Montañas de Papel N°1

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junio 2017

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Revista Montañas de Papel es una publicación bajo la Dirección de la Redacción Prensa Limón. Montañas de Papel se lanza al universo para que todos los astronautas que quedaron perdidos encuentren un espacio dónde buscar el decir no sea más la cima inalcanzable. Edición N° 01 - Año I . Junio 2017

Correo: prensa.mondepapel@gmail.com Facebook: Montñas de Papel

Montañas de Papel | Periodismo Under

STAFF Editor Responsable: Leandro Fuentes Sobelvio │Jefe de Redacción: Manuel Gimeno │Edición: Prensa Limón │Arte y diseño: Tres Agujas │Corrección: Tatiana Tzariuhg│En este Número: Horacio Fantía-Walter Lezcano-Guillermo Alamino-Remberto Quiroga-Natalia Moret-Ailén López-Fabiola Bertuchelli-Yimi Salas-Osvaldo Kraft-Andrés NocteLeandro Lopardo-Romina Front-Carla Sagulo-Aníbal Brusotti-Juan Manuel Noguera-Loui Jover │Desarrollo web: Abril Pávlov Se autoriza la reproducción total o parcial de los contenidos , citando la fuente. Cada edición será financiada con la compra del ejemplar, es decir, sú dinero permite que otro lector pueda tener entre sus manos esta Revista.

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HOY PRESENTAMOS el oscuro oficio de escribir │

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» Editorial

» (We) Lost

» Ámbar

» Yimi

» Tv Fhürer

» Cádaver Exquisito

» Yimi

» Bardo Express

» Zona Border

» Fila 88

» Entrevista

» Yimi

» Cádaver Exquisito

» Especial Discos

» San Juan Me Mata

» Cádaver Exquisito

» Rayos de Luz

» Lxs Putxs

» Opinión Pública

» Cómics

» To Walk Spanish

» Instrucciones Para Escalar Una Montaña


EDITORIAL

HUESOS PERDIDOS Hallar una señal. Hallar una señal de empujón que nos remueva las ganas y nos enfrente al porvenir. Encontrar un pequeño pero descomunal sitio que se entregue al husmeo de esas bestias que parecen dormidas en cada uno de nosotros. Hubo una época, en algún recóndito lugar del tiempo en donde la locura emergió de todos los rincones. Una expansión libertaria se hizo alegría en el espíritu/carne, con una festividad que se fue con los sesenta y dejó un montón de lisiados que se declararon incompetentes. La promesa del mundo mejor descarriló y aun hoy desvaría por las callejuelas perdidas de este tiempo. El mundo se convirtió en esa máquina arrasadora de huellas extraviadas, que supieron ranchar-encontrarse a cada hora y en cada momento de este maldito espacio, para entretenernos con señales aburridas de un espectáculo que nunca nos perteneció. Así, comenzamos a relacionarnos con el mundo desde los esquemas de un pensamiento uniformado que tiende a atomizar lo alternativo y relativizar los lugares comunes. El tiempo empezó a medirse bajo los términos de producción y las fauces agobiantes de la rutina terminaron apagando las chispas que supieron iluminar el sendero de los perdidos. Hay un barrio que caminamos y se contrapone agresivamente a esa construcción que muestran nuestros “ilustres” medios de comunicación. Las esquinas se atestan de seres exquisitos que nos reivindican en esta existencia finita y nos dan fuerza para seguir escupiéndole al sistema lo mal que estamos. Lamentablemente, el periodismo vernáculo se ha encasillado en el cómodo sitio de la genuflexión que recompensa el poder de turno. Una alcahuetería insolente desfila por los pasillos de esta gran mentira a la que nos someten como público. No hay un solo Medio que sea capaz de contener, genuinamente, esos gritos desesperados que giran por todo San Juan. Con Leandro Fuentes, compañero de andanzas, abrimos un espacio de debate que sirva de excusa para el encuentro, un canal de expresión por donde fluyan las cualidades que nos evocan en todo lo que somos y queremos ser. Por los pasillos de esta redacción, desfilan personajes nocturnos, es para mí un honor contar con la presencia de amigos como Fabiola Bertuchelli, que fue una gran guía y apoyó desde el primer momento este proyecto, y la vehemencia de Horacio Fantía que siempre está dispuesto a trabajar sin importar el factor tiempo-dinero, como lo es su colega Osvaldo Kraft, un brazo armado de tinta ofreciendo las mejores líneas que supimos conseguir. Estamos convencidos en que próximamente se sumarán más amigos con ganas de escribir. La sobredosis de información a la que nos someten a diario petrifica las ideas subterráneas que no comulgan con el mundo de hoy. Salir a la caza de eso que parece dormido, y amucharse en las trincheras que siempre quisimos defender; los sitios nos están esperando. En la intriga del villano se esconden perros con rabia que buscan huesos perdidos y eso espero es Montañas de Papel: un puñado de hocicos ávidos que sangran en la tentación. Manuel Gimeno │

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SITIADOS “El encierro, esas caras congeladas, ese ambiente realmente me resultaba extraño”

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ÁMBAR

¿Cuánta transpiración y agite se derraman en un recital? ¿Cuál es el precio del revoltoso bar que te contiene y te da seguridad en el baño? ¿Cómo se mece tu claustrofobia en el teatro? (pero eso no importa porque sabes que es una ficción) ¿Qué pasa cuándo estás en el quinto piso del departamento de tu amigo con 5 gramos de cocaína y una sopa de caras estáticas que te miran y asustan?

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n el teatro, en el cine, en la pizzería la pasamos joya. Comprendemos que todo tiene un final. No vamos a estar de por vida viendo a esos actores eruditos que nos quieren convencer de la existencia filantrópica de ese animal salvaje que se llama Dios. Tampoco esperaremos por siempre la muzzarella que nos acudió. La cosa es simple: todo termina y se recapitula en esa siguiente realidad fascinante que te entrega el vivir. Sabemos que el espectáculo de nuestro disparate acaba, o mejor dicho, sigue su curso en otro lugar; del teatro a la pizzería, de la pizzería a algún espacio sucio que nos regale la calle, y así por las horas de las horas. Marcos, un amigo y tomador empedernido de cocaína, me contaba caminando por calle Rivadavia lo mal que la pasaba cuando se encontraba en un depto. consumiendo: “no importaba si era el de mi novia, el de un amigo o lo que sea, la cuestión es que la pasaba de terror. El encierro, esas caras congeladas, ese ambiente realmente me resultaba extraño. Hasta hace un tiempo iba a tomar a lo de un compañero del laburo que vive en un noveno piso. Nos juntábamos cuatro o cinco, no más de esos y ya, todos juntos en la covacha, como la llamábamos. Digamos que los pibes eran piolas, las minas se prendían para la joda, un ambiente súper sano. Pero yo no me bancaba ese encierro y el saber que toda la obra se iba a suceder bajo el mismo escenario. El tema es que a los pibes le cabía estar ahí, todos amotinados hasta altas horas de la madrugada y yo ni cabida. El balcón del depto. era el lugar en el que más tiempo permanecía”. Mientras preparo unas líneas Marcos me comenta que necesita tomar aire y ver otra cosa que no sean las cuatro paredes de la habitación que nos ahogan. Marcos comienza a hablarme con cierta vehemencia: “Igual era un arma de doble filo, en la dureza del momento uno se creé súperman y puede tirarse al carajo sin atender las consecuencias”.

BALCONES ASESINOS La denuncia de Marcos vino a replantearme el tema de los balcones de esos edificios que hacen pie en la ciudad, estos fueron siempre un sostén resbaladizo para el cocainómano. El hecho queda tristemente denunciado con la muerte de Olmedo, en esa fatídica pero alocada/ delirante/revoltosa noche de Mar Del Plata. Hay un patrón asfixiante en el abuso de cocaína que comienza a aparecer cuando el sitio en el que estas ha perdido movimiento, ha perdido gracia. La pasarela de personas que van y vienen quedó atrás, y las caras estáticas se han congeladas en un aburrimiento insoportable que carcome las paredes de tu mente. Esos sitios callados y sobre todo elevados , sumados a los excesos te imprimen un vértigo exquisito y mortal. Un condimento sabroso para la muerte acechante que espera rabiosa el desenlace de la comedia Se suceden un montón de combates en las habitaciónes del desquicio, donde cada jugador arremete y defiende lo que piensa que es suyo. Recuerdo cuando en mi juventud, en mi larga estadía por Europa, me contaron la historia de una manada de jóvenes, allá por la Francia del ´70 que se lanzaban de algún piso con la fina convicción de reiniciarse un poco: retour como le decían. La generación Jenue la reotur explotó en la opinión pública que no hizo otra cosa que inventar historias policiacas alrededor de estos pibes que simplemente habían decidido colgarse del aburrimiento atroz que los envolvía. Arbitrariamente la prensa cayó en el facilismo de culpar a estos jóvenes de adictos enfermos, sin salida, pero éste es un tema que abarcaremos en otra ocasión.

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SALIDA DE EMERGENCIA ¿Como liberarnos de la multitud sin despreciar al agasajador y sus agasajados? El tema es simple me decía el Pipo: “lo importante es tener un papel en el bolsillo porque si no te convertís en esclavo y a partir de ahí te liberas del control y disparas para la calle”. O Lucia, la chica de la pensión, me hablaba del desentendimiento siempre y cuando te favorezca: “si la pasas mal loco, te desentendés y punto”. Me encuentro en casa escribiendo, y pienso que cuando el mundo te agobia con sus planes y políticas, cuando la reunión se vuelve insoportable y todos los integrantes de la mesa parecen conspirar contra vos ,la salida violenta es la más eficaz, Burroughs decía que colocarse es ver las cosas desde un ángulo especial y ponderaba el agite a esos circulos ausentes de vida, que no son otra cosa que la muerte. A fin de cuentas caemos en que la única persecuta que nos descansa es la culpa. A partir de una regla de convivencia basada en la cortesía evitamos las guerras cotidianas. Pero, si no somos más que la constante lucha de la bestia con lo divino, esa criatura perdida que pretende un fin. Y quizá tenga razón Lucia , el Pipo y hasta el propio Marcos, que afiebra sus sueños tirándose de un noveno piso, porque no somos más que un puñado de sueños oscuros que intentan revelarle al alma del mundo el misterio de cómo hacer para desentendernos de todo y todos. PD: la idea de la revista es que USTED LECTOR participe con sus caóticas experiencias de encierro en fragmentados platos de alcaloides cristalinos. Porque no se corte y pegue mejor! Sobre el autor: Horacio Fantía maneja a la perfección el rosarigasino el cual lo curtió en pensiones de mala muerte del bajo Rosario. Ferviente colaborador de revistas alternativas, se dio el gusto de fundir el aburguesado magazine “Paraná”. Aturdido por el caos de la ciudad se instaló en la anestesiada San Juan.

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LOS FANTASMAS DE NATACHA ¿Cuándo empezaste con los mambos del encierro? -Yo empecé a desalinearme (bardear) una vez que corté con mi novia. La pasábamos todo el día encerradas en el dúplex. Siempre el mismo programa... quedarnos ahí hasta que pire alguna, pero corte que casi nunca salía nada; y era genial! Y ahí arrancaste con... -Sí, imagínate que me comí la historieta de que mi dúplex estaba embrujado. Qué se yo, mi novia o mi ex novia mejor dicho, se mandaba el filo de encerrarse en el baño y yo sabía que estaba ahí. De hecho la escuchaba y todo. Pero una vez que se tomó el buque, el baño me pareció un lugar terrible. Imagínate que dejé de tomar por un tiempo. El mal mambo empezó ha acosarme con el delirio de los espíritus y todas esas fantasmeadas; sentía que alguien me estaba observando desde el baño, una mierda. ¿Y qué hiciste? -Y qué se puede hacer... boludeces, siempre hay alguien que te quiere rescatar. Me metí en una de reiki donde se mandan el espiche de la imposición de manos y todas esas gansadas. Todo un menjunje de gente bien que quiere hacerla bien. A mí me empalagó el bocho y me las tomé de toque. Ni daba seguirles la onda a todas esas tilingas mantenidas que no saben cuál mandarse. ¿Vos cuál te mandaste? -Y la que se me cantó! Ese es el problema de la gente, no tienen un plan. Viven embarullados en una fauna de cartón. Yo al toque me instale en un psicólogo que me sugirió tomar en espacios abiertos. ¿Y cómo venís? -Re bien! Nos sabemos juntar en una plaza con las pibas, pero últimamente la gorra te saca la ficha y hay que encanutarse bien.


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TV FHÜRER

por Fabiola Bertuchelli

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ra obvio que Los Beatles nunca iban a andar jeteando su estrellita europea en un país bananero como el nuestro. Faltaba menos, imagínate el eslabón perdido de músico que es (como todo baterista) Ringo Starr en un bodegón de Once; terminaba baqueta de tanto tragar el descanso de los pibes que paran en la plaza. O al George Harrison en el Docke sin mapa y con el tour roto en un viaje para cargar combustible a su estupidez. Qué país de mierda, pero resulta que nadie se hace cargo, ni yo. Mandarse el espiche con bombos y redoblantes de que venían Los Beatles sólo se le podía ocurrir a la lagartija del Romay. Ese tano hijo de una tana hija de puta, orgulloso creador de la T.v basura se encargó de tener en vilo a todo el pueblucho, que de tanto escuchar al mafia del Palito Ortega, no tenía ganas ni de coger. Imagínate: lo más disparatado que podías curtir en los pedorros ´60 de este embudo de mierda que se llama Argentina era escuchar a los virgos de Club del Clan o al micro pene del Sandro que encima hacia unas pelis de mierda. Claro que si te alejabas un poco de la farándula y te perdías podías amanecer de la galera sin entender un comino, pero con la certeza de que te había gustado. Porque en aquellas épocas los quilombitos, esos que te deschaban el cerebro burgués y pone patas para arriba tus apostólicas creencias eran pocos, poquísimos. El tema era zafarse.

Y UN DÍA LLEGARON... La historieta fue así: La Lagartija vendió la merza de que los nenes malos de Liverpool llegaban en unos días. El pescado pudrió los pasillos fritos de cuanta redacción había, y la expectativa fue en alza hasta que unos días previos a la supuesta llegada, el Romay como si nada comunicó en su programa de Canal 9 que a raíz de unos inconvenientes y no sé qué más no llegaban los de Liverpool, y en su lugar tocaban The American Beetles (si, con doble e). Si las bandas tributo que tanto proliferan hoy en día, bajo el rótulo de “homenajes” merecen en mi opinión desprecio y antipatía, estos charlatanes eran los reyes del fraude musical. Lo único que les tarareaba su estúpido cerebro belicoso a estos yanqui eran las balas de plomo que descargaron


a cuanto vietnamita suelto encontraron en las dunas de no sé dónde. Estos expertos en fusiles y metralletas no entendían un pomo de música. Muchos nos decepcionamos cuando en el pajerisor aparecieron estos cuatro personajes; era como que te anuncien a Chaplin y te aparezca el aparato del Carlitos Balá preguntando que gusto tiene la sal. Nosotros buscábamos una faena más picante, un chimichurri que nos deje del orto. Ni hablar del botonaje mediático que se hizo un festín. Encima estos parásitos insufribles se dieron el lujo de llenar el estadio de Huracán. Todo el boludaje que no sabía qué hacer con su aburrimiento se engalanó hacia La Quema a sabiendas de que todo era un chamuyo. Caretas de alma que sólo querían ser parte del circo pedorro pero luminoso que proponía la vedetonga del momento (algo así como lo que pasa con ese rey patricio del márquetin que es el Indio).

Tiempo después se le puede ver al Lagartija Romay entrevistado con el bombonazo de Juan Castro reconociendo como si nada la opereta que se mandó allá por los ´60. Yo que el Castro le rompía la trucha, ahí mismo, delante de toda la gilada. ●

Sobre el autor. Fabiola vivió los gloriosos ´60 cuando el mundo parecía arrancar hacia algo mejor, posee de hecho algunos recuerdos que la incitan a seguir en el ayer. Desertora por naturaleza dejó de garpe a un montón de Romeos y también algunas carreras de la Universidad de Córdoba.

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ZONA BORDER ENRIQUE SIGUE ESPERANDO LA REVOLUCIÓN por Leandro Fuentes Sobelvio El viejo Symns pretendió comprar mi vida, quería cambiar mis días por los suyos. Lo que nunca sabrá es que mi vida vale muy poco. Alguien me dijo en Buenos Aires que él escribía en el café Británico, ubicado enfrente a la Terminal Sarmiento, y allí lo esperé varias semanas, hasta que lo vi entrar como una aparición. Symns es un hombre de setenta años, con una remera desteñida de Star Wars y una campera Adidas sucia. Desde afuera, se lo podría confundir con un viejo ridículo, un anciano que no tiene quién le sugiera cómo vestirse. Va directo a una mesita que está pegada a la vidriera del bar, una chica se le acerca y toma el pedido de Symns. Para cualquier persona que lo vea, podría imaginar que es un abuelo más, sin saber que el viejo desprolijo que ahora se saca la dentadura postiza de la boca fue un bastión de la contracultura Argentina, en tiempos donde el rock post dictadura y el periodismo alternativo comenzaban la gran fiesta del papel picado. No es muy alto, ni muy bajo, carga con una cara de fisura aterradora, tiene los ojos muy separados, como los de un toro, y tan oblicuos y diáfanos que habrían podido ser los del diablo si no hubieran estado sometidos al dominio del corazón. Ahora él y yo nos encontramos en el mismo bar, él con un café exprés y unas tostadas con mermelada de ciruela, yo con una cerveza Andes leyendo una nota sobre Saer en la revista The Clinic. Symns me llamó con un acento extraño, sabía quién era el viejo, fui hasta ese bar para conocerlo. Él iba a escribir y a desayunar con gran frecuencia al Británico, me acerqué con precaución, no había nada entre sus cosas, ni siquiera una maldita valija, estaba escribiendo algo en una servilleta con una Bic azul. Tenés

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un cigarro me dijo señalando el bolsillo de mi camisa, el viejo había observado que estaba fumando cigarrillos armados en la barra del bar, así que armé un cigarrillo, lo encendí y se lo pasé. El viejo seguía observándome con la boca abierta, advierto que respira con dificultad, de vez en cuando se cierra su boca entre bocanadas de humo. Quiero tu vida, sentenció. Me gusta tú forma de tomar cerveza, y necesito tú sangre para volver al sabor de la cocaína y el sexo rápido. Yo seguía de pie, justo enfrente mío la cara del viejo Symns, los ojos perdidos, saboreando una lengua muerta entre sus encías vacías, no tardaría mucho tiempo en juntar saliva y escupir en los mosaicos cuadrados negros y blancos del bar. Me ofreció la redacción de Cerdos & Peces, y a Vera Land. Me pidió que lo acompañe al cajero automático de la terminal, ayúdame no puedo moverme bien con el andador, saca mi billetera del bolsito negro, señalando un morral atado en los fierros del andador. No había más que treinta y cinco pesos con setena y cinco centavos. ¿Y esto qué significa? Una copita de ginebra en la pensión, busca bien, ahí adentro tiene que haber un papel, en efecto, es un ticket de un banco, esa es mi suerte como escritor me dice al oído, es la Pensión de escritores de la Ciudad de Buenos Aires. Hoy vive con eso y con los derechos de sus libros. En el ticket está escrito con lapicera azul P-E-Z, esa es la contraseña dice mientras tose, me pide ayuda para colocar la clave alfanumérica, ingreso en el sistema un poco descreído, admito, y compruebo que hay cero pesos, nada viejo Symns. ¿No depositaron estos hijos de puta? Nada. Me miró, hizo unos gruñidos y dijo, ¡Yo soy el señor de los venenos!, el derecho de autor es para vos, sólo dame tú sangre. No viejo, no


necesito tus sombras y luces, este es mi tiempo y voy a vivirlo, destruirlo o morir en el intento. El viejo Symns se avalancha contra mí, intenta agarrarme de la camisa, en un movimiento se agita y casi se cae, escupe mientras habla, me maldice, lo agarro por el brazo izquierdo y ya afuera de la sucursal del banco lo dejo sólo junto a una ventana de un kiosco y me voy. Sé que intentará negociar su vida una vez más, pero el viejo Symns debe morir para existir eternamente. Symns pega un grito, algo como un ¡esperá!, regreso la mirada al viejo, y lo que veo es una foto, en una casa del siglo XX el viejo Symns está apoyado en una ventana antigua con el sol de frente, de regreso a el cruzando una calle sin demasiado tráfico pienso en que este viejo esta loco y que quizás se le ha ocurrido pegarme un tiro, pero no vi ningún revolver o algo con forma de revolver en su ropa, tal vez un cuchillo, una navaja bien guardada, pienso en el destino de morir acribillado por el viejo Symns en una esquina cualquiera de esta ciudad. Estoy de pie junto a él otra vez, pero ahora preparado para soltar mi puño derecho en su ojo izquierdo por si es necesario, pero su voz interrumpe todos mis pensamientos, fijo la mirada en los ojos del viejo y comienza a hablar. —Ya no tengo ganas de escribir, tengo que hacerlo para sobrevivir, por mí no escribiría más, no sé lo que haría, por eso no sé si seguir viviendo, es algo que mis amigos no quieren escuchar pero es la verdad. Yo no puedo dormir de noche porque… Odio todo lo que me pasó, odio Cerdos & Peces, odio ser escritor. —La cocaína era la única manera de vivir, era la única manera de soportar la estupidez de la normalidad, de la inmunda galería de espectros que es la ciudad, donde lo único que podes hacer es trabajar, estudiar, casarte, tener hijos,

toda la pelotudez junta en una masa de mierda de giles perdidos. El tipo que va a la facultad es un pelotudo, en vez de perderse, extraviarse y leer y aprender de la vida y de los demás, no, vivís en una masa de gente que no le importa un carajo los otros. Comienzo por armar un cigarrillo, lentamente, observando la cara del viejo Symns; dame otro cigarrillo, y ándate, no quiero verte nunca más. Pero antes, voy a regalarte este trozo de servilleta, hoy estuve tratando de recordar un poema, pero no funciona. Esas fueron las últimas palabras que recuerdo del viejo Symns. Esa es la tristeza, la tristeza de un niño ya un poco más grande encontrando en los cables el cadáver de algún barrilete que remontó hace mucho tiempo. La tristeza de rememorar, o la tristeza de un niño pequeño en la playa, inventando historias dentro del castillo de arena que va construyendo, historias que el mar inmediatamente destruirá. Tratando de enseñarle al niño las consignas de la existencia: Que nada es real, que todos están solos, que la ausencia es eterna.

Sobre el autor: Leandro Fuentes Sobelvio nació en San Juan en 1990. Fuentes es un poeta casi secreto, paralelamente a su carrera de periodismo, fue desarrollando una intensa y constante labor narrativa que, hasta ahora, permanecía desconocida. “Enrique sigue esperando la revolución” es un recorte del trabajo literario que próximamente será editado en forma de libro. │

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ENTREVISTA

EL FUEGO QUE HEMOS CO por Leandro Fuentes Sobelvio

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ONSTRUIDO

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ara subirse a un ring hay que tener aguante, para pararse de manos en el asfalto hay que tener calle. Para apostar en una banda de música alternativa sólo hay que tener un poco de amor, un amor tan grade como dos galaxias. Un golpe en el tiempo justo es un KO, un Cross a la mandíbula fue justo la fisura que ocasionó Santiago Barrionuevo cuando lanzó junto a sus amigos El Mató A Un Policía Motorizado. Una banda de La Plata que nunca imaginó salir de gira por el país, y encontrarse con un público que va cantando por lo bajo canciones en formato EP. Resulta algo irreal para un proyecto nuevo pensar en hacer presentaciones en el exterior, pero El Mató lo hizo real; y hoy la maquinaria motorizada parece no conformarse y apuesta a ir por más. Sus discos son el motor de una generación que crece en el caos social de ir haciendo las cosas más o menos bien. Él Mató va construyendo una familia en cada reci que pasa, sucede que su público no es otra cosa que una banda de almas perdidas en búsqueda de un sonido nuevo, un propio color. Nada mejor que la voz urgente de Santiago para desaparecer por un instante en lo que dura la canción. Necesitamos nuevos discos, nuevas drogas, en este mundo peligroso tenemos que estar juntos. Ya perdimos suficiente sangre en la velocidad de la ciudad, ahora vienen bajando las bandas espaciales, con sus voces rotas, con la distorsión construyendo el dolor. Quién no curtió el asfalto no entenderá jamás las palabras del dolor, quién no avanzó a la sombra de los demás no podrá encontrarle un color al amor. Atrás del sol, el frío existencial o atrás de la luna la soledad infinita. Las palabras se convierten en pájaros libres cuando nos encontramos viajando hacia un espacio desconocido, pero con la certeza de creer en un mundo mejor. Creemos que trabajar en el mundo de la música es ingresar a una empresa oxidada, repleta de oportunistas, chupa sangres del proyecto que creció sin repetir la fórmula del éxito que pregonan los mercenarios del rock. Sin embargo resulta difícil sostener en el tiempo la bandera del sello independiente, alentamos a que las bandas emergentes continúen por │

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la senda de autogestionarse. No faltaran los fundamentalistas de siempre, los que creerán que lo Under nunca llega más allá de la esquina de un barrio cualquiera, suponiendo que aún hoy existiera el Underground, creo que la mejor opción que nos queda sigue siendo la de bancar la nave que despegó para conquistar más no sea los sueños perdidos. Quizás ésta sea la peor entrevista que le hicieron a Santiago Barrionuevo, Frontman de ÉL Mató A Un Policía Motorizado, pero nuestro tercer encuentro en la provincia de San Juan funcionó en un formato diferente. Desde Montañas de Papel esperamos que lo disfruten y pedimos perdón, hay momentos en los que no sabemos muy bien qué estamos haciendo. A continuación ofrecemos el intento de entrevista que mantuvimos con Santiago Motorizado en el marco de la gira Rápida y Violenta, presentando su último trabajo titulado Violencia en las inmediaciones de Sala Z.

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EL MATO

A UN POLICIA MOTORIZADO


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Fotografía: Alejandro Carracedo


Llegamos temprano, aún están armando el escenario. Nos encontramos con el Oso, un viejo amigo de la noche, nos cuenta que es el encargado de hacer de ortiva en el ingreso al reci, el Oso, el patova con más onda que hemos conocido. Nos pregunta qué hacemos acá, le contamos que venimos hacer una entrevista. El Oso no sabe quién se presenta esta noche en San Juan, el vino a trabajar también y no tiene ni idea de quiénes se presentan esta noche en Sala Z. Sólo estamos él y nosotros, invitamos rápidamente una cerveza que será la primera de cinco que nos iremos tomando junto a los cuidacoches que a esta hora están preocupados por si vendrá un número importante de gente, nos preguntan si creemos que veinte pesos por auto estaría bien, le decimos que cobre treinta y vamos por otra cerveza. Con mi compañero chequeamos que la cámara y el grabador estén en condiciones, nos damos cuenta que la cámara no tiene batería y comienza una especie de discusión que rápido se disuelve, el diálogo es intervenido por un Fiat Dobló, su conductor es el Chango Barrionuevo, lo vemos bajar con una mochila y con una pinta de fisura que nos causa simpatía. El Chango ingresa al interior de la sala con total tranquilidad, adentro ya está el resto de la banda esperándolo para la prueba de sonido.

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Pasan algunas horas, y la gente comienza a llegar con una extraña puntualidad, se agrupan alrededor del lugar de cita. Un Supermercado y un Kiosco en ambos extremos comienzan a facturar algunas bebidas y cigarrillos, es una noche cálida en San Juan, no hay registro de policías y todo pareciera desenvolverse con total naturalidad. Conversamos con algunos grupitos que se van juntando en la puerta de Sala Z, podríamos describirlos a grandes rasgos como pibes en busca de una identidad en materia de sonido. Reconocemos a algunos seguidores de Él Mató, nos cuentan que se sienten viejos entre los presentes, y no dudan en decir que esto se está poniendo medio careta. En esta provincia siempre pasó que cuando algo relativamente nuevo llegó rápidamente se puso en boca de todos. Del otro lado de la cosa nos dicen que Él Mató es lo mejor que escucharon en los últimos años, y nos preguntan si podemos hacerlos ingresar para conocerlos, lo vemos a Almada preocupado por el delivery de pizzas, es el tipo que maneja los hilos periféricos de la banda, lo llamamos, y sin mayores inconvenientes accede. Ahora los chicos nos agradecen con alegría, hablan entre ellos sobre conocer al “gordo”, así lo llaman a Santiago Barrionuevo. Desconocemos si el encuentro se concretó, sólo hicimos lo que estaba a nuestro alcance para que un par de pibes obtengan una foto con el motorizado.


