6 minute read

Cuadro 2: Influencias económicas y sociales en el surgimiento de distintas ideologías

Next Article
BIBLIOGRAFÍA

BIBLIOGRAFÍA

elecciones de 2012, obtuvo el suficiente porcentaje de votaciones para estar representado en cuatro Parlamentos estatales. Los piratas, quienes inicialmente se enfocaron en la preservación de los derechos civiles en Internet, han comenzado a surgir como un partido social liberal y han trabajado con otros partidos para promover sus políticas prioritarias, incluyendo la reforma de las leyes de derechos de autor y patentes, la mejora de los derechos de privacidad personal y una mayor transparencia en el Gobierno. Sus recientes éxitos electorales y el uso que hacen de la tecnología para facilitar la participación de los miembros en la toma de decisiones del partido han llamado la atención de los medios de comunicación de Alemania y el mundo. El Cuadro 2 describe la manera en que los acontecimientos económicos y sociales han influido en el surgimiento de distintas ideologías.

CUADRO 2: INFLUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES EN EL SURGIMIENTO DE DISTINTAS IDEOLOGÍAS

En Europa, una combinación de cambios políticos, sociales y económicos, incluyendo la industrialización y las Revoluciones Francesa y Estadounidense, ayudaron a forjar las ideas y los principios en los que se sustentan el conservadurismo, el liberalismo y la democracia social. John Locke y otros filósofos políticos veían a las personas libres como la base de una sociedad estable y argumentaban que los Gobiernos debían existir para proteger los derechos inherentes de los individuos. Este movimiento de democracia representativa o liberalismo político también encendió la búsqueda de la libertad económica, con el apoyo de personas como Adam Smith, quienes argumentaban en contra de la intervención del Gobierno en el comercio y otros asuntos económicos. De manera similar, el movimiento conservador se desarrolló como una reacción a la Revolución Francesa, un suceso que Edmund Burke y otros consideraban como una destrucción perversa de ideas muy arraigadas basadas en la religión, la tradición y la aristocracia. En respuesta a esto, favorecieron los esfuerzos por promover y proteger las instituciones establecidas. Karl Marx, en sus escritos de finales del siglo XIX, predijo que el capitalismo llevaría, a la postre, a una revolución en la que las clases trabajadoras se rebelarían contra la explotación sufrida a manos de las clases acaudaladas e instituirían la propiedad comunitaria de la producción económica. Los socialistas reformistas, precursores de los socialdemócratas de la actualidad, adoptaron una postura más moderada a principios del siglo XX, al abogar por una reforma dentro del sistema capitalista en lugar de una revolución.

Con el paso de las décadas, cada una de estas familias ha llegado a abarcar una serie de tendencias políticas, cada una de las cuales representa diferentes combinaciones de posturas a lo largo de una escala móvil para distintos principios políticos. Por ejemplo, la familia liberal incluye a los conservadores liberales y a los liberales conservadores, y estos últimos ponen especial énfasis en las inquietudes de los conservadores clásicos en cuanto a la preservación de la tradición, el respeto de la autoridad y el papel de la religión en la sociedad. Hoy en día, el espectro de los partidos de tendencia derechista incluye la derecha radical, los conservadores cristianos y la centroderecha; por su parte, la izquierda abarca a los comunistas, los socialistas, los socialdemócratas y los progresistas. En muchos aspectos, las filosofías conservadora, de izquierda y liberal reflejaban distintas visiones e intentos por forjar la naciente sociedad industrial y la del futuro. A medida que transcurría el siglo XIX, cada una de estas ideologías se fue desarrollando cada vez más y con frecuencia se asociaba con diferentes grupos socioeconómicos. Asimismo, han surgido nuevas familias en respuesta al cambio social.

Por ejemplo, para la década de 1960, ya estaban empezando a surgir las sociedades posindustriales y, junto con ellas, sociedades más fluidas con un mayor enfoque en la persona y no en las comunidades o los grupos sociales. En Australia, Europa y Nueva Zelanda, esta década vio un auge económico caracterizado por un impresionante desarrollo de infraestructura pública y expansión industrial. Dados el aumento en los niveles de afluencia y los avances en el transporte y las comunicaciones, se satisfacían una mayor variedad de necesidades materiales básicas y la gente de distintas partes del mundo estaba cada vez más interconectada. Sin embargo, surgieron nuevas inquietudes sobre los costos de la industrialización y los problemas de igualdad racial, de género y global atrajeron cada vez más atención.

Para la década de 1970, la crisis energética mundial, la recesión económica, la alta inflación y un informe acerca de “Los límites del crecimiento”,2 habían suscitado serias preguntas acerca de los posibles costos ambientales y sociales del desarrollo

23

económico e impulsaron el desarrollo de los grupos ambientalistas locales, los cuales se movilizaron a nivel nacional por primera vez en torno a las inquietudes acerca del desarrollo de la energía nuclear en la década de 1970 e hicieron notar problemas que según ellos estaban siendo desdeñados por los grupos tradicionales como las Iglesias y los sindicatos obreros. El surgimiento de estos grupos en la escena nacional coincidió con un creciente movimiento a favor de una mayor solidaridad internacional entre los países industrializados del “Norte” y los países del “Sur” y las demandas de igualdad de derechos del movimiento feminista. A finales de la década de 1970, elementos de cada uno de estos movimientos, especialmente los verdes, frustrados porque los partidos políticos tradicionales —conservadores, socialdemócratas y liberales— no habían abordado sus inquietudes de manera suficiente, comenzaron a formar sus propios partidos políticos y a buscar cargos de elección popular.

Referencias

1. Manual on Political Party Identity and Ideology, NDI (Washington, D.C.: NDI, 2008) 2. El libro Los límites del crecimiento, de Donella Meadows, escrito en 1972, analizaba las posibles consecuencias de un crecimiento económico y poblacional desenfrenado dados los recursos limitados de la Tierra. La inevitable conclusión del libro era que las tasas de crecimiento de la década de 1960 no eran sostenibles.

La ideología también es relativa: un determinado partido político es verde, de izquierda, centrista, o liberal tanto por su afinidad con los demás miembros de su familia ideológica como en relación con sus competidores. Por ejemplo, con el tiempo, los partidos tradicionales han puesto más atención al medio ambiente, la solidaridad internacional y la igualdad de género, con lo cual se incorporan algunos de los temas que contribuyeron a la creación de los partidos verdes. Al mismo tiempo, a medida que los miembros del partido verde obtenían cargos de elección popular y empezaban a influir en la política local y nacional, se adaptaron al desarrollar posturas en una gama más amplia de temas y al profundizar su enfoque conceptual en el desarrollo sustentable. De este modo, los partidos de las familias ideológicas clásica y verde han evolucionado en respuesta a la competencia y los cambios sociales. Estos procesos de renovación han ocurrido tanto a nivel de la familia, como dentro de los partidos políticos. (La sección sobre desarrollo y actualización de los principios y valores políticos incluye información adicional acerca de la manera en que han evolucionado estos procesos.)

Cada familia ideológica engloba una serie de partidos e individuos cuyos valores y creencias fundamentales son lo suficientemente extensas(os) como para proporcionar un sentido de propósito o destino común o de comunidad, a la vez que contempla cierto grado de diferenciación en la interpretación de dicha visión del mundo o la manera en que esta se materializa. De este modo, puede ser difícil definir las ideologías individuales con “precisión matemática”21 pero con frecuencia es posible definir algunas de las características más comunes asociadas a cada una de ellas. Por ejemplo, un intento reciente por evaluar las opiniones que comúnmente tienen los liberales en Europa encontró varias diferencias de un país a otro. El informe señalaba “fuerza en la diversidad de opiniones liberales. Europa es el orgulloso portador del estándar de varias vetas de liberalismo, todas imbuidas de sus propias ricas herencias filosóficas” . Concluía que el rango mínimo de valores liberales universales incluye libertad, igualdad y tolerancia e identificaba a la persona como el punto de inicio a partir del cual los liberales pueden desarrollar posturas sobre distintos temas.22

This article is from: