Red Información Edición 38

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El Programa RED INNOVACIÓN es una iniciativa que permite el intercambio de experiencias políticas y sociales de América Latina y el Caribe, donde se facilitan espacios de comunicación y diálogo entre organizaciones de la sociedad civil, líderes y lideresas políticas, sociales y expertos de Latinoamérica.

EDITORIAL

Francisco Herrero

Asociado Global

Andrea Fernández

Gerente de Programas - Red Innovación

Diego Torres

Oficial de Programas - Red Innovación

Alejandra Florian

Asistente de programas - Red Innovación

Karen Fonseca Saavedra Diseño y diagramación.

a un click de:

PODCAST /

Avances y desafíos en el marco de la inclusión de género en partidos políticos, una conversación con Beatriz

Quintero y Marisol Pérez.

manual webinar /

Episodio 26 05 Julio 2023

Planeación Estratégica en Partidos Políticos

CONVERSATORIO VIRTUAL: INTELIGENCIA ARTIFICIAL

¿Cuál es su rol en la democracia actual?

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CONTENIDO

PENSAMIENTOS

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Democracia ambiental: donde medio ambiente y democracia se encuentran.

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Desafíos de la participación política de la mujer en el concejo municipal de Neiva, períodos 2012 a 2023.

PAG.25

El tablero político se movió algunas lecturas políticas para la democracia en Chile.

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En búsqueda de la paridad y la igualdad de género en México: análisis al Libro Blanco en materia de Igualdad de Género, Acciones Estratégicas.

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ENTREVISTA

Avances y desafíos en el marco de la inclusión de género en Partidos políticos, una conversación con Beatriz Quintero y Marisol Pérez.

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Colombina Schaffer y Ezio Costa Cordella Eugenio Ortega Frei - Luis Ruz Olivares Aria Renata Tallavas Garcia DE LA REGIÓN Juan Felipe Ramírez Preciado

Colombina Schaeffer

Subdirectora de Ciudadanía Inteligente cschaeffer@ciudadaniai.org

Socióloga (Universidad Católica de Chile) y doctora en Gobierno y Relaciones Internacionales (University of Sydney).

Ezio Costa Cordella

Director Ejecutivo de la ONG FIMA e.costa@fima.cl

Abogado y Phd. en Derecho, Universidad de Chile. Master en Regulación, London School of Economics. Es profesor de la Universidad de Chile.

Democracia ambiental:

donde medio ambiente y democracia se encuentran

Colombina Schaffer - Ezio Costa Cordella

Sin medio ambiente no hay democracia

La idea de una democracia ambiental (o ecológica) ronda hace décadas en círculos académicos y en el propio movimiento ecologista, y si bien en espacios más orientados a la práctica y la política pública es todavía novedoso y no siempre está claramente definido, de a poco se ha ido generando un espacio de reconocimiento en la labor pública.

La relación entre democracia y medio ambiente tampoco es del todo clara ni libre de controversia, cuestión en la que poco ayuda el hecho de que exista un concepto político-jurídico que convive con otro político-social, como veremos.

Para organizaciones como las nuestras, trabajando en medio ambiente y democracia, la relación entre ambos conceptos se ha vuelto cada vez más ineludible (Schaeffer, 2016). No es posible la democracia sin un medio ambiente protegido, ni tampoco la protección ambiental sin una democracia sana. Nos lo dice tanto la teoría como la práctica, y asimismo el trabajo en los territorios y con la ciudadanía.

En el siguiente artículo exploramos el concepto de democracia ambiental y ecológica, así como las tensiones que pueden surgir entre ellos. Profundizamos en por qué, desde nuestra perspectiva, ambos conceptos se requieren

mutuamente, y señalamos cómo en América Latina tenemos una oportunidad única para hacer realidad la democracia ambiental con el Acuerdo de Escazú (CEPAL, 2022).

El surgimiento del medio ambiente

Desde la década de 1960 la protección del medio ambiente ha surgido lentamente como tema de interés generalizado. Primero alcanzó cierta prominencia en los países industrializados, y poco a poco fue adquiriendo popularidad en todo el mundo como un tema nuevo y diferenciado. La rápida degradación del mundo natural y también de nuestros hábitat ha sido un motor importante en el avance de esta preocupación.

A partir de la década de 1990, el medio ambiente se convirtió en un tema de preocupación generalizada, ocupando un espacio ineludible en el dominio público y también privado. Esto estuvo relacionado con una crisis que diversos autores han definido como crisis de la modernidad y de las sociedades industriales así como con el surgimiento de nuevos movimientos sociales (Dryzek, 2005; Dryzek & Schlosberg, 2005; Latour, 2004; Meyer, 2006).

Surgieron movimientos ciudadanos, organizaciones y partidos políticos que han hecho de la protección ambiental su bandera, al tiempo que se cerraban los grandes acuerdos que van a marcar el devenir de la política y la legislación ambiental. En la Cumbre de la Tierra de 1992, mientras la Declaración de Río fijaba pautas para la protección ambiental, la Agenda 21 lo hacía para el desarrollo sostenible, y las Convenciones Marco de Cambio Climático y para la Diversidad Biológica abrían la gobernanza sobre bienes comunes globales.

Surgieron movimientos ciudadanos, organizaciones y partidos políticos que han hecho de la protección ambiental su bandera

La reflexión política fue causa y efecto del surgimiento del medio ambiente como tema de interés, y de su relación con otras temáticas como la democracia1. ¿Son las sociedades democráticas más sustentables? ¿Qué tipo de gobernanza promueve una relación sana entre medio ambiente y sociedad? ¿Qué rol le cabe a la participación ciudadana en la toma de decisiones ambientales? ¿Hay tipos de democracia, por ejemplo la deliberativa, más afines con sociedades más ecológicas?

La democracia ambiental tomó entonces dos derroteros. El primero, de corte más jurídico, vería en la consagración de los derechos de acceso (a la información, participación y justicia) el modo en que la democracia ambiental se concreta. El segundo, de tintes más político-sociales, pensaría en la distribución del poder y la incorporación de las variables ambientales en la configuración del Estado y las sociedades modernas.

1. De los años 1990 datan el primer libro en hablar de democracia ecológica en su título (Morrison, 1995) y la primera monografía sobre democracia ambiental (Mason, 1999).

Democracia y medio ambiente

Cabe destacar que la relación entre democracia y medio ambiente no es obvia ni evidente. No existe evidencia contundente que demuestre que las sociedades democráticas son necesariamente más ecológicas, ni viceversa. Existe un grupo importante de expertos y académicos que han intentado probar las credenciales ecológicas de la democracia, pero también otros que han cuestionado de manera importante esa aseveración, e incluso quienes han teorizado con el autoritarismo ambiental.

La democracia es percibida como demasiado lenta, comprometedora, engorrosa y capturada por grupos de interés y actores con poder de veto para generar el cambio transformador necesario para la sostenibilidad. En cambio, las versiones “ecoautoritarias” o “de supervivencia” argumentan que es necesaria una respuesta jerárquica, tecnocrática y centralizada con un estado fuerte o “leviatán verde” -y una autoridad global equivalente- para evitar una catástrofe ambiental (Pickering et al 2020, p. 3-4, traducción nuestra).

En este sentido, existen importantes desafíos al hablar de la crisis ecológica e intentar ligarla a la discusión democrática. Mencionamos aquí algunos (basado en Pickering et al 2020):

Participación ciudadana y populismos: no siempre los procesos de participación ciudadana supondrán decisiones ecológicas, basadas en información certera o que contemplen intereses de largo plazo. Por otra parte, la creciente

desafección con la democracia a nivel global ha supuesto también el auge de populismos autoritarios que muchas veces son también anti ambientales.

El rol de la técnica y los expertos: la histórica tensión entre ciencia, tecnología y democracia, y qué rol le cabe a los expertos y la ciudadanía en general, así como qué voces deben ser escuchadas con mayor (o menor) fuerza.

El nexo entre democracia y medio ambiente a distintas escalas: los problemas ambientales son muchas veces transnacionales y necesitan ser enfrentados en esa escala, a la vez que muchas de las soluciones para los desafíos actuales suponen un regreso a lo local. Conciliar distintas escalas y niveles de acción es un desafío importante.

El problema de los límites: al hablar de derechos ambientales o del medio ambiente, los límites dejan de ser claros (queremos protección antropo o ecocéntrica, por ejemplo). Al pensar en los límites ecológicos y qué efectos debiesen tener estos sobre la democracia, surgen reflexiones en torno a si la democracia debiese ser limitada atendiendo a estos límites.

Hacer frente al cambio climático es un ejemplo paradigmático de los desafíos democráticos que supone un problema ambiental. Los foros internacionales no han logrado funcionar a la velocidad y en la escala necesaria, no contamos con un sistema global para tomar decisiones más allá (y/o por sobre) los Estados nacionales -que muchas veces velan por sus intereses en una lógica nacional y no global-, y las consecuencias de actuar de cierta forma en un lugar impactan en otro lugar distante y aparentemente no relacionado. Muchas veces no se cumple el

principio democrático por excelencia de consulta a todas las partes afectadas por una decisión, y no todas las voces tienen igual peso cuando entran en juego dinámicas geopolíticas. Qué decir del desafío de incluir a generaciones futuras o entidades no humanas en la discusión.

De acuerdo a nuestro diagnóstico, los problemas de las democracias están principalmente en el diseño y práctica de sus instituciones. La democracia meramente electoral, si bien necesaria y un aspecto del proceso democrático, reduce las oportunidades de acción política casi exclusivamente al momento de elegir a las y los representantes. Estos sistemas tienen niveles de desarrollo muy dispares y muchas veces están reducidos en lo que respecta a otros elementos necesarios para la existencia y protección de una democracia plena, como los contrapesos efectivos, la participación permanente, la competitividad e inclusión. Esto impide la incorporación de la diversidad interseccional de la sociedad en las decisiones, afectando la legitimidad y, por lo tanto, eficacia, de las políticas públicas al carecer de raíces sociales o coaliciones fuertes que las respalden (Brinks, Levitsky & Murillo, 2020). Es por esto que para ser efectiva, la democracia ambiental (y ecológica) necesita hacerse cargo de esos desafíos para lograr tanto legitimidad como la anhelada protección y sostenibilidad ambiental.

Democracia ambiental y ecológica: concepto político-social

Las tensiones descritas pueden entenderse mejor si nos concentramos en la propuesta de Pickering et al (2020), quienes realizan una exhaustiva revisión de los conceptos de democracia ambiental y ecológica.

La distinción entre democracia ecológica y ambiental puede ayudar a clasificar las teorías del nexo entre democracia y medio ambiente. La democracia ecológica es más crítica con las instituciones democráticas liberales existentes, particularmente aquellas asociadas con los mercados capitalistas, los derechos de propiedad privada y el sistema multilateral predominante, y más ecocéntrica. (...) La democracia ambiental, por el contrario, gira en torno a la reforma (en lugar de la transformación) de las instituciones existentes de la democracia liberal. Por lo tanto, la democracia ambiental resuena con ideas de liberalismo verde (Wissenburg, 1998) o ambientalismo liberal. (Bernstein, 2001) y también es más antropocéntrica en su perspectiva. (...). (p.4 , traducción nuestra)

Damos cuenta de esta tipificación porque nos muestra características útiles para entender la democracia ambiental (y ecológica) en su sentido político-social. Los autores destraban la discusión y proponen salir de la lógica excluyente y centrada en cuán radical debe ser el enfoque, para encontrar espacio para la incrementalidad y colaboración entre conceptos, estrategias, acciones y actores, entendiendo que cualquier concepto que se

Estos sistemas tienen niveles de desarrollo muy dispares

use (ambiental o ecológica) hará referencia a un mismo asunto que opera como un continuo de menor o mayor incorporación de la protección del medio ambiente en la configuración política de un Estado.

En este proceso, la incorporación de democracia ambiental desde el punto de vista jurídico, es decir, centrada en derechos de acceso (a la información, participación y justicia) resulta útil, pero insuficiente, pues el despliegue necesario de fuerzas que supone una incorporación completa de las variables ambientales en el andamiaje democrático excede a las posibilidades de los derechos de acceso. Sin perjuicio de ello, y como veremos, esos derechos pueden ayudarnos a crear un camino mediante el cual oxigenar y enverdecer nuestras democracias.

Una propuesta desde la sociedad civil en América Latina para el Sur Global

Desde nuestra perspectiva, la democracia ambiental nos presenta una oportunidad para avanzar y profundizar los procesos democráticos y de protección ambiental de nuestras sociedades. Entendemos, además, que no es posible separar la dimensión ambiental de la social, y que en la región los conflictos sociales son muchas veces conflictos socioambientales (Escobar, 2008; Latour, 2004; Schaeffer, 2016).

En el plano jurídico, la relación entre ambos dominios (medio ambiente y democracia) se puede rastrear al Principio 102 de la Declaración de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1992), pasando por la Convención Aarhus (1998), las Directrices de Bali (2010) y finalmente el Acuerdo de Escazú (2018).

Este último Acuerdo es sin dudas el más relevante para nosotros, por cuanto tiene un ámbito territorial determinado en América Latina y el Caribe y sienta las bases para generar estándares de gobernanza ambiental en la región. Así por ejemplo, en su Artículo 7, sobre “Participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales” establece principios para la toma de decisiones ambientales en la región, que incluyen:

Mecanismos de participación abierta e inclusiva en los diversos procesos de toma de decisiones con impactos significativos sobre el medio ambiente y la salud.

2. “El mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados, en el nivel que corresponda. En el plano nacional, toda persona deberá tener acceso adecuado a la información sobre el medio ambiente de que dispongan las autoridades públicas, incluida la información sobre los materiales y las actividades que encierran peligro en sus comunidades, así como la oportunidad de participar en los procesos de adopción de decisiones. Los Estados deberán facilitar y fomentar la sensibilización y la participación de la población poniendo la información a disposición de todos. Deberá proporcionarse acceso efectivo a los procedimientos judiciales y administrativos, entre éstos el resarcimiento de daños y los recursos pertinentes” (Principio 10, Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, 1992).

la democracia ambiental nos presenta una oportunidad

Participación pública temprana, con plazos razonables, informada (lenguaje comprensible y a través de medios pertinentes), asegurando una oportunidad para presentar observaciones e informando de las decisiones adoptadas con sus motivos y fundamentos. Enfoque intercultural y establecer condiciones propicias para que la participación se adecúe a características sociales, económicas, culturales, geográficas y de género.

Los órganos competentes deben realizar esfuerzos por identificar y alcanzar al público directamente afectado por proyectos y actividades que tengan o puedan tener impacto significativo.

El Acuerdo de Escazú fue co-construido por gobiernos y sociedad civil de la región. Un ejemplo reconocido al respecto es que la inclusión de la protección de defensores ambientales en este surge de la solicitud de estas mismas organizaciones. Podríamos entonces argumentar que el Acuerdo en sí mismo es una primera piedra en el camino por incorporar la protección ambiental en nuestras democracias.

Si bien el Acuerdo de Escazú se parece mucho a la Convención de Aarhus, su ámbito territorial de aplicación, la forma en que se ha creado y el momento en que se instala resultan particulares y cruciales. La crisis climática y ecológica que afecta al planeta tiene una expresión particular en América Latina y el Caribe, especialmente cuando pensamos en el rol que las dinámicas geopolíticas y globales le quieren asignar a nuestros países en la transición ecológica y económica.

En este sentido, Escazú nos permite entender el riesgoso momento que vivimos

como una oportunidad para, mediante los derechos de acceso, incorporar efectivamente en nuestras democracias un pensamiento que vea la interdependencia de sociedades y naturalezas y que, actuando en concordancia, tome decisiones que potencien el bienestar de todas las partes involucradas. El Acuerdo de Escazú establece estándares a nivel regional que de ser incorporados en la toma de decisiones a nivel local y nacional permitirían acercarnos al ideal de la democracia ambiental tanto como concepto político-jurídico como concepto político-social.

Para que lo anterior suceda, el trabajo de las personas y organizaciones es crucial. Primero, logrando una implementación efectiva del Acuerdo de Escazú, y luego conduciendo procedimientos que tengan impactos en las políticas públicas de nuestros Estados profundizando lógicas democráticas y ambientales.

Bibliografía

Brinks, D.M., Levitsky, S. & Murillo, M. (2020). The Politics of Institutional Weakness in Latin America. Cambridge University Press.

CEPAL. (2022). Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe. Disponible en: https:// repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/43595/S2200798_es.pdf

Dryzek, J. (2005). The Politics of the Earth: Environmental Discourses. Oxford: Oxford University Press.

Dryzek, J. & Schlosberg, D. (Eds.). (2005). Debating the Earth: The Environmental Politics Reader. Oxford: Oxford University Press.

Escobar, A. (2008). Territories of Difference: Place, Movements, Life, Redes. Estados Unidos: Duke University Press.

Latour, B. (2004a). Politics of Nature. How to Bring the Sciences into Democracy. Cambridge, Londres: Harvard University Press.

Mason, M. (1999). Environmental democracy. London: Earthscan.

Meyer, J. M. (2006). Political Theory and the Environment. En: J. Dryzek, B. Honig & A. Philipps (Eds.), The Oxford Handbook of Political Theory. Estados Unidos: Oxford Handbooks Online.

Morrison, R. (1995). Ecological democracy. Boston, MA: South End Press.

Pickering, J., Bäckstrand, K. & Schlosberg, D. (2020). Between environmental and ecological democracy: theory and practice at the democracy-environment nexus, Journal of Environmental Policy & Planning, 22:1, 1-15, DOI: 10.1080/1523908X.2020.1703276

Schaeffer, C. (2016). Democratizing the Flows of Democracy: Patagonia Sin Represas in the Awakening of Chile’s Civil Society. En: S. Donoso y M. von Bülow (Eds.) (2016), Social movements in Chile: Organization, trajectories, and political impacts. Nueva York: Palgrave McMillan.

Desafíos de la participación política de la mujer

EN EL CONCEJO MUNICIPAL DE NEIVA, PERÍODOS 2012 A 2023.

La ciudad de Neiva, se encuentra ubicada en Colombia, cuenta, según el informe realizado por el DANE en su Censo Nacional de Población y Vivienda (CNPV) del año 2018 con una población estimada de 314.526 personas, donde se estima que 164.001 (52,1% de la población total) son mujeres, siendo adicionalmente la capital del departamento del Huila. El presente año resulta importante de caras a las elecciones en los escenarios de representación local y nacional, toda vez que en el mes de Octubre se celebran las elecciones para los nuevos cabildantes de los concejos municipales y de las alcaldías, con base en esto, se debe plantear la interrogante frente a cómo se evidencia el fenómeno de la lucha desigual por la representatividad política en el territorio.

Estos escenarios de representación son vitales para el ejercicio democrático, toda vez que son una disputa política, entendida esta como política

Un fenómeno que se encuentra en y entre todos los grupos, instituciones (formales e informales) y sociedades, pasando por la vida pública y privada. Está involucrada en todas las relaciones, instituciones y estructuras implicadas en las actividades de producción y reproducción en la vida de las sociedades. La política crea y condiciona todos los aspectos de nuestra vida, y está en el centro del desarrollo de los problemas en la sociedad y de los modos colectivos de resolución. Por los tanto, la política trata del poder; trata de las fuerzas que influyen y reflejan su distribución y empleo (…). (Held, D y Leftwich, A en Manual de ciencia política, 2005, pág. 29)

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En este sentido, la política es un lugar en disputa por el bien común de la sociedad que buscan perpetuar una serie de valores y conductas, esta búsqueda está mediada por los conflictos y por el uso del poder. No obstante, la política ha sido un lugar históricamente privilegiado para los hombres, toda vez que limita el rol de las mujeres para participar de la toma de decisiones sobre la vida en común, en la construcción mancomunada de propuestas de futuro y proyectos de sociedad. Por lo tanto, se puede afirmar que la política es machista y patriarcal.

En este orden de ideas, las disputas por el bien común en Colombia se realizan en entidades denominadas Concejos Municipales, particularmente en Neiva, el Concejo:

Es una Corporación Administrativa de elección popular, compuesta por 19 cabildantes elegidos para un período de cuatro años y cuyo funcionamiento tiene como eje rector la participación democrática de la comunidad. (…) Enfoca sus esfuerzos a trabajar en beneficio del desarrollo socioeconómico de la ciudadanía, siendo voceros de los intereses plurales de la misma, a fin de garantizar el desarrollo integral del territorio y promover la igualdad y la inclusión de sus habitantes. (Concejo de Neiva, S.f.)

Al contar con una participación limitada, como se mostrará más adelante, las decisiones quedan en manos de la mayoría hombres, lo que genera unos retos para posicionar las temáticas y demandas de la población femenina y con enfoque de género que demanda la agenda pública, debido a que en el municipio de Neiva, las decisiones son basados en el modelo Top-down o de-

nominado Tiranía de la oferta, siguiendo las palabras de Thoening, siendo que en esta

(...) representación las necesidades vuelven a descender. De esta manera, “son las autoridades públicas quienes modelan las necesidades. La oferta gubernamental estructura y condiciona las necesidades de acción pública que experimenta la población”. (Meny y Thoening, 1992, pág. 111)

Análisis de períodos electorales al concejo de neiva

El análisis cuantitativo, de los resultados en los últimos tres períodos al concejo de Neiva, genera un panorama frente los desafíos que se toman para ir posicionando a las mujeres en las tomas de decisiones, pero que muestran un avance progresivo, por lo que, de cara a estas elecciones de unidades municipales, puede brindar un panorama de cuáles serán los posibles resultados.

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La oferta gubernamental estructura y condiciona las necesidades de acción pública

En esta primera tabla podemos observar que de los 19 cabildantes, sólo dos son mujeres, adicionalmente, estas se encuentran ubicadas en los últimos lugares. En cuestión de votos, las mujeres obtuvieron un total de 2.621 votos, a comparación de los 29.094 votos de los hombres, que de manera porcentual representa una relación del 8,3% frente al 91,7% de votos que percibieron estos últimos. Esto muestra una posible desconfianza de los votantes al momento de decidir por las candidatas de los partidos.

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Para el siguiente período electoral, años 2016-2019 hay una leve mejora, donde surge la figura de una tercera cabildante. No obstante, resulta llamativo que ninguna de las anteriormente elegidas, repite curul para este período.

Siguiendo el análisis, la cantidad de votos que percibieron las mujeres para este período es de 6.039 votos, en relación a los 38.472 votos que percibieron los hombres, con una mejora leve de 13,6% frente a 86,4% de votos para los hombres. Si bien quedan relegadas a los últimos puestos, presenta una leve mejora a la hora de la toma de decisiones y para la realización de Lobby, reconociendo que las tres cabildantes son de partidos diferentes.

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Finalmente, encontramos el período 2020-2023 una variación significativa en la elección popular de concejales, en primer lugar porque se aplica la Ley de oposición en el país, donde la segunda persona con mayor votos en la elección de alcaldía, puede acogerse a un puesto en el concejo de Neiva, y en segundo lugar porque las mujeres toman fuerza para su posicionamiento en los resultados.

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Si bien se sigue presentando una disparidad en función de la relación de cabildantes, si se discriminan los votos por el candidato Germán Casagua, encontramos que hubo 8.080 votos en total por las tres cabildantes elegidas y 30.499 votos por los hombres, lo que representa una relación del 21% a 79% respectivamente. Adicionalmente, la concejala Leyla Rincón repitió curul, lo que permite el continuar con el posicionamiento de la agenda ambiental que ha sido el gran referente político de ella.

cumplir las mujeres que las aleja del mundo de lo público. (Palma, Marybel. pág. 3. S.f.) Esto se ve comúnmente reflejado en la cotidianidad de la sociedad en comentarios como que “las mujeres deben encargarse del hogar” o que “la política debe ser para los hombres”, entre otras. Y en los escenarios políticos en diferentes escenarios de representación popular, desde 1986 por medio de la Ley 78 del mismo año, que permitió la elección popular de diferentes autoridades tanto locales como departamentales. En el caso de la gobernación, Cielo González Villa en el período 2012-2013 ha sido la única mujer en el cargo; en la alcaldía de Neiva Cielo González Villa en los años 2004 a 2007 ha sido la única mujer alcaldesa; y finalmente, en el concejo, donde la participación es reducida.

Desafíos de la participación política de la mujer

Parte de la superación de los desafíos de la participación política de la mujer nacen en transformar una serie de obstáculos en la sociedad y en los escenarios de disputa comunes, que son referidos a varios momentos de la vida política de la mujer, estos son de entrada, partida y permanencia.

ENTRADA: Impuestos por la cultura en términos de los estereotipos sobre las esferas de acción y los papeles que deben

PARTIDA: Carencias que tienen las mujeres en términos de destrezas, conocimientos y oportunidades para entrar en el juego político en igualdad de condiciones con los hombres. (Ibid). Esta es una problemática generalizada en el quehacer político de la mujer, toda vez que la participación en listas de las mujeres cumple lo que denominaré una “cuota” como lo establece la ley de cuotas, Ley 1475 de 2011, la cual es “un mecanismo transitorio de discriminación positiva porque (es una medida) de ajuste para compensar, mediante leyes, factores estructurales de la sociedad que históricamente han dificultado la representación y la participación efectivas de la mujer.” (MOE. 2018:7). Esto se ve reflejado cuando los partidos cumplen con la demanda por ley de representación de mínimo el 30% de la lista por mujeres como se mostrará a continuación

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El caso del Partido Liberal Colombiano es uno de los muchos partidos en el municipio, donde se evidencia que la ley de cuotas de convierte en un “techo” que limita la participación de las mujeres en las listas, cumpliendo con la exigencia legal, que se ve reflejada en mínimo 6 mujeres inscritas en la lista, y quedando rezagadas a los últimos lugares con poco menos de mil votos. Destacando aquellas mujeres

que por sus procesos políticos de largo aliento logran posicionarse a través de los años en la palestra electoral.

PERMANENCIA: características del quehacer político con las que las mujeres no se sienten identificadas; son la razón principal por la que la mayoría de quienes participan en política deben retirarse. (Palma, Marybel. pág. 3. S.f.)

Acciones Afirmativas Como Escenario De Tránsito A La Participación Política Inclusiva

Comprendiendo el rol de la política, y cómo esta es un escenario en su mayoría machista y patriarcal, nacen una serie de acciones institucionales que buscan mediar esta disparidad e inequidad, como lo son las denominadas acciones afirmativas, estas

Comprende (n) todas las acciones utilizadas por los poderes públicos y aquellas provenientes de los inputs que ejercen los individuos en la esfera pública tendientes a lograr políticas públicas, prácticas equiparadoras y restablecedoras de los derechos fundamentales para grupos excluidos y discriminados como los afroamericanos, mujeres, indígenas, personas en situación de discapacidad, entre otros. (Durango, A., 2016, pág. 139)

De esta manera, los grupos poblacionales que históricamente se han visto rezagados en las disputas por los poderes públicos y que son mediados por elección popular, pueden tener garantías de participación. En el caso de Colombia, estas acciones se ven enmarcadas mediante la Ley 1475 de 2011, o también conocida como la Ley de

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equidad de género, en donde se establece que

Los partidos y movimientos políticos con personería jurídica podrán inscribir candidatos a cargos y corporaciones de elección popular previa verificación del cumplimiento de las calidades y requisitos de sus candidatos, (...) (en cuyas) listas se elijan 5 o más curules para corporaciones de elección popular o las que se sometan a consulta -exceptuando su resultado- deberán conformarse por mínimo un 30% de uno de los géneros. (Ley 1475 de 2011, art. 28)

Este tipo de acciones de listas se ve en el caso del Concejo Municipal de Neiva cuando cada partido, con opción a inscripción de 19 candidatos, inscribe a 6 mujeres. Lo que genera -a priori- mayor oportunidades para aspirar a cargos de elección popular. No obstante, como se comentó anteriormente, este tipo de leyes se convierten en un techo, ya que las listas de los partidos no pretenden superar este porcentaje de representación y añadiendo los obstáculos de la participación política de la mujer, los partidos optan por darle mayor respaldo a aquellos nombres (de hombres) situados históricamente en estos escenario políticos.

Este tipo de acciones, no obstante, muestra la intención de los hacedores de política, para un tránsito a una sociedad más equitativa y justa, por lo cual no se debe dejarle toda la carga a la ley, sino que debemos pensar que esta es una medida transitoria, por lo cual se deben generar transformaciones, tanto a nivel cultural que permitan una representación efectiva de las mujeres en estos escenarios de representación política popular, como a nivel intra partidos, donde se reconozcan las capacidades de las mujeres para el posi-

cionamiento de temáticas cruciales en nuestras sociedades actuales, y donde se genere mayor apoyo a los nuevos rostros que surgen en estos escenarios de participación.

CONCLUSIONES

La política es un lugar de conflicto y lucha por el bien común de la población, lastimosamente, en este escenario del quehacer político, son los hombres quienes históricamente han dominado estos escenarios de toma de decisiones, motivado toda vez a que se tienen una serie de prejuicios que limitan las posibilidades de las mujeres para participar en este tipo de lugares, ya sea por creer en la no capacidad para estar en estos lugares, o porque se afirman que el “lugar” de ellas está en la esfera privada, es decir, en el hogar, y que los asuntos públicos le atañen al hombre. Es por esto que se toman una serie de medidas legislativas de carácter transitorio para generar una mayor participación de aquellos grupos discriminados, en el caso de Colombia, lo es la Ley de cuotas de género.

En el caso del Concejo Municipal de Neiva, esta Ley ha significado un pequeño avance hacia las discusiones políticas y la puesta en la agenda pública de temas de género, permitiendo a medida que pasan los diferentes períodos electorales, generar una mayor representación e ir disminuyendo la brecha de votos entre ambos géneros. No obstante, se debe seguir apostando a una transformación cultural y a un mayor apoyo dentro de los mismos partidos para que las mujeres se sigan posicionando y tengan mayores garantías para poder disputar los escenarios de representación política locales.

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Referencias bibliográficas

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DANE, (2019). Resultados Censo Nacional y de Vivienda 2018 [Archivo PDF]. https://www.dane.gov.co/ files/censo2018/informacion-tecnica/presentaciones-territorio/191003-CNPV-presentacion-Huila.pdf

Durango Álvarez, Gerardo. 2016. Las acciones afirmativas como mecanismos reivindicadores de la paridad de género en la participación política inclusiva: Ecuador, Bolivia, Costa Rica y Colombia. revista de derecho, universidad del norte, 45: 137-168, 2016.

Elecciones de Autoridades Locales 2015 - Concejo - HUILA - NEIVA - República de Colombia. (2015). Registraduria.gov.co. https://elecciones.registraduria.gov.co:81/esc_elec_2015/99CO/ DCO19001ZZZZZZZZZZZZ_L1.htm

Ley 1475 de 2011 - Gestor Normativo. (2022, November 2). Funcionpublica.gov.co. https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?i=43332

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Moe. 2018. De la participación a la representación efectiva.

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Romo Morales, Gerardo y Alzate Zuluaga, Mary Luz (2017). La agenda pública en sus teorías y aproximaciones metodológicas. Una clasificación alternativa. Revista Enfoques: Ciencia Política y Administración Pública, XV(26),13-35.[fecha de Consulta 29 de Agosto de 2022]. ISSN: 07180241. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=96052974002

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El tablero político se movió

ALGUNAS LECTURAS POLÍTICAS

La elección del 07 de mayo es una de esas elecciones que cambian los escenarios políticos totalmente. No hay duda de que después de este evento electoral, en que votó más del 84% del padrón, el cuadro tiene otra composición. Este nuevo escenario, guste o no, condiciona el futuro político prácticamente de todos los sectores que hoy compiten por representar a los votantes en Chile. Y también afecta al funcionamiento de nuestra democracia.

El triunfo rutilante de un partido nuevo como Republicanos en el Consejo Constitucional chileno, es una muestra más de este fenómeno pendular de la política chilena y de alta volatilidad que se ha instalado en el sistema de partidos, sin lugar a dudas, se puede catalogar como un verdadero “tsunami electoral”, que solo se puede comparar con el triunfo del PDC en la elección parlamentaria de 1965 y que produjo, en la práctica, la crisis terminal de la derecha tradicional representada en esa época por el partido Conservador y en el partido Liberal, y que llevó a una creciente polarización de la izquierda chilena que no quiso o no entendió que debía llegar a acuerdos con la “Revolución en Libertad”. Ya sabemos cómo terminó esa historia.

Por esta razón, las preguntas principales que nos hacemos, a lo menos, son dos: primero, ¿cuáles son las causas que llevaron a este resultado? Y, luego, ¿cuáles son los efectos de largo plazo para el sistema de partidos y para el sistema político? Estas dos preguntas, de manera implícita, contienen una interrogante evidente, esta tiene que ver con la siguiente ¿cómo explicar la consolidación del avance de la nueva ultraderecha en Chile, encarnada en el Partido Republicano?

PAG. 25 EDICIÓN / 38 Eugenio Ortega Frei / Luis Ruz Olivares - Chile
PARA LA DEMOCRACIA EN CHILE

Desde nuestra perspectiva, esto exige tener una lectura que se sostenga en un diagnóstico profundo de lo que sucedió el domingo 7 de mayo y del impacto sistémico de los resultados. Debemos decir que hacemos este planteamiento ubicado desde una tradición política que ha promovido cambios sociales con gobernabilidad, paz social y prosperidad económica como una ecuación vital para el progreso de Chile desde la impronta del humanismo cristiano. Dicha salvedad, este artículo es un esfuerzo inicial que recoge el desafío de reflexionar sobre lo sucedido, promover el debate y empujar, junto con otros, la construcción de un nuevo camino para las fuerzas democráticas que aspiran a perseverar en el camino del progreso y la justicia social.

Un breve contexto sobre la democracia

La democracia hoy en el mundo está amenazada por un ataque desde adentro. Para algunos politólogos, como Pierre Rosanvallon, el problema del gobierno democrático no es sólo la crisis de representación, sino que también del “mal gobierno”, es decir, los déficits que se generan en la relación entre gobernados y gobernantes. Esta doble crisis, tanto de representación como de capacidad de respuesta, ha abierto la puerta a nuevos liderazgos que en apariencia tienen una vocación democrática, pero en realidad son liderazgos más bien de tipo autoritarios y populistas.

En este cuadro, los partidos de ultraderecha han avanzado exitosamente instalando una agenda global para competir electoralmente con éxito y hacerse del poder. Esta estrategia incluye, entre otros aspectos, los siguientes: acentuar la polarización de la sociedad durante las campañas electorales; asumir discursivamente la representación de todas las angustias reales acumuladas de las personas que han esperado por mucho tiempo

por avances sociales, económicos y en seguridad pública; la exaltación del conservadurismo religioso y moral (tanto católico como evangélico); y una permanente estrategia de marca partidaria en redes sociales con abundantes recursos económicos.

Así lo demuestra el camino que han seguido liderazgos como los de Donald Trump en EEUU y Jair Bolsonaro en Brasil. Y también con estrategias similares en Italia con Giorgia Meloni que proviene del Movimiento Social Italiano fundado por seguidores de Mussolini, la mano “implacable” y autoritaria de Nayib Bukele en El Salvador y la reciente reelección de Recep Tayyip Erdogan, un político intolerante, en Turquía. Hoy vemos con preocupación que, si bien se ocupan mecanismos de la democracia representativa, como las elecciones, para acceder al poder, luego el ejercicio se hace más bien con lógicas autoritarias o poco democráticas.

Es plausible decir que estamos en una época de riesgo democrático. Y en nuestro país, estamos volviendo a una cultura política donde vivir en democracia no es lo principal si es que el Estado no garantiza seguridad y crecimiento económico.

Respecto del comportamiento electoral, además, se trata de una elección que confirma la idea de que estamos en presencia de votantes desideologizados y más bien pragmáticos. Hoy vemos un electorado que se mueve por causas e intereses concretos que tienen que ver con su vida personal y su entorno directo, más que definirse por la adhesión a ideologías o corrientes de pensamiento. Esto explica por qué pasamos desde la Lista del Pueblo al Partido Republicano en menos de dos años. Es la política del péndulo como algunos politólogos lo han advertido. Tenemos que reconocer que hoy no existe una mayoría política y social homogénea.

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¿Qué nos dejó esta elección?

El Partido Republicano como el nuevo partido hegemónico de la derecha

Los Republicanos leyeron muy bien los efectos que tendría el voto obligatorio. Con un mensaje simple y apelando a la marca Partido Republicano, se llevaron una amplia mayoría de los más de tres y medio millones de nuevos votantes. El apoyo macizo a los Republicanos no responde al patrón tradicional del voto de la derecha en Chile y, en esta ocasión, lograron capitalizar el malestar generalizado con la política y el gobierno. De esta forma, el discurso anti-gobierno y anti-oposición, desarrollado por los republicanos encontró un terreno fértil.

Desde una dimensión programática, también se puede sostener que el Partido Republicano asemeja su planteamiento al modelo defendido por la dictadura militar en los ochenta. ¿Qué representan los Republicanos? Para decirlo brevemente, representan la mirada y la expresión del individualismo y una manera excluyente de lo social. Esta cultura se contrapone completamente respecto del valor de la comunidad y del humanismo integral.

La derecha tradicional sobrepasada por su flanco derecho

La elección del domingo 7 de mayo reafirmó un cambio de eje desde la derecha tradicional a la extrema derecha. La derecha tradicional enfrenta un futuro de incertidumbre. Esta elección remeció con fuerza a los partidos de esta derecha. El triunfo de Republicanos significó una dura derrota para Renovación Nacional y para la Unión Demócrata Independiente que se expresa en votos y también en tesis política. Por lo tanto, la encrucijada para estos partidos tradicionales de la derecha chilena dice relación con definir si se arriman a esta extrema derecha exitosa de Republicanos o, más bien, perseveran en una estrategia de diferenciación hacia adelante.

Si observamos los números, es un hecho indiscutible, considerando cualquier análisis electoral serio de la reciente elección, que la centroderecha chilena fue completamente sobrepasada. Hoy el Partido Republicano es el primer partido en forma individual en 15 de las 16 regiones y en 255 comunas del país (sumada la votación de la UDI, RN y EVÓPOLI sólo son la primera fuerza en 24 comunas). En perspectiva, se puede decir que este sector está sufriendo en carne propia los efectos político-electorales que desataron con el apoyo que le brindaron a José Antonio Kast en la primera y segunda vuelta presidencial pasada.

Hoy las posibilidades que tiene RN y la UDI de detener el avance electoral de los Republicanos, es prácticamente nulo. En consecuencia, es razonable sostener que la centroderecha ya fue derrotada electoralmente y es cosa de tiempo para que sus dirigentes nuevamente se sumen, aunque sea a regañadientes, a bailar al ritmo que les impongan los Republicanos porque son, hasta nuevo aviso, el nuevo partido hegemónico de la derecha.

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La Centro Izquierda y un paso difícil

Es evidente que la apuesta de los partidos de la centroizquierda no resultó como se esperaba. La definición de ir en una lista separada de los partidos de Apruebo Dignidad y el PC se sustentó sobre la idea que era necesario para acceder a un electorado distinto al de la izquierda más dura. Obviamente el hecho de no elegir un consejero es una dura derrota. La pregunta es si ese casi millón de votos obtenidos por la Lista del PDC, PPD y PR se podrían sumar de manera lineal a la votación de la lista de la izquierda representada en Unidad por Chile. Todo indica que sería improbable dado el contexto actual y el comportamiento de los nuevos votantes.

Eso sí hay una lección que recoger. Esto es que en períodos de creciente polarización y agrupamiento bipolar como el actual, el espacio de centro se reduce para estos sectores y en esta elección no fue la excepción. En época de crispación y polarización, vemos que los votantes toman posición entre los polos en disputa.

El Gobierno y los partidos de izquierda sosteniendo la estantería

Esta elección también significó una nueva derrota política para el Gobierno. Aunque se discuta este planteamiento, es evidente que los resultados de esta elección pueden interpretarse como una evaluación negativa del gobierno.

El hecho que la votación de la lista Unidad por Chile lograra el 28% de la votación permite decir que es un porcentaje de votación similar a lo logrado por el presidente Boric en la primera vuelta presidencial (26%) y que también se acerca a las evaluaciones de estudios de opinión que le dan un porcentaje de aprobación en torno al 30%. Además, con el Partido Socialista incluido en esta votación. Es decir, se trata

de una votación dura de la izquierda, pero que no representa una mayoría para gobernar y para hacer las transformaciones políticas y económicas necesarias. Probablemente, esta sea la principal conclusión frente a los resultados para este sector político.

A la luz de los resultados, se puede sostener que la impronta refundacional inicial que tuvo el gobierno ha quedado superada. Para adelante queda más bien un gobierno que tendrá que administrar con pragmatismo lo que queda de mandato. En lo político, además, se trata de un gobierno que ha debido sortear una permanente falta de cohesión interna, que no cuenta con la mayoría parlamentaria, con problemas de gestión en diversos temas sociales y con una importante crisis en seguridad pública que no logra resolver.

Algunas lecciones políticas para un

En el necesario esfuerzo por extraer lecciones que permitan tomar las mejores decisiones posibles hacia el futuro pensando en el sistema político, a continuación, ofrecemos tres lecciones que nos parecen sustantivas para el debate político actual y sus implicancias futuras. Estas lecciones son:

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futuro incierto
Para adelante queda más bien un gobierno que tendrá que administrar con pragmatismo lo que queda de mandato.

Primero, nunca olvidar que la calidad de la democracia puede tener avances y retrocesos.

La política es una construcción que se va realizando siempre a partir de las experiencias históricas de los países. Por ello, vale la pena recordar y adaptar a la nueva realidad algunas de las lecciones que el célebre politólogo Juan Linz, entregaba en la introducción del libro “El quiebre de la democracia en Chile” de Arturo Valenzuela. Al respecto, hay que señalar que los quiebres democráticos no se pueden comprender fijando la atención simplistamente sobre las tensiones socioeconómicas en la sociedad, o descartando los factores políticos como epifenómenos que sólo reflejan fuerzas societales más amplias. Es decir, que “las características estructurales subyacentes de las sociedades, incluyendo la desigualdad social y económica, la concentración del poder económico o profundas crisis económicas y sociales -sus conflictos actuales y latentes- pueden ser mejor comprendidos como parámetros que proveen una serie de oportunidades y obstáculos que afectan al conjunto y naturaleza de las decisiones que efectúan los actores sociales y políticos”.

En suma, que cuando la política se polariza, el rol de los actores políticos, sus decisiones y la adopción o no de una política consensual, adquiere aún más importancia y será, en definitiva, un factor crítico para el desarrollo del proceso. Por lo tanto, todo indica que, ante este nuevo escenario, la tarea política es trabajar en lograr una mayor articulación y cooperación entre fuerzas distintas, pero que comparten una vocación de transformación social para Chile. Se trata de volver a ofrecer gobernabilidad política para el país.

Segundo, las fuerzas políticas nunca deben olvidar que la política se hace sobre la realidad.

Luego de la elección, la ultraderecha quedó con capacidad de veto prácticamente en todo. Así, la discusión, la tramitación y la aprobación de una nueva propuesta Constitucional pasará, principalmente, por las manos de Republicanos. Por lo tanto, lo realista para las fuerzas progresistas será acordar un texto base que sea habilitante para el debate futuro. Muy probablemente el texto no será el óptimo y no dejará conforme a todos, pero lo principal será más bien que asegure un piso para avanzar hacia lo que significa un Estado Social y Democrático de derecho en el marco de una democracia de mayor calidad y cuya expresión sea un sistema económico donde se conjugue, de manera armónica, el crecimiento con la equidad social.

lo realista para las fuerzas progresistas será acordar un texto base que sea habilitante para el debate futuro.

El punto central es que la nueva Constitución debe ser representativa para una mayoría ciudadana que la haga suya. Será una Constitución tramitada por la derecha más cercana a la denominada “derecha pinochetista”, pero con la firma del Presidente Boric. Vaya la ironía del destino y de la política!!

Tercero, tener presente que la buena política obliga “hacer lo que hay que hacer”.

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Maquiavelo enseñaba al Príncipe que la política tiene reglas que se deben respetar. En este caso, la política supone realismo. Al gobierno sólo le quedan dos años de gestión. Por lo tanto, el desafío, en los hechos, es terminar como un gobierno que logró responder, en parte, a lo que fue su promesa inicial.

También queda el mismo plazo para que las fuerzas políticas acuerden y construyan un derrotero común. Sin ningún ánimo alarmista, sino sólo acudiendo al realismo político, de no mediar cambios políticos sustantivos en las fuerzas no conservadores y, especialmente en el gobierno, será muy difícil evitar el triunfo presidencial de los Republicanos.

Finalmente hay que decir que existe una responsabilidad mayor respecto de cómo cuidamos nuestra democracia. En el estado actual del debate, parece razonable recordar que existen una serie de condiciones para que un régimen democrático se consolide, según Samuel Huntington. Así, estas condiciones tienen que ver, entre otros factores, con una correlación adecuada entre la democracia y la generación y distribución de la riqueza, también una relación armónica de la democracia y con la estructura social y la promoción de una cultura política acorde con los principios que sostienen la democracia.

Por lo tanto, queremos advertir que cuando un país no logra tener este tipo de relaciones en niveles aceptables que propicien la necesaria legitimidad entre gobernantes y gobernados, estamos en la antesala del surgimiento de liderazgos autoritarios o populistas. Estas experiencias ya las hemos visto en algunos países y el resultado no es el mejor para sus ciudadanos. Nuestra invitación, en medio de un clima polarizado y fragmentado, aprendamos de estas lecciones, atendamos a las alertas y

definamos un camino común para profundizar la democracia en Chile. No hay tiempo que perder. Mañana puede ser tarde.

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En búsqueda de la paridad y la igualdad de género en México:

análisis al Libro Blanco en materia de Igualdad de Género, Acciones Estratégicas

La igualdad de género en la política de los Estados Unidos Mexicanos es un tema complejo que se encuentra en constante cambio y evoluciona con las ideas, con los intereses y con las necesidades de la sociedad. Con el paso de los años la igualdad de género se ha convertido en un tema de gran relevancia, pues cada vez las personas somos más conscientes de su importancia para construir una sociedad inclusiva, justa y libre de discriminación. Todas las personas, independientemente de su género, merecen igualdad de derechos, oportunidades y trato digno en todos los aspectos de sus vidas, pues lo anterior es clave para el desarrollo y el progreso de un país y del mundo en general.

En un mundo de constante evolución y desarrollo, es indispensable establecer un marco de convivencia inclusivo que traspase los límites generacionales y promueva la equidad de género en todos los aspectos de la cotidianeidad social. Es prioritario que las nuevas legislaturas en México encuentren métodos y acciones estratégicas para combatir la discriminación, la violencia y la opresión basada en el género.

La igualdad de género en la política de los Estados Unidos Mexicanos es un tema complejo que se encuentra en constante cambio y evoluciona con las ideas, con los intereses y con las necesidades de la sociedad. Con el paso de los años la igualdad de género se ha convertido en un tema de gran relevancia, pues cada vez las personas somos más conscientes

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de su importancia para construir una sociedad inclusiva, justa y libre de discriminación. Todas las personas, independientemente de su género, merecen igualdad de derechos, oportunidades y trato digno en todos los aspectos de sus vidas, pues lo anterior es clave para el desarrollo y el progreso de un país y del mundo en general.

Realizado por la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión, concentra las acciones realizadas para lograr la igualdad de género en legislaturas próximas, con la finalidad de erradicar la violencia y discriminación por cuestiones de género. Es por ello que en el presente artículo serán descritas las 7 acciones específicas para ser un parlamento sensible al género, así como los avances, logros y retos que tendrán las futuras Legislaturas de Paridad para lograr crear un país destacable en materia de igualdad de género.

La Cámara de Diputados en México

La Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, mejor conocida por las y los ciudadanos mexicanos como la Cámara de Diputados, se consagró en México en el año de 1824 en la Constitución Política y estableció un bicameralismo federal que determina que el número de representación debe ser proporcional al número de habitantes. En total se conforma de 500 diputados y diputadas que discuten el rumbo del país. (Cámara de Diputados, s/a). La Cámara de Diputados se define como:

Un órgano de representación popular que se inserta como una instancia integrante del Poder Legislativo Federal con sujeción a las reglas que rigen nuestro sistema bicameral. [...]. La Cámara de Diputados tiene como función iniciar, discutir y aprobar

las normas jurídicas de carácter general, impersonal y abstracto de aplicación en nuestro país. Asimismo, cumple con funciones de carácter deliberativo, de fiscalización, de control y jurisdiccionales, tales que lleva a cabo atendiendo a principios de:

Responsabilidad y compromiso con la sociedad.

Objetividad e imparcialidad en el desarrollo de sus atribuciones.

Eficiencia y mejora continúa en el desarrollo de los procesos legislativos, parlamentarios y administrativos. Transparencia en el funcionamiento de las Cámaras en su conjunto (Cámara de Diputados, Introducción, 2018, p.1).

La LXIV Legislatura del Congreso de la Unión comenzó sus funciones el 1 de septiembre del 2018 y concluyó el 31 de agosto de 2021. Se reconoce como la Legislatura de la Paridad. Se caracteriza por su interés en priorizar la incorporación de principios de igualdad de género y buscar la eliminación de la discriminación contra las mujeres y el empoderamiento de las mismas.

Consuma el anhelo de las mujeres que abrieron el camino para participar en todos los sectores de la sociedad en un plano igualitario, al haber alcanzado la integración casi paritaria en la Cámara de Diputados, con mujeres ocupando el 48.2% de las diputaciones federales (Sauri, 2021).

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El Libro Blanco en materia de Igualdad de Género, Acciones Estratégicas

En agosto del 2021, cuando el periodo de la Legislatura de la Paridad terminó, su Mesa Directiva, en colaboración con el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI por sus siglas en inglés), publicaron el Libro Blanco en materia de Igualdad de Género, Acciones Estratégicas. En el libro se presentan los principios de acción estratégicos para conseguir la igualdad de género y la ruta de continuidad para futuras legislaturas. Es una recopilación de las acciones específicas llevadas a cabo en la Legislatura LXIV.

El Libro Blanco es una recopilación de los avances en materia de igualdad sustantiva en diversos rubros como lo son los Lineamientos del Comité para la Institucionalización de la Política de Igualdad y No Discriminación, el Procedimiento para Prevenir y Atender Actos de Violencia, Acoso y Hostigamiento Sexual y Laboral, y las firmas de colaboración con instituciones públicas y privadas que ayudarán a cumplir con los objetivos.

El documento expresa las características que debe tener un parlamento para ser considerado como sensible al género, las acciones estratégicas que se llevaron a cabo durante la legislatura de la Cámara de Diputados en materia de igualdad de género, el marco normativo interno y las políticas, con recomendaciones específicas en materia de género, las buenas prácticas para conseguir la igualdad de género y las instancias que existen en la Cámara de Diputados que pueden ayudar a conseguir todo lo anterior.

7 acciones estratégicas para ser un parlamento sensible al género

Al ser la Cámara de Diputados el organismo encargado de asegurar que los intereses de las y los ciudadanos estén ampliamente representados es relevante destacar el esfuerzo de esta Legislatura por su compromiso con la igualdad de género. La Legislatura de la Paridad de Género concentró gran parte de sus esfuerzos en fortalecer la presencia de las mujeres en los parlamentos y destaca 7 acciones estratégicas que deben cumplir para poder ser considerados parlamentos sensibles al género:

Incrementar el número de mujeres en el parlamento y lograr una participación paritaria

Reforzar la legislación y las políticas relativas a la igualdad de género Integrar la igualdad de los sexos en la labor del parlamento

Instaurar una infraestructura y una cultura parlamentarias sensibles al género o mejorarlas

Asegurar que todos los parlamentarios -hombres y mujeres- compartan la responsabilidad de promover la igualdad de género

Alentar a los partidos políticos a que defiendan la igualdad de género

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EL Libro Blanco en materia de Igualdad de Género, Acciones Estratégicas

Mejorar la sensibilidad y la igualdad de género entre el personal parlamentario (Cámara de Diputados, 2021, p. 9).

Entonces se puede afirmar que han existido avances relevantes en el reconocimiento y protección de los derechos a las mujeres y en su representación en la política. La prueba de ello es que en la LXIV Legislatura, el 48.2% (241 diputadas) de las curules son ocupadas por mujeres, lo que significaba que hasta ese momento, había sido el más alto de la historia del Congreso mexicano (2021, p. 5). Cabe mencionar que México sigue progresando en materia de paridad, pues en la Legislatura LXV actual, que se denomina a sí mismo como la Legislatura de la Paridad, la Inclusión y la Diversidad, registró en el documento de Integración por género y Grupo Parlamentario, un total de 250 mujeres diputadas, lo que corresponde al 50% del total de curules.

La paridad incluyó también a las y los colaboradores que trabajan en la Cámara de Diputados, pues la plantilla se conformó en esa Legislatura de “6803 personas; de ellos, 3612 son hombres y 3191, mujeres. Es decir, el 53 % son hombres y el 47 % son mujeres, lo que implica un equilibrio en la ocupación laboral en la Cámara de Diputados” (Cámara de Diputados, 2021, p. 18).

Desafíos para las futuras legislaturas en materia de paridad e igualdad de género

De acuerdo con el Gobierno de México, la igualdad de género “‘es un principio constitucional que estipula que hombres y mujeres son iguales ante la ley’, lo que significa que todas las personas, sin distingo alguno, tenemos los mismos dere-

chos y deberes frente al Estado y la sociedad” (2015). Se puede apreciar que el Gobierno Mexicano está cada vez más interesado en la igualdad de género y tiene la capacidad de realizar planes de acción para hacer de este país un lugar más justo para todas y todos. Sin embargo, cabe aclarar que el hecho de tener paridad en la Cámara de Diputados, no implica que sea un entorno de igualdad de género y tampoco implica la visibilización de ambos géneros por igual, ni de todas las personas. En ningún momento se reconoce la diversidad de las identidades que existen más allá del género masculino y femenino. Será pertinente que en legislaturas subsecuentes se haga mayor mención de las personas no binarias o del género diverso, por lo que es relevante continuar trabajando para que realmente se pueda hablar de Legislaturas de paridad e inclusión.

En el Libro Blanco se mencionan 7 principios y algunas recomendaciones para la paridad de género, pero solo son enunciativas y no se muestra un desglose de acciones y tareas específicas para lograrlo, lo cual sería fundamental agregar para que las y los lectores conozcan con claridad el camino a seguir para eliminar la violencia y la discriminación por cuestiones de género y ser un ejemplo para que otras organizaciones conozcan su ruta de acción y puedan implementarla. Esto ayudaría a que las acciones llevadas a cabo en la Cámara de Diputados en la Legislatura de la Paridad sean implementadas en nuevas legislaturas, pero también para cualquier tipo de organización, lo que significaría que sus principios podrían funcionar prácticamente para cualquier ámbito político y social. Podrían contribuir a la búsqueda de un país con igualdad de género y no solo a la creación de una Cámara de Diputados con paridad y sensible al género.

Es loable lo que la LXIV Legislatura de la Paridad logró en su momento, pero es indispensable que el Gobierno de México continúe trabajando por convertirse en un país sensible al género. Iniciar por la organización interna de sus gobernantes es un buen primer paso para continuar con el entorno externo y hacer de México un país destacable por su igualdad de género en todos los aspectos sociales, laborales, educativos y políticos que lo conforma.

Referencias

Cámara de Diputados, Introducción. (2018). Cuenta Pública. https://www.cuentapublica.hacienda. gob.mx/work/models/CP/2020/tomo/IV/Print.L01.01.INTRO.pdf

Cámara de Diputados LXIV Legislatura de la Paridad de Género. (Agosto, 2021). Libro Blanco en Materia de Igualdad de Género. [Archivo PDF] https://www.diputados.gob.mx/documentos/agosto-21/LB.pdf

Cámara de Diputados. (s/f). Resumen. http://www.diputados.gob.mx/comisiones/estudios/tesinas2/102.html

Gobierno de México. (Octubre, 2015). ¿Qué es la Igualdad de género? https://www.gob.mx/segob/articulos/que-es-la-igualdad-de-genero

ENTREVISTA

Voces de la región

Avances y desafíos en el marco de la inclusión de género en Partidos políticos

Introducción:

La participación política de las mujeres es un derecho humano y civil fundamental, la inclusión de las mujeres en esferas como la de partidos o movimientos políticos, institutos de pensamiento y cargos de elección popular a través de sufragio universal es esencial para fortalecer los sistemas democráticos, pues tener esta perspectiva permite al sistema tener beneficios reales para la ciudadanía mejorando la capacidad de respuesta de las necesidades de la ciudadanía, construcción de una paz más sostenible y la cooperación entre partidos políticos y diferentes etnias. En los últimos 25 años el número de mujeres que conforman los Parlamentos en distintas partes del mundo ha aumentado más del doble, y con justa razón. Desde la aprobación de la primera ley de cuotas en Argentina en 1991, varios países de la región han aprobado legislación en este ámbito o la han fortalecido: hasta 2022, nueve países contaban con leyes de cuotas para las elecciones de cargos de representación y nueve países habían promulgado reformas constitucionales, reformas electorales o leyes destinadas a promover la paridad, según la CEPAL.

El promedio de participación de las mujeres en los procesos de adopción de decisiones en el ámbito público, es decir cargos de representación a través de sufragio universal, se sitúa en torno al 30% (excepto en el caso de las alcaldías, que presentan una cifra inferior al 16%). Este porcentaje está muy lejos de representar apropiadamente a la mayoría de la población de la región que es representada por mujeres.

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Beatriz Quintero
Marisol Pérez

Tenemos en esta conversación a Marisol Pérez Tello, abogada, notaria y política peruana. Fue Congresista de la República durante el periodo 2011-2016 y Ministra de Justicia de 2016 hasta el 2017. También nos acompaña Beatriz Quintero, feminista, activista y coordinadora de la Red Nacional de Mujeres en Colombia.

¿Cuál es tu perspectiva y también análisis comparativo entre los programas o políticas públicas que son aprobados acerca de la participación, ley de cuotas o ley de paridad en comparación con la ejecución de la inclusión dentro de los partidos o movimientos?

B: En principio, yo creo que hay una cosa que a mí me preocupa mucho, específicamente en Colombia que es la demora en la garantía de los derechos de participación. Estoy segura de que las mujeres sufragistas en el año cincuenta y cuatro cuando lucharon por el voto, pensaron que eso implicaba paridad, o una mayor participación.

Después, cuando las mujeres constituyentes aprobaron la participación afirmativa de las mujeres en la política, pensaron que eso quería decir paridad. Y hoy en día, tenemos tres posibilidades de discusión frente a paridad, que fue la reforma política que se hundió, la reforma de paridad, y el código electoral, en los tres se hablaba de paridad y no fue aprobada. ¿Eso qué quiere decir? Que hay una gran barrera para ese derecho que tenemos las mujeres para una participación paritaria, en la política, y una gran barrera que en general ejercen los mismos políticos, porque tienen temor a esa participación de las mujeres.

En este sentido hay una expectativa muy grande de la sociedad, ya que nadie se atreve a criticar la paridad, nadie dice no estoy de acuerdo, eso es ilegítimo, nadie lo dice, pero cuando vamos a llegar a ella, medio minuto antes que se apruebe o se vote, inmediatamente sale la paridad. O nos dicen que dentro de cuatro años, esta vez no que es una fecha muy cerquita. Entonces, yo lo que siento es la gran dificultad que hay para implementar en la realidad de las mujeres y hombres colombianos, ese derecho que tenemos las mujeres, a una participación paritaria, en los espacios de toma de decisiones.

¿Cuál consideras que es el nivel de compromiso de los partidos políticos en América Latina y el Caribe en el marco de la inclusión de las mujeres, de secretarías, comisiones o aquellos puestos con poder de toma de decisión?

M: Yo creo que hay un avance significativo en los procesos de inclusión de la participación de las mujeres en política y en la toma de decisiones que no está en su último, pero que sin duda ha avanzado mucho. En todo sentido, creo que tenemos identificados claramente cuáles son las limitaciones que hay que combatir.

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Yo creo que la cojera en realidad es que las cuotas, por ejemplo, como medida afirmativa, no han venido acompañados de políticas públicas tendientes a cerrar la brecha que genera esa poca participación de las mujeres en el quehacer político. El tema del cuidado, por ejemplo, que hace que las mujeres tengamos permanentemente este sentimiento de culpa, que acompaña nuestra vida profesional y mucho más nuestra vida política, tiene que ver con esos roles asignados de género que todavía hay que enfrentar con sociedades muy machistas y patriarcales en su estructura.

Adicionalmente, el tema de igual sueldo por igual trabajo y de independencia económica que también te limita no solo en la participación política, sino también en tu desarrollo profesional, y finalmente, todo el tema de violencia de género en política se materializa en concreto en el acoso político. Se ha avanzado, hoy lo tenemos identificado, hoy sabemos que existe, hoy se discute el tema, y hay sin duda una mayor participación de las mujeres jóvenes en formación profesional, el número de mujeres profesionales hace 30 o 40 años es completamente distinto al número de profesionales que están hoy haciendo una carrera universitaria, preparándose para algún puesto de toma de poder.

Por otro lado, en paralelo a ese avance, a una presencia de las mujeres en la vida cotidiana, más o menos en el orden que corresponde de 51-49, en el orden nacional peruano, o de 50-50, si tú quieres, en el orden mundial, hay una crisis de la democracia y de la representación que ha ido en paralelo. Así como las mujeres hemos ido ganando terreno, consolidando derechos, accediendo al voto, o sea, 40 años atrás o 50, tampoco es tanto, y por eso es que han ido trabajando sin necesidad de pedir permiso en algunos países en América Latina.

En paralelo, existe un deterioro de la vida democrática en Latinoamérica, en general. Hay una tentación al autoritarismo, una tendencia cada vez más preocupante a privilegiar, romper las leyes con tal de terminar con lo que se percibe como privilegios de algunos sectores, el político y el económico, y eso por supuesto afecta no solamente la representación de las mujeres en política, sino también la representación en general. El concepto de inclusión tenido en extenso se ve absolutamente perjudicado con una democracia que lo devora todo y que se convierte en una misión del poder por el poder y no del poder como un instrumento.

Entonces yo creo que hoy más que un problema de participación de las mujeres en política, hay un cierre de brechas necesario, de las brechas ya identificadas, con medidas legislativas solo de cuotas, si no también con medidas afirmativas en políticas públicas que permitan que esa paridad y alternancia que ya está recogida en muchas de nuestras legislaciones o esas cuotas del 30% o del 40%, vengan acompañadas de eficiencia en la gestión en el momento de llegar a un espacio de poder por una norma, o porque finalmente llegaste sin esa norma por un trabajo

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político previo que ha sido facilitado gracias a que se han ido deshaciendo esas brechas, pero creo que el problema que enfrentamos hoy.

demás de esa suerte de cojera que tenemos que superar como sociedad, viene la crisis de partidos políticos como tal, que se ha convertido en caudillos, en espacios de cuotas de poder, en acumulación de intereses, si no de causas, intereses además subalternos, yo creo que el problema hoy es enfrentar la representación de la sociedad en el mundo real con una crisis de partidos políticos a nivel latinoamericano y una tendencia al autoritarismo y al populismo muy peligroso.

¿Qué otras barreras encuentras o has identificado en tu experiencia que tienen las mujeres para participar en la política, en los cargos de elección popular, y cómo podrían superarse?

B: Hay una cosa que es importante, y es que los partidos políticos colombianos, en este caso, no están convencidos de ese derecho de las mujeres, y no aportan casi nada. Porque eso implica que si yo estoy de acuerdo, tengo que generar condiciones desde antes, para no preocuparme el día anterior de la inscripción de listas en las que haya o no mujeres, tengo que generar esa participación de las mujeres desde antes, capacitarlas, educarlas, tener procesos, por un lado.

Por otro lado, yo creo que ya no hace parte de los partidos, sino como de la vida normal de las personas, creo que las mujeres tienen una barrera, y es que todavía esa labor de cuidado le corresponde solo a las mujeres. Entonces, una mujer en etapa reproductiva, una mujer entre 20, 35, 40 años, con hijos, o con familia, le queda muy difícil participar, porque ya tiene que, ya sabemos, según la medida del tiempo en Colombia, tiene que dedicar ocho horas de su vida a ese cuidado de la familia, le corresponde a ella. Entonces, ella, si además de pronto trabaja para tener independencia económica, son dieciséis horas, no le queda un segundo para participar en política.

Entonces, yo creo que son dos barreras. Uno, las condiciones digamos reales de la vida de las mujeres, en la que la sociedad no ha generado una, como un espacio adecuado para que las mujeres puedan liberarse de ese trabajo de cuidado. Y segundo, los partidos políticos no hacen nada para apoyar esa participación de las mujeres.

¿Qué herramientas y estrategias implementadas resaltarías? ¿Cuáles son las principales resaltarías en América Latina y el Caribe con respecto a la participación de mujeres puede ser en partidos, movimientos políticos, de pronto institutos de los partidos?

M: A ver, a nivel de partidos políticos, una de las cosas que mejor funcionó para nosotros fue la paridad y la alternancia en el estatuto, incluso antes de que la ley la establece como obligatoria para todos los partidos políticos, eso hizo que nuestras

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listas finales fueran importantes en términos de posición porque las cuotas que eran del 30% garantizaban una participación femenina, pero las ponían en los últimos números por lo cual era una burla a la norma entonces eso fue muy importante luego hubo un reproceso dentro del partido, pero que vino en paralelo con la adopción de una política nacional de alternancia y ya después de paridad.

Otra de las cosas que funcionó fue la capacitación los temas de formación política son fundamentales para que tú puedas llegar a espacios de toma de decisiones con la preparación suficiente como para que puedas abrirle también espacio a otras mujeres, y que no sea solamente la cuota la que te habilita una buena práctica también ha sido la asociación de mujeres que llegaron al poder sin necesidad de cuotas, por ejemplo una red de ex vicegobernadoras que llegaron antes de la ley, que fueron cinco mujeres y que lo que han hecho es unirse para poder compartir buenas prácticas, buenas experiencias demostrando que las mujeres podemos trabajar en equipo independientemente de los partidos y las ideologías que nos llevaron a un espacio de poder.

Luego hay una muy buena práctica ya a nivel de sector empresarial, pero que supone una organización gremial, que es una aspiración al 30% de participación de mujeres en directorios, que viene monitoreando hace varios años el incremento de mujeres en posiciones de poder y en cargos específicos de gerentes y de directoras, y este monitorear, además con premios y estímulos, también ha verificado cuánta mayor rentabilidad ha significado para las empresas estos procesos de inclusión, y ha sido en todos los casos mucho más rentable y eso me parece que es importante, porque ya no es un tema solamente de derechos que, digamos, eso solo debería identificarlo, sino también de rentabilidad ¿Por qué? Porque la sociedad se siente representada ¿No? Mejor representada.

Yo creo que esas son algunas de las buenas prácticas y la mala, que también hay que mencionarla tiene que ver con la falta o sea, identificados los problemas no existe una adecuada opción de políticas públicas y el presupuesto necesario para garantizar que las brechas identificadas que justifican una ley de cuotas se cierren en el tiempo, porque una ley de cuotas que no es temporal termina siendo discriminatoria, que se cierre esa brecha y claro, y que no termine siendo simplemente la cuota de jóvenes, de indígenas o de mujeres, un intento de congraciarse con un sector minoritario o no de la población ¿No? Entonces yo creo que esa es la mayor crítica, la trampa de las cuotas, le digo yo.

¿Qué herramientas y qué estrategias en América Latina y el Caribe tú sabes y has conocido que puedas resaltar?

B: Yo creo que ha habido muchas estrategias, sobre todo de la sociedad civil, ya sea de los grupos feministas, de los movimientos de mujeres y de las organizaciones

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sociales democráticas, como es el caso de ustedes, entonces yo creo que en eso hay un gran trabajo y grandes y además grandes alianzas; ¿qué hemos hecho en esas alianzas para modificar la norma? Entonces, se planteó primero el voto de la mujer, después las cuotas que eran una medida temporal.

En Colombia, la ley de cuotas se aprobó en el año 2000 y siempre se pensó que era una medida temporal en la búsqueda de la participación, llevamos veintitrés años y todavía esa medida temporal no se ha cambiado y no hemos logrado pasar de 30% conceptualmente y realmente pensando ya como ya lo decía al principio de la paridad. Otra cosa que también hemos hecho ha sido una vigilancia y un control político permanente buscando que esas normas ya sean incompletas todavía de cuotas, todavía de 30%, 40% se cumplan, y que la cumplan a nivel nacional, a nivel local.

Se ha hecho mucho trabajo de control político y hemos apoyado a políticos progresistas para que ellos tengan las herramientas para hacer esas audiencias y el trabajo de control político. Otra cosa que también yo creo que se ha hecho es vigilancia a los partidos, a las organizaciones sobre todo de políticos, para que no incumplan esta norma, porque hemos visto por ejemplo en México tuvimos casos de que tenían paridad, y entonces la era paritaria la elección, porque era alternada, entonces salían elegidas a la mitad y la mitad, pero hacían renunciar o el compromiso renunciaban las mujeres, y entonces eran reemplazadas por hombres.

Entonces, eso llevó a que las ordenadores de mujeres pusieron un parágrafo adicional en la norma que dictara que si una mujer fue elegida en una lista paritaria y luego esta renuncia, tiene que pasar a ser la siguiente mujer que está en la lista. Lo cual claro que puede implicar demoras, porque mientras se vuelve, mientras vemos se nos pasa una legislatura, para la siguiente legislatura y así. Entonces, yo creo que todo eso lo hemos hecho y estamos pendientes de todo este proceso, para mí lo más difícil ha sido de verdad, el cambio cultural.

Hay una frase muy bonita de la organización de las mujeres americanas SIM, que dice, que la igualdad es un bien de la humanidad, entonces el mensaje que queremos enviar a la sociedad es sobre la igualdad, la paridad, la participación efectiva de las mujeres en todo lo que tiene que ver con la sociedad, y que no es una ganancia, ni es un regalo para las mujeres, porque la humanidad se crece y se mejora con la igualdad, porque la igualdad es una riqueza muy grande de esa participación política, ciudadana, y social de las mujeres en esa construcción de sociedad.

Eso es lo que les queremos decir, o sea, que no lo tomen como un regalo para las mujeres, sino que es una necesidad de la sociedad para que ese pensamiento de mujer, ese esquema femenino, para que participe y que proponga una forma de vida, un mundo en el que quepamos mujeres, hombres, y todas las personas para poder construir esa sociedad mucho más igualitaria, mucho más comprometida

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con la libertad, mucho más comprometida con la no discriminación, y que incluya. Entonces, en esa disminución de exclusiones ganamos en felicidad, en libertad, en igualdad y eso es lo que hay que venderle a los políticos, no les estamos quitando espacio, estamos entregando conocimiento, entregando información, para construir un mundo que nos sea mejor para todas y para todos.

¿Cuáles consideras que son las principales motivaciones de las mujeres para participar en la política, en espacios de toma de decisión, de participación regional, y si estas motivaciones pueden verse limitadas por el contexto actual?

B: Cuando las mujeres empiezan a ver que ellas son ciudadanas, porque muchas veces las mujeres no son educadas como ciudadanas, sino que son educadas o como madres o como esposas, como apéndices. Cuando nosotras como feministas empezamos a pensar y a trabajar con las mujeres para que ellas se sientan ciudadanas, inmediatamente su deseo en seguida es, participemos, hagamos un partido, hagamos un partido de mujeres, que eso es un deseo de muchas organizaciones sociales.

Entonces hay un estímulo por participar para construir una sociedad en la que podemos estar instaladas de una manera que no sea una sociedad en la que esté como la instalación del no lugar de las mujeres, sino que sea una sociedad en la que las mujeres tengamos un espacio, y que el ser mujer no sea algo incómodo, sino que el ser mujer aporte a esa sociedad. Creo que eso es como el primer deseo o la primera cosa que las mujeres quieren cuando quieren participar en política, es como ubican un lugar adecuado para ellas estar, y estar cómodas como mujeres, y no tener que comportarse como hombres, o decir, yo soy distinta, sino como mujer estoy ahí.

Yo creo que eso es un punto muy muy importante de las mujeres, y yo creo que el feminismo da ese espacio y da esa explicación de ubicarnos y tener un espacio adecuado para ser mujeres, y construir esa ciudadanía que es una ciudadanía completa. Yo diría que esa es la principal motivación que las mujeres tienen para participar.

¿Cuál fue el mayor desafío en el ejercicio de la política? Y también, ¿Cómo lograste superar ese desafío?

