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El General de la Compañía de Jesús llega a Colombia ISSN 0121 - 6023 julio 2013 año 52, No. 1289
Itinerario del Padre General en Colombia Durante cinco días estará en Colombia el Padre Adolfo Nicolás, S.J., General de la Compañía de Jesús y Gran Canciller de la Pontificia Universidad Javeriana. Su arribo al país será el domingo 11 de agosto y el 16 del mismo mes continuará su periplo por América Latina. El siguiente es su itinerario:
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Domingo 11 de agosto
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El P. Adolfo Nicolás, S.J., visitará el Santuario de San Pedro Claver en Cartagena. Pedro Claver, Santo Jesuita, nacido en España en 1580 y fallecido en Cartagena de Indias en 1654. Llamado el “esclavo de los esclavos”, por su entrega en aliviar su sufrimiento, cuando eran traídos para la venta en el puerto de Cartagena. Pedro Claver terminó sus estudios en la Academia y Universidad Javeriana, que había sido fundada en 1623.
Lunes 12 de agosto En la mañana tendrá el encuentro con la comunidad educativa de la Universidad Javeriana. Será una reunión de honda importancia para todos los javerianos, por tratarse de escuchar los saludos y reflexiones julio 2013
que presenta el Padre Nicolás, como Gran Canciller, máxima autoridad de Regencia de la Universidad. Durante su estancia visitará también el Centro Ático, donde se le presentarán las perspectivas sobre innovación, investigación, tecnología, creación y relaciones con la comunidad, que se promueven desde dicho centro. En la tarde, el P. General visitará a la Asociación Colombiana de Colegios Jesuitas (ACODESI).
Martes 13 de agosto El P. Adolfo Nicolás, S.J., visitará los Colegios Jesuitas de San Bartolomé La Merced y Mayor de San Bartolomé, donde tendrá reuniones con sus respectivas comunidades educativas y sostendrá un encuentro con periodistas.
Jueves 15 de agosto Durante este día el P. General atenderá la actividad central de su visita a Colombia. El VIII Congreso Mundial de Exalumnos Jesuitas, que se realizará del 14 al 18 de agosto en el Colegio San Ignacio de Medellín. A dicho encuentro asistirán más de 600 exalumnos de colegios y universidades jesuitas de todo el mundo
Hoy en la Javeriana
VIII Congreso Mundial de Exalumnos Jesuitas
sede el VIII Congreso en 2013, a realizarse entre el 14 y el 18 de agosto en las instalaciones del Colegio de San Ignacio, el cual llega a sus 128 años de fundación, siendo la primera vez que se realiza el congreso en territorio americano. “La Educación Jesuita y la Responsabilidad Social, ¿cómo podemos servir?”, es el lema del Congreso y para su desarrollo, además de las comisiones en las que participarán los varios centenares de asistentes, provenientes de todo el mundo, se contará con conferencistas de amplio reconocimiento. Ellos son Chris Lowney (norteamericano, autor del libro “El liderazgo al estilo de los Jesuitas”), José Antonio Ocampo (exalumno del Colegio Berchmans de Cali), Gunter Pauli (belga, director de la Fundación Zeri -Zero Emissions Research Initiative-), el Jesuita Agustín Kalubi (Congolés, experto en Educación) y Carlos Raúl Yepes (exalumno del Colegio San Ignacio de Medellín). Por supuesto, el invitado de honor es el P. Adolfo Nicolás, S.J., Prepósito General de la Compañía de Jesús, quien estará acompañando a los asistentes y aportando su visión de Superior General, al Congreso
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Medellín será la sede del 14 al 18 de agosto del VIII Congreso Mundial de Exalumnos Jesuitas, conocido por sus siglas en inglés como WUJA (Word Union of Jesuit Alumni). En 1956, cuando se conmemoraba en Bilbao (España) el quinto centenario de la muerte de San Ignacio de Loyola, se constituyó la Unión Mundial de Exalumnos de las Instituciones de la Compañía de Jesús, que a partir de ese momento ha venido celebrando encuentros, en los cuales ha abordado el estudio de diferentes temas y ha actualizado su Carta Magna, aprobada por el Padre General, en ese entonces, el P. Jean-Baptiste Janssens, S.J. El segundo encuentro se llevó a cabo en Roma en 1967, donde se adoptaron los estatutos formalmente y se eligió por primera vez a un colombiano como presidente de la Asociación. Se trató del Dr. Antonio Uribe Portocarrero. Los siguientes encuentros fueron en 1986 en Versalles (Francia); En 1991 nuevamente en Bilbao, más exactamente en Loyola, cuna del fundador de la Compañía de Jesús; en 1997 en Sidney (Australia), donde fue nombrado como su Presidente, al colombiano Fabio Tobón, quien en el momento de su muerte (16 de julio de 2013), dedicaba parte de su tiempo a la Presidencia del Octavo Congreso en Medellín; en 2003, el sexto congreso se llevó a cabo en Calcuta (India); y el más reciente, el séptimo, se llevó a cabo en 2009 en Buyumbura, capital de la República de Burundi, ubicada en África centro-oriental. Fue precisamente en dicho congreso, donde se eligió a Medellín, Colombia, como la