Después de idas y vueltas con la gente de la organización logramos ingresar a Sala Z, una vez adentro la baranda a flores nos hace saber que esto cambió desde la última vez en que la voz del Chango apareció interpretando canciones en formato solista hace dos años, aquella vez todos sentados, libres de humo. Esta nueva versión nos encuentra sin sillas, personas con latitas de cervezas y fumando faso, cigarrillos sin inconveniente alguno. Esto nos hace pensar que no estuvimos tan mal cuando decidimos cargar un par de birras de Bud en nuestra mochila. Nos vamos acomodando al lugar, Sala Z no es un espacio grande, más bien es un lugar íntimo, dónde el público fácilmente puede encontrarse interpelado por los encargados de animar la fiesta. Buscamos un rincón donde podamos escabiar tranquilos y que nos permita focalizar cómo se irán dando las cosas. La relación entre músicos y público nos interesa, sabemos que Él Mató no se caracteriza por ser una banda que provoque conversaciones con los que nos encontramos frente al escenario, también sabemos que el público de San Juan es uno de los más enérgicos de cuyo, creemos que todo sucederá sin grandes anécdotas, pero está bien, Él Mató aún no ha producido fanáticos por este costado del mundo y eso permite disfrutar sin bardos el reci.

al final de cada canción, mientras los celulares y las réflex capturan los rostros ofrecidos al público para luego subirlo a una red social y afirmar que estuvieron ahí, porque se enteraron que las naves espaciales pegaron fuerte.

Indiscutiblemente este proyecto en materia de sonido propone viajar a un lugar nuevo, confunde por momentos los invitados que se acercan presentación tras presentación, es un poco raro la antena que transmite en relación a las tendencias de hoy, si queremos ser honestos debemos plantearlo, y ya era hora de decirlo – ÉL Mató ha llegado a todos los auriculares – sin distinción de clases y eso es saludable. La resonancia es incontrolable cuando se arroja al universo la obra de arte. Los más recientes allegados parecieran estar un poco lejos de la destrucción, o de ser perseguidos una noche de navidad por la policía, ¿Pero acaso construimos altares del reviente? Sin dudas hay por suerte pentagramas para todos y todas. Los más retorcidos observamos de costado, en una extraña complicidad visualizamos las nuevas caras que se acercan a un escenario donde el cantante no dirá más que Gracias una y otra vez

Ingresamos al camarín de Sala Z, y ahí están ellos, los motorizados festejando frenéticamente porque dicen que todo salió bien. Niño Elefante se nos acerca, intercambiamos algunas palabras y nos invita a formar parte del festejo, sonreímos, brindamos, sólo por cortesía, y ahí está Santiago, bastante agitado, un poco cansado. Nos saludamos, no nos recuerda pero cuando le contamos que en 2014 hicimos dos entrevistas para un programa de radio que habíamos armado por aquel entonces hace memoria y nos dice que sí, no le creemos pero hacemos como que está todo bien, y es que en realidad está todo bien. Junto a Santiago están Chatrán Chatrán y Pantro Puto, la conversación gira alrededor del reci de recién, eso ya es pasado, pero analizan el sonido, secuencias que atravesaron en el vivo y toda esa clase de conversaciones que surgen al finalizar una prueba de fuego más. Santiago busca unas sillas, nos acomodamos lentamente, y nos preparamos para encender el grabador.

El punto de inflexión llega rápido y furioso con Mujeres Bellas y Fuertes, y ellas lo saben, son tiempos en donde el rol de la Mujer va ganando un combate histórico, por eso festejamos en un pogo desprolijo. Podríamos continuar describiendo la lista que armaron para presentarse en Sala Z pero sólo pensamos en el agite de Navidad de Reserva, destruyo mi cuerpo con drogas y alcohol sentencia parte de la letra, es nuestra mejor canción, cuando los conocimos allá por el 2013, diez años después de su nacimiento y comprendimos que no estábamos solos. Pasaron varias canciones, el repertorio estuvo bueno, el disco nuevo sonó bien, El Mato a un Policía Motorizado suena como siempre, tal vez un poco mal, pero nunca mejor, es así y nos gusta así. El final llega inevitablemente, la banda desaparece y el público se evapora. Ahora comienza nuestro laburo fuerte, los únicos que quedamos en la sala además de los músicos, los únicos que seguimos trabajando entre los vestigios del reci.

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ROCK ESPACIAL [ENTREVISTA] Empezar a tocar con amigos, armar un proyecto y salir de gira sería un buen disparador para escribir una novela. ¿Qué título le pondrías? —Postales Luminosas, así se llamaría la novela. ¿Recordás el comienzo del proyecto? —Arrancamos en 2003, no me acuerdo bien en qué momento decidimos formar una banda con Manu. Nosotros dos no teníamos banda, hicimos un grupo de amigos con el que estábamos armando y desarmando proyectos, pero siempre en movimiento. Decidimos armar una banda, después invitamos a los demás, y ese mismo año grabamos un disco como primer paso antes de salir a tocar. Queríamos tener un registro de unas canciones que seleccionamos y que después se editó en 2004. ¿Cuándo apareció el nombre de la banda? —Al principio no teníamos nombre, teníamos que bautizar ese proyecto que estábamos armando y Manu estaba como en una búsqueda de un nombre extraño, que salga de los típicos nombres de bandas, y queríamos algo como una frase sacada de contexto, que no tenga forma de nombre, sino que sea como una frase. Manu leyó algo en una línea de diálogo en una película medio trucha, en ese momento estábamos en una fiesta, no le preste mucha atención pero me gusto como sonaba, al principio medio raro pero bueno gustó, y ya está; no se puede cambiar. (La película era R.O.T.O.R. (1989), dirigida por Cullen Blaine, “una suerte de Exploitation fiction, cruza entre Robocop y Mad Max, considerada injustamente como una de las peores de la Historia”. El diálogo original era “This old boy just killed a motorcycle cop”).

Santiago: los integrantes de El MATÓ A UN POLICÍA MOTORIZADO. —Los nombres reales son: Guillermo, Manuel, Gustavo, Agustín y Santiago. Pero bueno en un momento nos bautizamos porque nuestros nombres nos parecían aburridos y comunes, y quedó Doctora Muerte (batería) , Niño Elefante (guitarra) , Chatrán Chatrán (teclados), Panthro Puto(guitarra) y yo Santiago Motorizado (bajo y voz). ¿Podríamos revelar la historia de cómo surgieron esos nombres? —La verdad que un poco nació en una exposición que hice en la época que estaba formando la banda, y la exposición se llamaba Pirinche y Los Funkys Extremos, era como una especie de colección de personajes como de figuritas. Eran dibujos que estaban basados en mis amigos y medios deformados como una especie de mutantes, con partes de animales, de robótica y bueno, a Gusti lo había hecho con manos de elefante y le quedó Niño Elefante ese día. Y Doctora Muerte estaba con unas motosierras en las manos, una calavera y yo me confundí y puse doctora sin querer y bueno le quedó. El nombre de Panthro era porque él tenía un Fanzine que en una sección era “Cartas a Panthro” un personaje de los ThunderCats, y Panthro te contestaba tú duda y el mail para mandar tus preguntas era panthroputo@hotmail.com que hay que ver si existe todavía (sonrisas). 2004 TORMENTA ROJA. —Salió como un simple de adelanto del primer disco homónimo. │

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2005 NAVIDAD DE RESERVA. —Antes de lanzar ese disco yo justo me había bajado discos navideños viejos, yanquis, de los ´60, de los Beach Boys, Elvis, discos bien comerciales que aparentemente se lanzaban previo a las festividades, era un contenido extraño, muy comercial, muy de consumo, pero a la vez canciones lindas, interpretaciones que están buenas, y un poco la idea era jugar con eso pero hacerlo de una forma más real, más personal, más cruda, una navidad no tan de fantasía y felicidad eterna. Una canción de protesta contra la navidad, esa fiesta media obligada donde todo tiene que salir bien. Nació como primer paso de lo que después iba a ser un trilogía, nos gustó esa idea de buscar un disparador que sirva como de temática central para componer la música, la estética, las letras, el arte visual, entonces decidimos ordenarlo en un sentido de Obra conceptual. Y a partir de eso después nació UN MILLÓN DE EUROS, y DÍA DE LOS MUERTOS que todos juntos forman una trilogía EP, discos cortos. 2006 UN MILLÓN DE EUROS. —Se corresponde a una etapa optimista de nuestras vidas, y le cantamos básicamente a la amistad, amistades que nos salvaron la vida, a nuestro grupo de amigos con los cuales formamos Laptra, nuestro sello, donde editamos todo nuestro arte y el cual esperamos que crezca mucho. 2008 DÍA DE LOS MUERTOS. —Cerramos la trilogía con ese disco. Tiene la estética del cine de ciencia ficción, no sé cómo se llama, como de terror, que tiene que ver con los muertos vivos, bueno no sólo con eso sino también con la idea de fin del mundo y esa temática que nos gustó mucho, meternos con las profecías, se hablaba mucho de fin de ciclo y mezclamos eso con poesía de tono religioso y creamos Días de Los Muertos a partir de eso. Año 2012 aparecen en la vida de El Mató: MUJERES BELLAS Y FUERTES y CHICA DE ORO. Más un compilado que lleva como título EL NUEVO MAGNETISMO. —Fueron dos simples que tienen una canción y un lado B. Salió como adelanto de lo que después iba a ser Dinastía Escorpio. Y El Nuevo

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Magnetismo salió en Brasil editado por un sello de allá, un país donde gracias a Internet pudimos viajar mucho, y la verdad fue increíble, porque a veces se hace un poco difícil el intercambio cultural con Brasil, por el idioma y todo eso, por más que este cerca. Y bueno el disco recorre un poco la discográfica previa a Dinastía Escorpio, es como un compilado. ¿Cómo surgió la idea de realizar una trilogía que hable sobre el nacimiento, la vida y la muerte? —Nació primero con Navidad de Reserva, con la idea de hacer un disco de navidad. Ésa fue la primer idea. Me destruyo porque elijo destruirme… —Sí, sí, es un poco ahí un juego de hablar de la navidad como esa fiesta forzada que todos conocemos. Ningún Dios sobre la mesa de navidad… —Claro, una cosa así, y a partir de eso generar como escenas que tienen que ver con eso, destruirse por destruirse, porque sí, porque es el momento, porque es el día, y tratar de describir ésa fiesta no diría oscura porque es demasiado, pero si rara. A partir de eso que se nos ocurrió hacer un disco de navidad aparecieron las ideas para los demás discos.

“Muchas letras son básicamente descripciones de personajes, situaciones, de sentimientos, y a veces con pocas palabras, pocas frases ya encuentro eso que quiero escribir” Ustedes trabajan bastante la idea de lanzar discos sin un gran número de canciones. —Sí, nos gustan los discos en todas sus formas, los simples, los EP, los larga duración, quizás en un futuro un disco en vivo. Y también emulando un poco a las bandas que nos gustan, esas que sacaban adelantos con rarezas, con cosas como coleccionables, y un poco es jugar a esas bandas que siempre admiramos.


¿Cuál fue la principal evolución de la banda durante todos estos años? —Quizás la época en la que grabamos Dinastía Escorpio. Hubo como un cambio, empezamos a viajar mucho, cambió la dinámica de la banda totalmente. Viajamos a Europa, comenzamos a hacer giras por Estados Unidos, México. Hubo que acoplarse a eso, era algo nuevo y también la experiencia de Dinastía Escorpio fue un cambio, lo grabamos de manera distinta a los demás discos; a partir de ahí hubo una nueva etapa que para mí no sé, es mejor. Siento que estoy más cómodo, yo, los chicos; y estamos llegando a un lugar que nos gusta. Ahora están presentando el EP VIOLENCIA, ¿Están pensando en un nuevo disco? —Sí, todo este año lo dedicamos entre las fechas y los viajes a preparar un disco nuevo. Grabamos maquetas, estamos armando un disco de veinte canciones más o menos, no van a quedar las veinte pero lo estamos viendo. Por lo que estuve leyendo, varias de esas canciones ya estaban cuando armaron el EP Violencia, incluso leí declaraciones de vos que Violencia era una canción que habías dedicado a tú novia, y por ahí se creyó que el título Violencia hacía referencia a otra cosa… —Sí, pasó algo de eso, pero la idea era usar la palabra violencia dentro de un contexto que habla de otra cosa, algo así como un acento que rompe un poco la dinámica. Y sí, este disco que estamos preparando ahora lo empezamos a armar en el 2015, y de esas primeras sesiones apareció Violencia. Sentíamos que eran canciones que no estaban en la línea que estábamos preparando pero que estaban buenas y queríamos mostrar, entonces de ahí salió la idea del EP. Pusimos pausa en eso que estábamos preparando el disco largo y lo continuamos este año. Ya está casi listo, en enero vamos hacer la grabación definitiva y esperemos salga pronto. Sobre al arte de tapa, y esos diseños fantásticos que vienen presentando en sus discos anteriores, ¿Tenés algo armado para el nuevo material? —Tengo algo pensado para el disco nuevo, está en mi mente genial, pero hay que ver después

cuando lo lleve a la realidad si es una porquería o no, pero vamos a ver qué pasa. A veces aparecen cosas nuevas en ese proceso que están buenas y cambian todo, pero bueno, hay que hacerlo, por ahora está sólo en mi mente. Podríamos decir que El Mató no sólo se limita a hacer canciones, sino también a trabajar en el mundo del diseño gráfico y audiovisual. —Sí, nos gusta eso. Más allá de las canciones ayuda a cerrar una idea conceptual general digamos, pequeños planos que no se pueden llegar alcanzar con las canciones se logran con trabajos visuales, entonces engloba una idea que esta bueno. Genera placer estar pensando un disco nuevo y pensar la tapa, pensar los videos; pensar todo lo que dispara un disco entonces está buenísimo. La idea de trabajar en armar videos siempre funcionó bien en ustedes. —Sí, nosotros estamos a cargo de todos los pasos, nos divierten hacer canciones, grabar discos, hacer el arte de los discos, los afiches y todas las piezas visuales, nos gusta lo audiovisual, estuvimos con algunos videos, ahí trabajamos con personas que sabían más del tema porque nosotros solos nos faltaban materiales para llevarlo a cabo, pero siempre que podamos vamos estar como encima de todos los momentos creativos de la banda porque es algo que nos divierte hacerlo. Hubo un momento fuerte de trabajar lo conceptual con la idea de lo espacial, se vio en ustedes y en muchas bandas emergentes. —No sé, es algo que está bueno, es cómo una cosa muy intensa, a la vez es muy misterioso el espacio, tiene esa cosa infinita, y a veces uno con el arte, con la música sobre todo generas un clima, la combinación de instrumentos genera situaciones que tienen que ver con eso. Con algo infinito, con algo misterioso, con algo que no termina, por ahí hay una relación, por ese lado.

“Me gusta lo independiente, soy hincha de las bandas independientes; de las que hacen su camino propio, sin firmar con un sello grande” │

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Tengo entendido que vos ya venías con alguna experiencia en el diseño gráfico. —Sí, en el colegio estaba en la especialidad de arte, yo estaba en plástica, pero no recuerdo de haber aprendido mucho, sí recuerdo de haber aprendido de mis compañeros, de estar con pibes que tenían la inquietud de hacer cosas artísticas, y eso motivo para hacer cosas. Algo parecido a Daniel Johnston cuando armaba sus propias tapas para los cassette que grababa. —Claro a full, y eso entusiasma, se va contagiando y eso es re importante cuando sos chico tener esa motivación extra. La motivación de uno, tus ganas de hacer arte y contagiarte de la energía de otros que están al lado tuyo, cuando descubrís esa información que está dando vuelta está buenísimo, eso fue lo mejor del colegio. Por ejemplo, ahora si veo algo que me inspire voy a pensar en hacer algo, diseños o letras, y dibujar es algo que hago desde que soy chiquito, diseñar desde que tengo computadora, y siempre estoy trabajando en eso.

y a veces con pocas palabras, pocas frases ya encuentro eso que quiero escribir; en una combinación de un par de palabras se entiende eso que quiero describir. Seguir forzando eso es ya querer copar otra cosa que no era lo que había empezado a intentar como tema principal. Entonces eso depende de la canción, si la canción quiere extenderse en un montón de descripciones que se van uniendo está bien, pero si es solamente un lugar, un sólo mensaje no hay porqué forzarlo. Entonces una cosa breve, minimalista nos gusta, y muchas veces acompaña bien nuestra música que tiene que ver con cosas cíclicas, con pocos elementos, entonces la letra encaja bien en esa estética.

“No me gusta Indie, no me gusta etiquetarme, y definir algo que no me gusta no me interesa” Sobre la movida del Rock Nacional. Hace poco algunos “héroes” del rock vernáculo hicieron declaraciones en tono de sentencia, algo así como que el rock murió en sus pentagramas.

En el palo de la literatura trabajaste para un libro de Fabián Casas, y para un libro titulado Nunca Seré Poesía homenaje a Ricky Espinoza.

—Leí algo en un periódico de Chile, no sé si la viste a esa. Yo creo que tiene que ver con lo que se refiere al mainstream, a lo que suena en las radios, a los músicos más mediáticos.

—Me encanta hacer portadas de libros, lo de Ricky estuvo buenísimo, y con Fabián hice algunos trabajos, recuerdo ahora un cuento infantil, ahí no sólo hice la portada sino también el diseño de interior.

Se me ocurren varios, no sé por ejemplo el Indio Solari…

—No, por suerte me pagan así que todo bien. Sobre todo los de Fabián Casas que lo edita Planeta; así que si no me paga Planeta no sé. Lo de Ricky Espinoza no cobre nada, era una editorial independiente, ahí obvio no exigí nada, pero Planeta si obvio.

—Claro, en ese sentido sí estoy de acuerdo, lo que suena ahora en las grandes radios me parece una basura en comparación con lo que sonaba antes. Entonces sí, era mejor antes. Eso no significa que antes no fuese mejor la música, sino que significa que ahora, los grandes músicos de la actualidad no están ahí, en esos medios de comunicación. Están por otro lado, en la periferia a esos grandes medios. A pesar de que hoy la cultura emergente, independiente, alternativa está creciendo mucho, tiene mucha fuerza, y no parecen darle importancia.

La técnica para escribir y componer. Por ahí da la sensación que las letras de El Mató son como cuentos cortos, ¿Qué hay de eso en realidad?

Quizás no lo quieren ver. Ahora en este momento, ustedes desde la música independiente y nosotros desde el periodismo alternativo generando un espacio mejor.

—Sí, es verdad tiene un poco de eso. Por ejemplo muchas letras son básicamente descripciones de personajes, situaciones, de sentimientos,

—Claro, y además tenés otros medios, está Internet, las redes sociales, plataformas para escuchar música o leer alguna revista, leer libros

¿Eso lo haces de onda o te dedicas a trabajar en portadas de libros?

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nuevos. Creo que por ahí pasa esa movida por donde pasan cosas para mi geniales, a mi gusto esto, después cada uno lo puede discutir, pero para mí más geniales que nunca, mejores que cualquier época, para mi gusto obvio. ¿Incluso vos decís que mejor que la época cuando apreció Almendra, Manal, Sui Generis? —Mejor que todos los tiempos. Seguramente a muchos les encantará eso, y a otros para nada. A mí me gusta mucho lo que pasa hoy, te puedo nombrar veinte bandas que me gustan más que Sui Generis. Y muchas más que el Indio Solari, pese a que venís de La Plata… —De Los Redondos no soy muy fan, del Indio menos. Escuche Porco Rex, un par de discos y no me gustan para nada. Mercedes Sosa dijo una vez que no entendía sus letras, algo así también dijo Charly García, algo como “algo pasa en el público pero no sé qué dicen los redonditos…” —Las letras no sé, nunca le presté demasiada atención. Más allá de que si se entienden o no musicalmente no me interpeló, nunca me gustó, nunca me emocionó ni nada de eso, pero son cuestiones de cada uno, con eso no significa que sean malos ni nada. ¿Alguna banda con la que te pase lo contrario? —Sí, hay bandas actuales como Las Ligas Menores que no suenan en las principales radios, es una banda que a mí me emociona. La escucho todo el tiempo, escucho sus discos cien veces hasta que ya no funciona más. Las Ligas Menores, una banda que suena muy bien y con la particularidad de que la integran en mayor número chicas, todo un símbolo dentro del mundillo rock nacional. Este grupo como ustedes dentro del sello discográfico Laptra, pienso y se me ocurre ahora Atrás Hay Truenos… —Todas las bandas de Laptra me parecen geniales. Hace poco hicimos el Festi Laptra, y viste es como un festival con amigos, algo soñado, ese es mi gusto que se yo, seguro para algunos les parecerá una porquería.

¿Cómo definirías el Indie Rock? La última vez que nos vimos dijiste algo así como que no te identificabas con el Indie, que no alzabas la bandera de la banda independiente. Pero a través del periodismo etiquetan a El Mató como la banda indie que rompió los esquemas, ¿Qué te pasa con el título Indie? —No sé, no me gusta Indie, no me gusta etiquetarme, y definir algo que no me gusta no me interesa. Me gusta lo independiente, soy hincha de las bandas independientes; de las que hacen su camino propio, sin firmar con un sello grande. Más allá de lo musical quiero que les vaya bien, es un camino arriesgado y que requiere mucho esfuerzo, mucho tiempo, las bandas que tengo cerca trato de ayudarlas, quiero que les vaya bien.

“Nosotros llegamos a lugares donde no están editados nuestros discos, no nos pasaban en la radio. Nosotros viajamos por todo el mundo gracias a Internet básicamente” ¿Qué colores usarías, si tenés la posibilidad de hacer una pintura para resumir el músico independiente? —Muchos colores, haría un dibujo de una especia de picnic en un parque o una plaza y gente tirada ahí, comiendo sanguchitos de miga, manteles, y ese tipo de cosas. Sobre el artista militante, ¿Cuál crees que es el rol del músico? —Mínimo militar por la cultura. Por generar espacios de todo tipo, sobre todo en lugares pequeños donde las bandas nuevas empiezan a mostrar sus canciones. Comprometerse si ven que hay una persecución, si ven que el gobierno clausura lugares, sobre todo bandas que ya están en otros espacios más grandes y ven que pasa algo raro que lo digan y ayuden a bandas que recién empiezan. Yo soy muy amigo de los chicos de la UMI (Unión de Músicos Independientes), y siempre estoy en contacto con ellos; me parece que hacen un trabajo increíble. │

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¿Qué opinión tenés sobre el Periodismo? —No sé, que está bien. ¿Qué crees que debe pasar con los medios de comunicación para que empiecen a ofrecer mayor espacio a proyectos alternativos? —Tendría que cambiar radicalmente la forma de verlo, el medio como difusor de cultura. Pero no creo que pase. Hace unos días vi la entrevista que le hicieron a Mac Demarco en Vorterix. Tengo la impresión de que ciertos periodistas consagrados como Mario Pergolini no saben interpretar la nueva generación, el nuevo sonido. —¿Está on line? La quiero escuchar… pero pasa que Pergolini es de otro palo, le gusta el Indio Solari y ya está. Qué va hacer… Recordás cómo era antes, sin Internet. —Todo fue cambiando, sobre todo cómo fue llegando la información, el primer cambio grande que me acuerdo cuando era chico era MTV, si tenías cable tenías MTV con conductores argentinos, mexicanos, chilenos, y de alguna manera eso era un paso previo a esa especie de integración de la información, por lo menos en el continente. Y después cuando llega Internet como que se cambia todo. ¿Crees que Internet es una herramienta que ayuda a las bandas? —Internet es una plataforma que es útil a las bandas independientes, lo más difícil es la difusión y distribución para una banda nueva y que hace una música que sale de lo típico. Eso fue históricamente difícil, por más que a las bandas les gusten sacar discos, que este físicamente editado, siempre las distribuidoras que llegan a todo el país van a poner el foco en lo que más vende y con eso ellos ya están cubiertos. No les interesa arriesgar a algo nuevo y lo mismo pasa con los medios masivos, apuestan a lo que pasan les va a gustar inmediatamente a su audiencia entonces no arriesgan nunca. Nosotros llegamos a lugares donde no están editados nuestros discos, no nos pasaban en la radio. Nosotros viajamos por todo el mundo gracias a Internet básicamente.

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España sería la excepción, el sello Limbo Star los editó. —Bueno después de que fuimos por primera vez nos editaron. Pasó que fuimos sin esperar nada y vimos que la gente conocía las canciones porque las escuchaban por Internet, así que para nosotros es una herramienta que nos cambió la vida. Sobre los viajes espaciales, fueron a Estados Unidos, ¿Cómo estuvo eso? —Hay dos circuitos allá, uno como que es para el público latino que vive allá. Los que votaron a Trump… —Seguro. Se habla mucho español en Estados Unidos, sobre todo ahí donde estuvimos en California y New York. Entonces hay como dos circuitos, uno que es para el público latino y otro yanqui. Tocamos en los dos por suerte, sentimos más cercanía al yanqui, estéticamente, no sé la música cuando tocábamos. La recepción estuvo muy buena, la última vez tocamos en un barrio en Los Ángeles que se llama Echo Park, fue una fecha con bandas de allá, para la gente fue una novedad, no nos conocían mucho y estuvo buenísimo la devolución, vinieron a saludarnos mucha gente al final, estuvo bueno tocar dentro del circuito yanqui y generar algo, eso viste estuvo bueno. ¿Cómo van armando la lista para las distintas presentaciones? —Ahora hacemos el foco en Violencia que es nuestro último disco, concentramos un poco y salimos con todo. Siempre armamos la lista antes de tocar, ahí vemos como viene la noche y que tenemos ganas de tocar en ese momento. ¿Qué cosas no te pueden faltar en la mochila cuando salen de gira? —El cepillo de dientes y la pasta. Si tenés que elegir un disco de El Mató ¿Cuál sería? —Dinastía Escorpio. ¿La mejor canción de El Mató? —Me gusta como quedó la voz en Mujeres Bellas y Fuertes.


Tenés que armar una colección de 5 discos, ¿Cuáles serían? —Lo voy a decir rápido: Ramones Ramones – completar Si hoy fuéramos al cine ¿Qué película te gustaría ver?

MDP – No. SM – Me parece genial. MDP– ¿Continuamos con la parte final de la entrevista? SM – Sí, ¡dale!

—Superbad.

¿Un color?

¿Un escritor?

—Rosa.

– Leonard Cohen.

¿Cómo definirías a tus compañeros de banda?

¿Una Bebida?

—Las personas con la que puedo ser como yo quiero ser.

—Jugo de naranja. ¿Flores? —No soy fan de las flores. Ahora uno de los organizadores del reci interrumpe la entrevista. Transcribo: X –Perdón, no quiero interrumpir. MDP – En un toque terminamos. X – hay un chico afuera que quería una entrevistita, un chico que está haciendo una Tesis sobre rock independiente, las bandas, cómo se mueven… SM –Y ¿qué quiere? X – No… está bien, digo si vas a tener un poquito de ganas estaría bueno porque el chabón es un trabajo que se toma y bueno… SM – Dale, sí, sí decíle que sí… MDP – Cerrá despacio la puerta cuando salgas, es por el grabador.

Para aquellos que aún no vieron en vivo a El Mató a Un Policía Motorizado ¿Cómo les contarías de qué va? —No les contaría nada, les diría que vean si… (vacila) No, no les contaría nada. Odio invitar alguien a mi recital, nunca invité a nadie, nunca lo hice en mi vida. Por ejemplo en las redes sociales nunca ponemos “vengan que tocamos”, siempre ponemos vamos a tocar en tal lado. Y ahí el que quiera venir viene. Así que al que no nos conoce no le diría nada. Que experimente el sonido espacial… —Sí, si están interesados que vengan a vernos. Elija y Gané, como el disco de Spinetta. —Exactamente, o ¡pierda! Algún mensaje que quieras dejarnos. —Nunca se olviden que un día vamos a morir.

X – Disculpa. SM – Me quiero suicidar, dale. MDP – La Tesis… ¿viste hasta dónde llegaste? Una facultad, ante un jurado de profesores presentando “una tesis con Santiago Motorizado”. SM – … MDP – ¿Qué pensás de eso? SM- Estás agregando una pregunta que no está acá. │

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Lo mío es modesto. Tipeo palabritas que son como larvas proyectos de vida que tiene que cumplir una función: sacarme unos segundos de este estado. ¿Cómo soportan la vida los felices?

VIOLENCIA DOMÉSTICA WALTER LEZCANO SANTOS LOCOS, 2016 LAS PEORES VACACIONES DE LA HISTORIA Los felices no escriben. ¿Cómo hacen para soportar la vida? No tengo idea porque no soy uno de ellos. Pienso en eso ahora que una depresión express me cogió me hizo hijitos y me dejó tirado en la cama con el pulgar derecho en la boca. Como pude me arrastré hasta la computadora abrí el Word y puse algunas palabras. Acá están mis pastillas mis placebos mis botellas de alcohol mis venas visibles listas para ser cortadas. La página en blanco es un desierto ardiente y peligroso. ¿Cómo soportan la vida los felices? Estoy desnudo todavía porque para vestirse hace falta ánimo y ganas de mejorar el mundo, yo no tengo ganas de eso.

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Voy a recordar durante mucho tiempo esta madrugada. La madrugada en la que se murió Bowie y quise despertar a todos mis familiares para contarles. Pero ellos están lejos ahora y no les gusta Bowie como a mí. Para mí es vital escuchar un tema suyo al menos una vez al día. Ahora él ya no está y yo sí y eso, por donde lo mires, es una injusticia. All the youngs dudes en la oscuridad. ¿Cómo soportan la vida los felices? Este poema se me escapa. Las gotitas de sudor caen en el teclado cerca de las miguitas de pan. ¿Qué estoy queriendo decir? Que el calor es un espanto que mis sueños adolescentes se convirtieron en pesadillas que hoy se volvió a su planeta alguien hermoso que el rock está vivo que tengo ganas de escribir algo decente. ¿En serio? ¿Es eso? ¿Cómo soportan la vida los felices? Enero en Buenos Aires con mucho cemento alrededor sin un peso ni aire acondicionado. Estas son las peores vacaciones de la historia y el planeta sigue siendo un lugar solitario. Sin embargo, hay una cerveza en la heladera que me dice: no te vayas.


