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1. El Estado Wari (circa 550 – 900 d.C

1. El Estado Wari (circa 550 – 900 d.C.)

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El Estado wari fue una entidad política que dominó extensos territorios del área andina central a través del ejercicio de distintos mecanismos de poder, dada la diversidad y complejidad de otras entidades existentes durante el Horizonte Medio. Su capital fue Wari, considerada como la primera expresión de ciudad, ubicada en la cuenca ayacuchana, y que alcanzó a tener una extensión aproximada de 400 hectáreas. Fue el centro más importante de poder político-religioso y el lugar de residencia de la elite política y administrativa, de los trabajadores artesanos y de gente de servicio.

Las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo por Brewster-Wray en uno de los conjuntos arquitectónicos del sitio han sugerido la

presencia de una suerte de oficinas administrativas en conjuntos de recintos alargados articulados por espacios centrales a manera de patios que asociados con otros rasgos arquitectónicos como banquetas y otros bienes muebles ... habrían servido para realizar encuentros administrativos tanto entre los pobladores del sitio como probablemente con funcionarios de sus colonias, como podría sugerir el hallazgo de cerámica Pachacamac en el sitio según Isbell.30

Se sugiere, igualmente, que en este tipo de sitios se habrían empleado sistemas “contables de registro como los quipus incas para procesar con seguridad activos fijos y renovables del sistema económico wari y emplearlos en la buena administración y logística del Estado”.31

Las evidencias de los materiales encontrados permiten postular que en el sitio de Wari, como en otros del área nuclear, se habrían desarrollado diversas actividades de producción artesanal. Así, en el sector llamado Turquesayoq de Wari se encontraron cuentas de collares y fragmentos de crisocola; mientras que en otros barrios se hallaron fragmentos de obsidiana, de moldes y de figuras humanas moldeadas como las ubicadas por Vescelius, en la década de 1970. Se presume que Robles Moqo era un taller alfarero.

Por otro lado, en la misma cuenca ayacuchana existían varios centros artesanales, de los cuales, a la fecha han sido identificados los de Conchopata

30. Santillana 2000: 188. 31. Santillana 2000: 188.

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y Aqo Wayqo. Conchopata, ubicado en los linderos de la actual ciudad de Huamanga, es uno de los sitios wari más tempranos y en el que se han encontrado evidencias de actividades de producción de variada naturaleza y de “gran calidad tecnológica y artística”. Una de ellas fue la producción alfarera, una tarea artesanal especializada y muy significativa por su volumen e importancia. Los talleres formaban parte de las unidades residenciales que producían tanto vasijas comunes para el uso doméstico, como otras finas para usos más bien ceremoniales.32

Ochatoma33 hace mención de un pequeño taller de alfareros, manejado por familias que tenían diversas ocupaciones, por lo que compartían su espacio doméstico con áreas de producción. Se alude también a otros espacios donde se producía cerámica de prestigio con fines no domésticos, como también “utensilios de cocina”, silbadores, además de pequeñas figurinas humanas y de animales. Asimismo, se menciona del hallazgo de una gran cantidad de herramientas de distinto tipo, tales como alisadores, pulidores, paletas, tornos o platos de alfarero, moldes, etc. El gran número de herramientas encontradas a la fecha por los arqueólogos34 indica una producción de cerámica intensa y de volúmenes considerables en diferentes sectores del asentamiento, habitados por grupos de elite. Aqo Wayqo, en los linderos de la actual ciudad de Ayacucho, sería un centro alfarero menor.

Como parte de la expansión productiva wari, se intensificó el funcionamiento de más centros artesanales fuera del área ayacuchana. Uno de los identificados a la fecha es Maymi, ubicado en Pisco, en la costa sur peruana, investigado por M. Anders, quien señala que “fue un centro alfarero de producción de cerámica fina para el ritual” y que la manufactura alfarera revela el empleo de técnicas tradicionales e innovadas para la producción en serie, como aquella explicada a propósito de una vasija efigie de felino “que fue hecha a partir de cinco piezas, cada una formada en un molde distinto”;35 o dicho de otro modo, múltiples moldes usados para lograr una sola pieza. También se encontraron platos alfareros, conocidos como “tillas”. La decoración de las piezas revela, asimismo, artificios tecnológicos especiales. Como

32. Lumbreras 1980; Pozzi-Escot et al. 1994; Ochatoma 2007; Cook y Benco 2000; entre otros. 33. Ochatoma 2007. 34. Véase Cook y Benco 2000: 491. 35. Anders et al. 1994: 262-264.

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parte del instrumental, se encontró en Maymi doce unidades de pinceles, algunos, de puntas redondeadas y, otros, de puntas planas y de diferentes tamaños, hechos a base de mechones de cabellos humanos y amarrados a mangos de caña con hilos de algodón.

Los centros administrativos provinciales identificados a la fecha como Jincamoqo, Pikillaqta, Wiracochapampa, Wariwillka y Honqo Pampa contribuyeron también al impulso económico estatal fuera del área nuclear wari. Se sabe, por ejemplo, que Pikillaqta, un asentamiento wari levantado en un lugar estratégico de la cuenca de Lucre en Cuzco, permitió el control y el flujo de recursos y de gente de tres valles; pero, ante todo, fue un punto estratégico para controlar el acceso a la cuenca del Titicaca.

Santillana sugiere que el Estado wari desarrolló una economía política compleja, por la cual controló monopólicamente el abastecimiento, la producción y distribución de recursos esenciales. Así, “La fundación de colonias, las redes de intercambio de bienes a larga distancia, quizá el manejo de propiedades estatales, la tributación, la manufactura de bienes que se consumen internamente o se exportan fuera del núcleo central, configuran este carácter de la economía nacional e internacional wari”.36

Se plantea, igualmente, que uno de los objetivos de la política económica wari fue apoderarse de tierras en zonas templadas para la producción de maíz, un recurso estratégico y de múltiples implicaciones políticoreligiosas. De allí su interés por conquistar valles irrigados, en los que instaló centros administrativos y construyó sistemas de cultivo y de riego apropiados, como los identificados en las ubérrimas cuencas de la sierra central y sur. Jincamoqo, ubicado en el valle del Carhuarazo en la zona sur de Ayacucho, sería un asentamiento instalado para impulsar el cultivo de maíz de manera intensiva a través de la construcción de terrazas agrícolas. Se sugiere también que la producción lograda en estas tierras se habría almacenado en depósitos para trasladarlos después al núcleo urbano de Wari, en Ayacucho.37

Debe destacarse en este contexto —además del político, señalado líneas arriba— que el centro provincial wari de Pikillaqta albergaba en su interior un sector compuesto de 508 recintos de traza planificada y de forma estandarizada investigados por MacEwan, y que “habrían servido para hospedar

36. Santillana 2000. 37. Schreiber 2000.

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Kero wari.

Tejido con motivos geométricos wari.

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Monolito El Fraile, Tiwanaku, Bolivia

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trabajadores agrícolas levados temporalmente para laborar en las chacras estatales maiceras”.38

Schreiber39 señala que la prospección llevada a cabo en Sondondo (Ayacucho) en un área de 120 km2 le permitió identificar un conjunto de centros administrativos wari, y que dos de ellos habrían servido para administrar la producción de maíz, cultivado en terrazas agrícolas y almacenado después de la cosecha. Todas estas actividades fueron llevadas a cabo por gente desplazada intencionalmente a estas zonas agrícolas. El tercer sitio, dado su proximidad a un yacimiento de obsidiana —se dice— habría sido un punto de control wari de este recurso especial.

Las investigaciones llevadas a cabo en la cuenca media y alta de la parte sur del valle de Nazca indicarían también el manejo de una agricultura especializada, que permitía la producción de coca en un espacio geográfico entre los 1,200 y los 1,600 msnm, por parte de pobladores serranos trasladados. Todo ello dentro de una perspectiva de “interacción económica” regional.40

Se indica también el desplazamiento de pobladores wari que —a manera de colonos— ocuparon distintos valles costeros, como el de Cerro Baúl en Moquegua, presumiblemente, para controlar el acceso a una variedad de recursos, incluido los domésticos. De manera que, como parte de su política de expansión, los wari colonizaron un conjunto de territorios, dentro de los cuales construyeron asentamientos administrativos, impulsaron núcleos de producción agrícola y controlaron la explotación y circulación de diversos recursos preferidos.

Es débil, sin embargo, aquella tesis que dice que el asentamiento wari de Cerro Baúl manejó recursos minerales y otras piedras semipreciosas, dada la escasa cantidad de estos bienes encontrada en sitios wari, según Williams, Isla y Nash.41 Asimismo, se sugiere que los wari impulsaron sistemas agrícolas de alta productividad, para lo cual construyeron terrazas agrícolas y organizaron sistemas de irrigación en las proximidades de Mejía, además de Cerro Baúl. Del mismo modo, hay evidencias en Cerro Baúl de bienes producidos en la capital wari que fueron transportados para el consumo de las elites

38. Santillana 2000: 27. 39. Schreiber 2000. 40. Schreiber 2000. 41. Williams, Isla y Nash 2001.

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