DANOS, SEÑOR, TU ALEGRÍA
JUBILEO DE LA MISERICORDIA
Señor, Jesús, haznos una familia abierta, confiada y pacífica, invadida por el gozo y la alegría de la Pascua. Concédenos ser una comunidad cristiana entusiasmada, que sepa cantar a la vida, vibrar ante la belleza, estremecerse ante el misterio y anunciar el Reino victorioso de tu amor. Que llevemos la fiesta en el corazón, aunque sintamos la presencia del dolor en nuestro caminar. Sabemos, Cristo resucitado, que tú has vencido el dolor y la muerte. Que no nos acobarden las tensiones ni nos ahoguen los conflictos que puedan surgir entre nosotros, porque contamos, -en nuestra debilidad–, con la fuerza creadora y renovadora de tu Espíritu.
El papa Francisco nos ha dejado estas perlas en su discurso del Jubileo espiritual de la Misericordia”. «Las obras de misericordia corporales y espirituales son el estilo de vida del cristiano». «El Evangelio es el libro de la misericordia de Dios, pero continúa siendo un libro abierto en el que se siguen escribiendo los gestos concretos de amor de los discípulos de Cristo, el mejor testimonio de la misericordia». El papa Francisco nos pide salir a la calle -como los primeros Apóstoles-, saliendo al encuentro de «una humanidad continuamente herida y temerosa, con las cicatrices del dolor y de la incertidumbre». Ante este paisaje tan doloroso la misericordia divina «desea salir al encuentro de todas las pobrezas y liberar de tantas formas de esclavitud que afligen a nuestro mundo. Quiere llegar a las heridas de cada uno, para curarlas». En concreto y en nuestros días, «ser apóstoles de la misericordia significa tocar y acariciar esas llagas, presentes también hoy en el cuerpo y en el alma de muchos hermanos y hermanas suyos». Dejando muy claro que no se trata de simple beneficencia, el Papa añadió que «al curar estas heridas, confesamos a Jesús, lo hacemos presente y vivo; permitimos a otros que toquen su misericordia y que lo reconozcan como ‘Señor y Dios’. Esta es la misión que se nos confía. Muchas personas piden ser escuchadas y comprendidas». El papa afirmó que «el anuncio del Evangelio de la misericordia busca personas con el corazón paciente y abierto, buenos samaritanos» que conocen la compasión y el silencio ante el misterio del hermano y de la hermana. Pide siervos generosos y alegres que amen gratuitamente sin pretender nada a cambio.
Regala, Señor, a nuestra comunidad cristiana del Corazón de María, una gran dosis de buen humor y enséñanos a sonreír abiertamente a la vida. Haznos expertos en deshacer nudos y en romper cadenas, en abrir surcos y arrojar semillas, en curar heridas y en mantener viva la esperanza. Y concédenos ser, humildemente, en este mundo abatido por la tristeza, testigos y profetas de la verdadera alegría de tu Pascua. Amén.
PARROQUIA CORAZÓN DE MARÍA GIJÓN www.pacomargijon.org Avda. Pablo Iglesias, 82 985 37 09 44
3º Domingo de PASCUA Ciclo C
10-4-2016
Iván, uno de los personajes de la novela de Dostoievski: “Los hermanos Karamazov”, minero él, confiesa: “Aliocha, en estos últimos tiempos he descubierto en mí un hombre nuevo. Un hombre nuevo que ha resucitado en mi alma. Este hombre lo he llevado siempre oculto en el fondo de mí mismo, pero jamás hubiera tenido conciencia de él, si Dios no me hubiera enviado esta prueba. La vida es misteriosa y espantosa. Pero ¡qué importa que tenga que manejar el pico aquí abajo, en la mina de Siberia, durante veinte años! Esto ya no me aterra. Tengo otro amor, que es ahora mi temor único, mi gran temor: temo que el hombre que ha resucitado en mí me abandone”. ¿Qué hago por descubrir el hombre nuevo que hay en mí? ¿Va resucitando en mí, durante esta Pascua, esa persona nueva, ese creyente que confirme el proceso iniciado en la cuaresma?
COMPARTIENDO LA PALABRA Hechos de los Apóstoles 5, 27b-32. 40b-41
En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo: «¿No os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése?... Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero.Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.» Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.
Decálogo para una Pascua feliz 1. Agárrate fuertemente a la vida. No dejes que nadie te robe la ilusión de hacer algo por la dignidad de los demás. Jesucristo nos precedió en ese afán. 2. Sal al encuentro de aquellos que más te necesitan. Si Cristo se pringó naciendo y dando la vida por cambiar el rumbo de nuestra sociedad, ¿no podemos hacer nosotros lo mismo? 3. Sé valiente en tus convicciones religiosas. No cierres las puertas de tu conciencia por miedo a nada ni a nadie.
Apocalipsis 5,11-14 Juan 21,1-19 “Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.»La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan.Jesús les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger.» Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Vamos, almorzad.» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado”.
7. Refleja, con tus gestos y con tus hechos, que Jesús es importante y decisivo en tu manera de vivir. Mostrar un rostro alegre, siempre anima mucho.
4. No te quedes de brazos cruzados. Él sólo bajó los brazos cuando le descendieron de la cruz ya muerto. 5. Da testimonio de tu fe. Como entonces también hoy, Jesús, necesita de manos que trabajen en su campo, de personas que sigan transmitiendo su mensaje. 6. Sal en busca del resucitado. Lo encontrarás fácilmente, entre las compañías que frecuentó: lo pobres, los enfermos, los pecadores, los apartados de la sociedad.
8. La fe no es fácil. Nunca lo ha sido. La Pascua te puede ayudar a recuperar el brillo de la esperanza y la alegría de la fe. 9. No te desesperes por la situación de la Iglesia. De tu compromiso y de tu coherencia de vida dependerá que cada día sea mejor, más santa y más evangelizadora. 10. No te dejes vencer por las dudas.Contagia tu fe. ¿Cuánto hace que no hablas de tu ser cristiano con los demás? Proclama lo que tienes dentro. No dejes de modelar tus criterios, tu familia o tu trabajo desde y con el Evangelio.
VIDA PARROQUIAL Comenzamos la semana vocacional. El jueves, día 14, a las 18,45 h. tendremos en la parroquia la oración por las vocaciones. Este día no habrá adoración al Smo. como solemos hacer los 2º jueves de mes.