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SEMANA SANTA: EXPERIENCIAS TRANSFORMADORAS EN BOYACÁ Y CUNDINAMARCA

Los estudiantes en el rol de acompañantes de zona del programa Misión País Colombia vivieron el Campamento de Liderazgo que se desarrolló del 2 al 9 de abril en Ventaquemada, Boyacá. El Rector acompañó al grupo en su experiencia.

Acompañar, apoyar, servir y trabajar junto a diferentes comunidades de nuestro país durante la Semana Santa, fueron las acciones que llenaron de experiencia, comprensión y fe a profesionales del Centro Pastoral San Francisco Javier, a escolares jesuitas y a estudiantes de la Universidad Javeriana que, con rol de acompañantes del programa Misión País Colombia, estuvieron en la vereda Supatá del Municipio de Ventaquemada, Boyacá, y en la vereda Zaragoza del municipio de Arbeláez, Cundinamarca, otro grupo de estudiantes que participan en la experiencia Camino Ignaciano que ofrece el programa Ser Iglesia del Centro Pastoral.

El equipo de facilitadores de Misión País Colombia, conformado por estudiantes de diferentes carreras que se han caracterizado por su rol de líderes, participó de un proceso de formación y fortalecimiento de su vocación de servicio para identificar fortalezas y oportunidades que permitan mejorar su tarea como acompañantes de otros jóvenes.

Fue así como en Ventaquemada compartieron con niños, adultos mayores y líderes de la comunidad, integrantes de la junta de acción comunal, de la asociación de mujeres y del proyecto de papas nativas y tubérculos andinos. Con ellos pudieron comprender la historia de estas personas que siguen construyendo aquello que no solo habitan, sino que también los con-forma: su comunidad; pudieron también conocer más a fondo la riqueza que ofrecen los campos de Boyacá, a través de encontrarse con la variedad de productos que se están cultivando como cubios, maíz, habas, arvejas, caléndula, girasol, cilantro, frijol, ruba e ibia, tomates, hierbas aromáticas, papas y duraznos.

Dentro de su proceso de formación, los javerianos fortalecieron sus herramientas y capacidades como líderes y acompañantes de los misioneros que participarán en la Misión Arrupe en junio de este año junto a comunidades de ocho regiones del país. “Ser misionero es lanzarse a un profundo diálogo que se ve iluminado por el faro del servicio y que justamente pretende comprender la complejidad propia, de los otros y de lo otro. Los misioneros javerianos vamos conociendo poco a poco la complejidad de los demás, escuchando memorias y costumbres, aprendiendo de los liderazgos locales y de las luchas que abanderan, sintiendo la naturaleza viva en su inmensidad. Justamente en ese entendimiento de la complejidad reside la semilla del servicio javeriano; y así, un corazón que arde por su gente, alimentado por tal magnanimidad de lo entregado por el territorio, comienza a dejarse guiar por las huellas con las que quiere trascender y hallar plenitud. Comienza a encender otros fuegos”, comentan Juan José Luna Mendoza, estudiante de Ciencia Política, y Ángela María Ibarra Jaimes, estudiante de Literatura y Psicología, desde su experiencia como misioneros.

Estando en este municipio de Boyacá, se unió al grupo el padre Luis Fernando Múnera, S.J., rector de la Universidad Javeriana, para celebrar el triduo pascual, la pasión, muerte y resurrección de Jesús y también para compartir varios espacios en los que conoció a los misioneros y ellos también lo conocieron no solo como rector, sacerdote o jesuita, sino como persona. El momento más significativo fue cuando conocieron el páramo Rabanal en una travesía de 6 horas de conexión con el territorio y con la vida.

Misión en Zaragoza: un espacio para el fortalecimiento de la fe

Por su parte, el grupo de estudiantes de la experiencia Camino Ignaciano, en su proceso de formación, pudo compartir con niños y jóvenes de la comunidad gracias a la preparación y organización de las actividades propias de la celebración de la Semana Santa. En medio de la armonía propia de la naturaleza y la sencillez que caracteriza a las familias campesinas de esta vereda, fue posible descubrir a Dios en todas las cosas, siguiendo la inspiración de san Ignacio de Loyola.

Luisa Fernanda Mancera, estudiante de la carrera de Ciencia de la informa- ción, Bibliotecología y Archivística, comenta que su “experiencia en la misión de Semana Santa fue revivir la fe que alguna vez había tenido de pequeña. Pude tener un acercamiento con Dios muy lindo, compartí con compañeros y con familias de la comunidad, quienes desde un principio me brindaron su amor y compresión. Convivir esos días con ellos me permitió explorar su vereda en todos los sentidos. Fue un espacio libre, lleno de amor y compresión. Volvería sin duda a vivir una experiencia así”.

Para el jueves santo, el padre Libardo Valderrama Centeno, S.J. vicerrector del Medio Universitario, se sumó a la misión para acompañar a la comunidad, como pastor, en la celebración del triduo pascual, con el apoyo de los estudiantes. “Es la primera vez que participo en una experiencia como esta. Siento que es el primer paso para decirle sí a Jesús y hacer lo posible para aplicar sus enseñanzas, no solo durante misión, sino en el día a día. Estas experiencias te retan y te enseñan a conocer a personas increíbles que te tratan como su familia. Logras entender el sentido de vivir la fe desde la sencillez y regresas a casa con todas las ganas de hacer un cambio desde tu disciplina”, cuenta Gabriela María Mora de la Vega, estudiante de Comunicación Social.

Por su parte, Nicol Sarmiento Garzón, estudiante de la Licenciatura en Lenguas Modernas comparte: “mi experiencia en la misión de Semana Santa en la vereda de Zaragoza fue increíble. Pude reencontrarme con Dios de una forma distinta, tuve la posibilidad de reencontrarme con Él a través de los rostros de las personas, de los paisajes, de los animales, la Palabra de Dios y en el diálogo con la comunidad. Confirmé que vinimos a este mundo a grandes cosas que en ocasiones se hacen presentes en lo simple y pequeño de la vida, aunque en la cotidianidad nos cueste reconocer y aceptar”.

Vale la pena decir que estas experiencias están inspiradas desde el proyecto educativo de la Javeriana que está en comunión con la invitación del papa Francisco “Si realmente creemos en Jesús, debemos tratar de comportarnos como Jesús: salir al encuentro de los demás”.

Es así como con estas acciones de servicio desde el Centro Pastoral se busca que los participantes puedan vivir experiencias transformadoras, pudiendo interactuar con las realidades, historias y desafíos de comunidades en los territorios de esa Colombia de fronteras humanas y sociales

* Estudiante de Literatura y Psicología

** Profesionales del Centro

Pastoral San Francisco Javier

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