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CONTROL GLUCÉMICO DURANTE LA PANDEMIA EN NIÑOS CON DIABETES TIPO 1

NIÑOS CON DIABETES TIPO 1

Control glucémico en tiempo pandemia

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En la actualidad, la pandemia por el coronavirus es un tópico que ha dominado los temas de conversación. De una forma u otra, todos estamos inmersos, lo que ha conllevado en estos días a elevados niveles de incertidumbre en pacientes con diabetes.

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a diabetes tipo 1 es la forma más frecuente de diabetes en la infancia, por esto debemos emplear métodos que aseguren a estos pacientes un adecuado control de sus niveles glucémicos y medidas de protección para disminuir el riesgo de contagio y en caso de contagio, evitar complicaciones graves.

Según datos estadísticos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud los niños evolucionan mejor, independientemente de cualquier otra enfermedad con la que coexistan. Se han evidenciado casos de niños contagiados, pero su riesgo de desarrollar una enfermedad grave es mucho más bajo. Sea cual sea su edad, si sus niveles de glucosa en sangre están bien controlados, es probable que no tenga un riesgo más alto de las complicaciones específcas del COVID-19, pero enfermarse cuando se tiene diabetes tipo 1 produce muchas interrogantes.

La hemoglobina glucosilada (A1c) es una prueba sanguínea que calcula el control de glucosa en sangre durante los últimos tres meses aproximadamente y nos puede orientar sobre qué tan controlado esta un niño con diabetes. Los que tienen problemas para mantener su A1c baja, una glucosa en sangre constantemente alta puede hacer que las personas sean más susceptibles a la infección. Es de vital importancia que los padres tengan conocimiento de que valor maneja su niño y tener un resultado actualizado. Se recomienda un valor por debajo de 7.5% en menores de 19 años.

Para monitorear los niveles de glucosa contamos con las glucemias digitales, utilizando el glucómetro convencional, aunque ahora también son de gran ayuda los monitores continuos de glucosa que nos dan información en tiempo real del estado glucémico del niño.

A la hora de medir la glucosa las recomendaciones varían en función de los grupos de edad, donde se debe ser más estrictos en los adolescentes y tener criterios más laxos, permitiendo valores más altos a los niños pequeños que no son capaces de identifcar las hipoglucemias (glucosa baja en sangre). En el tramo del escolar, de 6 a 12 años, los valores recomendados de glucemia son entre 90 y 180 mg/dL antes de las comidas y entre 100 y 180 mg/dL como máximo a las 2 horas de haber comido.

Entre los suministros que debe tener a mano típicamente en situaciones de pandemia que representa un tiempo de crisis, se encuentran: Insulina sufciente para los próximos tres meses.

Suministros para las bombas de insulina como reservorios y sets de infusión (en caso de utilizar bomba de infusión continua).

Sensores para medidores continuos de glucosa.

Tiras de cetonas para valorar presencia de cuerpos cetónicos.

Baterías para las bombas de insulina y el medidor de glucosa continuo o estándar.

Tiras reactivas para el glucómetro (asegúrese de que no estén caducadas) y lancetas

Tratamientos para la glucosa baja como pastillas de glucosa y jugo.

• Líquidos con y sin azúcar para tener opciones en las situaciones en que la glucosa en sangre esté tanto alto como baja. Es importante persistir en el estilo de vida saludable, con la correcta alimentación manteniendo el consumo de frutas y vegetales ricos en vitaminas y minerales que favorezcan la función inmunológica y nunca suspender el ejercicio, ya que este tiene un impacto bastante importante para mantener el control glucémico y L detenerlo de manera repentina. Puede ocasionar cierto descontrol de la diabetes, por lo que se recomienda implementar de forma creativa ciertos tipos de ejercicios que se puedan realizar en casa durante el confnamiento social. En caso de contagio, sería necesario seguir las recomendaciones siguientes ante cualquier situación de estrés o enfermedad para evitar una descompensación de la diabetes. • El tratamiento con insulina nunca debe suspenderse, es posible que haya que aumentar la dosis y puede ser necesario administrar dosis adicionales de insulina rápida para disminuir los niveles de glucosa en sangre. • Aumentar la frecuencia de monitorización de los niveles de glucosa en sangre. • Asegurar una correcta hidratación. • Ante un aumento mantenido de las cifras de glucosa en sangre, se aconseja la determinación de cuerpos cetónicos. • Si presenta cifras de glucosa elevadas junto a cuerpos cetónicos elevados deberá consultar con su profesional sanitario.

