RECUERDA QUE…… 1.- Este domingo, día 19, hay venta de productos de “Comercio Justo” de PROCLADE. 2.- El jueves, 23 de junio, comenzamos la Novena al Corazón de María. 3.- Este mismo día 23 habrá un Encuentro de Cáritas Asturias en la parroquia de San Pedro de Pola de Siero. Será presidido por el Sr. Arzobispo. 4.- Del 20 al 24 de junio tendrá lugar el cursillo prematrimonial. 5.- Se suprimen las misas dominicales de 9 y 11,30 en los meses de julio y agosto. 6.- El lunes, 27 de junio, Funeral Comunitario a las 19,30 h.
La Santísima Trinidad
Una sonrisa para acabar el curso (CUENTO DE LOS BILLETES) Cuentan que un día se mueren todos los billetes y se van al cielo. San Pedro los recibe y piden permiso para entrar, pero les dice que ninguno de ellos puede hacerlo. - ¡No fastidies! ¿Pero cómo que no? -dice el de 500 €. Yo soy poderoso y tengo las puertas abiertas en todas partes pues todos me quieren. - Lo mismo pienso yo, -dice el de 200 €-. Todos me quieren tener, ¿por qué no vamos a poder entrar? - A mí me pasa lo mismo -dice el de 100 €-. Todos suspiran por mí. Y así van pasando el de 50, el de 20, el de 10 y hasta el de 5 €. - No insistan -dice San Pedro-, no pueden entrar en el cielo. Mmmmm...., bueno, tal vez al de 5 € lo pueda dejar pasar.... En esto, se oye un ruido raro. Son todas las moneditas de 0,02, 0,05, 0.10, 0.20 y 0.50 céntimos que también habían muerto... - Pasen, pasen -les dice San Pedro- Las puertas del cielo están abiertas para ustedes. Los billetes se enfadan muchísimo y protestan: -¿por qué razón ellas, que valen mucho menos, pueden entrar y nosotros no? Y San Pedro, con cara de ironía mal disimulada, les responde:
¡¡¡ Porque ellas sí van a Misa los domingos!!!
“La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros”. (2Cor 13,11). Es el saludo de Pablo a los cristianos de la comunidad de Corinto y lo hacemos nuestro para cada uno de vosotros los cristianos del Corazón de María. Que estas funciones atribuídas a cada una de las personas de la Trinidad dejen su impronta en cada uno de los miembros de muestra comunidad parroquial.
SER COMUNIDAD Y Moisés le dijo a Dios: “Si he obtenido tu favor, que mi Señor vaya con nosotros, aunque ése es un pueblo de cerviz dura; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como heredad tuya” (Ex 34,8-9) “Hermanos: alegraos, enmendaos, animaos; tened un mismo sentir y vivid en paz”. Y el Dios del amor y de la paz estará con vosotros” (2Cor 13,11) “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguna de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios” (Jn 3, -18)
El Evangelio presenta un Dios que salva (Jn 3,16-18) Dios no es un ser solitario y mudo, sino por ser trinitario es amor y alteridad. “Tanto amó Dios al mundo que ENTREGÓ A SU HIJO Único..." "Dios no lo envió al mundo para CONDENAR al mundo, sino para que se SALVE por Él". "Quien no cree, YA ESTÁ CONDENADO". El juicio se hace AHORA por el proprio hombre. Cada uno de nosotros acogemos o rechazamos la propuesta de salvación que DIOS nos hace. ¿Por qué Dios ha revelado este Misterio? Ciertamente, no ha sido para crear un problema en su comprensión. Porque nos ama, Él nos revela los secretos íntimos de la vida divina y nos INTRODUCE EN SU FAMILIA. En nosotros está el PADRE, que nos llamó de la nada, nos insufló el soplo de la vida, nos dió un nombre, nos confió una misión. - En nosotros está el HIJO, que entregó su vida por nosotros y nos invita a seguirle. - En nosotros está el ESPÍRITU SANTO que nos ilumina, nos fortalece y nos impulsa a seguir los caminos de Jesús, los que conducen a la VIDA .
Si hay algo evidente en nuestra religión cristiana es su componente comunitario. Nuestro Dios es comunidad, tres personas formando familia. ¿Qué hace el Padre? Querer al Hijo, querer a sus hijos, nosotros, amarnos. “Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos! (1Jn 3,1) Ese es su oficio, ésa es su esencia. ¡Dios es amor! (1Jn 4,8) Y, ¿qué hace el Hijo? Se lo dejamos responder a Él: “No he venido para hacer mi voluntad sino la voluntad del que me envió” (Jn 5,30) Y en otro momento nos dice: “Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13). Ser amado y amar resumen la dinámica interior de Jesús. Por eso, mirando su trayectoria, contemplamos cómo la vida florece a su paso: los enfermos se curan, los pecadores reciben su perdón, los marginados sienten el calor humano de su cercanía. Todos sus gestos rezuman amor. Y, ¿qué hace el Espíritu? San Bernardo lo llamaba ¡“beso de Dios”! Es el símbolo del encuentro, de la unión. El espíritu es mirada que conmueve, es tono de voz que dice más que las palabras. El Espíritu es el abrazo que nos envuelve y aprieta, es el nosotros, el temblor, el silencio del encuentro sin palabras, la brisa que sorprende y refresca, el calor que sube al rostro, la fuerza excéntrica que nos acerca a los pobres, a los últimos, que nos hace salir de nosotros mismos para ir a los demás y formar con ellos un corro de amor. El Espíritu es la inspiración del corazón apasionado por poner justicia, ternura y compasión entre los humanos. Es el éxtasis al que se ve arrastrado quien se ha expuesto al sol del amor deslumbrante de su Dios y Padre. ¡Qué lejos están, a veces, las coordenadas de este Dios comunidad de nuestra forma de plasmar la fe cristiana….! Nos las arreglamos a solas con Dios. Nos aferramos a ritos que nos tranquilicen. Nos conformamos con prácticas que no nos exigen un cambio de postura del corazón. ¿Por qué no empeñarnos en ser beso de Dios para tantos corazones rotos? ¿Por qué no mirarnos en la Trinidad para hacer comunidad y adelantar la vida eterna que comienza en quienes hacen de su bautismo la tarea feliz y fecunda de amar de corazón construyendo la humanidad nueva?