3 minute read

La marcha de Jiménez Trujillo

DE FRENTE.. !!

En 1933, este diario limeño publicó una carta que supuestamente había sido escrita por el comandante Gustavo Jiménez y dirigida a una persona de la capital. En ella, Jiménez comunicaba sus planes golpistas y adelantaba que se producirían durante la primera quincena de marzo de ese año. El documento también mencionaba la voluntad de su autor de fundar un diario llamado El Libertador, tras la caída del presidente Luis M. Sánchez Cerro. dignidad de las personas, los postulados de la civilización, todo ha sido hollado y roto por los hombres mil veces funestos que, en una hora de locura popular, ocuparon en Lima la casa de los presidentes del Perú. No vengo a hacer una Revolución política ni una Revolución social. Vengo a hacer una Revolución casi biológica, a restaurar la vida misma de la nación cegada en todas sus fuentes; el honor mismo del Perú escarnecido por todos los medios. iSoldados del Perú! Os invito a reunirnos en torno de las banderas de la restauración que ahora flamean en mis manos. Que la sombra gloriosa de Grau, de Bolognesi, de Ugarte, de Castilla, de Piérola, el gran patricio, enciendan su fuego en nuestros corazones. Son miles los soldados del Perú que supieron vencer o morir por la Patria. Vayamos a engrosar sus filas. Pocas veces como ahora, ninguna vez, realmente, los soldados peruanos pudieron decir con tan íntima evidencia lo que hoy exclamamos: Venimos a salvar al Perú”.

Advertisement

En este documento, como en el manifiesto, a pesar de que Jiménez se titula “Delegado Nacional de las organizaciones revolucionarias”, el tono es personal:”me levanto en armas”: Aliado de este subjetivismo caudillista aparece la mística del ejército como servidor del Perú, de sus leyes y de sus instituciones. Mística castrense que resalta nítida, asimismo, en otro documento encontrado en poder del capitán Luis Tirado Vera, secuaz principal de Jiménez. No hay ninguna alusión a la hermandad con el pueblo, ni el anuncio de que este ha de alinearse con el pronunciamiento militar. Según parece, después del estallido del 11 de marzo de 1933 en Cajamarca, no hubo una sublevación civil, a pesar de que en ese departamento había triunfado el aprismo en las elecciones de 1931. Por otra parte Jiménez llega a afirmar que no viene a hacer una revolución social sino una casi biológica "a restaurar la vida misma de la Nación cegada en todas sus fuentes, el honor mismo del Perú”. Merece destacarse, por lo demás, el reconocimiento tácito que hace Jiménez en la proclama del origen legítimo de la autoridad de Sánchez Cerro, cuando habla de “una hora de locura popular” que le hizo ocupar "la casa de los Presidentes del Perú"; sin embargo, en su manifiesto a la nación, execró, como se ha visto, a los jurados electorales “inmorales y corrompidos” que "desvirtuaron" la ley electoral.

El periódico de Lima De Frente publicó en esos días una carta, la N° 24, que, según afirmó, había enviado Jiménez a una persona de Lima. No está comprobada su autenticidad. En todo caso, afirma (en febrero) que entrará en acción “antes del 15 del entrante” previa comunicación telegráfica en clave para que fuese secundado por quienes estaban comprometidos a ello.”Vayan buscando (agrega) personal para El Libertador, órgano de nuestro gobierno que se editará en la imprenta de los civilistas. No busquen director, pues tengo compromiso con Balarezo. El Libertador debe aparecer el mismo día que caiga Sánchez Cerro. El nuevo gobierno se instalará con dos ministerios más, es decir, nueve; se crearán los ministerios de Comunicaciones y de Asistencia Social, los mismos que serán ocupados por nuestros aliados del A. No hay que olvidarse que el de Relaciones Exteriores tiene que ser ocupado por el Dr. G. quien nos ha prestado importantes servicios. Para los demás ministerios deben ponerse de acuerdo usted. SERI, ROC y MAX a fin de que todo esté listo y que automáticamente presentemos el nuevo Gobierno perfectamente organizado. Estudien y tengan listos decretos de confiscaciones, de arreglos directos con Colombia, de amnistía general y los que le indiqué en mi carta número 22. Dígale a TUB que es conveniente que propaguen en todos los sectores de la opinión que no vamos de acuerdo con los leguiistas y no olvide de recomendar a todos para que propalen la voz de mi permanencia en Chile”. Como se ve, el tono de esta carta es caudillesco. De ella, si es auténtica, se deduce que los apristas iban a ocupar dos ministerios en el nuevo régimen.

LA MARCHA DE JIMÉNEZ A TRUJILLO.- El mismo día 11 de marzo, Jiménez y el regimiento sublevado marcharon en dirección al valle de Chicama y Trujillo. Quedó en Cajamarca una

This article is from: