Ulrika
Ulrika Editores
REVISTA DE POESÍA
Licencia Mingobierno No 00918 ISSN 0120-7669
DIRECTOR Rafael Del Castillo CONSEJO EDITORIAL Juan Gustavo Cobo Borda, Fernando Linero Montes, Jotamario Arbeláez, Evelio Rosero, Luz Mary Giraldo, John Fitzgerald Torres, Eugenia Sánchez Nieto, Armando Rodríguez Ballesteros, JorgeMario Echeverry, Robinson Quintero Ossa, Lauren Mendinueta, Guillermo Molina Morales, Samuel Jaramillo, Gustavo Garcés, Joaquín Mattos Omar, Lucía Estrada, Óscar Pinto Siabatto, Eugenia Gorriño Aldinucci y Rafael del Castillo.
COLABORADORES COLOMBIA Maruja Vieira, Julio César Bustos, Rafael Berrío, Juan Felipe Robledo, Carlos Andrés Almeyda, Dufay Bustamante, David Reinoso D’Jesus, Darío Sánchez Carballo, Claramercedes Arango, Rosaura Mestizo, Sara Del Castillo, Ernesto Durán Strauch, Mariela Del Castillo , Leonardo Cano, Orinzon Perdomo, Juan Carvajal Franklin, William Ospina, Carlos Satizábal, Yirama Castaño, Andrés Céspedes, Esteban Hincapié, Alejandro Vergara, René Barraza, Fabián Rodríguez ARGENTINA Esteban Moore, Osvaldo Picardo, Néstor Fenoglio, Mariana Suozzo BOLIVIA Jorge Carlos Ruiz de la Quintana, Milenka Torrico. BRASIL João Vanderlei de Moraes Filho, Alexandra Maia COSTA RICA Osvaldo Sauma, María Montero CHILE Jaime Quezada, Teresa Calderón, Tamym Maulén, María Inés Zaldívar ESPAÑA Jesis Munárriz, Rodolfo Häsler, Juan Pablo Roa, Sergio Laignelet ESTADOS UNIDOS Armando Romero, Mercedes Roffé, Paola Cadena ITALIA Claudio Pozzani, Fabio Scotto, Antonio Nazzaro, Zingonia Zingone MÉXICO Margarito Cuéllar, José Ángel Leyva, Carlos López, Luis Aguilar, Leticia Luna, Carmen Nozal PERÚ Enrique Sánchez Hernani, Ricardo Silva Santisteban, Luis La Hoz, Luis Alonso Cruz REPÚBLICA DOMINICANA Neftalí Eugenia Castillo. URUGUAY Washington Benavides, Rafael Courtoisie VENEZUELA Rafael Cadenas, María Antonieta Flores. COORDINACIÓN EDITORIAL Eugenia Gorriño Aldinucci
DIRECCIÓN DE ARTE Gustavo del Castillo M.
DIAGRAMACIÓN Estudio Dante S.A.S.
DISEÑO DE PORTADA Gustavo del Castillo M.
IMPRESIÓN Ángela Viviana Farías Lancheros Los trabajos firmados se publican bajo la responsabilidad de sus respectivos autores, sin implicar necesariamente a la revista.
direccion@poesiabogota.org
Ulrika Editores
Contenido 2 3
EDITORIAL
30
Portugal: Nuno Júdice
Ulrika
31
Venezuela: Vicente Gerbasi; Eugenio Montejo; Juan Calzadilla
33
POESÍA ACTUAL EN LENGUAS ROMANCES IV
34
HOMENAJE DEL XXX FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE BOGOTÁ AL POETA AUGUSTO PINILLA
39
5 POETAS DE ITALIA
CUARENTA AÑOS, CUARENTA POEMAS MEMORABLES por Fernando Linero
5
Argentina: Enrique Molina; José Luis Mangieri; Rodolfo Alonso; Laura Yasan; Leopoldo “Teuco” Castilla.
8
Bolivia: Pedro Shimose; Clemente Mamani Laruta
9
Brasil: Ledo Ivo; Jose Paulo Paes; Affonso Romano De Sant´Anna
11
Colombia: María Mercedes Carranza; Giovanni Quessep; Raúl Gómez Jattin; Jaime Jaramillo Escobar
14
Cuba: Pablo Armando Fernández
15
Costa Rica: Issac Felipe Azofeifa
16
Chile: Nicanor Parra; Jorge Teillier; Gonzalo Rojas; Gonzalo Millán
20
España: Vicente Aleixandre; José Agustín Goytisolo; José Hierro; Luis Miguel Madrid; José Antonio de Villena; Blanca Andreu; Ana Rossetti
25
Ecuador: Iván Carvajal
25
Italia: Emilio Coco; Zingonia Zingone
26
México: José Emilio Pacheco; Eduardo Lizalde; Dolores Castro; Alejandro Aura; Francisco Cervantes
29
Perú: Eduardo Chirinos
Silvia Rosa; Raffaela Fazio; Giani Darconza; Lucilla Trapazzo; Mattia Tarantino
44
ANTOLOGÍA DE POETAS CATALANES CONTEMPORÁNEOS Un río de nombres hacia el deshielo Por Corina Oproae
48
Dolors Miquel Isabellá; Anna Gual Vendrell
49
David Caño Cargol; Rubén Luzón Díaz
50
VOCES DE LA POESÍA COLOMBIANA DE HOY
54
Textos de Juan Carvajal Franklin
55
POETAS DESDE EL ROCK
58
INVITADOS 30° FIPB -BREVE MUESTRA-
EDITORIAL
C
uando el Festival Internacional de Poesía de Bogotá avanza en el tiempo cumpliendo un año más, un lustro, una década más (hoy día, tres) es imposible no pensar en su detonante: la revista de poesía Ulrika. Y es por ello que este número empieza precisamente con un regalo de Ulrika a sus lectores, un poema por año, desde su nacimiento hace cuarenta. Cuando menos treinta de los cuales fueron escritos por poetas que asistieron en algún momento al Festival, los demás, se los debemos a inolvidables amigos que la vida nos permitió conocer, saludar y publicar en aquellos primeros números de la revista previos a la fundación del certamen: Enrique Molina de Argentina, Vicente Gerbasi de Venezuela; Nicanor Parra y Jorge Teillier de Chile, más Vicente Aleixandre, José Agustín Goytisolo y José Hierro, de España. Fernando Linero introduce esta apuesta con una nota que conjuga el respeto por una tradición y la fe en lo que acaba de nacer. A partir de estas fechas celebramos la diversidad étnica, generacional, de género, de sustantivo y de sujeto y desde esa perspectiva la exploración de los diversos matices de la palabra humana, sin dejar de aplaudir rabiosamente la búsqueda inalienable de la individualidad inherente a un verdadero poeta: su voz, dicen unos, su estilo, otros. El goce del canto no coral, el alarido que al retumbar hace trices el palacio de cristal del canon y de la corrección que añora el facilismo de los académicos. Todo ello repercute en los panoramas de la poesía que se cultiva desde diversos países y culturas: desde la poesía argentina en sus apuestas generacionales y territoriales; con la poesía española con la catalana, sólo para empezar, con la italiana y la francesa, mostrando ese trenzado que configura el
2
| ULRIKA 70
tapiz que viene a ser la sensibilidad y el pensamiento que a través de siglos se ha venido configurando a partir de las lenguas romances y que hoy por hoy, se evidencia imparable a partir de las redes de comunicación propias de los tiempos que corren. Nunca como ahora se habían visto proliferar antologías de poesía concebidas, con suma seriedad, pero sin plegarse a las canonizaciones e imposiciones de toda índole. En esta edición del Festival y en el número de Ulrika que lo refrenda, se ilustra la idea con la presencia de una muestra de poesía catalana actual al lado de otra de poetas italianos: La hora indefensa (Poesía catalana actual) publicada por Editorial Escarabajo; Cuaderno de traducción (Veinte poetas italianos contemporáneos) editada por Anverso, Panorama de la poesía argentina actual – En dos tomos, en edición de Ulrika- Colección “Los libros del castillo”. Más apuestas en las que se incluyen obras individuales de poetas como Raúl “Bigote” Acosta, Néstor Fenoglio y Héctor Berenguer de Argentina y Raúl Vallejo de Ecuador (todos bajo los sellos editoriales de Ulrika y Caza de Libros); Ivo Maldonado de Chile (Editorial Bukowsky); Grissel Gómez de México (Editorial La Otra); Juan Manuel Roca (Fondo de Cultura Económica), Jotamario Arbeláez (Editorial Universidad del Valle), Eugenia Sánchez Nieto (Uniediciones), Fernando Linero (Entreletras) y Gustavo Garcés (Frailejón). En esta edición de los 30 años del FIPB también nos acompañan poetas invitados de distintas comunidades y lenguas originarias. Bienvenidos al Festival, bienvenidos a Ulrika, siempre, como a la poesía.
ULRIKA
Cuarenta Años Cuarenta Poemas Memorables POR FERNANDO LINERO
E
Rafael del Castillo
Fernando Linero
l 6 se setiembre de 1823 Johann Wolfgang von Goethe escribe en su diario: “He seguido trabajando en el poema”. Se refería a la Elegía de Marienbad inspirada en el loco amor que a sus 75 años, le suscitó la hermosa Ulrika de Levetzow. Para el maestro alemán era una despedida. A mi amigo Rafael del Castillo la vida le tenía guardada también una Ulrika, pero por el contrario en su caso se trataba de una apertura; una ventana que le inducía al nacimiento del poema, de la música, de la amistad. Por igual una niña digna de ser galanteada. Y fue lo que de inmediato hicimos aquellos a quienes nos tocó en suerte asistir a sus comienzos. Así para Rafael la creación poética más significativa y más íntimamente personal ha sido igual que una muchacha. O mejor, ha sido una muchacha: nuestra amada Ulrika, que al igual que la Levetzow ha sido pasión. Nosotros también pedimos la mano de Ulrika y a diferencia de Goethe se nos fue concedida y logramos casarnos con ella. Ese es el motivo de nuestra fiesta. Ella nos ha permitido huir de la realidad; nos ha tolerado dilatar nuestra alucinación, dándole principios a nuestra quimera; ha sido el motor que posibilita que sigamos trabajando en el poema.
ULRIKA 70 |
3
Nació hace cuarenta años cuando éramos casi felices y se convirtió en un refugio en el que podíamos perder el juicio sin preocupaciones. La vida gozosa y simple nos enlazaba con trampas de fango a la tierra. No sé hasta qué punto mis relaciones con la poesía continúen dependiendo de aquellos encuentros que eran una especie de rincón creado por las solas ganas de leer y vivir la poesía. Con esas charlas era posible aislarse y ventilar las dudas e ideales comunes. Eran tardes interminables especulando sobre un autor, sobre un tema, o sobre nada. Y no pensábamos en nuestras vidas y en el riesgo que corríamos transitando por el peligroso filo del poema. Tiempos que tienden a desvanecerse. Cuando pienso en ellos, inclusive en los momentos que no fueron tan agradables, no puedo impedir por dentro un sentimiento de profunda alegría. Creo que gracias a esas sesiones estoy todavía a flote en este lugar de los sueños y que a pesar de todo ese panorama de tribulaciones y reveses al que nos ha acostumbrado el país que nos tocó en suerte, también ha habido un especial lugar para la alegría. Cuarenta años en los que hemos visto recrudecerse la violencia, la inmoralidad y las espantosas violaciones de los derechos humanos. Cuarenta años que nos han legado la culpa por haber sufrido de inacción. Cuarenta años en los que hemos anhelado una gesta, un cambio. Cuarenta años que no pueden carecer totalmente de sentido. Esta conmemoración de lo que quiere hablar es de nuestra inquebrantable fe en la poesía. Seguimos creyendo que ella puede ayudarnos a encontrar ese país que tenemos embolatado desde hace doscientos años.
4
| ULRIKA 70
Poeta Johann Wolfgang von Goethe. (1749-1832).
Muchos han sido los amigos que nos han acompañado en esta extraña travesía, la mayoría de ellos ya muertos pero cuyo abrazo y solidaridad permanecen en la memoria y están presente hoy en esta celebración con estos cuarenta poemas que tenemos el gusto de presentar. Hoy que de nuevo vislumbramos en el paisaje el abrazo, quiero aprovechar para darle uno a cada uno de ellos por su complicidad. Así es amigos, aquí continuamos esperando. No sabemos qué. Solo que esperamos. Aquí permanecemos, con aire deslucido, aguardando acaso a que los mecanismos de la utopía se muevan. Sin tener muy en claro lo que hay que hacer, asustados del mundo.
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES ARGENTINA Enrique Molina (Buenos Aires, 2 de noviembre de 1910 — Ib., 13 de noviembre de 1997)
Adiós Un instante más aún en el suelo que pisé, en el aire de mi respiración Un día más, sólo un minuto más, para estar vivo y despedirme de cuanto amé.
Para decir adiós a las cosas que vi y toqué mientras moría desde el instante mismo en que nací. Y vino el niño con el premio que sacó en el colegio por su sabiduría, y el ala de la gaviota golpeando en lo infinito con su vuelo, vino la cabellera derramada y el rostro de la misteriosa mujer que estuvo a mi lado, en el lecho, sin que yo lo supiera, y el río con su lenta corriente musculosa a través de cada mueble, cada objeto y cada gesto de quien me ve parir, ¡oh Dios mío!
sofocada por el amor, en los vestigios de la pasión, con cuanto -mosca o sol- me deslumbró en este extraño planeta, donde perdure año tras año, presintiendo este límite de espumas, este revuelto torbellino de la despedida, yo, que tanto fui deslumbrado por centelleante atracción de la tierra, por cuanto fue caricia o solamente un espejismo del mundo es mi destino. Así, pues, despidiéndome de los caballos, de la canoa, los pájaros, el gato y sus costumbres. Déjame una vez más mirar las flores y la lluvia. Es éste el trágico instante en que uno descubre el delirio misterioso de las cosas, sus raíces secretas, el instante supremo de decir adiós. a cuanto se adoró en esta vida.
ULRIKA 70 |
5
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
José Luis Mangieri (Buenos Aires, 14 de diciembre de 1924 - 1 de noviembre de 2008) Hoy me levanté dispuesto a ser un buen ciudadano democrático. Así que comencé a funcionar democráticamente en cuerpo y alma. Me apené -lo justo- por la miseria de los otros, me indigné ante la injusticia de las injusticias, condené -de palabra- a los ladrones y a los asesinos (sobre todo a los asesinos) y en el subte compré unas estampitas a un chiquilín rotoso. Pagué los impuestos en Obras Sanitarias y las boletas de la jubilación -llegó la hora de pensar en eso-
porque le pagamos las cuentas, me dije, la democracia nos protegerá a todos de la miseria -de los otrosde la injusticia -que revienta a los otros-. Tiernamente, yo quería ser un ciudadano democrático. Pero a las tres de la mañana desde París me llamó mi amigo con su voz pastosa de amores contrariados y algunas más desgracias para preguntarme por los antiguos animales sobrevivientes de la era del fuego y los glaciares. Así que contesté a París: bien, hermano, andamos medio torpes, pero la pendejada comenzó a disparar sus primeros versos. Volvé pronto.
Rodolfo Alonso (Buenos Aires, 4 de octubre de 1934-20 de enero de 2021)
Desde la hierba mi pequeño alza los brazos hace señas a los pájaros los llama entre grandes silencios. Entre el mar y nosotros hay árboles y viento Los pájaros son libres no lo ven
6
| ULRIKA 70
o se hacen que no pueden verlo no vienen pero andan por ahí de cualquier modo Entre ellos y nosotros brilla el sol anda el amor al aire ¡A la salud de los pájaros que es la salud del universo!
ARGENTINA
Laura Yasan (Buenos Aires; 20 de octubre de 1960-Ib.; 19 de junio de 2021) Perdida busco a la otra solía aniquilarla un fuego helado en los días lluviosos escribía esos versos cargados de crueldad giraba en esa fiebre hasta vaciarse postergada o ajena destilaba un color elemental maldita a esa la busco dormir sobre su ausencia es vivir en el centro de una página en
blanco soy la extranjera que le cedí mi cuerpo para esconder sus bestias del sol que las mataba que soñó pesadillas en mi estómago que desgarró mi sexo para nacer los niños que después se comía muda heredera soy ahora la cáscara que muerde su silencio esclava sin tirano vagando en un castillo perdido en un país que sólo existe cuando ella lo nombra
Leopoldo “Teuco” Castilla (Salta, Argentina, 27 de marzode 1947)
Agua A Salvador Garmendia
que llueva es natural que tiembles que temas a la lluviat tú
Hagamos de cuenta que yo no sé que la lluvia sólo ocurre en la palabra lluvia que cae en sentido inverso al espacio y es
que eres casi todo agua construyes una casa en nombre de la palabra hombre tú
porque deja de ser como tu ojo deja de ser ojo y es caballo al mirar un caballo no es natural
agua creyente te proteges del horror de caer dices: lluvia y eres agua mirando agua.
ULRIKA 70 |
7
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
BOLIVIA Pedro Shimose (Riberalta, Provincia Vaca Díez del departamento del Beni, 30 de marzo de 1940) Con la rabia en el ají,
Salgo con mi cóndor bajo el brazo, cruzo la calle con una piedra en la mano, camino con un policía vigilándome el hambre, busco el oído y el ojo de la noche, pego carteles, corro por las plazas, grito con una brasa en la lengua, pinto las paredes: "viva el Che' me dan agua en manguera, soy el fuego; me dan relámpago en humo, soy la tierra;
me abren una herida donde sea, soy el pueblo; me persiguen, me encarcelan, me torturan. Canto mi libertad, muevo adoquines, rompo maderas y cristales, canto, voy a la huelga con mi miedo natural y un sorbo (de café caliente; vuelo por la ciudad, rasgo el aire, (trizo las vitrinas, golpeo las páginas de los periódicos, derribo puertas, venzo máscaras y cachiporras, traspaso los umbrales de la historia, ¡soy!
Clemente Mamani Laruta (Provincia Los Andes del departamento de La Paz, Bolivia, en 1959)
Mirada
Las mariposas a gusto realizan sus actividades, haciendo cosquillas caprichosamente a la tierra, observando las envolturas que van a florecer, para hacer bailar a las sombras de verdor, y hacer cantar a los resentidos. Tu mirada a todos va visitando, después dando vueltas los picaflores ambiciosos, absorbiendo el néctar de las flores 8
| ULRIKA 70
el celaje desea soltar lágrimas de aguacero para mojar los sequedales. El kirkinchu convierte su espalda en cerro lítico, haciendo cantar gratuitamente huayños. Restallando el sentimiento de las kantutas, los águilas están contando los pajonales apresurando a los arácnidos comunicadores. Cómo puede ser posible este inolvidable mirar. Junto con los pututos y las hondas. aparece el conflicto interminable, Esperando el coraje de las vicuñas, Escuchando la convocatoria de los jaguares.
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
BRASIL Ledo Ivo (Maceió, 18 de febrero de 1924 - Sevilla, 23 de diciembre de 2012) Los pobres viajan, en la central de autobuses levantan los cuellos como gansos para mirar los letreros del autobús. Sus miradas son de quien teme perder alguna cosa: la valija que guarda un radio de pilas y una chaqueta que tiene el color del frío en un día sin sueños, el sandwich de mortadela en el fondo de la bolsa, el sol del suburbio y polvo más allá de los viaductos. Entre el rumor de los altoparlantes y el acelerar del autobús temen perder su propio viaje oculto en la niebla de los horarios. Los que dormitan en los asientos despiertan asustados, aunque las pesadillas sean privilegio de los que abastecen los oídos y el tedio de los psicoanalistas en consultorios asépticos como el algodón que tapa la nariz de los muertos. En las filas los pobres asumen un aire grave que une temor, impaciencia y sumisión. ¡Qué grotescos los pobres! ¡Y cómo sus olores incomodan a pesar de la distancia! No tienen la noción de las conveniencias, no se saben comportarse. El dedo sucio de nicotina restriega el ojo irritado que del sueño retuvo apenas la legaña. Del seno caído y dilatado escurre un hilillo de leche hacia la pequeña boca habituada al llanto. En la plataforma van y vienen, corren, aseguran maletas y paquetes, hacen preguntas inconvenientes en las ventanillas, susurran palabras misteriosas y contemplan las portadas de las revistas con el aire de espanto de quien no sabe el camino del salón de la vida. ¿Por qué ese ir y venir? Y esas ropas extravagantes, esos amarillos de aceite de palmera que duelen a la vista delicada del viajante obligado a soportar tantos olores incómodos. ¿Y esos rojos contundentes de feria y parque de diversiones? Los pobres no saben viajar ni vestirse. Tampoco saben vivir: no tienen noción del bienestar aunque algunos poseen hasta televisión. La verdad es que los pobres no saben ni morir. (Tienen casi siempre una muerte fea y poco elegante). En cualquier lugar del mundo incomodan, ........ viajeros inoportunos que ocupan nuestros lugares aunque viajemos sentados y ........ ellos de pie. ULRIKA 70 |
9
BRASIL
Jose Paulo Paes (São Paulo 1926-1998)
Al fósforo
Affonso Romano de Sant´Anna (Belo Horizonte, 27 de marzo de 1937)
Muerte en la terraza
Primero la cabeza el cuerpo después
Muere otra paloma en la terraza. Viéndola encogida hace días, yo no sabía
se inflaman y encienden
que la paloma (en aquella paloma) moría. Llamo a mi mujer
el horno
para que me ayude a vivir más esa muerte.
del pan
Ella la toma en la mano. (Los animales la aman.)
la luz
La acaricia y la deja descansar en la sombra.
en la oscuridad De nuevo sola, la pira de la pasión
la paloma mira el mundo quieto y estático. De repente pone las patitas hacia arriba batiendo las alas en un espasmo. (Otra paloma, sorprendida por la escena, viene picoteando
la bomba de la revolución.
Pero, en la concreta:
semillas
junto al cuerpo que agoniza.)
Tomo un bolígrafo rojo y anoto, urgente, la muerte de la paloma en el poema.
me hablas de fósforos
La paloma deja caer la cabecita.
o de poetas?
El poema se inclina. Una gota roja cae del pico (o pluma) y el poema -termina.
10
| ULRIKA 70
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
COLOMBIA María Mercedes Carranza (Bogotá, 24 de mayo de 1945-ibidem, 11 de julio de 2003)
Sobran las palabras
Por traidoras decidí hoy, martes 24 de junio, asesinar algunas palabras. Amistad queda condenada a la hoguera, por hereje; la horca conviene a Amor por ilegible; no estaría mal el garrote vil, por apóstata, para Solidaridad; la guillotina como el rayo, debe fulminar a Fraternidad; Libertad morirá lentamente y con dolor; la tortura es su destino;
Igualdad merece la horca por ser prostituta del peor burdel; Esperanza ha muerto ya; Fe padecerá la cámara de gas; el suplicio de Tántalo, por inhumana, se lo dejo a la palabra Dios. Fusilaré sin piedad a Civilización por su barbarie; cicuta beberá Felicidad. Queda la palabra Yo. Para esa, por triste, por su atroz soledad, decreto la peor de las penas: vivirá conmigo hasta el final.
Giovanni Quessep (San Onofre, 6 de enero de 1939)
Cercanía de la muerte
Apenas canta y mueve La rueda del azar
El hombre solo habita
Que lo acerca a la muerte
Una orilla lejana
Extranjero de todo
Mira la tarde gris cayendo
La dicha lo maldice
Mira las hojas blancas
El hombre solo a solas habla
Rostro perdido del amor
De un reino que no existe
ULRIKA 70 |
11
COLOMBIA
Raúl Gómez Jattin (Cereté 31 de mayo de 1945 - Cartagena de Indias 22 de mayo de 1997)
Lola Jattin Más allá de la noche que titila en la infancia Más allá incluso de mi primer recuerdo Está Lola– mi madre– frente a un escaparate empolvándose el rostro y arreglándose el pelo Tiene ya treinta años de ser hermosa y fuerte y está enamorada de Joaquín Pablo– mi viejo– No sabe que en su vientre me oculto para cuando necesite su fuerte vida la fuerza de la mía Más allá de estas lágrimas que corren en mi cara de su dolor inmenso como una puñalada está Lola– la muerta– aún vibrante y viva sentada en un balcón mirando los luceros cuando la brisa de la ciénaga le desarregla y el pelo y ella se lo vuelve a peinar con algo de pereza y placer concertados Más allá de este instante que pasó y que no vuelve estoy oculto yo en el fluir de un tiempo que me lleva muy lejos y que ahora presiento Más allá de este verso que me mata en secreto está la vejez– la muerte– el tiempo incansable cuando los dos recuerdos: el de mi madre y el mío sean sólo un recuerdo solo: este verso
12
| ULRIKA 70
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
Jaime Jaramillo Escobar (Pueblorrico, 25 de mayo de 1932-Medellín, 10 de septiembre de 2021)
El deseo Hoy tengo deseo de encontrarte en la calle, y que nos sentemos en un café a hablar largamente de las cosas pequeñas de la vida, a recordar de cuanto tú fuiste soldado, o de cuando yo era joven y salíamos a recorrer juntos la ciudad, y en las afueras, sobre la yerba, nos echábamos a mirar cómo el atardecer nos iba rodeando. Entonces escuchábamos nuestra sangre cautelosamente y nos estábamos callados. Luego emprendíamos el regreso y tú te despedías siempre en la misma esquina hasta el día siguiente, con esa despreocupación que uno quisiera tener toda la[vida, pero que sólo se da en la juventud, cuando se duerme tranquilo en cualquier parte sin un pan entre el bolsillo, y se tienen creencias y confianzas así en el mundo como en uno mismo. Y quiero además aún hablarte, pues tú tienes dieciocho años y podríamos divertirnos esta noche con cerveza y música, y después yo seguir viviendo como si nada... o asistir a la oficina y trabajar diez o doce horas, mientras la Muerte me espera en el guardarropa para ponerme mi abrigo negro a la salida, yo buscando la puerta de emergencia, la escalera de incendios que conduce al infierno, todas las salidas custodiadas por desconocidos. Pero hoy no podré encontrarte porque tú vives en otra ciudad. Mientras la tarde transcurre evocaré el muro en cuyo saliente nos sentábamos a decir las últimas palabras cada noche o cuando fuimos a un espectáculo de lucha libre y al salir [comprendí que te amaba, y en fin, tantas otras cosas que suceden... ULRIKA 70 |
13
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
CUBA Pablo Armando Fernández (Oriente, 2 de marzo de 1929 - La Habana, 3 de noviembre de 2021)
Parábola Mi madre quiere que yo sea feliz, quiere que yo sea joven y alegre; un hombre que no tema al paso de los años, ni tema a la ternura y al candor del niño que debiera ser cuando voy de su mano y la oigo repetirme –para que no lo olvide– éstas y otras nociones. Mi madre no quisiera avergonzarse de mí. Mi madre quiere que no mienta, quiere que sea libre y sencillo. No quisiera verme sufrir, porque el miedo y la duda son males que padecen los adultos, y ella quiere que yo sea su niño. Cualquiera que nos viese no la comprendería: en edad coincidimos –no quiere que lo diga–, aunque ella me dio vida cuando tenía los años que tengo hoy. Podríamos ser hermanos, ella un poco mayor. Podríamos ser amigos: su memoria y la mía corresponden a un tiempo en que ambos fuimos jóvenes. (Yo era menor, pero recuerdo verla cantar feliz entre sus hijos, compartir nuestra infancia). Mi madre quiere verme luchar a toda hora contra el dolor y el miedo. Sufriría si supiera que a mi edad, la de ella entonces cuando me dio a la vida, yo soy su viejo padre y ella mi dulce niña.
14
| ULRIKA 70
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
COSTA RICA Isaac Felipe Azofeifa (Santo Domingo, 11 de abril de 1909 - San José, 3 de abril de 1997)
Al Alba siempre
El alba es un camino. Por el alba se llega a la dulzura. El aviso general de los gallos abre a la luz las puertas de la tierra.
El aire reparte una casta voz de campanas. Un trino de pájaro rompe el cristal del cielo y riega el silencio fresco de la madrugada. El árbol duerme vuelto hacia sí mismo. Tú, mi fiel compañía, dices
palabras irreales para salvar el sueño que se aleja en el agua sutil de la noche. Despierta tiritando en el vacío un ángel retardado. Un fantasma, una sombra, un soplo, nada. Y amanece.
Vida, mi vida, al alba siempre.
ULRIKA 70 |
15
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
CHILE Nicanor Parra (San Fabián de Alico, 5 de septiembre de 1914-La Reina, Santiago, 23 de enero de 2018) A los amantes de las bellas letras… [Poema - Texto completo.]
Nicanor Parra A los amantes de las bellas letrasHago llegar mis mejores deseos Voy a cambiar de nombre a algunas cosas. Mi posición es ésta: El poeta no cumple su palabra Si no cambia los nombres de las cosas. ¿Con qué razón el sol Ha de seguir llamándose sol? ¡Pido que se llame Micifuz El de las botas de cuarenta leguas! ¿Mis zapatos parecen ataúdes? Sepan que desde hoy en adelante Los zapatos se llaman ataúdes. Comuníquese, anótese y publíquese Que los zapatos han cambiado de nombre : Desde ahora se llaman ataúdes. Bueno, la noche es larga Todo poeta que se estime a sí mismo Debe tener su propio diccionario Y antes que se me olvide Al propio dios hay que cambiarle nombre Que cada cual lo llame como quiera: Es es un problema personal. 16
| ULRIKA 70
CHILE
Jorge Teillier (Lautaro, 24 de junio de 1935-Viña del Mar, 22 de abril de 1996)
Despedida
dónde se puede beber algo de vino y para los cuales todos los días
Me despido de mi mano
no son sino un pretexto
que pudo mostrar el rayo
para entonar canciones pasadas de moda.
o la quietud de las piedras
Me despido de una muchacha
bajo las nieves de antaño.
que sin preguntarme si la amaba o no la
Para que vuelvan a ser bosques y arenas
amaba
me despido del papel blanco y de la tinta
caminó conmigo y se acostó conmigo
azul
cualquiera tarde de esas en que las calles
de donde surgían ríos perezosos,
se llenan
cerdos en las calles, molinos vacíos.
de humaredas de hojas quemándose en
Me despido de los amigos
las acequias-
en quienes más he confiado:
Me despido de una muchacha
los conejos y las polillas,
cuyo rostro suelo ver en sueños
las nubes harapientas del verano,
iluminado por la triste mirada
mi sombra que solía hablarme en voz
de trenes que parten bajo la lluvia.
baja.
Me despido de la memoria
Me despido de las virtudes y de las gracias
y me despido de la nostalgia
del planeta:
–la sal y el agua
los fracasados, las cajas de música,
de mis días sin objeto–
los murciélagos que al atardecer se
y me despido de estos poemas:
deshojan
palabras, palabras –un poco de aire
de los bosques de casas de madera.
movido por los labios– palabras
Me despido de los amigos silenciosos
para ocultar quizás lo único verdadero:
a los que sólo les importa saber
que respiramos y dejamos de respirar.
ULRIKA 70 |
17
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
Gonzalo Rojas (Lebu, 20 de diciembre de 1916-Santiago, 25 de abril de 2011)
Contra la muerte
Pero respiro, y como, y hasta duermo pensando que me faltan unos diez o veinte años para irme
Me arranco las visiones y me arranco los
de bruces, como todos, a dormir en dos
ojos cada día que pasa.
metros de cemento allá abajo.
No quiero ver ¡no puedo! ver morir a los hombres cada día.
No lloro, no me lloro. Todo ha de ser así
Prefiero ser de piedra, estar oscuro,
como ha de ser,
a soportar el asco de ablandarme por
pero no puedo ver cajones y cajones
dentro y sonreír
pasar, pasar, pasar, pasar cada minuto
a diestra y siniestra con tal de prosperar
llenos de algo, rellenos de algo, no puedo
en mi negocio.
ver todavía caliente la sangre en los cajones.
No tengo otro negocio que estar aquí diciendo la verdad en mitad de la calle y hacia todos los vientos: la verdad de estar vivo, únicamente vivo, con los pies en la tierra y el esqueleto libre en este mundo.
Toco esta rosa, beso sus pétalos, adoro la vida, no me canso de amar a las mujeres: me alimento de abrir el mundo en ellas. Pero todo es inútil, porque yo mismo soy una cabeza inútil lista para cortar, pero no entender qué es eso
¿Qué sacamos con eso de saltar hasta el
de esperar otro mundo de este mundo.
sol con nuestras máquinas a la velocidad del pensamiento,
Me hablan del Dios o me hablan de la
demonios: qué sacamos
Historia. Me río
con volar más allá del infinito
de ir a buscar tan lejos la explicación del
si seguimos muriendo sin esperanza
hambre
alguna de vivir
que me devora, el hambre de vivir como
fuera del tiempo oscuro?
el sol
Dios no me sirve. Nadie me sirve para nada.
18
| ULRIKA 70
en la gracia del aire, eternamente.
CHILE
Gonzalo Millán (Santiago, 1 de enero de 1947 - ibídem, 14 de octubre de 2006)
Llueve Poema publicado el 26 de Octubre de 2001 Llueve. La lluvia mancha las calles. El asfalto mojado es lustroso. Los peatones se cubren. El sombrero cubre la cabeza. El paraguas resguarda de la lluvia. Los zapatos entran en las galochas. Las galochas son de goma. La pelota es de goma. La pelota rebota en el suelo. La lluvia rebota en el suelo. Llueve a cántaros. Los cántaros son de barro. La lluvia forma charcos. En los charcos se forma barro. La lluvia forma burbujas al caer en los charcos. Los autos salpican. El agua rebota en el techo. Los techos se llueven. Las goteras caen en tarros. Las aguas corren por los tejados. Los canalones recogen las aguas. Los techos chorrean. La lluvia golpea las ventanas. Las gotas resbalan por los vidrios. La lluvia moja. La lluvia humedece las paredes. La tierra se empapa. Llueve en la ciudad. Llueve en el poema. El anciano escribe. Las gotas de lluvia no son centavos. Ojalá fueran centavos las gotas de lluvia. que me devora, el hambre de vivir como el sol en la gracia del aire, eternamente.
ULRIKA 70 |
19
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
ESPAÑA Vicente Aleixandre (Sevilla, 26 de abril de 1898-Madrid, 13 de diciembre de 1984) Para quién escribo ¿Para quién escribo?, me preguntaba el cronista, el periodista o simplemente el curioso. No escribo para el señor de la estirada chaqueta, ni para su bigote enfadado, ni siquiera para su alzado índice admonitorio entre las tristes ondas de música. Tampoco para el carruaje, ni para su ocultada señora (entre vidrios, como un rayo frío, el brillo de los impertinentes). Escribo acaso para los que no me leen. Esa mujer que corre por la calle como si fuera a abrir las puertas a la aurora. O ese viejo que se aduerme en el banco de esa plaza chiquita, mientras el sol poniente con amor le toma, le rodea y le deslíe suavemente en sus luces. Para todos los que no me leen, los que no se cuidan de mí, pero de mí se cuidan (aunque me ignoren). Esa niña que al pasar me mira, compañera de mi ventura, viviendo en el mundo. Y esa vieja que sentada a su puerta ha visto vida, paridora de muchas vidas, y manos cansadas. Escribo para el enamorado; para el que pasó con su angustia en los ojos; para el que le oyó; para el que al pasar no miró; para el que finalmente cayó cuando preguntó y no le oyeron. Para todos escribo. Para los que no me leen sobre todo escribo. Uno a uno, y la muchedumbre. Y para los pechos y para las bocas y para los oídos donde, sin oírme, está mi palabra. 20
| ULRIKA 70
ESPAÑA
II Pero escribo también para el asesino. Para el que con los ojos cerrados se arrojó sobre un pecho y comió muerte y se alimentó, y se levantó enloquecido. Para el que se irguió como torre de indignación, y se desplomó sobre el mundo. Y para las mujeres muertas y para los niños muertos, y para los hombres agonizantes. Y para el que sigilosamente abrió las llaves del gas y la ciudad entera pereció, y amaneció un montón de cadáveres. Y para la muchacha inocente, con su sonrisa, su corazón, su tierna medalla, y por allí pasó un ejército de depredadores. Y para el ejército de depredadores, que en una galopada final fue a hundirse en las aguas. Y para esas aguas, para el mar infinito. Oh, no para el infinito. Para el finito mar, con su limitación casi humana, como un pecho vivido. (Un niño ahora entra, un niño se baña, y el mar, el corazón del mar, está en ese pulso). Y para la mirada final, para la limitadísima Mirada Final, en cuyo seno alguien duerme. Todos duermen. El asesino y el injusticiado, el regulador y el naciente, el finado y el húmedo, el seco de voluntad y el híspido como torre. Para el amenazador y el amenazado, para el bueno y el triste, para la voz sin materia y para toda la materia del mundo. Para ti, hombre sin deificación que, sin quererlas mirar, estás leyendo estas letras. Para ti y todo lo que en ti vive, yo estoy escribiendo.
ULRIKA 70 |
21
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
José Agustín Goytisolo (Barcelona, 13 de abril de 1928 - Barcelona, 19 de marzo de 1999)
En este mismo instante En este mismo instante hay un hombre que sufre, un hombre torturado tan sólo por amar la libertad. Ignoro dónde vive, qué lengua habla, de qué color tiene la piel, cómo se llama, pero en este mismo instante, cuando tus ojos leen mi pequeño poema, ese hombre existe, grita, se puede oír su llanto
José Hierro (Madrid, 3 de abril de 1922 - ibídem, 21 de diciembre de 2002)
22
| ULRIKA 70
de animal acosado, mientras muerde sus labios para no denunciar a los amigos. ¿Oyes? Un hombre solo grita maniatado, existe en algún sitio. ¿He dicho solo? ¿No sientes, como yo, el dolor de su cuerpo repetido en el tuyo? ¿No te mana la sangre bajo los golpes ciegos? Nadie está solo. Ahora, en este mismo instante, también a ti y a mí nos tienen maniatados.
Luis Miguel Madrid (Madrid, España 1960-2021)
El buen momento
Nada más
Aquel momento que flota nos toca de su misterio. Tendremos siempre el presente roto por aquel momento. Toca la vida sus palmas y tañe sus instrumentos. Acaso encienda su música sólo para que olvidemos. Pero hay cosas que no mueren y otras que nunca vivieron y las hay que llenan todo nuestro universo. Y no es posible librarse de su recuerdo.
Nada más sucede que se me echó la noche encima y me puse triste. Que me dio por perder y cuando me pongo lo hago en serio. Nada más que no quiero nada de lo que dispongo, que mis cartas no valen para apostar dos duros, que me rindo si es que no hay descarte.
ESPAÑA
José Antonio de Villena (Madrid, 31 de octubre de 1951)
Costura propia de Luis Antonio de Villena He ido muchas veces ataviado de tristeza, hundiéndoseme el mundo a cada rato, fingiendo entre los amigos que me interesaba algo… Me da miedo quien me mirase, y angustia me producía no ser perfecto, tener que competir, luchar por el oficio, por la vida, el nombre… Y pensaba: la tragedia de todos consiste en no ser Dios. Todos quisiéramos ser un pequeño Dios omnipotente.. Y hacíamos bromas sobre la muerte, chistes sobre la soledad, Pequeños disparates sobre el amor comprado. (Y yo soñaba en ti, mamá, como lo único seguro). Me daba miedo la autoridad, la ley, el mundo, el futuro. Pensaba: Incluso si alguna vez me creí libre. Y la noche engañaba -como los amigos- con cierto parecido a bondad o indiferencia. Y yo iba ataviado de tristeza y hubiera querido llorar -no podía- o simplemente hundirme lentamente. Y me veía en una barca negra (acaso en una gruta) navegando hacia un negro horizonte… la tristeza me llena la cabeza de plomo, los bolsillos de piedras, las manos de artrosis dura y tira de mí tanto hacia abajo que me vuelve imagen verticalizada, estirada, de un espejo deformante. Dame la tristeza, échamela -gira la soledad. -Lánzame la pelota -repite el miedo. Aquí, aquí, centra -reclama la angustia, chútame a mí- y no sé qué agobio extraño lo sugiere. Sólo sé que cuando voy ataviado de tristeza quiero enraizarme en el sueño, bogar en un río de calma y susurrar junto al silencio: Dame la mano, mamá, ya he vuelto…
ULRIKA 70 |
23
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
Blanca Andreu (La Coruña, 4 de agosto de 1959)
La estrella Sobre mi pecho abatido por los golpes está tu estrella tibia, dolorosamente azul, diríase un cielo toda ella. No quiebra el agua su perfecta dulzura,
su sencillez es transparente y tiene el uniforme brillo de la lluvia alta. Déjame este lucero, este cuerpo celeste sembrando sobre mi pecho lleno de golpes, estás ya tan humilde que tu nombre se puede decir con respeto y con pequeñas letras de amor, dios mío.
Ana Rossetti (San Fernando, Cádiz 15 de mayo de 1950)
Creí que te habías muerto, corazón mío, en Junio. Creí que, definitivamente, te habías muerto: sí, lo creí. Que, después de haber esparcido el revoloteo púrpura de tu desesperación, como una alondra caíste en el alféizar; que te extinguiste como el fulgor atemorizado de un espectro; que como una cuerda tensa te rompiste, con un chasquido seco y terminante. Creí que, acorralado por tus desvaríos, traicionado por los todavías, alcanzado por las evidencias, exhausto,
24
| ULRIKA 70
abatido, habías sido derribado al fin. Y contigo, se desvanecieron los engarces entre sentimientos, imágenes, suposiciones y pruebas. Se me fueron abriendo las costuras de la memoria: ya me estaba acostumbrando a vivir sin ti. Pero tus fragmentos estallados se han ido buscando, encontrando, cohesionándose como gotas de mercurio, sin cicatriz ni señal. Y ahí estás, otra vez inocente, sin acusar enmienda ni escarmiento, guiando, dirigiendo, adentrando en ti el peligro, como si fueras invulnerable o sabio, como si, recién nacido apenas, ya fueras capaz de distinguir, en el mellado filo del clavel, la espada
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
ECUADOR Iván Carvajal (San Gabriel, Carchi, 1948)
Ulises Va a soñar entre los picos de las gaviotas que vienen a sus pies por las migajas nadie asome a perturbar su somnolencia a solas rumia el chasquido de las madreperlas
enhiesto marino que enhebra sus leyendas de corsario de puertos lejanos viejo es su hábito de esconderse con los pájaros en él nada queda de la ostentosa astucia y el olvido jubila sus Calypsos sus Penélopes ya sólo el sueño saquea sus andrajos.
ITALIA Emilio Coco (it:San Marco in Lamis, 1940)
Las únicas palabras
y existen además otros problemas.
Quisiera escribir versos muy audaces que me diesen un aire de moderno. Pero parecerían algo falsos e impropios de la edad que ya tenemos.
¿Tú qué crees? ¿Me aventuro a usar palabras como túrgido, erecto, penetrar? ¿No se van a reír mis enemigos?
Los poemas eróticos exigen que haya dos cuerpos jóvenes y bellos. No es éste nuestro caso. La piel cede,
Lo dejaré correr. Esto es lo único que te puedo decir: ¡Cómo me gustan tus ojos verdes y tu linda cara!
ULRIKA 70 |
25
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
Zingonia Zingone (Londra, Italia, 1971)
Pies en la tierra Hay quien vive entregado al futuro, hay quien amanece de recuerdos. Ella desata la polaina y saca chiquito el pie. Lo estira.
hay quien le niega al palmo el tacto y sonríe, ausente. Ella escoge un escarpín para el baile, haciendo a un lado la medianoche. Retumba, retumba: el reloj es inclemente.
Saborea el parquet. Doliente. Hay quien al contacto llora,
Ella, la de los dedos perfectos, en su calabaza, lejos del amanecer.
MEXICO José Emilio Pacheco (Ciudad de México, 30 de junio de 1939-ibid., 26 de enero de 2014)
Presencia
que vuelva a ser de pronto primavera. No quedará el trabajo, ni la pena
¿Qué va a quedar de mí cuando me muera sino esta llave ilesa de agonía, estas pocas palabras con que el día, dejó cenizas de su sombra fiera? ¿Qué va a quedar de mí cuando me hiera esa daga final? Acaso mía será la noche fúnebre y vacía
26
| ULRIKA 70
de creer y de amar. El tiempo abierto, semejante a los mares y al desierto, ha de borrar de la confusa arena todo lo que me salva o encadena. Más si alguien vive yo estaré despierto.
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
Eduardo Lizalde (Ciudad de México, 14 de julio de 1929)
Magna et pulchra conventio Hoy me produce vómitos pertenecer a este planeta, pero entiéndase bien: sólo por hoy, sólo por esta vez. No se me tome por contrarrevolucionario. Sólo por unas horas. Hay que comprenderlo. No me importa por hoy pertenecer al bando oscuro o claro de los hombres. De todo hay en la fiesta. Toda clase de baile se cultiva.
Ganas terribles de que nuestras sagradas asambleas de ranas que barritan y canguros que graznan estallen como el vientre de la chinche golosa. Pero eso es todo, amada. Simplemente por hoy, aunque no constituya precedente, como un relámpago sucio contrario a los principios esenciales, por esta vez, insisto, sólo por media hora, vuelvo el estómago, hago del cuerpo con la boca de sólo ver un traje o unos poemas tejidos por los hombres.
Dolores Castro (Aguascalientes, Aguascalientes, 12 de abril de 1923-30 de marzo de 2022)
De siete poemas 2 Amo, vida, la fuerza cotidiana en tu raigambre, fruto de ceniza, y la sed desprendida de la lucha que has vencido, al vibrar como fuego en un instante. Te amaré como agujas de mis huesos cuando rompan esta dulce prisión de fuego y carne y te amaré en la mano que retuvo la ceniza caliente de otra sangre, y en lo que fue constante afirmación
de nuestra estancia. Amo la estancia que será ceniza pero ocupó su ritmo en el espacio y acarició la tierra con su paso. Amo el paso en la tierra: vértigo que amanece en cada nueva sensación de tu presencia. Con los ojos abiertos a tus ansias, con las venas abiertas a tu savia que resbale en la hiedra derretida, te cantaré en el polvo desde el olvido de mi antigua forma: en la última fibra de los tallos en la altura de un árbol, construida por dolorosa herida de sus vetas.
ULRIKA 70 |
27
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
Alejandro Aura (Ciudad de México, 2 de marzo de 1944 - Madrid, España, 30 de julio de 2008)
Poema Triste de Alejandro Aura No se puede escribir si se está triste, el oficio se atasca, predomina la línea pedregosa por la que no puede fluir ni una palabra cierta, el paisaje es escombro de nombres sin sentido y los ojos erráticos no se pueden fijar en cosa alguna,
transcurre un coche despacio por el siglo pasado de la ventana y se lleva arrastrando la poca magia que la imaginación, sirvienta remolona del deseo, estaba queriendo construir y queda sólo un tiradero de añicos vidriosos y salados, no hay nada tan triste como un poeta triste tratando de escribir en su tristeza.
Francisco Cervantes (México, Querétaro; 1 de abril de 1938 - 23 de enero de 2005)
Cantando para nadie La cólera, el silencio, Su alta arboladura Te dieron este invierno. Más óyete en tu lengua: Acaso el castellano, No es seguro. Canciones de otros siglos si canciones, Dolores los que tienen todos, aun aquellos -Los más- mejores que tú mismo. Y es bueno todo: el vino, la comida, En la calle los insultos
28
| ULRIKA 70
Y en la noche tales sueños. ¿A dónde regresar si solo evocas? ¿Amor? Digamos que entendiste y aun digamos Que tal cariño te fue dado. Pero ni entonces ni aun menos ahora Te importó la comprensión que nos buscaste Y es claro que no tienes, Bien es verdad que no sólo a ti te falta. La ira, el improperio, Los bajos sentimientos Te dieron este canto.
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
PERÚ Eduardo Chirinos (Lima, 4 de abril de 1960-Missoula, Estados Unidos, 17 de febrero de 2016) Raritan blues Para Margarita Sánchez Aquí no hay bulla ni miseria, sólo un bosque de árboles mojados y cientos de ardillas correteando vivaces o escarbando una nuez. A lo lejos un puente una interminable fila de automóviles retorna a sus hogares y nubes balando ante un perro pastor y amarillo. ¿Eres tú quien camina en las riberas del Raritan? Recuerdo un río triste y marrón donde las ratas disputan su presa con los perros y aburridos gallinazos espulgándose las plumas bajo el sol. Ni bulla ni miseria. El río fluye educado como en una tarjeta postal y nos habla igual que hace siglos, congelándose y descongelándose, viendo crecer a sus orillas cabañas, iglesias, burdeles, plantas refinadoras de petróleo. Escucho el vasto rumor del Raritan, el silencio de los patos, de los enormes gansos salvajes. Han venido desde Ontario hasta New Brunswick, con las primeras nieves volarán al sur. Dicen que el río es la vida y el mar la muerte. He aquí mi elegía: un río es un río y la muerte un asunto que no nos debe importar.
ULRIKA 70 |
29
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
PORTUGAL Nuno Júdice (Mexilhoeira Grande, 29 de abril de 1949)
Poética Quiero que mi poema hable de barcos y de azul, hable del mar y del cuerpo que lo busca, hable de pájaros y del cielo en que habitan. Quiero un poema puro, limpio de la basura de las cosas banales, de las contaminaciones de quien sólo mira por tierra; un poema donde lo sublime nos toque, y lo poético sea la palabra llena. Es esto poema que escribo en la página blanca como la pared que acabó de ser encalada, con sus imperfecciones apagadas por la luz del día, y un reflejo del sol a gritar por la vida. Y quiero que este poema descienda a las cavas donde la miseria se acumula, a los bancos donde duermen los que no tienen ni techo ni esperanza, a las mesas sucias con los restos del alba, a los rincones donde la mujer de la noche espera al último cliente, a la desesperación de los que no saben por dónde huir cuando la muerte golpea a la puerta. Y canto la belleza que sobrevive a las frases comúnes, a las palabras ensuciadas por lo cotidiano de los mediocres, a los versos descoloridos de quien nunca escuchó el grito del ángel. Y digo esto para que quede, en el poema, como la piedra tallada por un fuego divino.
30
| ULRIKA 70
40 AÑOS, 40 POEMAS MEMORABLES
VENEZUELA Vicente Gerbasi (Canoabo, Carabobo, 2 de junio de 1913, - Caracas, 28 de diciembre de 1992) Aquí he llegado
rudimentarios paños a franjas de colores,
Aquí he llegado
todos iluminados
para imponerme el conocimiento de la
en fuegos rituales.
eternidad,
Quisiera dejar un canto
para ver rodar mi cabeza
para la eternidad,
tiempo abajo,
enterrado en una vasija de barro,
arena abajo, alucinación abajo, hacia el metálico redoble de los truenos que confunden las montañas en negros ámbitos azules. Se detuvieron aquí las tribus, se detuvieron aquí los profetas,
un canto junto a mis huesos, un salmo para oír a Dios en la música de un arpa, para verlo en un fuego de nubes sobre los pueblos siempre nuevos
se detuvieron aquí los santos.
edificando con la arena del desierto,
Venían las mujeres
y para ver el desierto
y los niños.
que lleva su silencio
Vestían pieles
del día a la noche
de animales de los montes,
como continuación del firmamento.
ULRIKA 70 |
31
VENEZUELA
Eugenio Montejo (Caracas, 19 de octubre de 1938 - Valencia, 5 de junio de 2008)
Dura menos un hombre que una vela
Dura menos un pájaro, que un pez fuera del agua, casi no tiene tiempo de nacer,
Dura menos un hombre que una vela pero la tierra prefiere su lumbre para seguir el paso de los astros. Dura menos que un árbol, que una piedra, se anochece ante el viento más leve, con un soplo se apaga.
da unas vueltas al sol y se borra entre las sombras de las horas hasta que sus huesos en el polvo se mezclan con el viento, y sin embargo, cuando parte siempre deja la tierra más clara.
Juan Calzadilla (Altagracia de Orituco, 16 de mayo de 1930)
Paradoja del circunloco Yo estoy bastante satisfecho de que pueda hablarme a mí mismo y de que, además, pueda ser oído por alguien que como yo es de mi entera confianza. Y que me presta tanta tanta atención como la que yo a mí mismo me presto.
32
| ULRIKA 70
POESÍA ACTUAL EN
LENGUAS ROMANCES IV De los 60 poetas nacionales e internacionales convocados en el 30° Festival 2022, se incluye aquí una breve muestra. Biografías y poemas de todos los autores pueden leerse en wwwpoesiabogota.org.
ULRIKA 70 |
33
Augusto Pinilla Vargas(Foto: Archivo/VANGUARDIA LIBERAL)
Homenaje del XXX Festival Internacional de Poesía de Bogotá a
AUGUSTO PINILLA 34
| ULRIKA 70
Mística y poética en el universo de Augusto Pinilla Fragmento del prólogo escrito por Luz Mary Giraldo al libro Y la vida revivirá, (Antología personal) coeditado por Corpoulrika y el Instituto Caro y Cuervo con motivo de su homenaje.
POR LUZ MARY GIRALDO
H
ablar con Augusto, escucharlo, es oír a un Demiurgo que ordena la vida y la de sus personajes, un demiurgo como los que él nombra mientras adentra al interlocutor en lo más hondo de la existencia y de la palabra. Y es que, si existe un escritor que haya hecho de su vida una experiencia poética y de su creación literaria una forma de existencia, es Augusto Pinilla. En él vida y poesía están unidas de manera tan profunda que en su voz el mundo se nombra siempre con el ímpetu de la palabra que es soplo creativo, canto órfico, principio y fin, eternidad, renovación, eterno retorno. Palabra solemne la suya que, en sí misma llama e invoca, evoca y convoca desde el más hondo sentido religioso, el que está ligado a lo trascendental, misterioso e inexplicable. Aun en las circunstancias más prosaicas, su palabra conduce a los dioses, a la naturaleza misma, a la historia, a grandes autores, a lo potente, al amor. Apela a lo sagrado y lo hace en nombre del amor, como el colibrí, que entre los pájaros es “el consagrado amante de las flores”. Invoca el diluvio y vemos “correr el agua por la tierra/ como un poeta hace correr el fuego/ por sus viejos poemas”. Y es capaz de sospechar que fue “en conversaciones con Sócrates/ o en paseos con Hölderlin/ por las ruinas de soles sin olvido/ donde surgió el oráculo/ de que puede pensar lo más profundo/ quien ama lo más vital”, como dice en “Poema filosófico”. La suya es una poesía de pensamiento profundo, pero pensamiento vital, vivido desde lo más hondo del ser. Sustentada en la reflexión. Por eso no hay versos ni títulos al azar. Nada es espontáneo en su universo literario: ninguna palabra, ningún poema, ningún cuento o novela, ningún ensayo. No hay in-
mediatismo. Cada verso es pensado, reflexionado, asumido más allá de las sensaciones, pues al revelarse como una forma de conocimiento no hace de las emociones su máxima expresión, sino más bien las objetiva. Los sentimientos existen, los dolores, la angustia, la soledad, pero su voz poética los silencia para darle cabida especialmente a lo bello y al amor, a la mística de lo creado. Nada más claro ante esto que su poema “Carta a Laura”, en el que pide la eternidad de los amantes: Yo pido que la vida y el señor de la vida y el hilo de luz pura que une las estrellas y las piedras preciosas y sostiene el danzar de los planetas y las cosas y todo y también todos acaben para siempre con el adiós y olviden el olvido y sean solo amor y el amor de los dos sea lo eterno. Versos iluminados y esperanzados. Versos que buscan la eternidad y alejan el desasosiego. Versos que tienen implícita y como fondo la tradición clásica y la música como canto de las palabras, sentido órfico. La palabra como posibilidad de recomenzar. Poesía como llamado, dice en “Orfeo”: “Cuando escribías el poema/ respondías un llamado/ y llamabas una respuesta”; y el llamado lleva a evocar lo perdido en el mundo cotidiano, en las calles de la ciudad, sincretizando tradición y contemporaneidad para, de manera circular, asumir al poeta como alguien con “Un destino que aprendió a cantar/ enULRIKA 70 |
35
AUGUSTO PINILLA
tre lo oscuro y el infierno”, y ante cada caída o cada tropiezo canta de nuevo y llama “nuevos amores/ con desconocidos recuerdos”. (...) Del alto romanticismo, del de Hölderlin o Goethe, entre otros, en su propia contemporaneidad dialoga con sus arcanos. Cómo no pensar en su largo poema “El ángel en la hoguera”, incluido en su libro Poesía (2000), en el que aprovecha la singularidad de la poesía meditativa y narrativa, como es la suya, para recorrer el pensamiento de su época y su propio pensamiento, y de manera alusiva saca a flote problemas sociales o políticos, el énfasis en la lectura y la escritura, “el vuelo deslumbrador del pensamiento”, “la historia/ del que aprendió a cantar/ en el descenso al infierno/ hasta encontrarse en nombre de los Dioses”: Mis amigas de los años setentas fueron como tú primero la perfecta justicia después solo el debate intransigente después algo divertirse y un poco para el amor si quedaba todavía (...) cuando me llamaste para hacerme volver del filo del mundo a soportar el desdén de tu santa belleza ver las ruinas de la vida en el escenario (…) Ángel para entonces desengañada de verdad (…) En la evocación llama al Ángel “con
36
| ULRIKA 70
mirada de poema sagrado entre pirámides”; lo evoca con toda su belleza en una prosa que sueña caminar alguna vez por Palestina “señalando destrucciones”, pasar por las fronteras donde observa la agonía de Dios, “los ojos puestos en un soplo punto del cielo”. Desde sus primeros poemarios, Augusto Pinilla define al poeta caminando entre la niebla “con los zapatos llenos de rocío/ y la primera luz entre los árboles”. El sueño de la elevación busca al ser poético y encuentra la creación de la belleza. La sagrada belleza que redime y que da luz. De ahí estos versos: No niego que en tus páginas/ de impecable poeta equivocado/ encontré la claridad para el camino.
Escritor colombiano Augusto Pinilla Vargas
HOMENAJE DEL XXX FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE BOGOTÁ A AUGUSTO PINILLA VARGAS
Poemas de Augusto Pinilla (Santander del Sur, Colombia, 1946) El Diluvio Hizo correr el agua por la tierra como un poeta hace correr el fuego por sus viejos poemas. Pero hubo uno —un hombre o un poema— y viendo que era bueno lo presentó en el arca para empezar de nuevo, como un viejo poeta que no logró librarse de su invento.
Los Funerales de Venecia Alguna vez te unirás en la memoria con la al fin sepultada Babilonia y con la Atlántida oculta en el misterio. Ese día entenderás que el universo no profesa piedad a lo erigido por la mano del hombre, sino que está de parte de lo por siempre vivo, entre lo que se cuenta aquel aliento que motivó tus obras. Tu historia y tus palacios donde viven mezclados recuerdos de batallas y de amores con los ecos del agua, y la marea de historias cotidianas, se perderán contigo, ciudad de campanarios y palomas, novia vestida de nostalgias púrpura, en el oscuro vientre del Adriático. Que nadie lo lamente. Si ya no hay catedrales y campanas queda el rumor del mar y los efímeros palacios de las olas. Si ya no hay tintorettos en aquellos salones, ni queda huella alguna de la pietá de Sebastián del Piombo ni de tu intimidad gris y dorada, si nunca más en ti la voz de Byron ni el abrazo sin paz de casanova; si jamás otra vez contemplaremos a la bella tan bella en los pasillos con estatuas vivientes de tu noche el mismo sol contempla tu ausencia desde el cielo y hay nubes de colores y extensiones del mar cubiertas por ciudades hechas de resplandores en donde fuiste tu ciudad Venecia. ULRIKA 70 |
37
AUGUSTO PINILLA
Autorretrato
Retorno eterno
Un poeta camina por los prados hacia la cima de la niebla Quiere atrapar el día a la hora de su nacimiento y darle una palmada y que rompa a llorar —por la primera vez— entre sus manos
Vuelva la vida a suceder completa Y con todo detalle y sus trabajos Todas las veces Si para siempre he de volver a verte Siento que como eres Y te encuentro Y hablamos Y los días se llevan tus perfiles sin que pueda alcanzarlos Y el necesario amor Y el imposible El universo volverá a este punto de su tiempo y su espacio Y la vida revivirá otra y otra vez Porque todo querrá volver a verte Y volver a verte en lo eterno
Un poeta se pasó la vida en el umbral de niebla de los amaneceres tratando de atraparlo. Al final, todo el mundo lo vio aparecer al extremo del bosque, llorando, con los zapatos llenos de rocío y la primera luz sonriendo entre los árboles.
Junio 1 a 5 -1996
Aurelio Arturo También es bello ahora seguir viviendo ser una cosa y otra y nube y aire y corazón de selva en este todo que es infinitamente También es bello —dices— con lentitud de sabio de la nieve entre aureolas siderales saber que se ha sido y se será sin poder evitarlo tantas cosas y ser la poesía Y me sigues hablando del castillo y su dama reales y soñados de la vida de hoy y toda gesta y su canción del pueblo de las sombras y las hadas las fábulas eternas que en un lecho de Arabia la más hermosa reina entre las noches relata todavía a su rey enemigo amante amado y lo que fue la lluvia de guirnaldas y de voces y rostros del ayer junto al piano invisible a través de tu piel y tu Colombia única Palabras como muerte no hablan sino de un día en que uno se desnuda de una forma como de cualquier traje y continúa y permanece para siempre Es por eso que no puedo encontrar entre todas las palabras una para decirte adiós. 38
| ULRIKA 70
5 poetas de Italia Nos acompañan en esta versión del certamen con su participación virtual desde Italia, y esperando contar con la posibilidad de un nuevo encuentro en Bogotá, los autores: Silvia Rosa, publicada y traducida al español por Antonio Nazzaro, (Tempo di riserva, Giuliano Ladolfi Editori, 2018) Raffaela Fazio, Gianni Darconza, Lucilla Trapazzo y Mattia Tarantino, con selección y traducción a cargo de la poeta Marisol Bohórquez Godoy, publicados en la Antología CUADERNO DE TRADUCCIÓN Veinte voces de la poesía italiana contemporánea (1949 – 2021). Editorial Colección Anverso, (poesía bilingüe), Bogotá, 2021. Textos bilingües de los invitados se podrán leer en wwwpoesiabogota.org
Silvia Rosa (Turín, Italia, 1976) Licenciada en Ciencias de la Educación, con especialización en Educación y Formación de Adultos y un Máster en enseñanza del italiano. Entre sus publicaciones, se destacan los poemarios Tutta la terra che ci resta (Vydia Editore, 2022), Tempo di riserva (Giuliano Ladolfi Editore, 2018), entre otros.
Aquella vez
Qué desperdicio esta cotidianidad
Aquella vez que el sol cayó al suelo con un disparo de voz dentro de su propia luz golpeado fuerte, parecían luciérnagas las astillas que me caían entre los cabellos atados en un nudo, parecía el fin de un mundo
Qué desperdicio esta cotidianidad vaciada de ternura, desnuda piedra que nos rebota en contra, mirada de horizonte domesticado seco
pero luego la vida se reanuda - así dicen solo que menos luminosa y un poco más fría, incomoda, la voz vuelve a sus silencios confabulando con las sombras, vuelve para no decir para decir a medias para hacerse viento ligero entre las nubes que desde aquella vez me siguen atentas, en fila no entendí si en un cortejo fúnebre o para darme la ilusión de ser aún una esposa aún la misma de antes - a la espera siempre - aún viva.
(y yo que construía geometrías golosas de palabras para hacer menos soso el golpeteo mecánico de la lengua contra los dientes, al modo de los niños intentaba el juego repetido - serio - de apretarse ahora y siempre como si no hubiese una secuela) qué desperdicio la muerte blanca muda de un día para otro idéntico de pequeñas luciérnagas de felicidad intermitentes, aplastadas en la oscuridad de un tiempo tan distraído que incluso la banalidad de la nada tendría quizás un sabor menos mezquino. ULRIKA 70 |
39
POESIA ACTUAL EN LENGUAS ROMANCES IV
Raffaela Fazio (Arezzo, Italia, 1971) Pasó diez años en varios países europeos antes de instalarse en Roma, donde trabaja como traductora. Licenciada en lenguas y políticas europeas en la Universidad de Grenoble, Es autora de varios poemarios. Entre los más recientes: El arte de caer (Biblioteca dei Leoni, 2015); El último cuarto del día (La Vita Felice, 2018).
Conocimiento
Opuestos contiguos
En sus vendas cada cosa espera que la mirada la reconozca, la salve
Como el sol busca en la noche el lado opuesto de la tierra lo familiar se mueve hacia lo desconocido. Tú y yo que en la guerra nos amamos ahora regresamos a dos treguas lejanas. Dejamos la cama soleada y deshecha como un absoluto que en vano buscaría un límite como un decir infinito que se retracta de lo dicho.
la desnude a fin que de ella permanezca aquello que la luz golpea: esbelta enredadera entre mundos solitarios. O incluso menos: voz que el sueño crea danzando a su alrededor como el hilo que una araña produce desde su interior.
Entre las especies Tan inseguro el hombre tan diverso de todo si en el resto de la creación el primer contacto entre las especies es hambre, no asombro. Pero el hombre no está hecho para la batalla. Su inmovilidad se asemeja a la conciencia o a su sonajero: un salto y después la maravilla.
40
| ULRIKA 70
*** Voy a reiniciar el viaje la historia de un rostro que nunca he tocado el día que se acaba. Lo reinicio desde un instante preciso. Luego muevo ese momento como si fuera la punta de un compás para ver con igual radio la transformación del diseño y el coraje con el que se compromete la memoria en el hacer de sus pasos cerrados una danza de victoria.
CINCO POETAS DE ITALIA
Gianni Darconza (St. Gallen, Suiza, 1968) Es poeta, narrador, traductor y profesor de Literatura y Cultura Española y Literaturas Comparadas en la Universidad de Urbino Carlo Bo (Italia). Ha publicado los poemarios Oltre la lastra di vero (Montedit, 2006); Materia oscura (Raffaelli, 2017); Antipartículas- Antiparticelle (Higueras, Bogotá, 2019, con la poeta colombiana M. Bohórquez), entre otros.
Sílaba a sílaba escribo la noche sobre el blanco de los cerezos en flor y en las nubes oscuras del horizonte
resuena el eco de mis miedos todo sucede por casualidad y nada perdura ni siquiera el sueño de la luna que detrás del resplandor robado al sol revela la sed en los cráteres del mar revela el desierto más allá de las palabras
Antipartícula
Don quijote
Nunca nacemos solos Siempre nos originamos en pares neonato y antineonato separados desde el nacimiento lanzados a velocidad de la luz en direcciones opuestas Pero guardamos el recuerdo del parto gemelar conservamos la memoria de nuestro semejante y hermano la misma masa y signo opuesto (¡Dirac, tu ecuación previó también esto!) cada uno en busca de una meta cada uno detrás de una quimera escapamos para no encontrarnos una segunda vez Pero el espacio-tiempo se curva y lo que parecía una fuga no es más que un movimiento circular que conduce a una segunda cita, yo al final de mi vida tú al final de tu muerte Entonces entre dos oscuridades un resplandor un haz denso de fotones en el futuro detectado tal vez por algún observador Nunca morimos solos
Si para atrapar una chispa de eternidad en una mirada mi querido buen hidalgo la locura te ha secado el cerebro si para llenar el vacío dejado por un manto entretejido de estrellas viajaste a la luna a recuperar el juicio perdido cuando regreses entre la gente pierde la razón nuevamente entre las hojas arrugadas de un bosque o en los brazos de un reflejo Porque no hay peor locura que aceptar tus propias fronteras y dejarse morir de fatiga entre la melancolía de los días azotado por la monotonía de los acontecimientos Deja que se pierda la razón que vague en la silla de un caballo de madera entre campos de trigo y molinos de viento hacia el atardecer de sangre que palpita entre los valles y las montañas entre bocanadas y susurros vagabundos Después de todo la locura nos atrapa cuando se ha perdido cada temor cuando se descubre que en la naturaleza nada es realmente necesario hasta que el asombro nos empuja entre empresas inútiles y mil aventuras a perseguir nuestro horizonte
Sed
ULRIKA 70 |
41
POESÍA ACTUAL EN LENGUAS ROMANCES IV
Lucilla Trapazzo (Cassino, Italia, 1964) Actualmente vive entre Zúrich y Nueva York. Graduada en Literatura y Lenguas Extranjeras Modernas (La Sapienza de Roma). Realizó estudios de máster en Cine y Video. Libros de poesía publicados: Ossidiana (2018, Volturnia Edizioni); Dei Piccoli Mondi (2019, Il Leggio Edizioni), y Trentagiorni, Haikus (2019, Il Sextante).
