R E V I S T A D E P O E S Í A U L R I KA 6 0
ULRIKA 60 REVISTA DE POESÍA
PREMIOS NACIONALES DE POESÍA 2017:
EDICIÓN ESPECIAL 2017
Darío Jaramillo Agudelo Ministerio de Cultura a obra publicada
Lucía Estrada
Premio Ciudad de Bogotá a obra inédita
EVELIO ROSERO: UNA APROXIMACIÓN DESDE LA POESÍA Por Fernando Linero
Charles Simic Por Federico Díaz-Granados
Ulrika
REVISTA DE POESÍA
Ulrika Editores Licencia Mingobierno No 00918 ISSN 0120-7669
DIRECTOR Rafael Del Castillo M. CONSEJO EDITORIAL Jotamario Arbeláez, Evelio Rosero, Juan Gustavo Cobo Borda, Fernando Linero Montes, Samuel Jaramillo, Eugenia Sánchez Nieto, Gustavo Adolfo Garcés, Pedro Badrán, John Fitzgerald Torres, Federico Díaz-Granados, Juan Felipe Robledo, Luz Mary Giraldo, Leonardo Cano, Guillermo Molina Morales, Eugenia Gorriño y Rafael Del Castillo. COLABORADORES COLOMBIA Miguel Méndez Camacho, José Luis Díaz-Granados, Carlos Satizábal, Joaquín Mattos Omar, Sara Del Castillo, Maruja Vieira, Clara Mercedes Arango, Rafael Berrío, Ernesto Durán Strauch, Giovanni Gómez, Gloria Luz Gutiérrez, Mariela Del Castillo, Rosaura Mestizo, Darío Sánchez Carballo (Revista Cúpula), Dufay Bustamante, Hellman Pardo, Ómar Garzón, Óscar Pinto Siabatto, David Reinoso, Rodolfo Ramírez Soto (Taller Los Impresentables), Yirama Inés Castaño, Edgar Trejos. ARGENTINA Rodolfo Alonso, Paulina Vinderman, Marcos Silber, Osvaldo Picardo, Héctor J. Freire, Esteban Moore. BOLIVIA Jorge Carlos Ruiz de la Quintana, Milenka Torrico. BRASIL Affonso Romano de Sant’Anna. COSTA RICA Armando Rodríguez Ballesteros, Rodolfo Dada, Osvaldo Sauma, Norberto Salinas, María Montero, Nerina Carmona. CUBA Efraín Rodríguez Santana, César López. CHILE Eduardo Llanos, Jaime Quezada, Tomás Harris, Teresa Calderón, Tamym Maulén. ECUADOR Edwin Madrid, Iván Oñate, Iván Carvajal, Aleyda Quevedo. ESPAÑA Luis Miguel Madrid, Jesús Munárriz, Jordi Virallonga, Rodolfo Häsler, Eduardo Moga, Sergio Laignelet, Juan Pablo Roa. ESTADOS UNIDOS Armando Romero, Mercedes Roffé, Paola Cadena, Juan Carlos Galeano. MÉXICO Margarito Cuéllar, José Ángel Leyva (Revista La Otra), Carlos López, Marco Antonio Campos, Luis Aguilar. PERÚ Ricardo Silva Santisteban, Luis La Hoz, Enrique Sánchez Hernani, Luis Alonso Cruz. REPUBLICA DOMINICANA Neftalí Eugenia Castillo, Alexis Gómez Rosa URUGUAY Washington Benavides. VENEZUELA Rafael Cadenas, María Antonieta Flores. COORDINACIÓN EDITORIAL
Evento apoyad Programa Nac
Eugenia Gorriño
DIRECCIÓN DE ARTE
Gustavo del Castillo M. DIAGRAMACIÓN
Vanessa Yepes S.
FOTO PORTADA: RICHARD DREW
Los trabajos firmados se publican bajo la responsabilidad de sus respectivos autores, sin implicar necesariamente a la revista. direccion@poesiabogota.org
Corpoulrika
Evento apoya Programa Na
IDARTES
Contenido 3
EDITORIAL
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PREMIO NACIONAL DE POESÍA MINISTERIO DE CULTURA:
Darío Jaramillo Agudelo
POR CARLOS SATIZÁBAL
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PREMIO NACIONAL DE POESÍA CIUDAD DE BOGOTÁ: Lucía Estrada
POR CARLOS SATIZÁBAL
12 Charles Simic 18 Evelio Rosero Diago: una aproximación desde la poesía 26 Noticias de libros
POR FEDERICO DIAZ-GRANADOS
POR FERNANDO LINERO
Gustavo Adolfo Garcés, Blanco sobre blanco Edgar Trejos, Coros del amanecer
31 Nueva poesía de Perú 35 Colombia Francia 2017 45 Trabajos de taller
POR LUIS ALONSO CRUZ
Cuatro autores colombianos radicados en París
Taller Ulrika de poesía UPN, Bogotá - relata Taller Pluma Encendida, Medellín - relata Taller Revista Cúpula, Villavicencio Taller Los Impresentables, Bogotá - relata
59 Ulrika fin de año
Neftalí Eugenia Castillo Osvaldo Sauma Armando Rodríguez Ballesteros
66 Rara avis 68 RESEÑAS 69 ÍNDICE DE AUTORES
Poemas de Dufay Bustamante
Editorial
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urante los últimos años nuestra revista ha dejado de lado la voluntad incluyente y múltiple que caracteriza a las publicaciones de dicha índole, para convertirse en la memoria puntual tanto del Festival Internacional de Poesía de Bogotá como de las Jornadas Universitarias que de éste se derivan. Pero como añoramos la libertad, variedad y frivolidad noticiosa que implica hacer una revista, en el sentido original del término, damos ese perfil a la última de cada año. Son noticias recientes en el ámbito de la poesía colombiana los premios otorgados este año por el Ministerio, y la Secretaría de Cultura a los poetas Darío Jaramillo Agudelo y Lucía Estrada por sus libros El cuerpo y otra cosa y Katábasis, respectivamente. El primero a un libro ya publicado (Editorial Pre- Textos, 2016) y el segundo a uno inédito. Carlos Satizábal nos ofrece un primer acercamiento a estas obras premiadas que, como es de suponer, desde esa perspectiva suscitan el interés de los lectores de poesía sin descontar a los seguidores más asiduos de la obra de ambos autores. Por su parte, Federico Díaz-Granados, nos comparte su reciente acercamiento a la persona y a la obra de Charles Simic, uno de los más destacados poetas y ensayistas estadounidenses de los últimos tiempos, a quien ya habíamos empezado a leer desde las páginas de Ulrika, a partir de las traducciones de Juan Carlos Galeano, poeta y profesor universitario colombiano radicado desde hace dos décadas en Estados Unidos. Fernando Linero, en su preocupación por los puntos de contacto entre la música popular y la palabra poética, nos ofrece un polémico y apropiado texto sobre Bob Dylan y su eficacia en ese doble ámbito, que algunos proponen como uno solo. Y en el mismo afán por rastrear los puntos de contacto entre formas de decir en ocasiones divergentes, nos acerca a la obra de Evelio Rosero, uno de los pocos narradores colombianos capaz de mantener un diálogo coherente tanto con sus pares generacionales que se aplican a la poesía, como con la poesía misma, en tanto que la entiende y la asume de manera integral en su propia obra.
Con el número 60 de la revista Ulrika queremos celebrar los 60 años del poeta Fernando Linero
Notorio indicio de la intensa actividad creativa y de la vigencia de la poesía en nuestro ámbito, dan cuenta, por ejemplo, libros recientemente publicados como Coros del amanecer de Edgar Trejos (Santacoloma editores, 2017) o Blanco sobre blanco de Gustavo Garcés próximo a aparecer, más la extensa relación de obras en marcha impulsadas por el ejercicio de los talleres de creación poética en Medellín, Villavicencio y Bogotá, la mayoría de ellos como parte de la Red de Talleres del Ministerio de Cultura (Relata), de los cuales presentamos una muestra. En virtud o como eco del reciente (y cuestionado) intercambio cultural Colombia–Francia en el que se embarcaron este año varias instituciones oficiales de ambos países, queremos referirnos a cuatro colombianos que escriben en París, destacando ejecutorias como las que el colectivo cultural La Vache Bleue, al cual todos ellos pertenecen, desarrollan para promover con entusiasmo las letras colombianas e iberoamericanas a partir de la programación, conferencias, exposiciones, lanzamiento de libros y revistas, al margen de cualquier pretexto o coyuntura burocrática. Ofrecemos también noticias del III Encuentro de Revistas Culturales celebrado en septiembre de este año por la Casa de la Literatura de Lima, entidad dirigida con prestancia y lucidez por Milagros Saldarriaga Feijóo, con quien compartimos el entusiasmo por la nueva poesía peruana encarnada, en esta ocasión, por Luis Alonso Cruz y los jóvenes autores presentados. Y, finalmente, como para ratificar tal vocación, la magia o el azar hizo coincidir en Bogotá a tres entrañables colaboradores de la Revista este fin de año: Armando Rodríguez Ballesteros y Oswaldo Sauma, arribando desde Costa Rica y Neftalí Eugenia Castillo, procedente de República Dominicana. Todos trayéndonos noticias y publicaciones propias y antológicas, que enriquecen y extienden el saludable diálogo que se mantiene a partir de este tipo de ejercicios entre la poesía y los poetas de los más diversos puntos de Iberoamérica. Ulrika ULRIKA 60 |
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PREMIO NACIONAL DE POESÍA MINISTERIO DE CULTURA 2017
Premio Nacional de Poesía Ministerio de Cultura 2017:
El cuerpo y otra cosa de Darío Jaramillo Agudelo
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FOTO: NICOLAS ORDOÑEZ
l poeta, editor y novelista Darío Jaramillo Agudelo ha ganado el Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura 2017 con su libro El cuerpo y otra cosa. Libro de poesía que posee gran contenido filosófico, que nos sugiere al oído pensativo que las preguntas fundamentales –quiénes somos, qué deseamos, cuánto vamos a existir– son materia del canto diario del poeta, de esa voz que nace de sentir y descifrar en una música de palabras transparentes lo que nos deja escrito en el cuerpo el paso del tiempo, la vida vivida. El autor transmuta en escritura poética la escritura de las vísceras: Cambios en el cuerpo. Nuevas las sensaciones de la digestión, distinto el sueño y sus fantasmas, el cuerpo ya no se fatiga de la misma manera. Constancia de los cambios que el tiempo ha escrito en el cuerpo que nos lleva a sentir –y a pensar en ese sentir–nuestro modo mortal cotidiano de ser: somos seres para la muerte, como el filósofo afirma al ver que ya no podrá su cuerpo envejecido dar la elasticidad para el paso aéreo de esa danza o sus dedos para tocar esa música. La muerte no llega con el último suspiro de nuestro aliento. Llega antes, con el último aliento de quienes parten sin nosotros, nuestra muerte se adelanta en la muerte de quienes amamos o apenas conocimos o alguna vez cruzaron por nuestra vida. Los que murieron y los que están muertos para mí
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DARÍO JARAMILLO AGUDELO
y que se cruzan conmigo en cualquier parte sin que yo los reconozca, los que nunca son más presencia o aparición, en especial mis muertos que son ya mi muerte y lo que cargo de ella, ¿serán ellos mi compañía cuando muera, una nada distinta, idéntica a mi nada? Y al imaginar o sentir la muerte final, se niega a aceptar la tradición mística que afirma somos cuerpo y alma. … Lo otro que me habita no soy yo y no llevará mi nombre cuando muera, será parte de un todo sin memoria y yo no seré ni la sombra de lo que fue mi alma. Yo moriré, yo moriré como carne y como yo, pobre y efímero animal, bestia gozosa, y esa otra cosa que es el alma, seguirá sin recordarme más. El poeta se pregunta por la muerte definitiva de su cuerpo, y, cual si jugara un musical contrapunto con las últimas palabras de Hamlet, herido de muerte: “the rest is silence”– se dice: ¿Cuánto silencio quedaré debiendo? No hay cosa en sí, no existen las esencias, la dialéctica y la lógica sabemos que son galimatías: lo principal consiste en los silencios que debo, lo que debí callar, los ruidos que pude suprimir, mis aturdimientos. Y así se rebela contra el pensar sistemático. Pero nos deja sentir que al cantar su cuerpo y esa otra cosa –como en toda expresión que hace de la escritura el camino de nuestra vida– hay una conversación tácita con la memoria poética y filosófica. Aquí nos deja sentir que su canto conversa con esa bella idea socrática de la escritura del alma: la que sabe hablar y callar a tiempo. Como la poesía.
Mas el callar que expresa el poeta es también el místico silencio de la quietud, del disolver el desear, las ansias: Lo bueno del silencio es el silencio mismo. Apagar también la mente y dejar que venga el corazón como una brisa leve y elimine el ruido persistente de las ansias. La cosa que canta El cuerpo y otra cosa también nos remite a la cosa conceptual filosófica, la cosa que se relaciona con la palabra que la nombra y le da vida en el cantar: Las palabras no son las cosas pero las palabras son la cosa… Las cosas son cosas o son palabras pero las palabras son sólo palabras. Y son la cosa.
Portada de El cuerpo y otra cosa, Editorial PRETEXTOS, 2016
–cuerpo canción fantasmas lo otro tiempo silencio muerte palabras cosa ansias herida música vísceras pulmones umbral presente sueño vigilia insomnio piel memoria amor plenilunio carne sueños huesos intestinos fuego otros alma consciencia locura pesadilla paraíso elegías– Entrar a este libro deleitable y profundo es hacer de su lectura, el propio canto. Venga a El cuerpo y otra cosa quien ame la poesía y su amor crecerá y querrá detenerse en el deleite de un corazón memorioso: ESTO es el amor: apariciones, destellos de otro tiempo, visos del origen... Por Carlos Satizábal ULRIKA 60 |
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PREMIO NACIONAL DE POESÍA MINISTERIO DE CULTURA 2017
De El cuerpo y otra cosa 1. MÚSICA de sábado por la tarde, canciones desajándose, sonidos de carbono catorce, piano fantasma resucitando en el silencio, amnesia que cura una guitarra, espectros que regresan bailando, música que suena medio siglo más tarde. Aún es sábado de día y yo quiero escaparme con la vieja luna, quiero revivir la noche porque la vieja luna volverá. Ya se sabe que el tiempo no importa, que no hay recuerdo viejo, que ni el olvido vale. En la tarde de sábado una canción rompe el silencio y entonces la memoria inventa otro silencio más denso, un silencio azul sin sobresaltos. Esa música refunde los tiempos del verbo, unifica los más antiguos días con este mismo instante. Flor eterna como ninguna flor. No hay pasado con este canto, los recuerdos no son recuerdos, son respiración, destello, instante. El olvido, entonces, es un filtro, el refinamiento, la destilación de la música. Niebla del riachuelo, amarrado al recuerdo, yo sigo esperando, niebla del riachuelo, de ese amor por siempre me vas alejando. Nunca más su voz nombró mi nombre junto a mí, esa voz que dijo adiós. No, no se disfraza de oscuridad la tarde, actúa a plena luz, muestra a plena luz su magia sin trucos, su transparencia que me vence. La tarde está hecha de silencio, de la voluntad de suprimir todo sonido, la tarde de sábado es sólo luz, una luz indiferente al asombro, la luz única de esta ciudad que es mía, donde el viento tampoco suena pero sabe enfriar las cosas. Quedan el calor del alma, el tiempo detenido, ningún recuerdo, todo en presente, y una euforia que me llevará hasta el fin. 7. YO soy mi cuerpo, me dicen. Lo otro que me habita no soy yo y no llevará mi nombre cuando muera, será parte de un todo sin memoria y yo no seré ni la sombra de lo que fue mi alma. Yo moriré, yo moriré como carne y como yo, pobre y efímero animal, bestia gozosa, y esa otra cosa que es el alma, seguirá sin recordarme más. Mi fantasma no dirá que fui yo porque yo estaré más allá de sus recuerdos. El cuerpo de mis gozos se extinguirá entre la tierra, será ceniza, y lo otro que estuvo dentro de mí será aliento de otro ser, será parte de otra nada. 6
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DARÍO JARAMILLO AGUDELO
11. EL cuerpo está hecho de tiempo, tiempo inexorable, absurdamente simple, tiempo que no entiendo, tiempo curvo, tiempo hueco, ahora mismo hueco. Tiempo con pasado y con mañana y con un hueco, tiempo con nada, tiempo sin hoy, en mis narices el hueco del presente capaz de no existir y de ser mi única existencia. Eso es el cuerpo, el cuerpo hecho de tiempo. El cuerpo y esa otra cosa y esa otra. El cuerpo y el alma y esa otra. El cuerpo y el alma y la muerte. La muerte que es cuando el tiempo ha dejado de pasarnos. El tiempo, que es el cuerpo. 14. LOS recuerdos son una manera despaciosa de la muerte. El pasado debe yacer a la intemperie, olvidado, en el patio de atrás, sin cuentas pendientes, lejos de cualquier rencor, silencio sin historia, silencio hecho de silencio, uno mismo hecho de silencio. Atrás persiste el ronroneo de la ciudad, ese murmullo leve que no debo oír, que podría enloquecerme si invadiera mis tím- panos, atrás queda el ronquido y aquí está alimentándome el silencio que viene de mi adentro *** PUERCO cuerpo, dichoso cuerpo hecho de instantes, cuerpo mortal y cuerpo vivo, vivo y vibrante cuerpo, cuerpo que vuela sin volar y se revuelca, se revuelca el cuerpo puerco y se levanta y levita.
Los amigos muertos SI ahora regresaran llegarían con su edad intacta, más allá de la muerte, inmortales con aire de ignorar lo nuevo que hay en el mundo, sin interés en nada distinto de indagar lo que ahora soy. ¿Por qué las canas y la panza? ¿Por qué mi trajinado traje mortal que cruje tanto y mi cojera? ¿Por qué mi apatía con el mundo, mi apatía conmigo, mi des- gano? ¿Por qué mi fastidio con el ruido y sus ruindades? ¿Por qué mi amor al silencio, mi mutismo? También preguntarían perversos por qué conmigo la muerte es indolente. Si ahora regresaran, llegarían dándome un abrazo que todavía extraño. ULRIKA 60 |
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PREMIO NACIONAL DE POESÍA CIUDAD DE BOGOTÁ 2017
Premio Nacional de Poesía Ciudad de Bogotá 2017:
Katábasis de Lucía Estrada
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on su obra Katábasis, Lucía Estrada ha ganado este año de 2017 nuevamente el Premio Nacional de Poesía Ciudad de Bogotá. Katábasis, voz griega que nombra todo descenso: la caída del sol, bajar al mar, descender a la noche, bajar de la montaña, descender al sueño, al canto, incluso a la muerte. El descenso de Orfeo es una Katábasis. Y el de Ulises en busca de Tiresias para que ilumine su viaje de retorno a Ítaca. Y el de Eneas. Y el de Dante. Y el de Rimbaud. Y el de Alicia a su país y al otro lado del espejo. La poesía es, nos sugiere la autora, un descenso: al sueño, la muerte, la filosofía, al pensamiento humano. Y un ascenso… Las visiones y revelaciones del poema derivan a mundos íntimos pero también colectivos. Katábasis es una arquitectura de poemas en prosa, dividido en tres partes, que trazan el descenso o la caída: Superficies; Subsuelo, y Último Descenso. En este nuevo libro conserva cierta línea esti-
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lística de sus obras anteriores, y ciertas inquietudes vivas, que, quienes hemos aprendido a amar su canto, sentimos latir desde Fuegos nocturnos (1997), su primer libro. Pero, ahora, al darles aquí, la forma de poesía en prosa, se siente -como ha sugerido la autora- otra respiración, otro ritmo. Su prosa reinventa el ritmo, la cadencia, la respiración del verso largo hasta hacerlo música de la frase y del párrafo que resuena en el laberinto de nuestro oído musical cual forma libre y precisa. Como ha dicho: Cada poema / un desafío al ojo atento / en el instante justo / de la caída … texto final de El círculo del poema, publicado en el primer libro a sus 17 años. Katábasis es también un descenso a la niebla del lenguaje, al hueco mudo de las palabras, inservibles, como se le revelan en Regreso a Ítaca: ocultas en su condición de niebla. Las palabras no descienden a cantar lo que ve, entre la niebla del sueño y de la
LUCÍA ESTRADA
muerte que aguarda. Tampoco la voz toca con su música lo que ven sus ojos iluminados: Impronunciables la luz, el agua que corre y la piedra que silenciosa la recibe. Paradójica escritura que hace de la naturaleza inservible de las palabras, del vacío del lenguaje, poesía, y razón. Su canto se hace iluminación poética al remitirse a ese vacío, a esa inutilidad impenetrable. Nos abre los ojos al sueño y al soñar místico y pensativo de su poesía que descubre, en la frontera entre lo soñado y la duermevela de la realidad, metáforas de los Tiempos modernos, metáforas que se le revelan al poeta en el goce de la quietud, en el tranquilo y sereno placer de estar, de ser, de no ser, arrobados en el juego misterioso del ver, de recibir el poema mientras nos devora el invisible trabajo del tiempo: Es seguro no pensar en nada. No ser nada… Es seguro ir tras el pájaro sin reparar en la esencia del vuelo. Es seguro tenderse plácido sobre la hierba seca. No pensar. No ser nada. El vuelo da cuerpo a la sombra del pájaro. El canto da cuerpo al cuerpo. Es igual… Su nueva obra nos invita a ver el instante con fijeza para descifrar el Alfabeto del tiempo: Solo y amargo, como un presentimiento, tiembla un instante a contraluz mientras se extinguen los minutos, las palabras, los pasos que acercan su verdad. Bajo las superficies, el tiempo sigue en línea recta hacia adelante, hacia el abismo. Lucía Estrada teje con sus palabras el universo de unas voces y un ser que canta desde la frontera y los abismos del sueño y de la muerte; palpa o desciende con pasos de un cuerpo en quietud o casi inexistente, los peldaños inciertos que unen el sueño, la vida, el tiempo, la muerte, en la duermevela y
la respiración del poema, en un mundo de sombras donde ya no es preciso el aire pero los ojos observan atentos las formas de la luz en la que se anuncia la desaparición de todo lo visible. Cada poema un sueño, una aventura más allá de la muerte. Escribo para darle forma a la muerte, pero también a los pájaros que cruzan el cielo en lentas migraciones. Dice en Último peldaño, el poema con el que finaliza este sublime, enigmático y hermosísimo libro que de nuevo nos revela que el conocer y el ser por la poesía son un don de los ojos, placer de los ojos como diría San Agustín, visiones, como cantó William Blake. En el último párrafo de este descenso al jardín de la poesía, expresa la impotencia de los ojos y la consolación que nos deja en la página: Intento aferrarme con los ojos a este pequeño reducto de conciencia, a la realidad que tiñe de bruma cualquier posible horizonte. Pero los ojos no resisten. Sucumben a su vocación de peces que se dejan arrastrar por las olas. Escribo para despreciar su abandono, para devorarlos hasta el silencio. Algo quedará en la página. Una estrella invisible, un mapa de agujeros negros, un grito sumado a la voracidad de otras aguas, de otras oscuras navegaciones. No hay palabras que puedan llegar al corazón misterioso de este libro; nos lleva su propia música que ilumina nuestra noche oscura del alma de enigmas y de amor. Algo deja escrito con su canto en la página de nuestra carne memoriosa: una herida de música y visiones, de lucidez y de esperanza. Venga a su canto cada lector a las páginas de Katábasis y se verá colmado por los deleites, los enigmas y revelaciones, por las sombras, las iluminaciones y los misterios de la poesía. Por Carlos Satizábal ULRIKA 60 |
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PREMIO NACIONAL DE POESÍA CIUDAD DE BOGOTÁ 2017
De Katábasis Medusas Te mueves en un mar perplejo. Tus ojos desechan antiguas claridades en las que un árbol era un árbol, y la ardiente sal un motivo para ir por el mundo. Como los restos de un barco, te dejas abrazar por el oleaje. Tienes piedad de ti, y de aquello que dejaste en la orilla. Abiertas medusas te rodean. Es verdad que todo tiende sus redes hacia ti en este instante. Quieres volver porque tienes miedo, pero ya es imposible. El secreto debe ser devorado completamente. Vuelves, sin embargo, dentro de ti, reconoces como cierto el rojo impulso que te lanzó al mar. Tiendes los brazos, cuerpo líquido al que ningún golpe puede hacer daño. Estás ahí, resistiendo, siempre en tu dirección. Respiras más allá de ti, más allá de nosotros. Haces que la carrera sea más larga. Te sigo de cerca sin saber, sintiendo cómo los días se desintegran, cómo el error va ganando altura y se arroja indiferente al vacío. La piedra que sostuvo tus pies por un momento se hizo polvo antes de que pudieras arrepentirte. Para entonces todo estuvo de acuerdo; la luz, la línea exacta de la noche. Cada vez más dócil al remolino, cada vez más dueña de la libertad de perderte, expuesta. ¿Qué harás para llamarte en medio del fragor si en el horizonte azul se pierden también las palabras? Deja que la corriente diluya entre nosotros este tiempo sin orillas.
Regreso a Ítaca Impronunciables la luz, el agua que corre y la piedra que silenciosa la recibe. Impronunciable todo aquello que visto tras el humo permanece. Sabes que habrá otro día, otra noche, un tiempo detenido en cada línea de tu mano. Ahí están las palabras puestas una detrás de otra, inservibles, ocultas en su condición de niebla. Algo en la sangre encuentra su abismo, la estrella que no alcanza mi voz. Algo en la sangre se resiste, y es oscuro y hondo. Amarrados al mástil, sordos a la lógica del fracaso, nos dejamos tentar una vez más en contra del viento, laberinto de aguas revueltas, ciego resplandor que se abre y no termina. 10
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LUCÍA ESTRADA
Imprecación Saber con certeza lo que esconde el juego del prestidigitador, y continuar con los ojos vendados, eligiendo las cartas que ya conoces, vueltas siempre al revés, oscuras y desdeñosas. ¿Acaso no era este tu tiempo en el jardín? ¿No tendrías que haber cabalgado hacia la noche, abrir el pozo de las palabras, reunir la fuerza suficiente para escapar del sombrero de copa y resistir la tentación de los espejos? ¿Acaso no eras tú quien desertó una vez del paraíso? Arriba los astros siguen su curso, indiferentes. No hablarán esta vez. Te han dado trampas en lugar de oídos.
Trazos Hay una línea, entre todas las que elegiste, en la que empiezo a desaparecer. Y como el viento que mueve sin descanso las ramas de los árboles, vuelvo del fin a mi nacimiento. Basta un sólo gesto de tu mano en el vacío para poner en marcha esta nueva perplejidad de horas, de minutos, de sombras que se consumen... Camino alrededor de mí mis ma. Nada que interponga un límite, pero bien sé que cada paso lo guarda el invierno. Si enciendo una llama es para no perderme; si ante la luz cierro los ojos es para que viva en secreto tras los párpados. Cada cosa que haya existido, volverá a abrirse paso entre la hierba. Pero no sin riesgo. Aquí y allá todo cruje. El corazón siempre estará a la altura de su muerte. Cruzará para ella el aire, el agua, la herrumbre... La tinta negra de un mar negro va de tus manos a mis manos, aprieta el anzuelo, escupe palabras incomprensibles. Pero he aquí que empiezo a desaparecer. La oscura línea continúa su curso. Tres vueltas de llave, y el cuerpo sentirá sus fantasmas, su sangre espesa, su absurda forma interior... Aire, sangre, formas... palabras que agotan su estrella, círculos protectores que recuerdan cruelmente el tiempo de los sacrificios a un dios tan impalpable como el deseo de volver. Piedra, arena, abismo. El silencio que sigue a todo estallido, a todo grito de guerra, a toda tempestad, se confunde con el mío, precario y blanco. Pero, ¿quién dice que estoy en el mundo? ¿Quién dice que este día es sólo un día y no me pertenece?
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CHARLES SIMIC,
FOTO: PHILIPCHIRCOP.COM
DESARMANDO EL SILENCIO
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ecuerdo el comienzo de uno de los poemas más entrañables de Charles Simic: “La época de los poetas menores se acerca. Adiós Whitman, Dickinson, Frost. Bienvenidos tú cuya fama no irá más allá de tu familia y de quizás uno o dos buenos amigos reunidos después de la cena alrededor de una jarra de intenso vino tinto… mientras los niños se quedan dormidos quejándose del ruido que haces al buscar en el armario tus viejos poemas, temeroso de que tu mujer los haya tirado en la última limpieza de primavera”. Precisamente Charles Simic es uno de los poetas mayores que nos quedan en un tiempo adverso a los asuntos humanos y uno de los que todavía llenan de intensidad y maravilla una lengua y unos temas universales. Ya sin Walcott, ni Strand, ni Brodsky en este mundo podría decirse que son Simic y Billy Collins, entre otros, los poetas que resignifican la lengua inglesa y permiten que nuevos lectores se asomen sin prevenciones y las miradas limpias a los ámbitos de la poesía y sus dignidades. Es el poeta que nos convoca a la lentitud, al silencio en un tiempo de velocidades y en una sociedad que alienta la comida rápida, la lectura rápida y la información instantánea. 12
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Lo he venido leyendo hace más de 20 años. Tanto sus breves ensayos como sus poemas me han acompañado en diferentes momentos de la vida. Su hermoso texto El flautista en el pozo es referencia obligatoria en todos mis talleres y clases de literatura. Por eso, como si hubiera sido una cita pactada en el tiempo, aún tengo la imagen nítida en mi memoria de la mañana del miércoles 23 de agosto de 2017. Yo estaba en el lobby del Hotel Drim de Struga, (Macedonia) cuando apareció Charles Simic. Era tal cual me lo había imaginado. Tiene la pinta de poeta norteamericano que uno siempre ha visto en los libros de poesía de los Estados Unidos, por ejemplo en la portada de American verse y en One century of american poetry. Igual me había pasado años atrás cuando conocí a Mark Strand. Esta vez volvía a tener la certeza de estar junto a uno de los grandes poetas de nuestro tiempo. Sus gestos y su conversación de inmediato convocan a un ámbito de la poesía. No sabía por dónde empezar. Eran muchos temas de los que quería hablarle y preguntarle. Nos esperaban varios días juntos en el Struga Poetry Evenings, el festival de poesía más antiguo de Europa y quizás el
CHARLES SIMIC
más importante del mundo y con seguridad tendría- que lo leí hasta las recientes de Valparaíso Ediciones. mos muchos espacios informales para compartir. La Quería compartir con él mis anotaciones y comentagenerosa invitación de Mite Stefoski me puso en el rios sobre sus ensayos, muchos de sus poemas y, sobre camino de Simic justo en el año en el que él sería el todo de los temas que aparecen en Días cortos y largas poeta laureado del festival con el “Golden Wreath” noches, en la impecable traducción de Nieves García y cuyo nombre estaría al lado de otros poetas como Prados. Se trata de una recopilación de 52 artículos como W. H. Auden (1971), Pablo Neruda (1972), y crónicas que habían circulado a los largo de muEugenio Montale (1973), Léopold Sédar Senghor chos años en la prestigiosa The New York Review of (1975), Rafael Alberti (1978), Yannis Ritsos (1985), Books en donde el jazz, el fútbol, la gastronomía, los Allen Ginsberg (1986), Joseph Brodsky (1991), Sea- recuerdos, la nostalgia de la patria perdida, los libros mus Heaney (2001), Tomas Transtromer (2003), Ma- y la amistad, entre otros temas, se conjugan en clave hmoud Darwish (2007), José Emilio Pacheco (2013) de afecto y asombro en busca de un destino común y y Margaret Atwood (2016) entre tantos otros que definitivo: la poesía. Una tarde, caminando por el bulevar de Struaño tras año han sembrado, en una sencilla ceremonia, un árbol en el Parque de los Poetas a orillas del ga en busca de un restaurante típico macedonio me Lago Ohrid ya convertido en Río Drim. Fueron días de intensas emociones. Con- SUS ENSAYOS Y MUCHOS DE SUS POEMAS SE PUEDEN LEER versamos mucho con Simic de variados temas. COMO CRÓNICAS DE LA SOCIEDAD NORTEAMERICANA DE Me sorprendió su gran sentido del humor. Su HOY. NOS RECUERDA QUE A PESAR DE LA LOCURA, LA manera de asentir y de no tomarse en serio a PARANOIA Y LA CRISIS DE ESA SOCIEDAD LA POESÍA DE sí mismo. Asistió puntualmente a todas las LOS E.E.U.U. GOZA DE CABAL SALUD [...] lecturas y conferencias de prensa y fue amable con el público y todos los poetas. El poeta hondure- tomó del brazo y me repitió algo que había dicho en ño Rolando Kattan nos tomaba fotos y buscaba los muchas entrevistas. Era para mí una vieja historia ángulos más cordiales: el maestro leyendo alguno de conocida que deseaba escuchar en su propia voz: nuestros poemas, asintiendo ante cualquier comen- Cuando las bombas empezaron a caer sobre Belgrado yo tario o celebrando un chiste de ocasión. Fueron 10 tenía tres años. Era un niño. Lo bueno de la guerra es días de celebración del afecto y la poesía. Luego de que los adultos, nuestros padres estaban ocupados siemun paseo por el Ohrid me puse la mejor gala para pre y no tenían otro tema en la vida cotidiana. Así que acompañar al poeta a la Iglesia de Santa Sofía a re- fui feliz en la infancia y en la guerra porque podía jugar cibir el Golden Wreath. Fue una noche emotiva y con mis amiguitos sin que nadie nos cuidara. Igual, la un reconocimiento, desde su propia geografía, a toda ciudad parecía una película del neorrealismo italiano. una vida dedicada a la literatura. Su discurso fue una Todo se veía en blanco y negro, no había colores que soespecie de Ars poética y un homenaje a los poetas que bresalieran. Ese mundo de recuerdos está fijado en la mesiempre admiró: Walt Whitman, Emily Dickinson, moria en grises y negros como en las películas de los años Wallace Stevens, William Carlos Williams, Vasco cuarenta. Pero la calle era la casa, la familia, el país. Un día, yo estaba jugando y me dijeron que había terminado Popa, Pablo Neruda y César Vallejo entre otros. Cuando Rolando y yo leíamos poemas elogiaba la guerra. Yo sentí que se había acabado la diversión. la sonoridad del español. Aplaudía con afecto y en Tocaba regresar a la escuela, así estuviera destruida. Charles Simic llegó a los Estados Unidos a los 16 los últimos días lo hacía con cierta complicidad y generosidad. Siempre tenía una palabra amable sobre años luego de salir de la Yugoslavia bombardeada y nuestros poemas cuya lectura él seguía en inglés en ocupada. Bebe de dos tradiciones de inmensa hondura como lo son la tradición balcánica y la norteamelas pantallas y en las memorias impresas. Yo llevaba varios libros de él para que los au- ricana para armar su genealogía de autores, influentografiara. Desde aquellas primeras ediciones en las cias y dioses tutelares. Sus ensayos y muchos de sus ULRIKA 60 |
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ENTREVISTA
Portadas de la colección de poesía de Valparaíso Editores
poemas se pueden leer como crónicas de la sociedad norteamericana de hoy. Nos recuerda que a pesar de la locura, la paranoia y la crisis de esa sociedad la poesía de los Estados Unidos goza de cabal salud y está en su mejor momento. De igual forma se puede leer como el testimonio de un poeta que ha sido testigo de una historia y quien nos narra desde su vida privada la historia de un tiempo y sus circunstancias. Así mismo, me recuerda que En Estados Unidos menos es más. Siempre busco la mayor sencillez y brevedad tanto en mis ensayos como en mis poemas. Los poemas, a veces los sigo corrigiendo, cuando los releo en los libros impresos, otras veces cuando estoy en una lectura pública y al hacerlo en voz alta me doy cuenta de pequeños errores o de cosas que ya no me gustan. Es el precio de escribir en el sofá, en la cama, de encontrar hojas de block entre las cobijas, y apuntes en libretas y cuadernos. Al preguntarle sobre su texto Confesiones de un poeta laureado me dijo no fui el típico poeta laureado. No me involucré tanto. Asistí a lecturas, di entrevistas y tuve alguna notoriedad mediática. Me negué a asistir a un encuentro con el Presidente Bush en la Casa Blanca. Me permitieron no hacerlo. No me sentía cómodo de compartir con Bush una cena o u encuentro. No sabría de qué hablar con él y sospecho que él tampoco tendría nada de qué hablar conmigo. Recuerdo bien, que a pesar de ese aparente desdén por el honor de ser poeta laureado, en su ensayo había afirmado: en un país en el que las escuelas parecen enseñar menos literatura cada año, en el que cada vez menos personas leen libros y la ignorancia es la reina suprema en cuanto a la mayoría 14
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de los temas, la poesía se lee y escribe más que nunca (..) ¿Dónde, si no, iban a encontrar una comunidad de almas afines que se preocupan por lo que ha escrito Emily Dickinson o Billy Collins? Si me pidieran que resumiera mi experiencia como poeta laureado, diría que no hay nada más interesante y esperanzador sobre América que su poesía. Le confesé que el texto que escribió sobre Mark Strand es uno de los que más me emociona: ¿Mark Strand? Fue una amistad de cuarenta y seis años. Dimos una lectura juntos hace muchos años, en 1968, en Nueva York y desde ese día fuimos amigos para siempre. Siempre lo recordaba así no nos viéramos durante meses. Queríamos compartir anécdotas o chismes literarios. Disfrutábamos el sentido del humor y el afecto, la poesía y la cocina. Tal y como lo escribí, cuando uno menciona comida en un poema en un recital la gente sonríe. Se conecta con el poema. Lo vi cinco días antes de morir en el hospital. Le costaba trabajo ponerse la camisa. Se la elogié y me respondió “siempre me pongo las mejores ropas para venir al hospital”. Conservó su sentido del humor hasta el final. Ahora lo releo y lo recuerdo y soy consciente de lo importante que fue su amistad y de la inmensa falta que me hace. Hablamos de las traducciones y sus primeros poemas: la gran literatura llega a través de traducciones. Son los grandes libros de la vida. Yo siempre escribí en inglés porque quería que mis amigos y la chica que me gustaba entendieran lo que escribía. Le dije que su poema “Carnicería” era uno de los que más me conmovía. Sonrío y reafirmó que ese poema es una analogía con ese
CHARLES SIMIC
matadero donde viví que fue Belgrado. En la calle donde vivía en Chicago estaba llena de carnicerías. Recuerdo que había una cuyo dueño era un polaco. Era imposible no recordar la carnicería que es la guerra. Simic, como buen hijo de los Balcanes, lleva la historia y la pasión por el fútbol en el ADN. Narró con detalles su visita a Octavio Paz en Ciudad de México justo el día en que México juega con Italia en la Campeonato Mundial de 1994. Todo aquel memorable encuentro con el autor de Piedra de sol se vio interrumpido por la curiosidad permanente de averiguar el resultado del partido en medio del júbilo ajeno que llegaba de otros lugares. Me confesó que es hincha del Arsenal y pregunta mi opinión sobre el arquero David Ospina el cual no lo convence del todo para ser titular del equipo inglés. También le mencioné el conmovedor texto Por qué sigo escribiendo poesía donde Simic establece, desde sus recuerdos personales, una analogía con el ajedrez: Los tipos de poemas que escribo –en su mayoría cortos y con interminables retoques—me recuerdan a las partidas de ajedrez. Para su éxito, dependen de la palabra y la imagen en el orden correcto y los finales deben tener la inevitabilidad y la sorpresa de un jaque mate elegantemente ejecutado. Nos despedimos, luego de una semana de grandes emociones y de estrechar unos lazos de afecto verdaderos, después de la lectura en Skopje, la ciudad de los más grandes momentos y estatuas. Leímos todos los invitados, por última vez, en el Macedonia Square dominado bajo un inmenso monumento a Alejandro Magno y nos despedimos con un cálido abrazo y una nostalgia anticipada. Tuve la sensación de que pronto lo volvería a ver y así fue. Unas semanas después programé un “Roadtrip” por Nueva Inglaterra en compañía del poeta español Fernando Valverde. Nuestro propósito es hacer unos dos o tres viajes anuales en busca de tumbas y casas de poetas por el mundo. Massachusetts, Vermont, New Hampshire, Filadelfia, New Jersey fueron los destinos escogidos para visitar en el pasado otoño. Allí fuimos a las casas y tumbas de Walt Whitman, Emily Dickinson, Robert Frost, Henry David Thoreau y Edna St Vincent Mullay. Estando en una librería en Concord recordé que Simic vive hace muchos años en una casa de campo en New Hamp-
Arriba: Federico-Díaz Granados y C.S. en el Festival Struga Poetry Evenings. Abajo: Fernando Valverde y Federico DíazGranados con Simic. FOTOS: ARCHIVO FEDERICO DÍAZ-GRANADOS
shire. Estábamos relativamente cerca. Me atreví a escribirle y recordarle los días de Struga y con gran afecto nos invitó a almorzar al día siguiente. Fue una de las tardes más entrañables de la vida, en familia, hablando de su nieta Abigail, de sus ediciones en español. Conversó largamente con Fernando sobre los Balcanes y Belgrado. De alguna forma él intuía todo lo que iba a pasar luego del ascenso al poder de Milosevic. Es el destino trágico de una nación. Fernando, insobornable aficionado a todo lo que tenga que ver con los Balcanes, estaba maravillado por el privilegio de estar aquella tarde en esa casa de campo de Strattford (New Hampshire) escuchando a Simic sobre tantos asuntos. Volvió a mencionarme el tema del ULRIKA 60 |
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ENTREVISTA
fútbol: estaba enterado con detalles de la eliminatoria suramericana a Rusia 2018. Él mismo fritó unos filetes de carne que maridamos con un buen vino. Nos regaló la reciente edición de Scribbled in the dark. Así, Fernando y yo continuamos nuestro recorrido a la mejor manera de Kerouak (cuya tumba también visitamos) por un viaje en carretera a través de un país de autopistas y de grandes avenidas. Los colores del otoño combinaban con los recuerdos de aquella tarde. El viaje continuaba. Un sorpresivo mensaje irrumpe nuestras emociones: Gracias por la visita, les deseo una buena experiencia en las casas de Frost y Emily y felicitaciones por la clasificación de Colombia al mundial. Abrazos. Charlie. A la manera de Walcott hubo fiesta en nuestras vidas y se iluminó esa maravillosa ciudad de siempre que es la poesía. Por Federico Díaz-Granados
Como es tradición, el poeta laureado con el Golden Wreath debe sembrar un árbol en el Parque de los Poetas de Struga. En la foto Charles Simic cumple con el ritual.
Dos poemas de Charles Simic (Traducción de Nieves García Prados)
Mil novecientos treinta y ocho Fue el año en que los Nazis invadieron Viena, Superman debutó en Action Comics. Stalin mataba a sus camaradas revolucionarios, Abrieron la primera Dairy Queen en Kanakee, III, Mientras en la cuna yo me orinaba en los pañales. “Seguro que fuiste un precioso bebé”, cantaba Bing Crosby. Un piloto a quien los periódicos llamaron “El despistado Corrigan” Despegó de Nueva York hacia California Y aterrizó en Irlanda, mientras yo veía a mi madre Sacarse el pecho de su bata azul y acercarse a mí. En septiembre hubo un huracán que hizo que un teatro En Westhampton Beach acabara en el mar. La gente temía que fuera el fin del mundo. Un pez que se creía extinguido desde hace más de setenta millones de años Apareció en una red en la costa de Sudáfrica.
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CHARLES SIMIC
Yo estaba tumbado en mi cuna mientras los días eran cada vez más cortos y fríos, Y la primera gran nevada cayó de noche Silenciando las cosas en mi habitación. Pienso que entonces me oí llorar por mucho, mucho tiempo.
Rincón oscuro Dime, ¿cómo diste conmigo? Normalmente, me hago el sordo y el tonto, pero contigo es diferente. Entras y sales de los portales, merodeas detrás de mí como un gato negro. Mira a esos imbéciles, continué gritando al mundo. De nada sirvió. Ellos seguían caminando sobre mí aferrados a sus sombreros o levantando un poco sus faldas de camino al infierno. Se tratará de un loco, ahí despatarrado en la acera, con la bragueta desabrochada, con los ojos entreabiertos. Sólo tú regresaste para ver qué tal estaba, sólo tú te asomaste a cada rincón oscuro. Soy un pájaro batiendo las alas en vuelo. Encuéntrame una bonita jaula que sea grande y tenga la puerta abierta. Sácame de aquí con tus besos. Mis zapatos necesitan cordones. Mis pantalones necesitan tu dedo para no caerse.
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UNA APROXIMACIÓN A LA POESIA DE EVELIO ROSERO
FOTO: FILLIMA
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n Colombia uno no sabe cómo se hace escritor en condiciones ambientales tan desfavorables, tan hostiles al trabajo intelectual; con tan pocos lectores. Se necesita ser un incansable aprendiz de mago, o estar por siempre hechizado por las lunas de Chía; se necesita ser Evelio Rosero Diago, quien no obstante a fuerza de incansable trabajo –en un país repleto de gentes inexplicablemente aisladas de su historia- lo ha logrado sobradamente, desde su condición de hombre solitario e introspectivo; desde el afecto apacible y bondadoso que ha sabido conceder a sus amigos. Porque nunca se despojó del ímpetu incesante del niño, su sentido, su diligencia literaria han sido más consecuencia de la intuición. Evelio ha sabido fusionar su olfato con su pensamiento lo que da explicación a su sorprendente genialidad. Esto ha permitido al entorno ser el empuje de su creatividad sin dejar de lado la claridad de que la palabra debe ser concebida como una suerte de trabajo, como una ruta para conceder razón y estabilidad al mundo. Todo existe para que Evelio lo describa, y él se arroja sin temores al centro del corazón, al dilema donde todo toma su origen y su sentido; allí donde dormita la palabra olvidada o reprobada, dejándonos ver los surcos de nuestro tiempo -la fiesta, el golpe, la cima, el barranco-; permitiéndonos advertir esos fulgores y cerrazones que el olvido no ha podido maniobrar del
EL ENCONTRADOR
EVELIO ROSERO: EL ENCONTRADOR todo. Su curiosidad intelectual que está al tanto de los principios de las cosas sabe que en la naturaleza humana no todo es asunto de disciplina lógica, que muchas veces sus experiencias y temores están por encima de toda valoración. Siguiendo por esa senda bien podemos declarar que todo le pertenece, que todo ha estado en favor de su interés preciso por el arte de narrar; de su pronunciada inclinación al violento oficio de escribir como decía el escritor argentino Roberto Wals. Estoy seguro –aunque nunca me lo haya dicho- que como Ambrose Bierce, piensa que “el arte es la única ocupación seria que hay en la vida”; que la literatura no es más que esa suma de pequeños descubrimientos que ayudan a salvar al hombre, ese animal deseoso de dogmas, de seguridad, de bálsamos; que le ha ayudado a orientarse a lo largo de los siglos mostrándole la importancia que tiene el entenderse a sí mismo. Su obra deja entrever distintos tonos de inspiración porque la literatura es lo que respira, lo que vive, lo que está en permanente cambio. La literatura es movimiento. Lo que es bueno deja de lado los patrones que pudo haber tenido y es imprevisto, así sus libros que siempre provocan una excitación, resaltada a menudo con algo de asombro invariablemente memorable, logrando en algunos la ardua perfección: lumbreras encendidas en una negrura generalizada.
Su pluma bocetea las formas variadas de las circunstancias; se asoma al orgullo, a la vanidad, a la credulidad, al temor, a los prejuicios de una patria que pareciese enmarcada por la estupidez donde –quién lo creyera- hay personas que defienden la muerte en lugar de la vida; una patria empantanada en las marañas de la burocracia, en las tramas jurídicas, en los fanatismos religiosos; digna merecedora de un boleto para abordar el barco de los necios. Es este el espacio donde hemos visto emerger una obra rica en timbres, con una alta carga de poesía que la valida por encima de los recursos técnicos;
...EN LA NATURALEZA HUMANA NO TODO ES ASUNTO DE DISCIPLINA LÓGICA, [...] MUCHAS VECES SUS EXPERIENCIAS Y TEMORES ESTÁN POR ENCIMA DE TODA VALORACIÓN. [...] LA LITERATURA NO ES MÁS QUE ESA SUMA DE PEQUEÑOS DESCUBRIMIENTOS QUE AYUDAN A SALVAR AL HOMBRE, ESE ANIMAL DESEOSO DE DOGMAS, DE SEGURIDAD, DE BÁLSAMOS [...] una expresión que ha iluminado muchos espacios de nuestra vida; que ha idealizado, que ha pintado arquetipos propios del ambiente; que se ha detenido en sensibles espacios de nuestra historia, nuestra historia que ha sido nuestro gran dolor; que ha sido también nuestra más grande vergüenza. Pero ya nos lo dijo Ciorán “la historia no es más que un desfile de falsos absolutos, una sucesión de templos elevados a pretextos, un envilecimiento del espíritu ante lo improbable”. ULRIKA 60 |
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UNA APROXIMACIÓN A LA POESIA DE EVELIO ROSERO
E.R. con su premiado libro La carroza de Bolivar FOTO: MILTON RAMÍREZ
Paradójicamente los críticos dicen que la ficción funciona mejor en sociedades moral y culturalmente cerradas. Sin embargo para Evelio ha sido arduo y le ha tocado demostrar que es un escritor autónomo, valiente, que no le teme a la
controversia y se ha asomado de una manera crítica a esa vasta franja de estupidez de nuestra idiosincrasia, un tanto inepta para reconciliarse con la realidad. Acaso por ello algunos se incomodan con su obra. En un mundo en el que la casi totalidad de los discursos están cercados por una suerte de perímetro verbal difuso, su obra se erige como una de las más lúcidas de los últimos años, con todo y que al leerle (o precisamente por ello) nos invada la sensación irrefutable de que quizás la vida no sea más que un cuento. Por Fernando Linero
Con el poeta cubano Alberto Rodríguez Tosca Colombia, 1995
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EL ENCONTRADOR
El Encontrador Soy El Encontrador, famoso en este mundo y en el otro, no cobro por mis servicios vivo de lo que me den – en los entierros y en los bautizos-, puedo encontrarlo a usted – si usted quiere -, encuentro vidas que se pierden, gatos, ollas y niños, luces, ríos, astros y momias, letras y números, puedo encontrarlo todo, y es por eso que nada en este mundo se ha perdido, ni en el otro, excepto yo mismo, pues no sé quién soy, ni para qué diablos sirvo, y no estoy satisfecho conmigo, ni con mis encuentros, quisiera encontrarme, sé que estoy perdido, en cualquier esquina de este mundo – y del otro – me estoy buscando – yo mismo, hoy mismo -, y soy, sin embargo, El encontrador.
FOTO: FRANCISCO CAÑEDO
Evelio Rosero Diago
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SOBRE EL NÓBEL DE LITERATURA
BOB DYLAN:
EL PESO LITERARIO DE LA CANCIÓN LIVIANA
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obert Allen Zimmerman (Duluth, Minnesota, Estados Unidos, 24 de mayo de 1941), cantante, compositor, letrista, poeta, actor, intérprete, guitarrista; el sujeto más celebrado por un momento en las aulas americanas, por poeta o por músico o por disidente de la normalidad. Heroinómano con tendencia suicida -“la muerte para mí no es nada”- estuvo poco tiempo en la universidad, no más de seis meses, donde intentó estudiar Artes. Sus ganas de ser cantante de rock le ganaron a las aulas. Se sostiene que fue prostituto en los comienzos de su carrera; que fue el primero en ofrecerle marihuana a John Lennon y a Paul Mac Cartney; que para superar las drogas estuvo enredado con congregaciones religiosas (de donde derivan muchas de sus canciones con ambiente místico: Por este mundo que cristo nos da / hacemos la ofrenda del pan. / El pan de nuestro trabajo sin fin/ y el vino de nuestro cantar); que dedicó su primera canción a Brigitte Bardot; que…, etc. A estas alturas yo creo que ya todo debe haberse dicho sobre su persona y su obra. En 1958 adopta el seudónimo de Bob Dylan –después de haber ensayado algunos otros -en homenaje a Dylan Thomas el poeta galés. Cosa curiosa pues la obra de éste es significativamente distinta de la suya. Ha escrito más de 1500 canciones -muchas de ellas llenas de referencias literarias- que han ejercido una innegable influencia en el espectro de la música popular del siglo XX, su canción La respuesta está flotando en el viento tiene más de 500 versiones. Cercano a la generación beatnik (Kerouack, Burroughs...) fue celebrado por Allen Ginsberg. No es casual que aparezca en el libro de Ann Charters The
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portable beat reader. Musicalmente es innegable la influencia, reconocida por él mismo, de Woody Guthrie (Oklahoma 1912- Nueva York 1967) músico folk conocido por su identificación con la gente común, los pobres, y los oprimidos así como contra el fascismo y toda explotación humana. Ampliando un poco la perspectiva creo que B. D. es un producto de la revolución cultural (estética) que ocurrió en los años sesenta y que tiene como soporte al rock. Sus poemas canciones han sido labrados con la historia del siglo XX, al ritmo del country. Los sucesos de la modernidad como la lucha por los derechos civiles, la Guerra fría, el trance de los misiles en Cuba, la intransigencia religiosa, el capitalismo salvaje, los vicios de la tecnología, en fin las últimas batallas de la humanidad, se constituyen en su marco natural. A través de sus canciones se expresa el habitante de un mundo en plena convulsión, que demanda la potestad de no hacer de la tierra su adversario; que se siente un peón con el deseo de concurrir a la fundación del Nuevo Mundo moral. Hoy la discusión, después de que la Academia sueca decidió concederle el Premio Nobel de Literatura, se centra en el valor poético de sus textos. Y la preocupación no es para menos, cuando observamos cómo los escenarios del mundo se llenan con la expresión de ineludibles iluminados, de fatales juglares ataviados de respuestas; de poetas cantantes que aplican una exitosa receta: un poco de surrealismo revuelto con la necesaria conjetura social y ya está (Silvio Rodríguez). Por supuesto no es el caso de Bob Dylan, pero si me detengo en esas circunstancias es porque ha sido un cantante de culto que lo
BOB DYLAN
SUS POEMAS CANCIONES HAN SIDO LABRADOS CON LA HISTORIA DEL SIGLO XX, AL RITMO DEL COUNTRY. LOS SUCESOS DE LA MODERNIDAD COMO LA LUCHA POR LOS DERECHOS CIVILES, LA GUERRA FRÍA, EL TRANCE DE LOS MISILES EN CUBA, LA INTRANSIGENCIA RELIGIOSA, EL CAPITALISMO SALVAJE, LOS VICIOS DE LA TECNOLOGÍA, EN FIN LAS ÚLTIMAS BATALLAS DE LA HUMANIDAD, SE CONSTITUYEN EN SU MARCO NATURAL
convierte, para algunos, además de profeta, en un poeta. Ello colabora con que surjan algunos interrogantes: ¿Hasta dónde la música ha sostenido su impulso literario? ¿Qué tanto de literatura hay en su trabajo? El quid de la cuestión se centra en la calidad del universo conceptual, de los llamados cantautores. El escritor español Vicente Molina Foix nos dice al respecto, con mucho de razón: “Nunca he sido un gran admirador de la poesía letrista o cancioneril, que tiene sus adeptos, incluso entre escritores y otra gente herida de letras. La letra psicodélica, la letra futurista (Bowie), la letra apocalíptica (The doors), la letra de batalla y de alcoba (Raimon, Bob Dylan) siempre me ha parecido escasa y un pelín hueca cuando es leída en seco, sin la voz ni la música” (El País, 27 de nov de 1996).
En el comunicado, donde anuncia la designación, la Academia sueca expresa que al artista se le concede el Premio Nobel por: “haber creado nuevas expresiones poéticas en la tradición de la canción americana”. Personalmente creo que sus letras despojadas de la música no tienen el discurso y la profundidad que exige la poesía, y si hacemos el ejercicio de modo contrario nos sucede lo mismo con la música. Sus canciones están construidas sobre secuencias armónicas muy elementales. Esto no les resta eficiencia para lograr conquistar el oído de los escuchas No obstante lo cierto es que la canción popular es rápida, repetitiva y pegajosa y que de nada sirven análisis profundos. Resultaría ocioso. El poema por el contrario nos obliga a meditar, a desarrollar el examen lento. El poeta es el cautivo del fulgor del idioma. ULRIKA 60 |
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SOBRE EL NÓBEL DE LITERATURA
Es muy difícil asimilar que una super estrella altanera y áspera del rock llegue a ser Premio Nobel de Literatura, una estrella del “show business”. Esto entorpece el acercamiento a su trabajo desde el punto de vista rigurosamente literario. Por otro lado estoy seguro que a la mayoría de sus seguidores no les interesa para nada el alcance literario de sus canciones. A ellos les basta con escucharlo. Me pregunto ¿Qué estarán pensando Haruki Murakami o Philip Roth, que en los últimos años han estado nominados? Muchos opinan que es una distinción cómoda para los que no leen, para el populismo de las redes sociales. Es sabido que la academia es un instrumento de poderes ideológicos, económicos y políticos, que se constituyen en el telón de fondo que finalmente determina la dirección que toma la elección de cada año.
ES SABIDO QUE LA ACADEMIA ES UN INSTRUMENTO DE PODERES IDEOLÓGICOS, ECONÓMICOS Y POLÍTICOS, QUE SE CONSTITUYEN EN EL TELÓN DE FONDO QUE FINALMENTE DETERMINA LA DIRECCIÓN QUE TOMA LA ELECCIÓN DE CADA AÑO. En los últimos tiempos se ha venido escudriñando en sus recovecos literarios – Michael Gray Song and dance Man, John Herdman Voice without Restraint- pero esa discusión sobre el valor poético de sus textos no es de ahora. Ya se había dado lo mismo en torno de la obra del ya citado Leonard Cohen cuando le dieron el Premio Príncipe de Asturias, premio que también le fue concedido a Bob Dylan. Es fácil observar su condición de hombre de variadas lecturas, seguramente desorganizadas, sin duda sometidas al azar de los libros que aparecían en su camino, como corresponde a un músico popular, la Biblia, Bertolt Brecht, etc. Tal condición azarosa dificulta el rastreo, algunos encuentran una influencia de Rimbaud como los críticos Van Ronk y John Herdman, otros observan visos de Eliot, Blake, Browning, Ginsberg, Ferlinghetti etc lo cierto es que desde mi perspectiva es un ser (literario) difícilmente clasificable. 24
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Bueno es recordar que en el griego antiguo (de donde procede todo esto) no existe una palabra que signifique música como hoy en día la entendemos. Tampoco para la poesía existe un término independiente, ambas comparten la expresión mousiké (arte de la musas) que además implica a la danza, es decir que para el observador griego de la antigüedad la palabra por sí sola era capaz de comunicar además a la danza y la música. Esa unión puebla las fantasías históricas de todas las épocas del hombre. No concibo a la poesía separada de la música. Tampoco a la música separada de la poesía. En la génesis de la música está la poesía. En la génesis de la poesía está la música. La una sin la otra se tornarían en una cuestión totalmente incomprensible. La intuición, la inteligencia, la sensibilidad y la experiencia siempre me han dicho (vuelve y juega) que son cuestiones que pertenecen a un mismo cuerpo. El desiderátum de la palabra poética es la música. El desiderátum de la música es la palabra poética. Es la música la que sustenta sobre el precipicio a la palabra. Es la palabra la que sostiene sobre el precipicio a la música. La canción es un encuentro entre dos universos: el musical y el del lenguaje. Esto aparentemente está en contravía, con una época en la que muchos artistas le juegan a la separación de los géneros y en la que se llega incluso a afirmar que por su rareza y su exquisitez, la poesía bien podría desmarcarse de la Literatura en general (Antonio Gamoneda). Ahora bien entonces ¿Cómo hacer un análisis de la música y la letra de una canción independientemente? ¿Qué herramientas de medición usar o qué método aplicar? ¿Dónde está la diferencia entre una letra de canción y un poema? Al respecto el investigador español Vicente Araguas (Tesis doctoral 2014) nos dice: “… diferencia que va del poema a la letra de una canción. Siendo así que el primero aspira, o debe hacerlo, a una duración intemporal. El segundo, a un espacio de dos, tres, o diez o quince minutos. Luego está la cuestión, nada baladí y señalada en el trabajo de que muchos cantautores (en puri-
BOB DYLAN
dad no lo son) se limitan a musicar poemas, con lo que no hacen sino desbaratar la idea letrística “per se”; los versos llevados a la partitura porque si, como es el caso de Paco Ibáñez. Y no es que no se pueda, sino simplemente que no se puede hacer indiscriminadamente, porque se termina – como lo dice Araguas- malogrando los versos y haciendo una canción mala. Así pues el asunto de la canción que se preocupa, además de la melodía, por lograr una buena letra es de antaño. Sólo en lo que concierne a nuestra lengua es fácil encontrar en el medioevo diversidad de ejemplos. Remitiéndonos a los más conocidos a Martín Codax, por ejemplo, se le conocen siete cantigas, de las cuales seis son inseparables del soporte musical; los 427 poemas que dejó escritos el Rey Alfonso “El sabio” todos comprendían un ambiente musical, lo mismo ocurre con el Cantar del Mío Cid, escrito para ser cantado. B. D. nos ha mostrado con su actitud displicente que no quiere pertenecer al ámbito de la Literatura, que se siente como diríamos coloquialmente ‘harina de otro costal’, no obstante la cantidad de reconocimientos que le llegan de allí y de las noticias que dicen que empezó a escribir poesía entre los once y los doce años, bastante precoz según mi parecer. Sigo creyendo que la Poesía es un asunto de adultos. Este premio es acaso la celebración del reencuentro de la canción con el verso poético, cuyo divorcio introdujo la modernidad; también es una invitación a los cantautores al ejercicio del pensamiento, algo que debería estar presente en primer plano dentro de sus preocupaciones, porque si hay algo de lo que adolece la canción popular es la escasa calidad de sus letras. El hecho de que su propuesta esté enmarcada dentro del formato de la canción popular ha determinado, sin lugar a dudas, el resultado de su búsqueda y de algún modo nos hace volver la mirada hacia los cantos ancestrales; hacia la voz de los aedas y trovadores, como también hacia la obra de autores como Leonard Cohen, John Lennon, Mick Jagger, Tom Waits, Cat Steven,
Cole Porter, Paul Simon, Chico Buarque, James Taylor, Lucio Dalla, George Brassens, Jacques Brel, Jim Morrison, Luís Eduardo Aute y Joni Mitchell entre otros. Esta nota pretende ser un acercamiento, más desde la observación que desde la crítica y no se trata de compartir o no el criterio de la Academia sueca. Creo que lo importante finalmente es rescatar la vigencia de su propuesta y el carácter de necesidad de que su obra es portadora. Algunos apostaban a que no iba a recibir el premio, sin embargo en estos días anunció su decisión de aceptarlo pero que por compromisos adquiridos con antelación no podrá estar en la ceremonia. Yo esperaba que actuara con toda la carga de fidelidad a sus principios, no aceptándolo como lo hicieron Boris Pasternak en 1958 y Jean Paul Sartre en 1964. El premio nobel – a estas alturases un algo menor para un poeta verdaderamente libre porque lo cierto es que los tiempos nunca han dejado de cambiar, que: La línea está trazada La maldición está echada El más lento ahora será el más rápido después Como ahora el presente después será pasado El orden se marchita rápidamente Y el primero ahora será después el último. Porque los tiempos están cambiando. Por Fernando Linero (Bogotá, diciembre 2016) ULRIKA 60 |
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Noticias de libros ❦
-Poemas inéditos de Gustavo Adolfo Garcés, del libro de próxima aparición Blanco sobre Blanco 27
-Coros del amanecer, poema de Edgar Trejos que da título a su más reciente libro, publicado por Santacoloma Editores, Medellín, 2017. 29
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GUSTAVO ADOLFO GARCÉS
Gustavo Adolfo Garcés Reencuentro Otra vez el dragón su fuego de extraños caracteres el resplandor
Nieva en Caracas
rojizo Para Eugenio Montejo
de la mañana Fuera ***
de sí
Ciervo
sin saber dónde
Nunca
se hallan
ha llegado un ciervo
las
a mis poemas
palabras se hilvanan
el más
blancas
cercano se quedó en los arces
***
pastó junto
Pájaros
al arroyo Para quien toda
los oye
la tarde estuvimos
es todo
mirándolo
lo que ocurre
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NOTICIAS DE LIBROS
Mañana Por la alfombra raída el escarabajo
Cabrera
entra al mundo Anda a caballo *** mira los cabritos
Alegría los llama por su Un grupo
nombre
de jazz en la estación
dice
de buses
que Luna tiene
miro
las manos
a uno
desgonzadas
y otro lado relata la fatiga
la historia
sube
de su vereda
la sangre a la cabeza
“el miedo no nos
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de pronto
deja
escucho
hablar
que gritas
con los
mi nombre
otros”
EDGAR TREJOS
Edgar Trejos Los coros del amanecer “Todos nosotros nos sumamos adentro del gran coro de los otros. Todos formamos parte del gran coro. Todos. Eso es lo bello y lo terrible”. Niña mía pude haber sido mundano. Lo habré deseado Niña en el borrascoso pasado: haber corrido infatigable el enorme laberinto pagano de los años iniciales sin control, pero los coros del amanecer -esos secretos llamados que sólo el alma escuchame han salvado, han liberado mi senda, Uno de ellos tú Niña mía altiva y festiva aldaba de armonía. Cómo no acariciar el sagrado regalo de tus manos de luchas y esperanzas para mi vida sin causas ni bonanzas. La dulce algarabía del trabajo despertando a los hombres, el alborotado canto de los niños iniciando sus vuelos en el aula, la visita de alas y de juegos de los infaltables pájaros del alba escapando de las jaulas nocturnas, emergiendo entre raudos gorjeos hacia las frondas luminosas de la mañana.
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NOTICIAS DE LIBROS
El temprano rezo de la madre por los arduos días que la ventura de la vida desgranan desde la cálida ventana del hogar, pidiendo alejar inciertos pasos del futuro de su hijo. El vivo y hondo discurso de natura agitando sus memoriosas raíces y en todos los rincones cercanos la fiesta de la vida desatando sus lazos urgentes para gritar-fundir el sentido de lo humano en cada molino de existencia. Todo Niña mía y con ello la inmensa compañía de tus ojos para mi camino, afirman mi fe de viento abierto, huellas abren para mi destino. Aunque a veces Niña mía el miedo agite atento afuera y afile su misteriosa cuchilla, no dejo de escuchar paciente los coros del amanecer que me guardarán tu tiempo con sosiego -esos secretos llamados que sólo el alma escucha-
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Nueva poesía de Perú ❦
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n el número 56 de la Revista Ulrika planteé una especie de pregunta abierta sobre lo que pasaba en la poesía peruana post dos mil. Creo que desde ese momento lo único que puedo tener claro es que nuestro medio cultural se va enriqueciendo con más y más voces nuevas, con estilos distintos e incluso acciones ideológicas con respecto a lo que es la palabra y el lenguaje en la poesía. Un claro ejemplo es lo que están haciendo el colectivo Poesía Sub 25 y su propia propuesta (http://poesiasub25.com/) Presentamos para este número una muestra de textos de tres jóvenes que han publicado sus primeros poemarios en los últimos 5 años y, de una manera u otra, son un radar de lo que pasa con la postura frente a la palabra y los límites de la misma en el poema.
Con propuestas que van desde un mundo mitológico hasta el mundo de la piel, pero los tres atravesados por la preocupación de “¿para qué poesía en tiempos de penuria?” como diría Hölderlin o mejor y parafraseando ¿para qué poetas en tiempos de fragmentos y beats? Por Luis Alonso Cruz, Lima 2017
NUEVA POESÍA
Marina Irkalla (Piura, Perú. 1988)
Respuesta del rayo Hasta que las rotaciones se extravíen en su propia geometría y este concierto se detenga en el sol, sé un planeta. Cuando no exista raíz que te dé de beber y cure tu costado, teje tus propios lunares, sé una semilla, una planta, un animal. Dibuja las líneas de tus manos, encabrita también a la lluvia y entonces vuelve a ser un asteroide de carne, un estruendo venido de muy lejos,
El día que cayó el rayo
una ventana
En el principio
de donde la luz no pueda escapar.
cayó primero el golpe o la luz, antes del cuerpo. Cayó también la espalda de la noche y desde la herida más profunda del mar se alzó una lluvia de fuego. Las olas batieron los riscos, regurgitaron sus propios peces y madreperlas, confundiendo su dulce materia con la porosidad de nuestros huesos. En esos días las rocas abrieron sus ojos, se aparearon las arañas en las fisuras, se incendiaron las carnes, hirvieron los minerales (Memorias del Rayo, 2016)
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PERÚ
Katherine Medina Rondón (Arequipa, Perú 1994)
IV No, hoy no hay un hombre que se desnuda ante un poema, ni un poema que se desnuda ante un hombre. Nada acontece,
Carta fallida
no hay emboscada,
La felicidad es endémica, y la memoria, un acto fallido.
ni ave exiliada columpiándose en mi cabeza, ni piel empacada en la maleta, ni herida en las branquias de quien muerde el anzuelo, no vivo,
El bullicio/ paso uniforme de maniquíes parlantes me p e r s i g u e, pero siempre hay que hacer pequeñas pausas, doblar la esquina y sorprenderse como si recién descubriera la vida, al ver su sonrisa atropellando mis dudas.
no me estoy muriendo, ustedes no me ven
Cuando hay mucho silencio tampoco se puede escuchar,
y
pero hago un ruidito y su imagen vuelve a mí,
no se ha dicho nada (Mínima Celeste, 2016)
vuela en el techo y me limpia las legañas. Cariño antediluviano, el placer me destruye. Somos dos pequeños seres de vidas pasadas que se comunican lo mejor que pueden y encaracolan al sentirse despoblados, que juguetean y se cobijan en la luminiscencia de sus miradas. Solo trato de decir que esta vida no promete nada, pero a veces trae milagros que agrietan el tiempo. (Disidencia, 2017)
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NUEVA POESÍA
Omar Pinedo (Lima, Perú 1988)
Caminos del bosque Hay un vacío, una intranquilidad, luz que se detiene al borde de un pozo oscuro. Ecos amortiguados (por la distancia) multiplicados. Cada quién dice “yo soy”, pero ¿quién es? Hay un vacío interno, intranquilidad, siluetas negras en la noche blanca, crepitando por el sumidero. Más por las mañanas, ese mismo pozo brinda agua a los animales de una aldea que florece, y lugar de juego al niño que sueña_____________ nunca resbalar. (Mitologías individuales, 2016) Saigyō Junto al sauce alto corre el agua clara. Deslizo las correas del morral afuera de mis hombros. Al fondo de este arroyo calmo hay un pequeño sol brillando. – Descansa de tus cargas – dice. – Momentáneamente ven, descansa de tus penas. (En el principio era la maravilla, 2017)
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Colombia Francia 2017 ❦ Como un eco del encuentro de culturas que celebraron diversas instituciones de ambos países a lo largo de este año, Ulrika presenta esta muestra de cuatro autores colombianos radicados en París. DIBUJOS DE JULIÁN RODRÍGUEZ QUIROZ
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COLOMBIA FRANCIA 2017
Jorge Torres Medina Inventario Sentado en la dificultad la vegetación es aliento Avanzo medito me protejo los depredadores asedian Pero una piedra astillada salva mi fragilidad y domo el fuego Doblego al homínido al hombre hábil y erecto Entre truenos y glaciares despojo bisontes cazo pesco deambulo descubro ingenio Soy arco flecha lanza arado rueda vela Hablo y testimonio el ayer disperso en el arrugado glóbulo instalo la morada en la morada Humus semilla fruto mano y cerebro en Altamira y Lascaux moldeando el color en la roca en el papiro Muralla urbe espada pólvora escritura jerarca de todas las especies Mido el tiempo y la distancia someto al más frágil y hago historia disecciono el átomo y perfecciono la guerra Así siglo trans siglo devoro mi sapiencia en la cuerda de la adversidad.
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Una plaga ¿ Qué avizora el sapiens sentado en el lomo de inmundicia entre polvo ferroso y chatarra ? Invadido de círculos de caucho en el reflejo de su veneno deshecho a la intemperie en las laderas de la avaricia ¿ Qué avizora el sapiens con ojos soñando en frondas entre árboles desnudos ? Mientras la savia se agota brota una avalancha de vegetales cadáveres Prevalece la amnesia dormito en el tiempo cabalgo en la ciencia y arrugando la morada invado mi cerebro de conciencia haragana La basura se acrecienta para testimoniar mi inteligencia y poco a poco acumulo la sabia manera de condenarse a si mismo Ungido de aceite y humo Soy la plaga de todas las plagas
JORGE TORRES MEDINA
Una isla Crece translúcida en el torbellino del mar una isla transparente Se agrega como la arena del desierto intangible invade el plancton Vortex de polímeros se fragmentan nuevos habitantes se instalan en su vientre Con bisfenol peces multicolores se emborrachan delfines sacian el hambre bisfelinos son la sopa y el pan en migas Es la playa del deshecho
Albatros convulsiona en caida libre el buche se infla se desinfla el krill es una trampa Medusas se encogen se dilatan la red esta atrapada Gira y gira la corriente la mancha se acrecienta Corales degustan algas negras bálanos y cangrejos agonizan cadáveres de tortugas se deshacen Aloctonas invaden esta isla que pulula halobates se instala en su reino Desarmonía de olas no hay sirenas
Toxinas
Aflicción de ojo
Toxinas en el ser
Aflicción de ojo cuando engluten el rio y sus moradores
Sus filos tajando la bondad Un cuervo picotea las neuronas para apaciguar el hambre
Aflicción de ojo cuando saquean un árbol y succionan su linfa
Una hiena muerde el aullido para aletargar las circunvoluciones
Aflicción de ojo cuando la tierra pierde el humus y esfolan su epidermis
Encerrado en la cárcel craneana señalo el extraño sentir mientras mi lucidez se pudre
Aflicción de ojo cuando escasea el aire y apenas hay vestigio de un soplo
Veo el renacuajo en desbandada en las nervaduras del charco en la polución del salto
Aflicción de ojo cuando el cinismo sube la escalera para instaurar la debacle y los habitantes de la pesadilla huyen por el mar en desbandada
El absurdo hierve en los poros para fundir la conciencia y perennizar la ceguera Las toxinas del ser son cuchillos cortando las dendritas extraviadas en la impotencia
Ronda la muerte entonces la diáspora en botes de hielo rema buscando la llegada del rio un árbol que de sombra y sosiego La orilla para vencer el presagio Igual que este pregón de aflicciones Que abre el ojo en el asombro ULRIKA 60 |
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COLOMBIA FRANCIA 2017
Julián Rodríguez Quiroz Soledades Anclado en la nave de mi bañera inmóvil el agua tibia y redentora se mueve en ondulaciones simétricas
Observo el techo invadido de colonias de moho las contemplo mientras colonizan la pieza a ritmo milimétrico e imperceptible
Ningún grano de moho está solo ningún hongo es condenado a vivir solo ninguna planta está sola ninguna bacteria vive sola ningún protozoario come en la mesa solo ningún insecto hace el amor solo y ninguna rata bebe sola
Sólo el hombre está solo aunque viva en manadas o hacinado en colmenas humanas
Sólo el hombre se siente insoportablemente solo
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JULIÁN RODRÍGUEZ QUIROZ
Errancia
Tiempo y hastio
Solo en mi destierro interminable errante en tu piel en tus ojos anclado en tu pubis en tu torso
Me niego a vivir como babosa molusco gasterópodo o como crustáceo aferrado a una piedra confortable Chupando tiempo y hastío extirpando la agonía
Busco asilo refugio en el umbral de la noche y pasaporte en tus labios
Húmeda y grandiosa das sosiego a este cuerpo errante
Me niego a compartir un lecho inmóvil una sabana que nunca suda.. Declaro la guerra a mi mismo me revoluciono incertidumbre angustia soledad Pero no soy babosa para esperar la derrota la muerte
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Carolina Bustos El dulce Prado 1 Caperucita mintió vendió todas sus cerezas y se acostó a ver el atardecer en el Jardín de las Delicias. 2 Cultivo y riego un baobab alucinógeno en el Planeta del Nunca Jamás. 3 La Maja Desnuda guiñó el ojo y de su pezón broto la sed que amamantó a Goya. 4 El miope confunde la escultura del Poderoso Zeus de Dresde con una de un Moisés de quién sabe donde. ¿Acaso vio las tablas de la ley inscritas en los pliegues de mármol que cubren su sexo?
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CAROLINA BUSTOS
5 Jugaban las Meninas ajedrez y el perro ladraba al caballete vacío; entre tanto Velázquez negociaba el retrato del Benignísimo. Siglos más tarde vino Francis Bacon se hizo una paja y pintó en cromos violentos el alarido feroz de un farsante llamado Inocencio X. 6 Se ven retratos de reyes, de juglares y de cortesanos. Mujeres decoradas con finos encajes en la penumbra de paisajes tristes. Naturaleza muerta es el reflejo de tres turistas globalizados que coinciden en el espejo del lavabo. Circos son los museos que en vez de hermosas pinturas exponen la calamidad de sus visitantes. Madrid, primavera de 2009
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Eduardo García Aguilar Nubes Devoradas
Volver a estar lejos
Nadie en la vieja estación abandonada verá su rostro hundido en la penumbra junto a la tumba sin busto sin lira ni laureles
Volver a estar lejos capas concéntricas de lejanía lejos de donde estabas lejos Un mar como foso o muralla y desde una torre gritar contra la mar Lejos siempre imperceptible fantasma de viajero que huye y huirá hasta el fin ¿Huir de quién? ¿De qué? ¿Quién eres? ¿Un espectro? ¿Una máscara? ¿Una ficción? Arido como un cactus resbaloso como un líquen oculto cual musgo de donde bebe el eremita En el último lugar lejos siempre lejos lejos de donde estabas lejos Lejanía concéntrica y laberíntica Hasta no ser
Obstinada en la tarde la mujer vaga sola y su olor se dispersa en los jardines donde sus largos muslos inquietan tulipanes Antígona con nubes devoradas su aroma para nadie en un estanque sin horas Ifigena de fuego su carne enloquece al pez espada Visiones que los tiempos no diluyen ni sacian de esas hembras nupciales en sandalias cubiertas de sudores marinos y aroma de daturas
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EDUARDO GARCÍA AGUILAR
Tranvía Fantasma de Lisboa con sonidos eléctricos de otro siglo emitidos por almas naufragadas en Atlánticos Fantasmas de Chiado armatostes dinosáuricos que bajan y suben por callejuelas asustando al niño que aún nos queda Juguetes absurdos de un demiurgo loco frente al Tajo y el mar Tranvías de Lisboa desde Govea do mar os veo subir ágiles y bajar desbocados y locos Ha llegado la noche los últimos gajos amarillos magentas ocres azules del crepúsculo se han ido El tranvía 28 de otro siglo da paso a uno moderno y luminoso cubierto de publicidad Adentro del 28 hay luces de otro siglo en el nuevo neones de clara realidad Por el Largo do Chiado suena la noche y se desliza el tiempo como aguas de lluvia agujas de muerte anestesia de la tarde ¿A donde van los lisboetas? ¿Dónde quedó el Imperio? ¿Dónde está el Marqués de Pombal? Hay una locura en estas calles Un desafío al futuro permanencia de antiguos desgarramientos y por eso los rieles siguen ahí como siempre lisboetas irónicos rápidos en la subida raudos en bajada seguros como viejos y expertos mayordomos del desastre. Lisboa, 21-X-98
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Tabla de contenidos página 5 Comienzo a leer 13 Gano confianza 21 Nadie me para
2 9 Gran lector 37 Complementarios 41 Maestros
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Trabajos de Taller ❦ Taller Ulrika de Poesía UPN, Bogotá – relata Fabián Rodríguez, 46 Leandro Sabogal, 47 Edwin Belisario Tavera, 48 Charol Saray Gualteros, 49 Duvan Gómez, 50 Alejandro Cotacio, 51
Taller Pluma encendida, Medellín – relata Cristian Camilo Hidalgo, 52 Helena Restrepo Vélez, 53 Adriana Rúa, 54
Taller Revista Cúpula, Villavicencio David Fernando Díaz Rincón, 55 Valentina García, 55
Taller Los Impresentables, Bogotá – relata Amalia Moreno, 56 Carlos David Contreras, 56 Lida Viviana Pineda, 57 Daniel Sierra, 57 Stephen Bislik, 58 Juan Afanador, 58
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TRABAJOS DE TALLER
Fabián Rodríguez
Taller Universitario de poesía Ulrika (UPN) - RELATA, Bogotá Ausencia Han vuelto a mirar por el tragaluz de mi ventana para ver cómo el sueño me devuelve el rostro aguijoneado han asistido a mi funeral mientras dormía y descubierto un ataúd de palabras. Han llevado este cuerpo a pedazos envuelto entre las hojas secas de los árboles. Han dejado atrás mis huellas mientras la noche se repite cada noche.
En la noche silenciosa... Algo habla entre la tinta de mis cuadernos Entre los papeles derrotados en el bote de basura Escribo en la austeridad de los muros en los desperdicios de la noche rodeada de espejos Algo habla junto a mí en la lluvia que se deslíe en las ventanas se oculta entre los lomos cuarteados de los libros en la pupila, el cadáver bajo mi cama, en la letra ebria, hecha con manchones de vino nace la noche desportillada y traza las huellas indescifrables del sonámbulo que arrastra el camino consigo en medio de lo inhóspito Algo habla detrás de estos rostros de humo dentro de esta jaula de piedra imbuida de tanto silencio.
Olvido La memoria es un espejo roto que se desmorona en los rincones del silencio. Un silencio hecho de vino y noche de naufragios e islas vacías: Mi casa es un lugar sin espejos.
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TALLER ULRIKA DE POESÍA UPN
Leandro Sabogal
Taller Universitario de poesía Ulrika (UPN) - RELATA, Bogotá Reza por el árbol antiguo Reza por el árbol antiguo para que el otoño cese y el invierno sea sólo un viajero furtivo. Reza para que broten las hojas y los frutos anuncien la sonrisa de la primavera. Reza para que los niños quieran jugar en sus ramas y las aves no teman construir en él su nido. Reza para que los jóvenes amantes hieran la corteza con sus nombres dentro de un corazón hecho a pulso. Reza por el árbol antiguo para que el otoño cese y el invierno sea sólo un viajero furtivo. Reza para que no se doblen sus piernas con el viento de los años Reza para que sea tan fuerte su tallo que ninguna máquina pueda talarle los sueños reza para que quien se encuentre cansado halle en su abrazo la vida y en su sombra el consuelo necesario. Reza por el árbol antiguo para que el otoño cese y el invierno sea sólo un viajero furtivo.
Para ti mis peores poemas A Rafael Serrano. In memoriam
Para ti mis peores poemas los que están encarcelados los que tienen frases castradas. Los peores. Los que rezan antes de dormir participan en orgías de lunes a viernes confiesan sus pecados el sábado en la noche y van a misa los domingos. Para ti mis poemas… Los peores mi amigo Rafael. Porque, así como haces de las vísceras del pez medicina para la ceguera y conjuro para exorcizar demonios, de estos poemas y su hedor a pescado harás tu medicina. Te recuerdo Rafael Ángel del camino. Sabías meter tu mano entre el poema recién nacido y evitando el dolor, hacías llover su sangre en nuestros rostros. luego reíamos viendo a la gente salir de la tienda de disfraces. 21 marzo, 2014.
La Capilla – Cedej y San José de Pedro Palo, febrero, 2015
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TRABAJOS DE TALLER
Edwin Belisario Tavera
Taller Universitario de poesía Ulrika (UPN) - RELATA, Bogotá Poema
Una hoja en constante caída
Cuando escribimos un triste poema, es un triste poema, no es un canto alegórico a la melancolía, es un triste poema, no es un adiós húmedo en la ventana de un auto, es un triste poema, no es lágrima plateada, es un triste poema, no es llanto frente al féretro, es un triste poema, no es un verso-vacío, es un triste poema.
En medio del caos urbano, en una esquina de la vida, los árboles se mecen por la fuerza del viento y tiritan de frío por la lluvia. Una hoja, casualidad causal, cae, rítmicamente, como antelación al caos, cae. Se mece y reta a la feroz ventisca, se pausa y pausa la lluvia. Una hoja en caída constante imagen abrupta de la sencillez, movimiento inaprensible; una hoja que cae mientras el tiempo espera.
Aplauso Tack, tack, tack, ese sonido de nerviosismo social acumulado por siglos en la yema de los dedos. Corra, corramos a la destrucción de los rostros. Cada golpe alimenta el “mira eso” como una pieza de museo/burdel y como siempre el bla, bla, bla, dándose golpes de pecho. Acto propicio a los necios, los sollozantes los determinados los simétricos.
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TALLER ULRIKA DE POESÍA UPN
Charol Saray Gualteros
Taller Universitario de poesía Ulrika (UPN) - RELATA, Bogotá Plegaria
La poesía
Hazme fuerte ante las adversidades. Guíame para sanar sáname, cúrame permíteme tu luz dame fuerza se mi dolor, conviértelo en sabiduría. No me hagas piedra Hazme clemente y fugaz Así tal vez entienda el mundo.
La poesía la puta la que está cuando se está solo la poesía la puta de labios ardientes que se doblega al deseo del que pague y aun del que no tiene con qué pagar.
Sin título
La que no auspician las señoras de la sociedad la poesía la puta de piernas largas y manos milagrosas la poesía la puta que nunca es apenas dama de compañía.
Salimos a dar un paseo ella y yo. La ausencia se hace más clara con la caída de la tarde, me desnuda y desnuda voy quedándome dormida en cualquier parte vil ausente.
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TRABAJOS DE TALLER
Duvan Gómez
Taller Universitario de poesía Ulrika (UPN) - RELATA, Bogotá Sueños oxidados Mientras por estas calles se transportan imágenes y sueños truncos Mientras la ciudad duerme en los jardines de la desconfianza Mientras el reino de la supervivencia se impone por encima de la dignidad humana Mientras las alcantarillas acogen a los caminantes nocturnos Mientras los semáforos dan vía libre a fantasmas de madrugada Mientras el humo de los cigarrillos se evapora con las últimas horas de la noche Vale la pena recordar que, en esta urbe de sueños oxidados, alguien, en algún momento grita BASTA y luego desaparece en medio de abogados y vendedores ambulantes.
La puerta Hace mucho tiempo, cuando todos se conocían y solo existía una verdad, estaba prohibido cruzar el umbral que conectaba con otros mundos. Decían que allá afuera solo había maldad y sufrimiento y que quienes lo cruzaran serían infelices. A veces, cuando el viento empujaba la puerta, se lograba divisar algunas figuras, se veía mucha luz y se escuchaban carcajadas, seguramente, pensaban, eran espejismos que genera el engaño para esconder el dolor, y así se alejaban de ese otro universo para sentirse más seguros. Decidieron quedarse mirando por la rendija el resto del tiempo para enterarse de los secretos escondidos al otro lado. Habían descubierto que sí era cierto eso del dolor y el sufrimiento, se dieron cuenta que en ese otro mundo sí había maldad que algunas veces se acompañaba por destellos de libertad, supieron que allá afuera no había garantía y que la muerte era tan constante como la vida. Y entonces, cruzaron para hacer parte de ese mundo imaginario y verdadero.
Voz ¿Qué tienes que decir? Preguntó el verdugo en un gesto de caridad. Pensó en muchas palabras, organizó sus ideas sabía que era el último discurso, el resultado emblemático de una vida mal vivida y al parecer mal acabada. Quería, con su voz hacer eco en las pieles de la historia y resonar por generaciones a través de una gloria alcanzada.
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Sus palabras salieron, haciéndole arrepentir sus últimos cinco segundos de vida. El mundo fue y será una porquería.
TALLER ULRIKA DE POESÍA UPN
Alejandro Cotacio
Taller Universitario de poesía Ulrika (UPN) - RELATA, Bogotá Palabras
Oscura
Tantos temerosos Tolerando torturas totales Temiendo tráqueas tildadas Timadores traquetos Tensos tentados Tirando trozos Tergiversando trazos Tenaces Temidos.
La presencia del viento es lo que recuerda que cambie el sonido de otro mundo Por atreverme la ciudad se convierte en colmena y el zumbido que perturba lo tapa todo dando paso a un vacío que calla mis oídos Qué vida tan silenciosa siempre tan silenciosa Porque preferimos el silencio que las palabras cuando las palabras se volvieron peligrosas mientras gusanos nos arrastraban a lugares alejados a mañanas solas a camas frías Sin importar el clima aquí todo es frío Las sonrisas Las miradas La cobardía Qué vida tan fría Siempre tan fría tan fría que hiela mis uñas y el hielo se introduce en mi noche. Y atraviesa mi cráneo. Me muestra un dolor que retumba en mi cabeza y me consuelo pensando que en otro universo los dos nos arriesgamos a perderlo todo y así ganamos Pero aquí no. Aquí actué de manera diferente me comporté como los cobardes de esta oscuridad donde el miedo decide los caminos a tomar Y el dinero vale más que los sentimientos Y lo apaga todo Soy responsable de mis mañanas tan oscuras De las tinieblas de mis días Donde no tenía nada que perder y lo perdí todo.
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TRABAJOS DE TALLER
Cristian Camilo Hidalgo
Premio Nacional de poesía RELATA 2017 y Premio Nacional de poesía Universidad Externado. Taller Pluma Encendida, Medellín Desandanzas
Despertar
Caminamos hacia lo esperado. Siempre se busca lo querido en una lenta calle, una vieja casa, detrás de cualquier puerta espera ese sueño que se anhela. Siempre atentos, con un abismo en el pecho, el vértigo de encontrar lo amado a la vuelta de una esquina. Pero mientras tanto solos; como el ave que extravía su camino para buscar entre las piedras las migas de pan que deja su verdugo.
He de despertar precipitado en vacíos evocando el hambre con rencor. En esta pesadilla que irrumpe el paso de muertes, he de despertar con ríos de guerra en la sombra con el despojo gritando las ganas al vacío y una fe mentirosa en las manos. He de despertar un día, en que hombres sin memoria dejen de cantar la canción que me amarra a la muerte.
De lo que dicen Dicen que somos pájaros. Muchos de canto triste, tantos de vuelo corto, con alas multadas por jaulas legales. Unos ni cantan, ni vuelan; hay pájaros exiliados, unos cantan al dolor que nadie sabe, hay marchitos y cantan para no extinguirse; están los que hablan de cielos desconocidos, pero siempre caen… También hay pájaros que comen pájaros, y otros, que parecen la venganza del bosque.
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TALLER PLUMA ENCENDIDA, MEDELLÍN
Helena Restrepo Vélez Taller Pluma Encendida, Medellín
El poema El poema surge a veces como una búsqueda de luz en un bosque oscuro y uno mismo es a la vez todos los elementos: el bosque, la oscuridad, el lápiz, el papel, el camino… Otras veces irrumpe como un grito desde las profundidades de los mares internos y su único descanso es una playa de papel.
Tu puta II Una vez escribí: “quiero ser tu puta”. Una voz en mis entrañas lo gritó con fuerza, y le quité el bozal que usan las buenas costumbres para callar a esos animales que llevamos dentro. Era hermosa su voz, su rebeldía, me enamoró ella tanto como su amado. Otra vez dolió eso que escribí. Entonces mis palabras me hicieron preguntas que debo responder. La puta de mis entrañas no puede ser objeto, ama ser sujeto. Renuncia a títulos y convenciones externas porque no le interesan el mundo y sus premios. Una puta que ama, da su cuerpo por nada, se entrega por el placer de amar y lo hace igual en la cama o el abrazo, y espera que su amado sea una puta más.
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TRABAJOS DE TALLER
Adriana Rúa
Taller Pluma Encendida, Medellín Crecimiento Las ramas besan la misma tierra que respiran sus raíces; de haber crecido derecho, habría quedado bajo el puente y su sombra. Pero las señoras lo critican, y quienes lo sembraron preparan el hacha para cortarlo. Olvidan que no todos los caminos hacia el cielo son rectos.
Día séptimo El aire llama, con la punta de su vestido me desliza hacia el horizonte. Los parpados ya han abrigado los ojos celestes, y la oscuridad que deja su sueño desdibuja la línea que busco: Mar y cielo, cielo y tierra, se tejen en mi paisaje. Busco el horizonte que presiente el tacto, y me encuentro con el lienzo de Morfeo aún sin usar. Con el pincel, con la sangre, con las uñas, pinto el horizonte que necesito. La línea que trazo me da vida para sentir mis pies, mis alas, mis aletas, mías, mías. Llamada por el viento, camino como los hombres saben, vuelo cuando la tierra ablanda, soy pez cuando la línea danza, nado, nada... los parpados se abren, todo ha sido creado.
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TALLER REVISTA CÚPULA, VILLAVICENCIO
David Fernando Díaz Rincón Taller Revista Cúpula, Villavicencio
Omnipotencia
Mierda
Él los observa a través del burdo cristal limitante penuria voraz en la que reside su interés Omnipotente dios o mi padre frente a su acuario.
La mierda es un problema teológico más complejo que el mal. Milan Kundera
De vuelta a casa un sticker en un auto cuestionaba “¿Quién cómo Dios?” Yo a su imagen y semejanza
Territorialización En la retórica del concepto otorgando color al lúgubre ángulo el ser fruido fornica sus espacios.
Tripas, dios mierda, dios “Jesús comía, bebía, pero no defecaba”.
Valentina García
Taller Revista Cúpula, Villavicencio Pentagrama Ha estado mucho tiempo sola en la penumbra del cuarto ansiosa de que toquen la partitura de su alma Vibrante curva es el cuerpo teclas blancas y negras marcan el tiempo un, dos, tres ritmo latente que desea los sucios dedos de un pianista capaz de buscarla entonar su melodía.
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TRABAJOS DE TALLER
Amalia Moreno
Taller Los Impresentables, Bogotá – RELATA Dónde ser
Morada
Don de ser para morir ver de oír las hojas por el viento ser eso que dice soy porque no existe que dice soy porque no repite que dice soy porque resiente que siente soy porque presiente dónde ser para morir don de perecer para ver sentir de oír el viento por las hojas ser de nada por el agradecimiento.
Pesar la pesadumbre a pesar del pensamiento. Sustraer el ser cerrar los ojos cerrar los puños los oídos la puerta. A pesar del pensamiento sentir sentado todo el peso.
Carlos David Contreras Taller Los Impresentables, Bogotá – RELATA
Las polillas y la poesía
Insomnio
Las polillas son mariposas de polvo, pardas en lo oscuro, parcas y efímeras.
La noche cae a gotas estoy del lado seguro de la ventana La noche cae lenta rítmica de livianas oscuridades
Son polvo nocturno seducido por soles artificiales atracción que las quema hasta la muerte. Las imagino soñando con el traje del rey mientras se hacen polvo. El exceso de luz no deja ver pero las seduce la ambición del acercamiento. Son seres de lo oscuro y lo silencioso. Habitan los armarios y devoran en diminutos mordiscos la ropa de la gente. Siempre traen en sus vuelos algo íntimo de las personas y las cosas… retazos aire entrecomillado 56
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Piensas dónde estarán los pájaros peregrinos Quizá errantes y felices por paisajes diurnos Mientras llueve llueve la noche amarga canción continua de alféizares al oído y el sueño no te encuentra Maúllan de hambre los tejados y todos los gatos son negros
TALLER LOS IMPRESENTABLES
Lida Viviana Pineda
Taller Los Impresentables, Bogotá – RELATA Max
Muñeca rota
Garras como cuchillas rasgan alfombras trituran sus fibras borran las lágrimas grabadas en la espuma de viejos almohadones en retazos.
