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Recién nacidos Lactancia materna, ¿hasta cuándo?
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Prevención
Los niños, las rutinas y las crisis
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Opinan los expertos Entrenamiento para ir al baño
Crianza&Salud A ñ o 18 • n ú m e r o 4 • a g o s t o - s e p t i e m b r e 2020 • p u b l i c a c i ó n b i m e s t r a l • B o g o t á, Co l o m b i a
Para el bienestar de la familia
una aproximación
EncuĂŠntralo tambiĂŠn en: Vacunaccion Colombia
Así es su mundo
08 Recién nacidos
Lactancia materna, ¿hasta cuándo? La lactancia materna es una práctica tan antigua como la humanidad misma y sus beneficios para los niños actualmente se extienden hasta la madre, la familia y la sociedad.
Junta Directiva Nacional 2020-2022 Presidente Dra. Marcela Fama Pereira
12 Primera infancia
Vicepresidente Dr. Mauricio Guerrero Román
Mi papá también me amamantó
Secretaria Dra. Ángela Giraldo Mejía
En la actualidad, los hombres, en general, sean o no padres, buscan ser tenidos en cuenta en todos los temas relacionados con la crianza de los hijos presentes y futuros.
Fiscal Dra. Eliana Zemanate Zúñiga Vocales Dra. Iliana Curiel Arismendy Dr. Luis Abello Gámez Dra. Doris Toro Soto Dra. Julietha Castro Gaona Dr. Iván Villalobos Cano Dr. Blair Ortiz Giraldo Dr. Alberto Esmeral Ojeda
16 Desde la niñez
Solidaridad: la construcción del nosotros La solidaridad es lo mejor del sentimiento humano al servicio de los demás, es fraternidad, adhesión, ayuda, apoyo, concordia y devoción. Conozca las herramientas que la construyen.
Vocal Rpte. Capítulos Dr. Jürg Niederbacher Velásquez Presidente anterior Dr. Nicolás Ignacio Ramos Rodríguez
18 Escolares
Directora Ejecutiva Gloria Zuccardi
¿Expones demasiado a tus hijos en las redes? Los peligros del sharenting
Subdirector de Publicaciones y Programas de Educación Virtual Óscar Ruiz
Con el auge de las redes, una de las prácticas más comunes es la publicación de fotos y videos de los hijos; sin embargo, a veces ese uso se vuelve excesivo con consecuencias para los niños.
Crianza&Salud
www.crianzaysalud.com.co Año 18 – número 4 · agosto - septiembre 2020 ISSN 1692-150X
Entorno
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Cada vez es más frecuente hallar familias que deciden tener un solo hijo, una situación que despierta la inquietud tanto de los padres como de las personas que están alrededor de ellos.
Director Juan Fernando Gómez Ramírez Coordinadora Editorial Lina María Martínez Fonseca Fotos: ©2020 Shutterstock.com Archivo fotos SCP
Prevención
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Opinan los expertos
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Entrenamiento para ir al baño
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A propósito de ‘¿Qué significa ser humano? Reverencia por la vida’, sabía usted que:
Dirección arte/Diseño gráfico Almadigital SAS almadigital2010@gmail.com Impresión: Panamericana Formas e Impresos S.A.
Crianza & Salud es una publicación bimestral de carácter informativo y educativo, editada por la Sociedad Colombiana de Pediatría, especializada en la crianza y la salud de los niños, desde el nacimiento hasta los 18 años, dirigida a la familia y al público general, de circulación gratuita a pediatras y ginecólogos de todo el país, y por suscripción a particulares. Envíe sus cartas, colaboraciones, preguntas o materiales informativos a nuestra dirección, fax o correo electrónico. Sociedad Colombiana de Pediatría Calle 83 No. 16A-44, oficina 701, edificio Cima Bogotá D.C. Tels.: 6495352-7464706/07 Correo electrónico: publicaciones@scp.com.co
Los niños, las rutinas y las crisis En tiempos de crisis actuales, muchas rutinas se alteran o no se pueden ejecutar, pero quedan otras que sí se pueden y se deben continuar realizando por el bienestar de los niños.
Ilustraciones: ©2020 Shutterstock.com MIQUELOFF Foto portada: ©2020 Shutterstock.com
El hijo único: una aproximación
Preguntas y respuestas
Una destreza importante que usted deberá enseñarle a su hijo es aprender a usar el inodoro, pero este es un entrenamiento que toma tiempo, comprensión y paciencia.
Es un libro del escritor Frederick Franck y col., que agrupa conceptos alrededor de esta pregunta formulada a un centenar de líderes sociales y espirituales de la humanidad.
Además... Editorial Cartas de los lectores Recomendados en todos los sentidos
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La buena crianza y la salud mental Guía de anunciantes Volvernos pequeños Caricatura
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Editorial
y la salud mental C uando en la constelación familiar los niños no son reconocidos como interlocutores válidos por parte de sus padres y cuidadores, el trastorno de la comunicación que se genera nos priva de la posibilidad de compartir muchas vivencias que en su momento los abruman. Se sabe que en el fondo de un niño problema hay, con mucha frecuencia, trastornos de la comunicación que no han permitido descifrar su lenguaje afectivo para poder establecer una relación empática y enriquecedora con las personas que lo rodean. En el contexto de la crianza se recomienda dimensionar adecuadamente las expectativas excesivas frente a los hijos, que generan frecuentemente situaciones de sobreexigencia, donde la búsqueda de éxito a toda costa se convierte en un elemento determinante, sacrificando en el niño otras vivencias enriquecedoras y generadoras de la salud mental.
Desde la óptica de la crianza humanizada y humanizante, hay algunas pautas trascendentes y que en nuestro concepto pueden servir como elementos generadores de una buena salud mental. A continuación, compartimos con nuestros lectores algunas de estas pautas: • Ejerzan una autoridad serena, firme, dialógica y benevolente, que no deje a sus hijos a la deriva en un contexto permisivo, pero que tampoco los subyugue en un contexto autoritario. • Eviten la sobreprotección que genera en sus hijos una sensación de minusvalía que va a afectar su nivel de autoestima, tan necesaria para la salud mental. • Estén presentes en la vida de sus hijos promoviendo la adquisición creciente de la autonomía, que los llevará al finalizar la crianza a un pleno ejercicio de la libertad con responsabilidad. • Asegúrense de que sus hijos se sientan amados, pues, como asertivamente lo afirmó el gran filósofo alemán J. W. Goethe, “saberse amado da más fuerza que saberse fuerte”.
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Cartas de los lectores
Señores Sociedad Colombiana de Pediatría Atte.: Revista Crianza & Salud Cordial saludo: Soy seguidor de la revista Crianza & Salud desde hace varios años y ahora tengo un problema con uno de mis hijos y quisiera que por favor me guíen sobre qué hacer, pues he buscado información al respecto, pero no me ha quedado clara: mi hijo de cinco años es demasiado lento para comer, a veces llega incluso la hora de la comida siguiente y todavía no ha terminado la anterior, ¿qué puedo hacer para que se coma todo y rápido? Muchas gracias y quedo atento a la respuesta, Jhon Roberto David M.
Rta./ El comer excesivamente despacio (bradifagia) es un mal hábito alimentario íntimamente relacionado con la inapetencia, con la cual, a menudo, se confunde. En ocasiones, es un modo de llamar la atención, pues, con ello, el niño manipula casi permanentemente a su cuidador. Habrá que hacerle sentir, con suficiente antelación, que no necesita recurrir a ello para que lo acompañe y lo entienda. Otras veces se debe a que las aspiraciones de los cuidadores (casi siempre la madre), en materia de comida, son superiores a las necesidades del niño o, dicho en otras palabras, le están sirviendo más de lo que realmente necesita. Si ya se sabe que solo consume bien seis onzas de leche ¿qué sentido tiene servirle sistemáticamente ocho onzas únicamente porque la fábrica de biberones los hizo de este tamaño? Y lo mismo puede decirse de un huevo o un banano, no existe ninguna razón para que tengan que ser consumidos en su totalidad. En la mayoría de los casos, la bradifagia se corrige (lentamente como en todos los vicios de crianza) sirviéndole poco, solo de lo que se sabe que le gusta, limitando a media hora el tiempo de la comida y dejándolo comer con su propia mano, sin rogarle ni obligarlo. Francisco Javier Leal Quevedo Fuente: libro Preguntas de madres y padres
Guía de anunciantes
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02. Sanofi 04. Alpina 14-15. Johnson & Johnson 23. Molipeter
29. Alpina 35. Sanofi 39. Carnot 40. Sociedad Colombiana de Pediatría
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Así es su
mundo “Solo tendremos lo que hayamos dado”.
Ida Vitale
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Lactancia materna, ¿hasta cuándo?
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Mi papá también me amamantó
16 Desde la niñez
Solidaridad: la construcción del nosotros
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¿Expones demasiado a tus hijos en las redes? Los peligros del sharenting
Así es su mundo
Recién nacidos
Por: Lina María Montes Valdés Residente I de Pediatría - Universidad de Antioquia y
Paula Andrea Henao Mejía
¿hasta cuándo?
L
Pediatra puericultora Consultora Internacional de Lactancia Certificada (IBCLCE, por su sigla en inglés) Docente de la Facultad de Medicina - Universidad de Antioquia
a lactancia materna es una práctica tan antigua como la humanidad misma y sus beneficios para los niños han sido ampliamente estudiados y difundidos; sin embargo, actualmente se sabe que dichos beneficios se extienden hasta la madre, la familia y la sociedad. Dentro del proceso de evolución de la humanidad se han encontrado registros de lactancia materna en las civilizaciones antiguas que reportan tiempos de lactancia continuada de aproximadamente de 2 a 3 años; no obstante, la historia más reciente demuestra que el tiempo de lactancia ha cambiado considerablemente entre las distintas culturas, así como en diferentes pueblos con escaso contacto con la civilización, es así como encontramos
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ya en el siglo XX, edades de destete tan variadas que van desde los cuatro meses en los hotentotes africanos hasta los siete años o más en pueblos esquimales. Basándose en numerosos estudios sobre los beneficios de la lactancia materna, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida, y continuar esta práctica, junto con la alimentación complementaria adecuada y suficiente, durante los primeros dos años o más si así se desea. Pese a lo anterior, en la actualidad, son múltiples los factores que inciden en la duración del amamantamiento, entre ellos, la introducción de las fórmulas infantiles en la alimentación de los niños, aun en ausencia de indicación médica específica para su uso; la inclusión de la mujer en la vida laboral, lo que implica, en muchos casos, que las madres deban dejar rápidamente a sus hijos al cuidado de terceros, incluso antes de cumplirse el período de lactancia materna exclusiva, como es el caso de Colombia, en donde la licencia de maternidad es de apenas 18 semanas; y la información con la que cuentan las madres sobre esta práctica aunado el apoyo que reciben de su familia y su entorno para la continuación de esta.
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El concepto de lactancia materna prolongada Debido a la amplia variación en los tiempos totales de la lactancia, aparece el concepto de lactancia materna prolongada; no obstante, la definición no cuenta con un consenso entre los diferentes autores y, de igual manera, los estudios a nivel mundial se realizan considerando la lactancia materna como prolongada en tiempos que van desde pasados los seis meses hasta más allá de los dos años; por esto, se puede decir que esta es aquella que supera los límites socialmente aceptados para una comunidad específica. A raíz de lo anterior, aquellos que superan en muchas ocasiones el año de edad son considerados por las sociedades actuales como fuera de la normalidad, lo que da paso a conceptos y creencias en los que se busca justificar posibles efectos dañinos de la lactancia materna prolongada para los niños, en áreas tales como el componente biológico, desarrollo, desempeño social y emocionalidad; por ello, se hace mandatorio aclarar estos conceptos a la luz de la evidencia.
Componente biológico Son variadas las perspectivas que consideran el impacto de la lactancia materna prolongada en este aspecto, relacionándola comúnmente con el riesgo de malnutrición y la aparición de caries; sin embargo, lo que se encuentra en la literatura nos demuestra que la realidad es muy distinta. • Respecto a la composición de la leche materna, estudios comparativos con muestras de madres con lactancia materna superior e inferior a un año, demuestran que la leche materna de aquellas que llevan más
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de un año lactando tiene un mayor contenido de grasa y energía, mientras que la concentración promedio de proteínas y lactosa es similar en ambos grupos. • En cuanto a la asociación con un mayor riesgo de desnutrición, un estudio de casos y controles, realizado en Burkina Faso (Estado de África Occidental), permitió concluir que la combinación de la lactancia materna prolongada y los alimentos sólidos se asocia a una disminución hasta del 70% del riesgo de desnutrición, y mejor aún, que la lactancia materna prolongada juega un papel protector en aquellos contextos en los que la alimentación complementaria es escasa o de baja calidad, así como también en la prevención de riesgo de infecciones
La combinación de la lactancia materna prolongada y los alimentos sólidos se asocia a una disminución hasta del 70% del riesgo de desnutrición. y deterioro nutricional adicional causado por otras enfermedades. • En cuanto a lo que se refiere al mayor riesgo de aparición de caries dental, la fisiología de la lactancia materna demuestra que en el proceso los dientes presentan poco contacto con la leche materna, pues el pezón se sitúa en la parte posterior de la boca e inmediatamente después de la succión se da la deglución de la leche; adicionalmente, el metabolismo de la lactosa no sucede en la cavidad oral debido a que requiere de la lactasa intestinal, lo que hace que en esta no se encuentre glucosa, que es la implicada en la producción de caries. Además, la leche materna presenta propiedades protectoras para la salud oral, como son la presencia de inmunoglobulinas y enzimas que evitan el crecimiento bacteriano y su capacidad para mejorar la fijación del calcio y fósforo en el esmalte dental.
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La lactancia materna prolongada es una práctica que apoya la emocionalidad de los niños, permitiéndoles confort, intimidad y cercanía con su madre. Componente del desarrollo Los estudios realizados en esta área demuestran que los niños que reciben lactancia materna prolongada presentan un mejor desempeño en la evaluación de desarrollo, así como también una menor presencia de desórdenes del comportamiento, al compararlos con sus contrapartes de características similares que no la reciben. Por su parte, para el desarrollo del lenguaje la lactancia materna prolongada presenta un beneficio al verse implicada en una mejor sincronización de las funciones del aparato bucal, un adecuado desarrollo del macizo facial, así como un mejor desarrollo psicomotor, motor fino y cognitivo, funciones básicas para la adquisición de competencias del lenguaje.
Componente social Comúnmente las sociedades relacionan la lactancia materna prolongada con deficiencias en el componente social de los niños, considerando que a estos se les dificulta la adquisición de capacidades para el relacionamiento
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social; sin embargo, los escasos estudios que se han realizado en este campo demuestran que, si bien la lactancia materna prolongada no representa un beneficio adicional en cuanto a la adquisición de estas competencias, tampoco conlleva un riesgo para el relacionamiento social, y, más aún, se puede vincular con una mayor autonomía en las tareas cotidianas de los niños que la reciben.
Componente emocional Esta área es, quizá, la de más difícil evaluación debido a la subjetividad de los conceptos; no obstante, algunos estudios cualitativos realizados demuestran que la lactancia materna prolongada se convierte en una práctica que apoya la emocionalidad de los niños, permitiéndoles confort, intimidad y cercanía con su madre, así como la satisfacción de necesidades, como las de hambre y sed, y la conservación del gusto por el sabor de la leche materna. Sin embargo, a pesar de los beneficios para los niños, las madres se ven enfrentadas a diferentes situaciones que se convierten en un reto emocional y social para ellas, pues, comúnmente, esta práctica se asocia a prejuicios, como lo demuestran algunos estudios donde las madres, en gran
medida, afrontan obstáculos para la continuidad de la lactancia materna, principalmente provenientes de sus círculos sociales más cercanos, como la familia y los amigos, obligándolas, incluso, a ocultar esta práctica para minimizar los juicios de valor a los que se pueden ver confrontadas. Por otro lado, la lactancia materna prolongada también se puede ver enfrentada al deseo de las madres de tener otros hijos, ya que esta situación, en algunos casos, se puede concebir como un peligro para el embarazo o para el futuro hijo, con la consecuente decisión de la madre de suspender el amamantamiento. En este sentido, cobra importancia el término de la lactancia materna en tándem, que es cuando una madre que está amamantando a su hijo y vuelve a quedar embarazada, decide no interrumpir la lactancia y seguir dando el pecho durante todo el embarazo, y, una vez
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nacido el pequeño, amamanta a los dos conjuntamente o por separado. Al respecto, la literatura reciente demuestra que, en embarazos normales, la lactancia materna concomitante no representa un aumento del riesgo de desenlaces adversos, tales como parto prematuro, hemorragias o bajo peso al nacer; así mismo, cuando se realiza con dos niños de diferentes edades no representa ninguna amenaza para la salud de estos y, por el contrario, se
constituye en un factor de intimidad que potencia la relación con la madre y entre hermanos. Todo lo anterior permite inferir que la lactancia materna prolongada es una práctica que no conlleva riesgos para los niños, por lo que la decisión de continuarla debe ser algo muy personal de cada madre. Por otra parte, en este proceso igualmente a las madres se les presenta la inquietud sobre cuándo y cómo deben realizar el
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destete, para lo cual, es importante incluir el concepto de destete respetuoso, ampliamente difundido en Chile, que tiene como objetivo que este se realice respetando las necesidades del niño o niña, mientras se van disminuyendo las tomas de manera progresiva, en un tiempo estipulado por la madre de acuerdo a lo que observe en su hijo y buscando que el proceso no se convierta en una experiencia traumática para ninguno de los dos.
Acompañamiento respetuoso de la lactancia En conclusión, el personal de la salud, en especial los pediatras y puericultores, tiene el deber de realizar un acompañamiento respetuoso de la lactancia materna, para lo cual, se propone el del acompañamiento, así:
poyar a la madre en la toma de decisiones.
rindar información veraz, útil y pertinente durante todo el proceso de lactancia.
omprender que las decisiones con respecto a la lactancia y su duración son, en últimas, de la madre y su hijo, por lo tanto, no se debe interferir en ellas.
ivulgar información que permita normalizar las prácticas de lactancia prolongada y su utilización en los casos deseados, para minimizar así el riesgo de que las madres se vean enfrentadas a juicios sociales.
stimular una relación sana con la lactancia materna, tanto a nivel individual como comunitario.
Referencias • Dror Mandel. et al. Fat and energy contents of expressed human breast milk in prolonged lactation. Pediatrics. 2005 Sep;116(3):e432-5. • Abul-Fadl, Azza, AM, et al. The psychological benefits of continued breastfeeding into the second year for mother and child. Int. J. Ch. Neuropsychiatry, 2005, 2(2): 143153. • Ayrim, A. et al. Lactancia materna durante el embarazo en las mujeres turcas. Breastfeeding Medicine 2014; 9(3): 157–160. • Destete respetuoso. Colección de cartillas de Crianza respetuosa. Chile crece contigo. Disponible en: http://www.crececontigo.gob.cl/ wp-content/uploads/2019/12/11-Destete-respetuoso_CCrianza_2019.pdf
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Primera infancia
también me amamantó Por: Nancy Bernal Camargo Pediatra - Consultora Internacional de Lactancia (IBCLC, por su sigla en inglés) Comité de Puericultura de Bogotá y Paula Duque Torres Pediatra y consejera en lactancia - Comité de Puericultura de Bogotá
“Y estuviste ahí, hombro a hombro, y enfrente la consultora de lactancia hablándonos, hablándote a los ojos y tú atento tomando nota, preguntando como aquel para el que todo es nuevo, y nació ahí a tu lado, y le hablabas, tú también tuviste tu piel a piel, grabaste videos para comprobar si su agarre al pecho estaba adecuado; me traías agua, porteabas en sus horas críticas y en las otras también. Cuando fue creciendo y me dolía la mano por su peso, decidiste que tú me la pasarías en las madrugadas”, he aquí la importancia del padre en la lactancia. (En agradecimiento a Diego Mauricio Cabrejo Sánchez).
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urante muchos años, ha existido la creencia de que es la madre quien se ocupa de la crianza de los niños y, hoy por hoy, no hay cosa más contraria a ello, quizá por la liberación femenina o por el empoderamiento de los padres frente a la crianza de sus hijos; padres que están más informados, más preparados, incluso se ha encontrado que existe en el padre cambios fisiológicos propios de la paternidad, tales como una disminución de testosterona, un aumento de oxitocina e incluso cambios a nivel cerebral, los cuales habían sido documentados inicialmente solo en la madre. En la actualidad, inclusive los hombres, en general, sean o no
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padres, buscan ser tenidos en cuenta en todos los temas relacionados con la crianza de los hijos presentes y futuros. Se puede considerar que existen cuatro pilares fundamentales, los cuales deben ser tenidos en cuenta a la hora de orientar a una familia lactante:
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El primer pilar fundamental es la preparación: muchas veces, no estamos listos a la hora de enfrentar algo tan importante como lo es la lactancia, incluso no se está preparado para la paternidad; hay que discutir interrogantes, tales como: ¿se está pensando en ser padres?, ¿cuál será mi red de apoyo cuando no está la figura paterna? Por ello, es fundamental tener una consulta prenatal exclusiva de lactancia y así conocer los diversos escenarios posibles. Cuando se está a la espera de la llegada de un bebé hay muchos preparativos, desde las consultas médicas y exámenes pertinentes, la planificación del parto, hasta la adquisición de bienes materiales que puedan ser útiles para darle lo mejor al bebé. Durante este periodo, es igualmente importante aprender sobre la lactancia en pareja; un proceso que físicamente depende de la madre, pero que requiere, de igual forma, de la participación del padre o de una red de apoyo para que tenga una mayor probabilidad de ser exitosa y prolongada. ¿Y cómo?, ¿en qué influye el padre en la lactancia?, es conveniente, para ello, conocer qué sucede después del parto, comprender las etapas por las que se atravesará y cómo funciona la lactancia. Durante el embarazo, las hormonas se encargan de preparar el cuerpo de la madre para la lactancia, ahora es necesario preparar la mente de la familia. Alrededor de la lactancia existen una infinidad de mitos que atentan contra esta, que incluso el mismo padre puede creer, así que documentarnos a tiempo para derribarlos es valioso.
un apoyo en la supleción de sus necesidades, tales como la alimentación, cambio de pañales, papeleos, entre otros. Este proceso se caracteriza por estar acompañado por una labilidad emocional materna secundaria a los cambios hormonales y físicos por los que atraviesa la madre, por lo tanto, los abrazos, las demostraciones de cariño, las atenciones y la actitud de escucha serán de una gran ayuda en estos momentos para ella. Un tercer pilar está enfocado a esos momentos de dificultad: en donde hay un problema, el padre debe hacer parte de la solución, por ejemplo, cuando se habla de los temas relacionados con la lactancia y sus complicaciones, es posible que se presente la aparición de un dolor muscular en la madre, para lo cual, el padre o la red de apoyo puede suministrarle, bien sea un cálido masaje o conseguir quien lo realice, entre otras formas de encontrarle una solución a este problema. Si bien el padre lo único que no puede hacer es el acto mismo de amamantar, sí puede convertirse en un soporte para la madre y el hijo, en
Primera infancia
un papel protector del nido, basándose en el amor, el diálogo y las estrategias establecidas en pareja; buscando, además, herramientas para continuar animando a la madre a seguir intentándolo, consiguiendo ayuda oportuna con una consejera en lactancia, evitando las visitas que no son recomendables en los primeros meses de la crianza y aquellos comentarios y opiniones, que aún son muy frecuentes, que desaniman la práctica de la lactancia materna. El cuarto pilar es la conexión con la fuente directa del amor: esto es, aumentar la espiritualidad con el agradecimiento por el nuevo miembro de la familia; de esta manera, la familia lactante encontrará más fácilmente la forma adecuada de enfrentar los diferentes obstáculos del día a día. La lactancia en equipo facilita afrontar las adversidades del camino y favorece el éxito de esta. Que la lactancia y la crianza sean un momento propicio para mirar nuestro interior, para perdonarnos y permitir la transición para conectarnos con nuestra humanidad y hacernos mejores personas y padres.
El segundo pilar es comprender que el hijo es de los dos: de esta forma, ambos padres deben tratar de pasar la misma cantidad de tiempo con el niño (50/50), así el padre estará totalmente involucrado en la atención del bebé. Después del nacimiento, la madre y el bebé quedarán exhaustos, por lo que necesitarán un aliado que sea
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1. Estudio interno Johnson & Johnson Consumer Inc. “Teste Rembrandt product validation-Global Branded Home Use Test”, 2018. 2. Guía del Cuidado de la piel sana del recién nacido y del lactante menor - Pág. 19 - Sociedad Colombiana de Pediatría, 2017. Derechos reservados a Johnson & Johnson de Colombia S.A. 2019 Servicio de atención al consumidor: 018000 5 17000
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Así es su mundo
Desde la niñez
In memoriam
la construcción del nosotros Por: Humberto Ramírez Gómez † Pediatra puericultor “La lactancia es una parte de sí misma que la madre da al niño sin esperar nada a cambio, lo cual es la mejor enseñanza de solidaridad”. “Qué mejor ejemplo de solidaridad que la lactancia natural, en este abrazo amoroso de íntima comunión de la madre con su hijo, en esta acción de ‘darse’”.
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n el proceso de crianza los niños, niñas y adolescentes y, al mismo tiempo, los adultos acompañantes, construyen y reconstruyen permanentemente seis metas del desarrollo humano integral y diverso: autoestima, autonomía, creatividad, felicidad, solidaridad y salud. En este caso, meta es el fin al que se dirigen las acciones o deseos de los seres humanos, y su construcción y reconstrucción no se hace para llegar, sino para vivir construyendo y reconstruyendo cada una de ellas.
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La solidaridad es lo mejor del sentimiento humano al servicio de los demás, es fraternidad, adhesión, ayuda, apoyo, concordia, devoción. Según los diccionarios, es el sentimiento que impulsa a las personas a prestarse ayuda mutua. Llámese sentimiento, valor o meta del desarrollo, la solidaridad es una necesidad indispensable para el desarrollo humano individual y colectivo. El afecto, la alimentación, el abrigo y la protección contra cualquier
daño o lesión hacen parte de la resolución de las necesidades básicas que requiere satisfacer necesariamente el niño recién nacido. Resolver adecuadamente las necesidades básicas que el niño presenta durante los primeros meses de su vida extrauterina, se constituye en la implantación de unos cimientos sólidos para construir una confianza esencial que marcará las pautas de las relaciones con los demás para el resto de la vida. Ser querido, alimentado, abrigado y protegido les dará esa seguridad en los otros, para luego, como persona bien conformada, tener la capacidad de querer, alimentar, abrigar, proteger y compartir con los demás.
La solidaridad se aprende más por observación que por prescripción Percibir en los demás sus acciones solidarias es la primera fuente en que se bebe, sorbo a sorbo, el nutritivo elíxir de la vida en comunidad, de unión con los otros, de deseos y objetivos comunes. La alimentación, como necesidad básica del ser humano, es indispensable para poder sobrevivir, pero también lo es para el ejercicio pleno del proceso vital, es decir, para ser sano. Y esto lo representa
Así es su mundo
en el recién nacido la leche ofrecida oportunamente, con gusto y en cantidad y calidad adecuadas, como es el caso de la lactancia natural y, cuando esta desafortunadamente no es posible, la de las leches adaptadas especialmente para niños de esta edad. La lactancia se constituye, entonces, en un satisfactor suficientemente adecuado para la resolución de una necesidad básica en el primer mes de vida extrauterina del ser humano. • El afecto, energía vital del proceso de desarrollo humano, es otro elemento indispensable para sobrevivir y vivir plenamente. Sin este es imposible el desarrollo, pues no se dan satisfactoriamente las interacciones humanas, no se construye comunidad y no se da la solidaridad. Inicialmente, mediante las manifestaciones afectivas brindadas al niño se configura la autoestima; posteriormente, por medio de las manifestaciones afectivas ofrecidas a los demás, se configuran los modelos de solidaridad. En esta forma, se constituye el yo y el nosotros. • El abrigo, como protección específica al frío tan dañino y molesto para el recién nacido, es otra necesidad básica que debe ser satisfecha adecuadamente por los adultos significativos (padre, madre, abuelos, tíos, hermanos, enfermeras u otros); este será otro puntal de resolución a las necesidades básicas de esta edad, para lo cual, se debe mantener una confortable temperatura de 37 a 38 grados centígrados y evitar las bajas temperaturas que implican graves riesgos para la salud. Tampoco se trata de mantener sobreabrigado al niño, lo que lo llevaría a otra incómoda molestia: “ni mucho que queme al santo, ni tan poquito que no lo alumbre”.
ser que nace tremendamente desvalido, y que, por lo tanto, requiere de cuidados especiales para el desarrollo de sus potencialidades, para progresivamente constituirse en el ser vivo con mayores capacidades de autonomía y, por supuesto, de relaciones fraternales con los demás. En resumen, el vínculo afectivo inicial que establecen el padre, la madre y los demás adultos significativos con el niño recién nacido impulsará el apoyo concomitante a la resolución de sus demás necesidades, las cuales, al mismo tiempo, serán oportunidades de accesibilidad al desarrollo de
Desde la niñez
potencialidades para el bienestar y felicidad, tanto de él como de los otros. El recién nacido, como beneficiario de esta relación solidaria, captará el influjo suficiente que servirá de base para construir su autoestima, fabricar su autonomía, fomentar su creatividad, y adquirir progresivamente la capacidad de darse a los demás con alegría y pleno ejercicio y disfrute de su proceso vital, superando las adversidades y constituyéndose como persona íntegra e integrada a una comunidad: sueño que los puericultores tenemos como propuesta para una Colombia más humana, democrática y solidaria.
Recomendaciones • Planeen, como pareja, la llegada de su recién nacido, y ténganle una propuesta de acompañamiento para el ejercicio de su proyecto vital. • Cuiden, carguen, bañen, acaricien, háblenle, cántenle, y háganle masajes y ejercicios con afecto a su recién nacido. • Bríndenles amor incondicional y manifiesto a sus hijos, apoyándolos inteligentemente en la gestión que ellos hacen como protagonistas de su propio desarrollo. • Propónganse construir conjuntamente un proyecto de vida solidario para su familia, su municipio, su departamento y su país. • Discutan y reflexionen acerca de esta pregunta: ¿es la solidaridad lo mejor de la humanización? • Analicen las metas del desarrollo humano integral, sostenible y diverso como una alternativa para un nuevo país.
• La protección, contra cualquier daño, incomodidad o lesión, constituye otra necesidad básica del recién nacido humano, que, a diferencia de otros animales mamíferos, es un
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Escolares
¿Expones demasiado a tus hijos en las redes?
Los peligrosdel
Por: Lina María Martínez Fonseca Coordinadora Editorial de la revista Crianza & Salud
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on el auge de las redes sociales y ahora más que nunca que las circunstancias de la vida nos llevaron a estar confinados y a pasar más tiempo “libre” en casa, muchos padres encuentran en este tipo de medios de comunicación una forma
de distensión y entretención, y una de las prácticas más comunes es la publicación de fotos y videos de sus hijos; sin embargo, a veces ese uso de las redes se convierte en excesivo, pues no solo llegan a compartir imágenes, sino también todo tipo de información; una práctica que se le conoce como sharenting y que puede llegar a tener consecuencias graves.
¿Qué es el sharenting? Es un anglicismo utilizado para definir el nuevo fenómeno de los padres que comparten imágenes de sus hijos en las redes sociales. Es un término que está formado por la combinación de dos palabras: share, que en inglés significa compartir, y parenting, que es un término que se atribuye a la acción de criar. Es, en otras palabras, una sobreexposición de los hijos en la red. De acuerdo con los expertos en gestión de riesgos jurídicos y empresariales de ECIX Group, “el #sharenting es un término que describe la ciberconducta consistente en la publicación masiva de información y datos de los menores en Internet por parte de sus padres o familiares”, algo que se puede convertir en
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contraproducente, pues, según indica, “esta conducta pone en peligro diferentes factores de la vida del menor, entre ellos, su privacidad”. Como sus datos y fotos quedan accesibles a cualquier persona, estos pueden ser usados para fines como la pornografía infantil, el acoso sexual de menores (grooming o ciberengaño pederasta), el ciberbullying (intimidación a través de las redes), o la suplantación de identidad. Por estas razones y más, los padres deberían tener en cuenta esta pregunta: ¿por qué debería pensarlo dos veces antes de compartir la vida de sus hijos en las redes sociales? Es perfectamente entendible que los padres se sientan orgullosos de sus hijos y quieran mostrárselo al mundo, pero, como así lo indica la psicóloga clínica del Instituto de la Mente Infantil (CMI, por su sigla en inglés), Alexandra Hamlet, “una cosa es estar muy orgulloso de su hijo y mostrar eso, por ejemplo, en el refrigerador de la casa, y otra muy distinta es compartirlo en las redes sociales sin tener su consentimiento o discutirlo con él de antemano”, hay una gran diferencia entre esos dos contextos. De hecho, aclara, incluso así los padres les pidieran permiso a sus hijos antes de hacer ese tipo de publicaciones, este es un tema bastante complejo, pues “es realmente difícil tener una conversación adulta con un niño sobre si quiere que sus cosas se publiquen para las masas cuando ni siquiera comprende realmente el alcance de una huella digital”.
de nuestro hijo con el exterior? Las opiniones al respecto son diversas y divididas; no obstante, el problema realmente radica es cuando los padres llegan a divulgar demasiados detalles sobre sus hijos, incluso abriéndoles sus propias páginas, pero esto, si bien lo pueden hacer sin el ánimo de hacerles algún daño, puede finalmente terminar haciéndolo. Y es que el sharenting no solo acarrea peligros para los menores en cuanto a la vulneración que estos tienen por la exposición de sus vidas, sino que, además, por el carácter permanente que pueden tener las fotos o información publicadas sobre ellos, esto también los puede afectar psicológicamente, perjudicándolos en su entorno social y familiar, ya que, en algunas ocasiones, los padres dan a conocer a través de las redes sus problemas de salud o de comportamiento, sus debilidades, sus gustos, sus circunstancias académicas, entre otros. De ahí que una publicación que para los padres puede resultar banal, para un niño en el futuro podría no serlo, pues podría
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Las fotos que sube a las redes de su hijo quedan accesibles a cualquier persona, poniendo en peligro la privacidad del menor.
interpretarlo como que sus padres violaron su intimidad o perjudicaron de alguna manera su honor. Un ejemplo de ello se pudo ver en Estados Unidos, cuando una madre
¿Hasta dónde hay un límite? Las redes sociales se han convertido en una herramienta útil para acercar a muchas personas en diferentes contextos de la vida: familiar, social, laboral, etc.; y son una vía para dar a conocer muchos aspectos de nuestro quehacer diario. Quizás podríamos pensar en: ¿qué hay de malo en compartir una inocente fotografía
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Las revelaciones que los padres hacen en línea seguramente seguirán a sus hijos hasta la edad adulta.
subió a su cuenta de YouTube® un video en el que saca la boleta de calificaciones de su hijo pequeño mientras este la mira ansioso y ella lee en voz alta las calificaciones dadas por los profesores a cada una de sus materias. Una tendencia que siguieron varios padres filmando las reacciones en tiempo real a las notas de sus hijos y publicándolas en línea. Estos videos lograron tanto comentarios positivos como negativos, los cuales fueron expuestos por los padres, pero lo que no tuvieron en cuenta, como así lo indican algunos expertos en psicología infantil, es que dichos comentarios pueden afectar de manera negativa a sus hijos, pues podrían causarles ansiedad, estrés, vergüenza, e incluso llegar a deteriorar la relación padres-hijos. Este es un aspecto que claramente es un tema de preocupación para los expertos y así lo da a conocer el primer estudio que se publicó sobre este fenómeno, llamado: Sharenting: la privacidad de
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los niños en la era de las redes sociales, elaborado por la abogada estadounidense Stacey B. Steinberg y publicado en la revista sobre derecho Emory en 2016. Destaco aquí algunos apartes importantes de este estudio: • Las revelaciones que los padres hacen en línea seguramente seguirán a sus hijos hasta la edad adulta. Existe un conflicto de intereses, ya que los niños algún día podrían resentir las revelaciones hechas años antes por sus padres. • A diferencia de las divulgaciones realizadas por terceros, las personas responsables de compartir la información de los niños son las mismas encargadas de proteger su privacidad: los padres. • En su artículo, Incubar el huevo: una perspectiva centrada en el niño sobre los derechos de los padres, Barbara Bennett Woodhouse sugiere que “los padres deben actuar como administradores y no como dueños con respecto a sus hijos”. • A través de un modelo de salud pública, los padres pueden adquirir conocimientos importantes sobre cómo compartir sus propias histo-
rias de vida en línea y, al mismo tiempo, proteger la privacidad de sus hijos. • Los defensores de la infancia, tanto en el ámbito médico como del comportamiento, reconocen que el bienestar infantil no se limita a las nociones tradicionales de salud. De hecho, a los niños que crecen con un sentido de privacidad, junto con padres que los apoyan y que son menos controladores, les va mejor en la vida. • Los estudios informan que estos niños tienen una mayor sensación de bienestar general y satisfacción con la vida que los niños que ingresan a la edad adulta habiendo experimentado menos autonomía en la niñez.
¿Cómo se maneja el tema en Colombia? Según el Centro Cibernético Policial (CCP), entre los años 2012 y 2017 se reportaron alrededor de 39.417 casos de delitos informáticos en Colombia, de los cuales, el 72% correspondió a víctimas entre los 9 y 12 años de edad. Esto significa que los niños y adolescentes se catalogan entre los grupos altamente vulnerables y en gran riesgo de abuso y explotación sexual a través de las redes.
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Por esta razón, es muy importante que como padres piensen muy bien antes de publicar una foto de sus hijos, y, más aún, si esta los muestra ligeros de ropa, pues es preocupante la facilidad con la que un pederasta o un pedófilo podría acceder a ella, descargarla de su perfil y emplearla para cualquier objetivo ilícito, como la pornografía infantil por ejemplo. Otro delito muy común que se da a nivel informático es la suplantación de identidad de un menor, y
esto se puede dar gracias a que muchos padres les gusta documentar absolutamente toda la vida de sus hijos en las redes (datos de cuándo nació, lugar de nacimiento, nombre, peso, colegio al que asiste, hobbies, etc.), y, con ello, corren el riesgo de que personas inescrupulosas usurpen su identidad creando un perfil falso, usando su nombre y fotografías, y cometiendo así delitos como robos, fraudes, estafas, jaqueos, entre otros, en su nombre.
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Al respecto, en Colombia el Ministerio de Defensa Nacional lleva a cabo estrategias de prevención frente a las modalidades de delitos informáticos, gracias al trabajo que realiza el CCP, el cual cuenta con varios grupos especializados para atender los casos de acuerdo con la modalidad de la transgresión informática, entre ellos, el grupo investigativo de delitos contra la pornografía infantil y otros abusos en Internet. Mayor información en: https://caivirtual.policia.gov.co/
Cinco preguntas para hacerse antes de hacer publicaciones Antes de publicar información o fotos de sus hijos en las redes sociales recuerde que todo lo que se sube a estas no queda completamente en privado y se puede volver permanente, pues, por más de que utilicen configuraciones de privacidad, siempre existirá el riesgo de los hackers, de formas de evitarla (como por medio de capturas de pantalla) y de que al eliminar, no desaparezca por completo de la red. Al respecto, la Academia Americana de Pediatría (AAP, por su sigla en inglés) les sugiere a los padres hacerse estas cinco preguntas antes de compartir algo de sus hijos en Internet:
11. ¿Por qué lo comparte?: esta es una pregunta muy importante, ya que no es su información, es la de su hijo. Debe tener una buena razón antes de enviar contenido al mundo.
22. ¿Le gustaría que alguien compartiera la misma información sobre usted?: esto no siempre es el barómetro perfecto, ya que usted podría ser alguien extrovertido a quien no le preocupa compartir cosas así, y su hijo podría crecer y convertirse en alguien introvertido que prefiere mantener su privacidad. Pero si a usted no le gustaría que alguno de sus padres compartiera una foto suya desnudo en una bacinilla, tal vez no deba compartir la misma imagen de su hijo. Si este tiene la edad suficiente para preguntarle, pregúntele. 33. ¿Podría su hijo avergonzarse de esto ahora o en el futuro? Por supuesto, en algún momento de la vida los padres pueden, con algún comentario o acto, llegar a hacer “sonrojar” a los hijos, pero una cosa es contar una historia o mostrar una imagen bochornosa a una novia o a la abuela, y otra muy distinta es enviar esta información al mundo entero, pues esto puede convertirse en algo humillante para los hijos.
44. ¿Hay alguna persona en el mundo que no debiera ver esta información sobre su hijo, ahora o en el futuro? Cada vez se hace aún más factible para todos hacer búsquedas en el Internet sobre determinadas personas. Si lo que piensa publicar podría volverse en contra de su hijo de alguna manera, no lo publique. 55. ¿Quiere que esto forme parte de la huella digital de su hijo? Incluso si no es algo vergonzoso, ¿qué imagen da sobre él? Piénselo. Probablemente le gustaría que lo vieran como alguien inteligente, bien educado, trabajador y exitoso, ¿cierto?, entonces ¿lo que está publicando ayuda a esta imagen o no?
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Pautas a tener en cuenta a la hora de publicar
Eviten dar información sobre sus hijos en las redes que permita que desconocidos tengan un acceso fácil a ellos.
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Como es prácticamente imposible evitar que los padres divulguen algún tipo de información de sus hijos en las redes, lo mejor que pueden hacer es tener en cuenta algunas recomendaciones para ello. La Asociación de Internautas da ciertos consejos para guiar a los padres sobre la manera de tratar la información e imágenes que publican, así: • Respeten su intimidad y no publiquen detalles de su vida privada: los progenitores o tutores legales del menor deben tener en cuenta la intimidad de los menores. Sus hijos pueden no querer en ese momento o en un futuro que otras personas visualicen algunos registros de sus vidas que, aunque no necesariamente impliquen algo negativo, pertenecen al ámbito privado de la familia. De igual forma, eviten dar información innecesaria, como el horario escolar de sus hijos, la foto frente al colegio o con su uniforme, los lugares que frecuenta, las actividades extraescolares, etc., que pueden permitir que desconocidos tengan un acceso fácil a ellos.
• Eviten los desnudos: pueden parecerles que una foto de su hijo chapoteando desnudo o con poca ropa en una bañera o una piscina es de lo más tierna, pero esta puede ser empleada por un tercero en redes de intercambio de pornografía infantil. • No hagan etiquetas o hashtags de sus nombres: al ponerles etiquetas a las publicaciones asociadas a sus hijos corren el riesgo de que los buscadores de Internet las indexen y que cualquiera asocie el rostro de los pequeños con su identidad real sin saber sus verdaderas intenciones. El etiquetado también se presta para los fenómenos de acoso, ciberbullying y sexting (envío de mensajes, videos o fotos de contenido erótico y sexual), pues se pierde el control de las imágenes y quedan a disposición, sin autorización, de cualquier individuo en la red que puede darles malos usos. • Utilicen los filtros de restricción y la configuración de privacidad de las redes: de esta forma, aunque esto no les garantiza una total restricción o acceso a su información, tendrán la posibilidad de decidir qué quieren o no compartir con sus agregados o “amigos”. Consúltele o infórmele siempre a su pareja sobre las fotos que piensa publicar.
Entorno
una aproximación Por: María Rosario Fernández Mejía Residente de Pediatría - Universidad de Antioquia y Juan Fernando Gómez Ramírez Pediatra puericultor “Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene”. José Martí
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ada vez es más frecuente encontrarse con familias que deciden tener un solo hijo, una situación que despierta la inquietud tanto de los padres como de las personas que están alrededor de ellos. Una investigación realizada por el Instituto de la Familia de la Universidad de la Sabana en el año 2019, en la que se hace una descripción de la realidad social de la familia colombiana, en su acápite sobre la natalidad, de las 2.194 personas encuestadas (mujeres 68% hombres 32%), se reveló que el 27% de las familias incluidas tenían
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un solo hijo y este porcentaje solo fue superado por aquellas con dos hijos. Además, el estudio logró determinar que los principales problemas de las familias de hoy en Colombia se relacionan con lograr una estabilidad económica, conciliar la vida familiar y laboral, y mantenerse unidas.
Entendiendo las razones Muchas son las razones por las que una pareja decide tener un solo hijo, uno de los motivos más fuertes se relaciona con el desarrollo profesional de los padres, que va de la mano con el papel más activo de la mujer en la economía del hogar, y, sumado a esto, está el reconocimiento del gran compromiso que implica la crianza. A modo general, los motivos de los padres se pueden resumir en razones sociales, económicas y de salud, tanto física como emocional. En el ámbito social, se ve con mayor frecuencia una sociedad individualista que privilegia los planes personales
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frente a los proyectos compartidos y un incremento en el número de divorcios. Desde la parte económica, los padres hacen una planeación racional y esperan poder brindarles a sus hijos una buena educación y garantizarles unas mayores comodidades y beneficios. En lo relacionado con la salud, la edad de la madre es un factor fundamental al momento de decidir sobre la posibilidad de tener o no hijos y cada vez es más frecuente que las mujeres le den prioridad al desarrollo profesional antes de tenerlos, lo que aumenta la edad materna a la hora del embarazo; por otro lado, se pueden presentar casos de infertilidad en uno de los padres, a la vez que hay una gran preocupación por los riesgos actuales y futuros en un mundo catalogado como inestable, competitivo y peligroso.
Estructura familiar Cuando una pareja tiene un hijo se da un cambio en la dinámica familiar, los papeles de esposo y esposa se adaptan para desempeñar el rol de padres. Se forma un triángulo familiar y el buen funcionamiento de esta estructura permite que sus integrantes se sientan cómodos y felices. Parte del propósito de esta estructura familiar es preparar a cada
uno de sus miembros para llevar una vida independiente y autónoma. Es importante que los padres puedan reconocer las características de las etapas del desarrollo, así como también los aspectos positivos y negativos durante la crianza y tener claridad sobre el derecho que todos tienen a la privacidad, pues esto último les permitirá romper el triángulo ocasionalmente. Cuando el triángulo desaparece, independientemente del motivo, es muy importante que se hable con claridad del tema, los padres deben dialogar sobre la tolerancia y es fundamental que ambos mantengan las mismas normas.
Sentimientos de culpa Las parejas pueden atravesar por una época en la que se preguntan si es importante o no tener otro hijo, muchas veces estas preocupaciones surgen debido a la presión cultural por el tamaño familiar, esto es, opiniones de familiares, petición de un hermano o por experiencias de personas cercanas; todas estas intervenciones hacen que los padres se pregunten si realmente tomaron una buena decisión o fueron egoístas con su hijo. Es esencial que los padres sean capaces de identificar estos sentimientos
y busquen ayuda con el fin de generar mecanismos para superarlos, todo esto finalmente permitirá que se tengan mejores pautas de crianza e hijos más tranquilos.
Recomendaciones para el manejo de la culpa Hay que reconocer que un hijo único no es un problema ni algo fuera de lo normal. Deben aceptar la decisión con tranquilidad y amor. Las dificultades que se les presenten no son su culpa ni del hecho de que tengan un solo hijo. Deben hacer un análisis objetivo de sus temores. Tengan en cuenta que los niños tienen una gran capacidad de adaptación.
El buen funcionamiento del triángulo familiar permite que sus integrantes se sientan cómodos y felices.
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Ventajas y desventajas del hijo único Tener un hijo único es una condición que, como cualquier otra, tiene ventajas y desventajas.
Dentro de las ventajas se encuentran: Mayor tiempo y atención: permite que las familias tengan una mejor comunicación y establezcan relaciones más sólidas. Además, les da la posibilidad de la identificación temprana de problemas físicos, emocionales o educativos. Mejores oportunidades y educación: los padres tienen más tiempo para dedicarse a la formación espiritual, moral y emocional de su hijo. El hecho de no tener que dividir los recursos económicos permite que el hijo único tenga acceso a mejores oportunidades educativas. Desarrollo intelectual: tener más tiempo permite que los padres
Estimule en sus hijos la independencia y el manejo de la soledad.
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puedan estimular a su hijo, además del aporte que le brinda la vivencia con los adultos. Manejo de la soledad y las relaciones: los hijos únicos son capaces de desarrollar habilidades sociales, de compartir con gusto y aprenden a ser líderes.
Algunas desventajas son: Sensación de familia incompleta: los padres se preocupan por la imposibilidad de la vivencia de tener un hermano y tienen temor por las consecuencias en el desarrollo de habilidades. Demasiada atención: los hijos únicos pueden tener comportamientos exigentes, dependientes y caprichosos. Además, pueden tener la necesidad de mucha atención y sentirse como el centro del universo. Tienen dificultad para aceptar opiniones y sin intervención se convierten en adultos caprichosos, egoístas y con dificultades para relacionarse. Niños con problemas de adultos: muchos padres consideran que sus hijos sienten responsabilidad por algunos problemas y conflictos familiares, llevan cargas que no pueden asumir, y esto les genera a los hijos ansiedad.
Sobreprotección: es la actitud que mayor atención requiere. Al tener hijos únicos, los padres sienten temor ante la posibilidad de una enfermedad o pérdida y, por lo tanto, evitan que ellos estén en situaciones que puedan ser riesgosas, algo que les puede generar a los hijos temores, inseguridad y baja autoestima. Menos tiempo para la pareja: los padres sienten que deben tener disposición completa del tiempo y espacio para los hijos, además creen que deben estar pendientes de ellos en todo momento.
Recomendaciones para afrontar las desventajas Estimule en sus hijos la independencia y el manejo de la soledad. Ofrézcanles múltiples opciones para la interacción con sus pares (amigos, familiares) que les permitan el desarrollo de habilidades, especialmente que aprendan a compartir desde los primeros años. Edúquelos con disciplina positiva y establézcales límites adecuados de acuerdo con la edad. Enséñeles estrategias para la resolución de problemas. El tiempo para compartir con los hijos debe ser equilibrado con aquel en el que la pareja comparte a solas.
Posibles problemas en la crianza y cómo afrontarlos Exceso de atención: los hijos tienen la atención permanente de sus padres y estos realizan todas sus obligaciones e intervienen en la solución de sus problemas. Crecen entonces con la creencia de que tienen derechos especiales, que no
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requieren esfuerzos para tener las cosas y son egocéntricos. Al llegar a la adultez son exigentes e incapaces de valerse por sí mismos, resolver problemas o tomar decisiones. Para evitar el exceso de atención los padres deben gestionar la frustración con el fin de permitir que los hijos tengan autocontrol, bondad y empatía, y aprendan a valorar y a luchar por lo que quieren. Se debe comprender que los hijos requieren diferentes grados de atención según la edad y que se deben fomentar espacios para probar y experimentar la autonomía e independencia. Dependencia: los padres tienen temor de que le pase algo al hijo y hacen promoción de situaciones que consideren como “seguras”, esto hace que la adquisición de la identidad propia sea más difícil. El temor a la independencia puede estar presente en los padres o en el hijo. Los padres deben entender que los hijos son personas diferentes a ellos, por esto, deben promover en estos la independencia y autonomía, permitiéndoles espacios para el pleno desarrollo de sus capacidades y en donde puedan compartir con sus pares. Sobreprotección: la inseguridad y el temor de los padres hacen que sientan que el hijo les pertenece, creando una confusión acerca de los cuidados y protección, pues le impiden que pueda
desarrollar sus habilidades al evitarle frustraciones por “protección” y ocultarle situaciones reales de la vida diaria, como enfermedades, la muerte o problemas económicos. Esto hace que los hijos desarrollen poca tolerancia a la frustración y sientan angustia y temor cuando no están los padres y, por lo tanto, se vuelvan jóvenes inseguros. Los padres deben permitir que el hijo aprenda a confiar en sí mismo y pueda ser capaz de enfrentar las diferentes situaciones que se le presenten, para ello, le deben fomentar el desarrollo de la autonomía y el aprendizaje de experiencias nuevas, así como permitirle afrontar frustraciones y mantener su distancia durante el tiempo que esté con sus pares. Es importante que los padres eviten los cuidados excesivos en la salud y que sepan controlar sus temores y miedos. Suponer que el niño es un genio: algunos padres creen que los hijos únicos tienen una mayor capacidad intelectual y que su desarrollo es excepcional, pero muchas veces las expectativas de los padres exceden las capacidades de los hijos y les imponen exigencias que no corresponden para su edad. Los padres deben permitir que se les realice una evaluación objetiva de los talentos y capacidades; se pueden explorar las fortalezas, pero sin presiones, y es necesario entender que los errores son parte del proceso de aprendizaje.
Complacer siempre y ser permisivos: es común que los hijos únicos esperen que todas las personas actúen como sus padres y que todas las actividades sean adaptadas para cumplir sus deseos, pueden creer que sus acciones no tienen consecuencias y que tienen derechos sin obligaciones. Los padres deben aprender a decirles “no” cuando corresponde y, además, instaurar normas y límites claros.
Comportamiento del hijo único: algunos mitos El desarrollo de la personalidad no está determinado exclusivamente por el hecho de ser hijo único, en este proceso intervienen la crianza, el temperamento y la carga genética. Comúnmente se habla de que los hijos únicos tienen comportamientos inadecuados; sin embargo, con asertivas pautas de crianza los padres pueden evitar que esto ocurra. Algunas de estas son:
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No siempre son introvertidos y tímidos: tienen la misma posibilidad de ser introvertidos o extrovertidos que sus pares, hay una influencia significativa del entorno familiar y comúnmente pueden ser líderes en las actividades en las que participan y tienen la capacidad de sentirse cómodos solos. Son capaces de competir: a pesar de que en casa no necesitan competir no le temen a la competencia. Es posible que tengan una mayor inclinación por actividades deportivas individuales. No son solitarios y tienen amigos: la soledad no es un sentimiento exclusivo de los hijos únicos, ellos aprenden a manejarla convirtiéndola en algo productivo y
pueden tener una vida social poco intensa sin problemas. Cuando se presente una limitación para establecer relaciones interpersonales se debe fomentar el desarrollo de habilidades y permitir el contacto con sus pares. Pueden ser independientes: a pesar de que creen un vínculo fuerte con los padres no se puede llegar a una dependencia mutua. Cada hijo único puede ser dependiente e independiente según la situación y a medida que crece la balanza se debe inclinar hacia la independencia. El buen manejo de la soledad puede ayudarlos a ser más autónomos. No son egoístas por naturaleza: a pesar de que se les menciona como
egoístas y egocéntricos no es así, se debe entender la relación entre el comportamiento y la etapa del desarrollo, ya que entre los 2 a 5 años es un comportamiento habitual en todos los niños. Se les debe enseñar a esperar su turno y explicarles que en casa no comparten juguetes ni cosas materiales, pero sí cariño y sentimientos. No son agresivos ni caprichosos: los hijos pueden tener conductas agresivas en respuesta a ciertas situaciones, el modelo a seguir son los padres y si hay incongruencias en el comportamiento de estos el niño repetirá las conductas. Se debe evitar cumplir todos los deseos, y las normas en la casa son responsabilidad de los padres y los hijos deben respetarlas.
Recomendaciones Las familias con un solo hijo cada vez son más frecuentes. Como todas las familias tendrán fortalezas y dificultades en el proceso de crianza, pero no deben creer que todas las cosas que suceden se dan como consecuencia del hecho de que tengan un hijo único. Algunas de las recomendaciones que se sugieren tener en cuenta frente a una familia con un hijo único son: Por ser hijos únicos no son seres perfectos y su capacidad intelectual depende también de la estimulación que reciban durante su crecimiento y desarrollo. Los padres deben garantizarles a los hijos oportunidades para que puedan compartir con sus pares. Los sentimientos de culpa pueden aparecer en cualquier momento, los padres deben identificarlos, analizarlos objetivamente y buscar estrategias para afrontarlos.
Muchas razones motivan a una pareja a tener un solo hijo; sin embargo, la familia y los amigos cercanos deben respetar esta decisión, aunque no la compartan.
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La sobreprotección y el exceso de atención pueden llevar a la formación de adultos exigentes e incapaces de valerse por sí mismos, resolver problemas o tomar decisiones. La educación debe estar orientada a formar niños autónomos, independientes y capaces de afrontar las oportunidades y adversidades que se les presenten en su proyecto de vida. Los padres deben atender sus propias necesidades y asumir proyectos personales. Los padres no deben buscar que los hijos sean todo lo que ellos no pudieron ser, cada niño es un ser único e irrepetible.
Prevención
Los niños, Por: Luis Carlos Ochoa Vásquez Pediatra puericultor Profesor titular - Universidad Pontificia Bolivariana
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e manera imprevista, sin tiempo de planear nada, los padres de familia se ven abocados a estar todo el día con los niños. Además de no poder ir al jardín ni al colegio, está el problema de no poder salir al parque, al supermercado, a la piscina, o a visitar los abuelos. A lo anterior hay que agregarle el ambiente tenso, las malas noticias, así como la preocupación de los familiares, vecinos y amigos. Todo esto se suma como un riesgo que puede alterar la salud emocional de la familia, pero, muy especialmente, la de los más vulnerables en este delicado campo: los niños. Uno de los puntos esenciales para conservar y ayudar a mantener una aceptable estabilidad emocional en los niños es precisamente el de las rutinas, definiéndolas como aquellas actividades que se hacen siempre bajo las mismas circunstancias de modo, tiempo y lugar. Estas van desde la alimentación, el sueño, el aseo personal, el orden en la casa, hasta las normas básicas de convivencia, como saludar, despedirse, respetar
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“La rutina diaria es para los niños, lo que las paredes son para una casa: les da fronteras y dimensión de la vida”. Rudolf Dreikurs (psiquiatra y educador)
un turno, dar disculpas, acatar normas, entre otras. Ante un duelo o una crisis lo primero que se pierde o altera son precisamente las rutinas o hábitos, lo que le produce al niño la sensación de desorden, de desconcierto, de que “algo anda mal”, y que, a su vez, le ocasiona inseguridad, incertidumbre, temor o angustia. Pero, además, el dejar de hacer una rutina tiene un efecto dominó sobre los demás hábitos, alterándose así la vida diaria del niño. Por supuesto que, en tiempos de crisis como los actuales, muchas rutinas se alteran o no se pueden ejecutar, pero quedan muchas otras que sí se pueden y se deben continuar realizando si se tiene en cuenta su importancia en el crecimiento y desarrollo de los niños. Las rutinas,
además del sencillo y necesario orden de las cosas (cada cosa a su tiempo y en su lugar), tienen una enorme trascendencia en la salud mental del niño y su familia. Veamos cómo: Las rutinas dan seguridad. “Hay luz en la poterna y guardián en la heredad”, decían los abuelos. Dan tranquilidad. Le indican al niño que la situación está bajo control.
Prevención
Dan estabilidad emocional. Atenúan los temores reales. Son una valiosa herramienta para gestionar las emociones. Aportan perseverancia, constancia, regularidad. Dan sentido del orden, del que nace la libertad. En fin, las rutinas le indican al niño, como en los cuentos de hadas, que “hay una luz al final del túnel”. Es, pues, altamente recomendable hacer todo lo posible para mantener aquellas rutinas que no impiden cumplir las normas tendientes a controlar la actual pandemia, teniendo en cuenta que sí es válido tener alguna flexibilidad, especialmente en los horarios, sin que esto signifique que el niño haga una actividad a cualquier hora (no se levanta a las seis, como es habitual, pero sí puede hacerlo antes de las ocho, por ejemplo). Por otra parte, es necesario estar alertas porque en estos momentos de crisis, de pérdidas, algunos niños pueden presentar retrocesos en algunas de las rutinas y hábitos ya logrados, como, por ejemplo, querer dormir otra vez con la luz encendida, pedir que la madre vuelva a darle los alimentos, pasarse a la cama de los papás por la noche, etc. Estas regresiones son esperables y la mayoría de las veces son pasajeras. Requieren que al niño se le dé confianza y certeza de que sí hay quien lo cuide y proteja. Pero también se necesita de firmeza por parte de los cuidadores para que dicha conducta no persista en el tiempo. Todo lo anterior se logra escuchando realmente al niño y estimulándolo a que manifieste libremente sus sentimientos.
Mantenga hábitos
y en el comedor), y el cambio diario de ropa. Los cuidados en la casa: llevar la ropa sucia a su sitio, poner los platos en la cocina después de comer, ubicar los juguetes en su puesto, disponer adecuadamente de basuras y residuos, entre otros. El tiempo claramente definido para estudiar y hacer tareas. Los espacios, igualmente importantes, establecidos para jugar. El tiempo para... ¡no hacer nada! Toda persona tiene derecho a tener esos momentos mágicos de aparentemente no estar haciendo nada, pero que, muchas veces, son de reflexión, de encontrarse consigo misma. Los momentos para compartir: ver juntos una película, realizar una lectura en voz alta de su libro favorito, armar un rompecabezas, jugar a los trabalenguas, a las adivinanzas, etc. Los espacios para “visitar” a los familiares y amigos a través de las redes sociales y las nuevas plataformas de comunicación en video que surgieron a raíz de esta pandemia. No menos importante está que, dentro de las rutinas diarias del hogar, se defina claramente un tiempo para los padres, para lo cual es fundamental que los niños sepan con claridad
Es recomendable hacer todo lo posible para mantener aquellas rutinas que no impiden cumplir las normas tendientes a controlar la actual pandemia.
que no pueden contar con ellos siempre, pero, a su vez, que los padres no se sientan obligados a programarles actividades todo el día. Ellos no son recreacionistas, son padres. Claro está que, como pasa siempre en todos los casos de la crianza, el ejemplo es fundamental. Si ellos ven que todos siguen su vida normal hasta donde las condiciones lo permiten, es decir, que todos mantienen las rutinas, el mensaje que les llegará será muy claro: no hay nada que temer, la situación está bajo control.
Algunas rutinas que se pueden continuar realizando y que ayudan a la tranquilidad del niño son: El horario de levantarse y acostarse, el tiempo del baño, los horarios de las comidas (en las mismas horas
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Opinan los expertos
Entrenamiento
para ir al baño U
na destreza importante que usted deberá enseñarle a su hijo es aprender a usar el inodoro o escusado. Pero este es un entrenamiento que toma tiempo, comprensión y paciencia. Lo importante es recordar que no puede apurar a su hijo, ya que cada niño aprende a usar el inodoro a su propio ritmo. La Academia Americana de Pediatría (AAP, por su sigla en inglés) ha escrito esta publicación para guiarlos a usted y a su hijo durante esta importante etapa.
¿A qué edad está listo un niño? No hay una edad fija a la que se deba iniciar el entrenamiento para ir al baño. Antes de los 12 meses de edad, un niño no tiene el control sobre su vejiga ni sus deposiciones. Mientras que algunos niños comienzan a mostrar signos de estar listos entre los 18 y 24 meses de edad, otros quizás no lo estén sino hasta los 30 meses o más; lo cual es normal. La mayoría de los niños alcanzan un control de sus deposiciones y de su vejiga durante el día hacia los tres o cuatro años de edad; sin embargo, incluso después de que su niño esté en capacidad de estar seco durante el día, pueden pasar meses, o incluso años, antes de que logre el mismo éxito en la noche. Por lo general, los niños son
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capaces de permanecer secos en la noche a partir de los cinco años.
¿Está listo su hijo? Estos son algunos de los signos que indican que su hijo podría estar listo para aprender a ir al baño: Su hijo permanece seco, por lo menos, dos horas a la vez durante el día o después de las siestas. Las deposiciones se vuelven regulares y predecibles. El niño da muestras de que está a punto de orinar o tener una deposición. Su hijo puede seguir instrucciones sencillas. Puede caminar hasta el baño y ayuda a desvestirse. Parece sentirse incómodo con los pañales sucios y quiere que lo cambien. Pide usar el inodoro o la bacinilla. Solicita que le pongan ropa interior para “niños grandes”.
Nota: algunas guarderías y jardines infantiles exigen que los niños sepan ir al baño para ser inscritos en el programa. No permita que esto se convierta en una amenaza para su hijo, sino en un incentivo que lo motive a cooperar durante el entrenamiento para ir al baño.
Opinan los expertos
Consejos para el entrenamiento Escoja las palabras. Decida qué palabras usará su familia para describir las partes del cuerpo, la orina y las deposiciones. Recuerde que otras personas estarán escuchando, así que elija palabras que no ofendan, confundan, ni avergüencen a nadie. Evite términos negativos como “sucio”, “necio” o “cochino”, que harán sentir al niño avergonzado o incómodo. Hable sobre la orina y las deposiciones de manera sencilla y práctica. Elija una bacinilla. Para un niño pequeño es más fácil usar una bacinilla, ya que podrá sentarse sin que los pies le queden colgando. Los libros y juguetes especiales sobre el tema de ir al baño pueden hacer que este momento sea más agradable para el niño. Sirva de ejemplo. Los niños suelen interesarse en las actividades de la familia en torno al baño. A veces es útil dejar que vean a sus padres ir al baño. El ver cómo los adultos usan el inodoro y se lavan las manos después, los motiva a hacer lo mismo. Si es posible, las madres deben enseñarles a sus hijas las destrezas correctas, mientras que los padres deben hacerlo con sus hijos varones. Un niño también puede aprender estas destrezas por parte de hermanos y hermanas mayores.
haya orinado o tenido una deposición para decírselo. Esto es, en realidad, un buen signo, ya que indica que el niño está comenzando a reconocer estas funciones corporales. Elógielo por decírselo y sugiérale que la próxima vez le avise con anticipación. Tenga en cuenta que un niño suele tardar más tiempo en reconocer la necesidad de orinar que la de tener una deposición. Establezca una rutina para usar la bacinilla. Cuando el niño parezca listo para orinar o tener una deposición, invítelo a ir a la bacinilla. Puede ser útil establecer una rutina diaria para ir al baño como, por ejemplo, que sea lo primero en la mañana, después de las comidas o antes de la siesta. Mantenga al niño sentado en la bacinilla solo por unos pocos minutos a la vez (en el caso de los varoncitos es mejor que primero aprendan a orinar sentados, y cuando tengan más práctica, a hacerlo de pie). Explíquele lo que usted espera que pase.
Al comienzo, muchos niños orinan o evacuan justo cuando se paran de la bacinilla. Los niños requieren de tiempo para aprender a relajar los músculos que controlan el intestino grueso y la vejiga. Si esto ocurre a menudo, puede ser un indicio de que aún no están listos para el entrenamiento. Enséñele al niño buenos hábitos de higiene, entre ellos, a limpiarse con cuidado (las niñas deben limpiarse bien de adelante hacia atrás para evitar llevar microbios del recto a la vagina o la vejiga). Es importante que tanto los niños como las niñas aprendan a lavarse bien las manos después de orinar o de tener una deposición. Elogie al niño. Anime a su hijo con abrazos y elogios cuando tenga éxito. Cuando falle, tómelo a la ligera. Los castigos y regaños suelen hacer sentirlo mal y hacen que el entrenamiento para ir al baño se prolongue. Use pantaloncitos de entrenamiento. Una vez que su hijo comience a usar la bacinilla con cierto éxito, puede comenzar a ponerle pantaloncitos de entrenamiento. Este momento será especial para él, puesto que se sentirá orgulloso de estar creciendo; sin
Reconozca los signos. Antes de tener una deposición, es posible que su hijo gruñe, puje o haga otros ruidos de esfuerzo, que se ponga en cuclillas o que deje de jugar por un momento. Al pujar, su cara se puede poner roja. Explíquele que estos signos indican que está por tener una deposición. Tal vez él espere hasta que
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Opinan los expertos
Los niños que están en edad de aprender a ir al baño comienzan a ser conscientes de su propia individualidad. embargo, prepárese para uno que otro “accidente”. Pueden pasar semanas, o incluso meses, hasta que finalice el entrenamiento para ir al baño. Continúe invitándolo a que se siente en la bacinilla varias veces al día. Si el niño la usa con éxito, es una oportunidad de elogio. Si no, tómelo como una buena práctica. Algunos niños que no están listos para los pantaloncitos de entrenamiento se sienten más “grandes” si usan los que son desechables. Esto
será un paso adelante hacia el proceso de preparación. Evite las luchas de poder. Los niños que están en edad de aprender a ir al baño comienzan a ser conscientes de su propia individualidad. Buscan modos de poner a prueba sus límites, como aguantar las deposiciones. Trate de mantener la calma en torno al entrenamiento para ir al baño. Recuerde que nadie puede controlar el momento y el lugar en el que un niño orina o tiene una deposición a excepción de él mismo. Entienda sus temores. Algunos niños creen que sus excrementos son parte de su cuerpo y pueden sentir temor o confusión al ver que estos son arrastrados por el agua del inodoro. Otros tienen miedo de ser succionados si están sentados en el sanitario cuando bajan la palanca. Para darle al niño una sensación de control, permita que sea él quien baje la palanca del inodoro. Esto aliviará su temor al ruido del agua que baja y la imagen de los excrementos que desaparecen. Avance al próximo paso. La mayoría de los niños permiten saber cuándo están listos para avanzar de la bacinilla al “inodoro grande”. Asegúrese de que su hijo sea lo
suficientemente alto para el sanitario y practique los pasos con él. Póngale un banquito para que apoye los pies.
El pediatra puede ayudar Si tiene dudas o inquietudes antes, durante o después del entrenamiento para ir al baño, hable con su pediatra. Aunque la mayoría de los problemas son leves y se pueden resolver fácilmente, en ocasiones hay causas físicas o emocionales que requieren de tratamiento. La ayuda, el consejo y estímulo de su pediatra pueden facilitar el entrenamiento para ir al baño. Además, el especialista está preparado para identificar y tratar aquellos problemas que sean serios.
Para tener en cuenta Cualquier cambio grande en el hogar puede dificultar el entrenamiento para ir al baño. Si se les presentan estos casos, es mejor que postergue el entrenamiento: • Su familia acaba de mudarse o se mudará en un futuro cercano. • Usted está esperando un bebé o acaba de tener uno. • Algún miembro de la familia tiene una enfermedad seria o ha habido una muerte reciente o algún tipo de crisis familiar. Sin embargo, si su hijo está aprendiendo a usar el inodoro sin problemas, no hay necesidad de suspender el entrenamiento debido a estas circunstancias.
No deberá usarse la información contenida en esta publicación a manera de sustitución del cuidado médico y consejo de su pediatra. Podría haber variaciones en el tratamiento, las cuales su pediatra podrá recomendar con base en los hechos y circunstancias individuales.
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Preguntas y respuestas
A propósito de
¿Qué significa ser humano? ‘¿Qué Reverencia por la vida’, sabía usted que: Por: Juan Fernando Gómez Ramírez Pediatra puericultor
E
s un libro recopilado por el artista y escritor Frederick Franck y colaboradores, que agrupa conceptos y vivencias alrededor de esta pregunta, la cual fue formulada a un centenar de líderes sociales y espirituales de la humanidad. El proyecto se elaboró bajo la mentoría conceptual de Albert Schweitzer, el mítico médico, pacifista y Premio Nobel de la Paz (1952) de Lambaréné, quien afirmó que la “reverencia por la vida” es el principio fundamental para una ética viable. Aquí algunos apartes importantes de esta obra: • Reverencia por la vida implica la introspección, empatía y compasión que marcan la madurez del proceso humano interno y significa superar la brecha entre pensar y sentir, que ha sido la ruina de nuestro cientificismo y de que idolatremos la tecnología que nos distancia —nos separa— de todos los límites emocionales y éticos (Frederick Franck). • Podemos ser creativos sacando a relucir la belleza de la fealdad, la paz de la guerra, la armonía de la desarmonía, el orden del desorden, la salud de la enfermedad (Desmond Tutu).
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• En nuestro idioma africano, decimos que una persona es una persona a través de otras personas. (...). Hemos escuchado decir “vivamos simplemente para que otros puedan simplemente vivir”. (...). Estamos hechos para lograr lo trascendente. Somos una paradoja notable, lo finito hecho para lo infinito (Desmond Tutu). • No existe una verdadera fuente de sabiduría, salvo la vida misma. (...). Cuando era niña, estaba más abierta a la sabiduría de la vida de lo que estuve después, cuando fui entrenada, y, por lo tanto, malcriada de alguna forma como científica (Annelie Keil). • Ordeno que todo pan tenga el sabor de la ternura. (...). Desde este momento el dinero tendrá fecha de vencimiento para que nadie pueda acumularlo para tener poder sobre sus hermanos. Una sola aristocracia, la del espíritu; un solo privilegio, la inteligencia (Facundo Cabral). • Las más de cien respuestas espontáneas que constituyen este
libro son una celebración de la completud de la vida y su fugacidad, su sin tiempo en el tiempo, y justifican la esperanza y la confianza en que la humanidad prevalecerá sobre el cinismo y el nihilismo que preparan el fin de nuestra especie (Frederick Franck). *Fuente: Franck, F. y col: ¿Qué significa ser humano? Reverencia por la vida. ed. Kier. Buenos Aires 2001.
Recomendados en todos los sentidos
Volvernos
pequeños Que la vida nos vuelva pequeños, frágiles, vulnerables. Que se lleve como agua del río nuestros secretos orgullos, nuestras grandes ambiciones.
¡Cuántos desengaños, traiciones y magulladuras en nuestro corazón! Vuélvenos, como en la infancia, la atención hacia la fantasía, hacia los secretos del universo, hacia las cosas anodinas.
Que nos conmuevan, como de niños, las palabras y gestos de ternura, los sucesos y gritos del dolor. Desandemos ya los pasos que nos llevaron equivocadamente a creernos reyes empinados sobre todos los valles y escenarios de este mundo.
Y entre risas, juegos y silencios perder sin más nuestro tiempo, y ganar, al fin, nuestra vida.
Seve Lázaro, SJ
Reflexiones Friedrich Nietzsche
“Un enfermo es un ser humano, de carne y hueso, que sufre, ama, piensa y sueña”. Miguel de Unamuno
“La resiliencia es más que resistir, es también aprender a vivir”. Boris Cyrulnik
Ilustraciones: karlos F. BaKKA R.
“Donde no puedas amar, pasa de largo”.
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Recomendados en todos los sentidos
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