1 minute read

3.6. Las elecciones de 1908

Next Article
Aristocrática

Aristocrática

Los resultados vuelven a expresar una constante del predominio civilista: un candidato único que saca prácticamente la totalidad de votos, sin ninguna oposición organizada que pueda competir de manera significativa. Y esto además se potencia por el abstencionismo de los demócratas que promovió Piérola.

Luego de terminar el proceso, y una vez más, la minoría parlamentaria exigió la nulidad de las elecciones debido a razones similares a las del proceso anterior: a los ciudadanos que no iban a sufragar por candidatos civilistas se les restringió el acceso a al voto por funcionarios electorales que, una vez más, fueron designados contra la ley (ONPE 2002: 31). Estas mismas prácticas se repitieron en las elecciones para renovar el tercio legislativo de 1905. Sin embargo, dichas críticas y denuncias no tuvieron consecuencias significativas para con cómo se llevaban a cabo los procesos electorales desde la hegemonía civilista.

Advertisement

3.6. Las elecciones de 1908

Una vez más participo el Partido Civil en alianza con el Partido Constitucional presentaron candidaturas juntos. Augusto B. Leguía del Partido Civil postuló a la Presidencia, Eugenio Larrabure postuló a la primera Vicepresidencia y Belisario Sosa a la segunda. En esta elección tampoco hubo una candidatura opositora que compitiese frente al Partido Civil.

Los demócratas y los liberales también se aliaron y protestaron contra la hegemonía que los otros dos partidos tenían en la Junta Electoral Nacional de manera ilegítima. Y es que, ni siquiera se había respetado que dos de los nueve miembros proviniesen de las minorías parlamentarias de ambas cámaras. Todas estas irregularidades generaron que Augusto Durand se rebelase, pero esto no impidió que se generasen muchos hechos de explícita corrupción en el proceso electoral. Estos

This article is from: