La gente de la industria se muestra bastante confundida a la hora de definir qué es Branded Entertainment. ¿Cuál sería tu definición? Lo primero sería aclarar que branded content y branded entertainment son dos cosas distin‐ tas. Branded content recae, la más de las veces, en una utility, te da información y no está preparada específicamente para entretenerte, o para hacerte sentir algo especifico más allá de: bajate esta aplicación que te puede servir. Mientras que branded entertainment es algo por lo que el consumidor está dispuesto a pagar, como si fueran al cine. Pagan por ver una película, un evento, un recital, un partido; o un estudio, digamos Fox o Warner Bro‐ thers, que te paga a vos, como creador, para televisar lo que hiciste o mostrarlo en el cine. Muchas veces cuando viene la tanda aprovechás para irte, sólo te quedás frente a la pantalla para la porción de en‐ tretenimiento. Cuando estás frente a branded entertainment te quedás viendo porque es la parte de entretenimiento, que es al mismo tiempo publicidad. ¿Sentís que ese es el camino que encontró la publicidad para seguir siendo relevante para el consumidor? Definitivamente, BE es la dirección en que se está moviendo la industria. La gente se está moviendo muy diferente a como lo hacía, gracias a las nuevas pla‐ taformas de medios, teléfonos, tabletas, juegos… Todas estas cosas nos obligan a pensar de manera distinta porque la gente ya no está obligada a verte. Antes llegaba la hora de la cena y estaba la tele,
Jimmy Smith «Branded Entertainment es la dirección en que se está moviendo la industria»
¿Y las agencias están preparadas para llevar adelante estas propuestas? Fuiste presidente del jurado de Branded Entertainment en LIA; ¿cuál es tu balance sobre el material? Odio de‐ cirlo, pero en general el nivel de los tra‐ bajos no fue tan bueno. Sin embargo, la calidad sí fue muy buena, y los que lo hi‐ cieron bien, lo hicieron genial: lo de Chi‐ potle, lo de una ONG rusa sobre la adop‐ ción de niños, lo de Nike, fue brillante. Muchos trabajos quizás no deberían ha‐ ber sido inscriptos en BE; eran comer‐ ciales, o piezas digitales, eran avisos. Creo que tiene más que ver con la confusión de la que hablamos antes. Las marcas es‐ tán cada vez más abiertas a hacer cosas, películas, videos, juegos. Las agencias tienen que encontrar la manera de poder ayudarlos con esto, y están algo perdidas. Por eso, desafortunadamente, o afortu‐ nadamente, no dimos un Grand Prix, por‐ que entendimos que aunque algunas co‐ sas eran muy buenas, no había una que te volara la cabeza y dijeras: ya le llevo esto a Disney porque se viene un franchising tremendo, se viene el disco. Nin‐ guna llegó a ese nivel.
¿Cuál sería tu recomendación entonces? Es muy difícil. Le estás pidiendo a un cliente que haga algo totalmente nuevo, absolutamente distinto, porque lo que estaban haciendo ya no sirve, no funciona más. Tildar la casilla de comer‐ cial, spot de radio, gráfica, digital, eso ya no está funcionando. Como creativos lo tienen que llevar al siguiente nivel, y vos ver si podés llevar tu juego al nivel de BE. La clave es cómo convencer al cliente de que esta es la movida correcta. Creo que hay muy buenos ejemplos, como la pe‐ lícula de Lego. La agencia le presentó la idea de la película y la podrían haber he‐ cho probablemente hace 15 años tam‐ bién, pero en fin, eso fue un hit, lo que recaudaron y lo que vendieron fue incre‐ íble. Lo que las agencias o estudios como el nuestro tenemos que hacer es inves‐ tigar y transformar esos comerciales. Buscar esos casos de películas, TV shows, música, juegos y ver cómo mejoran las ventas del cliente. El BE tiene un impacto muy importante en el negocio y eso el cliente lo tiene que ver. Hay que mostrar‐ les la evidencia de para dónde va la cosa y cuál es la mejor manera de contactar al consumidor. El tema es que además de ver la oportunidad, me parece que requiere de bastante valentía por parte del cliente salir de su zona de confort y de la publicidad tradicional. Al cliente no le im‐ portan las buenas ideas, ni se trata de in‐ crementar las ventas. Tenés que encon‐ trar ese cliente que esté en ese momento especial en el que quiere volverse una estrella. Ese es el que te va a dar el sí para
Smith es presidente, CEO y director general creativo de Amusement Park Entertainment, un estudio de contenido transmedia especializado en branded entertainment. En su haber se encuentran trabajos como «The G Campaign» para Gatorade y las series «Battlegrounds» para Nike en MTV. Afirma: «Los publicitarios conocen tu marca y no van a presentarte ideas que no sean relevantes para ella, mientras que Hollywood sólo quiere tu plata para hacer lo que ellos quieren».
POR MARTA GONZÁLEZ MUGURUZA FOTOS: GENTILEZA AMUSEMENT PARK ENTERTAINMENT Y LIA AWARDS
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tenías tres canales y con suerte un par en cable; ahora hay tantos medios que tenés que encontrar la manera de lograr que como consumidores se involucren con tu producto. Es como con un hit, que lo querés escuchar una y otra vez. Si con‐ seguís que alguien quiera interactuar con tu producto, sea viéndolo, jugándolo, es‐ cuchándolo o como fuera, una y otra vez, no hay manera de superarlo, es mil veces mejor que un comercial.
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