PARROQUIA CORAZÓN DE MARÍA GIJÓN
Como TÚ, Padre Sobre buenos y malos, Padre, haces salir el sol y mandas la lluvia. A todos sostienes, a todos ofreces tu regazo y susurras palabras de vida y ternura, independientemente de sus méritos, de su dignidad, de su bondad o malicia, de su credo, de su autoestima. .../... Graba en nosotros las claves de tu corazón, y da a nuestras entrañas los ritmos de tu querer para respetar a los que son diferentes, ser tolerantes con los que no coinciden, dialogar con los disidentes, acoger al extranjero, prestar sin esperar recompensa, defender al débil, saludar al caminante, y amar a todos por encima de nuestros gustos y preferencias. Enséñanos, Padre, a ser como Tú. Que todos puedan decir: Son hijos dignos de tal Padre.
“Ojo por ojo y todo el mundo se queda ciego” (Gandhi) “El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar” (M.L. King) “La espiral de la violencia sólo la frena el milagro del perdón” Juan Pablo II “Equivocarse es humano. Perdonar es divino” (A. Pope)
NO OLVIDES QUE…
… el lunes próximo tenemos a las 19,30 el funeral comunitario.
www.pacomargijon.org
Avda. Pablo Iglesias, 82
985 37 09 44
AMAD A VUESTROS ENEMIGOS
Domingo 7º Tiempo Ordinario CICLO A
23-02-2014
En
el discurso del monte continúan las antítesis entre “se os dijo” y “pero yo os digo”. La ley del talión era una fórmula que sentaba las bases para superar los destructores efectos de la venganza: tal como ha sido la ofensa debe ser el castigo, sin infligir a nadie un castigo desmesurado, desproporcionado. Se puede decir que socialmente era ya un progreso y suponía una justicia equilibrada. Jesús dice claramente que la injusticia no se combate con la injusticia, que la violencia genera violencia. Supera la ley del talión y la sitúa en línea con las bienaventuranzas.
El amor lleva a superar el espíritu de hostilidad, la venganza, el odio y el rencor, para construir la fraternidad. Solo así nos hacemos verdaderos hijos de Dios... - “Si amáis a los que os aman... ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los gentiles y los pecadores...” - “Si saludáis solo a vuestros hermanos... ¿No hacen lo mismo también los paganos...”
¿Será una Utopía para soñadores, una locura?
L
ámpara es tu Palabra para mis Pasos Levítico 19,1-2.17-18. “…no odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente, para que no cargues tú con su pecado. No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.”
1Corintios 3,16-23. “El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos… Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios”. Mateo 5,38-48. Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo: Amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto”.
RESPONDE CON SINCERIDAD:
¿Cuánto te cuesta perdonar? ¿Te atreves a pedir perdón a Dios siendo tú incapaz de perdonar a otros? Repasa la lista de personas a las que no puedes perdonar. ¿Tú también eres partidario de...“el que la hace la paga”?
La Ley del Talión, HOY En el libro del Éxodo, entre las normas y mandatos que aparecen para ser cumplidas por el pueblo de Israel, está, lo que se llama la “ley del Talión”. Que no era exclusiva de este pueblo, sino que la compartían muchos de los pueblos que habitaban el Medio Oriente, probablemente se desarrolló en la antigua Babilonia. Después, el pueblo judío la matizó y alivió. Dicha ley está resumida con la expresión conocida de “ojo por ojo”, y “diente por diente”. Consistía en castigar a los criminales o a los que cometían un delito, con penas similares a las que hubieran cometido. Así se lee en Éxodo (c. 21): “Cuando haya lesiones, las pagarás: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe”. Estas normas pretendían atajar los ajustes de cuentas desmedidos. La justicia imponía una pena que no excediese el delito. En realidad, estas normas encierran un concepto de “venganza”, bajo la apariencia de “justicia”. ¡Qué distinta la enseñanza de Jesús en el Evangelio! Hoy, la ley del talión parece haberse instalado en la sociedad. El pueblo suele expresarlo con esa frase: ”El que la hace, la paga”. Queda poco espacio para el perdón, la comprensión, la moderación. Hay una frase del sabio pensador chino, Confucio, que dice:”No pretendas apagar un incendio con fuego, ni remediar con agua, una inundación”. ¡Hermosa máxima, que cada vez se tiene menos en cuenta! Tampoco se puede apagar el fuego echándole más leña. Y, sin embargo, eso es lo que se suele hacer, invitando al desquite, animando a lavar la ofensa. Vivimos inmersos en la “sociedad protesta”. Es verdad que hay muchos motivos para protestar. Pero la protesta no puede ser airada, ni debe convertirse en venganza. Los desmanes y destrozos, las agresiones, la destrucción, no es protesta, es vandalismo. Y el vandalismo se puede dar, incluso sin destruir materialmente las cosas, o el mobiliario urbano. Puede haber vandalismo en las palabras y en las acciones, cuando se avasalla o rompen las reglas del juego, o el más elemental respeto a las personas, o las instituciones democráticas. Cuando la sociedad se crispa, todo parece ser válido y justo. Y no es así, porque la injusticia no se repara con otra injusticia. No pretendamos apagar un incendio con fuego, ni remediar, con agua, una inundación. Félix González