Nacida hace dos años en Nueva York, Anomaly, es una agencia que ha impactado fuerte en el mercado de las comunicaciones, no solo por la calidad de sus trabajos y el talento de sus impulsores, sino por su filosofía para encarar el negocio. Se definen como un grupo ecléctico de talentos haciendo foco en crear ideas que construyan negocios para ellos mismos y para sus clientes (Coca-Cola, Virgin, Beverage Partners Worldwide y ESPN). "Creamos ideas que nos pertenecen y por lo tanto recibimos una remuneración justa por ellas. Nunca cobramos por el tiempo que hace de la industria un commodity” sostiene, echando más leña al fuego de la hoguera de la controversia por la forma en que se pagan (o no) las ideas, Carl Johnson, uno de sus fundadores en diálogo con Reporte Publicidad.
A N O M A L Y
En tu opinión, ¿cuál es el sentido y qué es lo absurdo de tu pro-
modity. Sólo trabajamos para clientes que nos agradan mucho o
fesión? El sentido: el talento, la diversión, la adrenalina, el trabajo
lo hacemos en proyectos propios, ya sea lanzar una línea de pro-
en equipo. Lo absurdo: el ego, la política, el miedo, la avaricia.
ductos con marcas ideadas por Anomaly o abrir un café. Estamos conformados por un equipo multidisciplinarlo constituido
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¿Qué es lo que tanto diferencia a Anomaly? Lo que la diferencia
por diseñadores, estrategas en innovación, visionarios digitales,
tiene más que ver con nuestra sensación de cuál debe ser el ob-
estrategas de medios y todo tipo de “anomalías” que son simple-
jetivo que con otra cosa. Por razones personales, estamos en
mente talentosas y se rehúsan a ser catalogadas. Todos traba-
una misión de crear un futuro para nosotros que se parezca a lo
jando bajo un criterio de ganancias, para evitar que el dinero co-
que queremos, más que intentar encontrar una ranura dentro del
rrompa la integridad de nuestras recomendaciones. Estamos per-
marco de lo que ya existe en la industria de la comunicación.
manentemente siendo estimulados y aprendiendo, y nuestra apa-
En ese futuro del que te hablo, creamos ideas que nos pertene-
rente mirada “ naive” e idealismo, resultan ser la base para un ne-
cen y por lo tanto recibimos una remuneración justa por ellas.
gocio próspero provisto de esa “libertad” máxima que todos es-
Nunca cobramos por el tiempo que hace de la industria un com-
tán buscando.
POR
MARTA GONZÁLEZ MUGURUZA
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