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DUELO Y RESILIENCIA

PANDEMIA SUPERADA

A

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lo largo de la historia de la humanidad han ocurrido diferentes pandemias que han generado grandes pérdidas humanas y económicas. Quizás la primera registrada ocurrió en el 430 A.C. durante la guerra del Peloponeso, originada en Atenas y afectando Libia, Etiopía y Egipto. Causó la muerte de aproximadamente dos tercios de la población. Se piensa que puede haber sido un caso de febre tifoidea, una infección que puede ser fácilmente curada hoy en día. La plaga Antonina que azoto a los Hunos, Alemanes y a todo el imperio romano, al punto de que ocasiono la muerte del emperador Marcus Aurelio, probablemente a causa del virus de la viruela, se prolongó durante quince años antes de desaparecer en el 180 D.C. La plaga Cipriana inicio en el 250 y tuvo brotes recurrentes a lo largo de tres siglos. En el 541, fue la plaga Justiniana, se cree ocasionada por la Yersinia pestis, y provocó cerca de 50 millones de muertes en el mundo, cambiando el curso del imperio Romano. ¿Qué tienen en común todas esas pandemias? Ocasionaron numerosas muertes, afectaron la economía y política de las regiones afectadas, pero sobre todo, tarde o temprano fueron superadas, no por una acción específca, sino porque probablemente los que sobrevivieron desarrollaron inmunidad. Otro ingrediente en común es la propagación por diferentes regiones a través de los viajes y migración del ser humano, indicativo de que en el apogeo de una epidemia deben restringirse a lo estrictamente necesario.

Avancemos un poco en la historia, revisemos las pandemias de los últimos 100 años. En el 1918 se presentó la llamada gripe Española, por su lugar de origen. Ocasionada por un virus H1N1 aviar y causando la muerte de unos 50 millones de personas. Esta pandemia introdujo el uso de mascarillas, también se usaba la ingesta de whisky como medida de prevención y tratamiento, a pesar de que en gran parte de los Estados Unidos estaban en vigencia las leyes de prohibición de alcohol. Hay registros de poblaciones y familias que pudieron superar esta infección cumpliendo aislamiento y cuarentenas estrictas, buenas medidas de higiene y uso de desinfectantes. Fue fnalmente superada un año después, en el 1919.

En febrero del 1957, surge en Asia del Este una nueva infuenza ocasionada esta vez por un virus H2N2, también de origen aviar. Tuvo una duración de 1 año y

Una batalla épica y cíclica en la historia de la humanidad

ocasiono muerte en alrededor de 1.1 millones de personas en el mundo. Diez años más tarde, en el 1968 nos enfrentamos a otra pandemia, nuevamente por un virus aviar, esta vez el H3N2 y también causando más de 1 millón de muertes. En la primavera del 2009, se detecta en Estados Unidos una nueva infuenza tipo A por un virus H1N1, que rápidamente se dispersó por todo el mundo causando unos 60.8 millones de personas y cerca de 500 mil muertes. Cada una de las pandemias que hemos sufrido en este último siglo, ha sido ocasionada por un virus diferente y ha afectado poblaciones con características distintas. Los avances de la ciencia nos han permitido investigar y clasifcar cada vez con más precisión al organismo responsable, también hemos podido diseñar y usar vacunas y tratamientos antivirales para prevenirlas y combatirlas. Hemos aprendido comportamientos y hábitos diferentes, que son importantes estrategias para reducir contagio y aumentar supervivencia. Es común ver en varios países asiáticos, sobretodo en ciudades de mucha circulación, a las personas usando mascarillas, ya sea porque están afectados de algún virus o porque no se quieren contagiar de uno, a veces incluso para protegerse de alérgenos como el polen, en las temporadas en que más arrecian. Los hábitos de higiene alrededor del mundo han ido mejorando a través de los siglos, y todo parece indicar que aún tenemos mucho espacio para mejorar en este aspecto.

La pandemia del COVID-19 ha traído muchos cambios a nuestras vidas, quizás no lo sufcientes. Veo en las calles y en las redes sociales mucha gente ansiosa de regresar a la normalidad que vivíamos antes de esta enfermedad, retomando las reuniones sociales, probablemente antes de tiempo y sin tomar las medidas apropiadas. Debemos volver a la normalidad y vamos a superar esta pandemia, sin embargo aún no estamos en el punto de haberla superado, ni siquiera tenemos la certeza de cuando llegaremos a ese punto. Es necesario que algunos de los cambios que nos han acompañado en estos últimos meses permanezcan con nosotros y nos sirvan de aprendizaje, la historia nos demuestra que esta no será la última pandemia y que lo que aprendemos de cada una nos puede servir para combatir la próxima. Mientras, mantengamos el distanciamiento social y reforcemos las medidas de higiene, y así también esta pandemia será superada.

DRA. YAWELIDA GARCÍA MD, MSC @drayawelida

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