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La minería
huevos, queso y mantequilla entre los principales productos pecuarios. Naturalmente, suministra a todo el país los cueros y lanas que necesita. Las contribuciones mencionadas, en especial las alimenticias, las hace la sierra muchas veces a expensas de sus propias necesidades.
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La costa y la sierra remiten en gran cantidad artículos alimenticios a la selva; esta última región, en cambio, les manda frutas de calidad y té y también maderas y productos como el jebe y el barbasco, así como pieles de animales.
El nivel de la producción agrícola en la sierra hállase reducido por las técnicas elementales todavía empleadas para cultivar productos de tanta importancia como la papa y otros como el camote, la quinua y la cañihua. Algún día deberá hacerse un estudio sobre la triste historia del trigo en el Perú, las zonas en que fue cultivado en una u otra época, las medidas tomadas para fomentarlo, los problemas hallados para su desarrollo sea desde el punto de vista netamente agrícola (en relación por ejemplo con la plaga del hongo llamado “la roya”) o del de los medios de transporte de los centros de producción a los centros de consumo. En todo caso, ostenta interés especial no solo histórico sin presente y desde el punto de vista del futuro, la subproducción de trigo, a pesar de existir en el país regiones propicias para este cultivo, si se obtiene mejor partido de su potencialidad agrícola. Detallados estudios requieren, asimismo, con criterio histórico, económico y social, el abastecimiento de leche para la población, el de grasas y aceites y el de carne que son los más deficientes desde el punto de vista de la producción interna. En cuanto a la carne, una publicación del Ministerio de Agricultura ha recomendado para asegurar el consumo del Perú del futuro la iniciación inmediata de un programa de desarrollo de tres zonas: Huallaga, Pucallpa y Jaén-Bagua. Perfeccionamiento metódico de las industrias actuales que son adecuadas, implantación de otras clasificables como convenientes, mejor utilización de los recursos naturales con atención especial a los que existen en determinadas zonas de la selva, sobre todo en la llamada ceja de montaña, fomento sistemático de las vías de comunicación y de las irrigaciones en la costa y en la sierra, alza de productividad y del nivel de vida, lucha contra los especuladores con los alimentos que han proliferado impunemente en los últimos tiempos, son factores inexistentes o de aparición eventual o aislada que la historia peruana en los últimos decenios del siglo XX necesitará incorporar en forma intensa continua y coherente, lo mismo que el aseguramiento de una buena alimentación popular básica, con el fin de preparar al país para albergar y abastecer a una población de 15, 18, 20 o más millones.
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la MinerÍa.- La minería peruana tuvo sus grandes propulsores a veces heroicos como Eulogio Fernandini, Antenor Rizo Patrón, Lizandro Proaño, Manuel Mujica y Carassa, Ricardo Bentín, Pedro de Osma, Severino Marcionelli, Fermín Málaga Santolalla; pero se desarrolló a lo largo de las tres primeras décadas del siglo XX casi siempre en sus grandes explotaciones bajo el predominio del capital extranjero. En la región central, la Cerro de Pasco Copper Corporation resultó la dueña de la propiedad minera e hizo valiosas inversiones no solo en minas sino también en ferrocarriles, haciendas ganaderas e infraestructura vial, cambiando la fisonomía de la región.
Un contrato de transporte entre la Peruvian Corporation propietaria del ferrocarril central y la Cerro de Pasco suscrito en 1909, benefició a la empresa minera pero no a otros productores o a la agricultura y la ganadería, especialmente los pequeños propietarios, con daño para el mercado interno, ante la pasividad del Estado.
Comprendió no solo la extracción de los minerales sino también su beneficio, la fundición, la refinación, el transporte y hasta la venta de los mismos. El cobre, el plomo, el oro, la plata y el petróleo fueron sus productos principales. La catástrofe financiera de 1929-1930 creó una aguda depresión en la industria minera mundial y, por ende en la peruana. El promedio anual del valor de la producción mundial en el quinquenio 1925-1929 fue de 14 mil millones de dólares americanos,
pero el valor de esa misma producción en 1932 llegó solo a 6,5 millones de los mismos dólares. En 1933 comenzó la reacción, y el valor total de los minerales producidos en el mundo subió a 7.500 millones de dólares. Este renacimiento superó en mucho todos los éxitos alcanzados en el período sobre el que versa el presente libro. Las cifras correspondientes a la producción en cantidad de los principales minerales en el Perú en la etapa de la depresión fueron las siguientes:
Metales Promedio 1932 1933
1925-1929
Cobre (T.M.) Plomo (T.M.) 47.171 25.515 11.427 14.600
24.916 1.948 Bismuto (Kg.) 79.681 292.343 Oro (gramos) 3.017.017 2.678.109 3.010.111 Plata (Kg.) 651.272 210.685 227.577
Combustibles Promedio 1932 1933 1925-1929 Carbón (T.M.) 166.224 25.823 30.075 Petróleo (T.M.) 1.471.196 1.313.206
No metálicos Sal (T.M.)
30.554 36.302 Cemento (barriles) 220.626 122.313
22.308 160.581
Entre 1934 y 1955 se puede afirmar que la minería peruana realizó progresos notables. La Segunda Guerra Mundial creó las esperanzas de una mayor demanda de productos minerales y en el alza de las cotizaciones en el mercado mundial. Pero el control de precios establecido por los Gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña fue rígido y constante; agregándose a sus efectos las fluctuaciones en los mercados europeos y el alza violenta de los precios de los materiales empleados en la explotación. Las empresas mineras trataron de compensar los efectos de estos factores con los mayores tonelajes en la extracción y el beneficio. Entre los hechos fundamentales de los progresos alcanzados entonces cabe mencionar los siguientes: 1) La aparición de nuevas empresas como la Compañía Explotadora Cotabambas (sucesora de la Cotabambas Auraria que había quebrado), la Compañía Minera Atacocha (que ha trabajado con plomo, cinc, plata y oro) y otras entidades que llegaron a ser favorecidas con el alza de las cotizaciones de los metales en el mercado mundial después de la guerra y ampliaron sus labores y modernizaron sus métodos de trabajo. 2) El mejoramiento en los transportes. Especial significación tuvo el primer acarreo aéreo de maquinarias de minas que se hizo en el Perú en 1934. Fue llevado a cabo por la Compañía Explotadora Cotabambas y los aviones fueron trimotores de pasajeros que habían sido adaptados; partieron desde el aeropuerto del Cuzco volando hasta Huanacopampa a 4.200 metros sobre el nivel del mar. 3) La instalación y la ampliación de plantas como la de refinación electrolítica de cinc en La Oroya, de la Cerro de Pasco Copper Corporation. Desde años atrás funcionaba la planta de concentración de Casapalca para la producción de ese metal. En Casapalca se comenzó a operar con la flotación selectiva de minerales complejos de plomo y cinc en l925, al mismo tiempo que en Estados Unidos se perfeccionaba este sistema metalúrgico.
La misma empresa, o sea la Cerro de Pasco Copper Corporation, había tenido graves dificultades con los daños que producían los humos de la fundición de La Oroya y con las pérdidas en la FUndiciÓn de la OrOYa
perteneciente a la compañía minera cerro de pasco copper corporation, esta fundición se ubicó en el distrito del mismo nombre, en el departamento de Junín. a principios del siglo XX, la compañía debió enfrentar grandes problemas, debido a los gases tóxicos que emitían sus instalaciones. en esta imagen de 1939, podemos apreciar la fundición y el humo proveniente de sus chimeneas. a un lado se aprecia también el río Mantaro, que fue afectado por la contaminación.