Matoneo escolar Daniela Bedoya Zapata1 María Camila Rivera García2 Roberto Chaskel3
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INTRODUCCIÓN
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Históricamente, el matoneo escolar (bullying) ha estado siempre presente, pero lamentablemente no se le ha dado el reconocimiento y abordaje que requiere, tal vez en los últimos tiempos ha salido a flote la gran problemática a la que están expuestos nuestros niños y adolescentes en el ámbito escolar. Hoy en día, este adquiere una dimensión nueva a través de la publicación en los medios de comunicación de historias dramáticas con desenlaces fatales, ya que esta violencia se ha visibilizado en los diferentes medios sociales, educativos y de salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado el bullying como uno de los principales problemas de salud pública. El matoneo escolar se da cuando los niños o adolescentes son hostigados de forma continua por otros con más poder, bien sea por sus características físicas o por su nivel social, lo que incrementa el riesgo de desenlaces negativos a nivel social,
educativo y, en general, de salud en la niñez y la adolescencia. El nombre bullying fue creado en 1993 por el psicólogo escandinavo Dan Olweus de la universidad de Bergen, Noruega, a partir de estudios que se realizaron de forma sistemática en la década de 1970 sobre el suicidio en adolescentes, en el que se encontró que los jóvenes habían sido víctimas de violencia física y emocional por parte de sus compañeros en el ámbito escolar. Su primera publicación en 1978 se llamó “La agresión en las escuelas: los bullyies y niños agresivos”, señalando como 3 características esenciales del bullying el hecho de ser intencional, repetitivo y la existencia de un desequilibrio de poder. Este autor eligió esta palabra por su semejanza con mobbing, el cual es un término que se usa para referirse al fenómeno en que un grupo de aves ataca a un individuo de otra especie. Bullying proviene del vocablo inglés bull, que significa toro, por tanto, en términos analógicos, bullying podría
1. Médico especialista en Psiquiatría. Universidad El Bosque; ICSN, Clínica Montserrat. Fellow de Psiquiatría de niños y adolescentes. Universidad El Bosque. 2. Médico especialista en Psiquiatría. Universidad El Bosque; ICSN, Clínica Montserrat. Fellow de Psiquiatría de niños y adolescentes. Universidad El Bosque. 3. Médico especialista en Psiquiatría de niños y adolescentes. Coordinador, psiquiatría de niños y adolescentes, Hospital Militar Central. Universidad Militar Nueva Granada. Universidad de los Andes. Universidad El Bosque.
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El fuerte impacto de la pandemia por COVID-19 en la educación virtual ha hecho que el acoso digital (ciberacoso) tome una mayor fuerza y se teme que su prevalencia vaya cada vez más en aumento. Por todo lo anterior se vuelve perentorio abordar este problema de salud pública mundial que, por supuesto, afecta a nuestro país actualmente, con el fin de buscar no solo un desarrollo sostenible de nuestra sociedad, sino para tener una mejor salud mental.
PREVALENCIA La Organización de las Naciones unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estudió la prevalencia mundial del bullying en la infancia y la adolescencia, y encontró que 1 de cada 3 niños (32 %) ha sido víctima de acoso escolar 1 o más días en el mes anterior, y que uno de 1 de cada 13 (7,3 %) ha sido intimidado en 6 o más días durante este mismo período.
En Colombia se realizó un estudio que tenía como uno de sus objetivos determinar el nivel de acoso escolar en los colegios de la localidad de Ciudad Bolívar de Bogotá, que identificó que el 21,8 % de los alumnos había sido víctima de acoso escolar. En otro estudio realizado en 14 pacientes de Cali, Colombia, se encontró que el 24,7 % de los alumnos había sido víctima de comportamientos de intimidación, como agresión verbal, física y psicológica. Un estudio realizado en Bucaramanga mostró una prevalencia de victimización de 8,1 % para el caso del matoneo escolar realizado de manera personal y del 5 % para el hostigamiento escolar realizado a través de ciberacoso.
DEFINICIÓN Y TIPOS El acoso escolar puede definirse como la agresión que está dirigida de manera intencional y persistente en contra de un blanco particular o víctima que, por lo general, es débil, vulnerable e indefenso. El bullying se presenta de varias maneras, este puede ser físico, por ejemplo, con golpes, patadas, puñetazos, daño y hurto de pertenencias personales; también se puede realizar de forma verbal, a través de insultos y amenazas, y finalmente puede darse en el ámbito relacional o emocional, por ejemplo, al generar aislamiento y chisme a espaldas de la víctima. El acoso escolar puede reflejar las influencias medioambientales combinadas con una tendencia genética a la agresividad. En su mayoría, los varones utilizan la agresión física, mientras que las mujeres usan la agresión relacional y, por lo
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El matoneo escolar incluye varios tipos, frecuencias y niveles de agresión, los cuales van desde burlas e insultos hasta el abuso físico, verbal y social. Aunque, como se mencionó, el bullying es un problema de años atrás, solo en la última década se han publicado estudios que enmarcan las graves consecuencias a corto y largo plazo del acoso escolar, que en muchos casos incluso se extienden hasta la edad adulta. Es bien sabido que el ser acosado en la infancia o adolescencia puede repercutir en nefastas consecuencias, como el desarrollo de problemas de salud mental, como una baja autoestima, trastornos depresivos, de ansiedad, conductas autolesivas y suicidios, que no solo impactan en los primeros años de vida.
Existe una variación de la prevalencia del acoso escolar según las regiones, es así como en América Central, la prevalencia de los niños que son víctimas es del 22,8 %, en Europa de 25 %, América del Norte 31,7 % y África Subsahariana 48,2 %.
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describirse como “actuar como un toro, al pasar por sobre otros sin tener contemplaciones”. Dentro de las traducciones más frecuentes al español se encuentran matoneo, acoso y hostigamiento.
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general, toman como blanco a otras niñas. Por otro lado, el acoso escolar puede ser proactivo o reactivo, el primero es realizado bien sea para demostrar dominio, reafirmar el poder o ganar admiración, y el segundo se da en respuesta a un ataque real o imaginario (Tabla 1).
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Existen diferentes roles para los participantes en el acoso infantil, principalmente encontramos a la víctima, al acosador o perpetrador y al acosador-víctima (que es a la vez víctima y perpetrador del acoso); sin embargo, también encontramos el papel de otros niños que pueden no ser clasificados como víctimas o acosadores; por ejemplo, los asistentes, que son aquellos que se unen al acoso cuando alguien ya lo ha iniciado; los reforzadores, que son los espectadores de estos ataques y que también participan activamente en el acoso a través de sus risas y motivaciones al acosador; los forasteros o espectadores pasivos, que permanecen pasivos, alejados y no toman partido por nadie; finalmente están los defensores,
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que son aquellos que se esfuerzan en ayudar y apoyar a la víctima. La no intervención de los espectadores, junto con el silencio de las víctimas y la mala interpretación de los adultos por el desconocimiento del fenómeno, retrasa la toma de conciencia y la resolución del problema.
CONSECUENCIAS Las consecuencias del matoneo escolar pueden determinarse desde diferentes aspectos; además, hay una influencia de diversos factores, como la frecuencia, la gravedad, el tipo de acoso escolar, el papel que desempeña el participante y el momento en el que se observan estas consecuencias, pues pueden evidenciarse en la infancia, la adolescencia o en la edad adulta. Es importante aclarar que tanto la víctima como el agresor tienen la posibilidad de presentar consecuencias
Tabla 1. Características típicas de los principales tipos de acoso escolar infantil Tipos Acoso tradicional
Características
Ejemplos
Físico directo (agresión física manifiesta o agresiones)
Empujones, puñetazos y patadas
Directo verbal (ataques verbales abiertos que son muy personales)
Burlas o conductas amenazantes dirigidas a la apariencia, las habilidades, la familia, la cultura, la raza o la religión de la víctima
Indirecto y emocional (comportamiento Pasar notas desagradables, grafitis ofensivos, encubierto que daña las relaciones desfigurar o dañar la propiedad personal, exclusión con los compañeros, la autoestima o el y avergonzar estado social) Acoso sexual
Molestar sexualmente a otra persona
Tocamientos inapropiados y no deseados, usar lenguaje sexualizado y presionar a otro para que actúe de manera promiscua
Ciberacoso
Comportamiento agresivo o emocional y manipulación entregada a través de tecnología digital: celulares, Internet y redes sociales
Difundir historias falsas sobre una víctima en línea, publicación de medios digitales sin permiso, excluir a una víctima de su participación en un espacio en línea
Modificada de: Armitage R. BMJ Paediatr Open. 2021;5(1):e000939.
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Las personas que son víctimas de bullying tienen un mayor riesgo de desarrollar baja autoestima, trastornos depresivos y de ansiedad, conductas autolesivas, ideación e intentos de suicidio, imagen corporal negativa, síntomas de trastornos alimentarios, trastorno de estrés postraumático, alteraciones del sueño, mayor probabilidad de ser víctima de violencia en la relación de pareja y poca satisfacción con la vida. El ser acosador se asocia con problemas de salud mental, de adaptación social, violencia, comportamiento criminal, dificultades en las relaciones interpersonales, violencia en el noviazgo y uso de sustancias psicoactivas. Por su parte, las personas que no están directamente involucradas en el caso escolar, es decir, las que lo presencian, también pueden experimentar, como consecuencia, dificultades en su salud mental. En términos generales, en cuanto a las consecuencias en la adultez se refiere, el acoso infantil puede conducir principalmente a 3 resultados negativos para todos sus participantes: psicopatología, tendencias suicidas y criminalidad. Un estudio documentó que aproximadamente el 29 % de la carga de depresión en la edad adulta podría relacionarse con la victimización por parte de sus compañeros durante la adolescencia. Además, las consecuencias se extienden
DIAGNÓSTICO Para poder diagnosticar un caso de acoso escolar es esencial que conozcamos qué es esto, así como la serie de aspectos que caracterizan a este hecho y las consecuencias que conllevan (enunciadas anteriormente), por las que es necesario que este hecho se extinga lo más rápido posible o al menos se reduzca al máximo. Es por esto que antes de pensar en realizar un diagnóstico o una intervención en las víctimas de matoneo escolar, es importante tener en cuenta tanto los factores de riesgo, como los protectores, que pueden ser colectivos o individuales. Entre los principales factores de riesgo se encuentran: •• Individual: se han estudiado el bajo coeficiente intelectual, los déficits en las habilidades cognitivas y sociales o de procesamiento de información, y la historia del tratamiento en las enfermedades psiquiátricas emocionales. •• Familia: el tamaño de la familia; es decir, la presencia de los padres, el número de hijos y el orden de nacimiento son factores que se correlacionan con las conductas de bullying. Las familias numerosas pueden presentar menos comunicación, además de falencias en la disciplina y la supervisión inconsistente, eso sin contar el hacinamiento, que también es un factor adicional. •• Colegio: directores y profesores deben asegurarse de que el ambiente escolar no solo es seguro, sino también igual para todos. Una escuela deficiente, el ambiente y las relaciones inadecuadas o perjudiciales entre profesores y estudiantes son las principales razones de la violencia escolar.
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Las consecuencias a nivel educativo se ven reflejadas en un efecto negativo en la socialización y los sentimientos de aceptación. Los niños que son acosados se sienten extraños en la escuela, lo que afecta la participación continua en la educación y disminuye el sentido de pertenencia a la escuela cuando hay presencia de intimidación, lo anterior se traduce en constantes faltas de asistencia, bajo rendimiento académico y no querer continuar sus estudios después de terminar la educación secundaria.
más allá de las dificultades en la salud mental, pues también suelen estar presentes problemas económicos y la percepción de mala calidad de vida a los 50 años.
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importantes asociadas con índices de mala adaptación a corto y largo plazo.
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•• Comunidad: uno de los factores que coloca a los jóvenes en riesgo para una variedad de formas de violencia es la presencia de grupos violentos o pandillas. Los miembros de las pandillas extienden sus conflictos y actividades ilegales al colegio, por tanto, la presencia de pandillas en los colegios aumenta la probabilidad de la violencia y otras formas de delincuencia común.
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Entre los principales factores protectores se encuentran:
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•• Individual: los estudiantes con un coeficiente intelectual (CI) más alto y buenas calificaciones son menos propensos a estar involucrados en la violencia escolar. Por otro lado, los jóvenes que tienen mejores habilidades de resolución de conflictos también están menos involucrados en los casos de matoneo escolar. Fuertes relaciones con pares pueden tener un efecto protector también. •• Familia: disciplina familiar clara, justa y consistente ayuda a los jóvenes a ser menos propensos a ser víctimas o a estar involucrados en la violencia. Los estudiantes que perciben que sus familias tienen altas expectativas para ellos en términos de rendimiento escolar se involucran menos con la violencia, al igual que aquellos que pasan tiempo de calidad con sus cuidadores. La presencia sencilla, pero coherente, de un cuidador en la mañana, al llegar a casa de la escuela, durante las comidas o antes de acostarse, puede ser un factor protector. •• Colegio: los colegios que tienen altas expectativas para los estudiantes proporcionan oportunidades para la participación en el aula, con la ayuda al profesor y la conexión de los estudiantes se puede proteger contra las condiciones difíciles. Programas de tutoría que se acoplan con los jóvenes estudiantes pueden reducir el mal comportamiento, mejorar la autoestima y aumentar el rendimiento escolar en los estudiantes.
•• Comunidad: programas dentro y fuera del colegio enfocados en la recuperación de pandilleros y los programas para jóvenes en donde se les permita expresar sus opiniones y se muestran respetados y valorados son factores que protegen contra el acoso escolar. Para realizar el diagnóstico de acoso escolar hay disponibles diferentes pruebas que pueden ayudar en la detección de un posible caso. Aunque hay diferentes pruebas psicométricas, no se puede dejar a un lado el papel que ejerce la observación dentro del proceso evaluativo; es decir, es adecuado realizar una observación en el entorno natural para describir y facilitar posibles casos de acoso escolar a partir de las relaciones que se dan entre iguales, así como el comportamiento de los profesores y compañeros. Por otro lado, también se puede aplicar diferentes cuestionarios y escalas, como las siguientes: •• Prueba de acoso y violencia escolar (AVE): la cual tiene como finalidad prevenir, identificar, tratar y diagnosticar el acoso y la violencia escolar, así como los daños psicológicos que se pueden llegar a presentar. •• Prueba de evaluación breve del acoso escolar (TEBAE): que ofrece datos sobre el nivel de acoso escolar, su intensidad y la presencia de daños psicológicos que se presentan. •• Sistema de evaluación de la conducta de niños y adolescentes (BASC): que proporciona información acerca de las dimensiones patológicas de los niños (problemas conductuales y de personalidad, trastornos emocionales) y dimensiones adaptativas (habilidades sociales, liderazgo, entre otras). •• Medida de la agresividad entre escolares (prueba BULL-S): que evalúa las características sociales y afectivas del grupo, detectando implicados y aspectos situacionales en las relaciones de agresividad entre iguales. Para el caso de Colombia, el cuestionario de CIE-A de Cuevas está validado, el cual además
INTERVENCIONES Se deben tener en cuenta las intervenciones en la prevención del acoso escolar y las intervenciones en las víctimas de acoso por las múltiples consecuencias que pueden llegar a tener en la salud mental de la víctima, ya que se han reportado trastornos depresivos, ansiosos, evitativos y hasta de la conducta alimentaria. Es por esto por lo que las intervenciones deben hacerse tanto a nivel individual, como comunitario, de forma interdisciplinaria e involucrar a padres, alumnos, psicólogos, psiquiatras, profesores e incluso trabajadores sociales. A nivel escolar se pudo evidenciar que los programas contra el acoso escolar son efectivos para reducir tanto la perpetración, como la victimización del bullying a nivel escolar. Dado el caso, es importante llevar a cabo una encuesta antes de implementar cualquier tipo de programa, ya que es vital poder explorar las manifestaciones específicas del acoso escolar en los colegios de forma individual, para evaluar si el programa que se desea establecer puede o no abordar los problemas específicos para el ámbito escolar. Si se implementa un nuevo programa contra el acoso, los profesionales deben considerar:
•• Informes de investigación existentes y metaanálisis que evalúen los componentes de intervención específicos y su eficacia. •• Que las campañas contra el acoso escolar en toda la escuela puedan ser efectivas, pero puedan no ser la mejor estrategia para combatir la victimización del bullying; también pueden ser necesarios los componentes de intervención adicionales. •• Que los programas integrales contra el acoso escolar deben incluir elementos de intervención en múltiples niveles, que incluyan la escuela, la clase, los padres, los compañeros y el nivel individual. •• Se necesitan intervenciones específicas para ayudar a los niños que son particularmente vulnerables a la intimidación. •• Realizar una encuesta previa a la intervención para explorar las manifestaciones específicas de intimidación en sus respectivas escuelas y evaluar qué componentes son los métodos más efectivos y prácticos para reducir la victimización y la perpetración de la intimidación. •• Que los foros en línea, moderados por estudiantes capacitados, puedan ser una manera eficiente y rentable de abordar la victimización por acoso escolar. Por otro lado, se debe tener en cuenta que las intervenciones individuales se deben realizar tanto a la víctima, como al victimario, ya que según los estudios se ha podido identificar que el victimario tiene problemas de base que pueden ser de múltiples orígenes y que deben ser tratados, mientras que la víctima puede presentar patologías mentales, que llegan inclusive al suicidio, si no se tratan de forma adecuada. Es necesario realizar al menos una valoración por psiquiatría para determinar la necesidad de inicio de terapia o inclusive psicofármacos, si la sintomatología presentada por el estudiante genera gran alteración en su funcionalidad.
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de identificar a un estudiante víctima de acoso escolar, también reconoce los síntomas afectivos que pueden llegar a presentarse, además de determinar al victimario; es decir, que para realizar un diagnóstico adecuado es necesario realizar una entrevista estructural al estudiante, aplicar las escalas y evaluar el ámbito escolar, aplicando así todos los criterios diagnósticos ya enunciados previamente.
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EXAMEN CONSULTADO
20.Cuál de las siguientes afirmaciones no es cierta: a. La OMS considera al acoso escolar como un problema de salud pública. b. El psicólogo Dan Olweus creó el término bullying. c. El matoneo escolar es un fenómeno que se descubrió recientemente, hace 5 años aproximadamente. d. El bullying puede llamarse también matoneo, acoso y hostigamiento. 21.Dentro de los tipos de abuso encontramos los siguientes, excepto: a. Ciberacoso. b. Inofensivo. c. Verbal. d. Físico. 22.¿Cuáles podrían ser las consecuencias del matoneo escolar en la adultez? a. Dificultades económicas. b. Tendencia a la criminalidad. c. Hipertensión arterial. d. a y b son ciertas. 23.Para realizar un diagnóstico de bullying escolar es necesario tener en cuenta, excepto: a. El relato del estudiante. b. El relato del profesor. c. Realizar una escala de bullying escolar. d. Pruebas físicas.
24.La escala validada en Colombia para bullying escolar es: a. Prueba de violencia y acoso escolar. b. CIE-A de Cuevas. c. Prueba de evaluación breve de acoso escolar. d. Medida de agresividad entre escolares. 25.Entre los factores protectores de acoso escolar están: a. Tener buen desempeño escolar o un CI alto. b. Tener buena relación con los profesores. c. Tener hermanos. d. Ninguna de las anteriores. 26.Las intervenciones para el control del acoso escolar deben ser individuales y estar encaminadas a tratar a la víctima del bullying. a. Verdadero. b. Falso.
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Clave de respuestas Volumen 21 Número 1 1: C
7: E
13: A
19: B
25: D
31: E
2: B
8: B
14: E
20: B
26: B
32: B
3: A
9: C
15: D
21: C
27: B
33: A
4: C
10: C
16: D
22: D
28: D
34: B
5: D
11: D
17: D
23: C
29: A
35: C
6: A
12: A
18: D
24: D
30: C
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Curso continuo de actualización en Pediatría CCAP
ISSN 2145-4590
Consecuencias emocionales de la pandemia por COVID-19 en niños y adolescentes Autolesiones e intentos suicidas en adolescentes Violencia transgeneracional: la influencia de padres violentos en la crianza de los niños Cuando los videojuegos son un problema
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