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JOYCE ROMERO - Lugo (España

JOYCE ROMERO

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Lugo (España)

Salió de Villa del Rosario en busca de otra oportunidad de vida para saldar las deudas económicas. Para empezar una nueva etapa dejó a los hijos en el municipio histórico. El cambio que experimentó en Lugo, provincia de Galicia (España), comparado con lo vivido en Colombia fue grande, del cielo a la tierra.

La recibió el frío intenso, que la hizo añorar el calor de estas tierras nortesantandereanas. Llegó en pleno invierno, estación que la traumatizó al principio. Sufrió ataques de asma y sufrió de neumonía. Permaneció cuatro días sin salir de casa.

El viaje planeado tenía como meta a Londres (Gran Bretaña), pero una familiar residenciada en España la convenció para que se quedara unos días mientras la saludaba y la ponía al día de lo sucedido en

Colombia. El pensado era pasar semanas, o quizás meses, no radicarse ahí. El destino le trazó otra ruta y

Londres se quedó con sus ingleses en la distancia. -Conseguí trabajo a los seis días. Como no tenía papeles me tocó como a todos los colombianos que llegan indocumentados, de cuidadora de adultos. Aunque Joyce llevó los conocimientos adquiridos como terapeuta corporal y auxiliar de farmacia, comenzó atendiendo a unos abuelitos. Luego laboró en otros lugares. También, aprovechó el tiempo para estudiar enfermería.

Desde un comienzo de la estadía encontró marcadas diferencias entre Lugo y Villa del Rosario. Las estructuras, las comidas y las costumbres. Allá, añora el bocadillo, que acá encuentra en cada esquina. Allá, no hay ventas ambulantes de comidas rápidas; acá abundan. Allá, es hermoso, hay mucho orden, no se ven calles atiborradas de comerciantes informales. La soledad se pasea por los andenes, mientras los compradores van a los locales. El cuidado con la naturaleza hace parte del diario vivir de los habitantes, las zonas verdes aparecen vírgenes en el pueblo. En cambio, en el municipio nortesantandereano la deforestación surge para darles paso a urbanizaciones. Y para remediar este asunto lanza la propuesta de bonificar en el impuesto predial al rosariense que plante árboles. En medio de este ambiente en el que se mueve tiene un deseo y aguarda le cumplimiento de una promesa.

- (Deseo). Espero que cuando vengan mis hijos pueda ir a Francia, en coche. (Promesa). Me prometieron ir a Londres. En los momentos de ocio visitó a San Ciprián, pueblo hermoso y cercano a Lugo. Las playas están a 90 minutos por carretera Los hijos de Joyce están grandecitos. Trabajan en casas de cambio de moneda extranjera en Villa del Rosario. Un día ´se sorprendieron al ver a la madre con equipaje listo para partir. Les pidió que la levaran al aeropuerto. La razón, una: se iba en busca de lo desconocido. En esa tierra lejana ha extrañado todo lo relacionado con Villa del Rosario y a todos los que hacían parte de su círculo familiar y de amistades. Le hace falta ir a misa los domingos, visitar el cementerio los lunes, trotar en el parque histórico, sacar la mascota a pasear.

Al hablar con españoles sobre el municipio histórico les dice que cuando vengan se enamorarán y no querrán volver a España. Y si visitan a Cúcuta será peor. Les hace envidia con los pasteles de garbanzo y los ‘teresazos’; el cabrito guisado y el mute. Para no olvidar las delicias culinarias colombianas prepara bandeja paisa, arroz con pollo y bistec a caballo. Al comunicarse ha encontrado algunas palabras que en Norte de Santander tienen otro significado. Al trapero le dicen la fregona y los carros son coches. Las multas se pagan en euros, no en pesos. El teléfono celular es el móvil.

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