El Prepósito General
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La Compañía de Jesús recibió aprobación pontificia el 27 de septiembre de 1540, al año siguiente de haberse presentado a la Santa Sede la llamada Fórmula del Instituto, documento redactado por el Padre Maestro Ignacio a partir de la deliberación realizada por los primeros siete compañeros. El desafío central, tal como lo señala el P. Jean Claude Dõthel, S.J., consistía en dar forma a “un solo cuerpo”, formado por “hombres físicamente dispersos”, de una manera tal que se “garantizara su unidad y su cohesión” (¿Quién eres tú, Ignacio de Loyola?, Sal Terrae, 1984). La respuesta la encontrarían especialmente en la figura del Prepósito General. Como lo aclara el Padre Dõthel, el adjetivo general dice relación con el ámbito «universal» y no tiene “ninguna connotación
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militar”, como tampoco la tiene el término «compañía». Él será “el primer responsable de su cohesión y de su vigor apostólico. Elegido por sus compañeros, a él corresponderá velar por que se mantenga la determinación original de la Compañía, por la formación de los jóvenes, por el discernimiento para determinar quién es la persona más apta para tal o cual misión, y por el vínculo entre los compañeros esparcidos a lo largo y ancho del mundo. Cada cual se mantendrá en relación con él, o con sus delegados, de la manera más estrecha, a fin de que el conocimiento mutuo sea lo más humano y profundo posible”. Así na-
Documento firmado por San Ignacio en 1550, que lleva su firma con la impresión del sello del Prepósito General, que también aparece en la imagen. Guía para visitar las habitaciones de San Ignacio, Roma.
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Sello del Prepósito General que usó San Ignacio y que se conserva en los Archivos de la Compañía de Jesús en Roma.
dirección de la orden se ha dado no mucho tiempo después de la muerte o renuncia del Padre General, siendo el más extenso el requerido para la elección del sucesor de San Ignacio que fue de dos años. Ahora bien, por lo que hace referencia a la Pontificia Universidad Javeriana en particular, a partir de los Estatutos aprobados por la Santa Sede en 1937, el Prepósito General de la Compañía de Jesús es su Gran Canciller: Magnus Cancellarius Universitatis Xaverianæ est Præpositus Generalis Societatis Iesu. En tal virtud, como autoridad personal de regencia, le corresponde, entre otras funciones, “señalar las orientaciones de la Compañía de Jesús para el desarrollo de la Universidad y para el cumplimiento de su Misión; nombrar al Rector de la Universidad y solicitar a la Santa Sede la confirmación de su nombramiento; y estudiar y, si las considera procedentes, someter a la Santa Sede para su aprobación las propuestas de reforma de los Estatutos que le haya presentado el Vice-Gran Canciller”
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ció este cargo al que ordinariamente se hace referencia con la palabra General o la expresión Padre General, y que han ocupado, después de San Ignacio, 29 jesuitas, todos europeos, elegidos por la Congregación General convocada para tal efecto. La palabra prepósito, usada en el mundo religioso, es sinónimo de superior, y como tal preside la universal Compañía, aunque está sometido a la potestad de la Congregación General, que es el máximo organismo legislativo. San Ignacio ejerció este ministerio, en principio vitalicio, del 19 de abril de 1541, fecha en la cual aceptó finalmente la elección unánime del grupo fundador de la orden, hasta su muerte, ocurrida el 31 de julio de 1556. En su sello personal se encuentra la referencia a este cargo. Con excepción del período comprendido entre el 16 de agosto de 1773 y el 7 de agosto de 1814, que corresponde a los años que siguieron a la supresión de la Compañía de Jesús por decisión pontificia, el relevo en la
