5.
De cómo los azulejos llegaron a Lima
4.
Durante la época Virreinal se irguió, en el Perú, gran cantidad de conventos debido a la fe y devoción que se tenía por parte de los españoles hacia la iglesia católica. Claro ejemplo de esto, es el Convento de Santo Domingo. Siendo, hasta el día de hoy, uno de los complejos arquitectónicos más hermosos que posee la capital. No es de sorprender, pues, que para su construcción fue una de las primeras iglesias, en lima, que mandó a traer desde Sevilla, numerosos azulejos para adornar sus paredes y columnas del claustro principal. Los azulejos sevillanos del Convento de Santo Domingo, evocan, en cierta forma, la cerámica Triana. Su colocación se dio entre los años 1604 y 1606; ubicándose en las paredes, paneles de hasta una altura de 2.40 m. sobre el nivel del suelo. Estos se encuentran enmarcados por una cenefa en la parte superior en donde se tiene la representación de grandes personajes de la orden dominica. Estos azulejos se intercalan con algunos paneles de tipo limeño, diferenciándose de los azulejos sevillanos, por contar con una superficie más porosa y sin el vidriado de los españoles. En cuanto a los distintos personajes,