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El desequilibrio en el crecimiento nacional
laS FÁBricaS ManUFacTUreraS
entre los rubros que más crecieron durante las primeras décadas del siglo XX estuvo la producción industrial de cemento. Una de las empresas que alcanzó mayor éxito durante este período fue la compañía peruana de cementos portland, que vemos aquí en una fotografía publicada en 1939.
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Entre las industrias alimenticias, la evaporación de leche se inició en 1942 y la de conserva de pescado comenzó, más o menos, en esa época para alcanzar en la década iniciada en 1950 crecimiento notable y singular convirtiéndose en exportadora.
Las importaciones de manufacturas siguieron siendo un influyente factor dentro de la economía nacional y abarcaron todas las ramas de esa actividad y singularmente las químicas y las mecánicas metalúrgicas.
La elevada concentración de la industria manufacturera en el área metropolitana de LimaCallao forma una de las características distintivas del Perú contemporáneo.
Considerable importancia siguen teniendo tanto la pequeña industria llamada no registrada porque no da razón de las informaciones que le corresponden, como la artesanía, a pesar de los factores adversos a ellas, incrementados en los últimos tiempos.
El Perú ha llegado a contar, según cifras recientes, con más de 250 mil personas empleadas directamente en establecimientos de manufactura registrados con una producción industrial de un valor bruto aproximado de 15 mil millones de soles al año. Es un avance considerable en relación con la situación existente en el país en l900, en 1920 o en 1940. Es, a la vez, un desarrollo pequeño en relación con lo que se necesita y lo que debe llevarse a cabo. La clave del futuro nacional y de toda América Latina está en un rápido, sano, considerable y eficaz desarrollo industrial (1) .
Este movimiento necesitará marchar por las sendas que las disponibilidades en hombres, materias primas elementos técnicos y mercados hagan viables. Deberá ser estimulado por la ayuda del crédito, la orientación, las exoneraciones, rebajas sensatas de impuestos y otras formas de promoción industrial llevadas a cabo por el Gobierno; contar con personal de obreros suficiente y debidamente preparado; tener un acelerado y robusto ritmo de crecimiento; superar el tipo de inversiones a base de pequeños grupos de tipo familiar o de allegados, para buscar, en cambio, en muchos casos, vasto número de accionistas; encontrar protección legal para los inversionistas pequeños o minoritarios; utilizar métodos técnicos de dirección, producción y mercado; tomar la iniciativa para las ampliaciones de las áreas de consumo; no resguardarse detrás de la protección tarifaria para crear productos innecesariamente caros y de inferior calidad; desechar las técnicas fáciles y poco apetecibles de un bajo volumen de producción y con un alto margen de utilidad; encontrar gracias a una atinada política estatal, en ciertos casos, una estimulante competencia cuando ella redunde en beneficio del público; hacer compatibles los beneficios laborales que deben ser tan amplios como sea justo con la necesidad de no atajar el desarrollo industrial y de aumentar la productividad manufacturera.
el deSeQUiliBriO en el creciMienTO naciOnal.- Una de las notas típicas de la vida
peruana en el siglo XX ha sido que el fuerte aumento habido en el producto por persona activa en la exportación ha resultado contrarrestado por el atraso de los sectores que se producen para el mercado interno, especialmente el agropecuario de consumo, a pesar de que este último grupo ha sido la fuente de renta para la mayoría de la población del país.
Al mismo tiempo, en conjunto, a pesar de eventuales retrocesos o estancamientos ha habido avances en la minería, la industria, los transportes, las comunicaciones, el comercio, los servicios generales y el Gobierno. Son notorios, a lo largo del siglo, los adelantos en la industria, cuyas
(1) La situación de la industria, fenómeno básico para el desarrollo del Perú del presente y del futuro, ha sido presentada por Fernando Romero no solo en el libro ya citado, que es una guía indispensable, sino también en La industria manufacturera y su mano de obra en 1962 (SENATI, Lima, 1963 y en La Industria peruana y sus obreros (Lima, 1958). Véase, asimismo Análisis y proyecciones del desarrollo económico VI. El desarrollo industrial del Perú (México, 1959) preparado por la Secretaria de la Comisión Económica para América Latina, de Naciones Unidas; y Programa de desarrollo industrial y regional pera el Perú. Un informe al Gobierno del Perú por Arthur D. Little, Inc., Lima, 1960.