EL LENGUAJE ARQUITECTONICO DE SUPERMAN. DOS VISIONES SOBRE EL HOMBRE DE ACERO
“Jamas estarás solo. Viajaras muy lejos pero no te abandonaré ni aún cuando la muerte nos lleve. La riqueza de nuestras vidas pasará a ti. Harás de mi fuerza la tuya. Verás mi vida a través de tus ojos y yo la tuya a través de los míos. El hijo se convertirá en padre y el padre, en hijo.”
Superman / Especial de Fichas de Cine
El hogar de Clark Kent, Smallville, se retrata como un pequeño pueblo rural en medio de la nada en la cinta de 1978. El vacío casi total de sus espacios es un reflejo de la soledad que siente el personaje y busca enfatizar su condición de un ser inadaptado.
Si bien para la versión de 2013 la imagen de Smallville continua siendo un ambiente rural, su aspecto hace hincapié en mostrarnos una sociedad desgastada, carente de vitalidad y en la que Clark se siente agobiado tanto por su condición interna como externa.
Metrópolis, la ciudad de la luz de los comics, siempre ha sido representada como el símbolo de progreso de la sociedad modera. Para la versión clásica se eligió la ciudad de Nueva York como escenario, cúspide del orgullo americano en la época del filme.
La sede para la versión moderna, regresa al espíritu original de los comics, eligiendo a la ciudad de Vancouver como su sede. Lleno de rascacielos del estilo internacional, su skyline resulta menos icónico y por tanto le permite a Metrópolis tener una personalidad propia.
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Superficialmente las visiones de estos dos directores resultan hasta cierto punto contrarias y excluyentes, pues mientras que uno se centra en ambientes llenos de simbolismo y espiritualidad, el otro “humaniza” las escenificaciones, las racionaliza y le da al personaje un carácter mucho más palpable pero mundano. Para Donner, Superman es un ser místico, un dios en las alturas que lucha por la verdad y la justicia, incorruptible y cuyo único defecto es su ingenuidad ante la humanidad; en cambio para Snyder, el hombre de acero es un ser con habilidades superiores pero con una mentalidad dividida, un inadaptado cuya mayor lucha es enfrentarse a los fantasmas de su pasado mientras se desenvuelve en un mundo frágil y en crisis. Pese a esta diferencia estética, producto de dos narrativas completamente diferentes, existen puntos de convergencia que vale la pena analizar. En ellos reside una gran parte del verdadero carácter del héroe, valores que pese al paso del tiempo se mantienen inmutables y universales.
lo largo de su existencia, Superman se ha transformado de ser exclusivamente un icono de la cultura estadounidense, a una figura universal con tantas interpretaciones como autores que lo han plasmado dentro de los diferentes campos del arte. Quizás es dentro del mundo del cine, donde la figura del hombre de acero resulta más emblemática para el imaginario colectivo, donde una sola tonada nos invita a soñar, a mirar hacia mundos distantes, a disfrutar historias llenas de épica y donde la incredulidad puede ser suspendida en favor de la fantasía. Dentro del mundo del cine, dos visiones han sido clave para la evolución del personaje. Primero una etapa que podemos catalogar como clásica a manos de Richard Donner en 1978; y otra mucho más moderna, una reinterpretación contemporánea en 2013 a manos de Zack Snyder. Ambas aportan un lenguaje propio en sus elementos de diseño, una visión con personalidad propia que termina por convertirse en un reflejo de las características interiores del protagonista.
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Para Superman en 1978, la ciudad es una plataforma sobre la cual como héroe puede impulsarse para combatir el mal. La sociedad se muestra tan sólida como sus construcciones, por lo que la figura del villano debe de provenir de un agente externo a ella.
En 2013, pese a la extensión descomunal de Metrópolis, la ciudad se nos presenta como un ente frágil, vulnerable ante la presencia del héroe y que resulta una limitante para el desenvolvimiento de sus habilidades en la lucha de sus villanos.
Lex Luthor es retratado como un villano “Outsider” de la sociedad, un genio incomprendido que se refugia en el subsuelo y que mira con inferioridad al resto de la humanidad. Abrasa una arquitectura neoclásica la cual refleja su actitud megalómana de emperador.
El general Zod es un ser completamente ajeno a la humanidad, un conquistador espacial que busca imponer su cultura en un nuevo mundo. Sus espacios son amplios y ceremoniales, reflejando no solo su poder militar sino su influencia maniática sobre sus tropas.
Un Héroe de Dos Mundos
transformación, en el medio del cine no fue hasta la llegada de Zack Snyder que una verdadera reinterpretación volviera acontecer. En la visión de 2013 Krypton recupera su carácter barroco y sobrecargado de elementos, adaptándose a una visión contemporánea donde el funcionamiento de la tecnología se vuelve visible y palpable. Las estructuras resultan ser verdaderas obras escultóricas, el reflejo de una civilización cuya ciencia es capaz de alterar las estructuras vivas a su antojo. En cada toma, se producen sensaciones encontradas, ya que las formas de Krypton nos recuerdan al mundo biológico terrestre pero a la vez son escenarios innovadores que escapan a nuestra concepción del espacio. Mucho se ha opinado que esta nueva visión de Krypton resulta chocante a la vista por la saturación de elementos ante el espectador, sin embargo se debe comprender que es resultado de querer retratar a una civilización compleja con historia y cultura propia.
Pese a lo que la mayoría pueda pensar, la imagen que Richard Donner nos presentaba acerca de Krypton en 1978, resulta ser una mucho más oscura y siniestra que su contraparte en el mundo de las historietas. En ella el mundo de origen de Superman resultaba ser colorido, una civilización altamente tecnológica, brillante e idílica que tomaba prestada gran parte de su arquitectura de la ciencia ficción más clásica y futurista. Donner reemplazo esto, en gran parte por los recursos limitados en su época en cuanto a efectos especiales, por un Krypton minimalista, monocromático, cuya tecnología quedaba regida por la figura mística y casi magia de hermosos cristales. Dicha interpretación resulto ser tan emblemática, que sus elementos narrativos perduraron durante las décadas posteriores dentro de la concepción del personaje. Mientras que en los comics Superman atravesó por varias etapas de
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La fortaleza de la soledad es un oasis Kryptoniano dentro de un mundo terrestre. Copia de la arquitectura de su planeta de origen, es una catedral de cristal y luz en donde Clark no solo encuentra respuestas a su condición foránea, sino sabiduría y alivio espiritual.
En la versión de 2013 el sitio donde Clark encuentra respuestas es una antigua nave exploradora, un remanente perdido de su civilización. Pierde por completo el sendero místico del héroe, intercambiándolo por uno más tecnológico pero palpable.
Su interior es completamente atípico a cualquier construcción terrestre, frío y casi inhabitable. Predominan los vacíos, lo cual le da un carácter de espiritualidad y misticismo, lo cual se refuerza al albergar el espíritu de Jor-El dentro de la propia estructura.
Los interiores orgánicos recuerdan mucho al trabajo gráfico de H.R. Giger, que aunado a la presencia holográfica de Jor-El, hacen parecer que la nave es un ente biológico con mentalidad propia. Se continúa creando la fantasía de un ambiente ajeno a la humanidad.
Si bien podemos sintetizar, que Donner opta por un minimalismo elegante, místico pero sombrío; y Snyder se enfoca en un barroco, orgánico y bio tecnológico, ambos coinciden al narrarnos la historia de un mundo que colapsa por su propio peso, una civilización envejecida en los últimos días de su larga existencia. En los dos casos, Krypton ha terraformado y urbanizado por completo la superficie planetaria, abandonando la exploración espacial y mediante una visión retraída, agotado los recursos de su estrella en uno, y alterando la estabilidad del núcleo en otro. Krypton no es otra cosa, más que un paralelismo con la propia civilización humana. Pese a su carácter cerebral, es una sociedad que se encuentra como la nuestra, cegada por el papel predominante de la tecnología. Su visión se limita a la satisfacción de las necesidades del día a día, y por tanto a largo plazo las consecuencias de sus acciones resultan inevitables.
De una Granja Pequeña a la Gran Ciudad Smallville, el pequeño pueblo rural donde se forja la personalidad humana de Clark Kent, se retrata en ambas visiones como un sitio alejado de la vida acelerada de las grandes ciudades, un sitio donde en contacto con la naturaleza se puede aprender sobre el valor de la vida. Donner hace énfasis en el vacío sobre los llenos, mostrándonos una juventud solitaria para el personaje, retraída e introspectivo donde Superman no logra encontrarse a sí mismo. Para Snyder, Smallville le ofrece la soledad al personaje mediante la incomprensión e intolerancia de la propia humanidad. Se trata de una sociedad desgastada, carente de vitalidad y en crisis, en la que Clark se siente agobiado tanto por la ignorancia de sus orígenes como por la situación de su entorno, sobre la cual siente grandes ansias de cambiar y ve reprimidas sus intenciones.
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Para 1978 los Kryptonianos son retratados como seres de gran frialdad y solemnidad, ataviados con túnicas que cubren por completo sus cuerpos y dejan al descubierto solo su parte cerebral. Jor-El viste de negro y luce como un magistrado dictando sentencia.
En 2013 la vestimenta es claramente barroca, sobrecargada de detalles y finura en sus formas y acabados. Sus diseños son variados en cuanto a su destino y profesión, verdaderas piezas propias de un museo antropológico, que reflejan la historia y cultura de su pueblo
El carácter de la tecnología juega un papel fundamental en la concepción estética de ambas películas. Dentro de la versión de 1978 los cristales poseen un rol místico que nos invitan a suspender la incredulidad. Su elemento unificador es la predominancia de la
El lenguaje de diseño de la versión moderna parte de la capacidad de los Kryptonianos para manipular cualquier estructura a nivel molecular. Su tecnología liquida es el factor común entre sus estructuras, simbiosis entre lo mecánico y lo natural.
Mediante su tecnología “mística” los espacios de Krypton son de un carácter minimalista casi total. La limpieza visual y carencia de adornos crean sitios casi fantasmales, unificados mediante la brillantez energética de sus superficies.
Gracias a una manipulación completa del mundo material, la arquitectura se vuelve indistinguible del mundo orgánico. Sus formas huyen de cualquier línea recta y sin embargo continúan proyectando un carácter ceremonial al igual que la versión clásica.
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La visión de Richard Donner sobre Krypton es la de un planeta cristalino envuelto en un color blanco brillante. Se nos muestra como un terreno inhóspito, árido y carente de vida superficial, con mesetas como único elemento que destaca sobre un horizonte oscuro y llano.
Cuando la cámara se acerca hacia la superficie, Krypton pasa de ser un vacío a un lleno total. Su tecnología no solo es capaz de crear una arquitectura monumental, sino modificar por completo su paisaje natural y crear una ciudad a nivel planetario.
Las aparentemente desiertas superficies de Krypton resultan estar llenas de vida en su interior. La arquitectura se ha fusionado con el paisaje natural, mostrándose subterránea y hermética, reflejo del carácter introspectivo de sus habitantes.
Krypton, pese a todo su esplendor tecnológico, se nos presenta como un mundo fantasmal donde sus habitantes yacen envejecidos y en decadencia. Se nos abre como una civilización perdida, como un sitio arqueológico que intenta recrear un tiempo mejor.
Los interiores de las estructuras kryptonianas poseen el mismo lenguaje formal que sus exteriores. Lucen como cavernas hechas de cristal donde los pocos elementos de acompañamiento posen un carácter ingrávido regido por la presencia de la luz.
Jor-El, dedicado al desarrollo tecnológico, es representado dentro de un espacio de mayores elementos. Su laboratorio tiene la apariencia propia de las películas de ciencia ficción de la época pero que mantiene la coherencia formal del resto de ambientaciones.
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Zack Snyder plasma al mundo de Krypton como uno completamente lleno de vida en toda su superficie, pero que envuelto en un filtro sepia muestra un claro paisaje natural desgastado, un mundo que pese a la riqueza de sus elementos esta en clara decadencia.
El gran declive de Krypton acontece ante su actitud retraída en la exploración espacial. Con recursos limitados, desarrolla sus ciudades y estructuras bajo tierra, provocando una sobrecarga en el núcleo planetario que los llevara hasta su final inevitable.
Al igual que la versión clásica, los habitantes de krypton han modificado una gran parte de la superficie planetaria a su antojo. Sin embargo poseen grandes rascacielos tecnológicos, dejando atrás el carácter introspectivo por uno más arrogante y llamativo.
Gracias a una tecnología molecular la arquitectura de Krypton está compuesta por verdaderas piezas escultóricas, de formas redondeadas y orgánicas recuerdan mucho a seres vivos de la tierra, encontrando especial referencia en insectos, flores o seres marinos.