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Visitas anteriores de un Padre General a la Universidad
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En 1968, con motivo del 39º Congreso Eucarístico Internacional, visitó por primera vez la Universidad Javeriana un Padre General, el P. Pedro Arrupe, S.J., quien hizo parte de la comitiva que acompañó al Papa Pablo VI en su viaje a Bogotá. En efecto, el Padre General “destinó las últimas horas del 23 de agosto a una visita rápida de las dependencias del Hospital San Ignacio y al saludo de los profesores javerianos que en número no inferior a 500 se hicieron presentes”. Así lo registró el P. Gabriel Giraldo, S.J., en su Crónica General de la Universidad y la Facultad de Derecho y Ciencias Socioeconómicas (Universitas, No. 35, noviembre de 1968). Era entonces Rector de la Javeriana, el P. Fernando Barón, S.J. En el Club Javeriano tuvo lugar el almuerzo ofrecido en honor del Padre Arrupe, antes de su viaje a Medellín, donde participaría en las reuniones del CELAM. Por su parte, Revista Javeriana (No. 350, noviembre-diciembre de 1968) publi-
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Izquierda En la foto aparecen, de izquierda a derecha, Graciela de Folíaco, Santiago Saavedra Soler y Roberto Montoya Mier, de la Asociación de Ingenieros Javerianos, con los PP. Fernando Barón, S.J., Rector, y Pedro Arrupe, S.J., General de la Compañía. Derecha Carátula Hoy en la Javeriana No. 1231, noviembre de 2007.
có el reportaje que el P. Ángel Valtierra, S.J. realizó al Padre Arrupe y que fue titulado “El ateísmo moderno”. De nuevo visitó la Javeriana el Padre Arrupe en 1977. El 16 agosto de ese año, un mes antes de concluir su rectorado el P. Alfonso Borrero, S.J., se reunió con la comunidad universitaria y pronunció un importante discurso que fue publicado en Universitas (No. 53, diciembre de 1977) y años después, en la edición de Orientaciones Universitarias con-
Izquierda En la foto, aparecen, de izquierda a derecha, los Padres Jesuitas Gerardo Arango, Rector; Gerardo Remolina, Provincial; Peter-Hans Kolvenbach, General; y Raúl Posada, Vicerrector de la Seccional. Derecha Carátula Hoy en la Javeriana No. 1158, noviembre de 2001.
ciencias”, y la de Cali, “Excelencia académica en el ámbito de la excelencia humana”; y la homilía, “El amor es el fundamento de la misión”. En la Seccional de la Universidad en Cali fue recibido por el Vicerrector de la Seccional, P. Raúl Posada, S.J. Once años después, el 29 de octubre de 2001, volvió el Padre Kolvenbach a la Javeriana, entonces bajo la rectoría del P. Gerardo Remolina, S.J. En esta ocasión tuvo lugar la inauguración de la nueva sede de la Facultad de Teología, el edificio Pedro Arrupe, S.J. Su discurso en el coliseo de la Universidad, titulado “Importancia y funciones de la teología en una universidad católica y jesuítica”, fue publicado también en Orientaciones Universitarias (No. 32, noviembre de 2001)
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memorativa del centenario de su natalicio (No. 40, septiembre de 2007). Prepósito General de la Compañía de Jesús desde 1965, elegido a los 58 años de edad, vasco como San Ignacio, el Padre Arrupe había sido compañero del P. Gabriel Giraldo, S.J. durante sus estudios de Teología en Alemania. Por motivos de salud, el Padre Arrupe renunció al cargo de Prepósito General en 1983, y entonces fue elegido el holandés Peter-Hans Kolvenbach, S.J., de 55 años de edad, quien ejerció esa función hasta el año 2008. De esta forma con Arrupe y Kolvenbach quedó cubierto el período correspondiente a los últimos 35 años del siglo XX y los primeros ocho del XXI. El Padre Kolvenbach visitó por primera vez la Javeriana el 26 de febrero de 1990. Lo recibieron entonces el P. Gerardo Remolina, S.J., Provincial y Vice-Gran Canciller, y el P. Gerardo Arango, S.J., Rector, quien había asumido este cargo en septiembre del año anterior. El programa de ese día incluyó un acto académico, seguido de una Eucaristía. Las intervenciones correspondientes fueron publicadas en Orientaciones Universitarias (No. 4, 1990). La de Bogotá fue titulada “La universidad: espacio para la unidad de las
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¿Quién es Adolfo Nicolás, S.J.?