LOS CRIMINALES 3 El ejercicio de la soledad es en realidad una manera de encontrar complicidad con la muerte. Está negro afuera. Es otro país. Una banda de rock nos regala vergüenza y hastío. Llegás donde siempre quisiste llegar o algo peor.

escuchan música romántica pagan sus impuestos en fecha lloran con el final de la novela toman birra del pico de la botella y se cansan cuando van al gimnasio. La gente especial es aquella que logra curtir en Año Nuevo no se impresiona por el cinismo y trata bien a los peces. A veces caigo en la trampa de buscarle sentido a todo. Sos caótica. Otra vez me pedís que te pase la lengua por el ano. Llueve. Sigamos en la cama un rato más.

BIO Walter Lezcano (Goya, Corrientes, 1979) Docente. Periodista freelance en Brando, Revista Ñ, Rolling Stone, Ni a palos, Radar de Página/12, Inrockuptibles, Anfibia, entre otros. Editor en Mancha de Aceite. Publicó Jada Fire (Difusión Alterna, 2011), Los Mantenidos (Funesiana, 2011), Tirando los perros (Gigante, 2012), 23 patadas en la cabeza (Difusión Alterna, 2013, Eloisa Cartonera, 2015), Humo (Vox, 2013), Calle (Milena Caserola, 2013), El condensador de flujo (La carretilla roja, 2015), Los Wachos (Editorial Conejos, 2015), Fractura expuesta (Interzona, 2015),La vida real (Viajero Insomne, 2015) y Suena el afilador de cuchillos (Nulú Bonsai, 2016), La ruta del sol. La trilogía de El mató a un policía motorizado (Gourmet Musical, 2017) Participó de la antología Esto pasa. Poesía en Buenos Aires (Llanto del mudo, 2015).

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SAN JUAN ME MATA

PENSAR SÓLO EN MEGAMINERÍA por Guillermo Alamino

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os medios de comunicación promueven un relato que presenta a San Juan como una provincia condenada a la megaminería, sin exponer otras alternativas económicas que podrían desplegarse. De esta manera, las empresas periodísticas y muchos dirigentes divulgan una visión de progreso sustentada en el extractivismo minero, como única actividad posible para realizar en la región. Una gran campaña mediática está en marcha para minimizar el último derrame de cianuro y defender los proyectos mineros a gran escala. Tanto los medios de difusión locales como nacionales tratan de convencer a la ciudadanía de apoyar esos emprendimientos, porque “San Juan sería una provincia eminentemente minera”.

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Sin embargo, esta afirmación carece de sustento, porque San Juan ha vivido históricamente de otras actividades económicas como la agroindustria, en comparación a la megaminería que comienza su pleno funcionamiento en el año 2005. Además, cabe destacar que la explotación de minas (incluye metalífera y no metalífera) equivale al 4,3% del empleo provincial, mientras que la agricultura, caza y silvicultura representa el 10% y la industria manufacturera el 17,27%. Es decir, no hay una dependencia exclusiva en cuanto al tema laboral. Tampoco es cierto que gracias a la “nueva minería” San Juan experimentó un ascenso social y económico importante, ya que es el tercer distrito más pobre del país, según el Instituto de Pensamiento y


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Políticas Públicas, y la jurisdicción con un mayor porcentaje de desocupados de Cuyo, de acuerdo al INDEC.

“Hasta ahora ningún gobierno ha convocado a todos los sectores sociales, para discutir el modelo productivo de la provincia y el país” Todos estos datos son escondidos por aquellos que forman parte del llamado “Consenso Minero”, integrado por políticos, intelectuales, instituciones, entre otros. “La aceptación –tácita o explícita– de tal «consenso» contribuye a instalar un nuevo escepticismo o ideología de la resignación que refuerza, en el límite, la «sensatez y razonabilidad» de un capitalismo progresista, al imponer la idea de que no existirían otras alternativas al actual estilo de desarrollo extractivista. En consecuencia, todo discurso crítico u oposición radical terminaría por instalarse en el campo de la antimodernidad o la negación del progreso, o simplemente en el de la irracionalidad y el fundamentalismo ecologista”, expresa la socióloga Maristella Svampa. Hasta ahora ningún gobierno ha convocado a todos los sectores sociales, para discutir el modelo productivo de la provincia y el país. Definen lo que es “desarrollo” a espaldas del pueblo, y de acuerdo a los intereses de grandes empresas multuinacionales aliadas a los Estados, que buscan explotar los bienes comunes de las comunidades sin su consentimiento. Las disposiciones adoptadas y referidas al territorio nacional son diagramadas en los centros del poder financiero mundial. La instalación de un discurso único basado en el extractivismo y su penetración en diversos partes de la sociedad conlleva a la degradación del debate, entorno a las políticas económicas implementadas en los últimos tiempos. Esto a su vez trae consigo la decadencia y la falta de tacto social a la hora de tomar algún tipo de decisión por parte de las autoridades públicas, que afecta a poblaciones enteras. Decir que San Juan es minero, sin antes haber discutido su esquema productivo, es afirmar algo que no tiene el beneplácito explícito del pueblo sanjuanino.

SAN JUAN, EL MEJOR ALUMNO DE LA MEGAMINERÍA

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an Juan es el modelo minero por excelencia que tiene el país y el mundo, tanto respecto a las consecuencias sociales como a las ambientales. Campañas publicitarias de las mineras basadas en la “responsabilidad social”, un Estado y un sistema de medios aliado a las transnacionales son algunas características del extractivismo minero. Luego de 11 años de minería a cielo abierto, las promesas de progreso continúan siendo una ilusión y los derrames de “solución rica o cianurada” se han convertido en un hecho constante.

“El gobernador de la provincia de San Juan, Sergio Uñac, hace honor a su antecesor (Gioja) amparando a rajatabla el esquema minero impuesto por Menem y continuado por los Kirchner y Macri” La megaminería ingresó en la provincia sin ningún tipo de consulta popular y con grandes expectativas de desarrollo y bienestar. Las multinacionales no obtuvieron licencia social, pero ejecutaron tareas comunitarias con el fin de obtener un crédito social. “Diversas acciones, muchas de ellas articuladas a escala regional, se fueron de­sarrollando con el objetivo de generar, lo que Mirta Antonelli denomina “estrategias corporativas de fabricación del crédito social”, explica la investigadora Marian Sola Álvarez en una nota publicada en la revista Pulso Ambiental de FARN. De este modo, Barrick ayudaba a los productores facilitándoles un secadero de tomate, organizaba cursos de computación, construyó un polo ganadero en Jáchal, colaboró en │

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edición de libros, etc. A estas acciones se sumó la coaptación de prácticamente todas las instituciones de San Juan: medios de comunicación a través de jugosas pautas publicitarias, establecimientos educativos, poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), partidos políticos, la Iglesia, etc. La democracia quedó restringida y este escenario estuvo naturalizado durante los últimos años. El “Consenso de los Commodities” logró instalarse y se promovió a la megaminería como única alternativa de desarrollo.

“La coaptación de todas las instituciones de San Juan: medios de comunicación a través de jugosas pautas publicitarias, establecimientos educativos, poderes del Estado, partidos políticos, la Iglesia”

Sin embargo, esta actividad económica tiene un poco más de 10 años mientras que la agricultura o la agroindustria fue protagonista durante los siglos pasados. El agro junto con la ayuda de la Nación pudo levantar a San Juan de dos grandes terremotos. Antes, el Cantonismo había elaborado políticas económicas de avanzada, a través del intervencionismo estatal en la economía y diversificando la producción. Se inauguró la Azucarera de Cuyo, la Marmolería y la Bodega del Estado. ¿Una azucarera en San juan? Si, en algún momento la creatividad superó el fatalismo que hoy impera en gran parte de la clase política. San Juan era un faro de luz en cuanto a la concreción de derechos sociales, cívicos y programas económicos. En cambio, hoy la decadencia es lo que se exhibe ante el mundo. El aparato megaminero quiso borrar la historia local.

operando en la cordillera, mientras el gobernador de la provincia de San Juan, Sergio Uñac, hace honor a su antecesor (Gioja) amparando a rajatabla el esquema minero impuesto por Menem y continuado por los Kirchner y Macri.

Los últimos datos del INDEC evidencian la pésima situación social de la jurisdicción cuyana: 43,5% de pobreza y 5,8% de indigencia. Si esto es progreso, no hace falta imaginar cómo será el atraso. Existen tres proyectos mineros en etapa de explotación: Veladero, Casposo y Gualcamayo. Barrick ya tuvo 4 accidentes admitidos y sigue

Guillermo Alamino. Estudio Lic. en Comunicación Social en la Universidad Nacional de San Juan. Colaboró con notas para diversos sitios webs como El País Diario, ANRed, InfoSur, entre otros. Además es parte del equipo de Manzana Fanzine e integrante del Espacio Cultural Sur.

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San Juan merece la oportunidad de discutir otro modelo económico, que respete la naturaleza y las decisiones de las comunidades locales. Ninguna corporación o gobierno debe resolver unilateralmente el destino de una sociedad. Hay que cambiar el rumbo para evitar sucesos peores. El abismo no está lejos, la solución tampoco.

Sobre el autor


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RAYOS DE LUZ

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Es un pequeño registro analógico de retratos y paisajes que conforman la vida cotidiana del interior de nuestras tierras, más específicamente del norte argentino, reflejando las raíces, el amor y respeto a la madre tierra. En está ocasión comparto, cuatro instantes detenidos de mi paso por Jujuy durante el verano de 2015.

“la piel del sol”

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“toda coraza tiene una razón de ser” │

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“helado de chocolate”

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“por las nubes”

Sobre el autor: Romina Front, oriunda de las calles de tierra del conurbano sur bonaerense, turista en la ciudad de la furia. Testigo omnisciente de las oscuridades más profundas del ser humano y de la infinita grandeza de la naturaleza, detiene las agujas del reloj para no morir en la velocidad de los tiempos modernos. Oráculo ojos abiertos al sol. Soñadora a flor de piel. Fundamentalista Analógica, perdida en el siglo.

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OPINIÓN PÚBLICA

NO SEAS FANÁTICA por Leandro Fuentes Sobelvio

En la historia de la etiqueta “rock nacional” la figura de Luis Alberto Spinetta es un bastión fundamental para comprender todos estos años de gente. Es en líneas generales, un ser de luz que iluminó el mundo con un poco de música y poesía. En el presente, todos nosotros, los que transitamos la desaparición física de Spinetta vislumbramos entre los demás terrestres un Spinetta que se convirtió o lo convirtieron en una suerte de prócer para las mareas de jóvenes que día a día van acercándose a la vasta obra del Flaco. Y esto hay que festejarlo, en lo personal todo el trabajo realizado por Luis es de una generosidad inmensa para con el público, sucede que en su discografía, en sus distintos proyectos podemos encontrar una grata diversidad de ritmos y lírica que van desde el rock and roll hasta la música clásica, pasando por el folklore, el tango, el jazz hasta el power trío. Incluso nos regaló su Guitarra Negra.

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Hoy, en tiempos dónde la cultura del rock se vistió de moda, nuestro querido Flaco se evangelizó en una foto para manipular un mensaje político, algo de lo cual no tiene nada que ver con la ética y estética de Luis. Hemos visto cómo gobiernos en conjunto con músicos contemporáneos, obsecuentes al poder de turno, construyen el evento cultural: en primer instancia para movilizar a los jóvenes y bajarle línea, y en segundo lugar llenarse de guita los bolsillos realizando covers de Spinetta. Podríamos agregar un lugar más en el podio, y esto refiere a que si vamos a utilizar la marca LAS, mínimo respetemos la vanidad del Flaco, alguien que en un momento sentenció un mensaje en relación al cuidado de la vida y el agua no podría convertirse nunca en símbolo de publicidad para un gobierno que destruye a su pueblo y otorga legitimidad a la megaminería contaminante.


Es consabido que al público a veces no le interese que hay detrás de un evento de rock, simplemente porque sólo desean escuchar música y nada más. También es de público conocimiento que el arte siempre fue una herramienta para edificar mensajes políticos, y creo que con esto no descubro nada. Resulta que este fenómeno, llamémoslo Spinettalandia y sus amigos, algo de lo que hoy está más allá del bien o el mal, juega fuerte, y los que mejor entienden el juego que hay detrás del arte programan planes culturales; estrategia nacional. Pero aquí venimos a hacer real la idea de Cuando el Arte Ataque aunque el poder real cuente con todo el aparato de publicidad y propaganda con el único fin de que nosotros, los ciudadanos comunes aprobemos sus desprolijidades. Una vez más utilizan el arte como banner, algo para anestesiar y convertir la moción de compartir un rato de música con un grupo de amigos en la protocolar estrategia organizada de instalarnos su plan económico y político, como lo hicieron hace un año en la fiesta social más grande de San Juan, realizando una obra teatral donde la banda sonora pertenecía a la discografía de Charly García. Podríamos continuar nombrando

distintos eventos que se suceden a diario frente a nosotros de esta magnitud, con el mismo modus operandi donde tampoco es casualidad que los encargados de tergiversar la obra sean los mismos de siempre, nuestros artistas locales solventados con dádivas oficialistas. A esto último debemos agregar que nuestro periodismo vernáculo es responsable de callar y aplaudir con vehemencia el gran circo del cual todos en mayor o menor medida hemos sido parte alguna vez. Necesitamos construir un espacio mejor, un lugar de pertenencia más no sea para revindicar el lugar que ocupa el arte, dónde los que hemos vivido en carne propia esta miserable injusticia se transforme en un momento de reflexión. Y es esta la historia del que espera para despertar. Vámonos de aquí. ● Sobre el autor: Leandro Fuentes Sobelvio nació en San Juan en 1990. Fuentes es un poeta casi secreto, paralelamente a su carrera de periodismo, fue desarrollando una intensa y constante labor narrativa que, hasta ahora, permanecía desconocida.

para participar en la revi envía tú trabajo a nuestro correo: prensa.mondepapel@gmail.com

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TO WALK SPANISH No hay nada caliente y el calefón se resiste. No escribo canciones de amor, pero sí relatos que aman lo que ya quedó lejos. Escuché: Siempre es mejor mirar a la pared y de espalda a la puerta. –Repetía el viejo. Pienso que esa valija no se irá, y que el mundo girará bien –quiero creerlo–. Aquél quedó mudo y ciego; vos puteando a la mala educación que te deja en frío. El poder en sí no lo tengo, pero sí la libertad que es un tipo. Aún no logran que muera arrodillado, pese a que en la noche está todo mal, y la llave ya no la tengo. Pasó el tiempo; las cosas caen; chicas miran solas en una esquina; dejan muertos sin justicia. Fui un educado y no estoy más tranquilo humanidad. Creo ser un anormal, ¡Ahora! creo sentirme. Desapareciendo todo mientras la noche se duerme. Seré cambio y voy a insistir, pero aún necesito de él, aquél que me salva. Solo quiero, pero no puedo poner mi cabeza en nada. Vi tu amor, se fue y me autoconvenzo que sólo fue imagen, cerca de vos, allí dentro. – ¿Escuchas? –A nadie. Sé que no hay mascaras ni señales, al menos hoy. En el viejo camisón quedó la religión junto a la paz. El sueño de placard murió. El limón ya es jugo frío dentro de una heladera vacía. La diversión es porro de adulto correcto. ¿Será porque nos queremos sentir bien? Todo será diferente, de eso estoy seguro. ¿Realmente es un hombre decente? –se preguntan multitudes. Saben que toca a la gente y lejos está la independencia de eso. Siempre hay culpa que quita la inteligencia. Dicen que tiene miedo a su mente y que sólo camina de una sola forma. Se desnuda, y el silencio muere por una sonrisa ajena; que todo destruye. Es parte del todo: matar y mentir. Sólo lo imagina.

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Ella va en su carrusel mientras los espejos señalan, los caballos de madera se queman. Ten piedad. Las patadas duelen y más cuando los locos lloramos. El sol nace y los jardines de mentes mueren. Ten piedad. Voy desvaneciendo. La sortija se convirtió en un caballo que gira, y girar, a veces, es un d/ efecto. No esperes ¡PARA!, nada es perfecto. En el más allá, ella, era una estrella, una más que el sol. No seas así, basta de patadas. El tren no frenó, matando, y el avión cayó quemando el pasto. Y aún sonriendo. Necesito y no hay nadie. Cuando era niño, fui niño. Aquí y en cualquier lugar. Aún estoy rezando, y solo corro como un animal, sin reconocer el camino, las luces se confunden entre sí, la soledad ya lo dijo todo, y la borrasca hizo el sacrificio dejándose al sur. Sola desaparece. Con el sol morí, me abrace al dolor. Es de noche, ¡Hola! estoy aquí, sólo hay luz artificial que acostumbra, todavía no curo nada de aquella vez en que el amor me quemó envuelto en cortinas ¿Y entonces? ¿Puedo curarme? o ¿Sólo es quemarse? Me vas a ser feliz; igual vas a matarme, vas a mostrar el lado inconcluso, lo que no pude ser, lo que aún está entre signos. Pero no voy a desistir y lo sabes, aunque no haya nada más. Sólo seré karma para aquellos próximos. Sé que no habrá perdón ni confusión, todo estará. Me vas hacer feliz, y tú forma de ser será la sombra que robe el último suspiro. Ella adivino todo, y no pude hacer nada. Ella sólo adivino lo que me estaba pasando. Lo viste bajo el sol, dentro de un baño sucio. ¿Cuánto tiempo más el corazón sangrará? El temblar se vierte por las venas y solo vives. Sólo por amor. ¿Es para mí? Misterio en todo esto, nunca me animé a decirte nada y así nunca penetre. ¿Una forma de ser feliz? ¿Lo creo? Sé que existe o existió amor en tú piel, hoy sólo soy un ser, en la ruta del… y poco más solo que ayer.

Sobre el autor: Remberto Quiroga nació en los primeros días de Marzo de 1992 en la provincia de San Juan, Argentina. Actualmente se encuentra trabajando es su primer libro.

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(We) LOST por Natalia Moret

a presión. También, y por el mismo motivo, era más difícil. Una diminuta isla en el Caribe resiste, resiste, hasta volverse la obsesión patológica de los poderosos.

Ilustración: Juan Manuel Noguera

Pero de Cuba me impactó otra cosa. Nunca antes había sentido (no en teoría, sino en el cuerpo) la disociación de dos cosas que el capitalismo nos educó para que experimentemos como una sola: Tiempo y Dinero. En Cuba no eran lo mismo. En Cuba no había forma de hacer dinero con el tiempo, y esto se sentía en todas partes, multiplicado por el calor, que hacía que los isleños parecieran divagar en una especie de limbo, detenidos, dando solo la ilusión de movimiento. Porque cuando el dinero se separa del tiempo no hay nada que evidentemente lo haga ir hacia adelante.

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ui varias veces a Cuba. En alguna de esas oportunidades estuve meses, llevando una vida más parecida a la de los cubanos, todo lo parecida que se puede siendo turista (es decir, no mucho). Nunca me pareció un sistema perfecto. Las críticas llegaban de todos lados, en especial de los más jóvenes, los que no habían vivido en primera persona la Cuba pre-revolucionaria. Críticas atendibles y bien comprensibles, que casi siempre compartía. Siempre me pareció bastante obvio que Cuba no era ningún paraíso para nadie como yo, que viniera de una clase media más o menos acomodada de cualquier país capitalista (es decir, un porcentaje muy pequeño de la población mundial). Y también que cualquiera de los millones de pobres de todo el mundo daría lo que fuera por vivir en un país que te garantiza realmente el techo, la comida, la educación, la salud. Como lo hace Cuba (o al menos entonces, en los noventa, lo hacía). También, que en un punto nada de lo que pasaba en la diminuta isla era del todo real. Era una diminuta isla en el Caribe. Y era, me parecía, más fácil estar fuera del mundo y sosteniendo un modelo socioeconómico alternativo cuando sos, al fin y al cabo, una diminuta isla en el Caribe. Un símbolo. Un conveniente punto de fuga en la olla

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El tiempo liberado de su lógica de rindes económicos es lo más parecido a la libertad que conocí. Al principio me desesperaba, no entendía qué se suponía que tenía que hacer conmigo, pero a las pocas semanas entré en el mundo paralelo de la isla y empecé a habitar el mismo agradable pantano de ocio, de tiempo sin medida, de absoluto discurrir como única evidencia de lo real. Entendí que lo único realmente valioso que existía yo ya lo tenía, porque lo teníamos todos, y era nuestro, y era inalienable, el tiempo todo entero. Por supuesto después me fui de la isla y volví acá y mi tiempo volvió a ser de ellos, de los otros, y me olvidé de todo y ahora cuando escribo no logro recordar la sensación más que como idea elaborada a la distancia, con un poco de nostalgia, a raíz de la muerte de esa Cuba irreal, realista mágica, que se muere hoy con Fidel Castro. ● Sobre el autor: Natalia Moret nació en Buenos Aires, en 1978. Es socióloga, escritora y guionista. Publicó cuentos en los libros Nuevas narrativas. Historias breves II (Sudamericana, 2006), En celo (Random House Mondadori, 2007), Buenos Aires Escala 1:1 (Entropía, 2008), Autogol (Funesiana, 2009), Sólo cuento (UNAM, 2011) y Outsider (Outsider, 2011); y la novela Un publicista en apuros (Random House Mondadori, 2012


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Seré la tríada completa o no seré, el padre abriendo sus brazos el hijo acuclillado la paloma muerta. Seré el trapecio sosteniendo al acróbata por la corbata. Seré Marx, Engels y Lenin sentados tomando el té. Seré quien masturbe tú Freud, sin piedad una y otra vez. Una y otra vez, hasta que la tríada se vuelva pájaro.

INÉDITOS

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Ailén López San Juan, 2017

Sonido de estallido a cincuenta metros

Que tus manos poetizen mi piel Que caigas lascivamente en mí Que me tatúes Munch en la lengua Hasta llegar al epíteto de tu dedo Michel Angelo Que despellejes ángeles con tus piernas Que trastornes mi boca Hasta volvernos pútrea carne transpirando Tabaco y silencio. Que acabemos en el lomo de un camello o en el montículo de ropa sin planchar Que acabes en mí bebiéndome los ojos Como prefieras Pero no acabes Conmigo.

Cuando un país entra en guerra sus animales lo están, y sus plantas y sus flores y los huesos de sus antepasados. Aún ubicado en la montaña, el país se ahoga de tanta sangre de tanta sangre de tanta sangre que se escapa de su vientre.

BIO Ailén López nació en San Juan en los noventa. En Mendoza realizó estudios en Publicidad. Desde muy joven escribe poemas y cuentos, ve en la poesía un espacio de creación, catarsis; de encuentro con uno, con el mundo, con las historias en pretérito condicional pasado. La selección consta de escritos con imágenes metafóricas donde la palabra, como debe ser, galopa libre.

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BARDO EXPRESS

LA COLMENA DE LA ABEJA REINA Rock para las abejas por Osvaldo Kraft

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levo esperando más de 24 horas para decidir cuándo será el momento de ajustar el guión y escribir un par de líneas sobre la estampita del Indio Solari. Escribir sobre el tráfico de información en este mundo digital, el periodismo es una ruleta rusa. Poder decir algo más en este Tsunami de violencia en el que nos sumergimos los detractores del vil rock and roll que engendra millones de dólares por cada alma que es arrojada al fuego. La Abeja Reina va por la miel. Historias de leyendas, una suerte de semidios, ritmos de fabulas de amor asesino, se construyó en relación a la figura que representa el Indio Solarí, nuestra Abeja Reina. ¿Creían que Goebbels trazó el Tercer Reich? aprendan publicistas del marketing del mundo de hoy; ahora hay un ejército de abejitas viajando por todo el jardín.

Archivos en la historia del Rock «Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota ganó la calle, es necesario decirlo, en hogares donde la única cuota de arte que ingresó eran discos con la insignia PR entre cumbia y trapos de fútbol (otra pasión nacional que engendra fanáticos), cultura popular diremos, mezquindad del ser argentino, en sus facetas más intrínsecas se encuentra el Gen. Podríamos sumergirnos un poco en el costado marginal, mencionar cualquier esquina sucia de un barrio de argentina, reventando corazones, diagramando un plan económico, apostando la sangre, porque vivir cuesta vida para financiar un tiempo más en este mundo de mierda. Hay algo que debemos afirmar, muy a nuestro pesar: es que Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota encontraron una armonía nacional acorde al ritmo de la cocaína. Buenos rockanroles, nadie mejor que ellos para crear un clima de faena, de recurrir al abismo para renacer entre las sombras. Porque el ritmo de la Abeja Reina va muy bien con toda la porquería que nos alimenta todos los días. Pero la foto ya no alcanza. Me vine a ver un recital de rock and roll del país, y miren toda la cacona que juntaron ahí, verte feliz Abeja Reina no es nada, es todo lo que hacemos por ti; aúllan las abejitas. Vamos un poco más allá,

¿y por qué no?, y lo llamemos por su nombre: murciélagos en el arrebato rápido y violento con la remera de la mítica banda de La Plata, con la cara del Indio incrustada en el pecho, corriendo por que atrás viene la pérdida de libertad. Un millón de dibujos ásperos en un calabozo de cualquier comisaría que se te ocurra, sal de pabellón, conviviendo con el filo del acero. Creo, hay cuatro tipos de intervenciones, llamémosle artísticas, en el universo de sobrevivir entre rejas, y son en primer lugar Jesús, el Gauchito Gil, San La Muerte y Los Redondos; entre otros que se correlacionan con la estética del lugar. El oscurantismo y superchería de un símbolo “contracultural” con un pacto religioso como lo es una misa, es para los tiempos que corren un atraso.»

“Hay algo que debemos afirmar, muy a nuestro pesar: es que Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota encontraron una armonía nacional acorde al ritmo de la cocaína” Del otro lado de la calle, donde el brillo afirma pulcritud suena un disco de Los Redondos, en un boliche donde tu ropa importa demasiado para poder ingresar, ahí suenan ellos, en el after siempre aparece una canción con la voz del Indio. En la casa de tus vecinos, en la fiesta privada, en la habitación de un hotel, en el atraco de una madrugada entre pequeños burgueses está. Quiero decir, no hay parámetro. Podríamos seguir enumerando algunos ejemplos, en la casa del tranza suenan, en el trabajo en negro, en el escritorio de un empresario o en el centro de estudiantes, en los parlantitos de la compú hay un par de temas del Indio. En el discurso político, quiero decir bajo la envestidura presidencial van marchando banderas en tu corazón. «En personas que no les interesa profundizar sobre nada, personas que transitan la realidad sin replantearse absolutamente nada, se distraen con canciones del Indio. Los más retorcidos, paranoicos, analistas del todo, seleccionan una canción para entretenerse, quizás miles porque dicen la posta, Los Redondos y ahora el Indio │

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“dicen” la posta. Para las abejitas perdidas la voz de Los Redondos constituyó una referencia intelectual. Todos atrapados en la construcción de imagen de un tipo que se cree un filósofo del rock, con suerte es, un farsante con suficientes dólares como para financiar ficciones de amor.»

“El Indio Solari no es una estrella contracultural, quizás algunas reminiscencias de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en algún pasaje de su historia, en sus inicios” Todo el sonido y la poesía que ofrecieron Los Redondos convive en los resabios de la Guerra Fría, en la sombra del verde militar, entre la herencia de creer que todo se resume en dos paradigmas; Comunismo y Capitalismo. Este proyecto creció en la imperiosa tarea de supervivir entre un público hijos de los que perdieron la Guerra en el Sur. En las tertulias del bar Británico nuestra Abeja Reina vestido de proletariado repetía conjeturas con fundamentación en La Teoría de la Dependencia, de La Teología de la Liberación, legado de Frankfurt, como si fueran palabras de él, siempre bajo el disfraz de un bolchevique. Por aquella época Patricio Rey se decidió por contribuir desde su lugar (el arte) por un Socialismo Latinoamericano, o eso al menos dijeron una vez, para luego diluirse en 2001. Ése fue un año de crisis para la Argentina, y parece que para los intereses del Indio Solari aún más. Más próximos a nuestros tiempos, y con el archivo de testigo, una suerte de revisionismo histórico, podemos afirmar que nuestra Abeja Reina cabalgó en el caballo de Jauretche. Hoy nuestro bolchevique no tiene problema en decir que conoce más Nueva York que Buenos Aires. Quizás esto último no tendría por qué ser un problema, pero nuestro sumo pontífice dirige los eslabones de una misa donde los esclavos recorren varios kilómetros para justificar el sacrificio en nombre del rock, sin importar las arcas que se van llenando de Instrumento Público en el vaticano con sede en Parque LeloirManhatan. Sin importar la sangre que quede ahí, siempre los esclavos mueren en el campo de batalla. Dirán un cadáver más, sin honores,

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sin relevancia espiritual, con mediatización, (el oficio de periodismo no existe en este juego mediático, no bailará para la prensa, pescado podrido, y no dice más. Pintan mal las cosas para él, a pagar los platos rotos de la gira. Hay una correlación con la figura que representa Carlos “el indio” Solari con los medios de comunicación de forma benevolente, me refiero a personajes como Pergolini y demás periodistas que trabajan en la sección ricotera. Otros prometen explicación ante los hechos, y sólo ofrecen condena moral) hay mucha basura alrededor del “ritual”; ahora la Abeja Reina se muere escuchando el noticiero, pescado podrido es el menú, el Indio Solari tiene paladar de gourmet. Nuestra Abeja Reina llamó a sus abejitas, y ahora La Colmena va a explotar. Un movimiento de masas embanderadas en el misterio y la limosna de un aristócrata de cotillón. Nuestra Abeja Reina una vez más no supo cuidar a sus abejitas, una vez más sólo importó la miel. Legitimidad en cuanto respectan las directrices que emana El Pogo Más Grande del Mundo. «Una piba con la remera de la Abeja Reina. Es en una cultura del reviente, del agite, la “misa ricotera” una licencia para saquear almas perdidas. Violencia es mentir, en este trágico Tsunami más que nunca es necesario no engañarnos. Costó mucho armar esta empresa que ofrece como producto final canciones bajo el rótulo de la indescifrable etiqueta en la que se convirtió el sello Rock Nacional. Esto no es lo Under, esto es un negocio. El futuro llegó hace rato, se necesita suficiente miel como para continuar alimentando abejitas perdidas, sobre todo en tiempos donde el mercado del rock garpa fuerte. Nada mejor que la voz del Indio para polinizar las flores de Olavarría. Las Abejas van por el néctar, él necesita alimentar a toda la colonia».

“El oscurantismo y superchería de un símbolo “contracultural” con un pacto religioso como lo es una misa, es para los tiempos que corren un atraso”


Lo que viene atrás de la estampita es un criminal mambo, fue concebido de forma determinante. La Abeja Reina lo sabía –debió saberlo– Último bondi a Finisterre; lo sabía –debió saberlo, imagino a Solari en la efervescencia de todo artista procurando por subir a la mezquita donde oficiará su discurso y jugarlo en este paño, ¡Dios! El Indio se llama Carlos Alberto, según registra su DNI y es todo lo que hay detrás del disfraz. Un tipo con ambiciones etéreas, alguien que hoy debe disfrutar más de su vida privada con escopetas y Dóberman´s, Wishky importado y un par de partidos de tenis en el living porque se hace tarde, muy tarde, Abeja Reina debe resultar difícil ser un multimillonario. Nuestra Abeja Reina no tiene moral. Todo un palo, ¿golpe de suerte? Nuestra Abeja Reina vocifera canciones populares mientras se llena de miel su colmena. El futuro ya llegó, nuestra Abeja Reina juega a ser vulgar mientras vive en una lujosa mansión en Parque Leloir, cuando no dilatan alarmas los aviones a E.E.U.U.

“No voy a gastar balas en fanáticos, para mí ya están muertos al adquirir la condición de rehenes sublimados a los intereses económicos de la Abeja Reina” Luces morales por un millón, verdes. Viejo papusa respira otra vez, ya llegó la hora de lubricar tus branquias, viejo papusa respira otra vez, si matamos al Zángano de dos tiros, no es demasiado tarde gritaba enfurecido un tal Indio Solarí. No voy a gastar balas en fanáticos, para mí ya están muertos al adquirir la condición de rehenes sublimados a los intereses económicos de la Abeja Reina. El ejército ricotero se ha empecinado en defender con determinismo y frenesí dialéctico la imagen de su majestad. Refutando de una forma icónica en relación a la tragedia de Olavarría, vagamente vacíos en contenido, además de la resplandeciente admiración por su Indio. Amparándose en el marco que ofrece la estrella nacional y popular. Una vez más se equivocaron. El Indio no es un multimillonario por ser un artista, lo es por ser un mercenario de la cultura. Por ser un empresario

del rock, con acento fascista, donde cantidad refiere mayor relevancia a calidad. Donde la insignia de la Hoz y el Martillo se convirtió en un estandarte de marketing. Un verdadero maquiavélico ejecutando canciones de salario obrero mientras esnifa una línea de oro. Una vez más aparece la muerte, la historia se repite como tragedia. Pero fue rápido, hocico de rata, se dio cuenta que su única aptitud en acción al desarrollo sustentable se debía al juego del rock, un negocio para pocos. Lanzó eventos con un acento de exclusividad, su voz como sensación de ofertas del mes, de algo que no pasa más de dos veces al año, con suerte dos, pareciera que con un único show la orga está cubierta. Funciona así, se mueve así y la jugada sale bien, o salían bien. Nuestra Abeja Reina se llevó miles de abejitas, miles que cayeron en la Flor Solar, ahora, todos fundamentalistas en La Colmena. «El Indio Solari no es música independiente, habría que preguntarse ¿Independiente de qué? Es un ególatra con la suficiente ambición como para pretender construir un mercado paralelo, creyéndose anti-sistema cuando en realidad es un privado lo suficientemente hábil como para construir una marca en nombre del arte, siempre el arte un excelente puente para el negocio cultural». Es una colmena apta para el caos, es un colmena realmente popular, ahí conviven los marginados y los caretas del país. Es un coctel bastante argentino. Es en una cultura del agite, el negocio del reviente, disfrazado en arte. Las abejitas arrasan las flores de La Colmena, millones de litros de miel justificando “la mística del rock” amparado en el slogan “la música no mata”. Sí es verdad, la música no mata, lo que mata es la ambición. Esta vez eran necesarios los botes, era la última canción para naufragios. Son seis minutos y nuestra Abeja Reina está distraída y todos vamos a naufragar. Abeja Reina, buena surte, y más que suerte; me voy corriendo a ver que escribe en mi pared la tribu de tu calle.

“Hay una correlación con la figura que representa Solari con los medios de comunicación de forma benevolente” │

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Realmente el problema de la Abeja Reina es que el negocio antecesor al porvenir se aferrará a la idea antisistema, y terminará concediendo crédito para la foto antigua. El comercio del rock es y será el final del argumento ricotero. Hay quienes creen en que el Indio Solari es uno de los fenómenos sociales y culturales más complejos del país. Otros creen que es la farsa más grande que dio la argentina después de Menem. Y es que estamos aparentemente hechos de esto, pasión estúpida por la velocidad en que incautamos la destreza de creernos rápidos y agiles en un país subalterno a las enconmendaciones de un sistema mucho más altanero. Los más aferrados a la impostura que representa un empresario del rock como lo es el Indio Solari dirán que lo bueno que representa el Indio es: alta poesía, música sofisticada (quizá el último ejemplo de sofisticación masiva en la música popular argentina), autogestión, trinchera. Una vez más observamos acá la falta de profundización en que antes y después de Los Redondos o la versión anestesiada que ofrece el Indio Solari por hoy, existió la palabra Arte. No vaya a ser que ahora se crea que el rock lo inventó este oportunista con oratoria elocuente.

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El Indio Solari no es una estrella contracultural, quizás algunas reminiscencias de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota en algún pasaje de su historia, en sus inicios, pero la realidad es que no lo fue, ni lo será. Fue un producto de la clase media que trabajó maquiavélicamente para convertirse en la Abeja Reina. ●

Sobre el autor: Osvaldo Kraft, nació en San Juan, pero le gustaría decir que pertenece a otra provincia. Conocido por poseer un acento agitador, aprendió a escribir a temprana edad leyendo un libro sobre la resistencia de los réptiles, aún hoy cree que los dinosaurios continúan reproduciéndose. Escribió una plaqueta de poemas “los navíos del sur” y renunció a más de un trabajo, simplemente porque la rutina no es para él. Conserva un lenguaje corrosivo, signo que lo caracteriza como uno de los mejores escritores de la posmodernidad.


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FILA 88

LOS RÍOS DE LA VIDA

por Leandro Lopardo ROMA. Dentro de los límites de una pasividad inexistente se desarrolla esta obra cinematográfica, con tintes sumamente teatrales, esta historia realiza desfasajes temporales continuamente trasladando al espectador al alba y al ocaso del protagonista Joaquín Goñez (Juan Diego BottoJose Sacristan). Goñez es un escritor solitario y alcohólico que ha perdido el apetito pasional que alguna vez lo caracterizó, sin embargo, y ya cercano a la vejez, intenta plasmar en el papel retazos de su vida, que se ven atestados por el recuerdo de su madre Roma (Susu Pecoraro). En medio de esta vorágine espacio-temporal (España-Argentina) que plantea el film en la que se recorren más de cinco décadas, no se pueden dejar afuera los eventos sociales, políticos y económicos que marcaron esta época en la Argentina, pasando por regímenes dictatoriales hasta la fuerte crisis económica y social que abordo a la Argentina a principios del siglo XXI. El film transcurre en varios escenarios cargados de una gran carga emocional para el protagonista, donde en cada uno se forjaron partes de su carácter: su hogar de la infancia, el Colegio Ingles y la librería de Smirnoff (Marcos Munstok) que marco su adolescencia en pleno proceso dictatorial. La construcción cinematográfica en

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si misma desdobla y deja ver poco a poco las desgracias y desamores del personaje, que en paralelo ve en Reneé (Marcela Klosterboer) un amor platónico. Esta gran obra ofrece al espectador un guión excepcional, que con su poesía y sufrimiento refleja fielmente la decadencia de Goñez, replegado en España desde hace más de treinta años en los cuales a conseguido triunfar en el mundo literario pero, lamentablemente, hace rato ha perdido la inspiración que lo empujaba a escribir. “Mi abuelo era un libre pensador, un anarquista de fin de siglo, a mi tío le puso Ateo Bruno Argentino, Bruno por Giordano Bruno el discípulo de Copérnico que fue al que quemaron los de la Inquisición. Mi vieja iba a ser Roma Italiana pero no se porque se quedo solo en Roma, pero no una Roma papal y bautismable sino una Roma italiana, anticlerical y del futuro”. Joaquín Goñez. Sobre el autor: Leandro Lopardo, porteño, 27 años, estudiante de Comunicación, y en una humilde opinión escritor amateur y cinéfilo empedernido.


Sobre el autor: Yimi es el alter ego de una piba que dibuja, aunque podría ser el tuyo, el de tú vecino, o el de esa persona que te gustó cuando cruzabas la calle. En el mundo de microfibras y ansiedad, vive un mechón blanco. Un personaje que prefiere montar dinosaurios a intentar resolver los problemas de manera tradicional. Yimi es todo lo absurdo que no nos animamos a imaginar. Por suerte esta chica, medio bailarina, efusiva y colgada, nos lleva a la incomodidad de idear un poco más allá de lo establecido. Crea para ella, pero también para aquellos que necesitamos un baño de humor con cafeína y azúcar.

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ESPECIAL DISCOS

A ESTOS HOMBRES TRISTES por Abril Pávlov

El arte de tapa del disco “Almendra” es un dibujo de Spinetta, donde se puede ver a un hombre con una remera rosa con el nombre del grupo. También tiene un gorro a rayas, tiene una flecha de juguete pegada en la cabeza y está llorando. A continuacion, te contamos la historia del diseño 58


Luis Alberto Spinetta, Edelmiro Molinari, Emilio del Guercio y Rodolfo García grabaron su primer disco en los estudios TNT, se publicó el 29 de noviembre de 1969. La primera grabación oficial de Luis Alberto Spinetta; la voz de toda una generación. La empresa discográfica intentó desechar la ilustración, perdiéndola intencionalmente, pero “El Flaco” la volvió a dibujar, exigiendo que la portada se realizara según sus instrucciones. Spinetta recordó a la revista Canta Rock una historia relacionada sobre la tapa: “Yo había hecho un original súper laburado. Los tipos de la grabadora nos empezaron a bicicletear, que no sabían dónde estaba. Nosotros no íbamos a permitir que el disco saliera sin eso. Yo tenía el dibujo bien claro en la cabeza y me fui a casa y lo hice de nuevo. No queríamos dejar las cosas en manos de tipos mediocres de la empresa que hacen tapas de discos como chorizos”.

Uno de los discos más importantes en la historia del rock latinoamericano. Un álbum histórico considerado en reiteradas ocasiones como el mejor álbum del rock argentino Resulta que por inentendible y poco comercial, la RCA –el sello que editó el disco– intentó cajonearla sin resultado. Los cuatro integrantes de la banda cuentan cómo fue esa experiencia: “Para el concepto de ese momento era una cosa espantosa. Y de hecho hubo que hacerla dos veces porque la gente de la compañía no podía digerir esa tapa”, dirá García. “Los tipos no lo podían creer, porque, en una tapa de un long-play (en la época) salía la cara de los artistas, o con las guitarras eléctricas en la mano; y nosotros salimos con una tapa así, que me parece absolutamente genial hasta hoy”, enganchará Del Guercio. “Se la bancaron finalmente cuando volvimos a aparecer con el Original 2, dijeron: ‘Bueno, vamos a llevarlo a la imprenta y que sea lo que Dios quiera’”, reirá Spinetta.

Si bien el álbum fue muy exitoso entre la juventud, muchos periodistas y medios de comunicación criticaron duramente, en especial el diario Clarín, que entre otras cosas cuestionó las métricas y las acentuaciones de Spinetta. Almendra significó la fractura de una conspiración en marcha para absorber cualquier tipo de creatividad independiente de los centros de poder y difusión. Un disco beatle fusionado con elementos del tango, el jazz y el folclore interviniendo letras de alto contenido poético. El LP es un todo, es conceptual. Nada de él se debía explicar por fuera del mismo disco, que logra una relación profunda entre lo artístico y lo sonoro.

Cada símbolo corresponde a un tema: Lágrima: “Muchacha (ojos de papel)”, “Figuración”, “Plegaria para un niño dormido” y “Que el viento borró tus manos”. Ojo: “Color humano” y “A estos hombres tristes”. Flecha-sopapa: “Ana no duerme”, “Fermín” y “Laura va”.

Almendra repartía un volante escrito a máquina que decía: “A lo largo de seis meses de intenso trabajo, de proposición total hacia lo que es nuestro, hemos comprendido que lo que en un momento puede llegar a trascender deja de ser exclusivamente propiedad del autor y se transforma en algo legítimamente de todos. Por eso el 15 de enero es una fecha importante tanto para nosotros como para ustedes. Es la salida de nuestro primer long play. Es nuestra salida hacia ustedes”. Esa relación, esa “salida hacia ustedes (nosotros)” es la marca imborrable de un disco que plantó bandera y hoy sigue sonando. Sobre el autor Abril Pávlov nació en General Roca en 1986. Licenciada en Publicidad y Propaganda. Trabajó para Coca-Cola y asegura que esa gaseosa es veneno. En las noches de insomnio se dedica a interpretar los mensajes que llegan a su antena, trabaja duro en algunos diseños minimalistas que esperan ver la luz. │

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Seguridad

El hombre de seguridad pasa la noche en la torre cuidando el sueño seco de las computadoras; único reflejo en las ventanas sucesivas, busca atrás del vidrio una camisa hermana, blanca, fantasmal, como la suya. Ciudades verticales vaciadas por la hora, una que otra luz y ningún ruido salvo el motor llano del aire encapsulado. Abajo ladran; lo sabe por los cuellos que estiran hacia el cielo los perro en la calle; lo sabe con la frente pegada al vidrio frío ahora que amance tras la marca de su aliento.