Esquirla de cristal Inocencia que se evapora Desciende en tus muñecas rotas un espejismo de familia de arena La niña se abraza sus mejillas bañadas en sal caricias fantasmales indiferentes abatidas Brota una lluvia roja ante los pies de madera la convierte en aleteo de luz estrella muerta en la tarde
Corre sus bigotes acarician los muros barren las gotas desprendidas de su hocico aderezando la sala. ¿Lo ves? ojos perdidos en las esquinas desgarra con sus colmillos juega a ser vaso va perdiéndose en su cóctel hipnotizado por el brillo de sus colores. ¿Satisfecho? ha quedado zumo en su mandíbula el ronroneo en la sala duerme Las filosas garras consumidas acechan a su víctima en un rincón de la casa.
Daniel Sierra Toro
Taller Los Impresentables, Bogotá – RELATA El hombre árbol El chamán dijo un día que los árboles no se estaban quejando, que el Sauce vivía siendo y las preguntas siempre le sobraban, que al abuelo no le importa si está recto o si está curvo, si era bueno o malo, si los hombres le robaban las manzanas.
Me dijo que lo importante de ser árbol era crecer sin miedos, amar los frutos, dar sombra al caminante hogar a las aves, llenar el corazón de canto, aguzarse en invierno, florecer en primavera.
El chamán dijo otro día que el hombre sin raíz, no era capaz de romper el concreto
Me dijo: no seas como la máquina que solo sabe talar el árbol.
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TRABAJOS DE TALLER
Stephen Bislik
Taller Los Impresentables, Bogotá – RELATA Esterilidad emocional I No amo a nadie. Espero que nadie me ame. No hago favores tampoco aspiro a que me los hagan. No asisto a fiestas ni acepto invitaciones ni mucho menos invito a festejar lo que me ocurre. No me gusta hablar con desconocidos. En cafeterías, en buses, en bibliotecas detesto escuchar a los demás sus problemas, así no me los cuenten a mí. II No me gusta la apariencia del que tengo en frente y no porque en esencia sea feo sino porque es un ciudadano de bien y carece de cualquier estética. Me fastidia que me hagan esperar más de veinte minutos. Me desanima controlar, dar consejos aunque en el prójimo solo vea defectos.
III Desde hoy iniciaré una campaña en contra de la reproducción humana Entonces comenzaré por preguntar ¿qué mundo dejarán para sus hijos? ¿Uno de caos, sequía, hambruna, guerra, violencia, ira? IV Soy de una generación que no le gusta fracasar pero que nació para el fracaso. Agentes del mañana huimos del presente. Cautivos del ayer habitamos en la nostalgia. Niño que busca su madre mientras esta se esconde detrás de un árbol. Lección de vida para que aprenda que no siempre tendrá lo que quiere, lo que desea, que tiene que extirpar sus emociones del pecho. V Señor de la discordia, dueño de mi soledad, rey de ausencias, vivo preso en un pellejo atraído hacia el negativo.
Juan Afanador Por un instante El agua corre entre los dedos la luz del sol avanza entre las ramas por un instante hay rejas leves en el mundo, que filtran débilmente y entresacan y en ese rito la luz es de repente distinguible igual que el agua
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tiemblan ambas ya visibles evidentes privadas un instante de su inmensa vastedad que las hace incomprensibles a ojo humano ahora caben en la vista son tiempo deshilado.
Ulrika fin de año ❦
Al cierre de esta edición, recibimos la visita en Colombia de tres destacados colaboradores de nuestra revista, a quienes saludamos con la publicación de algunos de sus poemas Neftalí Eugenia Castillo, 60 (República Dominicana) Osvaldo Sauma, 62 (Costa Rica) Armando Rodríguez Ballesteros, 64 (Costa Rica-Colombia)
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ULRIKA FIN DE AÑO
Neftalí Eugenia Castillo
D
e las muestras realizadas en Ulrika 56 y 57 respectivamente, entre las nuevas voces para la poesía iberoamericana que destacamos, queremos presentar en esta edición especial de fin de año, y a propósito de la visita del querido poeta dominicano a Bogotá, una selección de textos del libro Aunque se nublen tus ojos -Antología personal- que se publicó en mayo de 2017 en Cochabamba, Bolivia, edición bajo el cuidado de Jorge Carlos Ruiz de la Quintana. Tanto Eugenia Castillo como Ruiz de la Quintana hacen parte de nuestro diligente y generoso equipo de colaboradores en Iberoamérica.
Secuencias del silencio La desgracia del hombre se debe a que no quiere permanecer tranquilo, solo, en su habitación. Blaise Pascal
Cuando llega el silencio se espanta el alma habitada por fantasmas, habitada por un murmullo loco que la ensordece. Pobre criatura bulliciosa en el santuario infeliz de las tormentas. Después del espanto llega la calma. Penetra entonces el silencio como la voz más clara de Dios, como un relámpago amanecido con las manos llenas de claridades. Silencio, fecundo y bueno, gracias por desvelar al amigo de luz que llevamos dentro.
El amor es un riesgo Llega inesperadamente y nos atiza el fuego que creímos dormido y nos quema. Sin preguntas sin respuestas sin formalidades llega. En un cerrar y abrir los ojos nos envuelve su fragancia, ese tenue perfume a delirio que apenas se percibe. Entonces, lo que antes era una nube solitaria, se convierte en una mansa llovizna que va empapando toda la existencia. Si no eres afortunado en la conquista, esa suave llovizna es capaz de convertirse en un furioso chaparrón con dientes inexorables que muerde inclemente las últimas hojas que dejó el otoño.
Y luego, una mirada y un adiós, una triste mirada al horizonte mudo que nos borra el recuerdo. Afortunado o sin fortuna, con llovizna o chaparrón, mejor arriesgarse, aunque a veces duela, que dejar de amar. 60
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NEFTALÍ EUGENIA CASTILLO
En el cielo como en la tierra Las nubes dibujan en el cielo los sueños que olvidamos en la tierra. Un enjambre de arcángeles desnudos, un rayo de esperanza atravesando una nube oscura, una llovizna de paz en el sórdido caos de la ciudad. Dragones blancos que se alimentan de margaritas, hombres que se abrazan sin color, sin razas sin odios sin violencia en el desorden feliz de la humanidad en fiesta. Un loco hurga entre las nubes los milagros que desaparecen de la tierra.
Gratitud Despedida Y cuando entre ustedes ya no sienta la brisa, ni el tacto suave de una caricia, pido, a los que me recuerden, que lo hagan siempre con una sonrisa.
Cuando la margarita blanca se deshoja agradece con sus pétalos caídos a la tierra negra que le dio la vida.
En la colina Allá en la colina, mientras que en la ciudad se matan los hombres,
Olvido
la brisa acaricia amablemente al pequeño cactus que va creciendo.
He decidido poblar mi memoria de olvido como única posibilidad de sobrevivir a los manotazos del tiempo.
Los pájaros rezan las laudes ofreciendo su canto en acción de gracias. Mientras que en la ciudad se matan los hombres, la vida despierta allá en la colina. ULRIKA 60 |
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ULRIKA FIN DE AÑO
Osvaldo Sauma Una mujer baila una mujer baila amparada a la noche despliega sus brazos como decir sus alas desde el centro del aire hacia las afueras del aire en diagonal a los espacios de la luz entre los costados de la sombra una mujer gira como un astro y sobre sí misma esboza la ruta del azar y sus conjugaciones gira baila alza un tiempo magnético como quien alza un pájaro desde la tierra que lo atrapa y traza con un carbón encendido el lenguaje bermejo de las cavernas baila y con ello sacude los miedos de la infancia que aterrados todavía nos llaman desde su adentro una mujer baila sobre el corazón de la madera para enardecer el latido ciego de la vida baila sobre mis heridas para recrudecerme el camino del remordimiento una mujer baila sola contra la adversidad baila sobre el planeta errante sobre un contratiempo de la memoria y se fuga en esa fuga de la música y vuelve sobre sí misma para revelarnos un deseo desterrado del Paraíso terrenal
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OSVALDO SAUMA
Tríptico de la buhardilla In memoriam I derramo los primeros tragos del aguardiente para que los ángeles beban conmigo en soledad con amigos así es fácil perder la cordura nada mejor que beber amparado a su pulcritud extraña costumbre esta a la que a diario me acostumbro para exorcizar los fantasmas de la tierra para despertar la embriaguez seráfica y alzar vuelo en medio de la nada
II salud hermano salud de más está decir que cada uno lee en el otro el cúmulo de sus miserias de más está decir que envejecemos y que de nada nos sirven las estatuas de sal que dejamos perdidas en el camino (el viento a nuestras espaldas sopla una tramontana inútil) salud
I II hoy no llamaré a nadie hoy quiero emborracharme a solas con mis ángeles
aquí adentro no hace falta el mundo tenemos amigos que desde las sombras celebran con nosotros en silencio hermanos que releemos a la manera en que se lame un animal herido aquí ni siquiera hace falta la música nos bastan la palabra y el aguardiente el humo sagrado y otras comunes pertenencias
hermano salud por esta soledad que compartimos frente a frente / espejo contra espejo
aquí no hace falta nada aquí hacen nido los pájaros nocturnos y Homero y Ulises vuelven a quemar las naves ULRIKA 60 |
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ULRIKA FIN DE AÑO
Armando Rodríguez Ballesteros Río Languideces Vejado en tu longitud Por la soberbia de los hombres Tarde habremos de llegar Hechos brasas de sed A buscar alivio En tus largos kilómetros de olvido
Nemotecnia Pese a tanto adjetivo Te recuerdo en la ardilla Ágil, inalcanzable Con una cola Abundante y hermosa Como la tuya.
A ras de tierra Envidio de la tortuga Mas que su longevo trascurrir por el mundo Y su mítica victoria sobre la liebre La habilidad que tiene para tomar Todo con calma Y la frecuencia con que escucha El tamborileo de la lluvia Sobre el tejado.
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ARMANDO RODRÍGUEZ BALLESTEROS
Alegna y el poeta (I) Plano detalle: Él le dice: su piel es un domingo soleado. Primer plano: Mire pero no toque –advierte ella-. Plano medio: ¿Podría entonces caminar junto a usted? ¿Un poco, al menos? Plano general: Está bien, pero sólo hasta la otra esquina. Mezcla de planos: Disculpe –dice él- pero es justo que sepa que hace tiempo la conozco y la espero, señorita… yo creo en el destino. Creo también en él –responde ella-, justo llega en aquel Mercedes blanco. Adiós, señor, parece usted amable. Paneo: Cruza el hombre la calle y piensa ahora que el día es oscuro como su traje, se siente de nuevo olvidado por Dios, transeúnte de olvido. La soledad que es su destino apura el paso para alcanzarlo, quiere decirle muchas cosas, pero él, en ese momento, no tiene oídos para ella.
Pequeño milagro Muchacha de menta Pasas y la mañana se detiene A contemplarte Nos unimos A ese feliz asueto Dejando por un momento Palustres y cemento Ahora nos sentimos Más cómodos en el andamio Hasta nos parece Que amamos nuestro oficio. ULRIKA 60 |
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RARA AVIS
Dufay Bustamante
P
ero también están los poetas solitarios, los que con dificultad podríamos clasificar, afincados como están casi que sin percatarse, en desmentir el uso común, el sentido común. Los que se alejan de los ambientes cortesanos en los que se desenvuelven tan bien muchos farsantes. Los que disienten, aquellos que van siempre por la otra vereda. Los que tienen amigos y cofrades pero no siguen sus reglas pues viven ocupados en inventarse las propias. No esgrimen “educación formal” ni cuando a su pesar la tienen, tampoco se escudan en la no formal, aunque bien podrían impartirla si son obligados por las circunstancias. Nunca ganan un premio y si lo ganan no es extraño que se les acuse de plagio, cosa que al fin y al cabo poco y nada les importa pues saben, como José Emilio Pacheco, que la palabra esencial es de todos y es de nadie. No pertenecen a escuelas ni siguen ciegamente a cualquier vaca sagrada. La trinchan en el asado en ocasiones, pero la digieren, no sufren de ese tipo de indigestión, tan común en nuestro medio. Y a veces ven publicados sus poemas, en páginas como ésta, sin haber sido avisados por nadie…
Señal de humo Releer esta carta hecha de otros materiales, contenida en un espacio donde también nos vaciamos como una cascada que funciona armónica con el tiempo. Éstas son las cosas que nos tocan.
Memoria La llamaron tablero mágico Y en ella se puede Escribir y borrar.
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Niebla y ceniza Como un volcán semiprendido en la ceniza de su luz ese momento que prohíben en la pantalla. Tal vez has causado algunos inviernos en las nubes y en los ojos, como un teñimiento de época gris al despilfarro de negros: hay venas en el lenguaje que están enfermas, tiznadas por el vuelo de paisajes; las ofrendas en la lengua del loading eterno. Llueve. Manchas de aceite suspendidas en la lluvia, diviso la filosofía y la poesía como un montón de banderas que se queman. Lupas para entrar a círculos viciosos nos expenden. Quizás me has tenido encantado con esa serpiente blanca por la que ahora me respiras en múltiples formas de humo o servicios que se meten por adentro de tus bocas.
DUFAY BUSTAMANTE
Escritura Árbol o cuaderno hay que arrancarse muchas hojas.
Guerra
Los retratos hablados del Bosco
Instrumentos que dejaron las bocas secas, con llagas en las palabras. El humo subió por la pared como un río de cucarachas. De repente, se vieron gusanos rojos avanzando por las avenidas, rojas avenidas del cuerpo. Pelear era normal, pero usamos las armas equivocadas.
Se encendieron las lámparas que completan la oscuridad. Pasan ordenados y felices hacia la entrada del agujero negro. La silueta ciega reza la oración de las pieles verdes que no cantan ni se vuelven aire en los ríos oxidados.
Imagen Cuando las hojas secas ruedan dirigidas por el viento, el oído ve, un baile de garras.
El pájaro enmudecido del tiempo engulle la particularidad deja sobre las hojas de zinc, cuerpos de humanos programados que se sostienen con la luz emanada de soles negros. Reposan en los museos y en las hoyas los primeros retratos hablados, afuera suceden cosas. -No quiero tener los dientes de la pantalla la legión tiene colmillos es invisible. Han aparecido en el tiempo rostros pintados se recogen las flores de estas voces que volvieron a la tierra, están en el aire las puedo divisar, armar con esa luz extravagante una explosión: los pocillos se esconden en los rincones con su asiento de azúcar, las personas tienen miedo de los hombres que no tienen casa goteras sin cántaro sin espera.
Al filo y en la cúspide Marginado en la altura de la forma no se llame al hombre. No sea por un día. ¡No pise el frío!
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Reseñas ESPERANDO EL HIELO Luis Alonso Cruz pájaros en los cables editores
Tres de la mañana. El reloj marca, a esta hora, la ausencia del olvido acentuando en el oído los resquicios del silencio. La vorágine ha cesado y nos situamos ante un apacible témpano, desde su soledad y su dureza, sobre la hoja en blanco. Si sabemos algo es que en la vida hay eternos retornos, y el nuestro (y el de este libro) no es sino el preludio de un invierno que ha llegado y que nos colma, marcándonos bajo el riesgo de no ceder. El hielo comienza, entonces, a aparecer y a dejarnos sus primeras cicatrices. Sin embargo, sería un error pensar que aquel hielo es una prisión, pues se trata de un vitral que todo lo contiene, que todo lo ilumina para demostrar desde su armonía y su claror, el horror tanto como la belleza.
