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Enrique Febres Odriozola y la obstetricia
modernas orientaciones. “He sido asistido, pues, a la transformación completa de la cirugía”, afirmó en los mencionados apuntes. Permaneció más de treinta y seis años en el Hospital de Santa Ana y sirvió, además, en el Dos de Mayo, en el Italiano, en el Arzobispo Loayza y en la Maison de Santé. Tuvo a su cargo la cátedra de Medicina Operatoria a partir de 1911. Llegó a presidir la Academia Nacional de Medicina, la Sociedad Peruana de Cirugía y la Unión Fernandina. Durante más de veinte años costeó la publicación de La Crónica Médica. Dejó inédita una historia de la ginecología en el Perú.
Guillermo Gastañeta fue discípulo aventajado de Alarco y de Carvallo y tuvo a su cargo las cátedras de Anatomía y de Cirugía en la Facultad de Medicina. Inventó originales procedimientos operatorios de las hernias, tema que ya tratara en su tesis doctoral (1901). De su experiencia en las clínicas norteamericanas trajo la técnica y el instrumental especializado para iniciar en el Perú la neurocirugía. Efectuó las primeras operaciones para extirpar el ganglio de Gasser en la neuralgia del trigémino y los tumores cerebrales. Asimismo hizo las primeras operaciones en la columna vertebral y extirpó tumores medulares, previo diagnóstico de localización con inyección de sustancias opacas dentro de la columna. Con Constantino T. Carvallo, fue uno de los primeros en importar radio para el tratamiento del cáncer. Igualmente puede considerársele como introductor e innovador de técnicas en el campo de la cirugía del tórax, del abdomen y de los huesos, después de visitar las clínicas de los grandes maestros alemanes y traer el instrumental apropiado. De él ha dicho su discípulo Daniel Becerra de la Flor: “Todos los nuevos conocimientos eran rápidamente incorporados a su práctica y todos los nuevos derroteros eran ensayados como si sintiera la responsabilidad directiva de mantener el tono y la jerarquía de la cirugía peruana en el concierto de la cirugía universal”. A su saber y a su capacidad profesional unió un hondo sentido humano. Gastañeta sucedió a Ernesto Odriozola en el Decanato de la Facultad de Medicina.
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El busto de Miguel C. Aljovín ha sido colocado en una plazuela frente al Ministerio de Salud Pública. Nacido en 1872, médico en 1901, representa a sus colegas y discípulos y simboliza los progresos de la cirugía en las primeras décadas del siglo XX. Viajero, cuando era muy joven, en la expedición del Constitución de 1896 (de cuya época dejó escritos sus recuerdos de Lima, Pisagua, Montevideo y Pará, publicados en las Actas del Conversatorio Clínico Miguel C. Aljovín de 1951-1952) fue quien hizo una operación de apendicitis en Lima en 1902 cuando todavía se dudaba de las afecciones apendiculares; efectuó también otras hazañas quirúrgicas como la que en relación con un riñón descolgado (nefropecsia) ejecutó con todo éxito en el domicilio de Wenceslao Molina; se especializó en la cirugía de la mujer; fue hombre bondadoso y sencillo, muy útil en la vida social e institucional y dejó leales discípulos. Gran importancia ostenta la Gaceta de los Hospitales que editó entre 1903 y 1910.
Luis de la Puente fue otro de los grandes cirujanos peruanos. Formado en la clínica francesa de Pauchet, introdujo gran proceso en las técnicas quirúrgicas del aparato digestivo. Desempeñó la jefatura de un servicio en el Hospital Dos de Mayo durante cerca de treinta años y fue director y cirujano de la Maison de Santé, establecimiento en el que se destacaron también los médicos franceses Félix Larré y René de Guermarquer.
Muy brillante fue el grupo de los cirujanos notables en las promociones surgidas entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. Entre otros estuvieron, aparte de los nombrados, Constantino J. Carvallo, Juvenal Denegri, Francisco Graña Reyes, Carlos Villarán, Ricardo Pazos Varela. Este último fundó la enseñanza y la escuela de Urología, siendo quizás su discípulo más destacado Enrique Manchego, contemporáneo de otro muy prestigioso urólogo, Marcos Nicolini. Graña se distinguió además como catedrático de Higiene y estudió las epidemias en el antiguo Perú y la población de este país.
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Lima había quedado relegada a principios del siglo XX hasta constituir, dentro de las características de un anacrónico anexo, un servicio en el Hospital de Santa Ana. Nombrado en 1920 Enrique Muy brillante Fue el GruPo de los ciruJanos notables en las ProMociones surGidas entre Fines del siGlo XiX. entre otros estuvieron, (…) constantino J. carvallo, Juvenal deneGri, Francisco GraÑa reyes, carlos villarÁn, ricardo PaZos varela.