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Descontento en Bolivia y el Perú ante el pacto de Tacna
18setiembre 1825 [ perú ] el proyecto San Martín creó aprobado sin la priMera debate en tacna bandera en el había sido puerto de piSco, convenido antes poco deSpuéS de (...) entre los llegar al perú. la plenipotenciarios hizo oficial el 21 de bolivianos octubre de 1821, aguirre y Mediante un buitrago, el decreto en el que vicepresidente taMbién diSponía calvo y, sobre que éSta debía Ser todo, santa cruz, de Seda o lienzo y quien, con el Medir 8 pieS de objeto de llegar a largo por 6 de ancho. ese acuerdo, viajó especialmente a la paz, donde fue recibido con saraos, convites y corridas de toros que se lidiaron durante cuatro tardes.
Los representantes, que debían ser siete por cada una de dichas Repúblicas, tenían un período de seis años y su origen provenía de la elección por el Congreso General de la Confederación entre los designados por los colegios electorales para su respectiva Cámara. Entre sus funciones estaban incluidas la de iniciar los proyectos de ley concernientes a los ramos que pertenecían al Gobierno General. Los colegios electorales no elegían sino proponían senadores, representantes y hasta presidentes de las Repúblicas confederadas. La condición de propietario o industrial aparecía como requisito esencial para formar parte de ellos.
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Cada República pagaría las deudas que hubiera contratado antes del pacto; las de la antigua República peruana se dividirían, lo mismo que sus créditos, entre las dos nuevas Repúblicas, Nor y Sud-Peruanas, a juicio del Congreso General. Un artículo especial implicaba una amenaza virtual a la integridad del Perú del sur, pues ordenaba que cada una de las tres Repúblicas tuviera, cuando menos, un puerto mayor para mantener el comercio con las naciones extranjeras. La moneda de aquellas circularía en todo el territorio de la Confederación. En consideración a los votos de las asambleas de Sicuani, Tapacarí y Huaura, Santa Cruz fue proclamado protector de la Confederación para el primer período.
Firmaron el pacto de Tacna por el Estado Nor-Peruano el obispo de Trujillo Tomás Diéguez, el vocal de la Corte Superior de Lima, Manuel Tellería, y el coronel Francisco Quiroz; por la República del Sud-Perú el obispo de Arequipa, José Sebastián de Goyeneche, el juez de Ayacucho, Pedro José Flórez, y el coronel Juan José Larrea; por Bolivia, el arzobispo de La Plata, José María Mendizábal, el vocal de la Corte Suprema, Pedro Buitrago, y el coronel Miguel María de Aguirre.
El proyecto aprobado sin debate en Tacna había sido convenido antes (dice Sánchez de Velasco, memoralista de la época) entre los plenipotenciarios bolivianos Aguirre y Buitrago, el vicepresidente Calvo y, sobre todo, Santa Cruz, quien, con el objeto de llegar a ese acuerdo, viajó especialmente a La Paz, donde fue recibido con saraos, convites y corridas de toros que se lidiaron durante cuatro tardes.
DESCONTENTO EN BOLIVIA Y EL PERÚ ANTE EL PACTO DE TACNA.- Al regresar de Tacna
los plenipontenciarios Aguirre y Buitrago, así como su colega el arzobispo, se mostraron descontentos con la obra que ellos mismos habían hecho. Empezaron por no hablar de ella; y el vicepresidente Calvo, que, por su parte, había tenido algunas divergencias con Santa Cruz, también contribuyó al desprestigio del pacto porque dio a entender, ambiguamente, que era perjudicial a Bolivia; y manifestó su displicencia en forma pública y su desagrado en la intimidad con sus amigos.
Tres meses después de la reunión de Tacna, en agosto, se iniciaron las sesiones de las Cámaras legislativas de Bolivia y el ambiente que existía contra el documento firmado en ella era sofocante. Hasta en las más insignificantes tertulias (cuenta Sánchez de Velasco) se lamentaba "la pérdida de la independencia nacional y la fusión de la República del Perú, después de haberse agotado los caudales y derramado tanta sangre de los bolivianos en todas las campañas". En su mensaje, el vicepresidente Calvo declaró que no insistía en la aprobación del pacto que, si bien no atacaba la independencia de la República, alteraba sus leyes fundamentales. Solo después de repetidas instancias, el Gobierno envió el texto autógrafo al Congreso, al que ya se habían incorporado algunos diputados leales a Santa Cruz. La oposición estuvo encabezada por Buitrago, el mismo plenipotenciario de Tacna. Llegada la hora de la votación, fue rechazado el pacto por unanimidad, resolviéndose que jamás sería considerado. Este acuerdo provocó una manifestación de júbilo en La Paz. En el texto del acta de la sesión se cambió, poco tiempo después, la palabra "jamás" por las palabras por "ahora".
En esos días en el Colegio Junín, de Chuquisaca, desapareció el retrato de Santa Cruz; y se le encontró en lugar vergonzoso, con mutilaciones y leyendas insultantes. También ocurrió en Cochabamba el robo del retrato que existía en la Universidad, y apareció luego "herido, fusilado
y colgado con versos ofensivos en uno de los sauces de la plaza Mayor". El abismo que separa a este ambiente del que predominó en el Congreso de Tapacarí, tiene una explicación: el resultado de las sesiones de Tacna.
Si tal era el ánimo predominante en Bolivia, por igualdad de derechos de la tres Repúblicas y la mayoría que iban a tener las dos Repúblicas peruanas en el Senado y en la Cámara de Representantes de la Confederación, también fue muy desfavorable la repercusión del mismo documento en el Perú. Los bolivianos lo consideraban como un yugo impuesto a su patria. En cambio, había peruanos que creían intolerable el poder omnímodo entregado a Santa Cruz. No faltaban tampoco los que se sentían humillados ante la supresión continuada no solo del Parlamento, sino aun de la vida municipal; ante el recargo de gastos que la Confederación implicaba; ante la prepotencia de invasores y conquistadores que muchos bolivianos adoptaban hecho unido a la entrega de insignias bolivianas al ejército peruano y a la permanencia de las tropas invasoras; y finalmente, ante el peligro de la indudable parcelación del país, si echaba raíces la división entre las Repúblicas del Norte y del Sur.
Santa Cruz tenía francas tendencias autocráticas. Lo prueban la sumisión de las asambleas de Tapacarí, Sicuani y Huaura; el formulismo y el decoratismo en la vida palaciega; el ambiente de adulación que lo rodeaba; la implacable crueldad con los vencidos; el título de protector del Estado Sud-Peruano y de protector del Estado Nor-Peruano que recibió de los Congresos mencionados; la armazón integra del documento firmado en Tacna. Sin embargo, cuando palpó lo poderosas que eran las resistencias contra ese documento tanto en el Perú como en Bolivia, detuvo el canje de ratificaciones, declaró su insubsistencia y convocó a un nuevo Congreso a reunirse en Arequipa para tratar acerca de la Confederación (decreto dado en La Paz el 13 de marzo de 1838). Como plenipotenciarios del Estado Sud-Peruano para dicha Asamblea fueron nombrados Francisco Javier de Luna Pizarro, José Flores, Anselmo Centeno, y Anselmo Quirós. Mediante el decreto del 18 de setiembre del mismo año, firmado en el Cuzco, convocó a un Congreso en cada uno de los Estados en que se había bifurcado el Perú, para que resolviera si subsistiría o no la Confederación; y, en caso de decidirse por ella nombrase tres diputados de su seno o de afuera para que, reunidos en Congreso General, formaran el pacto de sus relaciones futuras. Finalmente, el 22 de diciembre un nuevo decreto dado en Lima anunció que habría tres Congresos distintos: del Estado del Norte, del Estado Sur-Peruano y de Bolivia. Entonces dispuso que la resolución negativa de uno de ellos era bastante para disolver la Confederación. El decreto de setiembre y el de diciembre abrieron la posibilidad de que se coaligaran la República SurPeruana y Bolivia. Si esta segunda etapa genésica de la Confederación se hubiera podido poner en ejecución (dando al pacto de Tacna el calificativo de primera y frustrada etapa) habría sido mucho más peligrosa para la unidad del Perú ya resquebrajada por la creación de los dos Estados, el del Norte y el del Sur. EL PACTO DE TACNA
En la ciudad de Tacna se llevó a cabo la firma del pacto que lleva su nombre. El 1 de mayo de 1838, los ministros plenipotenciarios de los Estados Nor Peruano, Sur Peruano y de Bolivia se congregaron y aprobaron la formación de la Confederación Perú-boliviana. Este dibujo de Tacna en 1849 pertenece al viajero francés Leonce Angrand.
[ TOMO 2 ]
[ PRIMER PERÍODO: LA éPOCA funDACIOnAL DE LA REPÚBLICA ]
CAPÍTULO 23 ● I Divergencias económicas entre la Confederación y Chile. La rivalidad entre el Callao y Valparaíso y el informe García del Río ● La campaña periodística de los emigrados peruanos en Chile ● El remate de dos barcos de la escuadra peruana y la expedición Freire ● Secuestro de tres barcos de la escuadra peruana ● Ocho gestiones de paz iniciadas por Santa Cruz ● II La guerra ● La influencia del pensamiento internacional de Andrés Bello en la actitud chilena frente a la Confederación ● Portales ante la Confederación. La “segunda independencia de Chile”. “Debemos dominar para siempre en el Pacífico” ● Preparativos para la Primera Expedición “Restauradora”. “¡Nada con ellos, ni la gloria!” ● La actitud bélica de la Argentina ● La actitud prescindente del Ecuador. El limpio significado de Rocafuerte en su país y en el Perú. La actitud de Nueva Granada ● Asesinato de Portales ● La campaña de Paucarpata ● La campaña de Morán en las costas de Chile. La captura de la Isla de Juan Fernández ● III La Segunda Expedición ”Restauradora”. El viraje de Irisarri ● Reanudación de las hostilidades, Combate de Islay ● Partida de la Segunda Expedición Restauradora ● Actitud de Nieto. Pronunciamiento del norte del Perú ● Negociaciones de los restauradores con Orbegoso. Nueva división entre los peruanos. Guía. ¿Quién precipitó la batalla de Guía? ● Elección de Gamarra ● Gestión pacifista de Gamarra ante Orbegoso ● Gestiones de Santa Cruz ante Orbegoso, Nieto y Guarda ● Los siete presidentes. El norte por la Restauración ● Difícil situación de Gamarra en Lima. La hostilidad de los extranjeros y, en especial del agente británico Belford Hinton Wilson ● “Las vísperas sicilianas” y el caballo del doctor Mac Lean ● Actitud de Santa Cruz ante el Perú y Bolivia en 1838 ● Santa Cruz en Lima ● Eliminación de Orbegoso ● La patética figura de Orbegoso ● El espejismo de la Paz. Gestiones ante Inglaterra. O’Higgins. Las conferencias de Huacho ● Los corsarios. Combate de Casma ● La finalidad de la retirada del ejército restaurador. Actuación de Gamarra ● El avance de Santa Cruz. Buín ● Yungay ● El debate sobre Yungay ● Antonio Plasencia ● Premios a los vencedores en Ancash ● El aporte peruano a la Restauración ● Lo positivo en la actitud chilena de 1839. No se apoderaron de nada ● La Virgen de Chiquinquirá.