AUMENTO DE LA SED, NECESIDAD DE ORINAR A MENUDO Y HAMBRE EXTREMA SON ALGUNOS SÍNTOMAS DE DESCONTROL GLUCÉMICO QUE HAY QUE VIGILAR.

DRA. KATHERINE CASTILLO DIONICIO Diabetóloga - Nutrióloga| Hospital materno infantil Francisco A. Gonzalvo/Clínica Canela 2 | katherinecastillod12@gmail.com

HÍGADO GRASO

Prevalencia, definición, diagnóstico y tratamiento

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a enfermedad hepática grasa no alcohólica o comúnmente llamada hígado graso, conocida por sus siglas en inglés como NAFLD (Non-Alcoholic fatty liver disease) es la condición hepática crónica más común en adultos en los países en desarrollo y afecta a más del 30% de la población general. La enfermedad hepática grasa no alcohólica o comúnmente llamada hígado graso, conocida por sus siglas en inglés como NAFLD (Non-Alcoholic fatty liver disease) es la condición hepática crónica más común en adultos en los países en desarrollo y afecta a más del 30% de la población general. .

La enfermedad hepática grasa no alcohólica o comúnmente llamada hígado graso, conocida por sus siglas en inglés como NAFLD (Non-Alcoholic fatty liver disease) es la condición hepática crónica más común en adultos en los países en desarrollo y afecta a más del 30% de la población general.

La tasa de prevalencia en diferentes poblaciones se presenta de la siguiente manera: En un 1/3 de los pacientes con hipertensión arterial.

En el 50% de los pacientes con dislipidemias (aumento de las grasas en sangre). En más de 2/3 de los pacientes con diabetes tipo 2.

En alrededor de 90% de los pacientes que van a cirugía bariátrica. La enfermedad hepática grasa no alcohólica es una enfermedad en la que el hígado acumula grasa (esteatosis) progresando hasta convertirse en esteatohepatitis no alcohólica. Esta no se asocia al abuso de alcohol y si se asocia con enfermedad cardiovascular. La esteatohepatitis no alcohólica es la consecuencia del consumo de altas cantidades de azúcar, grasa en la dieta e insufciente actividad física.

Esta condición está asociada a sobrepeso, obesidad y diabetes mellitus tipo 2; por esto se califca como una enfermedad metabólica. Su prevalencia en estas poblaciones es alrededor de 70%.

La esteatohepatitis no alcohólica es una enfermedad en la que no hay síntomas hasta estadios avanzados.

La acumulación de la grasa en el hígado o esteatosis comienza a ser incrementada cuando excede el 5% de las células grasas en el hígado. En esta etapa, el hígado es usualmente un poco más grande de lo normal y por ultrasonografía abdominal aparece como de un aspecto

“brillante”.

En muchos pacientes esta acumulación de grasa es benigna; en otros progresa la infamación y el abalonamiento de las células hepáticas conllevando a la progresión de la enfermedad y a fbrosis.

Si no existen cambios en el estilo de vida como modifcaciones en la dieta y/o actividad física, el hígado continúa en un proceso de transformación a fbrosis.

La fbrosis es como un tejido cicatricial que impide el buen funcionamiento del hígado. La fbrosis tiene cuatro estadios, desde leve, moderado a severo. Cuando pasa al estadio cuatro, es lo que se denomina cirrosis, y daña el hígado de forma permanente e irreversible.

Los factores de riesgo para la esteatohepatitis no alcohólica son: sobrepeso, obesidad, diabetes tipo 2, insulino-resistencia, síndrome metabólico.

El síndrome metabólico es un grupo de factores de riesgo de enfermedad cardiovascular con una etiología similar y está asociado al hígado graso. Se diagnostica cuando el individuo tiene tres de cinco de estos factores: Sobrepeso/Obesidad Prediabetes/Diabetes Aumento de los niveles de Triglicéridos

Disminución de los niveles de colesterol HDL

Hipertensión arterial

¿CÓMO SE DIAGNOSTICA EL HÍGADO GRASO?

El diagnóstico de la NAFLD se puede hacer con las enzimas hepáticas (ALT y AST), en la que la ALT es usualmente mayor que la AST.

La sonografía abdominal es una técnica de bajo costo, de elección para el escrutinio de rutina para aquellos a quienes se le sospecha la condición.

Otros métodos para hacer su diagnóstico son la elastografía por resonancia magnética, ultrasonografía basada en la elastografía, (fbroscan) y la biopsia de hígado. También hay unos puntajes de fbrosis para la enfermedad hepática no alcohólica, con variables de edad, IMC, si hay o no diabetes, índice AST/ALT, plaquetas y albúmina, que nos ayudan a determinar la presencia de la esteatohepatitis no alcohólica.

¿HAY TRATAMIENTO PARA EL HÍGADO GRASO?

Una intervención temprana es importante para modifcar la historia natural de la enfermedad hepática grasa no alcohólica y su manejo está enfocado en varios aspectos: 1. Intervención en el estilo de vida 2. Tratamiento farmacológico de la enfermedad hepática 3. Tratamiento de la alteración de la glucosa o diabetes 4. Tratamiento de la dislipidemia (aumento de la grasa) 5. Controlar otros factores de riesgo cardiovascular Las modifcaciones del estilo de vida incluyen: pérdida de peso, cambios en el régimen alimenticio y ejercicios. La disminución del 7-10% del peso puede mejorar la esteatosis, infamación hepática, pero no la fbrosis. Es ideal una dieta saludable, baja en carbohidratos, particularmente en pacientes con diabetes, baja en fructosa, baja en grasas trans y grasas saturadas. El ejercicio promueve el bienestar, reduce la grasa hepática e intra-abdominal y mejora la insulino-resistencia. Se recomiendan caminar, trotar, ejercicios de yoga, u otros tipos de ejercicios como tenis, bicicleta o natación por 30-60 minutos tres a cinco veces por semana.

En relación al tratamiento farmacológico es importante hablar con su médico de cabecera para determinar que fármaco puede ser utilizado para la esteatosis hepática no alcohólica.

MUCHOS ESTUDIOS HAN DEMOSTRADO QUE EL USO DE ESTOS MEDICAMENTOS MEJORA LA ENFERMEDAD HEPÁTICA NO ALCOHÓLICA, COMO SON: LA VITAMINA E, EL ÁCIDO OBETICÓLICO, LA PIOGLITAZONA, Y AGONISTAS DEL GLP-1, PERO NINGUNO ESTÁ APROBADO POR LA FDA DE EUA. EL CONTROL DE LA GLUCOSA Y DE LAS GRASAS TAMBIÉN SON IMPORTANTES PARA LA INFILTRACIÓN GRASA AL HÍGADO Y SE REALIZA MEDIANTE MEDICAMENTOS ESPECÍFICOS PARA LA DIABETES Y/O PARA EL AUMENTO EN LOS NIVELES DE COLESTEROL Y/O TRIGLICÉRIDOS. CONSULTE A SU ENDOCRINÓLOGO SI TIENE O SOSPECHA DE LA PRESENCIA DE HÍGADO GRASO.

DRA. ALICIA TRONCOSO LEROUX Médico Endocrinóloga | Presidente de la Sociedad Dominicana de Endocrinología y Nutrición Profesora de Endocrinología, UNPHU Facebook/ Instagram @sociedadendocrinord | Si tiene preguntas: Dra.troncoso@claro.net.do

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