TORO CARLA SAGULO NULÚ BONSAI EDITORA, 2015

*** Oscurece

Es temrpano y las cosas ya se meten en la sombra. —El árbol flaco rodeado de basura, la cortina de chapa— como en una madriguera, porque oscurece muy temprano cuando estamos tristes, cuando no hay más fauna que nosotros mismos, ningún ciervo luminoso que nos guíe, un sapo al menos, su fría compañía blanca y verde, algo salvaje que nos salve: monos, lechuzas, luciérnagas inquietas como planetas en la noche que comienza.

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12.

En la muerte tu hueso y el mío no tendrán tiempo de discutir su identida, ocupados en ser al fin del perro que ladra y muerde bajo la luna

BIO Carla Sagulo nació en Buenos Aires en 1977. Ha publicado El vino de la casa (Ediciones Vox, Bahía Blanca, 2007), Fuego chico (Nulú Bonsai Editora, Buenos Aires, 2009) y Toro (Nulú Bonsai, Buenos Aires, 2015). Es graduada en Letras por la UBA y trabaja como docente en la UNAJ, entre otros ámbitos, coordinando talleres de lectura y escritura.


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LXS PUTXS

YO DIGO QUE SOY UNA CHOKA A Chani León, sintiente, pelo de fuego en medio de tanta crueldad por Andrés Nocte Soy una choka, una choka mala de hocico incendiario, olfato nefasto para las matemáticas de los vínculos, no entiendo, te perjuro que no. Mi leche como buena perra es poca, cura a los niños del estreñimiento, la sola gota te moja el corazón. Soy la choka del barrio que descansa entre suelas y zapatos podridos por el sol. La que parió en medio del basural y el humo setecientos hijos. La choka puta que un día se organizó y salió al potrero. Sí, tuve que leer cuentos, contar con otras valientes, con otras chokas y entre vino caliente y ojota de liquidación tuvimos que sufrir persecución. Porque a las chokas pobres nos mandan a la cárcel, porque a la perras pobres no les funcionan los derechos a velocidad urgente. Porque sí, porque naciste choka guacha y vas a pagar el precio de tener la cara de pobre, de portar olor a cebo, de saber comer sopas de trapo. Soy la choka mojonera que muchas veces tuvo que comerse la mierda ajena para poder supervivir.

“Mi hocico porta fuego naftero y si no lo apago es porque me hace falta” Y así me fue, en los micros tuve que salir corriendo porque se me venían los muchachos del barrio sedientos del chorro que dejaba en las

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calles. Tuve que andar curvada para que no me metieran el dedo. Muchas veces lo consiguieron. Los cochinos, esos que andan sobre ruedas de plata. Te lo chupan como helado de vainilla, pero una vez que lo tienen dentro te regalan una piña. Para que te quede en la cara el nombre que se le da a una choka, sí, ese que según los educadores nos merecemos las chokas malas. Porque si viniste así a la fiesta con el culo sin lavar te merecés este gesto perra. Entre noticia y noticia también las chokas malas no somos nombradas, no se dice que nos amontonan en sótanos y nos venden de repuesto para alguna travesura sexual, no se dice que con el pelo tapizan sillones, que fríen en nuestra grasa la carnecita gourmet, que al río tiran nuestros cuerpos y después no se toman el agua. Soy una choka, una de oreja parada porque cada vez que habla el perro poronga del barrio, todas las chokas tenemos unas terribles ganas de matar, comernos su carne a mordiscones. Pero después no sacan a palos diciendo que como buena clase miserable debemos aprender mirando los ejemplos. Se nos niega inventar, no se nos permite cantar. Las chokas como yo no andamos solas, no sabemos correr solas, necesitamos a la hermana, a otra choka loba que también tenga bronca, más bronca. Algunas veces perdemos, nos matan y no es lo mismo 116 chokas que 115. Mi hocico porta fuego naftero y si no lo apago es porque me hace falta, me duele un poco menos el pisotón. Las chokas tenemos prohibido


el amor, no permiten que gocemos. Las chokas como yo sólo debemos reproducir, pero ni siquiera lo maravilloso, sino la miseria misma o la misma miseria, para que el perro poronga tenga donde depositar el odio de sus dientes. Nuestras hijas e hijos, hocicos llenos de pobreza. Y si no tenemos pan es porque no entramos en la cuenta de la repartija, nos toca la sobra llena de tierra porque las chokas como yo lamemos el suelo como si fuera un plato.

“Tengo el culo lleno de pestes, tengo las tetas machucadas de tanto golpear puerta” Si por eso conocemos el sabor de la tierra, se parece al del veneno. No porque la tierra sea mala, sino porque al igual que las chokas la tierra está furiosa. Tengo el culo lleno de pestes, tengo las tetas machucadas de tanto golpear puertas para que me den una manta, un calor, un abrazo sin que huelan mi pelo sucio. La choka que soy, la mala perra que soy ahora no cambia, no quiero que me toque la suerte, no es azarosa nuestra comida, tampoco se trata de que una sola choka sea salvada de la mugre, no nos sirve. Porque las chokas tenemos así la cabeza, hecha pija con esto de los patrones. No sabemos bien para qué sirven nuestros genitales, sólo sabemos que dentro de estos hay misiles de carne que derriban murallas enteras, que explotan cuando asomamos el rojo de nuestro dolor.

“Tampoco se trata de que una sola choka sea salvada de la mugre, no nos sirve. Porque las chokas tenemos así la cabeza, hecha pija con esto de los patrones” Soy una choka. Niña, niño, niñe soy una choka juguetona que guarda la ternura lejos en un pocito, en un baldío por si alguna vez se te ocurre besarme la sarna. Te la doy a cambio, porque algo se tiene que dar a cambio, no me gustan las monedas no se pueden mascar ni chupar. No me busques para rescatarme, no doy pena, sólo doy mordisco a quien no me ama. Sí, soy una

maldita perra violenta, pero esto tiene que ver con mi hambre, es que cuando me tomo siete colectivos para llegar a servir a otras perras me da ganas de poner una bomba.

“No me busques para rescatarme, no doy pena, sólo doy mordisco a quien no me ama” Porque ganan más que yo, porque tienen agua caliente, el baño dentro de la casa. Y cuando van a decidir sus perros maridos, siguen decidiendo que yo tengo que buscar agua helada en una canilla que queda a siete kilómetros de mi cucha. Soy una choka mala, siniestra, soy una maldita pasiva perra que empuña una bandera hecha de cartón donde se empaquetaba una heladera que alguna poderosa llenó de frutas extranjeras. Yo la hice gramática de mi causa, mala gramática porque no sé escribir, tampoco se expresarme bien, sólo se gritar, sólo se ladrar a puro reviente. Sí, Dixs no me salva, capaz me está ensañando algo, capaz a través de mi está la perra más perra de todas diciendo que basta loco, que nos pongamos las pilas que entre chokas y demás hagamos algo. ¿No les aburre el mismo mantel, la misma merienda, la misma leche? Sí, ya sé que me vas a decir que la choka no sabe, que la choka no tiene que mierda opinar pero la mugre me la trago yo, pero el baldío siempre es mi rancho. Las chokas como yo sólo sabemos una cosa, que la crueldad es inmensa y que ante ella las resistencia nos pertenece y la revolución nos amontona. ●

Sobre el autor: Andrés Nocte es un escritor emergente, ha pasado por el ámbito académico estudiando letras y eligió el activismo disidente para poner impronta a sus textos. El texto -Yo digo que soy una choca- ha sido leído en torno a la emergencia y a la urgencia. Actualmente Andrés cursa la Carrera de Estudios Teatrales de la UNSJ. *La pintura pertenece a la obra de: Edvard Munch. │

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cómics

SPACE JOHNSTON por Abril Pávlov

SPACE DUCKS: AN INFINITE COMIC BOOK OF MUSICAL GREATNESS. Johnston editó Space Ducks como banda de sonido para su primer cómic oficial, su primer novela gráfica. Daniel Johnston, logra, quizá de forma involuntaria lo que Joyce por ejemplo siempre buscó, escribir como pensamos. En palabras del músico los “patos del espacio” son un ejército con un armamento espacial muy avanzado que viajan más allá del más allá hasta ¡el planeta de Satán!, donde hay una guerra y ellos destruyen el mundo satánico. El universo de Space Ducks está habitado por personajes habituales en su imaginario: patos y diablos que se enfrentan en una batalla intergaláctica, una clásica y épica historia del bien versus el mal. Daniel Johnston (E.E.U.U, 1961) icono del rock independiente, artista plástico y paciente psiquiátrico grave, con un diagnóstico de manía depresiva (lo que hoy se llama bipolaridad) y esquizofrenia. El artista que convirtió el sótano de su casa en una factoría de arte para el fin del mundo donde salían cómics, películas caseras y canciones, sobre todo dibujos, ranas oníricas, figuras angélicas o demoníacas, chicas y superhéroes de la Marvel, destacando por supuesto el Capitán América: personajes que rodearon a Johnston en su infancia se mezclan con los creados por él, acompañados a menudo de referencias autobiográficas. Las canciones de los Beatles, un amor que desaparece llamado Laurie y las pastillas hicieron de Jhonston un mundo sensible, capaz de encender un fuego en el fondo del mar. Historias que nos acercan a él pueden descubrirse en el documental The Devil and Daniel Johnston de Jeff Feuerzeig, ahí verán un ser de luz persiguiendo el indómito rayo de una vida al ritmo del rock. Era su forma de enfrentarse al mundo, creando, siempre en movimiento. A Daniel Johnston se lo suele ubicar como pionero del low-fi, el género musical nacido en los ’80 con las grabaciones caseras en cassettes y portaestudios. Su obra artística y su historia se escapan de todos los límites.

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La música y los cómics siempre han estado relacionados de alguna forma, Daniel Jhonston dedica gran parte de su tiempo a comprar discos y cómics con lo que le pagan en los shows, según dijo alguna vez le pagaban con historietas. Lo que sí se sabe es que Jhonston pasa sus días dibujando y armando canciones, a él le debemos mucho, por eso le dedicamos un par de líneas, creemos que esto es injusto, por eso hoy inauguramos SPACE JOHNSTON, un espacio dedicado a él. Sólo es un recorte sobre la vida de un artista; no podemos olvidar que sus canciones han funcionado de disparador para toda la escena emergente que hoy gira a nuestro alrededor; próximamente escribiremos sobre sus discos y publicaremos sus dibujos.


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INSTRUCCIONES PARA ESCALAR UNA MONTAÑA DE PAPEL Pasamos días y noches fuera de casa, caminando, descubriendo el mundo que nos rodea a cada paso. Cuando hizo mucho frio, lo que mejor hicimos fue comenzar a escribir para mantenernos en movimiento, mientras nos recuperamos de las congelaciones sufridas en una provincia de montañas. Unas congelaciones que no sólo costaron los dedos de los pies y de las manos, sino también los efectos del corazón y la razón. Me imagino que habrá mucha gente a la espera de noticias, pero esto es el periodismo de montañismo. Tal vez, ahora, suena raro, pero es lo que hace un tiempo era lo que se hacía; escribir para no morir en las cuevas de nieve –sobrevivir. Después de varias noches de intensas nevadas, en una extraña madrugada Manuel Gimeno y Leandro Fuentes ascendieron durante más de doce horas hasta el punto donde habían montado el último campamento de altura, sólo para descubrir que éste había desaparecido. Después de buscarlo durante horas, ambos periodistas se preparaban para un incómodo vivac antes de reemprender el descenso al campo base y considerar sus opciones. Se acaban de cumplir tres años, y la satisfacción de haber cumplido un sueño se mezcla con la tristeza de haber sido también partícipes de una gran tragedia. Se logró hacer cima el mismo día en el que un proyecto perdía la vida por un cúmulo de malas decisiones, mucha ansiedad por la cima y un exceso de exigencias a los sherpas que debían al mismo tiempo equipar la vía, abrir huella y abastecer de oxígeno. Ése día aprendí que jamás hay que dejar que la cima te ciegue. Ahora son las noches en InDesign, para lograr lanzar una revista en versión digital. Dos años atrás sumergido en el Cool Pro Edit armando sonidos para el proyecto de radio, el Corel sigue funcionando, ahora vamos escribiendo lo que buscamos decir. Nunca nadie nos dijo una sola fórmula para organizar las palabras, en la universidad en la que nos des-formamos aprendimos que esquivar el molde y robar ideas a los libros es lo que mejor podemos hacer, es simple: la formación de periodistas a la que asistimos expulsa a estudiantes con proyectos nuevos, abraza al alumno institucional, al personaje mutante que se repite cada vez más. No pertenecer pareciera que es la caratula que nos recae, sin esfuerzos mayores, simplemente nos sale combatir no sólo una estructura comunicacional, sino también la posibilidad de creer una vez más en nosotros entre tanto ruido funcional. No pretendemos aburrir más con nuestras problemáticas existenciales, es nuestro error, nuestra guerra, y ahora nos hacemos cargo. Ascender una montaña cargando una pesada mochila, extender un saco en la cumbre, cenar mientras se observa la puesta de sol y echarse a dormir al raso es algo que, se mire como se mire, no tiene sentido. Exactamente igual, por otra parte, sucede que todas estas cosas hacen de la vida algo interesante. De cómo preparemos la mochila dependerá en gran medida el éxito de nuestra pequeña expedición. Durante varios días, en completa soledad, vi a un joven escalador cómo iba trazando una línea imposible por la gigantesca pared, navegando por un mar de fisuras imperceptibles y amenazantes desplomes, y haciendo gala de un dominio técnico al alcance de muy pocos. En el sueño me decía: Asciendo con manos y pies completamente apáticos. Con frecuencia me encuentro al límite de mis fuerzas. Tras una docena de pasos, todo dentro de mí grita que me detenga, me siente, que respire. Pero después de un breve descanso, ya puedo proseguir. Puedo ver cómo arroja la última página de su libro desde la cima, en cada una de sus páginas golpea el frío, la peligrosidad de las grietas y los fuertes vientos. Comienzo a leer: Sin pertenecer al pueblo sherpa, nos proponemos colocar cuerdas por las vías normales y acompañar hasta la cima a los lectores que estén interesados en nuestro proyecto. La pasión por los viajes, la montaña y la aventura tiene en cada uno límites naturales, nuestra propia capacidad física. Y muchas veces, impresiona las situaciones tan complicadas en las que se expone mucha gente. A partir de aquí le toca a cada uno de ustedes tirar del hilo de las montañas, de los nombres que salpican todas estas páginas, y elaborar tu propia carrera de alpinismo de papel. Nos faltan metros aún para completar el camino a la cima, pero lo más importante es, como se dice, estar aquí y poder contárselo al compañero. Leandro Fuentes │

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