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Brigadas vigilantes del fuego
TEXTO: Gabriel Mata Flores FOTOS: María Elena Moguel y Petronilo Cetina
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Para que podamos decir que un incendio se originó por causas naturales, tendría que ser debido a la erupción de un volcán, en caso de que la lava o el material piroclástico expulsado tuviera contacto con la vegetación o a la caída de un relámpago. La primera opción no aplica para la península de Yucatán ya que no hay volcanes. En el caso de los relámpagos, el verdadero peligro son las llamadas “tormentas secas”, las cuales son asociadas a una intensa actividad eléctrica y escasa lluvia. A éstas se les tiene auténtico pánico en sierras y zonas de montaña. En ocasiones van acompañadas de fuertes descenso de aire cálido y seco que aceleran el proceso de ignición de un incendio. Un elemento fundamental para la formación de estas tormentas es que la humedad debe ser tan escasa que la lluvia se evapora antes de llegar al suelo. Recordemos que en la península de Yucatán los valores de humedad generalmente son altos, por ello es raro que se presenten tormentas secas. Cuando observamos que hay intensa actividad eléctrica usualmente viene acompañada de mucha precipitación de manera qué si un rayo llega a caer en un árbol provocando un fuego, se apagará con la misma lluvia.
En este contexto, es que podemos decir que, en la península de Yucatán, el 99% de los incendios forestales son ocasionados por actividades antropogénicas. La cacería, la negligencia en actividades agropecuarias, la quema de basura, la contaminación por colillas de cigarro, la expansión de los centros poblacionales, son algunas de las razones que originan los incendios, siendo las quemas agropecuarias que se salen de control, la más común.
Las quemas agropecuarias tienen su origen en la zona de Mesoamérica, cuando la agricultura comenzó entre 7,000 a 5,000 años antes de nuestra era, mediante el sistema conocido como roza, tumba y quema. En la actualidad, se sigue utilizando dicha técnica en las comunidades de la península de Yucatán, pero para que una quema agropecuaria sea exitosa, la biomasa debe estar suficientemente seca y el viento debe ser moderado para que propaguen el fuego. Sin embargo, las variaciones en los patrones de lluvias, temperaturas y humedad relativa que están asociados al cambio climático afectan los resultados de las quemas agropecuarias, y es cuando éstas se pueden salir de control provocando incendios forestales.
Una de las estrategias que se ha utilizado para disminuir que las quemas agropecuarias se salgan de control, es el acompañamiento por parte de brigadas calificadas. Las dos brigadas especiales que coordina Pronatura Península de Yucatán A.C. brindan apoyo a los campesinos y productores en 12 ejidos del municipio de Tizimín, Yucatán. La mecánica consiste en que las personas que realicen la quema avisen previamente a los brigadistas de su municipio. El día de la quema, los brigadistas se presentan en la parcela con el equipo de protección personal y herramientas para el combate de un posible incendio, verifican que se cuente con guardarrayas, vigilan que el fuego no se extienda más allá de la parcela y se aseguran de que una vez cumplido el objetivo se liquide bien el fuego. Además, los brigadistas contribuyen a recabar información como: nombre de la persona que va a quemar, área de la superficie, personas que participan en la quema, técnica de quema, tipo de vegetación que se va a quemar, fecha y hora, objetivo de la quema y si se cuenta con permiso de quema. Gracias a estas acciones, las brigadas ayudan a 1) Identificar las buenas prácticas de uso del fuego y difundirlas, 2) Mejorar el diseño de los calendarios es
tatales de quemas agropecuarias, 3) Prevenir que las quemas agrícolas se salgan de control y 4) Mejorar la gobernanza en el uso del fuego en las comunidades.
Si la principal causa de los incendios forestales somos las personas, en nuestras manos está la solución. Si ves un incendio repórtalo al 01800INCENDIO y al 911. La realización de estas acciones fue posible gracias a la valiosa contribución del Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza (FMCN) quienes tienen por objetivo apoyar la conservación de los recursos naturales en áreas prioritarias de la península de Yucatán.