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Los aspectos sociales de la vida política
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OS AS PEC TOS SO CIA LES DE LA VI DA PO LÍ TI CA.- Desde el pun to de vista social, la políti-
ca en esta época presentó los caracteres de la inestabilidad. Se sucedían entonces motines de cuartel, pronunciamientos de guarniciones, estallidos populares en contra de regímenes desprestigiados, correrías de montoneros. Las Cartas políticas y las leyes reguladoras del Estado y de sus instituciones cambiaron con frecuencia. Lo normal resultó vivir al margen de la normalidad y fueron escasos, cortos y relativos los períodos de legalidad.
Las siguientes tendencias aparecieron con carácter cíclico: a) La ten den cia a la con so li da ción o per pe tua ción de los go bier nos que lograban sobre vi vir mani festada en el afán de ellos por afianzarse o por crear para el futu ro inmedia to una situación política igual o afín. b) La tendencia a la demagogia en la opinión pública, que se expre só por medio de la pro paganda oposicionista, condenatoria del despotismo o del círculo cerrado en quienes gobernaban y que halló múltiples exponentes en el periodismo o, acaso, también en la tribuna parlamentaria. c) La ten den cia a la idea li za ción, que utili zó el estado de ánimo de disgus to o pro testa para ponerlo al servicio de una minoría de ideólogos dispuestos a practicar sus teorías. d) La ten den cia a la dic ta du ra, que lle vó a sus últimas consecuencias la reacción contra los ideólogos, facilitó el surgimiento de los caudillos militares y utilizó la fuerza armada en busca no solo de predominio personal sino del afianzamiento del orden y la autoridad. e) La vuelta a la si tua ción caracte ri zada en el párrafo a).
Algunas de las facetas del proceso tan esquemáticamente caracterizado aparecieron entre los años 1822 y 1824 con características propias. Dentro del período siguiente, correspondió, también sin mengua de sus notas peculia res, la etapa a) a los años 1825 y 1826, la b) y la c) a 1827; la d) a 1829; la a) a 1833; la b) y la c) a 1834 y la d) a 1835. Lo ocu rrido entre 1835 y 1839 y 1839-1842 tuvo otros rasgos distintivos debido a las complicaciones de orden internacional.
Entre los medios usados por los gobiernos para pretender perpetuarse o influir sobre el futuro, estuvieron las elecciones parlamentarias o presidenciales. Solo el régimen de Gamarra llegó a terminar el período constitucional de cuatro años. La acción subversiva apeló al pronunciamien to de la guarnición de la capital en 1823 y en 1827, como expre sión de un estado de ánimo colectivo; en otras oportunidades dicha guarnición fue leal. La multitud apareció arrolladora en Lima y en Arequipa en 1834. Los ideólogos favorecidos con los estallidos populares resultaron siendo los liberales, en 1827 y luego en 1834. Formularon entonces las Constituciones de 1828 y 1834 como an tes habían apro bado la de 1823. Los caudillos que los pusie ron de lado se llamaron Gama rra y La Fuen te en 1829, y Sala verry en 1835, como en los días de la Independencia habían sido, hasta cierto punto, Riva-Agüero y Bolívar.
En 1827 y en 1829 se produjeron veloces cambios de régimen que paralizaron o inutilizaron a los gobernan tes, como ocu rriera en 1823. Muy distin to fue el caso de 1834 en que el ejérci to llegó a enfrentarse a la opinión pública, en una au téntica y mo ro sa gue rra civil con fren tes en el sur, en centro y en el nor te. Sin embargo, el influjo de la opinión, funcionando sutilmen te, llegó a desmo ro nar ese mismo año las re sis tencias de la fuerza armada. En la gue rra civil en tonces