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VIDA PARROQUIAL 1.- La colecta del Domund ha sido de 3.687 €. 2.- El próximo día 22, sábado, los jóvenes de la parroquia recibirán el sacramento de la Confirmación de manos del obispo Auxiliar de la diócesis Dn. Juan Antonio Menéndez. 3.- Cáritas Parroquial ha puesto ya en marcha el proyecto denominado “Punto de Apoyo”. Lo tenéis explicado en el tríptico que hemos venido repartiendo últimamente. 4.- Al acabar la misa de una del domingo 16, el grupo Camerata dará un breve concierto en nuestra iglesia.

SÓLO QUEDA LO QUE DAMOS Sólo nos acariciará, el amor que prodigamos. Sólo nos alegrará, la sonrisa que regalamos. Sólo nos refrescará, el agua que bebimos juntos. Sólo nos alimentará, el pan que compartimos. Sólo nos cubrirá, el vestido con el que arropamos al prójimo pobre. Sólo nos descansará, el cansancio del peregrino que hospedamos. Sólo nos consolará, la palabra con la que reconfortamos. Sólo nos guiará, la verdad que proclamamos. Sólo nos sanará, el consuelo del enfermo que visitamos. Sólo nos aliviará, el peso que quitamos de otros hombros. Sólo nos dará paz, la ofensa que perdonamos. Sólo hará renacer la esperanza, la mirada que dirigimos al cielo y las manos con las que abrazamos. Sólo nos conducirá a la VIDA, la confianza que depositemos en Dios. Así que… siembra para que mañana, cuando DIOS recoja, piense en ti y vea que cumpliste tu labor. El cielo se conquista hoy.

PARROQUIA CORAZÓN DE MARÍA GIJÓN www.pacomargijon.org

Avda. Pablo Iglesias, 82

985 37 09 44

Domingo XXXII T.

Ordinario

CICLO A

9-11-2014

El TEMPLO de Jerusalén, en la época de Jesús, se había convertido en un gran mercado. Era el centro comercial y económico del país. Usaban el nombre de Dios para obtener beneficios personales y de casta. Jesús quiere purificar el Templo, liberándolo de comerciantes. Así entendemos el gesto violento de Cristo, con el látigo en la mano... Pero Jesús quiere más: habla de un Templo Nuevo, que es Jesús mismo, el ser humano. En él se hace presente Dios y se hacen presentes a Dios. Ahora JESÚS es el nuevo Templo de Dios, lugar del encuentro pleno con Él. Los cristianos somos piedras vivas del nuevo Templo donde Dios se manifiesta al mundo y viene a nuestro encuentro para ofrecernos vida y salvación. Los hombres deben ver en el rostro de los cristianos el rostro bondadoso y tierno de Dios; deben experimentar en los gestos de los cristianos, la vida nueva de Dios; deben encontrar en el compromiso de los cristianos con la justicia y con la paz, el anuncio de ese mundo nuevo que Dios quiere que construyamos a base de amor. En ese nuevo templo, en el que nosotros somos piedras vivas, “los verdaderos adoradores van a adorar al Padre en espíritu y verdad.” (Jo 4,23), en amor y entrega total. Una pregunta: ¿Es nuestro templo un lugar de encuentro con Dios, una fuente de vida, para nosotros y para nuestra Comunidad? ¿En qué se manifiesta?


D

ame Vida con tu Palabra

Ezequiel 47,1-12:

“...Todos los seres vivos que bullan allí donde desemboque la corriente, tendrán vida; y habrá peces en abundancia. Al desembocar allí estas aguas, quedará saneado el mar y habrá vida dondequiera que llegue la corriente...”.

1Corintios 3,9-17:

“Hermanos: Sois edificio de Dios. Conforme al don que Dios me ha dado, yo, como hábil arquitecto, coloqué el cimiento, otro levanta el edificio. Mire cada uno cómo construye. Nadie puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo. ¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros”.

Juan 2,13-22:

“Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: “”Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre”. Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito:”El celo de tu casa me devora”. Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: “¿Qué signos nos muestras para obrar así?” Jesús contestó: “Destruid este templo, y en tres días lo levantaré” Los judíos replicaron: “Cuarenta y seis años costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?” Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de lo que había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la Palabra que había dicho Jesús.

HOMENAJE POLÍTICAMENTE INCORRECTO “A pesar de que lo políticamente correcto es hablar de solidaridad, sobre todo porque la izquierda se siente más cómoda con este concepto que le suena a laico, lo cierto es que la caridad, en su sentido cristiano, es la base de toda solidaridad. Personalmente, quizás porque he sido lectora de Las confesiones de san Agustín, creo que la caridad es un concepto que los engloba todos, porque implica empatía, entrega y sacrificio. El propio san Agustín lo expresó en una frase que es todo un tratado ético e, incluso, podría ser un tratado político: “En las cosas necesarias, la unidad; en las dudosas, la libertad; y en todas, la caridad”. Sin embargo, en parte por los abusos que la imposición dogmática de la Iglesia representó durante siglos, en parte por el dogmatismo que también palpita en muchas ideologías de progreso, el concepto de caridad fue quedando obsoleto e, incluso, se consideró retrógrado. Y fue así como, en un pispás, después de siglos de gentes de Iglesia practicando la caridad por el mundo, pareció que ésta, renombrada como solidaridad, era un invento de la izquierda. En el relato del progre cabían los médicos sin fronteras, las oenegés, los periodistas con su cámara al hombro, pero no tenían cabida las monjas y sacerdotes que habían llegado antes que cualquiera, jugándose la piel en las heridas abiertas del mundo. Lo políticamente correcto no podía aceptar la solidaridad con la cruz al cuello, les rompía los esquemas. Lo cual es, además de una estupidez, una gran injusticia porque el mundo es mejor por esa cantidad ingente de personas, cuya fe en Dios las ha impelido a dedicar la vida a los demás. Muchas de ellas en las esquinas más rotas del planeta, viviendo en condiciones infrahumanas, arriesgando la vida diariamente. Y muchas de ellas, muriendo. La última ha sido el misionero Manuel García Viejo, víctima del voraz y letal ébola que está sangrando las entrañas de África. Ha muerto en Madrid, después de haber sido repatriado desde Sierra Leona, donde dirigía un hospital. Pocas semanas antes había muerto otro sacerdote de la misma orden, Miguel Pajares, que también dedicó su profesión, su esfuerzo y su tiempo a las zonas más castigadas del continente negro. Su último destino, Liberia. Y si hiciéramos la lista completa de los sacerdotes y monjas que dan su vida al prójimo sin otro objetivo que vivir su fe como un servicio, necesitaríamos mucho papel. Son gentes de fe cuya fe da luz a las tinieblas, iluminando las zonas oscuras del mundo, allí donde habitan el olvido y la desesperación. Sirva este humilde artículo para expresar un hondo agradecimiento y una profunda admiración hacia todos ellos, creyentes cuyo Dios tiene alma humana. Retorno a san Agustín, y es palabra de santo: “Donde no hay caridad, no puede haber justicia”. (Pilar Rahola, publicado el 28 de

septiembre de 2014 en La Vanguardia)


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