “tras” que indica “a través”; y “figura” señala la “forma”. El Señor tomó a tres apóstoles (Pedro, Santiago y Juan) y subió con ellos a un monte a orar. Mientras rezaban, la apariencia de Jesús cambió y sus vestiduras se volvieron de una “blancura fulgurante”. En ese momento, se aparecieron Moisés y Elías y hablaban con el Señor sobre su muerte inminente.

Este acontecimiento especial aparece como un misterio de la vida de Cristo que anticipa el triduo pascual (Pasión, Muerte y Resurrección), encierra un profundo significado antropológico si tenemos en cuenta la vulnerabilidad humana y la necesidad de consuelo y de ánimo que entraña la perspectiva próxima del dolor y del sufrimiento.

Lo primero que reconocemos es que la divinidad de Jesús es solidaria de la cruz; así, sólo en esta combinación conocemos adecuadamente a Jesús. El evangelista Juan ha expresado esta relación interna de la cruz y gloria afirmando que la cruz es la “exaltación” de Jesús y que tal exaltación sólo se realiza en la cruz. La Pasión y gloria del Señor son dos acontecimientos que no se entienden individualmente, marcando no solo el camino que ha de recorrer el Señor, sino el proceso que deben asumir los discípulos que se quieren configurar con Cristo.

La Transfiguración ocurre justo después de la confesión de fe de Pedro que reconoce a Jesús como el “Hijo del Dios vivo”, este afirmar la divinidad de Jesús es un misterio que aún no logran comprender los discípulos. Siguiendo al evangelista Lucas, la subida de Jesús tiene un propósito: “Subió a lo alto del monte para orar” (9, 29). No perdamos de vista que el Señor se transfigura en un momento de oración; así, se hace patente lo que sucede cuando Jesús habla con el Padre: la compenetración más íntima de su ser con Dios, compenetración que se vuelve luz pura. En la unión con el Padre, Jesús mismo es luz de luz.

Encontramos en el texto la aparición

La Transfiguración y su relación con el Misterio Pascual:

Muerte, Resurrección y Ascensión

de dos personajes que representan un papel fundamental en la historia de salvación (Moisés y Elías). La Ley y los profetas no solo hablan con Jesús, sino que hablan de Jesús. En este momento prefigurativo de la plenitud de la revelación, el tema de estos dos testigos de Dios es: “Apareciendo con gloria, hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén” (Lc 9, 31). Profundizar este detalle del texto nos sitúa frente a la cruz del Señor, pero entendida ampliamente como el éxodo de Jesús, cuyo lugar había de ser Jerusalén.

“Este

La íntima relación de la Transfiguración y la pasión aparece enmarcada en que la cruz de Jesús es Éxodo: salir de esta vida, atravesar el Mar Rojo de la pasión y pasar a la gloria, en la cual seguirán siempre impresos los ultrajes del dolor. Con esto queda claro que el tema fundamental de la Ley y los profetas es la “esperanza de Israel”, el Éxodo que libera definitivamente; que el contenido de esta esperanza es el Hijo del hombre que con su sufrimiento abre las puertas a la libertad.

vación que está penetrada de la gloria de Dios. De este modo, en el Transfigurado contemplamos que la Pasión se transforma en luz, en libertad y alegría. Ante lo sucedido, la actitud de los discípulos es significativa porque experimentan el “temor de Dios”, que se apodera de ellos, al experimentar la cercanía de Dios sienten su propia miseria y quedan casi paralizados por el miedo.

acontecimiento especial aparece como un misterio de la vida de Cristo que anticipa el triduo pascual”.

El texto bíblico nos permite centrar la atención en el diálogo que tiene Jesús con los discípulos al descender de aquel “monte alto”. El Señor habla con ellos de su futura resurrección de entre los muertos, la cual implica la cruz como paso previo. Esta escena de la Transfiguración anuncia la irrupción de los tiempos mesiánicos; así, durante el descenso de la montaña los discípulos aprenden que los tiempos mesiánicos son ante todo tiempos de cruz y que la Transfiguración (el volvernos luz en virtud del Señor), comporta nuestro ser consumidos por la luz de la Pasión.

el camino de la cruz, para morir con Cristo y resucitar con Él a la vida nueva (cf. Rm 6, 8). Como bautizados y miembros del cuerpo de Cristo que es su Iglesia, también el Señor nos invita a disponer nuestra vida para dejarnos transfigurar y que la luz de Cristo ilumine la totalidad de nuestra existencia.

El acto de que Moisés y Elías hablen con el Señor transfigurado hace evidente que la pasión no es el fin último, sino que se abre a la esperanza de sal-

En nuestro peregrinar como cristianos es necesario buscar la montaña para ser transfigurados. No debemos olvidar que quien quiera ser auténtico discípulo del Señor debe asumir

Por último, el Misterio de la Transfiguración debe ser comprendido desde la “Ascensión del Señor” a los Cielos, es en Cristo glorificado que regresa a la diestra del Padre donde contemplamos la cumbre del plan salvífico de Dios. La esperanza cristiana radica en que el Padre cumple su promesa, la humanidad ha sido rescatada, la salvación nos ha sido dada gratuitamente y es para todos; sin embargo, cada hombre debe aceptar esta salvación a través de la oración constante y la vida sacramental, dejando que la luz del Transfigurado irradie en la vida ordinaria. Más aún, el Señor glorificado que ascendió a los Cielos no nos ha dejado solos, nos ha dado la promesa de estar con nosotros hasta el fin del mundo (cf. Mt 28, 20); así, en el camino de conversión podemos experimentar la gracia del Señor que nos sostiene y alienta a vivir con los pies en la tierra, pero con los ojos puesto en el Cielo, somos miembros de Cristo y somos ciudadanos de la patria celestial.

La Iglesia como columna y fundamento de la verdad (1 Tim 3, 14-15) y queriendo cumplir el mandato misionero del Señor de ir y hacer discípulos a todos los pueblos (Mt 28, 19) siempre ha llevado con santa vocación esta misión comunicando y trasmitiendo el mensaje del Evangelio. Por muchos años esta tarea se realizó no de una manera orgánica pues no había procesos que llevaran a un crecimiento, conocimiento y madurez en la fe de los bautizados; con esto, se vio la necesidad de poder crear procesos evangelizadores que respondieran a las realidades y exigencias pastorales, sociales y espirituales del pueblo santo de Dios. Es así que, en el año de 1994, se inició en nuestra Diócesis de Cúcuta una experiencia a través de la cual surgirá el proceso pastoral que como Iglesia Particular se implementaría, al que se le denominó PDRE (Plan Diocesano de Renovación y Evangelización) en el año de 1996.

Este proceso llevó a la formación y consolidación de unas estructuras pastorales que hasta el día de hoy siguen funcionando, dando identidad al trabajo pastoral de nuestra Diócesis; por eso después haber cosechado muchos frutos del PDRE,

Plan Pastoral de la Años A

nos disponemos a actualizar todo este proceso evangelizador a través del PEIP. Mientras en el anterior proceso el eje fundamental era la espiritualidad de comunión, ahora en este nuevo proyecto será la espiritualidad misionera que ilumina y acompaña el caminar de esta porción del pueblo de Dios.

El Papa Francisco nos ha insistido a través de su magisterio, que debemos ser una Iglesia en salida (cfr. Evangelii Gaudium 24), una Iglesia que llegue a las periferias humanas (cfr. EG 46), no solo físicas sino existenciales de cada persona. La Iglesia debe siempre permanecer en estado de misión permanente como nos lo recordaba la misión continental. En relación a esto, Catecismo de

“El Proceso Evangelizador de las Iglesias Particulares (PEIP), tiene como fin buscar la salvación de todos los hombres”.

la Iglesia Católica (CIC) afirma que: “El mandato misionero del Señor tiene su fuente última en el amor eterno de la Santísima Trinidad: “La Iglesia peregrinante es, por su propia naturaleza, misionera, puesto que tiene su origen en la misión del Hijo y en la misión del Espíritu Santo según el Plan de Dios Padre”. El fin último de la misión no es otro que hacer participar a los hombres en la comunión que existe entre el Padre y el Hijo en su Espíritu de Amor (CIC N. 850).

Por lo cual, es el amor que debe mover a la Iglesia a evangelizar, pues ella existe para evangelizar como nos lo recordaba el Papa Pablo VI (cfr. Evangelii Nuntiandi 14). Por tal motivo es bueno entender que la llamada del Señor

es una llamada al amor, pues solo este tiene el poder para sanar y renovar corazones; solo una respuesta de amor a la misión podrá hacer que ella produzca el fruto que el Señor espera.

Del amor de Dios por todos los hombres, la Iglesia ha sacado en todo tiempo la obligación y la fuerza de su impulso misionero: “Porque el amor de Cristo nos apremia...” (2 Co 5, 14). En efecto, “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad” (1 Tm 2, 4). Dios quiere la salvación de todos por el conocimiento de la verdad. La salvación se encuentra en la verdad. Los que obedecen a la moción del Espíritu de verdad están ya en el camino de la salvación; pero la Iglesia, a quien esta verdad ha sido confiada, debe ir al encuentro de los que la buscan para ofrecérsela, Porque cree en el designio universal de salvación, la

Por: Pbro. Gabriel Peña Arciniegas, párroco de Cristo Maestro y secretario de la vicaría de pastoral.

Diócesis de Cúcuta

Hemos iniciado este camino que nos ha llevado a reconocer a Jesús como el Cristo, el ungido, el mesías, para que el próximo año jubilar recibamos ese envío misionero de ser sus testigos, como nos lo recuerda el libro de los Hechos de los Apóstoles.

El año de Jubileo 2025:

“Peregrinos de esperanza”

el mismo camino por el que avanzó Cristo: esto es, el camino de la pobreza, la obediencia, el servicio y la inmolación de sí mismo hasta la muerte, de la que surgió victorioso por su resurrección”. Es así como la “sangre de los mártires es semilla de cristianos” (CIC N. 852).

