2 minute read
Rojo. Historia de una cera de colores
Autor e ilustrador: Michael Hall
Advertisement
Editorial: Takatuka
Por Paola Bustamante, profesora y mediadora de la lectura
Con materiales escolares, como los que podríamos encontrar en un estuche o en un escritorio, se construye esta fantástica historia. En su etiqueta dice Rojo, pero cuando se expresa, emerge un potente azul. Nadie comprende lo que pasa, incluso Rojo, que por más que se esfuerza sigue ilustrando azul. Las frutillas no se tiñen rojas, ni los corazones, ni las cerezas ¿qué le sucede? ¿Será que no se aplica lo suficiente?
Los otros materiales-personajes intentan ayudarle: le dan ánimo, consejos, nuevas oportunidades y hasta una bufanda para abrigarse. Rojo sigue intentando ser lo que se supone que es: una cera que pinta de rojo el universo, pero no le resulta. Las solicitudes continúan, le piden un océano azul para navegar, una ballena, campanitas azules, y sí le resulta, a su modo, pero le resulta. En este repetitivo ejercicio descubre que una nueva energía crece en su interior y, para celebrarlo, se impone pintar el cielo.
Esta historia, escrita e ilustrada por Michael Hall, presenta una propuesta entretenida y original que relata una experiencia de vida: encontrarse, reconocerse y fluir con lo que realmente somos, más allá de lo que esperan de nosotros. Con personajes cotidianos, se recrea una situación que se lee de manera sencilla y amena, alejada de las moralejas y sin subestimar a quien lee. Contada por un Lápiz Grafito, la lectora y el lector, participan de una situación que muchas veces es difícil de abordar, y de vivir, especialmente para quién usa esos zapatos o lleva una etiqueta consensuada.
Usando elementos gráficos simples, como el blanco y el negro para el fondo de las páginas, y con una estética infantil, el autor es capaz de transmitir los sentimientos de cada personaje, logrando generar una complicidad con quien tiene el libro en sus manos. Una propuesta sencilla pero efectiva, que invita a ponerse en el lugar de Rojo, y sentir desde allí.
El encasillamiento y la necesidad imperiosa de etiquetar son dos temáticas que aborda esta lúcida historia: “Andaba en boca de todos”: “Lo suyo es simple vagancia” (Uva), “¡Cierto! ¡Lo que le falta es disciplina!” (Caqui), “¡Y poner más de su parte!” (Gris acero).
Este es un libro para leer y releer, y para pasar horas comentándolo, porque ofrece varias capas de lecturas que no dejan indiferente. Así sucedió en un grupo en el que tuve la fortuna de participar durante el “Seminario Calzaslargas”, espacio en que se gestó una cálida y fructífera conversación. Un álbum que invita a cuestionar el actuar y sentir de cada quien, así como el recordar situaciones en que nos hemos sentido encasilladas/ os. Como en la vida misma, en una caja de colores todas y todos somos diferentes, a veces nos sentimos perdidos, pero gracias al apoyo de nuestro círculo, somos capaces de tomar la fuerza que hay en nuestro interior, romper las costuras de la vestimenta y trazar nuestro propio camino. Ese que nos hace totalmente sentido.