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Juan Carlos Vilches (1952) PRIVILEGIO Si la verdad fuese un día música que devora la materia O. Elytis
A las ocho de una fría mafiana entró en estado de descomposición. Todos celebraron en altares -con la complicidad de los catarrosel advenimiento de esa materia agria y pastosa. Desde los miembros y como un periscopio se asomó a los huecos y erosiones que crecieron en su sombra. Después, acertó a olfatear el hedor de las calles y el vomito de la soledad. Aún así, mantuvo el color de luna propio de la apariencia de los órganos. Ese untuoso brillo que tienen las golondrinas que mueren en la playa vencidas por el viento. El resplandor fugaz de la melodía cantada por la alondra en el fondo del abismo. Al final, sólo el poeta percibió la aurora de su perfume y esa música que dejan las moléculas en el instante último de la putrefacción.
Obra poética: Viaje y circulo (1992).