VIDA PARROQUIAL Próximo lunes: Funeral comunitario 19,30. Fallecidos en este mes: Thomas Anthony Whelan, Nieves Pérez Ania, Victoriano Ferreras Ferreras y Gloria López. Día 1 de noviembre: es la fiesta de todos los Santos. Día de precepto. Las Misas del fin de semana quedan así: Día 31: 8,30, 10,00 y 19,30. Día 1: 10,00, 11,30, 13,00 y 19,30. ¡¡No hay a las 5!! Día 2: 10,00, 11,30, 13,00 y 19,30.
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PARROQUIA CORAZÓN DE MARÍA GIJÓN www.pacomargijon.org
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AMARÁS…
Domingo XXX T.
Ordinario
CICLO A
26-10-2014
Qué bien lo había entendido el P. Claret. Y qué bien lo llevó a la práctica. Ayer celebrábamos su santidad, su amor. Contempla su vida. Caerás en la cuenta de una evidencia: su espiritualidad se alimentaba de tres afluentes: La Eucaristía, la Palabra de Dios y María. En ellos saciaba su sed de apóstol. Bebía de la Eucaristía y su vida quedaba impregnada de una gratitud, generosidad y entrega sin límites. ¿El resultado? Se hizo pan de amor entregado a sus prójimos, a la Iglesia y a sus misioneros. “Daría mi vida por ellos”, nos dice. Bebía de la Palabra de Dios y su afán misionero se enardecía. En ella captaba el eco insoslayable de la voz de Dios que le llamaba a anunciar a Jesús a todos y en todas partes. Bebió de María, y mirándose en su Magnificat, aprendió humildad y disponibilidad plasmadas en un “Sí” a los planes de Dios sobre él. En ella prendió el fuego que le llevó a ser voz profética contra las injusticias y contra los poderosos opresores de los débiles.
A
biertos a tu Palabra, Señor
Éxodo 22, 20-26: Así dice el Señor:
«No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá mi ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros hijos huérfanos. Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mí, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo.»
1Tesalonicenses 1,5e-10:
“Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. Desde vuestra Iglesia, la palabra del Señor ha resonado no sólo en Macedonia y en Acaya, sino en todas partes. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro”.
Mateo 22,34-40:
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús habla hecho callar a los saduceos, formaron grupo, y uno de ellos, que era experto en la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: - «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» Él le dijo: - “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser.” Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas.»
Descubierto el amor, todo lo demás sobra Seguir a Jesús es abrirse al futuro, a la novedad. La originalidad de Jesús es patente por haber unido los dos mandamientos: el amor a Dios y al prójimo, y por ampliar el concepto de prójimo. Jesús nos descubre el valor de la personas. Hasta Él, el individuo sólo contaba por su pertenencia e inserción en el grupo. El horizonte del amor se circunscribía a dicho grupol. De esta forma, el amor podía ser un precepto, una obligación. Interesaban las manifestaciones, no el amor mismo. El amor que exige Jesús, no se alcanza con el cumplimiento de un precepto. En Jesús no se trata de una ley, sino de una respuesta a lo que Dios es: “Un amor que responde a su amor”, como nos dirá el evangelista Juan. El amor que pide Jesús tiene que surgir desde lo hondo de la persona, no imponerse desde fuera. Se trata de manifestar hacia fuera, lo que es Dios en lo hondo de mi ser, en mis vivencias más profundas. Dios es un don total y no pide nada a cambio, ni necesita nada de nosotros, ni podemos darle nada. La exigencia de Jesús no es con relación a Dios, sino a su creación, al hombre. Pablo lo había dicho con toda claridad: “Quien ama ha cumplido el resto de la Ley”. Descubierto el amor, todo lo demás sobra. El amor ha de ser “como a ti mismo”, porque el amor ha de darse entre iguales. Si considero al otro como un inferior, mi relación con él nunca será de amor. Lo que nos pide Jesús es que quiera para los demás todo lo que estoy deseando para mí. ¿Será por tanto un acto de caridad el dar a otro algo que no me sirve o que no voy a utilizar? La mayor prueba de que estoy abierto al Amor que es Dios es que amo a mis prójimos. Y destaca esto: cuando amo, me enriquezco yo mismo y enriquezco al otro. Esta es mi mayor ganancia El mayor peligro, a la hora de comprender el amor, es que lo confundimos con el deseo de que el otro me quiera. El deseo de que otro me ame es instintivo y no va más allá del interés egoísta. El “quiero que me quieras” no tiene nada que ver con el mensaje de Jesús. Todos partimos del error de creer que podemos amar a Dios y no amar al prójimo. Olvidamos que el amor es único y queda dignificado por la persona que ama, no por la persona a la que llega.