Los espacios al interior se nos muestran menos ambiciosos que las complicadas formas al exterior. A mayor detalle apreciamos el material del que están hechas, en apariencia semejante a la piedra o el metal, pero opacos ofreciendo un gran contraste de luz y sombras.
Krypton posee una clara fobia hacia las líneas rectas. La total predominancia de formas curvas crea un efecto saturado a la vista aun en sus espacios más amplios y abiertos al público. El uso de su espacio es diferente a cualquier comprensión humana actual.
Superman / Especial de Fichas de Cine Como paso a la madurez, Clark en ambas cintas debe de encontrarse con los restos de su planeta original, ya sea por medio de la tecnología mágica de los cristales o descubriendo una nave exploradora de Krypton. Ambos sitios comparten la característica de ser un contenedor del espíritu de su padre, una tumba abierta que hereda la arquitectura de su mundo original y por tanto, un oasis Kryptoniano dentro de suelo terrestre. Donner enaltece su valor como templo de la sabiduría y la paz, mientras que Snyder lo vuelve un recurso narrativo para el desenvolvimiento de la trama. Uno de los elementos más llamativos y en el que sin duda se refleja más el periodo histórico en que cada cinta fue filmada, es la representación de la ciudad de Metrópolis. Esta, siempre ha sido retratada dentro del mundo de los comics como el sitio de mayor progreso, esperanza y luz de la humanidad. Originalmente su skyline estaba inspirado por la ciudad de Toronto en Canadá, aunque al paso de los años heredo muchas características propias de la ciudad de Nueva York en Estados Unidos. Donner es heredero de esta tendencia y utiliza sin reparo a Nueva York como la sede de su Metrópolis. Exalta sus valores de orden y convivencia, de una arquitectura de grandes rascacielos donde no existen rincones oscuros o degradados. Su visión es romántica y hasta cierto punto caricaturesca, un sitio lleno de alegría y humor donde las amenazas solo pueden provenir de un exterior maligno y malicioso. Para la versión de 2013, dentro de un marco posmoderno y cuestionamiento sobre el modelo capitalista como modo de desarrollo, Snyder retrata a una Metrópolis totalmente distinta. Se aleja de cualquier skyline reconocible y emplea a la ciudad de Vancouver como su base para retratar a una ciudad que se extiende a lo largo de todo el horizonte, una ciudad llena de vitalidad que pierde el aspecto romántico y positivista, para adquirir uno más realista y palpable. Si la Metrópolis de Donner era una ciudad fuerte e intocable, para Snyder es una ciudad frágil y colapsable. La presencia de Superman, en lugar de resguardarla y preservarla como el hogar del progreso, la vulnera y pone en riesgo, volviéndola un sitio lleno de caos y tragedia. Este hecho es quizás el más importante a diferenciar entre ambas visiones, ya que si Donner empleaba a Metrópolis como una plataforma para que Superman encontrase su apoyo moral, Snyder crea en su versión de 2013 las bases para que se convierta en su antagonista y la sede de un nuevo conflicto. Ra87
Darás a los habitantes de la Tierra un ideal por el que luchar. Intentarán seguirte. Tropezarán. Caerán. Pero con el tiempo se unirán a ti en el Sol, Kal.
El Origen de un Héroe Universal Los padres de Superman fueron Jerry Siegel y Joe Shuster, nacidos ambos en 1914 y cuyas vidas se cruzaron a la corta edad de 17 años. Compartían una gran afición por la ciencia ficción, el cine mudo y las tiras cómicas de los periódicos. Sus principales héroes de los que retomarían importantes características eran Tarzan y Buck Rogers. Joe tenía como pasatiempo dibujar, mientras que Jerry poseía un don para la elaboración de guiones. De origen muy humilde llevaban una vida austera y durante su vida escolar se ganaban centavos extras en trabajos de medio tiempo. Ambos trabajaron en el periódico escolar, dentro del cual dieron a conocer a su primer personaje “Goober The Mighty” el cual resultaba ser una parodia de Tarzan. Con un gran deseo de sobresalir, mandaban constantemente muestras de su trabajo a las editoriales de tiraje económico pero sin grandes resultados. Su primer trabajo publicado resultaría ser una historia llamada “The Reign of the Superman”, un hombre que es secuestrado por un científico loco y que adquiere poderes mentales. No seria hasta un año después, en 1934 que el Superman definitivo sería concebido, un Hércules moderno que venido de otros mundos lucharía al lado de la justicia.