Dejemos actuar al Espíritu Santo en esta tarea evangelizadora, dejemos que siga suscitando en nosotros ese deseo de conocer a Dios y que, a través de sus dones y carismas, sigamos enriqueciendo nuestra Diócesis de Cúcuta, permitiendo que la obra de Dios se realice en cada uno de los hombres. No tengamos miedo de arriesgarnos a la misión, teniendo presente que el señor nos ha hecho la promesa de estar con nosotros hasta el fin del mundo (Mt 28, 20).

El Proceso Evangelizador de las Iglesias Particulares (PEIP), tiene como fin buscar la salvación de todos los hombres, por eso es importante destacar que los pasos que iremos realizando en esta experiencia, van a permitir que cada persona tenga un encuentro con Jesucristo, como nos lo recuerda este primer paso la Palabra de Dios, luego en la liturgia, seguido en la comunidad de fe, en los pobres y en la devoción a la Santísima Virgen María. Este Proceso Evangelizador nos debe llevar a reafirmar que la persona de Jesús es nuestro único salvador.

¿Cómo nos preparamos?

Estamos viviendo este primer paso del encuentro con Jesucristo en la Palabra de Dios, haciendo un énfaIglesia debe ser misionera (CIC N. 851).

sis en este año 2024, en el Evangelio de san Marcos, bajo el lema “Tú eres el Cristo”, donde a través de la profesión de fe del Apóstol Pedro hemos reafirmado nuestra fe en el Señor; hemos caminado de la mano de nuestro Obispo en cada una de las visitas pastorales llevando el crucificado y colocando nuestra mirada en esas dos realidades que nos muestra el Señor en la cruz:

1. La realidad del dolor: que manifiesta el sufrimiento humano que muchos hermanos hoy padecen, pero que se sostienen y acompañan por la gracia de Dios.

El año 2025 estará enmarcado por las aperturas de las puertas santas, que viviremos en el mes de enero, y con los diferentes jubileos que celebraremos a lo largo del ciclo litúrgico, en comunión con la Iglesia Universal convocado por el Papa Francisco. Dispongamos a vivir este plan pastoral asumiendo nuestra triple misión como bautizados, de ser: sacerdotes, profetas y reyes; sabiendo que anunciar el Evangelio es una obligación de todo cristiano.

Cabe resaltar que en este proceso y en esta misión evangelizadora, no somos nosotros los protagonistas, sino que es el Espíritu Santo, la tercera Persona de la Trinidad, quien guía y guiará el camino que debemos recorrer como Iglesia diocesana.

“El Papa Francisco nos ha insistido a través de su magisterio, que debemos ser una Iglesia en salida”.

2. La realidad del amor: el Señor que se entrega en totalidad al ser humano, un amor que lo redime todo, un amor que da salvación.

“El Espíritu Santo es en verdad el protagonista de toda la misión eclesial” (Rm 21). Él es quien conduce a la Iglesia por los caminos de la misión. Esta continúa y desarrolla en el curso de la historia, la misión del propio Cristo, que fue enviado a evangelizar a los pobres: “Impulsada por el Espíritu Santo, debe avanzar por

Lleguemos con su palabra a los que están, a los que nunca han estado y a los que estando se fueron; seamos una Iglesia de puertas abiertas sin exclusión de nadie. (cfr. Evangelii Gaudium 47).

Recordemos las palabras del Papa, en donde nos ha invitado a ser una Iglesia enferma, desgastada por amar y servir; unos pastores con olor a oveja, capaces de entregar la vida por su rebaño; unos fieles comprometidos en la misión de la Iglesia. Esta es una tarea de todos, un compromiso de ser testigos del amor de Dios en un mundo que se ha consumido en el egoísmo y en el odio; un mundo necesitado y hambriento de Dios.

En el marco de la fiesta diocesana se invita a toda la comunidad a realizar una mirada al pasado, y no con nostalgia, sino viendo la obra que Dios ha venido realizando y así trabajar el presente con un corazón dispuesto y comprometido, en cara a un futuro con esperanza, sabiendo que es Dios que ha construido con nosotros una historia de salvación.

Feliz fiesta diocesana a todos, que Dios bendiga y acompañe todo el trabajo pastoral que realizamos como Iglesia Particular de Cúcuta.

La Orden de Predicadores (frailes dominicos) nació con el legado de la predicación y desde allí, se desprende toda la espiritualidad que ha acompañado la Iglesia y al mundo desde hace 808 años, cuando fueron fundados santo Domingo de Guzmán. Un 22 de diciembre de 1216 es oficializada la fundación mediante la bula papal de Honorio III en Toulouse (Francia); una orden viva, cada vez más capaz de realizar su misión de “anunciar por todo el mundo el nombre de Nuestro Señor Jesucristo” tal como se debe, con coraje en miras del futuro2 . Hoy en día están constituidos en todos los continentes y en más de 70 países.

Y es que hablar de las Órdenes Mendicantes, especialmente de la “de Predicadores”, es remontarnos a una espiritualidad monástica que invita a mirar el trabajo y la mano de obra en relación con Dios y de querer mostrar ese Dios en el mundo mediante el testimonio de vida; es así que santo Domingo desde sus inicios ya vislumbraba una Orden que se dedicara a la predicación (que estaba reserva-

Con el carisma de la predicación

da sólo a los obispos y abades en el medioevo), pero que tuvieran otros elementos básicos o pilares fundamentales como son la fraternidad o vida en común, la oración comunitaria y privada al estilo de san Pablo y los apóstoles; “hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado” (Cf. Dt 6, 7).

El Santo fundador, quien siendo visionario, recién fundada la orden, envió de dos en dos a los frailes por todo el mundo, con la misión de llegar a las ciudades y grandes centros de estudio nacientes y universidades, para impartir cátedras en humanidades y teología, fundando conventos e invitando a otros a unirse al ejercicio de la predicación, con la famosa frase: “el trigo amontonado se corroe y/o se corrompe”.

Por eso hablar de estos cuatro pilares fundamentales de los dominicos, es hablar de su espiritualidad: la fraternidad, el estudio, la oración y la predicación; como cuatro columnas que sostie-

de santo Domingo, resume la espiritualidad del fundador de la Orden de Predicadores. Su espiritualidad, es de distintos aspectos como es el amor a la Cruz, su celo por la salvación de las almas, su oración, su amistad con Dios y los hombres...

nen un edificio y a su vez el servicio que encarnan, es un ofrecimiento permanente a Jesucristo, a quien siguen, bendicen y alaban. Pero ¿quién fue santo Domingo y qué fue lo que se propuso? Santo Domingo fue un perfecto contemplativo, al mismo tiempo un apóstol incomparable; tan entregado a la contemplación como los más contemplativos de los santos, y tan dedicado a la acción como los santos más activos3 . Este es el legado dominante de su vida y es la misma herencia que deja a sus hijos.

“Ve y predica”, -le dicen a los apóstoles Pedro y Pablo- pues para este oficio has sido escogido; al maestro Domingo y sus hermanos predicadores, escribía Honorio III, y Domingo no podía, ciertamente, desear mejores padrinos; y que el sucesor de Pedro, constituye como un valioso testimonio en favor del ideal de Domingo que se trataba de profundizar la ciencia humana y divina, aprendiendo a hablar con Dios y de Dios. O como diría Santo Tomás de Aquino unos años después: “Contemplari et aliis Tradere Contemplata” Contemplar y llevar a los demás lo contemplado.4

“Consagraba el día a su prójimo, y la noche al Señor, convencido como estaba de que el Señor ha enviado durante el día su misericordia, y de noche su cántico”. Esta frase, recogida por los testigos de canonización

Además, no podemos tomar la doctrina espiritual de santo Domingo de sus escritos, pues no escribió ninguna obra de espiritualidad, más si sabemos de su semblanza por sus testigos y una doctrina que redactó, junto con sus frailes, el libro de la Costumbres o Instituciones (1216; 12201221), que los escritos de la época denominan indiferentemente “Regla del bienaventurado Domingo”, o “Regla de los Frailes Predicadores”. Ahí podemos encontrar algunas características de la espiritualidad dominicana. ¿Quién será capaz de imitar en toda la virtud de este hombre? Podemos admirarla, poder lo que él pudo, fruto es no ya de su virtud humana, sino de una gracia singular de Dios que podrá reproducir en algún otro esa cumbre acabada de perfección. Más para tal empresa, ¿quién será idóneo?5

En el lecho de su muerte, en Bolonia (el 6 de agosto de 1221) Santo Domingo diría una de las frases que marcarían a sus hijos predicadores: “No lloren por mí que les seré más útil desde el cielo”, y desde allí nuestra plegaria en las Completas cada día cantamos: ¡Cumple, Padre la promesa! Con tu oración ¡Ayúdanos! 6 Imitemos, hermanos, en la medida de nuestras fuerzas, las huellas paternas del fundador de los dominicos, dando al mismo tiempo gracias al Redentor, que concedió tal caudillo a sus siervos por él regenerados, y pidamos al Padre de las misericordias que, regidos por aquel Espíritu que mueve a los hijos de Dios, caminando por las sendas de nuestros padres, merezcamos llegar sin descarríos a la misma meta de perpetua felicidad y sempiterna bienaventuranza en la que santo Domingo de Guzmán felizmente ya entró.7

1.

Fraile dominico, hijo de la Provincia san Luis Bertrán de Colombia, Teólogo y predicador, Vicario parroquial San Martín de Porres-Cúcuta. 2. ALABAR, BENDECIR, PREDICAR, Palabras de Gracia y Verdad (1962-2001) Ed. San Esteban-Salamanca.
3. IDEAL DOMINICANO. Fr Domingo Agustín Turcotte, OP. Ed Bedout. Medellín. 1961.
4. (Cf. Tomás de Aquino, II, II, q. 188, art. 6)
5. Cf. fuentes generales de su vida, sobre todo en la obra de Jordán de Sajonia, Orígenes de la Orden de Predicadores, y en las Acatas del proceso de canonización.
6. Cf. LH. Completorio Dominicano. Pág. 42.
7. JORDÁN DE SAJONIA, Orígenes de la Orden de Predicadores, pp. 49.
Por: Fray Anderson Aguirre Sánchez, OP, vicario parroquial de San Martín de Porres, teólogo y predicador1

Nuestra Gente

La despedida definitiva del padre Variara, el viaje y la llegada a Barranquilla

Como hemos narrado, la experiencia del padre Luis considerado leproso, fue sólo una alarma, aunque luego de los exámenes, el dictamen que descartaba la enfermedad en el ilustre paciente dejó dudas en personas escrupulosas y amargos sinsabores en el protagonista y sus más cercanos amigos y colaboradores. Es así, como el padre Luis, regresa de nuevo al ambiente del Lazareto, mientras la fantástica ilusión que representó Bogotá y su valiosa gestión como educador, se vio de repente opacada por la duda del contagio, cerrando para él la puerta del reconocimiento y de la fama entre los más destacados personajes de la época en el campo educativo.

