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Abriendo datos ¿Cómo empezar?

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Introducción

Introducción

Tomar la decisión de abrir datos supone pensar muy bien qué se va a publicar y cómo. Si bien es fundamental lograr alcanzar la plena garantía de acceso, también es importante pensar cuál de la información que produce un parlamento, asamblea y en general cualquier cuerpo colegiado, es la que más valor agrega a los usuarios y a la misma entidad.

En tal sentido, siempre resulta valioso hacer ejercicios de priorización de apertura, tanto al interior de la entidad, como con los ciudadanos. Lo primero supone indagar con qué sistemas de información cuenta el parlamento, así como otros mecanismos de captura de información que pueda resultar valiosa. Por ejemplo, el registro de empresas que se reúnen con un parlamentario; o las contrataciones que realiza la corporación. Evaluar qué datos importantes contienen los diferentes sistemas permite hacer una identificación rápida qué podría disponerse.

Otro mecanismo valioso y que le apunta no solo a la transparencia sino también a la participación consiste en realizar mesas de trabajo o consultas con ciudadanos u organizaciones de la sociedad civil sobre qué tipo de información resulta valiosa para ellos y no está disponible. También, cuál información ya existe, pero podría presentarse a un mayor nivel de desagregación y completitud. Es común en estos ejercicios, encontrar que las demandas ciudadanas no siempre coinciden con lo que los servidores públicos consideran que debería abrirse.

Para no olvidar

Mapeo en la entidad para saber qué existe y qué puede publicarse en formato abierto o sobre qué información se pueden tomar acciones para lograr su apertura. Por ejemplo, si hay conflictos de interés, pero no de forma estructurada sino de forma manual, este tipo de información sería un buen comienzo para transformar en datos abiertos.

Consultar con comunidades Preguntar no significa que necesariamente una corporación esté obligada a publicar lo que piden los ciudadanos, pero sí brinda luces muy importantes sobre lo que se demanda de un parlamento.

Publicar, mejorar y seguir publicando Lo ideal es tener siempre datos de gran calidad y volumen. Si para empezar se cuenta solo con una parte de la información, es importante ir abriendo para a través del tiempo mejorar en completitud y acceso. Es mejor publicar algo que no tener nada.

Un tercer mecanismo, también muy útil y con excelentes resultados, es revisar qué dicen las mediciones internacionales y las iniciativas de parlamentos abiertos sobre la información que debería disponerse. Estos índices brindan además claridad sobre las especificaciones técnicas que deberían tener los datos que se publiquen.

El Open Data Index (ODI), por ejemplo, insta a publicar todas las leyes nacionales, teniendo en cuenta aspectos como el contenido de la ley, la fecha de la expedición, las enmiendas (si existen). Según lo que evalúa el índice, esta información debe tener licencia abierta, estar en formato procesable, permitir la descarga del set de datos de una sola vez y estar actualizada.

Otra de las mediciones es el Open Data Barometer (ODB) y en este caso también se evalúa si existe información relativa a las leyes de un país. Esta medición evalúa que la información exista, se encuentre en línea, esté en formatos procesables por máquinas, esté disponible como un todo, sea gratuita, esté explícitamente expreso que es de licencia libre, esté actualizada y sea fácil de encontrar.

Finalmente, el Programa Interamericano de Datos Abiertos contra la corrupción (PIDA), aprobado en la 49ª Asamblea General de la OEA, en respuesta a los compromisos de la VIII Cumbre de las Américas, promueve la apertura y uso de datos estratégicos que ayudan en la lucha contra este flagelo.

Entre los sets de datos propuestos para apertura se encuentran varios directamente relacionados con el quehacer parlamentario, como el registro de cabilderos, declaración de intereses, registro de servidores públicos, financiamiento a partidos políticos y campañas, votaciones, decisiones judiciales, récord de reuniones, sanciones de entes de control y declaración patrimonial, entre otros. Si bien el PIDA no circunscribe estos datos al parlamento, todos los datos mencionados anteriormente son un insumo importante a la hora de tomar decisiones sobre qué información publicar.

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