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El valor está en el uso

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Estructurar datos

Estructurar datos

Ya vimovimos la importancia de informar a las audiencias sobre la disponibilidad de la información puess aumenta la posibilidad de que los datos se usen. Sin embargo, es necesario ir un paso más adelante y crear desde el parlamento mecanismos de uso y apropiación; los primeros para garantizar que se consuman y los segundos para lograr que los datos abiertos hagan parte de las necesidades.

Creación de incentivos para el uso.

En este aspecto resulta de gran utilidad establecer incentivos para que los datos se utilicen. Esta actividad no necesariamente tiene que hacerse todo el tiempo, pero sí en determinados momentos, al menos mientras se posicionan en la entidad los procesos de apertura de datos.

Maratones de desarrollo.

Concursos en academia y calidatones de datos son algunas de las opciones para motivar al ecosistema a usar la información que publica el parlamento. Ante estos mecanismos, los incentivos no necesariamente deben ser financieros; también pueden ser de divulgación a través de los canales del parlamento, un espacio para discutir con parlamentarios en torno a temas de acceso y transparencia o mostrar el resultado de su trabajo en eventos internacionales en temas de Parlamento Abierto.

Audiencias que demanden datos.

La apropiación es el proceso mediante el cual la sociedad -o determinado grupo- logran empoderarse de un tema y movilizarlo por ellos mismos. Esto supone que los datos ya no son del Parlamento o de una entidad sino de los ciudadanos; ellos los demandan y no es -o no debería ser- sencillo dejarlos de entregar.

Cuando las audiencias han recibido información de calidad, se han entrenado en mecanismos para mejorar su aprovechamiento, han creado productos de valor a partir de la información y han podido realizar control social efectivo a sus gobernantes, significa que el tema ya es de la agenda de un colectivo. Cabe recordar que el derecho de recibir y acceder a información es fundamental en una democracia y tal como sucede con otros derechos, como por ejemplo la salud o la educación, no es optativo dejarlo de reconocer.

Si bien la labor de los parlamentos no es enseñar sobre datos abiertos ni alimentar permanentemente un ecosistema con acciones de apropiación, sí puede establecer mecanismos con otros actores de gobierno o de la sociedad civil para lograr que la apropiación de la información sea una realidad.

En Colombia, uno de los conjuntos de datos más robustos que existe en el portal nacional es el que tiene que ver con los procesos de compra pública. Este dataset se actualiza diariamente, tiene cerca de 10 millones de registros y es uno de los más visitados; incluso muchos desarrollos o tableros se hacen consumiendo el dataset vía API. En 2019, por labores relativas a la actualización y mejora en campos del conjunto de datos, este estuvo fuera del aire durante un día, y este tiempo fue suficiente para que periodistas y grupos de la sociedad civil reclamaran por su indisponibilidad.

Esto dejó dos enseñanzas. La primera, que siempre que se ajuste la información y ésta deje de estar disponible (así sea temporalmente) hay que avisar a los usuarios de manera previa y la segunda, que cuando se genera un proceso de apropiación y los datos se usan con diversos fines, los productores no deben dejar de garantizar un servicio de acceso que ya estaba disponible.

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