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“Adolfo” es su nombre, “Nicolás” su apellido paterno y “Pachón” su apellido materno. Vale la pena esta aclaración inicial para evitar confusiones. Es el actual Prepósito General de la Compañía de Jesús, elegido desde el 19 de enero de 2008 en reemplazo del Padre Peter-Hans Kolvenbach, S.J. por la Congregación General 35 que sesionó en Roma. Nacido en una pequeña población llamada Villamuriel del Cerrato, en la Provincia de Palencia (España) en 1936. Entró a la Compañía de Jesús a los 17 años, muy joven se hizo jesuita queriendo seguir los pasos de Jesús a través de las huellas trazadas por Ignacio de Loyola y especialmente por Francisco Javier. Al terminar sus estudios de Humanidades y de Filosofía en tierras castellanas, en 1961, fue enviado al Japón y, desde entonces asumió el desafío de estudiar la lengua, de co-
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nocer la cultura y de asumir las costumbres de ese pueblo. Su anhelo no era otro que dar a conocer el espíritu del evangelio, encarnándolo en esa rica cultura del oriente. Además de hablar con fluidez el español y el japonés, domina el inglés, el francés, el italiano, el catalán y el portugués. Recibió la ordenación sacerdotal en 1967 y un año después viajó a Roma para hacer un Doctorado en Teología en la Universidad Gregoriana. A partir de su regreso al Japón, en 1971, recibió diversas responsabilidades que en forma creciente lo pusieron en estrecha relación con varias naciones del Asia y del Pacífico. Sus casi 40 años de vida y trabajo en Asia le han permitido una amplia percepción de la diversidad y solidez de las culturas milenarias y experiencias religiosas de estos pueblos poco conocidos del occidente cris-
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tiano. “Tal experiencia de vida le permite hoy orientar la misión de la Compañía de Jesús, definida por la Congregación General 35, acentuando el sentido universal de la vocación jesuita; el servicio en las fronteras geográficas, culturales, científicas y sociales de la humanidad; la atención a las poblaciones excluidas; la creatividad en nuestro acercamiento al mundo globalizado; y, la necesidad del apostolado intelectual en un mundo tentado por fundamentalismos”, afirma el Padre Gabriel Ignacio Rodríguez, S.J., quien fue Provincial de la Compañía de Jesús en Colombia y actualmente hace parte en Roma del equipo de gobierno del Padre General de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás Pachón, S.J. como Consejero General y Asistente Regional de América Latina Septentrional. “Su capacidad de comunicación personal, su estilo directo y claro, además de su trato sencillo y alegre, le permiten establecer una inmediata empatía con las personas y
los grupos con los que entra en contacto. Su lenguaje profundo, y a la vez lleno de experiencias y de situaciones de la vida cotidiana, dan a sus intervenciones un sentido de particular realismo y sabiduría”, agrega el Padre Gabriel Ignacio Rodríguez, S.J. Asimismo, el Padre Hermann Rodríguez Osorio, S.J., Decano Académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana, destaca que el Padre Adolfo Nicolás, S.J. cumple con el perfil propuesto por San Ignacio para el cargo que hoy ostenta, sobre todo la primera y principal característica que propone San Ignacio para el Superior General en las Constituciones: “que sea muy unido con Dios nuestro Señor y familiar en la oración y todas sus operaciones (…)” (Constituciones 723). En su primera homilía, al día siguiente de su elección, comentando un texto de Isaías (49,3.5-6), destacó tres características que deben distinguir a un profeta hoy. “Pienso que son parte de sus mismos rasgos como Superior General de los jesuitas”.
Carátula Hoy en la Javeriana No. 1233, enero de 2008.
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En primer lugar, el profeta es ‘siervo’ y esto es lo que enorgullece y agrada a Dios: “Tu eres mi siervo, de quien estoy orgulloso”. Estamos en la Iglesia para ‘servir’, como quería san Ignacio: “En todo amar y servir” y como quería el mismo Jesús de todos sus discípulos. No vinimos a que nos sirvan, ni a buscar poder o beneficios propios. Vinimos a servir a Dios, a la Iglesia y al mundo. Nuestro servicio es traer ‘salvación’ a todos, sin ninguna distinción, como lo hizo Jesús en su vida, de manera especial para los más pobres y marginados de la sociedad. Dios es amor y que el amor es lo más importante en la vida de la Iglesia. En segundo lugar, el profeta se caracteriza porque la única fuerza del ‘siervo’ es Dios: “mi Dios fue mi fuerza”. No podemos apoyarnos en ninguna otra cosa ni poner nuestra confianza en ninguna otra fuente, sino en Dios. Como los pobres, que no tienen a nadie más en quién confiar. Y recordó una bella anécdota de una inmigrante filipina en Japón, que no tenía más consuelo que buscar a Dios. Dijo que el mensaje más bonito que había recibido después de su elección fue el de uno de los electores, que en voz muy baja le dijo: “No te olvides de los pobres”. Los pobres nos enseñan a poner nuestra confianza sólo en Dios.
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Izquierda Padre Hermann Rodríguez, S.J. Decano Académico de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana. Derecha Padre Gabriel Ignacio Rodríguez, S.J., Consejero General del Padre Adolfo Nicolás, S.J. en Roma y Asistente Regional de América Latina Septentrional.
Y la tercera característica de un profeta es que Dios lo hace luz para todas las naciones: “Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra”. Nos animó a todos a soñar con un anuncio universal, una ‘explosión’ de la salvación que alcance a todos/as a lo largo y ancho de este mundo. Somos portadores de una ‘Buena Noticia’ que tiene que ser una ‘alegría para todo el pueblo’ y no ser un anuncio parcial. Nuestro anuncio tiene que llegar a todas las naciones. “Entender y vivir su ministerio como servicio, hacerlo poniendo su esperanza sólo en Dios, como hacen los más pequeños, y animar a toda la Compañía de Jesús a ir más allá de sus propias fronteras, llevando la Buena Noticia del Reino a todas las naciones con un gran espíritu misionero, son los rasgos más propios de nuestro superior General”, concluyó el Padre Hermann Rodríguez, S.J.
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Las siguientes son algunas de las fechas relevantes en su biografía: 29 de enero de 1936: Nace en Villamuriel de Cerrato, Palencia (España). 1946-1949: Cursa su bachillerato en Barcelona, primero en el Instituto Jaime Balmes y segundo y tercero con los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Cuarto de bachillerato lo cursa en el Seminario Menor de San José, en Roquetas (Tarragona). 1950-1953: Su familia se desplaza a Madrid. Cursa quinto, sexto y séptimo de bachillerato en el Colegio de Areneros (Colegio de la Inmaculada y San Pedro Claver). Se gradúa como “Príncipe” de su promoción, máxima dignidad que entrega el colegio. 15 de septiembre de 1953: Inicia su vida religiosa como noviciado en Aranjuez, en Toledo. 1958-1960: Estudia Filosofía en Alcalá de Henares, Madrid. 1964-1968: Viaja a Tokio (Japón) donde estudia Teología.
17 de marzo de 1967: Se ordena sacerdote en Tokio. 1968-1971: Realiza estudios de Doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma (Italia). Su tesis se titula Teología del Progreso. 1971: Regresa a Tokio como profesor de Teología Sistemática en la Universidad Sofía. 5 de octubre de 1976: Hace los últimos votos en la Compañía de Jesús. 1978-1984: Ejerce como Director del Instituto Pastoral de Manila. 1991-1993: Ejerce como Rector del Escolasticado, casa de estudiantes jesuitas de Tokio. 1993-1999: Es designado Superior Provincial de los Jesuitas en Japón. 2000-2004: Trabaja en una parroquia de inmigrantes en Tokio. 2004-2008: Ejerce como Moderador de la Conferencia de Provinciales de Asia Oriental y Oceanía. 19 de enero de 2008: Es elegido Prepósito General de la Compañía de Jesús
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Cronología
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Los medios y el P. Adolfo Nicolás, S.J.
