l A p r e s e nc i A I n c A
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Qhapaq Ñan y las diversas construcciones
d e Lu r í n
i buscamos los indicadores más claros de la presencia inca en el valle
de Lurín, estos serían el Camino Inca o incas en Pachacamac. Se ha propuesto que la ocupación del valle por los incas estaba centrada, no en motivos políticos o económicos, sino en garantizar la comu-
GiAncArlo MArcone f lores
nicación principalmente entre el santuario de Pachacamac y el importante santuario de Pariacaca. El valle se vuelve, así, una de las principales rutas de peregrinación durante el incanato. Sin embargo, este lugar estaba ocupado por una población con fuertes tradiciones locales, fruto de una larga secuencia cultural que presenta evidencias de una rica complejidad social e intrincadas relaciones intercomunales. En el momento en que los incas arriban al valle y establecen su dominio sobre él, los diversos grupos de la sociedad local se vieron obligados a incorporarse a esta hegemonía cusqueña, sin perder de vista sus dinámicas propias. En especial, los líderes locales y jefes comunales se vieron inmersos en medio de dos frentes: uno hacia arriba, buscando