5 minute read

2. La costa central

Economía PrEhisPánica En El árEa andina | 283

Otros sitios chimú en la región sur corresponden, según resumen hecho por Topic, a los ubicados en el valle de Casma, en los que se han encontrado evidencias de producción artesanal de tejidos y de piezas metálicas. La producción de chicha a gran escala en un barrio de Manchán, como en Laguna II, evidencia que era también una actividad muy importante, aparentemente patrocinada por el Estado y las elites locales para su consumo en eventos laborales y en ceremonias de naturaleza religiosa y político-social.83

Advertisement

2. La costa central

La composición cultural en esta región era variada durante el Período Intermedio Tardío. Los diferentes grupos humanos se asentaron en las partes altas, medias y bajas de los valles, pero las tierras regadas por los ríos que bajan de la sierra se aprovecharon con más intensidad para la producción agrícola. Se menciona que durante este periodo las sociedades estaban organizadas en señoríos o curacazgos. Sin embargo, combinando fuentes arqueológicas y etnohistóricas, tendríamos que señalar que estas entidades aparecen con más claridad en las cuencas del Chillón, el Rímac y Lurín; mientras que en los extremos norte y sur de la costa central son más difíciles de precisar, quizá, porque estaban organizadas en unidades políticas aún menos complejas y con ocupaciones distintas a la agricultura. Investigaciones recientes llevadas a cabo señalan que en el valle de Cañete se desarrolló el curacazgo de Huarco, cuya organización económica especializada describiré líneas adelante. De la misma manera, en el norte chico se desarrolló la llamada cultura Chancay.

La cultura Chancay

Si fuera cierto que la cuenca del Chillón correspondía a la frontera sur del territorio chimú, tendríamos que aceptar que el valle de Chancay estaba incluido en los dominios chimú. Quizá Chancay haya mantenido más bien cierta independencia después de la conquista chimú, como parece sugerir la secuencia de ocupación cultural en esta región, de acuerdo a investigaciones arqueológicas.

83. Moore 1989.

284 | Julián i. santillana

El territorio de la cultura Chancay comprendía el valle de Huaura por el norte hasta el valle bajo del Chillón por el sur, en Lima. Era una sociedad con una densidad poblacional alta, lo que se observa en el gran número de asentamientos habitacionales y de cementerios que existen en su área nuclear. Los arqueólogos polacos, que han hecho estudios sucesivos en la zona, han identificado adicionalmente la presencia de centros residenciales de elite, centros administrativos y centros ceremoniales, lo cual evidencia un nivel de complejidad de su organización política. Algunos de los centros administrativo-ceremoniales Chancay serían Pisquillo Chico y Lauri; mientras que Pancha la Huaca sería un complejo residencial de elite.

El estudio realizado en cementerios Chancay y el posterior análisis del material recuperado señalan que fue una sociedad que se regía por un complejo sistema religioso y una práctica ritual esencialmente orientada al culto de sus muertos. La muy lograda producción artesanal especializada estaba vinculada al sistema de creencias. Los materiales cerámicos analizados indican que los Chancay eran diestros alfareros que producían vasijas de formas diversas, entre las que sobresalen los llamados “chinos”, que eran vasijas elegantes y sobrias, con representaciones antropomorfas y decoración geométrica.

También descollaron por su sofisticada producción textil. Se les considera innovadores en esta tecnología y en su representación artística. La producción de gasas es la más reconocida. Combinaron en muchos casos el algodón y la lana; también pintaron telas. Los fardos funerarios Chancay contienen réplicas de cabezas, de caras enlucidas de pintura, máscaras, muñecas, además de ofrendas.

El valle del Chillón

Información etnohistórica referida al valle del Chillón, por otro lado, ha permitido saber que durante el Período Intermedio Tardío y en parte del Horizonte Tardío, las distintas entidades ocuparon espacios geográficos de diferentes medio ambientes, aprovechando las diferentes zonas de vida presentes gracias al escalonamiento del valle. Una de ellas fue la llamada chaupi yunga, ambiente propicio para el cultivo —entre otros productos— de coca, hoja muy cotizada por sus usos ceremoniales. Uno de estos enclaves cocaleros habría sido la zona donde hoy se asienta Santa Rosa de Quives. Dada la importancia de este medio ambiente, se dice, que diversos curacazgos se disputaban su control.

Economía PrEhisPánica En El árEa andina | 285

La trascendencia de estas tierras en tiempos prehispánicos se evidencia aun más durante el Horizonte Tardío, porque cuando los incas dominaron la región, trasplantaron mitmas para el cultivo especializado de coca; algunas de estas chacras parecen inclusive haber sido propiedad de los reyes incas.

El señorío Ichma

Para los valles de Lurín y Rímac abundan también indicadores arqueológicos y etnohistóricos que señalan el dominio del “Señorío Ichma”, cuya sede principal fue Pachacamac, donde residía el curaca principal.

Los ichma se caracterizan por haber ocupado la parte media y baja de los valles mencionados, en donde construyeron aldeas y complejos piramidales, quizá también compartiendo estos escenarios con otras pequeñas formaciones políticas. La arquitectura ichma destaca, sobre todo, por las pirámides con rampa construidas en base a tapiales.

Eeckhout ha realizado excavaciones en la pirámide con rampa III del complejo de Pachacamac. Señala que las tres pirámides componentes de este complejo fueron construidas aproximadamente después del 1400 d.C., y fueron ocupadas de manera sucesiva por unos 30 o 40 años, para luego ser abandonadas luego de un ritual que incluyó ofrendas y clausura de sus ingresos.84 Por otro lado, otros autores postulan que las pirámides se ocuparon simultáneamente.

Parece ser que las pirámides con rampa eran residencias palaciegas de funciones múltiples, en las que se realizaban actividades cotidianas de elite, se celebraban ceremonias y se almacenaban recursos para su posterior consumo y redistribución. También se realizaban enterramientos en ellas. Todo ello revela el empleo de mano de obra masiva en la construcción de grandes montículos y una producción especializada de bienes consumidos en ceremonias políticas y religiosas.

Se señala que la agricultura y la pesca eran actividades que les permitía un sustento variado y abundante. Esta sociedad fue asimilada por los incas luego de la conquista de la costa central, ejerciéndose el poder a través de mecanismos indirectos de dominio.

84. Eeckhout 2004.

This article is from: