“Estos desarrollos muestran que el progreso en igualdad de género continúa siendo lento en todas las estructuras de poder y espacios de toma de decisiones. El poder sigue estando firmemente en poder de los hombres y, aunque hemos sido testigos de tendencias positivas – por ejemplo, el actual número récord de 53 mujeres presidentas de Parlamentos o Cámaras legislativas sobre 273 puestos–, globalmente falta mucho por hacer para que las mujeres participen al mismo nivel que los hombres… La igualdad de representación en posiciones de poder es una precondición fundamental para una democracia verdaderamente efectiva y responsable”. Se resalta que la región de América Latina y el Caribe sigue manteniéndose a la cabeza a nivel mundial, contando al 1 de setiembre del 2018, con un promedio de 29,8% mujeres parlamentarias (CEPAL, 2018. UIP, 2018) 6. En Guatemala se enfrentan los mismos desafíos para la vigencia y ejercicio pleno de los derechos políticos de la mitad de su población -las mujeres- en igualdad y no discriminación considerando su diversidad, según garantiza la Constitución Política de la República (1985) y los instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados por el Estado (NDI y ONU Mujeres, 2013). En 1945 se reconoce el derecho al sufragio de las mujeres, a ser ejercido de manera optativa y por quienes supieran leer y escribir. Es hasta en 1965 que se normó como universal, secreto y obligatorio para mujeres y hombres alfabetos y optativo para las personas analfabetas. Sin embargo, en la práctica, para las mujeres el derecho a elegir no ha sido acompañado por el derecho a ser electas. La ampliación de la democracia formal y el inicio de la creciente participación femenina en variedad de ámbitos, se realizó en un contexto de paulatino fortalecimiento del autoritarismo y la intolerancia. Es hasta la mitad de la década de 1980, en el marco de la transición hacia la democracia, que: “…se amplían y fortalecen espacios públicos, se evidencia una coincidencia entre guatemaltecas indígenas y no indígenas en la búsqueda de objetivos comunes, se inicia una incipiente organización alrededor de demandas vinculadas con los derechos humanos y, posteriormente, se introducen reivindicaciones de género.” (IIDH, 2018) En ese proceso, momentos históricos relevantes fueron la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (1984), la emisión y publicación de una nueva Constitución Política (1985), las elecciones generales de 1985 y el inicio del primer gobierno democrático en 1986. Es un periodo de democratización interna y de 6 Ver: Observatorio para la igualdad de género 2018 (CEPAL) https://oig.cepal.org/es/indicadores/poder-legislativo-porcentaje-mujeres-organo-legislativo-nacional-camara-baja-o-unica; Women in National Parliaments-Inter Parliamentary Union 2018 http://archive.ipu.org/wmn-e/arc/ classif010918.htm; y Las mujeres en el parlamento 2017, perspectiva anual (UIP) https://www.ipu. org/resources/publications/reports/2018-03/women-in-parliament-in-2017-year-in-review
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Instituto Nacional Demócrata (NDI)
gestación de condiciones para la promoción de los derechos humanos de las mujeres, propiciando acciones nacionales para impulsar políticas de Estado y crear la institucionalidad necesaria para esos fines, así como la presencia de mujeres en cargos públicos (se destaca la designación de Catalina Soberanis como Ministra de Trabajo en 1986, quien posteriormente fue electa diputada y la primera mujer en ostentar el cargo de Presidenta del Congreso de la República en 1991). Es importante destacar que una definición pluralista e identitaria de país – integrado por cuatro pueblos, multicultural y multilingüe- se asienta a partir de los Acuerdos de Paz (1996), si bien en la nueva Constitución Política de 1985 se contempló algunos cambios en la redefinición del concepto de Estado (Alvarado, 2007). El Instituto Interamericano de Derechos Humanos llama la atención respecto a que: “En un país como Guatemala, el análisis sobre la ciudadanía, la democracia y los derechos políticos involucra considerar el carácter pluricultural de su sociedad y el impacto diferenciado de la exclusión que presenta matices transversales vinculados con la pertenencia étnica, de clase, de adscripción político-ideológica, entre otros.” (IIDH, 2018) Considerando los nueve procesos electorales efectuados a partir de 1985 y hasta el último en 2015, en promedio, las mujeres parlamentarias electas han representado el 11% del Congreso de la República. En las elecciones de 2015, se alcanzó un 12,7% de diputadas (22 de 158 escaños), número que se incrementa a 13,9% (27) “Puede que las elecciones no sean una en la actualidad, dado el ascenso de suplentes a prueba definitiva de democracia, pero titulares por circunstancias diversas (procesos presentan una oportunidad para poner a legales abiertos, fallecimientos de representantes prueba una democracia. electos o aceptación de otros cargos en las instituciones del Estado). La sub representación La medida en que las mujeres pueden de las mujeres indígenas es notoria: en el mismo inscribirse para votar, presentar su periodo, sólo ha habido diez diputadas indígenas candidatura, emitir un voto en secreto en total, siendo una de ellas electa en 2015; para y participar en los más altos niveles de los hombres indígenas la situación tampoco es la adopción de decisiones representan más alentadora, pero han contado con mayores en su conjunto un indicador de una escaños y son el 11% de las actuales diputaciones democracia inclusiva. Cuantas más (Tello, ONU Mujeres, 2018). mujeres participen como votantes, En el caso de los gobiernos locales, tomando como referencia el cargo de mayor autoridad -la Alcaldía- las mujeres han estado escasamente representadas: del 2% en 2007 a 2,9% en 2015. En concreto, en las elecciones generales de 2015 únicamente 10 mujeres fueron electas como alcaldesas en 338 municipios y, de ellas, sólo una es indígena; en los cargos de síndicas y
candidatas, dirigentes de partidos políticos y personal de administración electoral, más aceptación ganará su lugar en la política.” Unión Interparlamentaria, 2017
concejalas en propiedad, su
Violencia contra las mujeres en la política | Investigación en partidos políticos de Guatemala
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