*** Se llena de vidrio el discurso en las noches sin sueño y de clavos y candados. No es nuestro este tiempo lacerado. No es fuga no es espacio blanco ni alas. Es la mano (la mía) que cae en la sombra Perdóname y espera. Dentro de una hora acontece la mañana. Deja que vuele ahora la golondrina azul. Deja que vuelva a la luz a bandadas de pájaros infinitos. *** Quisiera saberte incendio en mí sin un mañana. Y luego seremos carreteras y trenes opuestas direcciones.
El horizonte de sucesos No sé si la palabra contenga el infinito o si es solo una abstracción flatus vocis. Si son signos o significados las instituciones del pensamiento nescio. La mente es mecanismo limitado un juego en las manos de los niños. Y sin embargo, aferro de la tierra el nombre
42
| ULRIKA 70
Un clavo, una flor un hilo tejido en el barranco en los paréntesis del viento. Se posa sobre el codo la ausencia. (y el alba es sólo un alfabeto morse.)
*** Sí, aún te espero más allá del rio y de este lado de la razón Habitamos el espacio azul claro de las manos más allá de las palabras ya dichas y raídas antes que tú nacieras. Y tú espérame más allá del tiempo espera que yo regrese en la danza de un fotón, en el destello de un iris que por fortuna te atraviesa sin carne en el viento o encarnada en las ramas de tu árbol en la obscena imperfección del amor.
y de las cosas, la abeja, el viento lento las semillas, la noche que pasa que retorna en el cielo claro ondula como vela el lago. Inunda la belleza desnuda y al infinito germina in re el pensamiento. Seducidos sobre la perla azul dentro de la nada inmensa, jugamos a demostrar el mundo, perdidos en el horizonte de sucesos.
CINCO POETAS DE ITALIA
Mattia Tarantino (Nápoles, Italia, 2001) Es co-director de Inverso – Giornale di poesia; colabora con YAWP – Giornale di letterature e filosofie e Menabò – Quadrimestrale internazionale di cultura poetica e letteraria; como traductor con Iris News - Rivista internazionale di poesia. Ha publicado los libros: Tra l’angelo e la sillaba (Terra d’ulivi, 2017) e Fiori estinti (Terra d’ulivi, 2019), y tradujo al italiano Poem of the end (Poema della fine - Terra d’ulivi, 2020) di Vasilisk Gnedov.
Quisiera ver el cielo
Otoño
Quisiera ver el cielo, pero las estrellas me abren la sangre y perturban los versos en boca de los muertos: esta noche mi madre no participa del pan que se divide, no permite ni risas ni oraciones, invierte todos los nombres y los ignora; esta noche mi padre no recuerda cuántas veces ha adivinado, cuántas veces la palabra le ha cortado la palabra. Esta noche tomo la aguja y coso mis ojos a los ojos de mi madre, tomo un pequeño cuchillo y vacío mis huesos en los huesos de mi padre. Me gustaría ver el cielo, pero las estrellas las tengo entre los dientes y lastiman.
Hace un tiempo que las hojas son inciertas, que el cielo no se hunde en sus venas oscuras, donde la sangre intrincada gira y cae. Esta mañana un gorrión centinela anunciaba la catástrofe cantando.
Víspera de invierno Ofrecí mis votos para el invierno, a la rosa derrotada por la nieve que no cae, no vacila, pero mientras que esperamos nos reniega. A partir de mañana los niños volverán a inventar nuevas historias y nuevas flores.
Los poetas Somos felices si rompemos las estrellas, si excavamos en el pan que vuelve al trigo, porque cada verso está manchado con tierra. Los poetas existen en el vino, en la sangre y en las sílabas: tienen huesos de uvas, y los niños los pisotean. Cuando vine al mundo ordené a los truenos desprenderse a mi grito; ahora imploro que al menos la semilla se salve.
ULRIKA 70 |
43
Antología de poetas catalanes contemporáneos La hora indefensa, Escarabajo Editorial, Bogotá, 2021 Selección, traducción y prólogo: Corina Oproae Editor: Stéphane Chaumet
Antología de POETAS CATALANES CONTEMPORANEOS
PRÓLOGO UN RÍO DE NOMBRES HACIA EL DESHIELO POR CORINA OPROAE
L
a poesía catalana está viviendo ahora un momento de gran fertilidad que se puede observar en cómo y en cuánto se escribe, se edita y se traduce. Esta antología es tan solo una muestra que pretende ofrecer al lector colombiano un acercamiento al panorama poético catalán actual y responde al criterio de selección de alguien que 44
| ULRIKA 70
llega a la cultura catalana y se la hace suya, desde la afinidad poética, la honestidad, y, evidentemente, desde la lectura interesada y constante de la poesía catalana, aunque, claro está, asumiendo la imposibilidad de leer a todos los y las poetas que han escrito y publicado en el período de tiempo en que se sitúan las obras de los aquí antologados (nacidos entre las décadas 40 y 80 del siglo pasado). Pero antes de referirme a dicho período y a la elección de los poetas, creo que es preciso volver la vista atrás para señalar algo importante: los nombres de poetas que las letras catalanas han dado a la literatura universal son muchos, tomando en consideración, como ya se ha señalado, el número no muy elevado de hablantes de la lengua catalana a lo largo del tiempo y los altibajos que la intensidad de la actividad poética y literaria ha tenido durante los siglos, ya que la lengua catalana se ha visto en la obligación de convivir con un idioma con tanta fuerza, empuje y prestigio como el castellano. Desde el Medioevo, cuando surgieron los grandes clásicos de la lengua catalana, Ramon Llull y Ausiàs March, y hasta el día de hoy, la producción poética en catalán ha pasado por épocas de bonanza y de penuria, al compás de los pasos firmes de la historia.
ANTOLOGÍA DE POETAS CATALANES CONTEMPORÁNEOS
Durante la Decadència, época que suele situarse entre el siglo XVI hasta mediados del XIX, hubo nombres de menor relieve. Sin embargo, se produjo una importantísima recuperación durante la Renaixença, a mediados del XIX, con una clara apuesta por el renacer de la lengua catalana como lengua de cultura, siendo la época marcada por la aparición de Jacint Verdaguer, el forjador de la poesía catalana moderna. Este “Renacimiento”, dio paso al Modernismo posterior, con Joan Maragall como máximo representante, o aquel período importantísimo por la consecución de una normativa única de la lengua catalana, de la mano de Pompeu Fabra, el Noucentisme (Novecentismo), cuyo final coincidió con el golpe de Estado de Primo de Rivera (1923), y que dejó a la literatura catalana el legado de Josep Carner. La misma apuesta por la lengua se dio también durante los movimientos de Vanguardia, debido a que, en 1932, después de la proclamación de la República en 1931, en Cataluña se instauró el Estatuto de Autonomía y el gobierno de la Generalitat restaurado volvió a considerar el catalán como lengua oficial. Sin embargo, los avances se detuvieron en seco con la llegada de la Guerra Civil española, que supuso un período de represión y persecución para la lengua y la cultura. El Estatuto de Autonomía fue suspendido, el catalán dejó de ser lengua oficial y muchos de los escritores catalanes se vieron obligados a exiliarse a la vecina Francia (Carles Riba escribiría allí su maravillosas Elegías de Bierville) o a Latinoamérica, especialmente a México (como Agustí Barta o el mismo Josep Carner). Sin embargo, las instituciones siguieron ejerciendo su labor en la clandestini-
dad. Además de la figura central de Carles Riba, también destacan las poéticas de J.V. Foix y Joan Salvat-Papasseit o las de Joan Vinyoli, Rosa Leveroni y Màrius Torres, una de las voces más prometedoras de principios del siglo XX, quien muere a inicios de la dictadura franquista. A pesar de los estragos de la dictadura, continuaron surgiendo poetas de la talla de Gabriel Ferrater, Salvador Espriu, Joan Brossa, Josep Palau i Fabre, Montserrat Abelló (introductora a Cataluña de grandes poetas en lengua inglesa) Miquel Martí i Pol, Blai Bonet, Vicent Andrés Estellés, Màrius Sampere o Felícia Fuster, cada uno de ellos con unas poéticas muy peculiares y sólidas y, en algunos casos, una considerable proyección pública. Como señala la crítica, entre los poetas nacidos en los 30 y 40 y que empiezan a publicar en la última década de la dictadura franquista, destacan, por un lado, Feliu Formosa, Segimon Serrallonga, Joan Margarit, Marta Pessarodona, Margarita Ballester, Narcís Comadira, Francesc Parcerisas o Francesc Garriga, algunos de ellos con poéticas que colocan el yo en el centro, afines a la así llamada “poesía de la experiencia”, en sintonía con la nueva visión de los poetas coetáneos españoles. Por el otro lado, encontraremos poéticas más bien deudoras de la vanguardia y la experimentación, con el lenguaje como eje de reflexión, con representantes como Pere Gimferrer (con obra tanto en catalán como en castellano), Jaume Pont, Josep Maria Sala-Valldaura o Antoni Clapés, el poeta que inaugura esta antología, junto con la mallorquina Antònia Vicens, quien después de una prolífica trayectoria como narradora, empieza a escribir y a publicar poesía bastante tarULRIKA 70 |
45
CORINA OPROAE
de (2009) y, sin embargo, en poco más de una década se convierte en un referente poético ineludible. Las dos tendencias se ven prolongadas por poetas nacidos en los 50, con representantes de la talla de Enric Casasses, Miquel de Palol, Teresa Pascual, Víctor Sunyol, Anna Montero o MariaMercè Marçal y Eduard Sanahuja, los dos últimos también incluidos en esta brevísima selección. Si los poetas nacidos entre los años 40 y 50 se formaron en español como lengua impuesta, los poetas nacidos entre finales de los 50 y la muerte de Franco (1975), serán quienes comienzan a publicar a finales de los años setenta y principios de los años ochenta, viendo poco a poco normalizado el uso del catalán desde las escuelas y las instituciones. Son poetas que miran tanto hacia atrás, hacia los propios catalanes (Ferrater, Vinyoli, Estellés) o hacia la poesía en lengua inglesa (ahora más que hacia la francesa), llevando el poema hacia un desarrollo más narrativo, en una especie de vuelta al lirismo que se nutre de la experiencia personal o de la reflexión individual, como bien señalan Josep Maria Sala-Valldaura y Vicenç Altaió en la antología Medio siglo de poesía catalana. Los nombres más representativos son muchos: Susana Rafart, Maria Josep Escrivà, Anna Dodas, Jordi Larios, Lluís Calvo, Sebastià Perelló, Josep Porcar, Marc Romera, Laura López Granell o Dolors Miquel, Gemma Gorga, Jordi Mas, Manuel Forcano, Melcion Mateu y Sonia Moll, los seis últimos incluidos en esta selección. Un apunte interesante, a mi modo de ver, es que los nombres de mujeres poetas ya comienzan a ser cada vez más frecuentes y visibles. Los últimos cinco poetas de la antología: Mireia Calafell, David Caño, 46
| ULRIKA 70
Rubén Luzón, Maria Cabrera y Anna Gual pertenecen a lo que se ha llamado la generación del tercer milenio, con muchos otros nombres no incluidos aquí, con poéticas muy interesantes como las de Josep Pedrals, Esteve Plantada, Maria Antònia Massanet, Míriam Cano, Jaume Pons Alorda, Blanca Llum Vidal o Jaume Coll Mariné, por nombrar unos pocos. Es difícil despachar a toda una generación viva y en continuo movimiento, en un párrafo, pero se podría decir que hacen una poesía con una importante dimensión oral y performativa, con una clara intención de renovación de los lenguajes, que intenta reivindicar la identidad colocando el cuerpo en el centro, una poesía que equilibra la balanza que siempre se había inclinado hacia el lado de los hombres, haciendo ya imposible aquel hábito de hablar de la poesía escrita por mujeres señalando su ausencia. Antes, cuando decía que esta selección es brevísima, quería decir que es limitada, ya que los y las poetas que he incluido solamente son quince. Es por lo tanto evidente que podrían o deberían
Corina Oproae, poeta y traductora.
CORINA OPROAE
ser muchos más. El proceso de selección fue difícil y algo frustrante, sobre todo cuando pienso en nombres cuyas poéticas encajan perfectamente dentro del criterio de selección establecido. Pienso en Ponç Pons, Biel Mesquida, Maria Josep Escrivà, Josep Porcar, Blanca Llum Vidal, Laura López Granell, Maria Antònia Massanet, Jaume Pons Alorda o Míriam Cano. Y para justificar de alguna forma la retahíla de nombres que he ido dejando atrás mientras escribía estas palabras, diré en mi defensa que, de niña, cuando empecé a leer, tenía una afición extraña. Me fascinaba decir en voz alta los listados de nombres de la Biblia. Ahora solo leo poemas en voz alta, pero imagino que en esa fascinación había algo vinculado con la creación del mundo y que, a mi manera, lo intuía. Ojalá los nombres que aquí menciono (que son muchos, pero también hay muchos que se quedan fuera y podrían perfectamente ser mencionados) no sean para el lector una lista estéril sino una llave que también abra un mundo ante los ojos y el sentir del lector, más allá del alcance de esta simple antología. Para terminar, me gustaría aclarar que el título procede de un poema de la poeta más influyente y traducida presente en la antología, la única desgraciadamente fallecida de manera prematura, Maria-Mercè Marçal, y que la intención a la hora de escoger unas palabras suyas
como carta de presentación del libro es evidente: por un lado, contribuir, aunque sea ínfimamente, al reconocimiento de la importancia de su obra para la poesía catalana y para las generaciones futuras, y por otro lado, inclinar la balanza hacia el lado de las mujeres poetas (de aquí la elección de ocho mujeres y siete hombres, ¿por qué no decirlo?). Tal vez sea necesaria otra aclaración en este sentido. El poema de Marçal habla de “la hora indefensa/y abierta del deshielo”, siendo para ella el deshielo, la recuperación de la fluidez, símbolo femenino que trae consigo el retorno a la vida, al sentido de todo aquello que nos rodea. Y dice Fina Llorca, estudiosa de la obra de Marçal: “El deshielo se puede producir una vez superada la muerte del padre, o, mejor dicho, la muerte que trae – la ley del padre, la responsable de esta petrificación.” Pensará el lector que el deshielo no está en el título. Para mí esta ausencia implícita significa que la poesía catalana actual ha llegado a la fluidez, a una incorporación natural de lo femenino (los poetas hombres que he escogido creo que lo ejemplifican con creces), a una especie de equilibrio del cual quien sale ganando es el lector. Una vez sumergidos en las aguas de estos versos, ojalá empiecen a sentir con fuerza el fluir subterráneo de tantos nombres. Corina Oproae
ULRIKA 70 |
47
ANTOLOGÍA DE POETAS CATALANES CONTEMPORÁNEOS
Dolors Miquel (Lleida, 1960) Es poeta, rapsoda y traductora ocasional. Algunos de sus últimos libros de poemas son: Mos de gat (Mordedura de gato, 2002), Amb capell (Con sombrero, 2003), Missa pagesa (Misa campesina, 2006), La dona que mirava la tele (La mujer que miraba la tele, 2010), entre otras publicaciones en narrativa y ensayo.
Himno del Rambo de la Siesta (Plegaria Universal) Sursum corda…. ¡arriba los corazones!… ¡arriba los culos!
¡Levanten el culo de las sillas, hijos de la gran cerda! ¡Levanten sus cuerpos del sofá, cabrones aletargados! Y si no pueden porque están sobrealimentados de vitaminas, caminen con el sofá pegado al culo, rambos de la siesta, como el caracol, encabronados, como el caracol carguen con la casa. Levántense de la tumba, bobalicones
multimedia, lazarosos consumidores del sueño norteamericacano. salgan, salgan de este claustro, de esta gran catedral, hombres de clausura del siglo 21. Hombres enclaustrados. Coman el misterio del excremento, expulsados sean del intestino materialista de la panza del buey del dólar. ¡Levanten el culo de las mentiras fofas, hijos de la gran cerda! Huelan el aire contaminado por su mierda. Revuélquense como los cerdos en la charca de la vida. Revuélquense. Anden….
Anna Gual (Vilafranca del Penedès, 1986) Publica su primer libro de poemas, Implosions (Implosiones) en 2008. En 2013 gana el Premio de poesía mediterránea, Pare Colom con el libro L’ésser solar (El ser solar) y en 2015 publica su tercer poemario Símbol 47 (Símbolo 47).
Trastatarabuela El derecho a rendirnos no es un derecho, debiste decirle a alguien que se me parecía. Es un error semántico. Es un engaño de magma. Todos los siglos son el mismo siglo. Solo cambian los colores y las formas. 48
| ULRIKA 70
Las costumbres. Las bacterias. Tú siempre has habitado todos los tiempos. Siempre has vivido dentro de mí. Viva y muerta, a la vez. Con el afán de quien empuja descalza un carruaje.
ANTOLOGÍA DE POETAS CATALANES CONTEMPORÁNEOS
David Caño (Olot, 1980) Poeta y activista social y cultural, ha colaborado con los diarios El punt Avui, la Directa, Núvol o Crític. Como poeta, se dio a conocer en el 2007, cuando ganó el Premio Amadeu Oller con Barcelona. Desde entonces, ha recogido su poesía en siete volúmenes. Forma parte del grupo musical Ovidi4, junto con Mireia Vives y David Fernàndez.
Punto Final No será un poema-prisión. No hay una estética de esta locura-desgarro. Podrás decir cicatriz y será como quien dice literatura, como quien escribe silencio para no callar. Blanco estúpido. No será un poema-prisión. En Portbou vimos morir al mundo y ahora nos queda solamente esperar que la química haga su efecto. Desexistir en el desapego y sentir el vértigo del vacío echando
raíces agua adentro, en esta nada amniótica que quema como un círculo de fuego del revés. No hay calma al fondo de esta oscuridad-tramontana, en los lugares que nos son refugio porque allí nunca nos hemos amado. Quisieras abolir la consciencia, apuñalar, uno a uno, a todos los peces que apestan la esfera sucia de unos recuerdos que ya no podremos olvidar. Es imposible. No será un poema-prisión. Y tampoco hay lenguaje que no se demuestre incapaz, que no fracase.
Rubén Luzón (Valencia, 1982) Inició su trayectoria poética con Cames ajudeu-me (Salir pitando, 2005), libro que resultó ganador en el IV Certamen César Simón de Poesía. Posteriormente publica distintos poemarios y ha sido incluido en las antologías Pedra foguera: Antologia de poesia jove dels Països Catalans (2008) y Tibar l’arc: Una mirada a la poesia valenciana actual (2012).
Es una trampa tan cómoda, el plural, y a ella recorremos cuando se nos atrofia el ingenio y no acabamos de encontrar remaches que salven la apariencia. No sabemos de dónde proviene cada cosa y la altivez suele tener su fecha de caducidad, igual que inmediatamente después del orgasmo nos llega la tristeza. Y escarbar tiene que ser ya más que un gesto o una mera actitud: toda una vida
coagulándose en el acto de husmear. Porque solo hay avance y el avance cansa, igual que el retroceso. En todas las miradas, el abismo juega al escondite y descompensa las ansias de antes del estruendo. Y por el lado sur, las golondrinas tocan a somatén, restablecedoras de una amenaza que apenas aprieta. Me sorprenderá la paz, un día u otro. Entretanto, quirúrgicos, los versos blancos. ULRIKA 70 |
49
VOCES DE LA POESÍA COLOMBIANA DE HOY
S
e destaca la labor en torno a la creación poética desde las distintas generaciones que han acompañado los inicios de la revista Ulrika, un espacio donde muchos autores fueron dando otras luces a la cultura e importancia de la producción literaria y específicamente poética en Colombia. Hasta nuestros días, a lo largo de sus 70 números, la revista contiene una variada muestra de autores destacados, de la región y de Iberoamérica y en ocasiones, de otros ámbitos geográficos, pero también incluye a las llamadas nuevas voces y fomenta las obras en marcha siendo parte de los movimientos culturales de cada época, en diferentes contextos. En esta 30° versión del Festival, participan diversos autores jóvenes que reflejan esas nuevas voces, con identidad propia: Daniela Avendaño, Juan Carvajal Franklin, Martha Cecilia Ortiz, Gustavo Acosta Vinasco, Diego Vélez; Dufay Bustamante, Sebastián Barbosa, Nicol Alzate, Solara Sosa y Alejandra Castillo.
50
| ULRIKA 70
VOCES DE LA POESÍA COLOMBIANA DE HOY
Daniela Avendaño (Bogotá, Colombia, 1988) En algún momento adelantó estudios universitarios que nunca culminó. Entre su obra publicada están los "Absurdos", "Silencios" y "Fortunas" (2016); hizo parte de la antología Pecados Capitales de Ediciones Exilio (2019), entre otras publicaciones, y en 2021 se publica su primer poemario La ingeniería de los carros tirados por caballos, por Editorial Favila.
He vuelto (ha pensar en mi)
Cabeceo
Entonces me creía monarca de las aves, pastora absoluta de las palomas. Corría durante horas imponiendo mi dirección en danzas frenéticas.
En duermevela toda existencia es una manifestación visual de la sonrisa del gato; a los colmillos se les nota la falta de carácter entre las indecisas nubes, y las patadas, ancladas en el costillar de la felpa caminando.
Tenía 5 años y un complejo de grandeza que empeoraba con la complicidad y obediencia de las alas. El aullido del viento, un vibrato entre las hojas es el mismo, pero sin palomas. Mis ojos enlagañados en el asombro, los mismos, pero ahora avanzo con la lentitud del tigre enfermo. Los niños suenan agudos y desentendidos ¿sonaba yo así hace tantos años? Me recuerdo en absoluto silencio, en pocas palabras. La fractalidad que embellecía al parque no ha cambiado, sublime a pesar de las ausencias y las toneladas de este cuerpo adulto. Extraño la obediencia locomotiva de las columbas, yo era gigante en aquel tiempo, aunque midiera mi masa en gramos.
Se mezcla el cansancio en la caja de arena que no cambiamos hace meses, la caja vencida entre la caca adormilada, donde la resignación del mueble felino aflora. La cabeza se menea –como la cola nerviosa–, Dublín me espera entre sueños ——— todo se apaga y la luz aún encendida.
Un supuesto Y si pudieras verlo hablar, ¿lo condenarías por su hermosura? Tal vez lo dejarías gobernar hasta que se demostrara inmarcesible, y entonces lo llevarías de la mano en un viaje corto por el sabor del rocío que nunca termina de caer. — ¿Y si pudieras verlo hablar? — No
ULRIKA 70 |
51
Sebastián Barbosa (Bogotá, 1992) Actualmente es estudiante de filosofía en la Universidad Pedagógica Nacional. Sus poemas son publicados en varias antologías a partir de 2018 y aparece en la antología de poesía cuir contemporánea (2021) editada por Planeta, y en otras antologías nacionales. Su primer libro se titula Este no es tiempo de fervor (2019). Es cofundador del programa cultural Poetas en vela.
Los pájaros del cuartel Algo se refleja en los muros de la casa, es el lugar de las apariciones la casa de las moscas no es difícil encontrarlo entre las ruinas está ahí en el filo de la noche, tranquilo náufrago de tarde remotas estatua de sal eterno hombre de sueño. Cuando levantes los muros de tu exilio y clausuren de una vez por todas la casa, no mires atrás. No temas que la noche nos vigila con sus palabras de agua. No intentes decir ni una palabra,
mira la bandera y recuerda: son los colores de quienes te han olvidado y persiguen para que seas un asesino. No mires los pájaros del cuartel militar no pienses en sus ojos panópticos no sueñes con sus curvados picos entre nuestros pliegues, amor. No te cortes las venas reúnete con los pirómanos que cercan la ciudad, encuéntrame todo humo detrás de un poste maldiciendo quémalo todo y déjame, después
Paula Alejandra Castillo Segura (Bogotá, Colombia 1998) En 2019 obtuvo el premio nacional de poesía "la palabra espejo sonoro" de la casa de poesía Silva. Actualmente cursa el pregrado de creación literaria de la Universidad Central y trabaja en su primer poemario.
Cursiva La maestra me obligaba a enredar las letras dibujando serifas al final de cada una, se entrelazaban como manos y unían sus vidas en contra de su voluntad. Repetía frenética: Las niñas escriben en letra cursiva.
52
| ULRIKA 70
Entonces me habría gustado ser niño para poder separarlas, romperlas, despegarlas de la hoja llena de cuadritos tristes, meterlas en el lápiz para llevármelas a casa y liberarlas en las paredes blancas de mamá libres de renglones y cuadritos.
VOCES DE LA POESÍA COLOMBIANA DE HOY
Solara Sosa (Bogotá, 1992) Poeta, estudió Lic en Español e Inglés en la Universidad Pedagógica Nacional. Ha sido publicado en las antologías: Calle Flamingo (2020) y Como la Flor; “voces de la poesía cuir colombiana contemporánea” (2021).
Noche Hay dos momentos en el día cuando Amanda se calla y puedo disfrutar del vivir. El primero es en la ducha y el segundo es la noche, no abordaré la primera escena: tan sencilla y corta pero tan precisa y elocuente merece su propio poema. La segunda es un poco más atractiva un escape constante del desamor y el fracaso porque en el día los miedos son más grandes. Acá el tiempo se detiene, las flores brotan en cada esquina en el Santa Fé y tu y yo bailamos en espacios remotos. Cuando la Negra y yo transitamos los caminos iluminados por los faroles celestes, una voz cae del cielo creo que ella ha sido mi única amante pero se desvanece. Yo solo me lo gozo, con todo lo que eso conlleva: tu y mi pluma, tu y mi bicicleta, tu y la maria, tu y el viche. Te lo daría todo Ese será mi acto de rebeldía
ULRIKA 70 |
53
Juan Carvajal Franklin (Norte de Santander, Colombia, 1964) Autor, editor, artista visual. Hizo estudios de Filología Hispánica en la Universidad Autónoma de Barcelona, y de arte con -énfasis en el libro, en el Conservatorio de Artes del Libro Antiguo “La Llotja”, de Barcelona.
POR JUAN CARVAJAL FRANKLIN En 1891, editado por, Casell & Company, Londres, París, Melbourne, se publicó el libro Travels and Adventures of an Orchid Hunter, ... (Viajes y aventuras de un cazador de orquídeas. Relatos de canoas y la vida del campo en Colombia, durante la cacería de orquídeas en el norte de los Andes, por Albert Millican). Hará unos meses se encontró una pequeña libreta de viajero de la Casa WH Smith –de las que se pusieron a la venta a partir de
1885–, manuscrita en inglés, con algunos dibujos y un mazo de fotografías descoloridas, todo envuelto en un pañuelo bien atado con una cuerda de hilo nativo, escrita por Mr. Millican. Ofrecemos aquí una versión muy fragmentaria con la esperanza de que algún erudito pueda interpretar como es debido, unas notas íntimas que no fueron pensadas para ser publicadas, pero que trascienden el ámbito privado y alcanzan otro más universal y humano.
No soy un temperamento itinerante, encuentro escaso interés en la ilusión de los viajes, y siendo indispensable mi presencia en un lugar distante de mi habitación, asumo con la mayor resignación la parte que me toca en el asunto... ¡Bah! ¡Detesto los viajes! Logré persuadir al viejo Brooman, de equiparme con los suministros necesarios para esta expedición. Mr. Brooman ha logrado aclimatar en su jardín orquídeas fascinantes –y eróticas– de perturbadores perfumes. Amanecer, tercer día El mar produce la sensación de un fluido metálico formado por peces de níquel que ascienden en arco hacia la corteza del aire, y el cielo le corresponde con bruma y pájaros grises de vuelo rasante.
No me atrevo a probar el agua. Bebo una mezcla de ron y quinina.* *– Hacia 1870, J. Schweppes & Co. añade quinina a la soda carbonatada para obtener agua tónica. Debido a la eficacia de la quinina contra el paludismo, los soldados británicos destinados en India combinaron la tónica con ginebra, alegrando así el sabor amargo de la quinina, de donde nació el gin-tonic, bebida nacional.
54
| ULRIKA 70
Poetas desde el Rock E
n el caso de la música, la música siempre está y es una con la poesía. En estas páginas no quisimos dejar de saludar al escritor Daniel Correa (quien nos acompañó con la Banda sonora del FIPB vitual, 2021) músico y poeta por naturaleza, y autor de estas bellas letras que especialmente publicamos en esta edición. Por otro lado, también con gran afecto y admiración agradecemos al artista colombiano Sergio Arias y la agrupación musical Malalma (Banda sonora virtual de esta versión del FIPB 2022).
ULRIKA 70 |
55
POETAS DESDE EL ROCK
Daniel Correa (Bogotá, Colombia)
Brilla
Como una serpiente
Brilla la Luna de los poetas De los que no tienen hogar La Luna que ilumina El camino en la oscuridad El alimento de los mares La luz del Dios de Babilonia
Como una serpiente con un ratón Como un murciélago Como “Mona Lisa” Mirando turistas en Niza Como un barco de vapor viajando sin temor
(Inédito)
Dejar vivir
(Del álbum: Huracán)
(Para vos) El deseo es una cárcel sin guardianes La ilusión una quimera en la oscuridad Lo imposible es un imán que no te suelta Y el roce de tu piel el veneno que me tomo necesito dejar vivir para vivir y verte seguir para seguir. Dejar de perseguir lo que no voy a encontrar, los latidos solitaries, que resuenan como un eco palabras sin destino se pierden en el viento. Los amores imposibles duran para siempre y esos besos que no fueron los llevamos siempre adentro Dejar vivir para vivir Y verte seguir para seguir Necesito Dejar de perseguir lo que no voy a encontrar (Del álbum: Nueva vida)
56
| ULRIKA 70
Como un fandango en re bemol Como un drogata sin alcohol Así, entre líneas sin dolor Empieza y termina una fábula de amor.
Peces en el mar Nadie sabe lo que pasa Nadie sabe cómo va a acabar Nadie sabe lo que siente el otro Nadie sabe cuál es su pesar Nadie quiere vivír con miedo Nadie quiere que le vaya mal Nadie queire morir de pena Nadie quiere volver a empezar Todos somos peces en el mar! (Del álbum: Nueva vida)
DANIEL CORREA
Vuelve y juega Yo ví, llovió El norte se me perdió Yo fuí, yo soy Lo que el viento se llevó Como un ciego vuelve a tropezar Como un barco se hunde en el mar A la una, a las dos y a las tres Voy a volver a empezar
Rebelde Americano (A Latinoamérica) Sur América: Resiste mientras puedas El miedo está en la calle En tu televisor Te mira a los ojos Te toma una foto Y te sientes tan bien
A las cuatro, a las cinco y las seis Tendré ganas de fumar Yo ví, llovió El norte se me perdió Yo fuí, yo soy Lo que el viento se llevó Y vuelve y juega Y sube y baja (Del álbum: Huracán)
Por los ríos de tus valles Y la sangre de tu Tierra Navega la serpiente Poderosa vibración, que ilumina el corazón Primitiva sanación, que ilumina la razón ¡Despierta el sentimiento del Sur! Suena la voz del Rebelde ¡Americano! ¡Despierta el sentimiento del Sur! Suena la voz del Rebelde Americano ¡Despierta el sentimiento del Sur! ¡Suena la voz del Rebelde Americano!
¡Despierta! (Del álbum: Chaval)
Vivir Vivir En una red social Es vivir enredado Entre hilos invisibles Buscando aprobación Y mendigando aceptación Vivir Pegado a una pantalla Es vivir sin sentir Entre seres extraños Buscando redención Y perdiendo la razón
Vivir Sin tocar ni ser tocado Es morir un poco Entre recuerdos y fantasmas Esperando algo de acción Implorando por amor Vivir Sin dios ni ley Es vivir a ciegas Entre ideas y conceptos Esperando un despertar Que nunca va a llegar (Inédito)
ULRIKA 70 |
57
- BREVE MUESTRA -
INVITADOS 30° FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE BOGOTÁ Raúl Emilio Acosta, Héctor Berenguer, Néstor Fenoglio, Susana Rodríguez (Argentina), Ivo Maldonado (Chile), Raúl Vallejo (Ecuador); Cristina Juliana Abril, Carmen Nozal (España), Grissel Gómez (México), Rudy Cifuentes (Venezuela), Stéphane Chaumet (Francia), Corina Oproae (España/Rumania), Dolors Miquel, David Caño, Anna Gual, Rubén Luzón (Catalunya), Gianni Darconza, Mattia Tarantino, Raffaela Fazio, Lucilla Trapazzo, Silvia Rosa, (Italia). Augusto Pinilla, Fernando Linero, Luz Mary Giraldo, Jotamario Arbeláez, Jaime García Maffla, John Fitzgerald Torres, Giovanni Quessep, Antonio Silvera Arenas, Marisol Bohórquez Godoy, Julio César Bustos, Gustavo Adolfo Garcés, Hellman Pardo, Yirama Castaño, Eugenia Sánchez, Rosaura Mestizo, Fabián Rodríguez, Óscar Pinto Siabatto, Alfonso Carvajal, Carlos Andrés Almeyda, Héctor Cañón, Tania Ganitsky, Oscar Torres, Juan Felipe Robledo, Fredy Chicangana, Francelina Muchavisoy, Nicolle Torres, Alexis Forero, Seyki Osorio, Dufay Bustamante, Gustavo Acosta Vinasco, Martha Cecilia Ortiz, Diego Vélez, Sebastián Barbosa, Solara David, Nicol Alzate, Paula Alejandra Castillo, Daniela Avendaño, Ómar Garzón, Juan Carvajal Franklin.
58
| ULRIKA 70
ARGENTINA Raúl Emilio Bigote Acosta
Héctor Berenguer
(Rosario, Santa Fe, 1944)
(Rosario, Santa Fe, 1948)
Periodista, narrador, ensayista y poeta. En Poesía publica en 2021 el libro ¿Por qué tenemos ganas de bailar?
Su obra recibió en 2020 el premio anual de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía.
Destino Sobre la pared La hiedra sube Sus ventosas se adhieren El verde insulta grises y descuidos Con el verano parecerá morir Marrón quieta el desprecio Gana la batalla
Esperará su tiempo sin quejas Desplantes humillaciones pedidos Nada No se irá Un día seis meses después volverá el verde Sin agresiones seguirá su camino hacia lo alto Quien abandona sus raíces conoce el secreto Para matarlas.
Néstor Fenoglio (Esperanza, Santa Fe, 1964) Entre sus más recientes libros, se destaca Con los ojos de entonces (Poesía), 2021. Sus obras fueron traducidas al francés, inglés y portugués.
Hotel Oriente La oscura bailarina baila y mil estrellas de lentejuelas rojas bailan con ella, los hombres que la rondan en la media luz de sus cigarros esperan ver a un dios. Cargada de brazales ajorcas de oro en los tobillos danza con terror místico, como si el mundo dependiera de ella y danzara con ella en el borde del abismo. Segura de ser un dios con brazos de serpiente. Por momentos permanece extasiada y el universo entero se entrelaza con ella. Las luces rojas se apagan lentamente... ¿Qué fugaz es todo? ¿Qué solos estamos frente al sol? En un mundo sin dioses la muerte danza con la vida en el juego del amor.
VI ¿Crecer es acaso apagar el brillo de los ojos, vernos vacilar, ser el otro, el que vamos a mostrar al resto del mundo?
- Autores publicados recientemente en la revista Ulrika N°66 (edición 2020).
ULRIKA 70 |
59
ARGENTINA / ESPAÑA
POEMAS
Susana Rodríguez
Carmen Nozal
(Mendoza, Argentina, 1981)
(Gijón, Asturias, España, 1964)
Desde muy joven incursionó curiosamente en el género poético y literatura en general. A los 19 años ingresó en el grupo literario La Colmena. Entre los países que ha recorrido con sus libros se encuentran: Argentina, España , Uruguay, Chile, Perú, Ecuador y Colombia.
Reside en la Ciudad de México desde 1986. Licenciada en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM.
Con el viento a favor
Sed
¡Parta enfermero, con el ardor de las venas cavas! Llévese también la sopa desalentada, el ladrillo invertido de esa pared, el sudor custodio de mi desafío.
Tan sólo vaivén, el mar se rompe en la rutina.
Esquive la artera mirada que a su andar incite. ¡Que clame el motor su emergencia! Llegue pronto. Que no pueda la noche descuidar el encargo.
Deja su brazo de aluminio
Riego por mi camino su plena daga… ¿No ve? ¡Ahí! Por donde se reúne la jauría en su festín carroñero hasta mis entrañas, por donde la morada abandona el cuerpo.
de ser definitivo.
Exhiba los trazos gruesos que marcan esta piel vencida de soles tardíos, esta voluntad amiga de la lapicera que desangra en versos esta urgencia… Parta ya, llegue pronto por favor.
El ombligo del mundo Quiero conocer del otro lado de la cama lo que no decimos, pero acompaña. Saber el amor guardado que muestra garras -cada noche- olvidar el sol quemando nuestra piel hasta las cenizas. Quiero darte, entre todas las cosas, un nombre que niegue la razón del sentir obligado… Mi espejo no me dejará mentirnos cuando llegues a casa.
60
| ULRIKA 70
extendido entre puntos cardinales; quiere dejar de ser mar,
Tiene cortadas las venas y un muñón que sangra jade; es una tinaja de heridas frescas: nadie lo bebe
Nota: -Poemas de Carmen Nozal han sido publicados recientemente en la revista Ulrika N°66 (edición 2020).
POEMAS
CHILE Ivo Maldonado (Talcahuano, Chile, 1978) Poeta y editor. Recibe el año 2021 la condecoración por su aporte a la poesía, otorgado por el Municipio de San Germán, Puerto Rico. Es Premio Internacional Escuela de Artes y Culturas Amazónicas, Ministerio de Cultura del Perú, 2022.
El salón de los antepasados ¡No tengo sueños por despertar! Mi piel es una botella lanzada al océano Un enjambre de cosas por venir ¡No tengo sueños por despertar! Mis pies son postales enviadas a países en guerra Donde todo es piedad y cicatrices Los botes de mi playa han sido derrotados Por los viajes sin retorno ¡No tengo sueños por despertar! Mi nombre fue estampado en un pez
Noches enteras descifrando las cinco grandes montañas (A Hai Zi) Me sueño flotando sobre bosques de árboles invisibles No hay nebulosa que sea digna de mis obscuros poemas Primer paso bajo la tierra / Primera caída sobre mis manos Recostado en la Estación de Pekín / Derribo todos los presagios La batalla ha terminado bajo la cruel y poderosa aldea Nadie comprende mi silencio / Nadie comprende mi dolor No van a detener el vuelo de un dragón / No pueden detener el canto de un poeta… / He devuelto las piedras al torrente del río / El Desierto de Gobi me envuelve en su tibieza.
Inquieto Que se oculta detrás de una piedra En el fondo del río ¡No tengo sueños por despertar! Toda la rabia de mi lengua inconclusa La gran muralla y esqueleto frenético Que transita de noche con su clavel rojo en el pecho ¡No tengo sueños por despertar! La quietud es mi único pasaporte El vuelo de un cuervo enfrentado a la tormenta Un Oso Panda extraviado en el Zoo de Beijing.
Adiós Pekín Pedazos de estrellas cayendo sobre mis brazos / Sinfonía de grillos habitando versos / El paraguas papel de arroz / Cartas de Marco Polo / Motocicletas eléctricas / Silabarios escritos en huellas de pájaros / El miedo de sentirme tan pequeño / Entre la multitud dispersa.
(Selección del poemario Tiananmen, Editorial Casa Bukowski, 2020)
ULRIKA 70 |
61
POEMAS
ECUADOR Raúl Vallejo Corral (Manta, Ecuador, 1959) Es autor de los poemarios Cánticos para Oriana (2003), Crónica del mestizo (2007, Primer lugar en la VI Bienal de Poesía «Ciudad de Cuenca») y Missa solemnis (2008). Miembro de número de la Academia Ecuatoriana de la Lengua.
Nocturno de Pizarnik
a cantar dulce y a morirse luego.
Pétalos de sangre de la rosa que en el fuego habita sus heridas.
pétalos de seconal de la rosa que a sí misma clava sus espinas.
La máquina de coser singer
hermana según la última Burda Moden. Los moldes extendidos sobre la mesa del comedor: preludio de la costura doméstica. Mi madre, manos de tizas y tijeras que daban forma a la tela. Mi madre, una costurera silenciosa en claroscuro al óleo. Mi madre, la máquina Singer que armaba las piezas y los versos. De la máquina de coser emergieron el hilván de mis pantalones, los disfraces escolares, los cuellos volteados de mis camisas. De ella, la vergüenza oculta de la pobreza del poeta.
Para hablar de la máquina de coser Singer, la que me amamantó con su dulce tucutucu, debo remendar el corazón destartalado por tantos avatares en habitaciones olvidadas. Para hablar de aquella a quien amo, aunque su ronroneo ya cesó, debo hacer la limpia de mi cerebro y su vanidad. ¿De qué sirve tanta perniciosa inteligencia? Para hablar de la sencillez de sus costuras debo curarme de tanto clasicismo académico, de tantas inquinas en la borra de mis cafés. De niño, extraviado, me refugiaba en el arco de la Singer. Sentado sobre su pedal, alfombra de hierro para mi pueril aventura, me sentía el viajante de caminos lluviosos. La rueda enorme era el volante feliz de mi camión bananero y yo era mi padre que regresaba a casa. Todo olía a tela nueva y aceite Tres en Uno. Un manojo de fierros dulces, los abrazos de doña Aída durante mis asmáticos desasosiegos nocturnos, una máquina instalada en la casa para coser las soledades de un arpa cubierta de olvido. De la Singer nacían los vestidos de mi
62
| ULRIKA 70
El tiempo encogió a la Singer. Mis ojos dejaron de verla como un refugio. Los años y mis piernas me llevaron lejos de su tucutucu. ¡Ah, Rubén Darío y el cansancio del alma! La edad enmoheció los hierros y se esparció inmisericorde. Somos transeúntes de la vida y en el mar de lo eterno nos espera Alfonsina Storni. La máquina de coser Singer se cubrirá de herrumbre, pero no de olvido. Adiós a su tucutucu. Estos versos se enhebran en la aguja de aquella que cosió los retazos de la belleza, esa que se aleja siempre que mi mano cree alcanzarla. Mi madre es la ardiente sustancia de mi poesía.
POEMAS
ESPAÑA Cristina Juliana Abril (Barcelona, España, 1991) Es realizadora audiovisual especializada en dirección cinematográfica. En 2021 publicó su primer libro Quiero vivir en el sol. (Ed. Corazón de lobo, Colombia)
Permaneces Véndanlo todo, les dices, arranquen de cuajo este cuerpo. Respiras sentada en un mundo que ya no te pertenece, en una antesala donde los gritos de barro y las sábanas hervidas son reminiscencias del olvido que deshaces. Juegas a frenar a aquél caballo al borde de la cólera, a cubrir los vasos que rebosan, a sujetar los cimientos mal construidos. Retienes las memorias tanto como la vida, te alimentas de ellas, las exprimes, las devoras para vengar a la inercia de los días. Ya te podrías ir sosegada, saludar con calma aquello de antes. Enérgica, escupes historias en blanco y negro - tu padre, las niñas, la guerra, un puente en el mar – y declamas: demasiada agua para tan poco cuerpo. Día tras día, resistes. Entre rezo, teléfono y pastilla. Pastilla, rezo y teléfono. Todos quieren que te quedes. Y tú, te quedas. Tus huesos persisten entre la silla y la mesa. Quizás tengas un ligero interés por ver cómo se va enmoheciendo la esquina de la ventana o tal vez, si de pronto llueve, llames a alguien para recordarle que no olvide la sombrilla. Que el agua no lo desborde. Madre de madres, abres la puerta para rozar el mundo de los otros, que vayan entrando las estaciones y, cómplices, susurren plegarias debajo de tu altar.
No No seremos manto en tu regazo, no seremos consuelo de tu buitre encerrado. Caeremos con manos de tijera, reiremos miedo, gritaremos llanto. No seremos luna en tus noches, ni la santísima consagrada. No seremos hijas ni esposas, ni callaremos de espaldas.
No fiaremos carne por guiño, ni mía por tuya. Poder de abuso, débil de sexo. Predica la lengua y al primate delata. No rogaremos la vida de dulce amante, de pequeña etérea, de víctima de cátedra. No vomitarás tus faltas en su cuerpo de agua. Reiremos miedo, gritaremos llanto.
ULRIKA 70 |
63
POEMAS
MÉXICO Grissel Gómez Estrada (Ciudad de México, 1970) Doctora en Letras mexicanas (UNAM). Ha publicado cinco poemarios y sus obras aparecen en distintas revistas y antologías. Alguien debe llegar antes Alguien debe saberlo
Fragmentos I. Distendidas estas alas en reposo han soltado lentamente las sogas hambrientas de tus dedos II. No es este clavo es la presencia oscilante del desierto cadencia rojiza que vibra en murmullos murmullos calientes apenas si pasan no es este clavo III. Labios de una línea apenas decretando el aparcado final VI. Precipitadas aureolas en selvas de virgen suma el aura de tus pesadillas aullido: senda en tu transitar sin luna
VI. Gula (fragmento del poema “De pecados capitales”) Desde esta carne, más carne, carne muy roja concentrada en el oleaje, vino de La Rioja, molleja enorme envuelta en un humor de ajo y hierbas y vísceras enredadas que aún maúllan, a gritos; más carne blanda al tacto como oblea de santuario, costilla, lomo, cuadril, matambre, corazón al que dan ganas de darle un mordisco aun crudo, incendio a las brasas, púrpura, carmesí, silencio escarlata, silencio bermellón, doradita reminiscencia de su cuerpo femenino ruiditos, a las brasas, tintineantes, como invitación al ruedo, como cuando su carne se agitaba entre mis sábanas, como cuando su carne se agitaba en mi boca: la lengua baila con ella, otra vez, aunque tenga que sufrir indigestión y vómito hasta el amanecer.
Poemas del libro Fragmentos de una noche, de Grissel Gómez Estrada, Universidad Autónoma de la Ciudad de México, 2022.
64
| ULRIKA 70
POEMAS
VENEZUELA Rudy Fabián Cifuentes Ayala Caracas, Venezuela (1979) Ingeniero Industrial (2004), Licenciado en Ciencias Gerenciales (2006). Músico y escritor aficionado. Reside en Bogotá, Colombia, desde el 2016.
Ácaros
Algo me nombra
hay ácaros en este sueño dictando sus patrones del mundo yo me hago el sordo para sobrevivir a sus tragedias
No quiero que sepa nadie de mí. No entre la neblina ni en la astralidad de los adivinos.
hay ácaros en los besos y en las miradas de los extraños escarbándonos sin que nos demos cuenta infestándonos de memorias
El río en que muere la vida del último día y la noche en que se despoja el desierto de sus arenas: es un milagro no tener sed.
los ácaros me consuelan les complace comer de mi oreja como un último horizonte entre sus bellas dormas, me ojean hay ácaros creando un mundo con la misma experticia de un dios pero sin su magra soberbia ni la maraña de castigos
en donde encuentra astucia acurruca el ácaro sus larvas ni siquiera sabrás que su aliento dormirá en este último beso (Publicado con el título "Las sangres que no escribí" en la Antología Poética Vuelo de Palmas. Ancla Ediciones. 2020).
Preciso que comience a llover ahora cuando ya el sol no puede hacernos carne.
Pero no llueve. Es el momento en que se pronuncia solo el mundo. Quedan oyentes, expectantes, esperanzados en una sentencia, una palabra. Un pequeño rito que les quiebre la sordera. Aunque no llueve, enmudecen. No tengo motivo para recriminarles sus extravagancias.
Preciso que comience a aclarar ahora, cuando ya la noche no quiere heredar mis sueños.
Algo sin rostro me nombra. Bastaría con saberme yo mismo. Si no estuviese ciego descubriría mis ojos y todo lo que cuelga más allá de mi ausencia. Ahora, inacabado, perdido, hecho neblina, quedo. (Publicado en la Antología Poética Vuelo de Palmas. Ancla Ediciones. 2020).
ULRIKA 70 |
65
POEMAS
COLOMBIA Marisol Bohórquez (Colombia, 1982) Poeta, pintora y traductora literaria. Parte de su trabajo como traductora aparece compilado en la antología Cuaderno de traducción: veinte voces de la poesía italiana contemporánea (1949-2001), publicada por la colección Anverso en Colombia, 2021. Actualmente está radicada en Estados Unidos. Hace parte de la redacción de Inverso – Periódico virtual de poesía italiano. Fundó y dirige la revista electrónica de poesía Vuela Palabra.
El poema que no quiso ser escrito Fui testigo de la guerra antes de mi nacimiento Yo era un trozo de carne que intentaba latir en un vientre acechado por la angustia Resistimos el hambre de los violentos La lluvia borró el silencio que dejaron las balas Lavamos nuestras pesadillas en los ríos teñidos de sangre y mordimos la oscuridad hecha ceniza para enfrentar el miedo a un nuevo amanecer con la muerte esperando Vimos madres llorar a sus hijos y esposas que eclipsaron el día con el luto en sus ropas Nos aferramos cada noche a la protección de unos dioses
Hundimiento Cuando todas las fronteras caigan por dentro y nos aplasten Cuando solo queden escombros de lo que solíamos ser —o mejor dicho— de lo que solíamos creer iré a buscar tus cabellos en el color del último invierno
66
| ULRIKA 70
que aún no muestran su rostro y ocultamos los sueños bajo el dintel de la puerta Nuestra herradura de la buena suerte fue la bendecida víctima de una bala perdida para que yo pudiera creer en los augurios Yo vi la guerra antes de mi nacimiento conocí el llanto de mi madre y el estrépito en el corazón de mi padre antes que los cantos de cuna Vi el naranjo agrio llorar sus naranjas podridas y servir de refugio a quienes bajo sus ramas intentaron borrar el infierno de la memoria Y me preguntan a mí ¿por qué no escribo poemas acerca de la guerra? A mí, que aún sigo intentando callar el eco de sus voces durante mis sueños
y tus labios en el ardiente vino de mis alucinaciones Deja entonces tus heridas sepultadas sacúdete la ruina de los años lloremos hasta que el cielo quede sordo o estallen sus pupilas y sin más testigos únete para siempre a mis fragmentos antes que el viento arrastre lo poco que nos queda
POEMAS
Alfonso Carvajal (Cartagena, Colombia, 1958) Ha publicado los libros de poesía Un minuto de silencio (1992) y Memoria de la noche (1998). Sus poemas han aparecido en antologías y revistas. Ha publicado las novelas El desencantado de la eternidad (1994); Hábitos nocturnos (2008); La sonata del peregrino, (2012); Ruega por nosotros (2015) y Una novela posible (2021). Los libros de cuentos Pequeños crímenes de amor y Jardines sin flores y otros relatos. Y Los poetas malditos: un ensayo libre de culpa (2000).
Poética
La luciérnaga
Un caballo furioso cabalga lejos de la arena; en el viento, la noche y el miedo Una obsesión perpleja hunde los dedos en la mesa inexorable del tiempo. Unas amarras cuelgan en un pedazo de sueño, mientras el espanto del espanto se aproxima. Las palabras de otros taladran la memoria y se unen a la voz pretérita, como la transfusión de la tinta roja a la negra. Una nostalgia única nunca dirá lo mismo de la misma manera. Un detenido rumor en una página en blanco, cabalga bajo la lluvia inmóvil de la ira.
