UNA CONVERSACIÓN SOBRE TECNOLOGÍA Y POLÍTICA CON
ALEJANDRO KATZ “Toda reflexión sobre la tecnología es muy compleja, ya que nunca es una reflexión nueva sino que es parte de una conversacion que ya está en marcha desde hace mucho tiempo, a veces siglos. Es la conversación que trata de la tecnología como extensión de los sen‐ tidos, como instrumentalización de lo humano, como dominio sobre lo natural, como expresión de una razón que se pretende superior a otras. La tecnología ha sido fuente de reflexión en la misma medida en la que ha sido refugio de poder y de capacidades. Por ello es muy difícil iniciar una conversación sobre la tecnología: uno siempre está participando de conversaciones muy antiguas, y en esas conversa‐ ciones antiguas hay muchas cosas que son pertinentes en el pre‐ sente. Parte del problema es que quienes actúan con la tecnología, sea desarrollándola o incorporándola a sus vidas cotidianas, ignoran esas conversaciones y creen que el mundo nace con ellos”. Quien esto afirma es Alejandro Katz, filósofo, ensayista, editor, con quien compartimos una profunda conversación sobre tecnología, política, comunidad y, por supuesto, ideología a propósito de las propuestas de Google, Uber o Airbnb. Existe muy presente una fantasía de que la tecnología llegó para resolverlo todo y salvarnos la vida. Pero pareciera que no ser tan así… Entre los tecnólogos esta propensión a pensar que el mundo se inicia con ellos es particularmente intensa. Siempre existe la ilusión de que lo nuevo llegó justo ahora, en un ahora que es contem‐ poráneo de quien lo enuncia. El culto de la novedad, por el contrario, sí es un culto reciente. No es un culto cuyas raíces se hundan en la historia de la humanidad sino en la historia de la modernidad, de la sociedad de masas, de consumo, de la revolución industrial. Ese culto de la novedad crea la ilusión, por un lado, de que lo nuevo es valioso por ser nuevo, lo cual no sólo no es evidente sino que no es comprobable; y, por otra parte, sugiere que la novedad es siempre contem‐ poránea de quien la enuncia. Hay una
dificultad para pensar lo nuevo como parte de lo viejo, y lo nuevo, eso que consideramos o interpretamos como novedoso, es muchas veces una repetición más que una innovación. Aunque haya una innovación técnica, lo nuevo es, en general, una repetición cultural. Cuando uno estudia, por ejemplo, el efecto en la circulación de lo escrito que introdujo la imprenta de tipos móviles de Gutenberg, las curvas de aumento de los contenidos que circulaban en Europa tienen una forma muy parecida a las curvas de aumento de circulación de contenidos digitales con la explosión de Internet. La forma de la curva es parecida, no por supuesto la magnitud que la curva expresa. Es decir, lo que es muy parecido es el modo en que se incrementa la disponibilidad de contenidos para una sociedad deter‐ minada en un momento determinado.
“La tecnología ha sido fuente de reflexión en la misma medida en la que ha sido refugio de poder y de capacidades.”
POR MAJO ACOSTA FOTOS: MARIANA ROVEDA
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