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JAIME YÁÑEZ - Miami (EE.UU

JAIME YÁÑEZ

Miami (Estados Unidos)

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Jaime, por razones de seguridad se fue del país. Lleva más de dos décadas fuera, ahora es ciudadano americano. La vida le ha dado duro, pero igual lo ha retribuido. Piensa que no es su sueño americano, aunque reconoce que donde está es un gran país, donde hay oportunidades para todos.

-Todo comienzo es difícil. Las comodidades que tenía en Colombia, las relaciones y el ejercicio de la profesión quedan atrás. A medida que pasaron los años le tomó el pulso a la vida y se ha acoplado a las exigencias de la nueva cultura. La mayoría de habitantes en Miami son de origen latino y procura no aprender inglés, porque se entienden a la perfección en español. La ciudad es cosmopolita y alberga gente de diversos países de habla hispana. Los primeros años para Jaime resultaron complicados. Luego, se acomodó y empezó a ejercer como periodista en una cadena de radio, después en televisión. Para su fortuna, ha estado vinculado a los medios, que es su profesión. También, ha oficiado como consultor político. Su último oficio lo vinculó a la campaña del presidente Joe Biden. Ahora que está pensionado trabaja con la gente y ha ganado notoriedad en el partido demócrata.

Como analista político ha participado en programas radiales y televisivos para tomarle el pulso al país del norte. También, ha sentido y vivido los efectos del racismo, incluido el que propicia el latino blanco. La pandemia le hizo cambiar la rutina de jugar fútbol, cada ocho días, en el Club Los que vengan. Eso significaba que quien llegaba a la cita seguro participaba en el partido. Después, se dedicó a caminar cuatro veces a la semana, a hacer ejercicios y a fortalecer los músculos. En lo intelectual lee y escribe. Colabora con dos periódicos, uno político y otro comunitario. Ve televisión, hace mandados y de vez en cuando se toma un tequila para distenderse en el calor del hogar. -Tengo en salmuera una novela autobiográfica y un libro sobre comunicación. Estoy en eso. El relato de la novela es costumbrista, recoge vivencias en Colombia y Estados Unidos, los personajes no son ficticios, son reales, son de Cúcuta.

El otro libro es sobre comunicación, para dejarles un legado a las nuevas generaciones de periodistas. Todo, a raíz de los cambios generados por la aparición y desarrollo de las redes sociales. En este tiempo tiene más credibilidad el mensaje transmitido por WhatsApp que a la noticia entregada por el periodista profesional. El título de ese último libro será Se acabaron las salas de redacción. Hace alusión a la pérdida del valor que tenían esos espacios en los que los periodistas laboraban y pasaban buena parte de los días y de la vida mientras escribían acerca de los hechos locales, regionales, nacionales y mundiales. En cuanto al deporte, no sigue los partidos de la Liga Norteamericana de Fútbol a pesar de haber jugado en su juventud como defensa central. En cambio, está pendiente de la NBA y es hincha del Miami Heat. Va con frecuencia al coliseo, acompañado por el hijo, basquetbolista retirado por una lesión. Incluso, Jaime llegó a pensar que podría asomarlo para que formara con la selección Colombia.

En la época navideña, para no desentonar con el arraigo cucuteño, en preparan mute, hallacas y pasteles de garbanzo. Aunque debió bajarle al pan, por cuestiones de azúcar. -Me siento bien, a mis años. En los primeros años de estadía en Estados Unidos no faltaron las dificultades, que comenzaron con el dejar el buen trabajo que desempeñaba en Cúcuta y que le proporcionaba comodidad, felicidad familiar y la compañía de los amigos. Al decidir el viaje se piensa que al llegar al nuevo destino encontrará todo el dinero del mundo y que los billetes están en los árboles, solo hay que bajarlos. El primer trabajo que efectuó fue en la limpieza de una tienda. Luego, con ayuda de un familiar tuvo contacto con un periódico local, después conoció al gerente de RCN Claridad y así se metió en los medios.

-Al año y medio trabajaba en lo que sé hacer, en mi pasión, en lo que me encanta. En la profesión que me enamoró. Las madrugadas y el sacrificio del principio dieron resultados positivos y ahora, con el tiempo trascurrido, han arrojado los frutos alcanzados por la disciplina profesional y personal. En este momento tiene la fortuna de estar retirado, pero si tuviera que volver al trabajo de los días iniciales en suelo gringo lo haría. La condición de independiente le permite ejercer actividades que le dan ingresos suficientes para vivir tranquilo, sin angustia y en buen ambiente.

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