Ante el pasar de los días, el padre Luis con el permiso del director decidió hacer un prudente y rápido viaje a la capital para traer algunas cosas que consideraba necesarias, sin embargo, al llegar al Oratorio encontró con sorpresa a un nuevo director que lo recibió con desdén, sin poder disimular el escrúpulo. Además, halló sus cosas empacadas con descuido y arrinconadas lo más distante posible de las habitaciones de los hermanos. Esto causó gran dolor al padre Luis, quien con entera resignación abrazó la dolorosa cruz, pensando en tantas historias escuchadas a los enfermos. Elevó una plegaria al Señor y renovó en silencio y en comunión con sus hijas espirituales, la consagración al Corazón de Jesús. Entonces, organizó lo mejor que pudo su equipaje y se puso en camino, de regreso a la ciudad del dolor, la que él consideraba ya, su casa.

Este rápido viaje contrarió al Superior, y aunque el padre Variara no se encontró con nadie más, los hermanos, sintieron amenazado el prestigio de la congregación, ante la incertidumbre que había quedado en el aire, sobre la posible enfermedad del padre Variara; además del

desprestigió que podía tejerse en torno a este doloroso incidente, que afectó más al Superior que al mismo implicado, pues el padre Aime se sentía en cierta forma desairado y no aceptaba que el padre Variara continuara en Agua de Dios.

En diciembre debió participar en los ejercicios espirituales con todos los hermanos de Colombia y debió vivirlos lo más apartado posible, separando incluso la loza de su uso y otros detalles que él recibía con entera resignación, ofreciendo a Dios esta penosa situación, escribiendo: “En esa ocasión, he experimentado por primera vez toda la tristeza de sentirme un leproso”.

En medio de esta dolorosa conmoción, inicia el nuevo año 1919, el 15 de enero. La población sorprende al amado misionero, celebrando sus 44 años renovando la presentación de los diferentes grupos fundados por el celoso educador, dándose la refundación del centro de exalumnos que se había suspendido durante su ausencia. Todo parecía volver a la normalidad; sin embargo, el 23 llegó la orden de traslado al director, el padre Marmo, y el 2 de febrero llegó el nuevo director, trayendo la carta de obediencia para el padre Variara destinándolo a la ciudad de Barranquilla en la costa Caribe.

Con gran pena y un profundo dolor en el corazón, como si presintiera la partida definitiva, escribió al Superior General, no para refutar la obe-

diencia del padre Aime, sino como un desahogo espiritual: “Al recibir esa orden sentí pena tal como nunca había experimentado. Es terrible el pensamiento de tener que volver a vivir entre sanos después de haber sido señalado como enfermos de lepra y tener que ser tratado como un sospechoso de contagio y un peligro para la salud de los demás”. Pensó escribir también a su Superior inmediato y hacerle ver sus sentimientos y temores, sin embargo, tuvo presente su condición de salud y no quiso causarle un sufrimiento y prefirió obedecer en silencio.

El relato de su partida, fue muy conmovedor, la despedida de sus hijas, los niños del oratorio, los enfermos, exalumnos y en general de su amado Agua de Dios, todo presagiaba un adiós definitivo, sellando para siempre esa historia de fe y esperanza, que devolvió el gozo y el optimismo a los habitantes del lugar, devolviendo la sonrisa y el hogar a los niños abandonados y dignificando a los leprosos como personas llamadas desde su situación a ser partícipes de la construcción de la sociedad y de la Iglesia, mostrando a todos la vía de la santidad a través del carisma salesiano victimal.

El 6 de febrero se despidió definitivamente, y emprendió el viaje a través del río Magdalena desde el puerto de Girardot en la embarcación “Ayapel”, hasta donde fue acompañado por el nuevo director,

la Sierva de Dios, madre Ana María Lozano y otra hermana. Embarcó junto a otro salesiano que regresaba a Italia, al subir al buque, apenas pudo contenerse y hasta sonreír al despedirse y bendecir a sus hijas, luego se ocultó en un rincón entre muchos baúles, en donde desahogó su llanto y entregó a Dios su pena. Abrazó la cruz de la obediencia renovando su confianza en la voluntad de Dios, aunque humanamente se sentía deshecho por el dolor, que guardó en su corazón.

Su llegada a Barranquilla el de 20 de febrero, fue el comienzo de una nueva experiencia para el padre Luis Variara, allí en el puerto, cercano a la desembocadura en el mar caribe, lo esperaba su nuevo director, junto a otro sacerdote, el padre Melotte, quien había vivido también en Agua de Dios. Lo recibieron de manera gentil y lo condujeron a la comunidad donde los esperaban dos hermanos coadjutores y el padre Juan del Rizzo (quien algunos años más tarde se convertirá en el propagador de la devoción al Niño Jesús, fundador del santuario y de la obra del 20 de Julio en Bogotá).

La obra salesiana en la ciudad caribeña, consistía en la parroquia dedicada a san Roque y el Colegio Salesiano. El director le asignó el cargo de confesor, vicepárroco y responsable del despacho parroquial. Aquí dejamos al padre Luis Variara a sus 44 años, lleno de inquietudes, tristezas, nostalgias, incertidumbre, propósitos de fidelidad y nueva vida.

Por: Pbro. Juan Carlos Ballesteros Celis, párroco de Santa Clara de Asís y miembro de la pastoral de catequesis

“El que beba del agua que Yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que Yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para la vida eterna” (Jn 4, 14).

El hombre en su día a día, es como un caminante, que atravesando el desierto de la vida, tiene sed de un agua viva, capaz de refrescar en profundidad su deseo de plenitud y de paz, que es su búsqueda permanente. Esta catequesis busca plantear cómo Jesús, es el dador de esta agua viva que vierte sobre quienes han sido constituidos como hijos de Dios, con el agua bautismal. El signo del agua aparece frecuentemente mencionado en la Biblia: En el origen del mundo “el Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas” (Gn 1, 2), el diluvio en que “unos pocos… fueron salvados a través del agua” (1 Pe 3, 20) el paso del pueblo de Israel por el mar rojo hacia su liberación (Ex 14, 21) el paso de Israel por el río Jordán hacia la tierra prometida (Jos 3, 15-16). Son imágenes bíblicas que desde antiguo, mostraban el valor del agua como signo de vida, purificación y liberación y que viene a ser prefiguración del Sacramento del Bautismo.

1. La alusión al agua en las Sagradas Escrituras

Jesucristo: dador del agua de vida eterna

2.

El simbolismo del agua en los Sacramentos de la Iglesia

El signo del agua es especialmente representativo como materia del Sacramento del Bautismo, de manera que “El simbolismo del agua es significativo de la acción del Espíritu Santo en el Bautismo, ya que, después de la invocación del Espíritu Santo, esta se convierte en el signo sacramental eficaz del nuevo nacimiento:

“Así
3. ¿Qué es el agua viva?

En el Nuevo Testamento, Jesús comienza su vida pública después de hacerse bautizar por Juan el Bautista en el Jordán (Mt 3, 13) y, después de su Resurrección, confiere esta misión a sus apóstoles: “Vayan, pues, y hagan discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo les he mandado” (Mt 28, 19-20). Ya en la Iglesia naciente, como lo atestigua el libro de los Hechos de los Apóstoles, los recién convertidos por la predicación Apostólica, son bautizados en el nombre del Señor Jesús. Así el agua viene a manifestar que el Resucitado, ha abierto para todos, las fuentes del Bautismo que conducen a la eternidad.

Del mismo modo que la gestación de nuestro primer nacimiento se hace en el agua, así el agua bautismal significa realmente que nuestro nacimiento a la vida divina se nos da en el Espíritu Santo” (Catecismo de la Iglesia Católica 694).

el agua viene a manifestar que el Resucitado, ha abierto para todos, las fuentes del Bautismo que conducen a la eternidad”.

En el Evangelio de san Juan, Jesús les hace a sus discípulos una promesa: “Les digo la verdad: Les conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; pero si me voy, se lo enviaré” (Jn 16, 7). Cumplida esta promesa, “El Espíritu es personalmente el Agua viva” (CIC n° 694) y a partir de esa afirmación se entiende la invitación del Señor: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba el que crea en mí” (Jn 7, 37) y en seguida aclara el autor sagrado: “Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en Él” (v. 39).

píritu se une a nuestro espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios. Si somos hijos, también somos herederos, herederos de Dios y coherederos de Cristo, porque sufrimos con él para ser glorificados con él” (Rm 8, 14-17).

Veamos otros efectos del agua viva, que es el Espíritu Santo:

“Todos los bautizados en Cristo se han revestido de Cristo” (Gal 3, 27).

“Han sido lavados, han sido santificados, han sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios” (1 Cor 6, 11).

Además del Bautismo también en la Eucaristía es especialmente representativo este signo del agua, en cuanto que: “La sangre y el agua que brotaron del costado traspasado de Jesús crucificado (cf. Jn 19, 34) son figuras del Bautismo y de la Eucaristía, sacramentos de la vida nueva (cf. 1 Jn 5, 6-8): desde entonces, es posible “nacer del agua y del Espíritu” para entrar en el Reino de Dios” (CIC 1225).

De esta manera, el Bautismo constituye el nacimiento a la vida nueva en Cristo y la Eucaristía se constituye en “centro y culmen de la vida del cristiano”.

El Espíritu Santo que procede del Padre, es el agua viva que Jesús vierte en nuestros corazones, como está consignado en la carta a los Romanos: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado” (Rm 5, 5).

“En un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un solo cuerpo… Y todos hemos bebido de un solo Espíritu” (1 Cor 12, 13).

San Pablo describe lo que produce en el creyente, el recibir la efusión del Espíritu Santo, el agua viva de Dios para su pueblo: “Todos los que son conducidos por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no han recibido un espíritu de esclavos para volver a caer en el temor, sino el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios: Padre. El mismo es-

Vale la pena concluir este tema, con la enseñanza del Papa Francisco en catequesis del 8 de mayo de 2013: “He aquí por qué el agua viva, que es el Espíritu Santo, sacia nuestra vida, porque nos dice que somos amados por Dios como hijos, que podemos amar a Dios como sus hijos y que con su gracia podemos vivir como hijos de Dios, como Jesús. Y nosotros, escuchamos al Espíritu Santo que nos dice: Dios te ama, te quiere… dejémonos guiar por el Espíritu Santo”. Como finalmente respondió la Samaritana a Jesús, junto al pozo de Jacob, digamos también nosotros: “Señor dame de esa agua, para que no tenga más sed” (Jn 4, 15).

4. Los efectos del agua viva en el creyente

Youth: La nueva plataforma del Opus Dei para la juventud

El Opus Dei ha dado un paso significativo con el lanzamiento de su nuevo sitio web, Youth (https://opusdei.org/es/ youth/). Este portal está especialmente diseñado para “ayudar a los jóvenes a vivir su fe en el siglo XXI a través de vídeos, artículos, podcasts y entrevistas sobre los temas que más les interpelan”, según detalla la Prelatura en un comunicado oficial. Este ambicioso proyecto busca conectar con el público juvenil, comprendido entre los 18 y 26 años, ofreciendo contenidos de Iglesia.

que el Opus Dei ha venido desarrollando en diversas plataformas de redes sociales desde enero, incluyendo Instagram, Spotify y YouTube. Su lanzamiento coincide con la celebración del aniversario de la inauguración de la primera residencia universitaria de la Obra en Madrid, la Academia DYA (Derecho y Arquitectura), destacando así la tradición y el compromiso continuo de la organización con la juventud.

Youth se estructura en torno a cuatro secciones principales:

centra en la formación juvenil ofrecida por el Opus Dei, proporcionando una visión clara y accesible de su propuesta educativa y espiritual.

“Este portal está especialmente diseñado para: ayudar a los jóvenes a vivir su fe en el siglo XXI”.

• Para rezar: ofrece una variedad de recursos para mejorar la relación personal con Dios, presentados en formatos diversos que incluyen podcasts, guías de oración y más.

El sitio web Youth surge como una extensión digital de las iniciativas

• San Rafael: esta sección se

SINTONIZA LA

• Mundo y yo: aquí se comparten testimonios inspiradores que reflejan cómo los jóvenes católicos pueden integrar su fe en la vida cotidiana, destacando iniciativas sociales y personales.

• Creo: se presentan explicaciones sencillas sobre aspectos

Además de estas secciones, el sitio web incluye testimonios sobre diversas iniciativas sociales, infografías detalladas sobre la doctrina católica y estudios sobre la amistad y la vida familiar desde una perspectiva católica. Los usuarios también podrán acceder a reflexiones, artículos y enseñanzas del fundador del Opus Dei, San Josemaría Escrivá de Balaguer, proporcionando así una conexión directa con las raíces y el legado espiritual de la organización.

Con su enfoque moderno y atractivo, Youth busca ser un recurso valioso y relevante para los jóvenes católicos, ayudándoles a enfrentar los desafíos del mundo contemporáneo con una base sólida en su fe. Este nuevo proyecto digital del Opus Dei reafirma su compromiso de apoyar y guiar a las nuevas generaciones en su camino espiritual y en su desarrollo integral.

VOX DEI EN TU CELULAR

Con los valores aprendes a crecer personal y espiritualmente

Queridos niños los valores son elementos fundamentales para nuestra vida personal y cristiana, con ellos vivimos mejor y aprendemos cada día a ser más amables y buenos niños. También nos guían a lo largo de todas nuestras acciones y decisiones.

Amados niños sigamos de la mejor manera agradando al Señor con cada cosa que hacemos, e incluso haciendo sentir bien a alguien con nuestras actitudes bonitas.

Los valores como: la bondad, la sinceridad, la empatía, el amor, la paciencia, la gratitud, el perdón, la humildad, la responsabilidad y la solidaridad; nos enseñan a vivir en unidad y fraternidad. Ahora hazte la pregunta querido niño ¿hoy he practicado alguno de estos valores?

Momento investigativo: ¿qué otros valores se encuentran además de estos? Puedo ayudarme preguntando a algún familiar o catequista.

Momento creativo: colorea la imagen.

