Especial de Fichas de Cine Fecha de Estreno: 23 de Marzo 2012 Duración: 142 minutos Genero: Sci fi / Acción Director: Gary Ross
Fotografía: Tom Stern Guión: Gary Ross /Suzanne Collins Adaptación: The Hunger Games, libro escrito por Suzanne Collins
Black Mirror / Especial de Fichas de Cine
En un futuro cercano pero indefinido, las personas viven dentro de pequeños habitáculos, aislados del resto y de cualquier elemento natural. Los muros que les rodean son grandes pantallas interactivas donde son bombardeados con programación continua.
Los habitáculos poseen un enfoque funcionalista, de elementos mínimos y carentes de ornamentación. Al igual que las vestimentas de sus usuarios resultan monótonos y carentes de personalidad, actuando más como entes carcelarios que humanizantes.
La vida gira en torno al trabajo. La fuerza la constituye la clase joven y atlética, produciendo energía limpia sobre una bicicleta estática a cambio de créditos. Los no aptos funcionan como conserjes o como objetos de burla dentro de programas denigrantes de televisión.
Dentro de este futuro imaginado no existe el concepto de ciudad. El lugar del hombre es habitar dentro de grandes galeras que se repiten indefinidamente, grises e iluminadas de manera artificial. La humanidad se convierte en un producto en serie.
E
teléfonos inteligentes y por supuesto nuestra televisión. Su narrativa y presentación recuerda mucho al programa clásico de “La Dimensión Desconocida”, escenarios reales pero con un giro de tuercas, donde la tecnología y el hombre se cruzan de formas horribles y funestas. La serie a lo largo de sus muy contados episodios busca desentrañar las verdaderas consecuencias del papel de la tecnología sobre la conducta humana. Sus contextos de ciencia ficción, pese a presentar inventos imposibles hoy en día, no son exagerados, albergados dentro de un futuro cercano que bien podría ser el nuestro pero con cambios muy sutiles dentro de su estructura. ¿Si la tecnología se convierte en una adicción, cuáles son sus efectos secundarios? “Black Mirror” resulta una advertencia inmediata sobre las consecuencias si nos volvemos demasiado adictos a la tecnología, sobre el perder el sentido sobre nuestra propia identidad y nuestro papel dentro del grupo humano.
l miedo a la tecnología ha estado presente dentro de la psique humana desde tiempos ancestrales. Con la llegada de la modernidad y la era industrial autores como Mary Shelley con su “Moderno Prometeo” ya reflejaban una inquietud generalizada ante el avance acelerado de la ciencia, observando como los valores tradicionales eran sustituidos por otros nuevos que no comprendían y que temían, terminarían por deshumanizar al ser humano. Hoy en día, en plena era informática, volvemos a experimentar una época de gran cambio acelerado, y por tanto, las pesadillas y los miedos regresan a nuestras mentes. Pero mientras que producciones cinematográficas como la trilogía “The Matrix” o “Terminator” nos muestran distópias de mundos lejanos, “Black Mirror” nos transporta a realidades palpables que bien podrían ser las nuestras. Black Mirror como su nombre lo dice nos confronta a los espejos negros donde nos reflejamos sin percatarnos la mayor parte del día: nuestras pantallas de ordenador, tablets,
Black Mirror / Especial de Fichas de Cine
Todo aquello que no resulta vital para la supervivencia humana ha perdido su existencia material para convertirse en una imitación de carácter virtual. Las personas gastan sus créditos por objetos que no les pertenecen, intangibles y regulados por un ente que desconocen.
La interacción es escasa, limitada a las horas de trabajo donde la gente suele renegar de la convivencia. No existe vida en comunidad y las experiencias en masa se limitan a los avatares virtuales, donde no existe verdadero contacto, solo gestos dentro de una fría pantalla.
El aparente único propósito de los ciudadanos dentro de este futuro es el entretenimiento. No existen el aprendizaje ni la formación libre. Las masas realizan su labor diaria una y otra vez embrutecidos frente a la pantalla, sin planes a futuro o metas personales que alcanzar.
La industria del entretenimiento se reduce a programas cómicos, pornografía y reality shows en lo alto de la cadena. Lucen como una parodia de nuestra realidad pero se trata de versiones solo un paso más adelantadas, carentes de moral y en su estado más puro.
15 Millones de Créditos
El único color de su entorno proviene de las paredes de su habitación, a modo de grandes pantallas responsivas que cubren el completo de su vista. Resultan multifuncionales y como un teléfono inteligente de hoy en día cubren una gran cantidad de sus necesidades, siendo la principal brindarle acceso a una programación interminable de espectáculos y anuncios televisivos durante su jornada. La vida de Bing y la del resto de la población giran en torno al trabajo. Asiste a grandes sales de ejercicio donde pasa su tiempo sobre una bicicleta estacionaria produciendo energía a cambio de créditos. Hay espacio para el almuerzo pero la interacción humana es limitada, no por guardias o sistemas de vigilancia, sino por mentes enajenadas por las pantallas y su programación interminable. Bing como casi todos los que lo rodean vive sin mucho interés por los que lo rodean, sin cuestionarse sobre lo que hace y de cierta forma, como una abeja dentro de un panal, repitiendo su rutina día tras día sin motivación alguna.
El episodio que es motivo de nuestra atención nos transporta hacia un futuro que, similar al argumento de “THX 1138" de George Lucas, nos presenta a una humanidad alejada del entorno natural y que habita dentro de pequeñas habitaciones aislados los unos de los otros. En ningún momento se especifica los motivos de esta situación, pero la necesidad de producir energía limpia y renovable nos presupone un escenario post-petrolero que ha obligado a la civilización humana a autoimponerse tal escenario. El espectador sigue la vida de Bing, que al igual que muchos otros pertenece a la fuerza de trabajo joven y atlética. Habita en un pequeño cubo de escasas dimensiones, sin ningún tipo de contacto con el exterior, amueblado solo con una cama genérica y un baño para su aseo personal. Sus ropas y todo lo que lo rodea es gris y carente de ornato, con un estilo deportivo pero fundamentalmente carcelario.
Black Mirror / Especial de Fichas de Cine
Dentro de este mundo carente de personalidad todas las personas buscan convertirse en celebridades. Ahorran una gran cantidad de créditos por participar, fracasando la mayoría y convirtiéndose los ganadores en un remplazo en la cadena de entretenimiento.
Las personas buscan convertirse en celebridades a toda costa, sin que vender sus cuerpos resulte un problema moral. Cuando Abi no es reconocida por su talento sucumbe ante la presión del público, aceptando el rol de estrella porno en un destino funesto y deprimente.
La tecnología se convierte en una herramienta que invade sin control la intimidad de la vida humana. Bing cubre su vista para escapar de una experiencia traumática, pero ante la falta de créditos el sistema le obliga a mirar sin ningún tipo de alternativa.
El descontento de Bing con la maquinaria social lo encamina a un comportamiento radical y destructivo. Ante las cámaras denuncia lo injusto del sistema y amenaza con quitarse la vida, tan solo para ser absorbido como una parte más de la programación.
Convertido en estrella Bing escapa de su pequeña habitación y de la vida sobre la bicicleta. Adquiere un espacio mayor y lleno de lujos, pero se da cuenta de lo carente de significado de su vida. Tan solo vive dentro de una prisión distinta de la cual no existe escapatoria.
El final es ambiguo. Bing mira por la ventana un paisaje exuberante donde no existe catástrofe o crisis medio ambiental. ¿La humanidad vive dentro de aquella prisión mediática por su propio deseo? ¿O tan solo Bing observa la ilusión de una pantalla?
Black Mirror / Especial de Fichas de Cine “15 Millones de Créditos” es la utopía de un mundo sin hambre o enfermedad, donde todo mundo es de clase media y puede costearse su estilo de vida mediante el ejercicio y el entretenimiento mientras trabajan. Y sin embargo es una realidad horrible donde la humanidad vive de forma vacía y deprimente. El único propósito de los ciudadanos es el volcarse hacia el entretenimiento. No existen escuelas ni acceso a la información libre. No hay planes a futuro y el único gran sueño de la población es convertirse en celebridades. La programación que observamos en pantalla resulta aterradoramente familiar, llena de programas de comedia donde se ridiculiza a la gente, pornografía y reality shows que buscan encontrar a las estrellas del momento. Su formato, idéntico al que se transmite en nuestras propias cadenas, tan solo difiere en un aspecto. Mientras que en nuestra realidad el espectáculo imita a la vida, en Black Mirror el espectáculo se ha convertido en la vida misma. El propio final del episodio es digno de mención. Tras observar como el sistema al cual pertenece destruye a la auténtica personalidad, Bing adquiere un comportamiento radical y destructivo que lo lleva a planificar una confrontación directa con el mismo. Tras un aplastante discurso obtiene el silencio de las masas y el sistema parece colapsar...para en un giro cruel absorber su rebelión y convertirlo en una más de sus celebridades. Nuestro protagonista escapa de su vida sobre la bicicleta y pequeña habitación, adquiere lujos con los que jamás soñó y sin embargo se percata de que su vida aún carece de sentido dentro de un sistema del cual no hay salida. Al igual que nuestro protagonista, los momentos finales del episodio nos permiten una revelación sobre lo que hemos visto. Vemos un paisaje natural al otro de lo que parece un gran ventanal y no podemos dejar de preguntarnos si lo que vemos es real o no. Sabemos que las pantallas nunca nos muestran la verdad y que todo cuanto presenciamos se trata de una simulación virtual de la vida. En la contradicción de su argumento es donde encontramos las respuestas. Si la tierra ha experimentado una crisis energética y necesita la fuerza motriz de su población para mantenerse a flote ¿por qué desperdicia una gran cantidad del preciado recurso en mantener encendidas tan enormes pantallas? Resulta obvio que la sociedad es incapaz de percibir las rejas de aprisionamiento. Nadie parece querer escapar de un universo de entretenimiento y comodidades. La sociedad vive en el resultado de su propio deseo, de numerosas generaciones que decidieron vivir de esa manera. No existe gran conspiración ni un villano tras el telón. Las cadenas ofrecen la programación que las masas desean aun cuando resulten desagradables o carentes de moral. En esta realidad el villano somos nosotros mismos y los responsables de nuestra propia infelicidad. Ra87
El tope de nuestros sueños es una nueva App para nuestros Dopple que ni siquiera existe. Compramos mierda que ni siquiera existe.
La Mente tras el Espejo Negro Charlton Brooker es un humorista y locutor ingles nacido el 3 de Marzo de 1971, famoso por ser el responsable de escribir y producir un gran número de series de televisión inglesas, incluida “Blak Mirror” a cargo de la compañía Zeppotron de la cual es uno de los cuatro directores creativos. Su estilo de escritura es mordaz, acida y sin censura, casi siempre buscando la controversia con elementos surrealistas y de cierto corte pesimista. El nacimiento de “Black Mirror” se origina no en el ancestral miedo a la tecnología, sino a su vivencia dentro de las redes sociales y como dentro de ellas se crean escenarios perfectos para el desastre. En sus propias declaraciones asegura que la idea principal no era mostrar realidades distópicas sino a una frontera más cercana a la nuestra donde la tecnología se ha convertido en una droga y presenciamos sus efectos secundarios. Cada episodio debía de mostrar un elenco diferente, un entorno particular y una situación única acerca de cómo vivimos ahora, una estructura similar a “La Dimensión Desconocida” donde parodiando la tecnología se logra una crítica acida de los vicios ocultos, o que casi nadie se atreve aceptar, de nuestra realidad moderna.