M: Primero te agradezco la precisión de la coincidencia con Beatriz, porque en estricto sentido, yo creo que es importante explicarle, sobre todo a las mujeres que defendemos las cuotas, que esto no es una cosa que se le ocurra a alguien y una concesión graciosa del poder. La cuota es una medida afirmativa, es una, una, una política pública que se implementa con un objetivo concreto, que es el de reducción de brechas en razón de una conducta del Estado que genera una estructura que discrimina.

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Pero si la cuota no viene acompañada, la cuota es el reconocimiento de que hay un hecho histórico que retrasa la producción en un plano temporal. Acortas el tiempo creando la cuota, pero lo que debes hacer es acompañarlo con medidas de políticas públicas para que eso sea real. Y creo que el gran problema de América Latina es que se han adoptado las cuotas pero no las políticas públicas. Y entonces eso termina generando acceso al poder de personas, mujeres, indígenas, jóvenes, con la cuota, de que se trate a quienes no se les ha dado los instrumentos y, por lo tanto, los condenas al fracaso. Entonces eso es lo que va a exigir que esa política pública se incremente.

Respecto de tu pregunta, yo creo que uno de los mayores retos que he tenido que enfrentar y que tengo que enfrentar hasta ahora es cómo logro a través de mi vida completar el mamá, hija, esposa, política, porque además no sé si es justo o no y no sé por qué nos pasa, pero la culpa es muy femenina, y por supuesto que yo respeto padres maravillosos, no estoy cuestionando el amor, pero yo creo que tiene que ver con los roles, está en el ADN. Entonces la culpa de no estar presente en un montón de momentos en los cuales podría estar presente el hombre, pero una siente que debe estar.

Entonces tienes que aprender a convivir con ese sentimiento de no haber estado a la altura del ser mamá. Aunque tu hijo ni cuenta si le dice tú siempre estuviste, probablemente estuve físicamente, pero mi cabeza estaba en la reunión política. Entonces yo creo que esos espacios que te pierdes, que probablemente compartas en hogares en los cuales no hay un juego de roles, sino que todos asumimos una parte de que nuestro hogar funcione, esa culpa yo no la he logrado deconstruir, es propia de mi generación también.

Por más esfuerzo que he hecho y he trabajado en eso, mi hija ya es dejando la adolescencia y es una niña maravillosa, pero igual me ha acompañado en toda mi vida política esta sensación de que no he estado. Y bueno, finalmente eso te quita fuerza, te quita mucha fortaleza y ahora con mi madre, digamos, que también siento que hay un deber de cuidado en las comunidades en las cuales además no existe este concepto de cuidado. Entonces yo creo que uno de los mayores retos que yo he tenido que afrontar en primera persona es ese ¿Cómo lograba conciliar las reuniones de domingo familiares con el trabajo político que es fin de semana y noche? Eso es muy difícil.

No he tenido que enfrentar mayores problemas en términos de acceso a cargos, porque el partido en el que yo milité por muchos años tenía el tema de la paridad y alternancia, la líder más fuerte había sido mujer, entonces digamos que encontré el camino bastante llano, salvo por esto que sí ha sido siempre para mí un peso con el que he tenido que vivir y que tendré que seguir viviendo. Pero sí he tenido que enfrentar a nivel de la participación de otras mujeres con las que hemos hecho

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equipo el mismo problema, ¿Cómo concilian su vida y sus responsabilidades como madres y como hijas y también como esposas que por supuesto a los esposos también se los exijo con el trabajo político.

Lo otro que hay que enfrentar es en una política masculinizada mayormente en nuestros países ¿cómo no renuncias a tener una posición como mujer y defender desde eso una política pública concreta? Yo creo que mi esfuerzo siempre ha sido por cambiar el paradigma de la dominación al paradigma del cuidado y es complicado. Finalmente, sí creo que otra de las cosas que para mí han sido muy difíciles es que yo nunca he creído que tengamos que competir con los hombres. O sea, yo creo que somos necesarios en la sociedad hombres y mujeres y lograr que el discurso de defensa de los derechos de la mujer no se entienda como somos mejores, como somos mejores, somos iguales, generemos las condiciones de igualdad de oportunidades que son las que no están dadas a nivel social.

Entonces, por ahí creo que vienen los principales retos., lo último es la virulencia y crueldad de las redes con relación al insulto a la mujer. A la mujer política no le hacen un cuestionamiento por su actuación política concreta en un hecho concreto, la mujer política tiene que ver con su condición de mujer. Y eso es muy cruel, muy cruel porque tiene que ver con un tema estético que es una estupidez porque eso no tiene nada que ver con tus capacidades, y tiene que ver con tu honor como mujer y como madre.

Para los hombres es un mérito, para las mujeres es un demérito. Y eso también es un tema que a mí siempre me ha enfurecido. Pero, digamos, he podido administrar con la risa que siempre es un remedio, pero no por eso me daña menos.

¿Qué tipo de reformas consideras tú que hacen falta en los partidos políticos para mitigar aquellos desafíos y barreras para la participación de las mujeres?

M: Yo creo que estamos en una transición democrática a nivel de América Latina, en la que los partidos debemos buscar nuevas formas de representación, creo que no nos hemos atrevido, no nos hemos entendido que la tecnología lo ha cambiado todo. Y tiene, o sea, tenemos partidos a la usanza de los 80, y discursos que ya no funcionan.

Creo que hay que repensarnos formas de organización política verdaderamente representativas y eso obviamente supone inclusión, no solamente de mujeres, sino de grupos de especial protección históricamente discriminados como mujeres, indígenas, personas que quieren acceder a cargos de representación y no tienen dinero para hacer política. La política tiene que estar asociada a qué cosa le puedes dar a tu país, en términos de conocimiento y de experiencia. Y no solamente en términos de cuánto puedo pagar en una campaña política.

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Entonces el tema de financiamiento de partidos políticos y financiamiento de campañas es fundamental para una verdadera representación. Entonces yo creo que por ahí vienen las demandas de esta época, ¿no? ¿Cómo incluir a sectores o a colectivos minoritarios o no, en el caso de las mujeres, que han sido históricamente discriminados en un momento de una necesaria construcción de procesos democráticos que entiendan una forma distinta de representación. Esa transición necesariamente tiene que incluir la participación de la mujer. Y creo que la cuota es importante en la medida en que, volvemos a la pregunta anterior, venga acompañada de políticas públicas para cerrar brechas.

Así que es un momento bien interesante para América Latina, con modelos autoritarios como el de Bukele, en el que la eficacia termina justificando en el imaginario colectivo la ruptura del orden constitucional y la violación de derechos humanos. Y lo mismo de las izquierdas populistas o las derechas populistas, entonces, ¿cómo, ante una demanda de representación política real, y un cuestionamiento de los privilegios percibidos en el imaginario colectivo, como que son el único móvil de políticos y empresarios, ¿cómo vuelves a construir confianza? Yo creo que ese es el gran reto para todos hombres y mujeres.

¿Qué conclusión te gustaría dejarle a aquellas personas que nos están escuchando? ¿Cuál sería tu mensaje o tu reflexión?

M: Bueno, mi primer mensaje es que este no es un juego de poder, acá no hay mejores y peores. Acá hay personas, mujeres, digamos, que se alejan en esta conversación, pero también otros grupos minoritarios o no, históricamente discriminados, que tenemos que incluir y tenemos que sentir que es nuestro derecho ser incluidas, y los derechos se conquistan, y los derechos se exigen, y eso es algo también para lo que hay que prepararnos.

Entonces, el primer mensaje que quiero dejar, o sea, seamos conscientes que somos iguales, pero que no tenemos las mismas oportunidades. No mejores, no peores, iguales seres humanos. Y esta es una de las cosas que queremos hacer, hombres y mujeres, si queremos sociedades más justas. El segundo mensaje que quisiera dejar es la necesidad de entrar a la política a servir y a dar, la aspiración no puede ser el ser diputada, congresista, senadora, presidente, concejal, alcalde; uno tiene que tener causas que lo movilizan, y tiene que entender que el poder es instrumental.

La aspiración a poder es legítima en la medida en que ese poder te sirva y no para la satisfacción de carencias personales. Para eso se necesita un psicólogo, no se necesita ser política. Entonces, el segundo mensaje es identifica las causas que te movilizan y busca que esas causas sean nobles para que la política sea noble también. Y finalmente, que entendamos esta transición democrática que vive

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América Latina, que también reconozcamos en perspectiva que hace 40 años, los países en los que en América nos sucedíamos entre gobiernos dictatoriales y gobiernos democráticos hemos avanzado, pero nos ha tomado la tecnología y la misma dinámica social ha ido más rápido que nuestra capacidad de adaptarnos a sistemas de representación mucho más próximos y mucho más horizontales.

Entonces, que seamos capaces, hombres y mujeres, de adecuarnos a esos cambios sociales, pero también de tener paciencia histórica, de recuperar perspectiva y de no ceder ante la eficiencia que nos cuenta el cuento de que para hacer eso bien hay que violar derechos humanos y hacerlo en dictadura. Se puede hacer en democracia y no hay nada que sea bueno y fácil. Así que hay que trabajar para conseguir los objetivos que todos queremos.

¿Qué conclusión te gustaría dejar a aquellas personas que nos están escuchando, y sobre todo a aquellas mujeres que pertenecen a partidos políticos, movimientos políticos, tomadoras y tomadores de decisión, de institutos, de organizaciones de la sociedad civil con respecto a la participación? ¿Qué mensaje, qué herramienta, qué reflexión te gustaría dejarle a ellas?

B: Hay una cosa que a mí me impresiona, que yo quisiera decir siempre, y es la democracia representativa es la democracia que es capaz de admitir la representación de la sociedad y por esa razón yo a veces no entiendo cuál es la dificultad de entender de criticar la paridad o de no aceptarla. Entonces la participación de las mujeres en esa democracia representativa es fundamental y si yo defiendo la democracia tengo que defender la participación de las mujeres en esos espacios de una manera más o menos equitativa, y más o menos equitativa es más o menos paritaria.

Yo no voy a decir que 50-50 puede ser 51-50 49-48 no me preocupa esa exactitud , pero sí una tendencia a una mayor participación, lo otro también que insisto es una sociedad que incluye es una sociedad que tiene más posibilidades de construir paz porque la exclusión no hace sino construir o de construir la sociedad más bien entonces yo por eso pienso para mí el mensaje es comprometámonos de verdad con una sociedad que luche por la inclusión que luche por la igualdad, que luche por la libertad y por la no discriminación; estoy segura que esa sociedad que piense en eso en esos conceptos y los trabaje para sí misma es una sociedad que tiene más posibilidades de construir democracia y de construir paz. Entonces ese sería un mensaje para mí como feminista a la sociedad desde el mundo porque creo que todavía realmente estamos muy lejanos de esa democracia para las mujeres.

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