Los tiempos banales han desmitificado su misterio. Una luciérnaga enciende su ojo en mi mano tatuada por la luna. Ayer, era una pequeña lámpara, una divinidad intermitente: un tributo a los dioses. Hoy, es un insecto luminoso, en vías de extinción; olvidado por todos. Su ojo es su corazón, Su cerebro, de luz. Rompe el silencio de la noche y brilla con una electricidad antigua. En el día pierde su ser, duerme como una hoja más, lejos de mi mano y la luna, con su ojo cerrado de luz. Siempre ha sido así.
Nocturno
Utopía
I
Dame la oportunidad de no quedarme, y de no decirte nunca adiós.
La noche imperturbable entra inmensa por la ventana. Gris, traza la tormenta del silencio. Los perros ladran a la luna centinela. Voces inesperadas caen de cielo, o se levantan de las ruinas. Son palabras, apariencias, que la inexactitud del tiempo cava frenética en la memoria.
ULRIKA 70 |
67
POEMAS
Julio César Bustos (Bogotá, Colombia) Poeta, autor de los libros El Jardín de Mantillo, La Romería del Rocío, Los Abatidos de Barlovento, Voces Silenciosas, Amores, Bustos y Rimas, PQNSC y Tríptica de Bacatá, libro que reúne sus tres primeros poemarios. También es el creador y director de la Colección Anverso, la cual publica libros de poesía bilingüe. Además es gestor cultural y realizador de eventos literarios como Encuentros Hispanocríticos, Encuentros Literarios, Semana de Poesía Central, Poeta di Paso, La Noche de San Jorge, Café Poema y el Festival Rionegro de Letras.
Canción de Francesca y Paolo Andante ma non troppo para dos voces
Si alguna vez, dije, amor Y no supe, callar, Escuchar, el viento, pasar, Pintar, del sol, su calor. Si alguna vez, dije, amor Y me puse, a cantar Olas, melodías, a la mar: Dulce, almendro, en flor.
Si alguna voz, dijo: “Amad. Llenad las copas de fulgor Y a los cielos elevad Cánticos multicolor”. Amado, amada, mío, mía, perdonad: Sois la fuente de mi error. Seguirán siendo palabras. (Poema de Amores)
De lo que al amanecer hacen los dioses Y al amanecer… Y al amanecer se continúa el camino.
Si perdido, como vais,
Por entre aquellos andurriales, cada una de sus esencias, se amalgaman, urdiendo, como antiguos trágicos, el teatro de la vida.
os es dado encontrar una piedra en el camino,
Dónde se inició el camino Dónde se ha de terminar Acaso importa que nuestros cuerpos tornen a ser una parda ceniza.
cómo aún,
por entre aquellos andurriales, hazla digna de fe. Nada más se puede hacer. O, acaso no veis al alba, los dioses sacian su sed bebiendo
No preguntéis. Continúa mordiendo los dedos del tiempo.
del rocío de las montañas (Poema de La Romería del Rocío)
68
| ULRIKA 70
POEMAS
Héctor Cañón Hurtado (Bogotá, Colombia, 1974) Poeta. Ganó el Premio Internacional de Poesía Paralelo Cero 2018. Fue finalista del concurso de cuento El Brasil de los Sueños 2008. Escribió libros de crónica y los poemarios Los Viajes de la Luz y Cuarteto Elemental de El Ángel Editor.
El camino de vuelta
Taita yagé
Las ondas que dibuja la piedra al caer en el agua regresan desde las orillas al corazón del hombre.
Le arrancó el corazón a la noche enferma y lo puso a bailar en su mano como un trompo de fuego. Dijo las mismas palabras con que fundaron el quechua en la nieve perpetua: amor sin mover la lengua ni los labios y compasión con la cadencia del riachuelo que separaba su reino del mío. Vomité a sus pies una piedra negra a la que él bautizó Envidia, dijo que mis amigos la habían sembrado allí con su ojeroso pensamiento. Quise haber nacido a ritmo de dulzaina y con un atado de plumas magenta y celeste en los tobillos. Lamenté el río desbocado de la mente mientras las piedras fluían como agua. Vi un puñal en mi mano ensangrentada y cabalgué sobre el lomo del pánico la travesía más fértil que recuerdo. Se transformó en loro con un chasquido de dedos y abandonó su cuerpo para viajar hasta la constelación de los ancestros. Trajo en su lengua el hálito de un ejército de cigarras que iluminaría las fronteras de la Tierra hasta desvanecerlas. Arrulló el último aliento de una estrella fugaz que acababa de sucumbir al imán de la selva. Al unísono nacieron un árbol sin pasado ni futuro y su savia innombrable. Curó el corazón de la noche enferma con un soplo de aguardiente y lo puso a latir de nuevo al amparo de plantas de ortiga desvelada. Juntos lloramos al recordar que éramos forasteros bajo el techo del otro y reímos al cantar con la voz recién nacida del alba.
Todo lo que va y viene es música nadando a contracorriente. El cuerpo no cambia al agitar su reflejo en el río ni la sombra se deshace tras reposar en la noche. La piedra del fondo sentencia que todas las aguas viajeras tienen un camino de vuelta.
El Copetón al picotear el charco dicta su poema se seca en el cable de alta tensión
ULRIKA 70 |
69
POEMAS
Francelina Muchavisoy Becerra (Colombia) Pertenece a la comunidad inga, descendencia inkaika (amazonia colombiana). Desde muy temprana edad asumió liderazgo dentro de la comunidad, elegida por autoridades tradicionales ingas; luego asumió cargo en la organización nacional indígena de Colombia. ONIC. Licenciada en Lingüística y educación indígena, Universidad de la amazonia Florencia – Caquetá, especialización en Edumática, Universidad autónoma de Bogotá. Docente distrital en Bogotá, docente ocasional de la universidad nacional. Los poemas son escritos desde la vivencia cultural, la escritura es la forma de recrear parte de la cultura en lengua materna a través de los poemas que recrean la mente y abrigan el vacío en la distancia.
MANA SANTUKUNA YUKANI
No tengo santos
Mana santukuna yukani Yukani atunyayakuna Wairakuku Yakukuku Sachakuku Tamiawaira Tutawaira. Kai yayakuna rigsichiwankuna Suma kausaita apachimgapa.
No tengo santos Tengo dioses Dios del aire Dios del agua Dios de la selva Dios de la lluvia Dios de la noche Estos dioses me enseñan a llevar un buen vivir.
Tus palabras
lo cambia! Tus palabras… Tus mensajes Vienen perfumados De suaves olores, De tierras lejanas, lugares cercanos Siempre son palabras ¿qué tendrán tus palabras? ¡Que me hacen decir! ¡Que me hacer escribir más palabras! Y así tus palabras serán siempre palabras Que llegan al alma y salen palabras… por tus palabras Por mis palabras Ganemos o perdamos, Seguirán siendo palabras.
En el camino de la vida Hay muchas palabras Palabras que hieren Palabras que callan Palabras que imponen Palabras que matan Pero también hay otras… ¡Palabras que curan el alma! Palabras que despiertan vidas Palabras amables Palabras palabras ¡Y siempre hay una palabra o un acento que todo
70
| ULRIKA 70
POEMAS
Nicolle Torres (Colombia) Muysca fuchas subas quyca aguene: mujer indígena muysca del territorio de Suba en Bogotá. Licenciada en Español y Lenguas de la Universidad Pedagógica Nacional; candidata a Magíster en Lingüística en la Universidad Nacional. Se ha desempeñado como lideresa y gestora cultural al interior del pueblo Muysca, con el Cabildo Muisca de Suba, enseñando e investigando la lengua propia, muysccubun. Es maestra indígena en la Casa de Pensamiento Intercultural Gue Atyqiib Xaguara Sun Siasua; hace parte de distntas organizaciones, colectivos y grupos de investigación. Nicolle ha participado en Festivales Internacionales y Nacionales de Poesía, en el 2021, 2022, y en diferentes espacios de poesía en la localidad de Suba, entre el 2016 a la actualidad. En estos espacios se ha destacado por escribir en lengua muysca, lengua que erróneamente se considera extinta. Sueña con un plan de vida ligado al fortalecimiento de la identidad Muysca a través de la educación, la revitalización de lenguas originarias y la literatura indígena.
Zguene gue / sí que tengo:
Angua zepquysqua / siento el ruido.
Tengo los sueños hechos de plantas, De lagunas, de montañas. Tengo la luna muerta en la mirada, Brillando en el agua, dorada. Tengo un camino de tierra, de greda, Un camino que se hereda. Tengo el susurro de mis abuelas, Que entre el tabaco vuela. Tengo un amor por mi madre, Origen de todo llamada bague. Tengo un volcán hecho alma, Espíritu mío… de mis batallas. Tengo un canto, de ave y de caña, Canto que sana, canta que narra. Tengo una lucha entre mis noches, De entender bonito las conexiones. Me hablan los ancestros.
Paso a paso de camino a la coronilla del cerro, Miro a lo lejos al monstruo de un millón de cabezas, Siento su gris que en el corazón tanto pesa, Y saboreo su fétido desarrollo carnicero. Las sirenas de la feroz ciudad que ruge, El eco vibrante de una tierra barroca, Llena de casas, llena de masas, de karmas, De canas, de sueños que fracasan… Y me pregunto, y le pregunto, ¿dónde ha ido el plácido silencio de nuestros ojos que en la parpadeante oscuridad miraba cantos preciosos? Miro a la chucua, quien me recuerda que yacen bajo la tierra, En los caminos del agua, donde los mohanes esperan, Los cantos de aves, y del viento que cruje la vieja madera… Los cantos de mi pueblo, que siempre ha vivido en esta cordillera.
ULRIKA 70 |
71
POEMAS
Alexis Forero (Colombia) Indígena Misak-Misak, Joven Escritor emergente en lengua Namtrik, Danzante de Música ancestral Misak. Es Gestor del grupo de DANZAS ANCESTRALES y Grupo de Danzas Namuy Paerá, desde 2017 en Bogotá y Coordinador del Festival Internacional de Literatura en Lenguas Originarias (FILLO- 2019 -2021). Es Tata (Autoridad) Secretario General en el Cabildo Misak-Misak NuketrakBogotá D.C. Actualmente es estudiante de Derecho de la Universidad Externado de Colombia. Hace parte del Programa Interacciones Multiculturales, de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, de la misma Universidad.
Un nacer El chiwaco canta sin parar, El Abuelo, La flauta Interpreta con emoción De repente, en el rio, la creciente… Tun, Tun, Tun, Suena… Invade el Silencio. ¿Qué ha pasado?, Ton, Ton, Ton Suena Otra vez. Shiiiit… La Abuela Silencia, Alegre, llora. Las Golondrinas, chillan, cantan. Feliz inspira La que dará a luz mientras un profundo dolor siente. El bramar de las aguas. El canto alegre de las aves. Indican… que un líder ha nacido.
72
| ULRIKA 70
KAN KAL-LEI Løtsø pøñi lutemai trashen. shurpe luswan, yee køtrisrap utren. Nu pí kullusrømpe Pi Nurawa nekuchippe Tun, Tun, Tun, Waaaantran… Wasrønta pinan Chintermapene Tøn, Tøn, Tøn Katøyu wantran Shiiit Shurape Niløtø Tan. Kasrak Kiship Werape watsan Sre illik kucha traship purampen… Kasrak Nesrap, kuantrikpe, Pusrkueinchip mentan. Pi Mullip, Illi, Kasrak miren, Ishkan. . . Kan Nu Misak kal-lan.
Voz ancestral Desde tiempos Pasados, Mis ancestros. Para pervivir, Gran camino dejaron. gran pensamiento, visión, misión. Para las futuras generaciones. Para el buen vivir. Unidos felices. Al trabajar y alimentarnos, De nuestras siembras Bonitas cosechas. Vivir en armonía. Desde el nacimiento al amanecer Hasta nuestro viaje al anochecer. Que debemos hacer Para la persistencia. Gran Palabra nos enseñaron y partieron.
POEMAS
Seyki Osorio (Colombia) Seyki es un joven poeta arhuaco que inició su carrera en las letras a sus 15 años por gusto innato desde su territorio en Simunurwa. En 2019 emprende su carrera de Geografía en la Universidad Nacional de Colombia, teniendo como nuevas herramientas para compartir las redes sociales y los medios digitales. Ha participado en diferentes eventos artísticos en representación del pueblo arhuaco, llevándolo a tener logros como tener contacto directo con el expresidente Juan Manuel Santos regalándole varias poesías que por él mismo fueron respondidas, en una intención de mostrarle inconformidades desde una perspectiva fraternal, literaria y no desde un colombiano indignado; una amistad con el escritor colombiano William Ospina, como un sueño cumplido al ser su ídolo desde niño; ser el ganador del concurso nacional de poesía en 2020 con ITA editorial, en el marco del paro nacional del 21 de noviembre de 2019, en donde tuvo su primera publicación en un libro físico. Actualmente mientras cursa su carrera, sigue escribiendo constantemente para no perder el amor, la disciplina y la pasión por la poesía. Participa en el colectivo MUKSU – Memorias Originarias con poesías y saberes ancestrales con diferentes pueblos indígenas de Colombia
SEYAWIN Nací aquí porque en algún momento fui Tierra. Fui abrigo para los que conocieron la cerámica y las paredes de barro, reencarné en paja y serví de techo, serví para avivar el fuego. Nací aquí porque fui casa, porque fui choza, ingenio, refugio, evolución. Mis abuelos fueron cuevas, petroglifos. A medida que el tiempo se hace interestelar, tiene ideas que hace efímeras; soy una de esas ideas, soy una fugaz luz humana cuya alma es hídrica y se esparce como complemento a las plantas. Ay de ti, bendita metamorfosis, que hiciste de mí techo para cuidar generaciones y hoy, humano para merecer un techo. Al barro rojo y amarillo que yace bajo el concepto de árido, hoy me le inclino para pedir de su ser en las paredes de mi casa. Nuestra casa se llama Seyawin, aquí se posan infinitud de pensamientos y sentimientos, aquí vienen los cantos de los pájaros a hacer compases con el croar de las ranas y la sutileza de los oídos de la naturaleza.
ULRIKA 70 |
73
POEMAS
Fredy Chicangana (Comunidad Yanacona del Sur-Oriente del Cauca, Colombia, 1964) La poesía de Fredy Chicangana es una interrogación constante acerca de su cultura, de su espiritualidad y de su devoción a la naturaleza. Ha participado en múltiples encuentros de Escritores en Lenguas Indígenas (México, Venezuela, Chile, Ecuador y Perú). Es miembro fundador del grupo Yanamauta, “conocimiento y saberes yanaconas”. Entre los trabajos de su autoría se cuentan: Cantos de amor para ahuyentar la muerte; Yo Yanacona, Palabra y memoria; y El colibrí de la noche desnuda y otros cantos del fuego. Actualmente trabaja en talleres relacionados con la reivindicación de la palabra y la hoja de coca, y en la propuesta sobre “Oralitura y resistencia desde las comunidades indígenas del Cauca”.
Nadie oyó, nadie vio, nadie sintió Mataron a un muchacho en una fría mañana, entre silencios y sombras de la oscuridad dicen que un gorrión cantó en las altas horas de la noche y que en algunas chozas el humo salía anunciando tristezas pero nadie oyó, nadie vio, nadie sintió y todos preguntan ¿quién diablos mató a este muchacho? Corre el rumor por entre los cerros y las veredas corre la gente, corre ese aire de muerte que ya parece tan normal… lloran los taitas y las mujeres pero nadie oyó, nadie vio, nadie sintió. En lo alto de la quebrada yace su cuerpo
Palabra del abuelo Palabra de abuelo —no sigas a ese pájaro gris—, que es espíritu y lleva al despeñadero, es pájaro de muerte. Palabra de abuela —no juegues con fuego—, que hace orinar en cama, es frío dentro de cuerpo. Palabra de Taita —haz caso al abuelo—,
74
| ULRIKA 70
su ruana rota, su mano inerme, sus dientes bien ajustados y una bala entre su cuerpo En los caminos sueltan palabras de amor al muerto palabras que recuerdan “la bondad de los muertos” pero aquí nadie oyó, nadie vio, nadie sintió. Algunos se preguntan: ¿por qué debió madrugar? ¿por qué debió salir tan solo en este aire de muerte? otros dicen que los perros sí lo sabían que estos merodeaban por la plaza del pueblo mostrando sus dientes y desafiando a la gente y que alguien sabe quién lo mató pero nadie oyó, nadie vio, nadie sintió. Ya llevan a este muchacho entre un cajón mientras todos se miran sintiendo que cada uno tiene su culpa cuando no se oye, no se ve, ni se siente.
hay que pagar pa‘ cazar. Palabra de mamita —haz caso a la abuela— hay que pagar para jugar con el fuego. Palabra de pájaro gris —abuelo de mal agüero—, es hombre desconfiado. Palabra de fuego —abuela de mal presagio—, es mujer maliciosa. Palabra de mi corazón —bienvenido el misterio—, alienta este canto.
ULRIKA 70 |
75
76
| ULRIKA 70