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La introducción de los deportes y la modernidad
el deporte y las diversiones pÚblicas Fueron eXpresiones de la lleGada de la Modernidad al perÚ, diFundidas a principios del siGlo XX, no estuvieron eXentos de buscar establecer patrones de conducta y concepciones Que reForZarÁn el orden social iMperante, coMo nos lo Muestra Fanni MuÑoZ en el siGuiente teXto, de su libro diversiones pÚblicas de liMa (1890-1920).
"La llegada del deporte a fines del siglo XIX y su rápida difusión en las primeras décadas del siglo XX, tuvo una fuerte repercusión en la forma de vida, costumbres y comportamientos de la población limeña. Si bien al inicio la práctica del deporte fue promovida y difundida por la comunidad extranjera –hecho que casi no había sido estudiado–, muy pronto el Estado y la elite comprendieron la utilidad del deporte en la formación del hombre viril, con voluntad y capacidad de acción, que el Perú necesitaba. En este sentido, la práctica del deporte en el Perú no puede ser vista solo en términos de imitación y de búsqueda de status por parte de la elite (…)
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Al principio, el deporte fue visto como un nuevo entretenimiento, asociado a la idea de ser moderno, pues proponía un conjunto de actividades que suponían el uso de medios y libertad de movimiento, para organizar el tiempo de descanso. Una recreación muy saludable que, al mismo tiempo, permitía que las personas se mantuviesen alejadas de vicios o pasatiempos poco educativos, actividades muy comunes en Lima. Al igual que todos los entretenimientos, se le asignó una función educativa; asumió los mismos propósitos que tuvo en Inglaterra, Alemania y Francia: desarrollar un cuerpo autónomo y dinámico, a la vez de infundir la disciplina y el control. En el Perú también se le adjudicó la función de regenerar la raza la función de regenerar la raza, papel que también le atribuyeron los franceses y argentinos. (…)
El deporte estuvo asociado a la noción de ejercicio físico, factor indispensable para el progreso que, como había sido reconocido por la ciencia moderna era una fuerza moralizadora que formaba el carácter de las personas. Los ejercicios elevaban los sentimientos, profundizaban la inteligencia y fomentaban el espíritu, el esfuerzo, la voluntad y la disciplina que a la larga reforzaban la lucha por la vida."
De: Muñoz Cabrejo, Fanni. Diversiones públicas en Lima (1890-1920). La experiencia de la modernidad. Lima: Red para el Desarrollo de las Ciencias Sociales en el Perú, 2001, pp. 199-201.