PARA NO SEGUIR CALLANDO Rosaura Mestizo caza de libros
En su libro, Rosaura Mestizo –poeta, abogada y pedagoga, nacida en Suesca, hermosa floración muisca de aves y piedras–, nos lleva de la mano por caminos infinitos de imaginería y pasión, en donde la escritura se instala entre la indagación y el entusiasmo, cautiva de un fascinante talante reflexivo. Sus cuadernos de poesía son postales desbordantes de alegoría y sutileza, reveladoras de su diario vivir, de su diario pensar y de su diario observar los asuntos elementales de la existencia. Textos como la 68
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Son notas frecuentes en este libro, la familia, el misticismo y los diversos espacios geográficos (Cantabria, Minsk o Rhodesia) por los que, poema a poema, Luis Cruz va cincelando este bloque de hielo que nos canta y nos envuelve en los más hondos contornos de la inocencia como piedra de toque esencial para sorprendernos, para descubrir ante nosotros las nuevas formas del sonido de las cosas bajo el hielo, bajo los acordes de ese arpegio congelado que emerge desde la pluma del poeta. La música del hielo, de Luis Cruz, se abre paso entre las frígidas trincheras para devolvernos los recuerdos, la memoria clavada en los huesos de un lejano naufragio al que podemos llamar, también, una forma de vida, aunque tal vez se trate de su reflejo en una afilada estalactita. Mario Pera
Carta a mi madre alcanza la dimensión del milagro poético que fluctúa entre el querer y el misterio. La poesía de Rosaura es una inagotable contemplación del mundo, como si quisiera descubrir la luz solo para sí misma en una permanente batalla por derrotar las tinieblas. Es una poesía deliberadamente confesional donde recrea el universo de su ser secreto. Su pensamiento-palabra exorciza estaciones íntimas que sabiamente va trasmutando en canto y cuento, palabra y cuerpo, verbo y deseo, poema y tiempo, hilos fosforescentes que constituyen la ruta de esa formidable catarsis lírica. José Luis Díaz-Granados
Índice de autores EDWIN BELISARIO TAVERA (Bogotá, Colombia, 1993)
Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional. Docente. Pertenece al Grupo Representativo Institucional del Taller de Poesía upn–relata. Ha publicado en revistas y suplementos culturales universitarios.
STEPHEN BISLIK (Bogotá, Colombia, 1989)
Estudiante, participante del Taller Los Impresentables, próximamente publicará su primer libro de poemas.
Cultural. Ha publicado los libros de poesía: Las voces del fuego (1995), La casa del viento (2000), Hospedaje de paso (2003), Las prisas del instante (2015) y presentó recientemente su libro El oficio de recordar (2016)
DAVID DÍAZ RINCÓN (Villavicencio, Colombia, 1995)
Estudiante de arquitectura y editor de revista Cúpula. Participante del Taller de poesía dictado por el arquitecto y poeta Darío Sánchez Carballo en el segundo semestre del 2017.
LUCÍA ESTRADA (Medellín, Colombia, 1980)
Poeta, fotógrafo, gestor y asesor cultural. Ha publicado los libros Nubes de un cielo que no cambia (2009); Parque mental (2013). Colaborador del equipo del fipb; las Jornadas Universitarias de Poesía; y de la revista Ulrika. Muestras de su obra han sido publicadas en antologías de poesía colombiana y revistas de Latinoamérica.
Ha publicado los libros de poesía Fuegos nocturnos (1997); Noche líquida (2000); Maiastra (2004); Las hijas del espino (20062008); El ojo de Circe (antología, 2006), El círculo de la memoria (2008); La noche en el espejo (2010); Cenizas de Pasolini (2012); Cuaderno del ángel (2012) y La noche en el espejo y otros poemas (2015). Sus textos han sido traducidos al inglés, alemán, francés e italiano y difundidos en diferentes antologías de Iberoamérica y España.
CAROLINA BUSTOS
NEFTALÍ EUGENIA CASTILLO
DUFAY BUSTAMANTE (Pereira, Colombia, 1985)
(Bogotá, Colombia, 1979)
Poeta, narradora y docente universitaria. Máster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Autónoma de Madrid, con maestría en la Universidad de la Sorbonne Nouvelle, París. Textos suyos han sido traducidos y publicados en antologías y revistas de Colombia, México, Argentina, Perú, Estados Unidos, España y Francia.
CARLOS DAVID CONTRERAS (Bogotá, Colombia, 1985)
Magíster en Escrituras Creativas de la Universidad Nacional de Colombia y Profesional en Estudios Literarios de la Universidad Javeriana. Participante del Taller de Poesía Los Impresentables; Sobres sin carta es su primera obra.
ALEJANDRO COTACIO (Bogotá, Colombia, 1993)
Estudiante de artes visuales en la Universidad Pedagógica Nacional. Pertenece al Grupo Representativo Institucional del Taller de Poesía upn–relata. Ha publicado en revistas y suplementos culturales universitarios.
FEDERICO DÍAZ – GRANADOS (Bogotá, Colombia, 1974)
Poeta, ensayista, divulgador cultural. Director de la Biblioteca de Los Fundadores del Gimnasio Moderno y de su Agenda
(República Dominicana, 1979)
Poeta, sacerdote jesuita, comunicador y profesor de literatura. Fue miembro del Taller de poesía Ulrika; colaborador del FIPB y las Jornadas Universitarias de Poesía Ciudad de Bogotá. Poemas suyos han sido publicado en la antología Ríos paralelos: 7 poetas latinoamericanos contemporáneos y en la antología El rayo que no cesa (2013). Cofundador de la tertulia literaria Una poesía para Dios.
GUSTAVO ADOLFO GARCÉS (Medellín, Colombia, 1957)
Poeta. Abogado. Maestría en Estudios Políticos. Ha publicado: Libro de poemas (1987), Breves días (1992), Pequeño reino (1998), Espacios en blanco (2000), Libreta de apuntes (2006), Hasta el fin de los números (2012) y Una palabra cada día (2015).
EDUARDO GARCÍA AGUILAR (Manizales, Colombia, 1953)
Licenciatura en la Universidad de Vincennes, París viii; trabaja en Agence France Presse. Ha publicado entre otras obras, los poemarios Llanto de la espada (1992); Animal sin tiempo (2006); Celebraciones y otros fantasmas: una biografía intelectual de Álvaro Mutis (1993); Delirio de San Cristóbal. Manifiesto para una generación desencantada (1998) y Voltaire, el festín de la inteligencia (2005). Varios de sus libros fueron traducidos al inglés, francés y bengalí.
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Índice de autores VALENTINA GARCÍA (Villavicencio, Colombia, 1999)
Estudiante de arquitectura en la Corporación Universitaria del Meta, participa en el Taller de Darío Sanchez Carballo.
DUVAN GÓMEZ (Bogotá, Colombia, 1993)
Estudiante de Ciencias Sociales en la Universidad Pedagógica Nacional. Pertenece al Grupo Representativo Institucional del Taller de Poesía upn–relata. Ha publicado en revistas y suplementos culturales universitarios.
CHAROL SARAY GUALTEROS (Bogotá, Colombia, 1994)
Estudiante de la Licenciatura en Psicología y Pedagogía de la Universidad Pedagógica Nacional. Integrante del Grupo Representativo Institucional del Taller de Poesía upn–relata. Ha publicado en revistas y suplementos culturales universitarios.
CRISTIAN CAMILO HIDALGO (Itagüí, Colombia,1992)
Estadístico de la Universidad de Antioquia. Participa en el Taller de poesía Pluma Encendida. De sus premios se destaca el primer puesto en el concurso nacional de poesía relata, asistentes a taller (2017) y en el concurso nacional de poesía Universidad Externado, jóvenes universitarios (2017).
MARINA IRKALLA (Piura, Perú 1988)
Graduada en literatura, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima. Ha publicado Requiem para una Resurrección (2011); Memorias del Rayo (2014) Premio Nacional de Poesía Joven “Javier Heraud” del mismo año. Poemas suyos aparecen en la muestra poética Este Puerto Existe del festival del mismo nombre.
DARÍO JARAMILLO AGUDELO (Santa Rosa de Osos, Colombia, 1947)
Poeta, novelista y ensayista. Es autor, entre otras obras, de los libros de poesía Historias (1974); Tratado de retórica; Poemas de amor (1986, 2013); Del ojo a la lengua (ilustraciones para diez grabados de Juan Antonio Roda, 1995); Cantar por cantar (2001); Gatos (2005); Cuadernos de música (2008); Sólo al azar (2011); El cuerpo y otra cosa (2016)
FERNANDO LINERO MONTES (Santa Marta, Colombia, 1957)
Poeta y músico. Ha publicado los libros de poesía: Sonata del 70
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sonámbulo (1980); La risa del saxo (1985); Guijarros (1990); Aparte de amor (1993); Palabras para el hombre (1998); Lecciones de fagot (2004); Experto en tachaduras (2010); Cuaderno de insectos y otros poemas (2011); y la antología La risa del saxo y otros poemas (2014). Miembro del consejo editorial de la revista de poesía Ulrika. Cuenta con gran reconocimiento tanto en Colombia como en el exterior.
AMALIA MORENO (Medellín, Colombia, 1988)
Estudió Literatura; integrante del Taller Los Impresentables; en 2015 publicó su primer libro Los 16 motivos del lobo, un poema oscuro y largo que reflexiona en dieciséis partes sobre la violencia humana. Trabaja en proyectos editoriales independientes y termina su próximo libro Talvez sobre mañana.
LIDA VIVIANA PINEDA (Tunja, Colombia, 1983)
Ingeniera de sistemas, actualmente es Ingeniero Documentador en el Instituto Caro y Cuervo. Hace parte de la experiencia literaria Los Impresentables desde el 2015, participó en el Taller de Cuento Ciudad de Bogotá 2015 y en los talleres de Escrituras Creativas 2014 y 2015. Sus poema, Max, fue publicado en la revista digital Otro Páramo.
OMAR PINEDO (Lima, Perú 1988)
Poeta y economista. Ha publicado su primer poemario Mitologías Individuales (2016) elogiado por el maestro peruano Rodolfo Hinostroza.
HELENA RESTREPO VÉLEZ (Medellín, Colombia, 1974)
Médico y cirujano de la Universidad de Antioquia. Ha publicado el poemario Nacer de nuevo (2014), y poemas suyos en revistas nacionales y antologías internacionales. Participa en el Taller Pluma Encendida.
ARMANDO RODRÍGUEZ BALLESTEROS (Bogotá, Colombia)
Poeta, periodista, artista visual, profesor de literatura. Cofundador del Festival Internacional de Poesía de Bogotá en 1992. Ha publicado los libros Presagios y migraciones (1986), Lubros (1988), Postal de fin de siglo (1995), Ojos de ritual (1997), Pasos de gato (2002), Lunada poética, Volumen 1 y II (2005, 2006) y De ceniza y memoria (2008), entre otros. Ha sido incluido en diversas antologías nacionales e internacionales y ha sido traducido al inglés, francés, portugués y esperanto.
ÍNDICE DE AUTORES
FABIÁN ANDRÉS RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
(Bogotá, Colombia) Licenciado en Humanidades con énfasis en Español e Inglés de la Universidad Pedagógica Nacional. Profesor de literatura, lengua, lectura y escritura. Pertenece al Grupo Representativo Institucional del Taller de Poesía upn–relata. Ha publicado en revistas y suplementos culturales universitarios.
JULIÁN QUIROZ (Bogotá, Colombia, 1974)
Ha participado en diferentes encuentros de poesía y cuento en Francia y España. En 2014 publicó su libro de poesía Erótica del destierro en edición bilingüe (Francés- español, Caza de libros); participó en la compilación de obras de escritores latinoamericanos y franceses, y distintas antologías; ha traducido diversas obras de poetas y narradores franceses.
KATHERINE MEDINA RONDÓN (Arequipa, Perú 1994)
Poeta y artista visual. Ha publicado: Murmullos y volantes (2012); Amor en cuatro actos y otros cortejos (2013); Mínima Celeste (2016) y ha sido incluida en la muestra dinámica de poesía latinoamericana Tea Party III.
(San José, Costa Rica, 1949)
Poeta, profesor de literatura. Ha publicado los libros Las huellas del desencanto (1983), Retrato en familia (1985), Asabis (1993), Madre nuestra fértil tierra (1997), Bitácora del iluso (2000), El libro del adiós (2006) y La canción del oficio (2013), entre otros. Ha sido incluido en diversas antologías nacionales e internacionales. Traducido al inglés, francés, portugués, árabe e hindi.
DANIEL ALEJANDRO SIERRA TORO (Bogotá, Colombia, 1990)
Estudiante de la Maestría en creación literaria de la Universidad Central. Participó en el taller de poesía Los Impresentables y en el III Taller de Poesía del Fondo de Cultura Económica.
CHARLES SIMIC (Belgrado, 1938)
Poeta serbio-estadounidense. Premio Pulitzer de Poesía por El mundo no se acaba en 1990 y fue finalista para el mismo galardón en 1986 por Selected Poems, 1963-1983 y en 1987 por Unending Blues. Es considerado uno de los autores imprescindibles de la poesía norteamericana actual.
JORGE TORRES MEDINA (Chiquinquirá, Colombia, 1956)
ADRIANA MILENA RÚA CADAVID (Medellín, Colombia, 1988)
Médica, Universidad de Antioquia. Miembro de la asociación de médicos investigadores en medicina bioenergética. Participa en el taller literario Pluma Encendida adscrito a dirigido por el escritor Edgar Trejos.
OSVALDO SAUMA
relata
LEANDRO SABOGAL
Ha publicado los libros de poesía Instantes y Profanaciones (Bogotá 1980); Memoria del Ocio (París 1998); Versos Líquidos (París 2002); Umbral de Errancia (París 2008). Libro de Arte Grafos de Errancia grabados de Jesús Tonatzin (México 2015) y Asombros (Bogotá, Caza de Libros 2017). Ha sido publicado en antologías y revistas de poesía de Colombia, Venezuela, París y Luxemburgo.
(Villanueva Casanare, Colombia, 1986)
EDGAR TREJOS
Cantautor y poeta. Licenciado en música de la Universidad Pedagógica Nacional. Ha sido publicado en recopilaciones culturales y revistas de México, Argentina y Colombia. Tiene un proyecto musical llamado Dela Vitt donde canta sus propias composiciones. Pertenece al Grupo Representativo Institucional del Taller de Poesía upn–relata.
(Riosucio, Caldas, 1956)
CARLOS SATIZÁBAL (Bogotá, Colombia, 1959)
Poeta, dramaturgo, actor, director Tramaluna Teatro. Premio Nacional de Poesía Obra Inédita 2012. Docente asociado de la Universidad Nacional de Colombia, donde trabaja en la Facultad de Artes, Maestría en Escrituras Creativas y la Escuela de Cine y TV.
Licenciado en Español y Literatura de la Universidad de Antioquia. Promotor de lectura y talleres de literatura en Medellín. Director del Taller Pluma Encendida adscrito a relata. Perteneció al taller de escritores de la Biblioteca Pública Piloto. Ha publicado cuentos, muestras y antologías literarias, y los libros de poesía La casa del frío (1983); Alas para la noche (1994); y Coros del amanecer (Santacoloma editores, 2017).
JUAN AFANADOR VILLARREAL (Bogotá, Colombia, 1992)
Estudió Antropología en la Universidad de los Andes. Participó en el Taller Los Impresentables. Es fundador, director de la revista virtual de poesía Otro páramo.
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R E V I S T A D E P O E S Í A UL RIK A 54
ULRIKA 54 REVISTA DE POESÍA
Celebraciones y derrotas Doble homenaje a
CELEBRACIONES Y DERROTAS
ALBERTO RODRÍGUEZ TOSCA y JOTAMARIO ARBELÁEZ Aproximaciones de: Fernando Linero Montes, Guillermo Molina, Margarito Cuéllar, José Ángel Leyva, Claudia Cadena, Gustavo Adolfo Garcés, Jaime Londoño y John Fitzgerald Torres
TÍTULOS DISPONIBLE S
ULRIKA editores
Calle 41 No. 24-28 (101), Bogotá Teléfonos: 604 4000 – 301 743 03 79 direccion@poesiabogota.org publicaciones@poesiabogota.org
Artista plástico invitado JOSÉ DEL CARMEN HERNÁNDEZ Reseñas del libros
TÍTULOS DIRECCION@POESIABOGOTA.ORG PUBLICACIONES@POESIABOGOTA.ORG CALLE 41 No TELÉFONOS: 604 4000 – 301 743 03 79
MUSEO DE ARTES VISUALES
VERSIÓN EDITABLE
Aviso Utadeo Facultad de Ciencias Sociales.indd 1
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