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El Padre General de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás Pachón, deja huella en cada sitio que visita. Los diferentes medios de comunicación, los masivos y los no tanto, mediante entrevistas, registran sus pensamientos. Estos son apartes de algunas de ellas: Revista Vida Nueva: semanario español de información religiosa que pretende ser una voz comprometida dentro de la Iglesia. http://www.vidanueva.es/2013/05/31/ adolfo-nicolas-preposito-general-jesuitas-sin-creatividad-no-seremos-capacesde-acompanar-a-nadie/
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P.- ¿Cómo ve el desarrollo de la Iglesia y de la Compañía de Jesús en los próximos años? R.- Yo no soy profeta, no sé cómo se va a desarrollar. Imagino una Iglesia en la que se va a profundizar en lo carismático. Lo carismático es algo de minorías. Pero al mismo tiempo, también una Iglesia muy pendiente de lo universal. No se va a perder el contacto con las masas. El gran éxito de este Papa es con las masas. Y, sin embargo, es un Papa que insiste en la profundidad y en vivir lo carismático como llamada del Espíritu. La Iglesia en la que yo creo es una Iglesia que se preocupa de las dos cosas. Por un lado, de lo carismático, que siempre ha sido de minorías, pero que también está al servicio de la masa. Lo
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como referencia al poder. El poder no tiene ningún valor religioso ni cristiano. El color negro tampoco tiene valor alguno, no hay diferencia con otros colores. Por tanto, “papa negro” es un título popular, pero vacío de contenido. Entreculturas: Sitio web de la ONGD promovida por los jesuitas que defiende el acceso a la educación de todos y todas como medio de cambio social, justicia y diálogo entre culturas. http://www.entreculturas.org/noticias/ entrevista-Padre-General-jesuitas-Adolfo-Nicolas
P.- ¿Le molesta el título oficioso de “papa negro”?
P.- ¿Qué supone para la Compañía de Jesús, la elección de un Papa jesuita?
R.- Yo ni soy papa ni soy negro. Lo del “papa negro” es bastante reciente, viene de la Unificación de Italia. Durante un corto período de tiempo, el general de los jesuitas tuvo que vivir fuera de Roma, cerca de Florencia, y cuando volvió a Roma le recibieron como al “papa negro”. No me gusta la expresión porque se utiliza
R.- En este caso concreto, el tener un papa jesuita, claro, primero fue una sorpresa. Siempre decíamos “un papa nunca será jesuita”, porque nunca lo había sido. El elemento sorpresa pasó rápidamente y en el primer encuentro con el Papa, de acuerdo con toda la Compañía, yo le hice
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que yo anticipo, y no va a ser nada fácil, es que va a haber una nueva relación con creyentes de las otras religiones. Será una nueva relación con estos otros creyentes que están buscando a Dios a su manera y que, con frecuencia, lo encuentran. Periodista Digital: diario online centrado en información sobre periodismo digital, política y tecnología. http://www.periodistadigital.com/ religion/vida-religiosa/2013/05/31/ adolfo-nicolas-el-poder-no-tiene-ningun-valor-religioso-ni-cristiano-religioniglesia-vida-nueva-jesuitas.shtml
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un ofrecimiento de todos nuestros recursos, sobre todo recursos humanos, intelectuales, de consulta... porque claro, un papa se encuentra de repente con todo el mundo como responsabilidad y, por muy inteligente, por muy bien preparado que esté, no está preparado para eso. Una cuestión que creo que todos los jesuitas del mundo están mirando con atención es qué hace la espiritualidad de San Ignacio en un papa. Y creo que se están viendo ya signos, hay un despego de las cosas que se ve en algunas afirmaciones del Papa, por ejemplo, cuando el jueves santo habló a los sacerdotes y les dijo que el pastor tiene que oler como las ovejas. Es una gran imagen para hablar del sentido pastoral del pastor, sea obispo o sea sacer-
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dote, pero luego en ese contexto también les dijo, “preparad bien las liturgias, pero por favor, no os apeguéis a los trapos”.
P.- ¿Cómo va a poder vivir eso dentro de una institución con una tradición tan larga y tan seria como la Iglesia? R.- Eso es algo que creo que los jesuitas tenemos mucho interés en ver, porque es un hombre muy bien preparado y muy profundamente familiarizado con la espiritualidad jesuita. Dentro lo tenemos muy claro: no ha cambiado nada. El Papa es el que han elegido los cardenales entre ellos y creen que puede dirigir la iglesia y por tanto nosotros le obedecemos y colaboramos con él, con la misma intensidad con que obedecíamos a los papas anteriores
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