Odres nuevos para una Cuaresma nueva Pesan los viejos odres, están ahí desde siempre, aunque estén casi vacíos. Los odres de nuestros ritos rutinarios, los odres de tradiciones superficiales, los odres de nuestras palabras de siempre. Cambiemos a odres nuevos, el odre nuevo del amor social, el odre nuevo de la compasión ciudadana, el odre nuevo de la respuesta al sufrimiento ajeno. Odres nuevos para una cuaresma nueva, para una Cuaresma con carne social, la carne de quien anda en necesidad.
Fidel Aizpurua
VIDA PARROQUIAL Comienzan las charlas cuaresmales en comunión con las parroquias de nuestro entorno. El próximo miércoles, día 24, Dn. José Juan Hernández, párroco de S. Juan XXIII (Viesques), expondrá el tema: “EL ROSTRO MISERICORDIOSO DE DIOS”. HORA: 8 de la tarde. Lugar:Salón de la parroquia Corazón de María. Perdonad el error de la información de la semana pasada.
PARROQUIA CORAZÓN DE MARÍA GIJÓN www.pacomargijon.org
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ESCUCHADLE
Domingo 2º Cuaresma Ciclo C 21-02-2016
La Transfiguración quiere ser una preparación para la hora tan decisiva que le espera a Jesús, la de Getsemaní. Los mismos discípulos acompañan a Jesús en los dos momentos: en el Tabor y en el Huerto de los olivos. Pero el verdadero protagonista de los dos es Jesús. A Él le toca afrontar consecuencias de su vida y del evangelio que ha predicado. En el Tabor, los discípulos se ven envueltos en una experiencia profunda, trascendente, que les hace evadirse de toda realidad. Dos personajes, Moisés y Elías, que subieron cada uno en su momento al Sinaí para encontrarse con Dios, ahora se hacen testigos de esta experiencia. La presencia de estos personajes “adorna” la escena, pero no la llenan. En realidad la escena se llena de contenido con la voz divina que proclama algo extraordinario: “este es mi Hijo, el escogido. Escuchadle”Ese Hijo es Jesús, el hombre que ora con todas sus fuerzas para que no le fallen las fuerzas en la prueba que se avecina. Todo ha sucedido, según san Lucas, “mientras oraba”. Esto es especialmente significativo. Estas cosas intensas, espirituales, transformadoras, no pueden ocurrir más que en la oración.Y es en esa experiencia intensa en la que Jesús capta que debe bajar del monte misterioso de la Transfiguración para seguir su camino, para acercarse a los necesitados, para dar de beber a los sedientos y de comer a los hambrientos la palabra de vida. Su “prueba” no va a ser del gusto de de sus discípulos, que pretenden quedarse allí instalados. Queda mucho por hacer, y dejar huérfanos a los hombres que no han subido a las alturas espirituales y misteriosas de la Transfiguración, sería como abandonar su camino de profeta del Reino de Dios. Probablemente Jesús vivió e hizo vivir a los suyos experiencias profundas; la de la transfiguración que se describe aquí puede ser una de ellas, pero siempre estuvo muy cerca de las realidades más cotidianas. No obstante, ello le valió para ir vislumbrando, como profeta, que tenía que llegar hasta dar la vida por el Reino.
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SCUCHADLE
Génesis 15,5-12.17-18
En aquellos días, Dios sacó afuera a Abrán y le dijo: «Mira al cielo; cuenta las estrellas, si puedes.» Y añadió: «Así será tu descendencia.» Abrán creyó al Señor, y se le contó en su haber.
Filipenses 3,17-4.1
Seguid mi ejemplo, hermanos, y fijaos en los que andan según el modelo que tenéis en nosotros. Porque, como os decía muchas veces, y ahora lo repito con lágrimas en los ojos, hay muchos que andan como enemigos de la cruz de Cristo: su paradero es la perdición; su Dios, el vientre; su gloria, sus vergüenzas. Sólo aspiran a cosas terrenas. Nosotros, por el contrario, somos ciudadanos del cielo, de donde aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo humilde, según el modelo de su cuerpo glorioso, con esa energía que posee para sometérselo todo. Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.
Lucas 9,28-36
En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña, para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos. De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que iba a consumar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» No sabía lo que decía. Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.» Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
DICCIONARIO ESPIRITUAL DE CUARESMA SALIR. Sal de ti mismo. Sal de tu rutina. Sal de lo que te tiene atado. Sal de tu superficialidad. Sal de tus resentimientos. Sal, no te acomodes. ESCUCHAR. Hablas demasiado. Escucha a los que te rodean. Escucha el clamor de los que sufren. Escucha la voz de Dios que te habla. Escucha tu yo profundo. Escucha el silencio. Escucha la voz de la primavera. CAMINAR. Párate a pensar. Elige, decide y luego camina. Jesús es tu camino y tu compañero de camino. No te detengas. Supera tus cansancios. RENUNCIAR. Hay que soltar lastre. Hay que dejar lo que te inmoviliza. No te dejes seducir por lo que te hace daño. Renuncia a tu cobardía. CAMBIAR. Comienza ya. Hoy puedes ser distinto. Hoy puedes comenzar algo nuevo. Hoy puedes mejorar un poco tu mundo y el que te rodea. PERDONAR. No escarbes en tus heridas. No des vueltas a lo que otro te hizo. No respondas al mal con otro mal. Abre tu corazón y sé generoso. CULTIVAR. Cultiva la bondad, la amistad, el optimismo, la alegría, la paz. LIBERARSE. Lucha por tu libertad. Rompe tus cadenas. Descúbrelas. COMPARTIR. Comparte tus alegrías, tus miedos, tu tus penas, tus sueños, tus inquietudes, tus trabajos, tu camino. Da tu mano al que cae. COMPROMETERSE. No hables de amor, ama. No hables de solidaridad, sé solidario. No hables de compartir, comparte con otros lo tuyo. No hables de paz, construye la paz. No hables de silencio, calla. RENOVARSE. Renueva tu fe, tus sentimientos, tus actitudes, tu vida, tus compromisos, tus relaciones, tu empeño y esfuerzo por ser mejor. SUBIR. Escala la cumbre de la humildad, del servicio desinteresado, de la liberación de las c osas, de tu silencio frente a la ofensa. BAJAR. Baja de tu orgullo. Baja tus compromisos a la arena de la vida ordinaria. Baja tus ínfulas prepotentes. Baja el tono de tu agresividad. Baja el nivel de tus exigencias a otros y sube el nivel de las tuyas propias. COMUNIDAD. Crea calor de hogar. Reparte abrazos. Sé elemento de unión, no de división. Estrecha lazos. Restaña heridas. Repara rupturas. Tiende puentes. Cierra tu boca a palabras hirientes. Destaca bondades.