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El Banco del Perú y Londres
comercio exterior del Perú, comparado con el de 1929, pues mientras se advirtió una disminución en el valor de exportación de los productos básicos ascendentes sola a S/. 18 millones, se constató, en cambio, un considerable menor valor de 70 millones en las importaciones. Es decir que la balanza comercial mejoró aquel año con relación a la anterior en S/. 52 millones más o menos. Ello fue uno de los factores que influyeron en la baja de la moneda.
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El valor de las exportaciones cuyo importe retornaba íntegramente al país fue calculado por la Cámara de Comercio en 73 millones durante 1931 como ya se ha visto; debió existir, pues, un saldo desfavorable de unos S/. 20 millones pero ellos fueron cubiertos, sin duda, con exceso por la proporción que se invertía en el Perú del valor de los S/. 78 millones de la exportación de minerales. Como no había entonces utilidades de consideración para ninguna empresa minera, aun en el caso de que los costos en el Perú hubiesen sido favorables, pareció lógico que fuerte proporción del producto de los minerales, después de deducir los gastos de fletes, seguros, desembarque, intereses y transformaciones finales, hicieran favorable el balance comercial.
Cosa distinta era la balanza efectiva de cuentas y pagos internacionales. Ella llevaba consigo factores adversos para la economía peruana. No se conocía el monto de los pagos hechos al extranjero como el de los intereses por inversiones extranjeras, las utilidades remesadas por empresas también extranjeras, los fletes y seguros, los envíos a los residentes peruanos en Europa y Estados Unidos, etc. Todo ello seguramente disminuyó en 1931. También era necesario tomar en cuenta el desnivel producido por la exportación de capitales motivada por la desconfianza.
Con todo, la situación de las cuentas internacionales del Perú no era tan catastrófica en aquel año crítico, de 1931, segundo de la plena depresión. Por otra parte, la disminución del volumen, de las importaciones que, por una parte, conservaba y hasta acentuaba el saldo favorable de la balanza comercial, producía de otro lado, como ya se ha dicho, un notorio decaimiento en el comercio y se reflejaba sobre el país. Las importaciones habían disminuido en un 31% con relación al año 1930 y un 50% en comparación con 1929. Los efectos de esta merma sobre el movimiento portuario, el servicio de transporte, las transacciones de comercio mayorista y minorista tenían una irradiación nacional.
eL bAnCO deL Perú y LOndres.- El gran acontecimiento bancario de 1930 fue la suspensión de pagos del Banco del Perú y Londres, la institución de crédito nacional más íntimamente vinculada a la vida comercial del país con 19 sucursales.
Entre las causas para este hecho, producido en octubre de aquel año, estuvo la crisis mundial. El banco había efectuado de modo efectivo y en grandes cantidades la ayuda a un grupo reducido de empresas agrícolas e industriales peruanas y los resultados poco favorables de estas actividades dieron bajos rendimientos económicos, a los que se juntaron el desmejoramiento en las cotizaciones de los productos básicos de exportación y la restricción general en los negocios. Así los acreedores no tuvieron posibilidad de cubrir oportunamente los capitales y sus intereses y no se llegó a proceder, con el margen de seguridad necesaria, a la liquidación definitiva de los créditos acordados.
La persecución enconada contra los magnates leguiistas también influyó poderosamente en la situación del Banco, pues ellos habían utilizado sus servicios y obtenido a veces préstamos desmesurados. Según se dijo, la Junta de Gobierno de Sánchez Cerro no quiso ayudarlo y tampoco hubo apoyo resuelto de las instituciones similares.
El monto de las obligaciones a la vista y a plazos existentes al 31 de diciembre de 1931 en las instituciones bancarias ascendió a S/. 146.785.780,09 contra S/. 166.232.783,18 al 31 de diciembre de 1929. En el total antedicho se consideran S/. 30.021.301,53 que corresponden al importe de las cuentas mencionadas en el Banco del Perú y Londres. El total de las imposiciones en las demás entidades dedicadas al mismo negocio era, pues, S/. 116.764.478,56.