<Las historias de PEPIto>

Tú eres el Cristo, participemos en la liturgia

Domingo XVIII del Tiempo Ordinario (Jn 6, 24-35)

La primera lectura de este domin- go, tomada del libro del Éxodo, sin duda conecta con el Evangelio. Hace referencia al maná y a las codornices, pero también a la figura de Moisés. El autor sagrado escribe que la liberación de Egipto fue grande, pero el viaje por el desierto se vuelve difícil y los judíos se quejan ante Moisés y Aarón, quienes les piden pan y carne. Dios responde enviando maná y codornices al pueblo. El maná es el alimento que desciende del cielo, un signo prodigioso del amor de Dios y luego considerado alimento espiritual.

Según algunos estudiosos de la Biblia, las codornices y el maná podrían ser fenómenos naturales, estando todavía presentes en la actualidad. Las codornices emigran en bandadas entre África, Arabia y los países mediterráneos y también se detienen en la península del Sinaí. En cuanto al maná, sería la secreción blanquecina de un arbusto llamado Tamarix mannifera

que crece en el desierto del Sinaí; por lo tanto, Dios habría alimentado a su pueblo, haciéndole encontrar estos alimentos en el camino; que se convirtieron en el signo de su protección y amor.

En el Evangelio escuchamos que la multitud va buscando a Jesús, lo buscan porque han comido y están satisfechos. Son simplemente curiosos y sobre todo interesados en el pan material, en los milagros sensacionales.

De este pasaje evangélico sacamos la siguiente conclusión: buscamos el poder de Dios, pero no la vida de Dios. No toda búsqueda de Dios conduce a Dios, a veces, detrás del nombre de Dios, escondemos nuestro orgullo, nuestro egoísmo, nuestra mezquindad. A menudo llamamos fe a lo que no es fe. A menudo llamamos religión a lo que es exactamente lo opuesto a religión. Buscamos las ventajas de la fe, pero no queremos creer y no queremos cambiar de vida.

Domingo XIX del Tiempo Ordinario (Jn 6, 41-51)

Estamos todavía en el Evangelio de Juan, dentro del discurso de Jesús sobre el pan de vida. Sus palabras se vuelven problemáticas en los oídos de los presentes en Cafarnaúm. El público pareció abrirse y en cambio, fieles a sus padres que hicieron lo mismo con Dios en el desierto, murmuran contra Jesús. ¿Cuál es el motivo? Más o menos el mismo que escandalizó a los habitantes de Nazaret: ¿no es este Jesús, el hijo de José? ¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo puede decir que descendió del cielo? Semejante reacción no nos parece tan absurda a los lectores.

En última instancia, la respuesta del Señor a sus murmuraciones aclara un par de cosas. 1) La fe nace sólo dentro de una atracción de amor: nadie puede venir a mí si el Padre no lo atrae. 2) La chispa de la fe enciende si hay apertura y atención a lo que sucede en el corazón.

Podemos leer libremente el tiempo de crisis que vivimos a la luz de este texto. En muchas de nuestras parroquias suelen estar presentes los datos desalentadores de la ausencia de la Eucaristía dominical (especialmente los jóvenes) y de los ambientes/reuniones, encuentros de sector, etc. donde se

cultiva la fe. Esta desertificación espiritual causa, con razón, cierta preocupación. Pero en cierto sentido también deberíamos alegrarnos por ello. En efecto, si la fe auténtica es una atracción interior hacia la persona de Jesús, este tiempo de crisis es entonces como el tamiz que está sacando a relucir “el cristianismo de todos”. De hecho, la Iglesia está perdiendo cada vez más influencia y espacio entre los hombres, algunos llegan incluso a afirmar el fin del cristia-

nismo como religión cultural en Occidente, lo que, sin embargo, no sería un signo de su fin, pues tenemos la certeza firme que perdurará hasta el fin de los tiempos.

Sólo quien está aprendiendo a escuchar la voz de Dios en su corazón puede sentir esta atracción. Quien se concentra en escucharlo se adhiere al encanto de Jesús y llega a saber quién es el Padre: quien me ve, ve al Padre (Jn 14, 9).

SOPA DE LETRAS: “EL SAGRARIO“

• SAGRARIO

• CREDO

• TESORO S G R A N D E T H A B I T A P E A R G A P U E S L R C R E A D O L E I D A U M R A I E O E R Q O R T L Ñ A H I R O D O T S E N O

• HABITA

• HALLAR

• GRANDE

• TIERRA

• CIELO

• DUEÑO

Por: Sem. Luis Francisco Salazar Cucaita, estudiante de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma)
Elaborado por: Arcesio Santana Cortés - ARSACO

Párroco DÍA DEL

5 DE AGOSTO DE 2024

7 DE AGOSTO DE 2024

“Colombianos, les la las libertad” Santander

“Colombianos, las armas les han dado la independencia, las leyes les darán la libertad”

Francisco de Paula Santander

Años FIESTA DIOCESANA

10 DE AGOSTO

Apertura de la fiesta diocesana

(Ordenaciones de los diáconos permanentes)

11 DE AGOSTO

Apertura en las parroquias

12 -16 DE AGOSTO

Fiesta diocesana en los sectores

17 DE AGOSTO

Fiesta de los agentes de pastoral del decanato

21 DE AGOSTO

Fiesta del catequistaparroquias

26 DE AGOSTO

Clausura de la fiesta diocesana en las parroquias

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